Archivo de la etiqueta: Fruto Vivas

¿SABÍA USTED…

… que en 1962 se concluye la construcción del edificio Amazonas, diseñado por el arquitecto Fruto Vivas y calculado por el ingeniero Alfredo Ayala?

1. Fruto Vivas. Edificio Amazonas, Chuao, Caracas (1962). Fotografía: Ramón Paolini (c.1980).

Dentro de la prolífica obra acumulada por el arquitecto venezolano Fruto Vivas (1928-2022) que ha servido para acompañar las notas y reseñas asociadas a su reciente desaparición física, llama la atención la escasa mención hecha a una pieza que, modestamente, consideramos debe rescatarse y observarse con detenimiento dados los valores que posee y las diversas enseñanzas que encierra.

2. Ubicación del edificio Amazonas dentro de la urbanización Chuao, Caracas.

Se trata del edificio Amazonas, unidad de vivienda multifamiliar ubicada en la avenida Río de Janeiro con calle Amazonas, urbanización Chuao, Caracas, frente al Aeródromo La Carlota, emprendimiento privado que Vivas, como generalmente solía hacer, asumió como oportunidad para experimentar con creatividad en torno a temas que desde muy temprano le interesaron.

3. Diagrama de la concepción estructural y volumétrica del edificio Amazonas

Concebida como una pieza autónoma dentro de la esquina que ocupa el terreno, aislada lo más posible del entorno algo hostil que la rodea, con el Amazonas logra Vivas gestar una edificación que recoge la idea de racionalidad y exploración de los tipos estructurales propios de la época en la que se realizó y que, indirectamente, se inscribe y desarrolla en sintonía con las propuestas de tecnologías de producción masiva de edificaciones de vivienda asumidas por el Programa Experimental de Vivienda del Banco Obrero, cuya punta de lanza fue la Unidad de Diseño en Avance (o Sección de Diseño en Avance e Investigación) entre 1964 y 1969, que en el caso de Vivas abarcaron desde el año 1957 al año 1965.

4. Edificio Amazonas. Izquierda: Planta baja. Derecha: Planta tipo «B» (pisos pares)
5. Edificio Amazonas. Corte.
6. Edificio Amazonas. Fachada.
7. Edificio Amazonas. Diagramas que muestran la flexibilidad de las plantas y el rol de los patios para garantizar la ventilacion cruzada.

Para poner en práctica su cometido, sin dejar de atender a un grupo social que demandaba apartamentos holgados a ser vendidos en propiedad horizontal, Vivas plantea un sistema estructural en concreto armado (calculado por el ingeniero Alfredo Ayala), conformado por 16 columnas en forma de “L” espaciadas cada 6,80 mts con volados de 3,40 mts, que le permite configurar cuatro volúmenes de seis niveles (contentivos de cuatro apartamentos de 140 m2 por nivel, sin pent-house), articulados por un quinto cuerpo que alberga la circulación vertical -dos ascensores y una escalera- y horizontal -pasillo de acceso a cada unidad- y genera dos patios verticales garantes de la ventilación cruzada y la iluminación de las zonas de servicio de las viviendas. La solución adoptada permite, además, liberar la planta baja que, ligeramente elevada, se destina al acceso y áreas comunes y ofrece una gran flexibilidad en la distribución de cada unidad de vivienda. La conserjería y otros servicios se ubican en un semisótano aprovechándose el resto del terreno para estacionamiento y jardines.

Los apartamentos, resueltos con base en modulaciones de 3,40 y 1.70 mts, distribuyen su área de la siguiente manera, la cual incluye la circulación: áreas privadas 55 m2, sala-comedor y terraza 49 m2 y cocina más áreas de servicio 36 m2.

8. Edificio Amazonas. Planta tipo «A» (pisos impares) y valorización en fachada de las áreas privadas (llenos).
9. Edificio Amazonas. Planta tipo «B» (pisos pares) y valorización en fachada de las terrazas (vacíos).
10. Edificio Amazonas. Render que permite apreciar el resultado volumétrico final.

Pero si hay algo que conviene valorar dentro del proyecto del edificio Amazonas es la destreza que mostró Vivas para dinamizar su volumetría, sin alterar en lo más mínimo el área de los apartamentos y la ubicación de la zona de servicios. Dentro de la libertad provista por el planteamiento estructural y las modulaciones utilizadas, fue capaz de llevar a cabo dos distribuciones en planta que jugaron con la ubicación de dos de las habitaciones y la terraza de manera de irlas alternando en la medida que el edificio se desarrollaba en vertical, alcanzando una rica percepción volumétrica. La terraza aportó hacia la fachada el valor del vacío de lado a lado y las habitaciones el del lleno perforado únicamente por las ventanas que permiten iluminarlas y ventilarlas.

Otras de las lecciones que pueden extraerse de la experiencia del edificio Amazonas, entendido como modelo, tienen que ver con la posibilidad que ofrecía de ser replicado como pieza para desarrollar conjuntos, de crecer en altura de acuerdo a las circunstancias (recordemos que no posee pent-house y por ende un remate claro) y de permitir la prefabricación de sus partes gracias a su condición modular.

11. Edificio Amazonas. Izquierda: Detalle del acceso. Derecha: Vista de un segmento de la fachada.
12. Edificio Amazonas. Dos vistas recientes.

El edificio, declarado Bien de Interés Cultural de la Nación en 2005 por el Instituto del Patrimonio Cultural, con el paso del tiempo le ha dado la razón al partido asumido por Vivas, en el sentido que ha conservado casi intacta su fachada pese a las transformaciones internas que ha sufrido, ya insinuadas desde un principio por el propio diseñador. Es decir, ha demostrado que es transformable en lo individual sin que ello haya implicado modificaciones notorias como conjunto.

13. Fruto Vivas. Izquierda: “Árbol para Vivir”, Lecherías, estado Anzoátegui (1990). Derecha: Gran Misión Vivienda Venezuela, Conjunto Santa Rosa, avenida Libertador, Caracas (2011-2012)

Si la retina de quienes empiezan a conocer o se han topado recientemente con obras de Fruto Vivas, particularmente relacionadas al tema de la vivienda multifamiliar, ha quedado marcada por conjuntos como el “Árbol para Vivir” de Lecherías, estado Anzoátegui o el desarrollado para la Gran Misión Vivienda Venezuela en Santa Rosa al final de la avenida Libertador, Caracas, los invitamos de nuevo a revisar el edificio Amazonas como punto de partida ponderado, sobrio, controlado e igualmente valiente e imaginativo que se ubica en los albores de una rica trayectoria llena de altibajos.

Nota

Para la elaboración de esta reseña hemos recurrido a las siguientes fuentes:

González Viso, Iván. Peña, María Isabel. Vegas, Federico. Caracas del valle al mar. Guía de Arquitectura y Paisaje (2015).

Instituto de Arquitectura Urbana (IAU). La vivienda multifamiliar / Caracas 1940-1979 (1983).

Paola Carvallo y María Valentina Guerrero, Industrializar, transformar, individualizar, USB, accesible en https://www.youtube.com/watch?v=c0YS7pUadaI, de donde proviene la mayor parte de los gráficos utilizados.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 4 y 5. Instituto de Arquitectura Urbana (IAU). La vivienda multifamiliar / Caracas 1940-1979 (1983)

2. Captura de Google Earth.

3, 6, 7, 8 ,9, 10, 11 y 12. Paola Carvallo y María Valentina Guerrero, Industrializar, transformar, individualizar, USB, accesible en https://www.youtube.com/watch?v=c0YS7pUadaI

13. https://www.archdaily.cl/cl/758152/clasicos-de-arquitectura-arbol-para-vivir-fruto-vivas y https://co.pinterest.com/pin/313352086553754347/

2013• Foro-homenaje a Salvatore Spina

2013• A pocos días de fallecido en un accidente de tránsito el arquitecto y profesor Salvatore Spina, el maestro Fruto Vivas, el día 3 de julio, en una de las salas anfiteátricas de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes (Fadula), Mérida, estado Mérida, presentó un foro en homenaje a éste que denominó “Universidad Libre de Arquitectura Salvatore Spina”. “La propuesta del maestro Vivas, es el de crear una universidad tecnológica, que toque todos los aspectos de la producción de viviendas, de la elaboración de sus componentes así como expandir la sabiduría extraordinaria del legado de Spina”.

El arquitecto ítalo-venezolano Salvatore Spina, graduado en Italia, discípulo de Vittorio Gregotti (1927-2022), profesor de la ULA, cuyo conocimiento y dominio de los materiales nacionales y su posible aplicación tecnológica fue transmitido a varias cohortes de estudiantes, nos legó obras como la Casa de la Música de Guayana, (1995) en San Félix, estado Bolívar, proyectada conjuntamente con la arquitecto Iraida Zambrano (en la imagen); la remodelación y ampliación del Hotel Castillo de San Ignacio 1990, Mucuchíes, estado Mérida y la propuesta habitacional de 400 unidades de vivienda y su respectivo urbanismo en Charallave Norte, Estado Miranda, para el Instituto Nacional de la Vivienda INAVI, 2012.

HVH


Fuentes consultadas:
NotiAndes24/ Anny Maldonado- Prensa ULA/
Catálogo del patrimonio cultural venezolano 2004-2007. Estado Bolívar, Municipio Caroní. Instituto del Patrimonio Cultural, 2007

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 231

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL

Aunque el concepto de “árbol para vivir” cobra su mayor impacto en el desarrollo del grupo de viviendas proyectado en 1994 para la Cooperativa de Trabajadores de Pequiven en Lechería, estado Anzoátegui, allí José Fructuoso (Fruto) Vivas (La Grita, 1928) no hace otra cosa que volver a poner en práctica a gran escala buena parte de la teoría que había estado esbozando desde su obra más temprana. Dentro de ese marco, la casa diseñada en 1975 para el Dr. Homero Marín ubicada en la urbanización La Trinidad, Caracas, es la que, después de “El Tarantín”, proyectada para su hermana en Barquisimeto, primero recogió una serie de ideas que buscaban, por un lado, aproximar la arquitectura a la naturaleza a través del hecho constructivo-estructural y, por el otro, la convicción profesada por Vivas de que “todo acto humano es político y el de construir lo es de sobremanera” (como bien ha acotado Juan Pedro Posani), cuestiones que van más allá de una preocupación estética por lo impregnadas que se encuentran de innovación.

La casa, cuyo dibujo ilustra nuestra postal del día de hoy, reseñada por primera vez por Posani en la revista Punto nº 61 (junio 1979), luego en Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1 de Mariano Goldberg (1980) y más recientemente en la nota elaborada por Iván González Viso dentro de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), aglutina diferentes temas que quizás valga la pena repasar. El primero tiene que ver con una muy particular relación cliente-arquitecto que permitió al primero enorgullecerse de un resultado que satisfizo plenamente sus expectativas básicas y a la vez contar con una “invención” propia de la creatividad de un imaginativo profesional, y al segundo (al arquitecto) aprovechar la oportunidad para poder experimentar con la utilización racional y no necesariamente convencional de los materiales, lo que condujo a la realización de un verdadero prototipo que podría considerarse como todo un manifiesto en el uso de estructuras límite, cabalmente acompañado de calidades espaciales y ambientales verdaderamente ejemplares y, si se quiere, originales.

1. Dos dibujos de Fruto Vivas explicativos de la concepción y construcción del «arbol para vivir» proyectado como vivienda multifamiliar para Lechería, estado Anzoátegui, 1990

Justamente es ese “construir con la materia óptima necesaria, con la forma de máxima eficiencia” que va asociado al concepto de estructura límite, para dar “a la edificación el carácter mutante propio de la vida”, ofreciéndole a la ciudad la oportunidad de que «cambie como cambian los bosques, sin morirse, en un mundo dialéctico de íntima relación pero a la escala gregaria del hombre, donde sea posible el amor social en estructuras urbanas y en armonía con la naturaleza”, lo que se encuentra en el corazón del concepto bioclimático de “árbol para vivir” que Fruto Vivas incipientemente esbozara en la casa Marín y luego desplegara en el edificio multifamiliar de Lechería.

“La estructura límite -dirá Vivas en otra ocasión- está muy ligada a la idea del andamio al ser aplicada a la vivienda. Pongo el ejemplo del andamio para hacer una objetivación de una estructura liviana aplicable en la vivienda. Nosotros llamamos estructura límite a aquella estructura que está en el máximo de su optimización: donde menos material no se puede poner, pero está en su máxima rigidez. Es una estructura óptima”. 

Buckminster Fuller, Archigram, Yona Friedman y hasta Christopher Alexander resuenan para quienes se han aproximado a la búsqueda tanto a escala doméstica como urbana emprendida por Vivas. En el primer ámbito, el planteamiento para la casa Marín se basa en una estructura metálica colgante pensada para que de ella se trepe la vegetación que en principio permitiría al sistema asumido adaptarse a cualquier accidente topográfico. La vivienda, en la cual se utilizaron materiales industrializados disponibles comercialmente, está desarrollada en tres niveles (+0,90, +2,20, +3.50) y dispone de una sala, comedor, cocina-pantry, habitación de servicio ubicados en los dos primeros y, agrupados en el nivel mas alto (+3,50): la habitación principal con vestier y baño; una habitación con el baño incorporado para la hija y otra habitación, compartida, para los dos con el baño afuera.

2. Fruto Vivas. Cortes y fachadas de la Casa Marín, La Trinidad, Caracas, 1975

Formal y volumétricamente, como señalará González Viso, la casa “se plantea como dos grandes módulos en voladizo (comedor y servicios; estar y dormitorios) suspendidos por cuatro apoyos metálicos vinculados por un marco espacial desde donde se desprenden los tirantes que la soportan. Construida con marcos portantes tubulares metálicos, tabiques de resinas fenólicas y pisos de madera, la casa muestra una clara racionalidad constructiva, consecuencia del uso de un módulo geométrico asociado a la prefabricación. Al interior, la luz es protagonista, controlada por ligeras celosías y romanillas, ubicadas en cielos y muros. Con un mínimo grado de sofisticación, Vivas recurre a … formas simples de fácil ensamblaje mecánico, poniendo de manifiesto en esta obra, la tecnología más moderna para su época”.

El deseo de poder convertirse en su momento en modelo de un sistema para el desarrollo masivo de viviendas que debería tener importantes repercusiones a largo plazo, no se cumplió a cabalidad. Tampoco el haber tomado todas las previsiones en el sentido de economizar materiales y optimizar la estructura logró abaratar el costo final de la casa, lo que impulsa a Mariano Goldberg de calificarla de “costoso prototipo”. Esta contradicción es justificada por Posani cuando apunta que los prototipos arrojan por lo general costos elevados: “Emplean poco material, pero la mano de obra relativamente especializada que exigen, es escasa, impredecible y cara. Al salirse mínimamente de la rutina tradicional, aún para reducirla o simplificarla, las empresas aprovechan para elevar sus precios. Al no estar dentro del mercado ‘normal’ de materiales y de mano de obra, el tiempo de construcción -aún siendo obras pequeñas- se eleva paradójicamente hasta convertirse casi en una caricatura de esas grandes obras monumentales que arrastraban su construcción por años y años”. Y cierra: “…al esbozar el futuro, hay que sustraerse a las condiciones normales de trabajo… Al  proponer procesos constructivos ‘anormales’ (menos peso, menos material, menos mano de obra, menos tiempo) el costo sube vertiginosamente”, cosa que si bien ocurre con los prototipos se amortiza cuando los mismos derivan hacia la construcción masiva.

3. Imágenes recientes de la Casa Marín, La Trinidad, Caracas

La relación entre Homero Marín y Fruto Vivas a raíz de la satisfactoria realización de la vivienda familiar del primero, le permite a Posani afirmar que Vivas “sabía lo que el cliente necesitaba y de allí su identificación con lo que se le construyó alrededor, con la alegre y aparente irresponsabilidad de quien domina tanto su oficio que ya se permite la soltura y la audacia del virtuosismo”. Esta actitud fresca, entusiasta y siempre jovial, permite delinear el perfil de este talentoso maestro de la arquitectura venezolana “cuyo mayor éxito, en el fondo, -según Posani- ha sido el promover ideas, el de agitar ideales y de afirmar con júbilo su fe en el Hombre, en los hombres, en cada hombre con quien se ha topado”.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/758152/clasicos-de-arquitectura-arbol-para-vivir-fruto-vivas/54778dbde58ece4c59000006?next_project=no

2. Revista Punto nº 61 (junio 1979)

3. http://guiaccs.com/obras/casa-marin/

Es noticia

FRUTO VIVAS INÉDITO

Tomado del portal de la Galería de Arte Nacional (GAN)

El  jueves 23 de mayo en los espacios de la Galería de Arte Nacional, Caracas, fue inaugurada la exposición del arquitecto venezolano, José Fructuoso “Fruto” Vivas, que se ha titulado “Fruto Vivas Inédito”.

Vivas, quien recientemente cumplió 91 años, es reconocido por obras que han contribuido para el desarrollo de la arquitectura, tanto en Venezuela como internacionalmente. Entre aquellas que llevan su sello se encuentran, entre otras, el Club Táchira en Caracas, la Iglesia del Santo Redentor en San Cristóbal y el Pabellón Venezolano en Expo Hanover 2000.

Más allá de las grandes estructuras arquitectónicas en las cuales Vivas ha trabajado, “Fruto Vivas Inédito” busca mostrar la sensibilidad creativa del artista (poemas, dibujos, pinturas) y sobre todo el rol fundamental que juega la familia dentro de su arte.

La exhibición cuenta con 44 piezas, divididas en 3 secciones. En la primera sección, los espectadores pueden observar a Vivas como creador multifacético, es decir, se puede apreciar una selección de pinturas, acuarelas y dibujos. En la segunda se visualizan dibujos a mano alzada de obras arquitectónicas inéditas y una semblanza de su trayectoria y logros. En la tercera se muestra a Vivas como el arquitecto.

La curadora Deyanira García señaló que la exposición se logró gracias a una alianza con su hija, Zuleida Vivas. “La razón de la muestra es poder difundir un aspecto más allá de su obra arquitectónica (…) los retratos que se observan en sala muestran una parte íntima del maestro.” Del mismo modo, García indicó que “Fruto Vivas es patrimonio, al igual que sus obras, por ende cada obra arquitectónica de Vivas, muestra su sensibilidad y lo que le gusta”.

La directora de la Galería de Arte Nacional, Yennai Quintero, sostuvo que la exposición muestra a un Fruto Vivas familiar, como el esposo, padre, amigo, en resumidas cuentas, la exhibición expone al artista como el ser humano y no como el arquitecto. “La muestra devela el lado sensible del artista, para conectarnos con ese lado desconocido del maestro”.

La inauguración contó con un aporte musical que estuvo a cargo de la sección de cuerdas de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, quienes interpretaron piezas de autores nacionales e internacionales. La exposición estará abierta hasta mediados de noviembre de este año.

ACA