Sin retórica recoge el poso de veinte años de investigación de la pareja de arquitectos británicos Alison & Peter Smithson con el fin de ofrecer al lector una idea directa y sin artificios —“sin retórica”, en definitiva— de sus intereses y obsesiones: el nuevo brutalismo, la cultura pop británica y el estado actual de la arquitectura, el papel de la publicidad y de los medios de comunicación en la arquitectura, su fascinación por la obra de Mies van der Rohe, el uso de la repetición o las arquitecturas griega y japonesa.
Este libro —fundamental tanto para entender la trayectoria de los arquitectos británicos como de la arquitectura contemporánea— se presenta aquí traducido por primera vez al español y en una edición casi facsímil (casi, puesto que reproduce fotografías en color) que pretende llenar un injusto vacío de publicaciones de estos arquitectos.
Alison (1928-1993) y Peter Smithson (1923-2003) son dos arquitectos clave de la arquitectura europea de la segunda mitad del siglo xx. Se dieron a conocer en 1954, cuando construyeron la escuela secundaria de Hunstanton, y desde entonces estuvieron muy activos tanto en la escena británica como en la europea, tanto por su participación en el Team X y en el Independent Group como por la publicación de numerosos libros y artículos.
El mundo académico en la era de la cancelación, el pensamiento woke y las políticas identitarias
Alejandro Zaera Polo
Editorial Deusto
2022
Sinopsis
Alejandro Zaera-Polo, uno de los arquitectos con más renombre del mundo, fue decano de la Facultad de Arquitectura de Princeton, hasta que iniciaron un proceso contra él por un supuesto plagio. Entonces, Zaera-Polo demandó a la universidad por difamación.
La vigilancia y el control ideológicos de los alumnos terminaron de colmar el vaso. Y el arquitecto le declaró la guerra a Princeton: hizo escalar su reclamación sobre la libertad académica hasta la cima de la jerarquía y recogió durante su periplo todas las pruebas del caso.
Más de 800 páginas de documentos en las que se ve, correo a correo, cómo las políticas de la identidad, el pensamiento de grupo y la presión están siendo aprovechados por algunas personas para impedir la libertad académica y acaparar poder.
Fruto de esta experiencia de cancelación y del material probatorio recogido es este libro, en el que el propio Zaera-Polo relata en primera persona su «venganza» contra la Universidad de la que fuera profesor y su rechazo a la cultura de las «verdades alternativas» que se ha instalado en las universidades americanas.
A lo largo de sus páginas, el arquitecto español muestra cómo la autoridad académica contemporánea utiliza todo un arsenal de mecanismos de control, como la unanimidad y el pensamiento de grupo, para convertir la mentira en verdad.
La Universidad de la Posverdad cuenta una historia de vulneración de la libertad de cátedra por motivos ideológicos de la que haríamos bien en tomar nota. Sólo así podremos evitar que la cancelación y la persecución identitaria se instalen también en nuestros campus.
Paisaje pintoresco y entornos adecuados muestra cómo el uso del paisaje como herramienta conceptual ha llevado a la arquitectura moderna desde su estado original de introspección a una posible expansión en muchos aspectos: disciplinario, formal y teórico. El paisaje es considerado principalmente como un instrumento metodológico —como un sistema de organización— y secundariamente como un espacio sustantivo y físico, ya que es generalmente entendido en la erudición de la arquitectura del paisaje.
Este libro contiene tres temas principales; cada uno examina un cambio conceptual en la arquitectura relacionado con el uso de las nociones de paisaje. Uno se refiere a las polémicas del paisaje pintoresco tal como lo revivió la Architectural Review en los 40 a través de los textos de Nikolaus Pevsner. El segundo se centra en el uso del paisaje como método de organización del conocimiento multidisciplinar, como en las antologías de ensayos reunidas por Gyorgy Kepes. El tercero se centra en el cambio que se produjo en la obra de Reyner Banham, desde el deseo de cambiar el ámbito de la arquitectura a través de la expansión disciplinaria a principios de los años sesenta hasta la apreciación estética del paisaje americano y el desierto en los años ochenta.
De esta manera pretende mostrar las conexiones entre la escritura de la historia de la arquitectura y la redefinición del campo arquitectónico en el siglo XX. Presenta la genealogía del concepto de paisaje en el pensamiento arquitectónico como un problema historiográfico, contraponiendo las visiones de historiadores y arquitectos. El uso del paisaje como concepto operativo dentro del campo arquitectónico puede ser realmente útil para tratar la multiplicidad de narrativas que están presentes en el siglo XX.
Eliana Sousa Santos. Arquitecta, investigadora y profesora asistente de arquitectura. Es coautora del libro Primavera Tardia: Uma Viagem pela Memória e pela Paisagem do Japão (2021), finalista de los Prémis FAD 2022 Pensamiento y Crítica. En 2017, fue galardonada con el Premio Fernando Távora. Fue comisaria de la exposición The Shape of Plain en el Museu Gulbenkian, un proyecto asociado de la Trienal de Arquitectura de Lisboa 2016. Anteriormente fue investigadora posdoctoral visitante en la Universidad de Yale (2013-2014). Es investigadora asociada en Centro de Estudos Sociais, Universidad de Coimbra, y su trabajo se centra en el tema de la historiografía de la arquitectura. Tiene una licenciatura en Arquitectura de la Universidad de Lisboa, una maestría de la Universidad de Coimbra y un doctorado de la Universidad de Londres, financiado con una beca de la FCT, la agencia nacional portuguesa para la ciencia, la investigación y la tecnología. Ha sido profesora invitada en diferentes universidades, y actualmente es profesora asistente invitada en la FAUP, Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto.
1. Página 1 (portada) del nº51 del semanario Arquitectura HOY, 26 de febrero de 1994.
Hoy, 26 de febrero, se cumplen 29 años de la publicación en el nº51 del semanario Arquitectura HOY del artículo “¿Dónde está el norte?” de Juan Pedro Posani (1931-2020), quien fuera profesor de Historia de la Arquitectura de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, director del Instituto del Patrimonio Cultural, Premio Nacional de Arquitectura (1992), Doctor Honoris Causa por la Universidad Central de Venezuela (2000) y fundador del Museo Nacional de Arquitectura -MUSARQ- en 2006.
El que quizás ha sido el crítico más importante dentro de la escena arquitectónica venezolana del siglo XX logró, a través de su presencia durante 10 años en las páginas del diario Economía HOY, conformar una verdadera línea de pensamiento que mostraba una renovada actitud hacia lo real y lo regional basada en la búsqueda de formas y modelos expresivos, constructivos y ambientales que se correspondieran sanamente con el lugar del mundo en que nos encontramos. Bajo el supuesto de que no puede haber diversidad sin autenticidad, Posani siempre apuntó a observar la arquitectura venezolana en toda su amplitud y también a dedicarse al estudio de aquella parte de ella donde la identidad aparece. “¿Dónde está el norte?” es una de las piezas claves para entender lo que Posani intentó construir paso a paso en momentos en que la prensa era la principal tribuna de opinión sobre arquitectura en el país.
2. Izquierda: Portada del Tomo I (Sociedad y cultura), Libro I (Los venezolanos) de Suma del Pensar Venezolano. Derecha: Sumario del capítulo “Sobre la ciudad y la arquitectura” donde se muestra la lista de los textos seleccionados por Marco Negrón.
Seleccionado por Marco Negrón como uno de los textos fundamentales sobre La Arquitectura que, ocupando las páginas 491 y 492, formó parte del Tomo I (Sociedad y cultura), Libro I (Los venezolanos) de Suma del Pensar Venezolano(Editores: Asdrúbal Baptista, José Balza y Ramón Piñango. Caracas: Fundación Empresas Polar, 2015), donde Negrón elaboró tanto el texto introductorio como la antología correspondiente al capítulo “Sobre la ciudad y la arquitectura”, “¿Dónde está el norte?” también se encuentra incorporado a las publicaciones Debate y disquisiciones sobre el anón y el cambur (Juan Pedro Posani y Alberto Sato. Caracas: Ediciones de la Biblioteca de Arquitectura, 2000) y Juan Pedro Posani, Arquitectura Hoy, diez años de pensamiento crítico (Editor: Javier Cerisola. Caracas: Museo Nacional de Arquitectura, 2012).
3. Otros dos libros donde aparece publicado el texto «¿Dónde está el norte?» de Juan Pedro Posani.
Dada la vigencia que aún mantiene el mensaje plasmado por Posani en su escrito, nos ha parecido pertinente reproducirlo de nuevo en su totalidad para quienes no han tenido la oportunidad de leerlo, revisarlo o estudiarlo.
Esperamos sea de provecho y utilidad.
4. Detalle del cuadro de Manuel Espinosa «Unare, Ocasos y Auroras» (1990) que acompañó el artículo de Posani cuando fue publicado por primera vez en 1994
¿Dónde está el norte?
Juan Pedro Posani
¿Dónde está el Norte? Esta era la primera pregunta que Carlos Raúl Villanueva, con ese tono de voz suyo, entre ingenuo y burlón, le planteaba a sus estudiantes.
Quienes lo acompañaban en las correcciones de la Facultad de Arquitectura conocían muy bien el significado de esta pregunta. Era la pregunta por el contexto, por el clima, por la inclinación del sol, por las brisas y las lluvias, por la orientación y por las vistas, por la temperatura, por la geografía y la cosmografía.
Villanueva comenzaba sus críticas por el punto en el cual ha fracasado demasiadas veces nuestra arquitectura actual: su relación con la tierra y con el clima. La vida y el azar nos dieron un tiempo y un lugar. De allí —nos decía Villanueva— hay que partir.
Hace unos años, antropólogos y sociólogos reavivaron un viejo debate: en la historia de la evolución del hombre ¿qué ha sido o es más determinante, la cultura o la naturaleza? La controversia acerca de la oposición “culture-nature” tomó la senda de los enfrentamientos radicales para luego aquietar sus contenidos en una coexistencia crónica que atestigua la salomónica verdad de que es imposible separar antagónicamente lo que es complejo. Ciertamente, también en el caso de la arquitectura es poco sensato separar lo que es inseparable. Los hombres cuando han construido bien han tomado en cuenta tanto la temperatura y la humedad relativa como la suavidad de las curvas de los capiteles. Pero únicamente para los fines de una mayor claridad discursiva, podríamos dividir los dos campos: pongamos sobre la mesa por un lado a la cultura, por el otro a la naturaleza. Y examinemos separadamente las implicaciones que tienen ambas cosas para la enseñanza y la práctica de la arquitectura. Lo primero que salta a la vista es que en un país como el nuestro, que no tiene acumulada la sofisticación de la cultura del objeto ni el refinamiento de esas formas manoseadas, modeladas, negadas o confirmadas durante siglos y siglos, típicas de la historia europea o asiática, la autenticidad —meta de un buen diseño— no puede ser alcanzada si no empezando por las condiciones geoclimáticas y por los dispositivos que las corrigen, las hacen tolerables o que exaltan sus cualidades en lo que podríamos llamar sus indiscutibles ventajas comparativas.
No es el peso de la cultura arquitectónica lo que predomina entre nosotros. No es la historia milenaria, la de las pirámides abstractas, del blanco mármol de Grecia, del perfecto estetismo japonés o la de las aspiraciones intelectuales universales del Renacimiento lo que define nuestro horizonte arquitectónico. Son las inmensas dimensiones de una vegetación opulenta, de calores avasallantes y de lluvias que son torrentes, de una atmósfera cuyos elementos combaten una lucha sin piedad contra el tiempo, las que perfilan los caracteres de las empalizadas arquitectónicas que los hombres cuerdos han levantado en este enclave geográfico determinante y primordial.
Por lo tanto, si se quiere que la arquitectura del país adquiera y conserve el carácter y los rasgos de la autenticidad hay que partir entonces de la índole del clima en su doble aspecto, de condición de su atmósfera y de condición de su soporte geográfico. El clima tropical y la geografía que lo sostienen —frío en la altitud andina, caliente en el llano y en la costa— son el punto de arranque, el supuesto inicial, el necesario marco sensorial y conceptual del cual hay que partir para ir diseñando.
Aun cuando se crea que los recursos modernos de la tecnología del acondicionamiento ambiental puedan resolver todos los problemas, la cordura aconseja considerar al clima como factor prioritario.
James Marston Fitch, por ejemplo, según cuenta Reyner Banham, recomendaba para diseñar en el trópico húmedo algo que puede sonar a receta de la abuela, pero que mantiene toda la serena verdad de la experiencia comprobada durante siglos:
• Pisos separados de la tierra… ofreciendo la máxima exposición a las brisas dominantes.
• Grandes techos livianos a manera de protección contra el sol y la lluvia tropicales.
• Corredores y balcones continuos para proteger las paredes de la inclinación del sol y de la lluvia que las azota.
• Grandes puertas y ventanas, del piso hasta el techo, para la máxima ventilación.
• Cielorrasos altos y desvanes ventilados, para mayor confort.
• Persianas controlables, para proveer todas las combinaciones de ventilación y de privacidad.
Como se ve, recetas del método selectivo o pasivo que no contemplan los recursos de la tecnología energética; pero, en todo caso, una manera de poner las cartas sobre la mesa desde el comienzo, de dejar claro dónde están las definiciones iniciales.
Una vez definidos los aspectos esenciales del enfrentamiento con el clima y de haberlo asumido como factor que determina el horizonte del diseño arquitectónico, el paso siguiente puede ser el de la manipulación espacial y formal, atendiendo a los impulsos de las sensaciones individuales, de la memoria o a la “cross-fertilization” de la información cultural. Ahí es cuando la historia de la arquitectura universal en sus modalidades antiguas, modernas o posmodernas cobra el valor operacional de lo que Picasso llamaba “hacer arte sobre el arte”. Y luego vendrá la invención o la aplicación tecnológica. Seguramente ninguna de estas cosas podrá estar separada como en cajitas chinas. Seguramente, en la realidad de la práctica, un solo proceso confundirá en una sola entidad, demasiado misteriosa para las clasificaciones, a todas estas etapas y a todos estos conocimientos sectoriales.
Pero queda claro, en mi opinión, lo esencial: si algún día podemos hablar de una arquitectura ya generalizada, con la cual nos identifiquemos y en la cual sintamos proyectadas las coordenadas históricas y culturales de un país como el nuestro, es porque habremos logrado generalizar una arquitectura y un diseño urbano basados sobre el latido de la temperatura y la respiración de las brisas.
Diseñar partiendo del norte es poner los pies sobre la tierra; es abrazar la realidad; es observarse en el espejo y acordarse de los abuelos. Diseñar partiendo del norte es, sobre todo, orientarse hacia el futuro; es disponer de un mapa en el cual esté marcado un proyecto de vida y de país.
¿Dónde está el norte? Como el maestro Villanueva, conviene que todos los días volvamos a preguntárnoslo.
Las decisiones estilísticas y estéticas están vinculadas tanto con las técnicas de construcción como con los materiales que se emplean, y este pequeño volumen reúne artículos que se ocupan de ambos ámbitos. Tras una reflexión sobre el carácter del lenguaje artístico, la sección inicial se aproxima a las tendencias estilísticas que se fueron sucediendo durante las dos décadas a caballo del cambio de siglo, expresando un cierto escepticismo frente al carrusel del espectáculo, el consumo y la moda; la segunda cubre el mismo periodo desde la óptica de los materiales y las técnicas, mostrando la vigencia contemporánea de prácticas tradicionales y la dimensión expresiva de la materia; la tercera y última se ocupa de las inquietudes económicas y ecológicas suscitadas por la crisis y el cambio climático, que han alumbrado una arquitectura más austera, sostenible y responsable, pero no por ello menos empeñada en que su voluntad de servicio se trence inextricablemente con la búsqueda de la belleza.
El arquitecto brasileño Paulo Mendes da Rocha (1928-2021) es uno de los protagonistas principales de la arquitectura latinoamericana y una de las figuras más interesantes del panorama de la arquitectura mundial. Catedrático en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de São Paulo, es autor de obras como el Gimnasio del Club Atlético Paulista (1961), el Pabellón de Brasil en la Expo de Osaka (1970), el Museo Brasileño de Escultura MUBE (1987), la restructuración de la Pinacoteca Estatal de São Paulo (1993-97), el Museo de las Carrozas de Lisboa (2009), el complejo Casa de las Artes de Vitória do Espírito Santo (2011) y el proyecto del Campus Universitario de Cagliari (2007). Su obra ha sido expuesta en la AA School of Architecture en 1999 y en la VII Muestra de Arquitectura en la Bienal de Venecia en el año 2000. Su obra y su pensamiento le han hecho merecedor de numerosos galardones y distinciones, entre los que destacan el Premio Mies van der Rohe para América Latina en 2001, el Premio Pritzker en 2006, el Leone d’Oro en la XV Bienal de Venecia en 2016, el Premio Imperial de Japón en ese mismo año y la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects RIBA en 2016. Este libro recoge un compendio de valiosas entrevistas a Mendes da Rocha realizadas por Carlo Gandolfi entre 2009 y 2013 como parte de la investigación para su tesis doctoral, que versaba sobre la obra del arquitecto brasileño, al que además ha dedicado varias publicaciones.
Carlo Gandolfi (Londres, 1980). Estudió en la Politécnica de Milán y en la FAUP de Oporto, PhD en Composición Arquitectónica en la Universidad IUAV de Venecia. Ha desarrollado actividad didáctica en las Politécnicas de Turín y de Milán, ha dado lecciones y conferencias en varias ciudades como guest critic y guest lecturer, participado en seminarios y convenios. Sus artículos y ensayos están presentes en revistas nacionales e internacionales; sus proyectos de arquitectura, firmados en colaboración con el estudio milanés Bunker, que fundó en 2006, han obtenido premios y reconocimientos y aparecen en revistas especializadas internacionales. Profesor titular de Composición Arquitectónica y Urbana, enseña proyectos en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Parma. Ha traducido y coordinado la versión italiana del volumen Motion, émotions de Jacques Gubler y La città per tutti de Paulo Mendes da Rocha y publicado Matter of space. Città e architettura in Paulo Mendes da Rocha.
ACA
Nos interesan temas relacionados con el desarrollo urbano y arquitectónico en Venezuela así como todo lo que acontece en su mundo editorial.