¿SABÍA USTED…

… que en 1951 se inauguran los cines Broadway e Imperial?

1. Izquierda: Cine Broadway (c.1959). Derecha: Torre Imperial con la marquesina de anuncio de las películas del cine (1951)

Los importantes trabajos de investigación realizados por Guillermo Barrios (Inventario del olvido, 1992) y Nicolás Sidorkovs (Los cines de Caracas en el tiempo de los cines, 1994), dan cuenta de forma clara de la aparición, auge y caída de las salas de cine en Caracas, coincidiendo ambos en determinar el período comprendido entre las décadas de 1940 y 1950 como el de mayor crecimiento de lo que se denomina “cine de calle”, aquel conformado por edificaciones específicamente destinadas a ese uso, ubicadas o bien en el área central de la ciudad o muy próximas a las comunidades que habitan sus diferentes parroquias.

2. Secuencia de conformación del Sistema Metropolitano de salas de cine en Caracas (SMC) extraído del libro Inventario del olvido de Guillermo Barrios (1992)

Según Barrios, quien divide su indagación (subtitulada “La sala de cine y la transformación metropolitana de Caracas” y que abarca prácticamente todo el siglo XX), en cuatro partes denominadas “matinée”, “vespertina”, “intermediaria” y “noche”, en clara alusión a la manera como se ofrecían las funciones cinematográficas cotidianas, muestra cómo, una vez establecidas en la primera parte de la centuria “las bases para el despegue de un sistema integrado de salas de cine”, verificable “en la secuencia de adaptación de formas urbanas preexistentes, de improvisación de sitios para las funciones y,… de creación discontinua de las primeras salas especializadas” en la ciudad, el Sistema Metropolitano de salas de cine en Caracas (SMC) presentará en el trecho que va entre 1940 y 1957 (correspondiente a “vespertina”), “un camino sostenido de afianzamiento con movimientos año a año” que alcanzará en 1957 “su momento estelar, con un tope de más de ochenta salas en servicio en el Área Metropolitana de Caracas”.

Pues bien, dentro del grupo de instalaciones que se levantaron en aquel “momento estelar” en que se intensifica el “cine de calle”, se evidencia un auge del “cine parroquial”, se registra la aparición de salas a escala metropolitana en edificios aislados y la integración de usos a partir de la función cinematográfica, hoy hemos decidido centrar nuestra atención en dos de ellas que poseen en común el hecho de haber sido abiertas el mismo año, proyectadas y construidas por la misma oficina y, además, permitieron que un novel empresario comenzara a edificar un importante negocio en torno a la distribución y exhibición de películas en todo el país. Hablamos de los cines Imperial y Broadway.

Inaugurados ambos en 1951 con menos de dos meses de diferencia (el Imperial se abre el 6 de julio y el Broadway el 13 de septiembre), sus respectivos diseños estuvieron a cargo por los españoles José Alayeto y Pedro L. Bled, quienes a través de su firma Alayeto Bled C.A. asumieron no sólo la coordinación del proyecto sino también la construcción de las obras.

3. Izquierda: Vista desde el este (Chacaíto) de la Calle Real de Sabana Grande con el cine Broadway a la izquierda (c. 1960). Derecha: El cine Broadway visto desde el noreste (c.1975).

El Broadway, ubicado estratégicamente en la esquina entre la que entonces se denominaba como Calle Real de Sabana Grande (hoy bulevar del mismo nombre tras ser convertida antes en la avenida Lincoln) con la Calle Chacaíto, en la confluencia de los municipios Libertador y Chacao, se concibió en discreto estilo streamline o “aerodinámico” (una rama del art decó tardío) y como una caja hermética acompañada de un cuerpo bajo (adosado a la pared ciega del este), contentivo de una línea de pequeños locales comerciales que daban vida urbana a la calle Chacaíto, contribuyendo, curvándose, a la resolución de la esquina. Sus dos fachadas (norte y este), rebordeadas por elementos continuos de concreto, fueron aprovechadas para colocar en tamaño llamativo el nombre del establecimiento. A la norte, curvada, le fue aplicado color en el paño recedido que la preside señalando así su condición de frente principal donde, además, se incorporó la marquesina de acceso sobre la que se colocaban los nombres de las películas que se proyectaban.

4. Izquierda: Recreación de la fachada norte del cine Broadway. Derecha: el frente del cine en momentos de afluencia de público (c.1983)

En su interior, la sala, resuelta en un solo nivel, sin balcón, tuvo un aforo para 840 personas, contrastando con los cines existente para el momento por los detalles y acabados de lujo, colores en las paredes interiores y en la tapicería de las butacas tipo push back (que ofrecían dos posibilidades de ajuste), e intervenciones artísticas como las figuras de bailarinas, doradas, colocadas a ambos lados del telón, obra del joven escultor de origen holandés, Cornelis Zitman.

5. Poster y fotograma de la película con la que se estrenó el cine Broadway.

El Broadway, como ya adelantamos, abriría sus puertas el 13 de septiembre de 1951 con el estreno en Venezuela de la película «Born Yesterday» (“Nacida ayer”, lanzada en Nueva York el 25 de diciembre de 1950), dirigida por George Cukor protagonizada por Judy Holliday, William Holden, Broderick Crawford y Howard St. John por la que Holliday ganaría el premio Oscar a la mejor actriz.

6. La Torre Imperial (izquierda) y el aviso publicitario de Alayeto Bled C.A. que anunciaba la inauguración del teatro Imperial el 6 de julio de 1951 (derecha).

Por su parte, Alayeto Bled C.A., en paralelo con la construcción del Broadway, también realizarían la Torre Imperial, ubicada en la avenida Este 0, entre las avenidas Norte 13 y Norte 15, frente a la Plaza Candelaria. El edificio de 8 plantas tipo y un PH, que originalmente estuvo destinado a vivienda multifamiliar, contempló una planta baja a doble altura, creando una galería comercial por la cual se le accedía al cine del mismo nombre.

7. El acceso a la torre y al cine Imperial visto desde la Plaza La Candelaria (c.1955)

El Imperial, a diferencia del Broadway, no sólo formaba parte de una edificación mayor entre medianeras que lo contenía, sino que poseía localidades de patio (a nivel de la planta baja de la torre) y balcón, siendo su aforo de 1250 espectadores (850 en patio y 400 en balcón). Al igual que aquel fue equipado con las mayores comodidades incluyendo acabados de lujo e intervenciones artísticas en relieve que desconocemos si en este caso fueron realizadas por Cornelis Zitman.

8. Poster original de la película con la que se abrió el cine Imperial (izquierda), aviso en el que se anunciaba la inauguración del Imperial, el más lujoso teatro de Venezuela (centro) y los actores Mel Ferrer y Miroslava Stern posando en momentos de la filmación (derecha).

La sala se estrenó el 6 de julio de 1951 con la proyección en estreno de la película de aquel mismo año “Toros bravos” (“The brave bulls”), producida y dirigida por Robert Rossen que contó con la actuación de Mel Ferrer, Anthony Quinn, Eugene Iglesias, Miroslava Stern y Charlita.

La apertura de las dos salas significó para el joven ingeniero y empresario polaco Andrés Radonski, quien junto a su esposa Lili había emigrado en 1946, su primera incursión en Caracas (luego de haberlo hecho en su natal Polonia y de una breve experiencia en Puerto La Cruz, a lo que se suma el haber creado la empresa distribuidora “Arts Films de Venezuela”, a través de la cual se exhibían películas europeas), en el negocio de la distribución y exhibición de películas. Radonski introdujo a partir de esas dos salas el concepto del cine de estreno en Caracas, exitoso emprendimiento que con el tiempo le permitiría controlar la mitad de la distribución y exhibición cinematográfica en Venezuela a través de lo que se conoció como el Circuito Radonski el cual, al fusionarse en 1998 con Venefilms y Grupo Blanco, dio origen a la cadena de cines más grande del país: Cinex.

Tanto el Broadway como el Imperial, intentaron hacer frente al proceso que se desencadenó a partir de 1958 que dio como resultado el paulatino cierre, desaparición o transformación de la casi totalidad de las salas de cine de calle en Caracas, fenómeno presente con similares características en otras partes del mundo. Así, según Barrios, a partir de entonces empiezan a aparecer claros síntomas de decadencia del SMC gracias a la influencia del “impacto crítico de la masificación, el reacomodo poblacional, la transformación sociocultural, el impacto de la televisión y el desarrollo del centro comercial como modelo de espacio urbano”. Ello trae como consecuencias “la continua salida de salas de la cartelera y la emergencia… de modalidades alternas de funcionamiento de orden técnico (nuevas técnicas de proyección) y de resolución del servicio (autocines, multicines, cines integrados a centros comerciales)”, cuyo impacto en las viejas salas se tradujo en transformciones para sobrevivir trayendo consigo ajustes funcionales que no todas fueron capaces de soportar.

9. El Broadway intervenido y convertidas sus fachadas en vallas publicitarias en momentos en que se «reinventaba» buscando competir para sobrevivir como cine de calle.

La reinvención del Broadway lo llevó a competir adaptándose al formato multicine con una intervención que deformó su volumen, aunque conservó el interior de la sala existente. Así logró sobrevivir algunos años luego de la llegada de “los cinemas” al centro comercial Chacaíto y gracias al oxígeno que le dio la transformación de la calle Real de Sabana Grande en bulevar peatonal a partir de 1983, para lo cual terminó convirtiendo su fachada en una gran valla publicitaria. Sin embargo, fue cerrado a comienzos del presente siglo y se convirtió en la última sala de cine activa integrada al tejido urbano.

10. Dos imágenes una de 1985 (izquierda) y otra de 1979 (derecha) de cuando el cine Imperial se dividió en dos salas.
11. Cuatro imágenes recientes que testimonian la eliminación del patio del cine Imperial y su conversión en estacionamiento.

De su lado, el Imperial en la década de los 70 procedió a dividirse en dos salas (Imperial 1 e Imperial 2) con accesos independientes que correspondían aproximadamente en aforo al patio y al balcón que originalmente lo conformaban. Cerró en 1987 y con ello los apartamentos del edificio se convirtieron en oficinas, el “Balcony Cinema” trastocó en sala de reuniones para diversos grupos comunitarios. La gran sala de la planta baja fue eliminada y convertida en estacionamiento conservándose milagrosamente dos de sus decorados en relieve originales usándose el área donde habría estado la pantalla como cibercafé.

12. El Imperial cerrado desde 1987 (izquierda) y el aspecto de los niveles inferiores de la torre en fechas más recientes (derecha)
13. Acceso a lo que originalmente fue el balcón del cine Imperial primero convertido en sala independiente y ahora en sede de la Iglesia Centro Cristiano Imperial.

Ha querido el destino que luego de sus respectivos cierres el Broadway y el Imperial hayan pasado a ser parte del grupo de 15 salas de cine ocupadas por iglesias evangélicas en Caracas, registradas en el artículo “El cine revivido” escrito por Alberto Sato Kotani, Gabriela Jiménez y Javiera Schumacher (Universidad Diego Portales, Santiago de Chile) y Juan Vicente Pantin (Universidad Central de Venezuela, Caracas) para Actas de Arquitectura Religiosa Contemporánea, Vol.5 (2017) dedicado al tema Arquitectura protestante y modernidad. Hitos, transferencias, perspectivas, accesible a través de https://doi.org/10.17979/aarc.2017.5.0.5157.

En el Broadway se encuentra desde el segundo lustro del presente siglo la sede nacional de la Iglesia Universal del Reino de Dios, que cuenta con otras seis salas de cines ocupadas en Caracas y dieciocho más en el interior del país. En lo que fue el balcón del Imperial hoy funciona la Iglesia Centro Cristiano Imperial.

14. El cine Broadway intervenido y convertido en la actualidad en la sede nacional de la Iglesia Universal del Reino de Dios.
15. Vista reciente del interior del cine Broadway durante una celebración de los fieles de la Iglesia Universal del Reino de Dios.

Con respecto a las labores de rescate a que fue sometido el Broadway, los autores del artículo hacen mención a una mínima intervención de su exterior consistente en “un enorme letrero, con letras góticas e iluminación LED, (que) ocupó horizontalmente toda la fachada sobre la marquesina, y bajo ella, la pared exterior fue recubierta en granito”. Pero, “si la intervención externa de la iglesia fue mínima, transformó radicalmente la superficie interior según su política de estandarización del espacio de culto. (…) Sin embargo, tampoco podemos achacar a este curioso modus operandi -que replica de algún modo el de las franquicias- el daño patrimonial al Broadway, por cuanto declaran haberlo encontrado desmantelado, siendo motivo de especial controversia el incierto destino de las obras de Zitman. (…) Apartando lo anterior, se conserva la concepción y funcionamiento original de la estructura”. Y concluyen: “Debemos reconocer que su presencia y actividad han revertido parcialmente la depauperación de la zona -no intervenida por la renovación reciente del bulevar-, especialmente por la vigilancia y movilización permanente en torno a la iglesia, siempre abarrotada en los servicios dominicales”.

16. Plano donde se indican las 15 salas de cine ocupadas por iglesias evangélicas en Caracas (2017) elaborado para el texto «El cine revivido».

De los cines que nos han ocupado sabemos que Nicolás Sidorkovs de acuerdo al reportaje “Nicolás Sidorkovs, un boleto a los viejos cines de Caracas” aparecido en el diario El Nacional el martes 1 de enero de 2013 elaborado por Carlos Faigl, “reconstruyó fielmente en maquetas los detalles interiores y externos de 11 (de las 36) edificaciones por él estudiadas: Principal, Continental, Hollywood, Lido, Imperial, Apolo, Castellana y Metropolitano, las cuales se encuentran en el parque temático dedicado al cine La Montaña de los Sueños, en Mérida; mientras que las de Broadway, Radio City y Boyacá, los que llama los ‘cines de la infancia’, permanecen en su estudio en Parque Central, junto a otros tesoros de su otra pasión, la ópera”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1. google.co.ve (https://www.pinterest.com/pin/336362665909415397/); y Los cines de Venezuela (https://www.facebook.com/daliajaen1/posts/vista-fachada-del-teatro-imperial-la-candelaria-circa-1950/1893903823957259/)

2. Guillermo Barrios. Inventario del olvido (1992)

3. Pinterest (https://www.pinterest.com/pin/47076758584543892/?utm_campaign=homefeednewpins&e_t=12e7e9c2fcc249c0a360f61cdd7e0a1c&utm_source=31&utm_medium=2025&utm_content=47076758584543892&utm_term=1&news_hub_id=5363658109648691133); y Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2013/12/11/1951-se-inaugura-el-cine-broadway/)

4. @greetingsccs (https://www.instagram.com/p/CCbILQ-HIKC/?img_index=9)

5. Wikipedia (https://es.wikipedia.org/wiki/Nacida_ayer_(pel%C3%ADcula_de_1950)); y MoMA (https://www.moma.org/calendar/events/2205)

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2014/08/18/1951%e2%80%a2-torre-imperial/); y Archivo El Nacional (https://ar.pinterest.com/pin/644155552967539763/)

7. La Caracas inolvidable!!!! (https://www.facebook.com/photo/?fbid=10226587764542377&set=gm.4011305332306266)

8. IMDb (https://www.imdb.com/title/tt0043359/?ref_=tt_mv_close); Nicolás Sidorkovs. Los cines de Caracas en el tiempo de los cines (1994); y Cine de Oro Mexicano (https://www.facebook.com/100063640896952/posts/3887947504664603/)

9. @venezueladeayer (https://www.instagram.com/venezueladeayer/p/CCgXqyLHp62/); Imágenes Urbanas (http://imagenes-urbanas.blogspot.com/2010/12/sabana-grande-renovada.html); y Caracas Cuéntame (https://twitter.com/Caracascuentame/status/1336360164841168897)

10. Caracas Cuéntame (https://twitter.com/Caracascuentame/status/1260648880053432321); y @isidroellabrador (https://www.instagram.com/isidroellabrador/p/C6m-xZmtuQO/)

11. @ccsen365 (https://www.instagram.com/ccsen365/p/Cc6Ll_juDK4/?img_index=1)

12. Guillermo Barrios. Inventario del olvido (1992); y cinema treasures (https://cinematreasures.org/theaters/14778/photos/43973)

13. Aporrea (https://www.aporrea.org/actualidad/n237144.html)

14. cinema treasures (https://cinematreasures.org/theaters/16433/photos/43962); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

15 y 16. Alberto Sato Kotani, Gabriela Jiménez y Javiera Schumacher (Universidad Diego Portales, Santiago de Chile) y Juan Vicente Pantin (Universidad Central de Venezuela, Caracas). “El cine revivido”. En: Actas de Arquitectura Religiosa Contemporánea, Vol.5 (2017) (https://doi.org/10.17979/aarc.2017.5.0.5157)

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

BOLETÍN 62

ANIH

Edición enero-marzo 2024

La Comisión Editora de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat informa que ya se encuentra disponible el BOLETÍN 62, órgano divulgativo de esa institución.

El link donde se encuentra el documento es:

Haz clic para acceder a BOLETIN_62_ANIH.pdf

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Luigi Caccia Dominioni, ejercicios de estilo

Mónica Alberola Peiró

Ediciones Asimétricas

2024

Nota de los editores

Este libro supone un recorrido por la obra residencial de Luigi Caccia Dominioni, que se pretende sirva para aprender de sus obras y alcanzar lo que de actual hay en la lección contenida en sus espacios residenciales: la vigencia y sobre todo la necesaria actualidad de volver a unas planimetrías hechas desde el instinto, para un habitar desde dentro hacia fuera sin buscar el espectáculo formal como resultado, recuperar la importancia de la composición y el detalle de las fachadas, sin dejar de lado el fundamental compromiso que tiene la arquitectura con la historia, con la ciudad y con sus ciudadanos. El renombrado Estilo de Caccia es en realidad un ejercicio atemporal, no en busca de un estilo propio sino de un compromiso personal, heredero de la ética de su educación y de su pertenencia a una de las familias más antiguas de la ciudad de Milán. LCD trabaja en Milán, pertenece a una generación destinada a reconstruir el país justo después de su devastación a causa de los bombardeos aliados, y hay que destacar que lo hace algunos años antes de la definición teórica de Ernesto N. Rogers. El interés por la contribución de la arquitectura a la ciudad está presente en todos los proyectos; la construcción o recuperación de un ambiente propio a cada uno de ellos es un modo de hacer que asegura la pertenencia al imaginario colectivo, de modo que se construye lo urbano desde la arquitectura. El conocimiento de las primeras obras residenciales y su posterior análisis a través de la siguiente escala de observaciones avalarán o no el verdadero Stile di Caccia.

Comentario

Palacios colectivos

Sobre Luigi Caccia Dominioni

Eduardo Mangada

01/03/2024

Tomado de arquitecturaviva.com

En el arruinado Milán de la dopoguerra apareció una pléyade de arquitectos que se comprometió, en la teoría y en la práctica, con la reconstrucción física y simbólica de la ciudad. Nombres como Gio Ponti, Luigi Moretti, Ernesto Nathan Rogers o Ignazio Gardella se sumaron a una tarea colectiva que se confió en gran medida a la arquitectura y al edificio aislado, adelantándose al Manuel de Solà-Morales que luego afirmaría que no hay nada que haga más ciudad que un buen edificio.

Esta conjunción de buenos arquitectos y buenas obras, junto con la formulación de debates sobre la vivienda y la ciudad, es lo que ha permitido hablar de un estilo Milano, no tanto por la obediencia a un dogma disciplinar compartido, sino por el denominador común en la manera de hacer y en la conducta de los arquitectos frente a la ciudad.

En este ambiente se desenvolvió también Luigi Caccia Dominioni, un profesional poco conocido y divulgado que rescata ahora Mónica Alberola. Con buen criterio, deja que sea el propio protagonista quien confiese cuáles fueron sus ideas a la hora de enfrentarse a la arquitectura residencial, desde su particular condición aristocrática y católica: «Soy arquitecto hasta la médula y encuentro urbanismo en todas partes».

Junto al introito autobiográfico, la autora nos traslada una posible definición del centro de Milán como una città introversa, una ciudad orientada al interior que sorprende por la variedad y belleza de sus patios, jardines o pasajes, cuidada y heredada del siglo XIX. Así se comprende mejor la obra de Caccia Dominioni, resumida en este libro a través de siete edificios construidos entre 1947 y 1959 y destinados a alojar a una burguesía poderosa, con voluntad de exhibir su estatus haciendo sus casas lo más parecidas posible a los añorados palacios ochocentistas.

Podemos apreciar esta aspiración en los recurrentes accesos amplios desde la calle, que conducen hasta patios interiores y rotundas escaleras que, como potentes columnas, parecen sostener el edificio. En cada planta, son también los espacios públicos —vestíbulos, pasillos o estancias de paso— los que, sabiamente articulados, vertebran la, más que vivienda, casa: espacios ‘vacíos’ que serían mal vistos por cualquier promotor actual, ya que a veces llegan a alcanzar el 37% de la superficie.

Alberola confía al dibujo el análisis de esos siete edificios. Dibujos acompañados de precisos comentarios que parten de una planimetría bien definida a igual escala para todos ellos, con la presentación correcta cuya ausencia hay que lamentar en muchas otras publicaciones sobre ostentoso papel couché. Respetuoso con las ideas del arquitecto, el estudio se centra en la planta de los edificios, que evidencia el juego del vacío como elemento estructurante del proyecto.

Aunque son estos esquemas los que entiendo más interesantes, el volumen no descuida otros aspectos como los alzados, tanto en su composición general, como en la distribución y proporciones de los huecos o los materiales. Completan el libro unas breves páginas en las que Alberola resume los aspectos disciplinares más interesantes que ha desentrañado en su viaje por la historia arquitectónica de Milán y la aportación importante, aún hoy, de Luigi Caccia Dominioni a la arquitectura residencial. Una aportación que, a pesar de su lejanía, puede reverdecer en nosotros la necesaria reflexión sobre la vivienda concebida como casa.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Inteligencia artificial y educación superior.

Miradas sin estereotipos

Albaro López (Coordinador)

María Di Muro, Mariano Fernández, Gustavo La Fontaine, Claudio Rama, Agricalva Canelón, Carlos Contreras, Gustavo Hernández y José Humberto Gómez

Prólogo de Tulio Ramírez

Editorial Laboratorio Educativo

2024

Nota de los editores

Los adelantos en materia de ciencia y tecnología en los últimos 60 años, no dejan de sorprender al mundo. La capacidad humana para crear pareciera no tener límites. La humanidad ha sido testigo en estas últimas décadas, de su inconmensurable capacidad para destruir a sus semejantes con armas cada vez más sofisticadas. De igual manera, y en paralelo, ha creado alucinantes desarrollos tecnológicos que han revolucionado la cotidianidad en todos los órdenes de la vida.

Efectivamente, se han inventado armas ofensivas y defensivas, hasta no hace mucho solo imaginadas por los cultores de la literatura de ciencia ficción. De igual manera, se han creado tecnologías capaces de prolongar la vida por su eficiente combate a enfermedades hasta hace muy poco irremediablemente fatales.

Es paradójico observar que en pleno siglo XXI, existan fundamentalismos medievales que justifican el exterminio de sociedades enteras, cohabitando con adelantos científicos y tecnológicos que están haciendo que el futuro llegue más rápido. Se podría afirmar que la barbarie no superada y los sorprendentes adelantos tecnológicos, son el yin y yang de los tiempos que estamos viviendo.

Esta nueva publicación fue bautizada en @filbogota 2024 que se inició el 17 de abril y terminó el 2 de mayo.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 402

Cuando en el año 2003 se celebraban los 50 años de la creación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV y la agenda se encontraba repleta de eventos que se irían desarrollando a lo largo del año en el país, surgió la posibilidad de incorporar en ella la organización de un programa fuera de nuestras fronteras que se enfocaría en la relativamente reciente declaratoria de la Ciudad Universitaria de Caracas como Patrimonio de la Humanidad y reforzaría, a la vez, los vínculos con la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

El importante esfuerzo que permitiría trasladar a un destacado grupo de académicos venezolanos a Santiago para debatir por primera vez en el exterior diversos tópicos relacionados con el conjunto arquitectónico más relevante del país, coordinado en Caracas por el profesor Henrique Vera y que contó con el apoyo de la profesora Paulina Villanueva (quien puso a disposición los fondos de la Fundación Villanueva), se estructuró con base en un seminario que en Chile fue organizado, como parte del programa de Patrimonio Arquitectónico, Urbano y del Paisaje, por un equipo encabezado por Fernando Pérez Oyarzun en el que participaron Marcelo Sarovic y Andrea Masuero. Le correspondió al profesor José Rosas Vera servir de enlace entre las dos universidades involucradas. Valga añadir que sirvió como marco para la cristalización de la actividad, el Convenio de intercambio académico que desde 1993 existía entre las dos entidades académicas del cual ya se habían desprendido numerosos proyectos y una larga historia de encuentros.

1. Programa y breve reseña de los invitados al Seminario.

El evento titulado “Seminario Internacional. Patrimonio Moderno una herencia reciente. CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS. Patrimonio de la Humanidad”, se desarrolló los días 7, 8, 9 y 10 de octubre de 2003 en la Sala La Capilla del Campus Lo Contador de la PUC y se le fijó un costo de inscripción discriminado para el público en general y los estudiantes. Estuvo auspiciado por la Embajada de Venezuela en Chile, el Hotel Neruda, Eurest Alfin y Viña Santa Carolina. Como complemento del encuentro se realizó en el Campus Lo Contador una exposición fotográfica (obviamente) de la Ciudad Universitaria de Caracas.

2. Las primeras páginas de las ponencias presentadas por Juan Pedro Posani, Nancy Dembo y Ana Loreto.

Participaron como invitados venidos de Caracas los profesores Juan Pedro Posani, Nancy Dembo, Ana Loreto, Frank Marcano, Ana María Marín, Silvia Hernández de Lasala y Alberto Sato Kotani. Posani y Dembo se presentaron en la sesión inaugural el martes 7, previas palabras introductorias de Fernando Pérez Oyarzun; Loreto y Marcano lo harían el miércoles 8; Marín y Hernández de Lasala el jueves 9; cerrando Sato el viernes 10 dándose luego la oportunidad de tener una Mesa Redonda de intercambio entre los ponentes y los asistentes.

3. Las primeras páginas de las onencias presentadas por Frank Marcano, Ana María Marín, Silvia Hernández de Lasala y Alberto Sato Kotani.

Las disertaciones, llevadas a cabo con estricto rigor, permitieron a Posani presentar “La Ciudad Universitaria de Caracas en la obra de Carlos Raúl Villanueva”; a Dembo “La Ciudad Universitaria de Caracas, laboratorio de ingenierías”; a Loreto “COPRED: un laboratorio para la gestión del patrimonio”; a Marcano “La ciudad ideal de la modernidad: una lectura desde lo urbano”; a Marín “Postulación de la Ciudad Universitaria de Caracas a la lista de Patrimonio Mundial, anatomía del proceso”; a Hernández de Lasala “Incesante alteración: Villanueva y la arquitectura de la Ciudad Universitaria de Caracas”; y a Sato “La síntesis de Carlos Raúl Villanueva”, cuyos textos e imágenes fueron compaginados por los estudiantes del Taller de Investigación Ciudad Universitaria de Caracas, Patrimonio de la Humanidad, de la Escuela de Arquitectura de la PUC dirigidos por el profesor Fernando Pérez Oyarzun, dando origen a una cuidada publicación producida y diagramada por Andrea Masuero, cuya portada engalana nuestra postal del día de hoy. Posteriormente, la revista URBANA dedicaría un número especial (el 33, julio-diciembre 2003) al tema del patrimonio que recogería también, con editorial de Frank Marcano (“Habitar un patrimonio. Ciudad Universitaria de Caracas”) y crónica de José Rosas Vera el material presentado en el evento chileno.

4. Portada e índice del nº 33 de la revista URBANA.

Del texto elaborado por Rosas Vera para URBANA vale la pena subrayar varios aspectos que pueden servir para ilustrar la trascendencia del evento. En primer lugar, resalta que por tratarse la Ciudad Universitaria de un hecho de la arquitectura y el urbanismo habitado y sometido a innumerables desafíos, tenía pleno sentido abrir el debate sobre el tema patrimonial y las maneras como el conjunto se relaciona con el paisaje cultural al que pertenece, dando cabida a diferentes enfoques que por primera vez confluían en un encuentro como el que se organizó.

En segundo lugar, destaca Rosas Vera la visión académica aportada por Fernando Pérez Oyarzun quien colocó a la Ciudad Universitaria como tema y materia de reflexión entre sus estudiantes del séptimo semestre de la carrera lo que contribuyó “no sólo a que viajaran a Caracas a realizar actividades de campo para sus respectivos trabajos, sino promover una cierta interacción internacional entre investigación y práctica”, que además los puso en contacto con las fuentes documentales originales, actividades que “produjeron la precondición y el pretexto para que el Seminario se efectuara posteriormente”.

5. Editorial elaborado por Frank Marcano y crónica del Seminario realizado en Chile preparada por José Rosas Vera publicados en URBANA nº 33.

En tercer lugar, valora Rosas Vera el apoyo ofrecido por el Consejo de Preservación y Desarrollo (COPRED) de la Universidad Central de Venezuela tanto al intercambio académico como al Seminario mismo. “En este sentido se debe valorar que, a pesar que las ponencias de los diferentes expositores son visiones desde distintos ángulos y que el trabajo de los estudiantes no responde a una mirada única, es posible identificar en una alta proporción de estudios el aporte documental de COPRED y también que, a pesar de las diferencias ideológicas entre los trabajos, todos tratan un mismo campo de debate”.

Resaltando de nuevo el amplio abanico de posturas presentadas en el Seminario, en torno a la importancia y sentido que tiene la Ciudad Universitaria de Caracas como proyecto y obra, Rosas Vera resume cómo “toda la reflexión que Posani, Sato y Hernández de Lasala introducen desde diferentes aristas, permiten una nueva mirada al período, al tiempo que una reconsideración cultural y estética de la obra. Desde otro flanco, Marcano nos propone una lectura desde lo urbano, específicamente desde la modernidad occidental; mientras Dembo, Marín y Loreto aportan los rastros materiales y las densas capas de representaciones que evidencian sus edificaciones que se debaten entre lo museístico y la reinvención programática”.

Para concluir, sólo subrayar que el seminario junto a los resultados que arrojó, constatables a través de la experiencia vivida, del intercambio producido y del material presentado y publicado, permiten no sólo contar con un muy completo panorama sobre el significado que tuvo la declaratoria de la Ciudad Universitaria como Patrimonio de la Humanidad y su trascendencia, sino con valiosos documentos de consulta obligada para los estudiosos del tema.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 2 y 3. Publicación del Seminario Internacional. Patrimonio Moderno una herencia reciente. CIUDAD UNIVERSITARIA DE CARACAS. Patrimonio de la Humanidad, octubre 2003.

4 y 5. Revista URBANA, nº 33, julio-diciembre 2003.

Nos interesan temas relacionados con el desarrollo urbano y arquitectónico en Venezuela así como todo lo que acontece en su mundo editorial.