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Desde el 27 de noviembre de 2013, cuando los Emiratos Árabes Unidos (EAU) fueron seleccionados como sede de la primera exposición universal a celebrarse en la región de Oriente Próximo, África y el sur de Asia (MEASA), hasta el 1 de octubre de 2021 cuando finalmente abrió sus puertas, fueron numerosos y muy variados los inconvenientes que tuvieron que enfrentar los organizadores de Expo Dubái 2020, siendo el más importante de ellos el aplazamiento obligado por más de un año ocasionado por la pandemia de COVID-19.
La Expo fue levantada prácticamente de la nada en medio de un desierto (en el Distrito Dubái Sur a mitad de camino entre Dubái y Abu Dahbi) con la excusa de dotar la región de servicios con los cuales no contaba (hoteles, autopistas y una nueva extensión del metro) y con la intención de dejar la infraestructura necesaria para albergar “una ciudad inteligente y sostenible centrada en las necesidades de su comunidad urbana”. La inversión se estima que estuvo por encima de los 7.000 millones de dólares.
Catalogada dentro de la mayor escala establecida por la Oficina Internacional de Exposiciones (IBE), sucesora de la feria organizada en Milán en 2015, Expo Dubái adoptó como tema “Conectando mentes, creando futuro” y buscaba mostrar las habilidades de cada país participante “para avanzar hacia una nueva era de modernidad e interconectividad”. Con base en ello y saliendo reforzados en sus intenciones en la medida que el mundo se fue “recomponiendo”, los organizadores tuvieron desde el inicio la idea de proponer como acompañantes del planteamiento central tres subtemas: Sostenibilidad, Movilidad y Oportunidad, tomados muy en cuenta por los diseñadores del plan maestro (la firma norteamericana HOK), el cual está organizado alrededor de una plaza central de 150 metros de diámetro cubierta por una enorme cúpula estructural, denominada Al Wasl (que significa «la conexión» en árabe), donde confluyen los tres principales distritos temáticos. Así, la superficie de 438 hectáreas (1083 acres) que abarca la totalidad del recinto, se organiza en planta a través de in esquema que se asemeja a un trébol de tres hojas. Cada “hoja” estaría “presidida” en el extremo opuesto a la plaza central por el pabellón representativo de un subtema acompañado de los pabellones adscritos a cada uno de entre los 192 países participantes, a los que se procuró que tuviesen una edificación propia. Los espacios entre zonas estarían ocupados por pabellones de empresas, organizaciones internacionales, amenidades y lugares para actividades especiales.
Wikipedia nos aportará que “el Pabellón de la Oportunidad está diseñado por AGi Architects, el de la Movilidad por Foster + Partners, y el de la Sostenibilidad por Grimshaw Architects”. También que las “experiencias en los pabellones del distrito de la Sostenibilidad incluirán Camine a través de una cascada, Regar el desierto, Entre en una selva tropical, Utilice dispositivos de vanguardia, y Entre en un mundo en miniatura”. Las “experiencias en los pabellones del distrito de la Movilidad incluirán Navegue por el universo, Descubra las mentes del futuro, y Mezcle lo virtual con la realidad”. Y las “experiencias en los pabellones del distrito de la Oportunidad incluirán Construya un mundo más equilibrado, Descubra nuevas perspectivas, Crear conjuntamente con IA, Vaya de caminata, y Vea cómo cambian las vidas”.
Colmado el recinto de la imagen ligada al espectáculo que ya es propia de este tipo de evento, las áreas comunes y caminerías estarían amenizadas por los más diversos objetos que si algo podrían tener en común es la búsqueda artificial de recrear la cultura de un país que tiene poca historia y que intenta apoyarse en su condición islámica.
Venezuela, siguiendo una larga tradición de participación en estos eventos, estuvo presente en el sector o distrito de la Oportunidad. Volviendo a la que se consideraba una ya superada costumbre de no contar con un arquitecto propio, el país dejó en manos de los organizadores del evento el diseño de su pabellón, responsabilidad que caería en la firma local Wanders Werner Falasi Consulting Architects (WWFCA), fundada en 2008 dirigida por Hannes Werner y Mansoor Al Falasi, a la cual también se le encargó el pabellón de Ucrania y tuvo participación indirecta en la construcción del pabellón temático de la Oportunidad (AGi Architects) y de los pabellones de España (Amann-Canovas-Maruri), Baréin (Christian Kerez), Colombia (Pacheco Arquitectura), Egipto (Hazem Hamada), Palestina (Al Nasher) y Letonia (DJA).
La propuesta del pabellón venezolano consistió en un contenedor neutro prismático de color blanco que estaría recubierto por listones de colores que, según los organizadores de la feria, buscaban crear (sin lograrlo) un movimiento cromático que rememorara la obra del fallecido maestro venezolano Carlos Cruz-Diez. En su interior contaría, además, con la participación de otro importante artista plástico nacional, Juvenal Ravelo, a través del mural titulado “Módulos cromáticos 2020-2021” que homenajea a la selva venezolana el cual sería completado con la participación de los visitantes.
El lema adoptado por la representación venezolana “Una herencia honorable, un futuro prometedor. Venezuela abierta al futuro”, rinde tributo al mismo tiempo a las culturas indígenas venezolanas y al legado de los grandes maestros venezolanos del arte cinético.
Los organizadores afirman que los visitantes “pueden disfrutar de un recorrido lleno de luz y color que les permite conocer el maravilloso patrimonio humano, geográfico y cultural de uno de los diecisiete países más diversos del planeta”. El lugar muestra la pluralidad humana del país y “sus bioregiones divididas en cuatro ejes, Guayana, Los Llanos, Los Andes y el Caribe, donde se muestran videos ilustrativos acompañados de sonidos de la fauna y selva de la Venezuela megadiversa, así como también, la inmensidad de los recursos naturales, minerales, pesqueros y los distintos tipos de frutas tropicales”. Al finalizar la visita, unos grandes paneles presentan un mapa con las características geográficas del país y la biografía del Libertador Simón Bolívar.
Expo Dubái fue visitada por 24,1 millones de personas procedentes de 178 países de los cuales 30,3% vinieron del extranjero. En particular, al pabellón venezolano se acercaron un total de 773.815 personas durante los 182 días que duró el evento: “Una cifra considerable, tomando en cuenta que se trató del primer evento masivo abierto al público desde el inicio de la pandemia”.
El sitio donde se celebró la Expo, denominado Distrito 2020, reutilizará el 80 % del entorno de construcción y “continuará funcionando como una ciudad inteligente y sostenible de uso mixto que seguirá atrayendo empresas y personas para trabajar, vivir, visitar y disfrutar. El Distrito 2020 “ha sido diseñado para respaldar el futuro del trabajo y la vida, y facilitar la conexión y la colaboración. Será el hogar de una comunidad inclusiva y diversa que busca una forma de vida más equilibrada: un lugar que priorice el bienestar, inspire nuevas ideas, facilite el crecimiento y permita el potencial humano”.
Expo Dubái 2020 cerró sus puertas el pasado 31 de marzo para abrírselas a la próxima Exposición Universal programada por la IBE se realizará en Osaka, Japón, a inaugurarse, de ser posible, en 2025. Expo Dubái 2020 cerró sus puertas el pasado 31 de marzo para abrírselas a la próxima Exposición Universal programada por la IBE se realizará en Osaka, Japón a inaugurarse, de ser posible, en 2025.
ACA
Procedencia de las imágenes
2. https://www.arch2o.com/dubai-world-expo-2020-hok/
3. https://www.metalocus.es/es/noticias/sostenibilidad-en-expo-dubai-2020-terra-pabellon-de-sostenibilidad-por-grimshaw-architects y https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/966412/foster-plus-partners-disena-un-pabellon-de-movilidad-monumental-en-la-expo-2020-de-dubai
4. https://www.expo2020dubai.com/es/understanding-expo/participants/special-pavilions/opportunity.html
5. https://www.expo2020dubai.com/es/understanding-expo/participants/country-pavilions/venezuela.html y https://twitter.com/VenezuelaExpo/status/1500468955726721026
6. https://diariodelosandes.com/site/venezuela-llena-de-luz-y-color-la-expo-de-dubai-con-un-mural-participativo/ y https://www.elciudadano.com/latinoamerica/venezuela/venezuela-es-representada-en-expo-dubai-2020-por-juvenal-ravelo/10/04/
7. https://www.expo2020dubai.com/es/understanding-expo/participants/country-pavilions/venezuela.html
Chile, Venezuela, Pabellón de la Diáspora Africana e Israel, ganadores de la Bienal de Diseño de Londres 2021
24 de junio 2021
Tomado de Plataforma Arquitectura y artishockrevista.com
El pasado 24 de junio, el jurado de la Bienal de Diseño de Londres anunció a los pabellones ganadores de su tercera edición abierta entre el 1° y hasta el 27 de ese mes en Somerset House. Respondiendo al tema «Resonancia» del director artístico y curador Es Devlin, la Bienal reunió a más de 30 pabellones para mostrar cómo el diseño puede brindar soluciones a los desafíos de nuestro tiempo, desde la sostenibilidad a la globalización, pasando por la migración hacia el futuro de la humanidad.
«Los ganadores de las medallas de la Bienal de Diseño de Londres 2021 ilustran verdaderamente la importancia del pensamiento de diseño para ayudar a lograr el cambio social y el crecimiento económico en todo el mundo», dijo John Sorrell, presidente de la Bienal de Diseño de Londres. Mientras que Victoria Broackes, Directora de la Bienal, señaló que los ganadores «demuestran claramente lo brillante que puede ser el diseño al contar historias complejas que hablan directamente con los corazones y las mentes».
Seleccionados por el Jurado Internacional de Diseño de Londres -excluyendo a la Medalla Pública- Chile (Resonancias Tectónicas) reconocido como la contribución más destacada de esta edición; Venezuela (La Reentrada) distinguido como mejor pabellón temático; el Pabellón de la Diáspora Africana (PoAD) valorado como el diseño más excepcional; e Israel (The Boiler Room) reconocido por el voto del público, recibieron las Medallas de la Bienal de Diseño de Londres de este año, mientras que Alemania (Spoon Archaeology) recibió una mención especial. Las medallas fueron hechas a mano por Shimell y Madden, cuyo diseño «representó los conceptos de colaboración y unión de países, territorios y ciudades», según la organización.
Venezuela con “La Rentrada”, tal y como ya señalamos, recibió la Medalla Temática a la interpretación más inspiradora de «Resonancia», el tema de la presente edición, descrito como el efecto ondulante del diseño de vanguardia que afecta la forma en que vivimos y las decisiones que tomamos. El pabellón «busca imaginar el regreso de la diáspora venezolana. Un evento que estará marcado por un cuestionamiento radical de los sistemas anteriores».
“La Rentrada” toma prestado su nombre del rentrée francés y lo transforma al español, un guiño a las posibilidades transformadoras exploradas a través del aguacate y de quienes regresan a Venezuela. El proyecto es la entrega final de una trilogía en torno a las semillas de aguacate desarrollada por Fragmentario.
Pabellón de Venezuela
Diseño: Fragmentario (María Elena Pombo)
Asistentes de producción: Marcos Cabrera, Chelsea Chaug, Lisa Deurer, Shiqi Huang, Wei Huang, Luis Carlos Pombo, Shang Shi, Anna Sung, Izzy Wu, Jingshan Zhang
Paisaje sonoro: Cher-ee-lee (Jerilyn Gonçalves)
Fotografía: Griffin Moore, María Elena Pombo
Semillas de aguacate: Luis Lares (Cosme), Cornelio Quechotl (Food Story)
Con el apoyo de ECO OFFICE GmbH & Co. KG
ACA
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El pabellón diseñado por Alejandro Pietri (1924-1992) para la Feria Internacional de Damasco, cuya foto de la maqueta engalana nuestra postal del día de hoy, se trata de uno de los tres que ese talentoso arquitecto venezolano diseñara en años donde el laboratorio en que Carlos Raúl Villanueva había convertido a la Ciudad Universitaria de Caracas, en cuanto al trabajo con la tecnología y sistemas estructurales no convencionales, se convirtió en verdadero acicate.
De los tres pabellones, justamente el de Damasco fue el único que no se realizó. Sin embargo, su imagen nos permite inferir no sólo una exploración más de las emprendidas por Pietri, sino su capacidad de asimilar parte de la cultura donde se supone sería edificado, ya que se trata de una estructura ligera y tensil que se asemeja a las carpas que las tribus nómadas que habitan el desierto utilizan como morada temporal y transportable. De allí que quepa preguntarse, en cuanto a la representatividad buscada por Pietri, a cuál imagen de país estaba respondiendo o si trataba simplemente de generar una pieza que estuviese adaptada al medio donde iba a estar ubicada, utilizando novedosamente códigos ancestrales asociados al lugar de destino del edificio y no necesariamente del de procedencia.
Quizás a modo de marco general valga acotar que la Feria Internacional de Damasco, “el evento más antiguo y arraigado en Oriente Medio”, se celebró ininterrumpidamente desde 1954 hasta 2011 cuando a causa de la guerra que azotó (y aún afecta) a ese país tuvo que asumir una pausa obligada de 6 años. Así, tras 58 ediciones en las que logró materializar “una prestigiosa historia de creatividad y éxitos a nivel nacional, regional e internacional” en 2017 reinicia, con la programación de su 59 versión, una segunda etapa donde el personal del Establecimiento General de Ferias y Mercados Internacionales tomó la decisión de rehabilitarla en colaboración y coordinación de los equipos de los diferentes Ministerios, llegando a contarse, según el medio estatal de comunicación “SANA”, con expositores internacionales de 23 países entre los que se encontraban “los que el gobierno del presidente Bashar al-Assad considera ‘amigos de Siria’, como Rusia, Irán, Venezuela y China”. Cabe señalar que en 2011 al celebrarse la 58ª edición en momentos en que estalla la guerra, la participación fue de 22 países.
Según SANA, en la primera etapa entre 1954 y 2003 (de la cual ha sido imposible obtener información a través de imágenes) “el centro de Damasco acogía las actividades de Expo Damasco, en la zona que se extiende desde el Puente de Victoria y el Museo Nacional hasta la Rotonda de los Omeyas, en paralelo al Río Barada, y la feria estaba rodeada por espacios verdes, esculturas, fuentes de agua, altas columnas en las que ondean las banderas de los países participantes, además de un arco arquitectónico en la entrada que data del año 1935. (…) A principios de los años sesenta, los artistas sirios hicieron el monumento de la Espada de Damasco en la Rotonda de los Omeyas en el centro de Damasco, como símbolo de la fuerza y la fortificación de la ciudad.
La primera edición en 1954 duró un mes entero y el número de visitantes superó en aquel entonces un millón de visitantes …, además de la participación de 26 países árabes y extranjeros, con varias instituciones industriales y comerciales sirias. (…) En 1956, el número de países participantes llegó a 30, y en los años sesenta a 43 …, mientras que en 1977 eran unos 51…, y la máxima … fue en 1986 con 63 países, y en 2004 con 55 países».
Por otra parte, un nuevo recinto ferial se inauguró en septiembre del 2003 en ocasión del 50 aniversario de Expo Damasco. Construido en la carretera del Aeropuerto Internacional al sureste de la ciudad sobre una superficie de un millón 200 mil metros cuadrados, con diez portalones exteriores para los automóviles y diez portalones para la entrada de los visitantes, es allí donde también se ha llevado a cabo la 60ª edición en 2018 con la participación de 300 empresas y más de 40 países invitados bajo el lema «El Orgullo de Oriente empieza por Damasco” y la 61ª en 2019 bajo el lema «De Damasco para el mundo», siempre según datos aportados por la agencia oficial siria SANA.
En momentos en que Venezuela acepta la invitación a presentarse en Expo Damasco 1957, Siria había pasado otro período de 10 años (1946-1956) de inestabilidad política donde tuvo 20 gabinetes diferentes y redactó cuatro constituciones separadas. Según se recoge en Wikipedia, “tras el derrocamiento del presidente Shishakli en un golpe de 1954, las continuas maniobras políticas apoyadas por facciones competidoras en el ejército llevó finalmente a elementos nacionalistas y socialistas árabes al poder. (…) La inestabilidad política de Siria durante los años después del golpe de 1954, el paralelismo de las políticas sirias y egipcias, y la atracción del liderazgo del presidente egipcio Gamal Abdel Nasser en el amanecer de la crisis de Suez crearon el apoyo en Siria para la unión con Egipto. El 1 de febrero de 1958, el presidente sirio Shukri al-Kuwatli y Nasser anunciaron la fusión de los dos países, creando la República Árabe Unida, y todos los partidos políticos sirios, así como los comunistas en ese respecto, cesaron sus actividades abiertas”. Ante este panorama se hace difícil comprender como en medio de tanto conflicto un país primero creó una Feria Internacional de larga data y ninguna interrupción y aún hoy sin haber superado una pavorosa crisis trata de mantenerla.
Pietri para cuando realiza la propuesta para la capital Siria ya había ejecutado exitosamente junto a Alfredo Jahn Jiménez y cálculo de los ingenieros Juan Otaola Paván y Oscar Benedetti, la prueba estructural de la cubierta plegada proyectada, a ser utilizada en los Terminales del Teleférico del Ávila (Estación Caracas en Maripérez y Estación El Cojo en Macuto) que se terminarían construyendo en 1956. También, como ya se asomó, en 1955 Pietri había proyectado los pabellones venezolanos para la Feria Internacional de Bogotá (Colombia) y la Feria de la Confraternidad y el Mundo Libre en Santo Domingo (República Dominicana), con los cuales desarrolla lo que Silvia Hernández de Lasala en Alejandro Pietri. Arquitecto, 1995 (libro realizado en colaboración con Alfredo Brillembourg), ha denominado como la “Estética estructural”: un grupo de obras en las que a modo experimental se aprovecha la ductilidad que ofrecen tres sistemas estructurales distintos en la resolución de cubiertas ligeras autoportantes.
Se podría concluir que la década de los años 50 encontraba una Siria convulsa y una Venezuela en bonanza, ambas gobernadas por militares con tendencia nacionalista, lo que quizás haya sido el punto de contacto para haberse extendido la invitación y haberse aceptado hasta el nivel de elaborar nuestro país un pabellón propio. Desconocemos si esa era la costumbre entonces así como tampoco hemos podido encontrar ninguna muestra.
No obstante, si a la experiencia de Pietri sumamos la de Guido Bermúdez en la Interbau de Berlin (1957), sin lugar a dudas encontraremos una total sintonía en hacer de la exploración constructiva, racionalidad estructural y riqueza espacial los temas que interesaban a los arquitectos de entonces como señal de identidad de un país que se sentía montado en la ola del progreso.
ACA
Procedencia de las imágenes
Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
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