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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 444

“Ladrillal”, el sonoro nombre con el que el arquitecto venezolano Martín Antonio Vegas Pacheco (1926-2012), egresado del Illinois Institute of Technology (IIT) en 1949, bautizó su segunda casa personal, rememora el noble material que utilizó para el cerramiento de las paredes exteriores que, en combinación con el concreto obra limpia martillado de su estructura, la caracterizan.

1. Parte de la urbanización Los Chorros donde se muestra el trayecto que recorre la quebrada.

Sería la segunda vivienda que Vegas diseñaría para su esposa (Trina Cecilia Pérez-Agreda Machado) e hijos, después de la que levantó en Los Chorros “en un terreno que le compró al viejo Guinand, donde construyó una casa prefabricada modesta, cerca de la quebrada”, según le comentó Federico Vegas (el mayor de los hijos de la pareja, nacido en 1950) a Iván González Viso en una breve conversación sostenida sobre el tema que hoy nos ocupa. “Sin embargo, ‘Ladrillal’, plasmó su sueño como arquitecto”, concluirá Federico.

2. Vista cenital de la urbanización Chuao con la calle La Glorieta resaltada. A la derecha la quinta «Ladrillal», a la izquierda la quinta «Paraguaná».
3. La quinta «Paraguaná» de Graziano Gasparini (convertida en oficinas) vista desde la calle La Glorieta .
4. La quinta «Paraguaná» hoy.

Para corroborar lo anterior el propio Federico Vegas en un artículo titulado “Graziano en Chuao”, publicado el 24 de enero de 2020 en el portal Prodavinci a raíz del fallecimiento de su admirado maestro veneciano, apuntará: “Uno de los sueños de los arquitectos caraqueños era hacerse una casa moderna al este de Caracas. El centro había sido abandonado como un pasado al que nadie quería volver. (…) Fiel a su nombre, la quinta ‘Ladrillal’ fue de las primeras en Caracas con fachadas de ladrillo y la estructura de concreto a la vista. Era un ejercicio de rigor y austeridad. Tenía algo de fábrica que desconcertaba a los que pasaban por el frente. Los cerramientos exhibían sus pulcros ladrillos y todas las aperturas eran romanillas de madera o de vidrio”. Y continuará para acentuar el contraste producido por “Ladrillal” comparándola con “Paraguaná”, casa de Graziano Gasparini ubicada justamente al frente en la misma calle: “La quinta Paraguaná proponía otra búsqueda. Utilizando referencias de la arquitectura colonial venezolana y de las villas italianas, Gasparini intentaba crear un nuevo lenguaje, marcado además por la influencia de Carlo Scarpa, su profesor cuando estudió arquitectura en Venecia. La austera solemnidad de esta casa no podía competir con la audacia de la quinta ‘Ladrillal’. Digamos, para simplificar y no enredarme, que la nuestra resultaba más atractiva vista desde la calle”.

5. Martín Vegas Pacheco. Quinta «Ladrillal». Fachada oeste. Fotografía: Paolo Gasparini (c.1958).

Proyectada para una familia aún en crecimiento que dictaría las pautas del programa arquitectónico, la quinta de dos plantas más sótano, habitada a partir de 1958, se ubicó (como ya se ha insinuado) en la urbanización Chuao, calle La Glorieta entre la calle Santa Cruz y la avenida Río de Janeiro, sobre un terreno de aproximadamente 700m2 con el frente hacia el oeste. Tenía un gran jardín pues Vegas también adquirió la parcela de al lado (al norte) como área de expansión.

6. Urbanización Chuao. Vista aérea desde el noreste (c.1951).
7. Urbanización Chuao. Vista de la calle Roraima desde el oeste.

Para cuando se diseña y construye “Ladrillal”, Chuao hacía varios años que había sido trazada, tenía el urbanismo concluido y sus parcelas, distribuidas entre un sector plano y otro en pendiente, y entre unas destinadas a viviendas unifamiliares y otras a edificios de apartamentos en propiedad horizontal, se vendían con rapidez convertida en otro de los atractivos suburbios residenciales de Caracas de los localizados al sur del río Guaire, aledaño a su ribera y al este de la ya consolidada urbanización Las Mercedes. Fue construida, desarrollada y promovida por la firma Perret & Sosa Rodríguez Ingenieros, S. A. (Irwing Perret Gentil y Julio Sosa Rodríguez) entre 1951 y 1953 (saliendo a la venta en 1956), en terrenos de una antigua hacienda que la familia Perret había adquirido de la familia Eraso en la década de 1940.

8. Delimitación de la urbanización Chuao.

El proyecto de Chuao, valga decirlo, estuvo a cargo de la oficina Vegas, Ferris & Ferrero, arquitectos-urbanistas, conformada por Juan Andrés Vegas, Julián Ferris y Gustavo Ferrero Tamayo con la colaboración de Carlos Dupuy Casablanca y Jaime Hoyos. Juan Andrés Vegas (1921-1992), hermano mayor de Martín, quien había obtenido el título de arquitecto en 1945 en el Massachusetts Institute of Technology (MIT); Julián Ferris (1921-2009), egresado de ingeniero de la Universidad de Oklahoma en 1945 y de arquitecto de Universidad de Siracuse en 1947; y Gustavo Ferrero Tamayo (1923-2015), graduado de arquitecto en la Universidad Nacional de Colombia en 1947, conformaban una de las firmas más exitosas de una época en que las asociaciones de profesionales despuntaban como figura para enfrentar con éxito y calidad los proyectos de envergadura que el boom de la construcción demandaba. A ella se podrían sumar: Arquitectura y Urbanismo C.A. de Jorge Romero Gutiérrez; Tekto C.A. de Carlos Celis Cepero; AISA C.A. de Fruto Vivas y el ingeniero Luis E. Pérez; Bermúdez & Lluberes; Guinand & Carrillo Batalla; y, en especial, Carpio & Suárez, Guinand & Benacerraf, Carbonell & Sanabria y Vegas & Galia, la célebre sociedad que Martín junto a José Miguel Galia mantendría entre 1951 y 1958, de donde saldrían algunas de las realizaciones más sobresalientes del período.

9. Ubicación de la quinta «Ladrillal» en la calle La Glorieta, Chuao.

Retomando el hilo, digamos que “Ladrillal” está resuelta como un prisma limpio de base rectangular, elegante y de cuidadas proporciones que, como ya indicamos, tiene en el uso del ladrillo sólido obra limpia como material de relleno y la expresividad de su estructura de concreto martillado a la vista (al cual se le aplicó un “barniz” para la intemperie), los elementos que le dan el carácter exterior que le es propio. A ello se suma la decisión por parte de Vegas de cerrar los vanos del piso superior y áreas de servicio con ventanas de romanilla tipo ¨macuto¨ que combinan el uso del vidrio y la madera, manteniéndose las de madera, en ocasiones, como fijas. Para la fachada que da hacia la calle (orientación oeste franco), Vegas diseñó elementos de protección solar en aluminio de color natural presentes en el segundo piso. Las áreas sociales en planta baja (orientadas al norte) se integran al jardín mediante ventanales de vidrio correderos de piso a techo. El techo, plano, está proyectado sobre las fachadas norte y sur acompañado hasta el borde por la estructura, ofreciendo la sombra necesaria a los vanos del segundo nivel orientados en esa dirección.

10. Martín Vegas Pacheco. Quinta «Ladrillal». Vista desde el suroeste que muestra las fachadas oeste y sur así como la zona de acceso. Fotografía: Paolo Gasparini (c.1958).

El cerramiento original de la casa, constituido por una sencilla cerca de madera, limitaba un pequeño jardín frontal que dejaba a un lado un área destechada destinada a estacionamiento desde donde, con un sencillo desnivel resuelto con tres escalones, se define el acceso peatonal: un corredor paralelo a la fachada sur que transcurre bajo la doble altura del alero hasta la aparición de la puerta de entrada a la vivienda, a la cual, por tanto, se le podía llegar directamente desde la calle.

11. Martín Vegas Pacheco. Quinta «Ladrillal». Fachada norte. Fotografía: Paolo Gasparini (c.1958).

Por su pureza volumétrica, rigor en la coordinación modular, ritmado de la superficie por la estructura con cerramientos y fenestraciones subordinados a ésta, cuidado en los detalles, renuncia a superposiciones ornamentales, exposición de los materiales tal cual son y expresividad estructural, “Ladrillal” bien podría formar parte del repertorio “brutalista” revivido en la actualidad que asomaba por aquellos años de la mano de los Smithson. Desde otra perspectiva, Oscar Tenreiro en “Martín Vegas Pacheco” (2012) (https://veredes.es/blog/martin-vegas-pacheco-oscar-tenreiro-degwitz/) opina que la quinta debe más bien considerarse “un ejercicio muy depurado de lo que hoy alguien podría llamar minimalismo, bien conectado con el legado de Mies” (quien fuera uno de sus profesores en el IIT junto a Ludwig Hilberseimer y Walter Peterhans). También refleja “Ladrillal” toda la experiencia acumulada por Vegas de su trabajo asociado con José Miguel Galia en el cual el ladrillo a la vista y el concreto obra limpia son protagonistas y sello distintivo de las fachadas. De ello son testigo obras como: el Banco Mercantil (Sabana Grande),1954; el Banco Metropolitano (Dr. Paúl a Salvador de León), 1956; el edificio Tacarigua, 1954; el hotel Bella Vista, 1956 y, más específicamente, los edificios Tabaré (1955, proyecto de 1953) y Los Morochos (Meli y Crisbel, 1957), para los cuales se diseñó una particular ventana donde el aluminio como material integraba la romanilla que asumía la protección solar, replicada en “Ladrillal” en este caso como elemento independiente fijo superpuesto para responder a la insolación del oeste.

12. Vegas & Galia. Edificio Tabaré (1953-1955).

Lo anteriormente dicho se puede complementar con lo expresado por Alberto Sato en José Miguel Galia. Arquitecto (2002): “La posible identificación sobre la estética racionalista de Vegas y Galia tuvo que enfrentarse con sus obras posteriores. La casa de Martín Vegas en Chuao y el parque Los Caobos de Galia, realizadas inmediatamente después de la separación de la oficina, se refieren a nuevas actitudes proyectuales y obligan a ubicar la experiencia compartida como un tiempo de establecimiento de modernidades en Venezuela, porque en el año 1958, la crisis de la arquitectura internacional ya mostraba profundas grietas y el agotamiento era evidente”, de donde queda claro que “Ladrillal” formó parte de la etapa inmediatamente posterior a la separación de la sociedad.

13. Martín Vegas Pacheco. Quinta «Ladrillal». Detalle de la fachada norte con el área social en la planta baja. Fotografía: Paolo Gasparini (c.1958).

Federico Vegas, en el artículo ya citado, apuntará: “En 1958, mi infancia de continuas mudanzas concluyó en la urbanización Chuao, una retícula sin patios ni plaza, sin cuadras ni mandados a la bodega, contigua al sur del Guaire, un río envilecido que en los años cincuenta no estaba embaulado y durante las noches de sequía olía a indigestión masiva, por más que uno se refugiara bajo las sábanas. Allí conocí sembradíos de postes de luz que circundaban parcelas donde iban apareciendo quintas que jugaban a ser distintas con los mismos timbres, perros y mangueras en estrechos jardines, mientras formaban calles idénticas. Vi tractores avanzar más hacia el sureste, prefigurando un santoral que incluiría a Santa Marta, Santa Sofía, San Luis y Santa Paula, y ninguno de estos sacros episodios bendecía una ciudad o tan siquiera un pequeño pueblo”. Así, los Vegas-Pérez pasarían de vivir a la orilla de la bucólica quebrada de Los Chorros a estar muy cerca del maloliente Guaire, lo cual seguramente, entre otras circunstancias, precipitó su corta estadía allí.

14. Martín Vegas Pacheco. Quinta «Ladrillal». Parte del área social en la planta baja. Fotografía: Paolo Gasparini (c.1958).
15. Localización de la quinta «El Tejar» (tercera casa familiar diseñada por Martín Vegas) en el Alto Hatillo.

Los Vegas-Pérez vivirían en “Ladrillal” no más de seis años. Cuando se mudan para “El Tejar”, la tercera casa familiar diseñada por Martín en la urbanización Alto Hatillo, ya tenían 6 hijos. Federico la describe como “una casa de un arquitecto que hubiese decidido colgar los guantes. Es decir, una casa quinta correcta con techo de tejas, hecha para Trina, pero muy alejada del lenguaje moderno de ‘Ladrillal’”. En otro momento Oscar Tenreiro añadirá: “Hacia 1967, Martín Vegas Pacheco se mudó a una casa muy cercana a donde yo vivía y vivo hoy. Era menos interesante. En ella se había despojado el arquitecto de la impronta miesiana que lo marcó en sus años primeros, al tenor según creo de la decisión de ser menos riguroso con sus visiones juveniles, decisión que se hizo clara en otras casas, pocas, que construyó después, como la de la familia Sucre-Brigé, un par de años después. Eso debe haberlo hecho sentir más libre pero le restó el atractivo de la exploración de un lenguaje, rasgo esencial de ‘Ladrillal’ o de la casa para su hermano Pedro Miguel, de 1963”.

16. Vista desde el suroeste (calle La Glorieta) de la quinta «Ladrillal» (c.2003).
17. “Plan Especial de Ordenamiento Urbano para Chuao y sus zonas aledañas” formulado entre 2001 y 2006 por la Consultora Larrañaga/Obadía, Arquitectos y Asociados C.A. para la Gerencia de Planificación Urbana y Catastro, de la Alcaldía de Baruta.

Desde entonces la apacible Chuao, con sus casas, quintas, edificios residenciales y comerciales, parques infantiles, iglesia, centro comercial y automercado, desafortunadamente, con las construcciones de las avenidas principal de El Cafetal (inicios de los años 1960) y Río de Janeiro (1974), quedó cercada al norte y al sur por un intenso tráfico automotor que espantó a sus residentes. Así, poco a poco se convirtió de manera anárquica en la zona más comercial que residencial (con usos que su infraestructura no soporta) que hoy conocemos, regida por una ordenanza caduca y que el “Plan Especial de Ordenamiento Urbano para Chuao y sus zonas aledañas”, formulado entre 2001 y 2006 por la Consultora Larrañaga/Obadía, Arquitectos y Asociados C.A. para la Gerencia de Planificación Urbana y Catastro, de la Alcaldía de Baruta, buscó poner en cintura con la mirada puesta en el futuro y el propósito de conceptualizar una nueva política pública, que atendiera desde lo morfológico y de manera integral una realidad que es perjudicial para la calidad de vida de los habitantes.

18. Vista desde el suroeste (calle La Glorieta) de la quinta «Ladrillal» (c.2020).

“Ladrillal”, hoy casi irreconocible, sufrió, sin embargo, su primera intervención, que puso en entredicho la pureza inicial de la casa, de manos del propio Martín Vegas cerca de 1963. Sobre ella comenta Oscar Tenreiro a partir de una breve visita que por entonces le realizara con otra serie de colegas para ofrecerle “la candidatura a la presidencia de la Sociedad Venezolana de Arquitectos que finalmente ganó: Nos mostró un techo que le había agregado lateralmente, de pequeñas bovedillas sobre madera, decisión que acusaba lo que también pude comprobar yo en mi propia casa unos años después: que la insistencia moderna en los volúmenes exentos (en este caso el prisma de la casa de dos pisos) deja fuera la noción de espacios intermedios (el corredor, la terraza cubierta) asuntos esenciales para el vivir tropical. Y había que agregárselos”.

Posteriormente, una vez fue dejada por los Vegas-Pérez, la casa ha sufrido dos remodelaciones nada felices, realizadas por nuevos propietarios, una en el pasado y otra muy reciente, que han intervenido el proyecto original, eliminando muchos de sus atributos. Actualmente, como parte de la degradación funcional de la zona, hemos indagado para descubrir que funciona en “Ladrillal” el laboratorio clínico “The Drips Ccs Lab”, uso que ha terminado de desfigurar su ya golpeada fisonomía.

19. Martín Vegas Pacheco (1926-2012). A la derecha con Carlos Raúl Villanueva en la inauguración el 23 de noviembre de 1955 de la exposición Latin American Architecture since 1945, MoMA, Nueva York, frente a una fotografía de la torre Polar.

Martín Antonio Vegas Pacheco fue distinguido con el Premio Nacional de Arquitectura en 1998 (su hermano Juan Andrés había sido reconocido igualmente en 1994). Fue durante finales de 1950 y comienzos de 1960 un lúcido profesor de composición, muy apreciado por sus estudiantes, en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, entre quienes se contó justamente Oscar Tenreiro en 1957. Sin ánimo de hacer de nuevo un recuento de su trayectoria (que invitamos a revisar en https://fundaayc.com/2023/07/30/algo-mas-sobre-la-postal-no-366/), sólo transcribiremos, dada la vigencia de lo manifestado, parte de la entrevista que se le hiciera para la revista Punto, nº 8, julio de 1962, segundo episodio de la sección “Habla un arquitecto” que la publicación iniciaría en el nº 7 (mayo 1962) con Julián Ferris.

20. Revista Punto, nº 8, julio de 1962, sección “Habla un arquitecto” dedicada al arquitecto y profesor Martín Vegas Pacheco.

A la pregunta: “¿Existe una crisis en la Arquitectura Moderna y si así lo cree qué caracteriza esta crisis?”, Vegas responderá:

“Si existe, y creo que tiene varias características, o dichas de otra manera la Arquitectura Moderna hace crisis en varios sentidos:

a. ‘El Academicismo Moderno’.

– Caracterizado por la copia indiscriminada de formas ‘modernas’.

– Manifestación: New York llenándose de envoltorios de vidrio.

b. ‘Una obra genial cada día’.

– Los arquitectos parece que nos sintiéramos en la obligación de hacer una genialidad en cada pequeño proyecto que se nos encomendara.

– Manifestación: Las Ciudades son un caos arquitectónico sin relación entre unos y otros edificios.

c. ‘Los orgánicos’.

– Tendencia aparente principalmente en las escuelas. Parece que no se pudiera distinguir entre orgánico y simplemente retorcido. Lo orgánico en arquitectura es expresión espacial de un funcionamiento natural. Bajo esta concepción el espacio se encuentra en posibilidad de tomar formas libres para responder a determinados requerimientos funcionales. Sin embargo, todo lo retorcido no es orgánico”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 5, 6, 10 y 12. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

1, 2 , 9 y 15. Capturas de Google Earth.

3, 4 y 18. Federico Vegas. «Graziano en Chuao», 24-01-2020. Prodavinci (https://prodavinci.com/graziano-en-chuao/)

7. Mi Caracas Antigua (@micaracasantigua) (https://www.instagram.com/p/CyuD9E_LFId/)

8. CARACAS MODERNA (https://fundamemoria.blogspot.com/2008/03/municipio-baruta-parroquia-el-cafetal-2_30.html)

11, 13 y 14. Archivo Federico Vegas.

16. CARACAS MODERNA (https://fundamemoria.blogspot.com/2008/03/municipio-baruta-parroquia-el-cafetal_7340.html)

17. C4R4C4S (https://caracas-444.blogspot.com/2011/10/expoproyectos-libre-ejercicio-parte-iii.html)

19. VENEZUELA E HISTORIA (https://venezuelaehistoria.blogspot.com/2020/11/martin-antonio-vegas-pacheco.html); y MoMA. Latin American Architecture since 1945 (https://www.moma.org/calendar/exhibitions/2436?installation_image_index=9)

20. Revista Punto, nº 8, julio de 1962.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 344

La decisión de la Royal Dutch Shell de cambiar su sede de San Bernardino, donde se había instalado en 1950 en el edificio diseñado por Clarence Badgeley y Charles Bradbury cuatro años antes, la convierte en la segunda empresa que engrosa el segundo “distrito petrolero” que, a partir de mediados de los años 1950, Henry Vicente ubica en el eje que va desde Los Chaguaramos a Chuao al sur del río Guaire.

Al igual que otros consocios dedicados a la extracción de hidrocarburos, tras casi 40 años de presencia en el país caracterizados por la dispersión de sus dependencias y la ausencia de sedes realmente corporativas, la Shell (que había llegado a Venezuela en 1912) se ubica durante las décadas de 1920 y 1930 en la esquina de Mijares de la capital venezolana instalando allí en una modesta edificación existente una división más de la compañía.

Dicha situación cambiará a partir de la promulgación de la Ley de Hidrocarburos de 1943, la cual (en concordancia con la coyuntura de la Segunda Guerra Mundial), impulsará una modificación sustancial de las relaciones de las petroleras con el país. Producto de ello será, por un lado, la construcción de refinerías (Cardón por parte de la Shell en 1949 y Amuay por la Creole en 1950) y, por el otro, la decisión de centralizar en Caracas la dirección de las empresas y la consecuente construcción de sendas sedes.

1. Clarence Badgeley y Charles Bradbury. Primer edificio sede de la Royal Dutch Shell, San Bernardino, Caracas (1950) -hoy Comandancia General de la Armada-

Serán La Candelaria y San Bernardino, como bien señala Henry Vicente, los epicentros de lo que considera el primer Distrito Petrolero detectado en la ciudad y el lugar donde, como ya mencionamos, la Shell, luego de adquirir en 1945 un terreno de 12.132 m2, decidirá levantar su flamante centro de operaciones de 14.430 m2 de construcción y tres niveles que, siguiendo un esquema beauxartiano, remataría el eje de la arbolada avenida Vollmer de la primera urbanización que desarrolló un esquema de ocupación territorial diametralmente opuesto al del casco histórico. Considerado en su momento como “el edificio de oficinas más grande de la ciudad”, las demoras para su apertura definitiva en 1950 fueron achacadas por W. L. Forster, gerente general de la Shell, a la dificultad para obtener los materiales debido a la escasez ocasionada por la guerra.

Tras la mudanza en 1955 de la Creole a su nueva sede en Los Chaguaramos (proyectada por Lathrop Douglass en 1949), a ocho años de haber dejado la anterior (que ocuparía la Seguridad Nacional) en la Plaza Mohedano -denominada Plaza Morelos a partir de 1953-, se daría el primer paso para la conformación del segundo Distrito Petrolero a lo largo de la ribera sur del Guaire.  Siguiendo los pasos de la Creole, la Shell hará otro tanto cuando, por “‘la falta de adecuados estacionamientos para automóviles, imperdonable para un arquitecto norteamericano y un cliente petrolero’, como decía Rafael Valery, y las carencias del edificio obligaron a buscar otras sedes, como la Casa de Italia (1958), obra de Doménico Filippone, mezcla de usos de oficinas, comercio y actividades propias de un centro social de inmigrantes”, en 1960 se mudaría al este de la ciudad.

2. Dos fotografías de la maqueta de la segunda sede de la Shell a construirse en Chuao.
3. El segundo edificio sede de la Shell y su entorno en fechas cercanas a su inauguración en 1960.

El nuevo edificio de la Shell, a diferencia del anterior incorporado en una trama bien estructurada, se ubicaría en un sector vacío de la urbanización Chuao destinado a comercios y oficinas apareciendo como primer elemento de importancia en una zona que se poblará posteriormente de edificios corporativos y en la que privará el valor de cada pieza como solista en detrimento de un verdadero valor coral.

También a diferencia de la sede anterior, el nuevo edificio será diseñado por arquitectos radicados en Venezuela. Corresponderá a Diego Carbonell y Miguel Salvador Díaz junto a José Lino Vaamonde llevar adelante entre 1957 y 1958 el proyecto arquitectónico que, además de resolver las insuficiencias de espacio y unificar la dispersión de sus funciones en la ciudad, devolvía a la empresa una imagen corporativa contundente. Así, proponiendo un elegante prisma moderno de correctas proporciones, líneas y colores sobrios, que funcionaba eficientemente y se elevaba imponente en el entorno, quedaban atrás las reminiscencias academicistas del edificio anterior.

La torre de 17 pisos estaría equipada con diez ascensores, aire acondicionado central en todas sus áreas, servicios de última generación para los empleados (entre los cuales destacaba un consultorio médico ubicado en la planta baja), una amplia sala de cine para cien personas y un estacionamiento con capacidad de 1.030 puestos, clara señal de que se privilegiaba el acceso por automóvil, en virtud de que el lote de terreno sobre el cual se construyó es una “isla” en medio de Chuao, como asomáramos anteriormente.

4. Diego Carbonell y dos de sus obras. El Centro Comercial del Este (1953) y la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal (1955).

Diego Carbonell Parra (Rio de Janeiro, 1923-Caracas, 2000), arquitecto egresado del Massachusetts Institute of Technology (MIT), al regresar a Venezuela proyectó en 1947 la sede de la Cruz Roja Venezolana para, posteriormente, conformar junto a Tomás José Sanabria entre 1949 y 1953 una de las primeras oficinas de arquitectura del país de cuya sociedad destacan, por un lado, una serie de casas notables impregnadas de un funcionalismo ligado a la tradición y, por el otro, su participación en los proyectos para el edificio de oficinas Pardo e hijos (1951), la sede de la Electricidad de Caracas en San Bernardino (1951-53) y el Grupo Escolar Carlos Delgado Chalbaud (1952-53), entre otros. Luego, en solitario, diseñará en Caracas: el Centro Comercial del Este (1953, sobre la avenida Casanova); la sede del Colegio de Médicos del Distrito Federal (1955, Plaza Las Tres Gracias); el edificio Las Fundaciones (1955, Avenida Andrés Bello); el edificio La Hacienda (1957, Las Mercedes); y la Casa Club del Junko Golf Club (1958, El Junko), por citar algunas de sus obras, a las que habría de sumarse el trazado y diseño de viviendas tipo para las urbanizaciones Santa Marta y Santa Cecilia contratado por Venezolana de Inversiones -VICA- (1955) y, entre 1976 y 1982, el Centro Ciudad Comercial Tamanaco (CCCT), Chuao, con el arquitecto norteamericano Chris Ramos.

5. Miguel Salvador Díaz y dos de sus obras. El Instituto Nacional de Tuberculosis (1950) y el Mirador El Vigía (1954).

Por su parte, Miguel Salvador Díaz, nacido en Madrid en 1926, hijo del arquitecto exiliado Fernando Salvador Carreras de amplia trayectoria en Venezuela en el área médico-asistencial, egresará de la UCV en 1948 como parte de la 1ª promoción de la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería. Diseñaría como sus obras más destacadas: el Instituto Nacional de Tuberculosis, El Algodonal, Antímano, Caracas, inaugurado en 1950; el Mirador El Vigía, Ciudad Vacacional Los Caracas, Litoral Central (1954); y la Casa Parroquial junto a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, Las Mercedes, Baruta (1955).

6. José Luino Vaamonde y dos de sus obras. El Edificio de oficinas de la refinería Cardón (1959) y el Club Manaure (1953).

José Lino Vaamonde (Orense, 1900-Caracas, 1986), director de Arquitectura de la Shell para cuando es proyectada la segunda sede de Caracas, exiliado político a causa de la Guerra Civil española, también diseñaría para la petrolera: el Edificio Shell para el Agricultor, Cagua, estado Aragua (1952), el Centro de Entrenamiento Artesanal de Lagunillas, estado Zulia (1953); el Club Manaure, Cardón, estado Falcón (1953); la Unidad de quemaduras del Hospital Shell, Maracaibo, estado Zulia (1955); el Plan Regulador de Lagunillas, estado Zulia (1958); el Edificio de oficinas de la refinería Cardón, estado Falcón (1959), y las Estaciones de Servicio Blandín, La Castellana, Caracas (1954) y Las Mercedes, Caracas (supervisando a Carlos Augusto Gramcko, 1955). En solitario, proyectaría el Colegio Claret, Los Dos Caminos, Caracas (1957).

7. Vista general de la fachada norte del edificio La Estancia -hoy sede de la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas -UNEFA- (c.2015)

El “cuartel general” de la Shell en Chuao, conocido también como edificio La Estancia, se planteó, como señala Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), “con el núcleo de circulación ubicado en la fachada sur, permitiendo liberar la fachada norte. Ambas fachadas están protegidas por brise soleil de aluminio, elemento que le otorga al edificio su especial carácter”. Y añade: “Los pórticos ubicados en planta baja otorgan escala al visitante”. Por otro lado, las fachadas este y oeste, ciegas, cobran escala gracias a la presencia de las ligeras escaleras de emergencia, contrastantes con relación a la solidez del volumen.

A modo de complemento, Hannia Gómez en Suite Iberia. La arquitectura de influencia española en Caracas, catálogo de la exposición del mismo nombre montada en la Sala TAC entre julio y agosto de 2015, apuntará: “La adusta y enorme torre de oficinas, un verdadero ícono moderno, atracó en el este de la ciudad derrochando severidad con su escala asombrosa. En ella se entretejen ‘la rígida batuta geométrica producto de la saga académica del MIT’ de Carbonell, la mano del airoso diseño de Miguel Salvador Díaz y el amor por las cubiertas plegables de concreto de Vaamonde”.

8. Fachada sur (izquierda arriba y abajo) y detalles del acceso y la fachada norte del edificio La Estancia.

Es tal vez la caracterización del edificio lograda a través de la piel de aluminio que lo envuelve y funge de protección solar, lo que sin duda nos permite concluir que, a pesar del cambio de uso y de los elementos añadidos al sur del terreno y la planta baja al que ha sido sometido para albergar un centro educativo, Carbonell, Salvador y Vaamonde tenían muy claro donde estaba el norte, condición que hoy hemos reavivado con la transcripción del texto de Posani.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1. http://guiaccs.com/obras/comandancia-general-de-la-armada-antiguo-edificio-shell/

2. Catálogo de la exposición Suite Iberia. La arquitectura de influencia española en Caracas (2015)

3. https://www.facebook.com/photo/?fbid=904990736207624&set=diego-carbonell-parra-con-miguel-salvador-diaz-edificio-la-estancia-en-construcc

4. https://www.facebook.com/photo/?fbid=904990736207624&set=diego-carbonell-parra-con-miguel-salvador-diaz-edificio-la-estancia-en-construcc y Colección Crono Arquitectura Venezuela

5. https://www.facebook.com/photo/?fbid=664130150293685&set=a.592640707442630

6. https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Lino_Vaamonde y https://www.instagram.com/p/CnQse8HL_-P/

7. https://www.flickr.com/photos/juliocesarmesa/34026217440

8. https://elgrangestor.com/c-venezuela/unefa/, https://www.vtv.gob.ve/tag/unefa/, https://twitter.com/Edcruzideas/status/1507043862329667586/photo/1, https://twitter.com/ArquitecturaVzl/status/315205588676141056 y http://guiaccs.com/obras/edificio-la-estancia-antiguo-edificio-shell/

1978• Edificio BANAVEN

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1978•  Se termina la construcción del edificio de oficinas BANAVEN (conocido popularmente como el Cubo Negro), ubicado en Chuao, diseñado por los arquitectos Enrique Gómez, Carlos Eduardo Gómez y Jorge Landi, teniendo como base un anteproyecto en el cual además de ellos, participó la oficina Johnson & Burgee, (NY).
En el año 1974 durante una reunión sostenida con el reconocido arquitecto norteamericano Philip Johnson, se generaron las ideas conceptuales de lo que hoy en día es uno de los inmuebles más emblemáticos de la ciudad de Caracas.
El Arquitecto Johnson reconocido por sus diseños vanguardistas acepta la realización del anteproyecto para la construcción de un edificio único en su estilo en la ciudad de Caracas.
El concepto arquitectónico se basa en un cubo para-geométrico, de la cual algunas secciones han sido removidas generando un espacio central abierto y plantas con áreas diferentes.
El anteproyecto fue presentado con un alto nivel de definición en el primer trimestre de en 1975 por la firma de arquitectura americana Johnson & Burgee, de Phillip Johnson y John Burgee (1906-2005).
Esta primera etapa contó con la colaboración de un equipo de profesionales venezolanos conformado por los arquitectos Enrique Gómez, Carlos Eduardo Gómez y Jorge Landi, quienes conjuntamente con el Ing. Estructural Mathias Brewer se familiarizaron con el criterio de diseño de la firma americana y fueron responsables del desarrollo del proyecto.
La construcción fue realizada por la empresa Tempreca C.A. bajo la coordinación del Ingeniero Domingo Lucca.
Como jefe del Proyecto y de la Obra participó el Ing. Leopoldo Azpúrua y los ingenieros residentes fueron el Ing. Pedro Alfonso y el Ing. Carlos Villegas.
Los trabajos de construcción se extendieron desde abril 1976 hasta septiembre de 1978
Una de los elementos emblemáticos que aún hoy en día imponen un toque de modernidad arquitectónica al Centro Banaven es su fachada.
La planificación y diseño de la fachada tipo “CUARTAIN – WALL“ para el “Cubo de Cristal”, comenzó en agosto de 1977 como resultado de un trabajo en equipo entre todas las empresas que participaron en la obra, permitiendo el diseño de un sistema integral que contempló una serie de innovaciones.
La empresa Industrias Macuto, S.A fue la responsable de la construcción de los vidrios y la estructura de aluminio de las fachadas del edificio, además de esto, realizó el domo de aluminio y vidrio para cubrir el espacio interno de la plaza que abarca 600 metros cuadrados.

Jesús Rafael Soto. “Volumen virtual suspendido” o “Lluvia”. Fotografía ©Archives Soto / DR

El edificio de oficinas BANAVEN se caracteriza por tener líneas sobrias, buenos detalles constructivos y acabados logrados con el empleo de materiales nobles.
La obra del edificio fue concluida con la construcción de un pequeño cubo de vidrio de 3,20 x 2,40 de altura sin estructura de aluminio para la ubicación de los sistemas de control de seguridad del edificio. En el patio central del edificio, de 600 m2. se colocó una obra del artista venezolano Jesús Rafael Soto (1923-2005) llamada “Volumen virtual suspendido” o “Lluvia” como también se le conoce, creada por el maestro en 1978.

HVH

1962• Edificio Corpa

Imagen tomada de: “Caracas año 1964. Ciudad de la Eterna Primavera“ https://youtu.be/re-0L0_Fd3I

1962• Se concluye la construcción del edificio CORPA, ubicado en una parcela entre las avenidas Araure y Rio de Janeiro, urbanización Chuao, proyectado por el arquitecto Julio Volante, arquitecto graduado en la Universidad de Buenos Aires donde fue profesor de Acústica. Master of Science de la Universidad de Columbia, EE.UU. y Reválida de su título en FAU UCV.
El edificio, construido en una parcela con zonificación C2- Comercio Vecinal, tuvo sótano para estacionamiento de 50 vehiculas, planta baja comercial de 272 m2 y cinco plantas tipo para oficinas con un área total de 1.346 m2.
El arquitecto Volante dedicó especial cuidado en el diseño de las fachadas, para las cuales especificó ventanas verticales en un plano y elementos prefabricados alternados en otro plano exterior, para el control solar sin que se impidiera la ventilación. El color verde de la edificación lo distinguía de los demás edificio alineados en la avenida Araure, así como un espejo de agua sembrado con papiros.
El edificio fue sede por poco tiempo de la empresa Corporación Publicitaria Nacional C.A. CORPA, la cual había sido creada en 1948 y de la cual tomó su nombre.
En el año 1974 cuando durante la gestión presidencial del Dr. Rafael Caldera se amplía la avenida Rio de Janeiro, uniendo a las urbanizaciones Chuao y Las Mercedes con un trazado vial a lo largo de la ribera sur del Rio Guaire, momento en el cual se redujo la dimensión del terreno del edificio, se remodeló una primera vez y se le dio por nombre Don Julián.

En el año 2003 la empresa Grupo Rescarven adquiere el edificio y logra gestionar ante la Alcaldía el cambio de zonificación de C-2: Comercio Vecinal a Uso Asistencial con Hospitalización, no obstante, las protestas y manifestaciones públicas de los vecinos a través de Asochuao.
La remodelación hecha en ese momento por Rescarven por los nuevos propietarios modifico en su totalidad la edificación. Se añadieron pisos, se ampliaron las plantas eliminando la protección solar y se construyeron volúmenes adicionales para incorporar servicios.

Hoy día Rescarven dispone de Clínicas en Chuao, Santa Cecilia y El Paraíso y un Centro Clínico de Diagnóstico, totalizando entre estas facilidades: 121 habitaciones privadas, 9 camas de terapia intensiva, 7 quirófanos, 26 camas de emergencia, 3 salas de trauma shock, 2 salas de parto con retén de niños sanos y sala de cuidados intermedios.


Fuente: https://www.rescarven.com


HVH

¿SABÍA USTED…

… que en 1962 se concluye la construcción del edificio Amazonas, diseñado por el arquitecto Fruto Vivas y calculado por el ingeniero Alfredo Ayala?

1. Fruto Vivas. Edificio Amazonas, Chuao, Caracas (1962). Fotografía: Ramón Paolini (c.1980).

Dentro de la prolífica obra acumulada por el arquitecto venezolano Fruto Vivas (1928-2022) que ha servido para acompañar las notas y reseñas asociadas a su reciente desaparición física, llama la atención la escasa mención hecha a una pieza que, modestamente, consideramos debe rescatarse y observarse con detenimiento dados los valores que posee y las diversas enseñanzas que encierra.

2. Ubicación del edificio Amazonas dentro de la urbanización Chuao, Caracas.

Se trata del edificio Amazonas, unidad de vivienda multifamiliar ubicada en la avenida Río de Janeiro con calle Amazonas, urbanización Chuao, Caracas, frente al Aeródromo La Carlota, emprendimiento privado que Vivas, como generalmente solía hacer, asumió como oportunidad para experimentar con creatividad en torno a temas que desde muy temprano le interesaron.

3. Diagrama de la concepción estructural y volumétrica del edificio Amazonas

Concebida como una pieza autónoma dentro de la esquina que ocupa el terreno, aislada lo más posible del entorno algo hostil que la rodea, con el Amazonas logra Vivas gestar una edificación que recoge la idea de racionalidad y exploración de los tipos estructurales propios de la época en la que se realizó y que, indirectamente, se inscribe y desarrolla en sintonía con las propuestas de tecnologías de producción masiva de edificaciones de vivienda asumidas por el Programa Experimental de Vivienda del Banco Obrero, cuya punta de lanza fue la Unidad de Diseño en Avance (o Sección de Diseño en Avance e Investigación) entre 1964 y 1969, que en el caso de Vivas abarcaron desde el año 1957 al año 1965.

4. Edificio Amazonas. Izquierda: Planta baja. Derecha: Planta tipo «B» (pisos pares)
5. Edificio Amazonas. Corte.
6. Edificio Amazonas. Fachada.
7. Edificio Amazonas. Diagramas que muestran la flexibilidad de las plantas y el rol de los patios para garantizar la ventilacion cruzada.

Para poner en práctica su cometido, sin dejar de atender a un grupo social que demandaba apartamentos holgados a ser vendidos en propiedad horizontal, Vivas plantea un sistema estructural en concreto armado (calculado por el ingeniero Alfredo Ayala), conformado por 16 columnas en forma de “L” espaciadas cada 6,80 mts con volados de 3,40 mts, que le permite configurar cuatro volúmenes de seis niveles (contentivos de cuatro apartamentos de 140 m2 por nivel, sin pent-house), articulados por un quinto cuerpo que alberga la circulación vertical -dos ascensores y una escalera- y horizontal -pasillo de acceso a cada unidad- y genera dos patios verticales garantes de la ventilación cruzada y la iluminación de las zonas de servicio de las viviendas. La solución adoptada permite, además, liberar la planta baja que, ligeramente elevada, se destina al acceso y áreas comunes y ofrece una gran flexibilidad en la distribución de cada unidad de vivienda. La conserjería y otros servicios se ubican en un semisótano aprovechándose el resto del terreno para estacionamiento y jardines.

Los apartamentos, resueltos con base en modulaciones de 3,40 y 1.70 mts, distribuyen su área de la siguiente manera, la cual incluye la circulación: áreas privadas 55 m2, sala-comedor y terraza 49 m2 y cocina más áreas de servicio 36 m2.

8. Edificio Amazonas. Planta tipo «A» (pisos impares) y valorización en fachada de las áreas privadas (llenos).
9. Edificio Amazonas. Planta tipo «B» (pisos pares) y valorización en fachada de las terrazas (vacíos).
10. Edificio Amazonas. Render que permite apreciar el resultado volumétrico final.

Pero si hay algo que conviene valorar dentro del proyecto del edificio Amazonas es la destreza que mostró Vivas para dinamizar su volumetría, sin alterar en lo más mínimo el área de los apartamentos y la ubicación de la zona de servicios. Dentro de la libertad provista por el planteamiento estructural y las modulaciones utilizadas, fue capaz de llevar a cabo dos distribuciones en planta que jugaron con la ubicación de dos de las habitaciones y la terraza de manera de irlas alternando en la medida que el edificio se desarrollaba en vertical, alcanzando una rica percepción volumétrica. La terraza aportó hacia la fachada el valor del vacío de lado a lado y las habitaciones el del lleno perforado únicamente por las ventanas que permiten iluminarlas y ventilarlas.

Otras de las lecciones que pueden extraerse de la experiencia del edificio Amazonas, entendido como modelo, tienen que ver con la posibilidad que ofrecía de ser replicado como pieza para desarrollar conjuntos, de crecer en altura de acuerdo a las circunstancias (recordemos que no posee pent-house y por ende un remate claro) y de permitir la prefabricación de sus partes gracias a su condición modular.

11. Edificio Amazonas. Izquierda: Detalle del acceso. Derecha: Vista de un segmento de la fachada.
12. Edificio Amazonas. Dos vistas recientes.

El edificio, declarado Bien de Interés Cultural de la Nación en 2005 por el Instituto del Patrimonio Cultural, con el paso del tiempo le ha dado la razón al partido asumido por Vivas, en el sentido que ha conservado casi intacta su fachada pese a las transformaciones internas que ha sufrido, ya insinuadas desde un principio por el propio diseñador. Es decir, ha demostrado que es transformable en lo individual sin que ello haya implicado modificaciones notorias como conjunto.

13. Fruto Vivas. Izquierda: “Árbol para Vivir”, Lecherías, estado Anzoátegui (1990). Derecha: Gran Misión Vivienda Venezuela, Conjunto Santa Rosa, avenida Libertador, Caracas (2011-2012)

Si la retina de quienes empiezan a conocer o se han topado recientemente con obras de Fruto Vivas, particularmente relacionadas al tema de la vivienda multifamiliar, ha quedado marcada por conjuntos como el “Árbol para Vivir” de Lecherías, estado Anzoátegui o el desarrollado para la Gran Misión Vivienda Venezuela en Santa Rosa al final de la avenida Libertador, Caracas, los invitamos de nuevo a revisar el edificio Amazonas como punto de partida ponderado, sobrio, controlado e igualmente valiente e imaginativo que se ubica en los albores de una rica trayectoria llena de altibajos.

Nota

Para la elaboración de esta reseña hemos recurrido a las siguientes fuentes:

González Viso, Iván. Peña, María Isabel. Vegas, Federico. Caracas del valle al mar. Guía de Arquitectura y Paisaje (2015).

Instituto de Arquitectura Urbana (IAU). La vivienda multifamiliar / Caracas 1940-1979 (1983).

Paola Carvallo y María Valentina Guerrero, Industrializar, transformar, individualizar, USB, accesible en https://www.youtube.com/watch?v=c0YS7pUadaI, de donde proviene la mayor parte de los gráficos utilizados.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 4 y 5. Instituto de Arquitectura Urbana (IAU). La vivienda multifamiliar / Caracas 1940-1979 (1983)

2. Captura de Google Earth.

3, 6, 7, 8 ,9, 10, 11 y 12. Paola Carvallo y María Valentina Guerrero, Industrializar, transformar, individualizar, USB, accesible en https://www.youtube.com/watch?v=c0YS7pUadaI

13. https://www.archdaily.cl/cl/758152/clasicos-de-arquitectura-arbol-para-vivir-fruto-vivas y https://co.pinterest.com/pin/313352086553754347/