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INTERCAMBIOS PRODUCTIVOS

1. Portada del folleto de promoción para la venta en propiedad horizontal del edificio «Excelsior», ubicado frente a la plaza Altamira (1956).

Desde hace más de dos años hemos guardado en los archivos de la Fundación una valiosa información proveniente del intercambio con algunos de nuestros asiduos lectores que hoy hemos decidido compartir.

El punto de partida fue el envío por parte de nuestro querido amigo, el arquitecto Álvaro Rodríguez Muir, del folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, ubicado en la Plaza Altamira, donde hoy funciona OFC Proyectos C.A., empresa de la que Álvaro es uno de los socios-gerentes.

A raíz del aporte inicial realizado y con el objeto de obtener la mayor cantidad de información posible que complementara la ofrecida por el dossier promocional, nos comunicamos el domingo 29 de marzo de 2020 con otro entusiasta seguidor de estas páginas, el también arquitecto e investigador Orlando Marín Castañeda, de quien sabíamos estaba realizando un meticuloso trabajo de indagación acerca de los edificios realizados en el Municipio Chacao en la década de 1950, a partir de información obtenida directamente de los archivos de la Ingeniería Municipal y de los reportes que periódicamente aparecían en la revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela. La idea no era otra que la de saber la identidad del profesional que había proyectado el “Excelsior” y obtener de su parte algún dato adicional.

2. Planta tipo del edificio «Excelsior» donde se muestran los cinco tipos distintos de
apartamentos que posee en cada nivel.

Siempre atento y generoso, el día siguiente (30 de marzo de 2020), Orlando nos respondió literalmente en los siguientes términos, los cuales no tienen desperdicio:

“Estimados amigos de la FAC:

Muchísimas gracias por el documento que me envían. Efectivamente, junto con el equipo de Arquitour Chacao he tratado de documentar en la Ingeniería Municipal los edificios que se encuentran en el municipio y, en particular, en los alrededores de la Plaza Altamira.

Sobre el “Excelsior”, aparece bajo el permiso municipal N°9.286 del 23/12/1955, a nombre del ingeniero Manuel Fernando Mejías. El propietario, la «Promotora Horizontal Financiera Inmobiliaria C.A.», PRHO-FIN-CA, y el Dr. Giovanni Galantei como representante. En el expediente también aparece el nombre de Atilio E. Molteni como gerente general. El estudio de suelos lo hizo la empresa «López y Valles Rodas-LOPVALCA», con el ingeniero Eudoro López. El rótulo de los planos (supongo que como oficina encargada de hacer el proyecto) está encabezado por las siglas «E.T.S.A.», que gracias a su folleto me entero que significa «Edificadora Técnica S.A». El proyecto fue elaborado en noviembre de 1955. La habitabilidad se otorgó en noviembre de 1956.

Sobre el ingeniero Mejías, he encontrado que se graduó como Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas en la UCV en el año 1934 y se dedicó toda su vida al tema hidráulico y el saneamiento ambiental. Incluso en el propio año 1956 era consultor técnico del Dpto. de Estudios y Proyectos del INOS, cargo que aún conservaba a finales de 1960, según he podido revisar en varios textos por internet. Su nombre sólo lo he visto en un solo permiso de construcción adicional, de 1955, por lo que creo que no participó directamente en el proyecto de arquitectura del edificio (acaso en el cálculo de estructuras y/o instalaciones).

Por los nombres de los representantes de PRHO-FIN-CA, pareciera que se trata de un grupo de italianos el que promovió la obra, aunque en el año 1957 aparece como presidente de la empresa un venezolano, Henrique Eduardo González Gragirena, justo cuando ésta era acusada de ser propiedad del exdictador de Argentina Juan Domingo Perón (ver cronología comentada anexa).

Tengo que revisar nuevamente los planos del “Excelsior” que están en la Ingeniería Municipal. Viendo la expresión gráfica que aparecen en la planta incluida en el folleto (en particular la textura de rectángulos de los corredores y las plantillas de las piezas de «bidet» de los baños). parece haber sido producida por el mismo (o mismos) diseñador(es) integrante(s) luego, entre los años 1956-57, de la «Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados», encabezada por el ingeniero Luis Eduardo Iriarte Sánchez (ULA, 1950), de quien he documentado varios edificios en Los Palos Grandes (Res. «María Laya», y Res. «Imperio») y Bello Campo (Edf. «Mara»). De estos «Arquitectos Asociados» tampoco hay rastros en los planos que he revisado. Los clientes de esta Oficina eran siempre italianos, y presumo que estos arquitectos también lo eran.

3. El edificio «Excelsior» en los años 1960.

De interés es la presencia de la «fachada libre» y las «ventanas corridas» en las fachadas del “Excelsior”, utilizando planchas de vidrio y cerámicas mate en los antepechos. En la Plaza Altamira, el primer edificio que hizo esto fue el «May Flower» (1954-55), ubicado justo al lado Sur, y cuyo promotor fue un tal Josep W. Ferenc, propietario de la constructora «Feran C.A», quien también figura como proyectista, aunque el permiso fue otorgado al ingeniero húngaro Andre Reti (reválida UCV, 1954). También el edificio «Mónaco», de Beckhoff (1955-57) utiliza este tipo de acabado en las fachadas.

Me llama la atención el sistema de ventas en propiedad horizontal, cuando aún no existía la ley que reguló este tipo de ventas. También se hizo lo mismo con el edificio «Mónaco». En otro correo les enviaré (si no lo tienen) el «dossier» usado para la venta del «Mónaco», un instrumento de venta que veo se usó simultáneamente en el «Excelsior».

Saludos y seguimos ‘en Contacto’ !

Orlando”

4. Decreto nº 365 del 15 de septiembre de 1958 y su publicación en la Gaceta Oficial como Ley de Propiedad Horizontal.

La muy completa información enviada por Orlando, a la que sólo cabría añadir que el edificio “May Flower”, por él indicado, le es atribuido también a Federico Beckhoff y Klaus Heufer (según la curaduría hecha por Rafael Pereira para la exposición realizada en los espacios del Centro Cultural BOD a finales de julio de 2014 dedicada al segundo), no solo colmó nuestras aspiraciones sino que se vio complementada, como se señala, con el dossier del edificio Mónaco de Beckhoff, permitiéndonos detectar que este mecanismo empezaba a convertirse en importante instrumento que sería utilizado por los promotores de inmuebles durante una época en la que comenzaba a despuntar la venta en “propiedad horizontal” dirigida al “segmento” muy particular de los potenciales compradores de apartamentos. Para el momento en que se publica el folleto del “Excelsior”, ya se manejaba abiertamente la venta bajo dicha modalidad cuyo primer paso quedó oficialmente registrado en la denominada “Ley de Propiedad de Apartamientos” del 17 de junio de 1957, que se proponía completar las escasas disposiciones del Código Civil sobre la materia, y terminaría de perfeccionarse con la aprobación por Decreto de la Junta de Gobierno que se instauró a raíz de la caída de Marcos Pérez Jiménez, de fecha 15 de septiembre de 1958, de la “Ley de Propiedad Horizontal”.

5. «Detalles de la construcción» y «Lista de precios» contenidos en el brochure del edificio Excelsior».
6. Parte de la información contenida en el folleto promocional del edificio «Mónaco».

Los folletos que se preparaban, de los cuales tanto el del “Excelsior” como el del “Mónaco” son una clara muestra, estaban por lo general encabezados por una impactante perspectiva o fotografía del edificio en cuestión junto a los datos fundamentales de la inmobiliaria encargada de vender los apartamentos y, a veces, detalles de la localización dentro de la ciudad y de la urbanización a la que pertenecían. Luego aparecían los “Detalles y características de la construcción” en las que se mencionaban las empresas y equipos profesionales participantes, la calidad de los materiales utilizados y de los acabados empleados en los diferentes ambientes públicos y privados junto a las especificaciones de los mismos, sin dejar de lado el resaltar las ventajas competitivas con otros inmuebles de similares rasgos. Otro aspecto interesante de la publicación era la presentación de los diversos tipos de apartamentos que se ofrecían, que en el caso del” Excelsior” era de cinco por cada planta tipo y en el del Mónaco llegaron a ser hasta de 11 modelos diferentes distribuidos en los tres cuerpos o bloques del edificio. Una de las informaciones de mayor interés para el potencial comprador la constituía la presencia de cuadros con la lista de precios de cada unidad de vivienda en función de la superficie, ofreciéndose en cada caso los correspondientes planes de pago que podían estar acompañados, como en el caso del “Excelsior”, de la firma, junto al contrato de compra-venta, de un seguro de vida que permitiría cubrir, en caso de fallecimiento del propietario, la totalidad de las cuotas pendientes con la inmobiliaria y así dejarle a la familia un lugar donde vivir libre de deudas.

En una nota posterior del 18 de octubre de 2020, Orlando Marín nos precisaría lo siguiente, cuando nos enviara una “Cronología comentada” y un documento en PowerPoint como apoyo, con relación al edificio “Excelsior”:

7. Información extraída del Power Point enviado por Orlando Marín, complementaria a la aportada para el edificio «Excelsior», y que forma parte de su trabajo de investigación sobre edificaciones del Municipio Chacao de la década de 1950.

“Por lo que veo, el edificio fue contratado por promotores argentinos, quienes al final trataron de desvincularse al ser relacionados públicamente con el exdictador Perón.

Como les comenté antes, por la expresión que tienen los planos del folleto que ustedes me enviaron (textura de pisos en corredores con trama rectangular; plantilla de piezas sanitarias y de mobiliario; relleno en negro de paredes), junto con el estilo de caligrafía de los rótulos (en particular la letra “T” estirada siempre hacia abajo y la expresión “Los Palos Grande” [sin la “S al final de la última palabra] al señalar esta urbanización, que podría denotar una dificultad en el manejo del idioma castellano), y la eventual inclusión de muy buenas perspectivas en algunos expedientes (aunque aparentemente hechas «al ojo»), me parece que el edf. “Excelsior” ha sido proyectado por el mismo autor del edificio “Mara” de la urb. Bello Campo (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956) y los edificios “María Laya” (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956), «San Gabriel» (ing. Eduardo García Coll (anteproyecto) / Ing. Conrado Knierim (proyecto), 1957) y «Texas» (AIC-ing. Eduardo García Coll) estos últimos en la urb. Los Palos Grandes. Este proyectista anónimo, probablemente italiano (al considerar la nacionalidad de casi todos los clientes involucrados) habría trabajado bajo la sombra de los ingenieros mencionados. En anexo algunos planos recopilados para la investigación, para que también puedan hacer la comparación”.

“Revisando el material enviado no es difícil percatarse del valor que puede adquirir esta manera de documentar la arquitectura, cuando haciendo ‘arqueología’ en los registros municipales, aflora información y nombres que jamás habíamos escuchado, pero que están detrás de edificios conocidísimos e incluso piezas admirables”, nos comentaría Álvaro Rodríguez al recibir de vuelta lo que Marín nos preparara.

A Orlando Marín, quien ya había colaborado con esta página aportando valiosa información relacionada con el edificio Philips de Colinas de Bello Monte y su proyectista, el arquitecto Santiago Goiri, para el Contacto FAC 250 del 14 de noviembre de 2021, nuestras más expresivas gracias por su desprendimiento y estimulante labor. Con la publicación de buena parte de lo que nos enviara esperamos retribuirle aunque sea en una mínima proporción su desprendimiento y colaboración en medio de la investigación que lleva adelante. A Álvaro Rodríguez otro tanto por ofrecernos el detonante necesario para la elaboración de esta nota que bien podía haber sido encabezada por un ¿Sabía usted…?

ACA

Procedenia de las imágenes

1, 2 y 5. Folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, plaza Altamira. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.

3. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.

4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

6. Folleto que en los años 1950’s promocionaba la venta del edificio “Mónaco”, plaza Altamira. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.

7. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.

El Pritzker de Kéré

Burkina Faso, Gando. Grundschule. Arch. Francis Kere. Primary school. Foto: Erik-Jan Ouwerkerk

Espero cambiar el paradigma, empujar a la gente a soñar y arriesgarse. No es porque seas rico que debas desperdiciar material. No es porque seas pobre que no debes intentar crear calidad, […] Todos merecen calidad, todos merecen lujo y todos merecen comodidad. Estamos interrelacionados y las preocupaciones sobre el clima, la democracia y la escasez son preocupaciones para todos nosotros.

Francis Kéré

Desde el mismo momento en que el pasado 15 de marzo se conoció  de boca de Tom Pritzker, presidente de la Fundación Hyatt, el nombre del arquitecto ganador del Premio Pritzker 2022, las agencias noticiosas se dieron a la tarea de divulgar a lo largo y ancho del planeta titulares de lo que, a su juicio, valía la pena destacar o más llamaba la atención: “Francis Keré, primer premio Pritzker africano”, “Arquitecto burkinés gana el premio Pritzker” o “Diébédo Francis Kéré, voz de la arquitectura social africana, gana el Premio Pritzker 2022”, fueron algunos de ellos. Otros como “El nuevo Premio Pritzker atiende los retos de África” o “Francis Kéré, un premio Pritzker entre la utopía y el pragmatismo” intentarán subrayar aspectos más precisos.

Pero lo que es un hecho irrefutable es que la escogencia de Francis Kéré, apunta en dirección contraria a la arquitectura por la que el jurado de estos galardones tradicionalmente se ha decantado. Hay quienes señalan, con gran tino, que cuando su primera obra, la Escuela Primara de Gando, comenzaba a construirse en 1999 ese año ganaba el premio Pritzker Norman Foster, autor del HSBC de Hong Kong, que fue el edificio más costoso de la historia cuando se concluyó en 1986. También señalan que entonces se transitaban tiempos de esplendor para la arquitectura espectáculo y los arquitectos estrella que perduraron mientras se construía la modesta escuela de Kéré en su pueblo natal, hecha con tierra y ladrillos bajo una estructura separada de la cubierta que sirve como sombrilla, sin sistemas mecánicos de ningún tipo y levantada por los vecinos que se terminará en 2001, correspondiéndole el Pritzker de entonces a Rem Koolhaas en 2000 y Herzog & de Meuron en 2001.

Ese sintomático viraje que ha venido experimentando el premio durante las últimas entregas marca un verdadero cambio de paradigma según el cual, al menos, ya no se distinguen aparatosos despilfarros arquitectónicos. Con Francis Kéré se da una nueva vuelta de tuerca en este caso hacia el reconocimiento de un nuevo tipo de profesional que trabaja con tierra y palos, en lugares de extrema pobreza, y hace obras con presupuestos microscópicos, pero mantiene puentes con Europa y Norteamérica, y da visibilidad a un trabajo riguroso y exigente, volando a menudo entre el Primer Mundo en el que tiene su estudio, y el Tercer mundo en el que realiza las obras.

Hoy hemos querido, de entre la cantidad enorme de notas de prensa que abordan la biografía del Kéré o artículos que se adentran algo más a desmenuzar las características fundamentales de su obra, transcribir dos textos que pensamos ilustran debidamente la dimensión del arquitecto. El primero es la «Declaración» emitida por el jurado del Premio Pritzker sustentando su decisión y el segundo es el artículo de Anatxu Zabalbeascoa publicado en El País, convencidos de que dan una visión panorámica y precisa de los aspectos que vale la pena conocer de la vida, obra y pensamiento de quien hoy ocupa los titulares de las páginas culturales de la prensa.

Clínica en Léo (Burkina Faso), 2014.

VALE LA PENA LEER

Kéré gana el Pritzker y se convierte en el primer africano en recibir el premio más importante de la arquitectura mundial

La elección del proyectista burkinés marca un cambio de paradigma en la historia del galardón al reconocer el papel del arquitecto como un guía capaz de cambiar la suerte de una comunidad y la ambición de su disciplina

Anatxu Zabalbeascoa

15 de marzo de 2022

Tomado de elpais.com

“No se trata de hacer, sino de enseñar a hacer”. El primer arquitecto africano en ganar el premio Pritzker marca un cambio de paradigma en la historia de este galardón al celebrar a un profesional que consigue actualizar la tradición y reunir dinero para construir por encima de reconocer al que mejor construye con medios menos limitados. Diébédo Francis Kéré (Gando, Burkina Faso, 56 años) representa al arquitecto como guía para el cambio hacia una construcción más sostenible ―con medios locales y más lógica que tecnología― colaborativa y compartida. También la esperanza de que la arquitectura ayude más a mejorar la suerte de mucha gente que la fortuna de unos pocos.

No es la primera vez que un proyectista se convierte en promotor ―muchos españoles lo hicieron durante décadas en el siglo XX―. Tampoco la autoconstrucción es extraña, sino más bien la norma en buena parte del mundo. En Europa, era habitual que las catedrales las levantaran entre ciudadanos. Y hasta mediados del siglo pasado fueron los propios habitantes quienes construyeron las viviendas españolas más pobres. Lo que sí se cuenta con los dedos de una mano son los promotores que no han sido inversores, es decir: que han querido cambiar la suerte de una población antes que la de su cuenta bancaria. Es el caso del Pritzker 2022. La historia de Kéré parece una mezcla entre un cuento de hadas y un lavado de conciencia del mundo occidental. Que resulte increíble da una idea de la dureza del mundo en el que ha conseguido construir, primero, y cambiar esquemas, después. Que el jurado no haya querido que quede como una anécdota pintoresca y excepcional denota que el Pritzker quiere volver a ser un referente.

Escuela primaria en Gando (Burkina Faso), 2001.

Hijo primogénito del jefe de un poblado en Gando (Burkina Faso), a Kéré le tocó estudiar y odió hacerlo. Tenía siete años. Pasó de ocuparse de llevar agua y jugar con sus 12 hermanos a caminar solo 20 kilómetros al día para aprender a leer y escribir en una escuela de Tenkodogo. Aquel colegio estaba construido con bloques de hormigón y muy mal ventilado. Kéré no olvidó el calor que pasó en ese edificio. Por eso, cuando, becado para convertirse en carpintero en Berlín, prolongó sus estudios hasta graduarse como arquitecto en 2004, tuvo una idea fija en la cabeza: que los hijos de sus amigos tuvieran sus oportunidades y que pasaran menos calor.

Fue entonces, estudiando arquitectura, cuando se convirtió en promotor. Reunió dinero para levantar la Escuela Primaria de Gando. Sabía cómo construirla: ventilada. Los hombres harían el barro y los ladrillos, mientras que las mujeres alisarían el suelo. La cubierta quedaría elevada sobre el muro para dejar pasar el aire y evitar parte del calor. Para 2001, Gando seguía sin electricidad y sin agua corriente, pero tenía escuela. “Con la gente implicada, los diseños prosperan. El mejor mantenimiento es el entusiasmo”, explicó a El País en 2015.

Hoy en Gando esa escuela ha crecido. Los 120 niños iniciales son ahora 700 alumnos. Hay una residencia para los profesores y, no lejos, una clínica equipada para poder operar. Todas las cubiertas dejan pasar el aire, el marco de las ventanas se extiende hasta la calle para frenar el soleamiento. Todo lo han construido Kéré y su equipo. A medio camino entre Berlín y Gando, ahora el burkinés tiene doble nacionalidad, el reconocimiento del planeta ―da clases en Harvard y en Yale y la AIA o el RIBA lo hicieron arquitecto honorífico― y, habiendo cambiado la escala de valores de la arquitectura, le queda por demostrar hasta dónde puede llegar como proyectista.

Campus del Lions Club (Kenia), 2021.

El año pasado, Keré culminó en Kenia el Campus del Lions Club, una residencia para estudiantes de tecnología de la información. El proyecto es clave en su trayectoria. Aunque ya había salido a construir una comunidad en Mozambique y aunque ya había mejorado el aislamiento de los edificios empleando una pantalla de lamas de madera (Escuela Secundaria Schorge en Koudougou), aquí la escala es otra. La protección de la calima es mejor. El entendimiento de la topografía es orgánico.

Serpentine Pavilion (Londres) 2017.

La historia de Kéré es tan valiosa como pintoresca. Tal vez por eso, el arquitecto corrió el riesgo de ahogarse en su propio éxito. Sucedió cuando comenzaron a pedirle intervenciones temporales en museos como la Royal Academy (2013) o el pabellón temporal de la Serpentine en Londres (2017). Kéré explicó entonces a El País que esas intervenciones aumentaban su fama, informaban de otra manera de construir y le permitían reunir fondos para seguir construyendo en África. La doble lista ―oculta en tantos arquitectos conocidos― o pública en Francis Ford Coppola ―que hacía Padrinos para producir películas más arriesgadas― había llegado a la arquitectura. Solo que, en el caso de Kéré, dejar de construir es un riesgo para mucha más gente que él. ¿Lo tiene todo hecho, entonces? ¿Qué premia el Pritzker?

Aunque acumule reconocimientos, que este galardón corona, y aunque ya haya hecho historia como arquitecto ―transformando la figura del proyectista en guía para la construcción de comunidades y edificios―, la escala metropolitana será el nuevo reto de Kéré. En Porto-Novo, la capital de Benín, construye un parlamento que se ha adelantado al que también ha proyectado para la capital de su país: Uagadugú. El tamaño y la ambición de estos edificios decidirán el futuro de este arquitecto que ya es histórico.

Proyecto del Parlamento de Benín (Porto-Novo), 2021.

No será la primera vez que el Pritzker tiene la oportunidad de redoblar la reputación del premio con quien ya ha recibido el galardón. Sucedió con los suizos Herzog & de Meuron. Tras hacerse con él en 2001, los autores del Caixaforum de Madrid reinventaron su propia arquitectura con el Estadio Olímpico de Pekín, el Rascacielos en Leonard Street de Nueva York, el Museo De Young en San Francisco o la Elbphilarmonie de Hamburgo. Los de Basilea se renovaron ampliando su registro y el de la arquitectura. Se hicieron, además, previsibles en calidad e imprevisibles en las formas, las soluciones y los materiales. Ese es ahora el paso que le queda por dar a Kéré, un proyectista de nueva generación que ha conseguido que su arquitectura “involucre a la gente y abandone el egocentrismo”. “Para mí la arquitectura es un reto. Una vía para solucionar problemas y aportar algo a la sociedad”, explicó en su conversación con El País en 2015. Eso lo tiene hecho. El siguiente paso lo anunció también en aquella entrevista: “Si empiezas bien, solo puedes continuar cambiando”.

Pabellón Fishtail (Estados Unidos), 2019.

«Dibujo sobre papel, pero prefiero diseñar sobre el suelo».
«No es porque tengas recursos limitados por lo que debes
aceptar la mediocridad».
«La arquitectura es ensuciarse y empujar todos juntos”.


Francis Kéré

ACA

UN APORTE QUE SE AGRADECE

Al finalizar la nota con la que acompañamos la Postal nº 203 dedicada a comentar el anuncio de la compañía Philips Venezolana aparecido en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, publicada en el Contacto FAC 168 del 29 de marzo de 2020, lo hicimos de la siguiente manera:

“Si alguno de nuestros lectores posee mayor información sobre el edificio que le sirvió de sede a la Philips entre los años 50 y 80 en Colinas de Bello Monte, mucho le agradeceríamos nos la haga saber para completar debidamente esta reseña”.

Pues bien, el pasado 24 de octubre recibimos una grata sorpresa de parte del arquitecto y profesor Orlando Marín, incansable y acucioso investigador, Secretario de la Comisión de Historia de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, quien a través del correo electrónico nos aportó una muy valiosa información relacionada a lo que entonces solicitábamos, y que en una fecha tan importante para este órgano de difusión como lo es haber llegado a su número 250 hemos querido compartir por tratarse de un hallazgo de gran valor.

Con nuestro agradecimiento a Orlando una vez más por leernos, estar atento y ofrecernos generosamente parte de los resultados de su trabajo, esperamos que ustedes aprecien y disfruten lo que a continuación publicamos tanto como nosotros lo hemos hecho.

Feliz domingo.

Edificio Philips, avenida Caurimare, Colinas de Bello Monte, Caracas, 1951. Arquitecto: Santiago Goiri. Foto extraída del anuncio que la empresa publicó en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, 1954

SALUDOS E INFO SOBRE EDIFICIO DE LA PHILIPS VENEZOLANA EN COLINAS DE BELLO MONTE

Estimados amigos de la Fundación Arquitectura y Ciudad:

Reciban un cordial saludo en la oportunidad de hacerles llegar una información que tengo a la mano sobre el edificio de la Philips Venezolana que estuvo en la av. Caurimare de Colinas de Bello Monte, respondiendo su solicitud de datos sobre la POSTAL Nº 203 de un Contacto FAC de marzo de 2020.

Llevo varios años transcribiendo las listas de permisos de construcción del Distrito Federal y Distrito Sucre que aparecían en la revista del CIV, para tratar de esclarecer las autorías de tantos edificios interesantes que hay y hubo en Caracas. Hasta el momento he podido transcribir casi todos los que aparecen entre los años 1939 y 1955 (un poco más de 8.000 registros), no todos con datos completos. Me quedan aún por transcribir los de los años 1956-59, que quizás sea un poco menos de la mitad de los ya transcritos.

Revista CIV nº 189, diciembre 1951 donde en la «Relación de permisos de construcción correspondiente al Distrito Sucre del Estado Miranda» aparece (enmarcado por nosotros) el otorgado a Santiago Goiri para el Edificio Philips

En la Revista CIV N° 189 de diciembre de 1951 aparece el permiso de ese edificio, propiedad de la «Philips Venezolana», concedido por la ingeniería Municipal del Dtto. Federal en noviembre de 1951 a Santiago Goiri como profesional responsable.

Arquitecto egresado de la FAU en la primera promoción, Santiago Goiri Beltrán fue -según Guido Bermúdez- «el primer arquitecto graduado en Venezuela (por haber obtenido su título unos días antes que sus compañeros de promoción) y prestó sus servicios durante muchos años en la División de aeropuertos del MOP. Fue asesor de la Oficina «Guido Bermúdez y Asociados» en el «Proyecto del Aeropuerto Internacional de Margarita» (Bermúdez, 1993, «Diccionario del Arquitecto»: p. 287). Allí mismo Bermúdez registra el fallecimiento de Goiri acaecido el año de 1972.

Yo matizaría un poco el comentario de ser Goiri el «primer arquitecto graduado en Venezuela». En la Escuela Nacional de Ingeniería se otorgó el título de arquitecto a 5 graduados entre 1898 y 1905, y luego el Ministerio de Instrucción Pública se lo otorgó a otros dos, sin contar las 18 reválidas que también hizo la UCV antes de 1948. No obstante, es relevante el dato de ser el primero otorgado por la Escuela de Arquitectura, entonces adscrita a la Facultad de Ingeniería de la UCV.

Izquierda: Ficha docente de Santiago Goiri cuando era estudiante de la Escuela de Arquitectura de la UCV. Derecha: Datos registrados hasta el año 2017 en el CNE de Santiago Goiri quien había fallecido en 1972, lo cual indica que dicho ente no actualiza sus datos en función de las defunciones que van aconteciendo.

Por otra parte, investigando sobre los miembros de la primera promoción, en Control de Estudios de la FAU están unas «fichas docentes» con los datos de los primeros estudiantes de la Escuela de Arquitectura, entre ellos Goiri. Allí se registra que nació en  Begoña, Vizcaya, el 16 de abril de 1918, hijo de Santiago Goiri y Raquel Beltrán de Goiri (ver anexo). Hasta hace poco, sus datos también aparecían en la web del CNE.

Finalmente encontré un dato curioso hurgando en el Archivo Histórico de la UCV: Goiri fue el único de los estudiantes (aparentemente eran 70) inscritos en la primera -y malograda- cohorte de la carrera de arquitectura de la UCV en 1941 (cuando se creó la Escuela, y que solo cursó el primer año por haber reprobado los cursos o desertado hacia ingeniería la mayoría de sus integrantes) que volvió a inscribirse para la siguiente cohorte de 1944. Según el registro del último año que pude consultar, de ese grupo (apenas quedaron 27), sólo uno terminó estudiando y graduado en arquitectura en Colombia: Miguel Casas Armengol, luego profesor fundador de la carrera en La Universidad del Zulia. Tengo entendido que José Ignacio Sánchez Carneiro, antiguo profesor de la FAU,  también formaba parte de esa cohorte «fantasma», y terminó haciendo estudios en Bélgica.

Registro parcial de la investigación adelantada por Orlando Marín donde se identifican 14 poyectos cuyos permisos de construcción fueron solicitados por Santiago Goiri entre 1951 y 1959

Hasta el momento solo he podido identificar 14 proyectos de Goiri en los permisos de las Ingenierías Municipales de Caracas, casi todos para quintas, que les anexo.

He tratado de documentar el desempeño profesional de la llamada primera promoción de arquitectos de la UCV de 1948. En 2016 asigné ese trabajo a unos estudiantes de arquitectura de la USB. Sin embargo, nadie se ocupó de Goiri en ese momento.
Saludos.

Orlando Marín

Nota sobre Santiago Goiri aparecida en la primera edición del Diccionario Biográfico de Venezuela, editado por Garrido Mezquita y Compañía con la Dirección Técnica de Julio Cárdenas Ramírez y Carlos Sáenz de la Calzada como Director de Recopilaciones, Madrid, 1953

P.D.: Olvidaba comentarles que hay otro dato importante sobre Goiri: Encontré que hizo un curso sobre arquitectura de aeropuertos en USA en 1949 (razón por la cual debió recibir el título antes que sus compañeros… (ver mini-biografía publicada en 1953 en anexo).

También se integró tempranamente al cuerpo docente de la UCV, donde dictó los cursos «Introducción y Elementos de la Arquitectura» y «Dibujo lineal», y en 1957 llegó a ocupar la Dirección de la Escuela (dato que aparece registrado en el libro Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV 1953-2003. Aportes para una memoria y cuenta, de 2007).

Le acabo de escribir a un Santiago Goiri, venezolano con negocios en Panamá, que parece ser hijo (o nieto) del arquitecto.

Saludos!

OM

Página de créditos del nº 1 de la revista Integral, septiembre 1955

Nota

Como información adicional a la aportada por Orlando Marín vale la pena recordar que Santiago Goiri formó parte junto a Jorge Romero Gutiérrez, Guido Bermúdez, Diego Carbonell y Ernesto Fuenmayor del Comité Directivo de la revista Integral en representación de la Sociedad Venezolana de Arquitectos, que apareció en los créditos de su nº 1 de septiembre de 1955. También participó en el Concurso Nacional de Arquitectura que en 1962 se convocó para diseñar el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York, ampliamente reseñado en la revista SVA nº 7 de agosto-septiembre, 1962.

ACA

Procedencia de las imágenes

Señaladas en las leyendas de cada foto

HA SIDO NOTICIA

CARACAS LLEGA HOY A 454 AÑOS

Hoy, día en que nuestra capital cumple un nuevo aniversario, creímos oportuno, hacer un registro y dejar sentado nuestro reconocimiento a todas aquellas personas y organizaciones comprometidas con la ciudad, que han organizado o participado en una amplia gama de eventos distribuidos a lo largo de este mes de julio y que han tenido la fecha conmemorativa su epicentro. También, como modesto aporte, hemos recopilado una serie de textos en su mayoría de carácter poético que tienen a Caracas como protagonista y que siempre es bueno releer para  constatar las diferentes maneras como ha sido y es entendida una urbe.

La primera y más grata sorpresa ha sido el encontrarnos con la importante coordinación organizativa que ha asumido @siudad_ve quien a través de #CaracasViva y #CC454 ha ofrecido la oportunidad de seguir una notable cantidad de actividades entre el 19 y el 31 de julio que se resumen en un nutrido programa donde se resalta “lo mejor que la Ciudad nos da cada día”, publicado gracias al apoyo de @nthonymarquez de #SingularityUCaracasChapter quien aportó la imagen gráfica que le ha dado un carácter unitario a la celebración.

Así, con el soporte de cerca de 50 organizaciones y aglutinando 46 actividades la gente de @siudad_ve, ha planteado lo siguiente: “La pandemia lejos de paralizarnos nos ha inquietado más, y el tiempo que no hemos podido salir a la calle nos ha revelado realidades que nunca antes imaginamos, y justo al saber que, en el mismo aislamiento social/físico hay acciones que se pueden impulsar desde el espacio virtual, nos lleva a ver la gran crisis que atraviesa Caracas como una gran oportunidad para resaltar su aniversario 454”.

A modo de declaración de principios @siudad_ve dio inicio a la presentación de las actividades desde el lunes 19 de julio exponiendo: “Vamos a contrarrestar la violencia, escasez, la crisis en general, con iniciativas que permitan ver una Caracas donde los buenos somos más. (…) Por muy difícil que parezca, SI hay razones para seguir insistiendo en transformar esta realidad tan dura que atravesamos todos, en la ciudad y el País sostenible que nos merecemos ser. (…) Desde hace cuatro años entre varias organizaciones hemos promovido actividades de construcción de ciudadanía en pro de la defensa del derecho a la Ciudad. (…) Se trata de motivarnos a nosotros y motivar a nuestro entorno, cualquier iniciativa que nos conecte con lo bueno que se está haciendo y todo lo que podemos llegar a lograr, será el mejor regalo para nuestra Caracas en su 454 Aniversario”.

Destacan de entre las actividades programadas a lo largo de la semana que hoy concluye la activa participación de @diseñoenvenezuela mediante la serie “Publicación Stories” y el tema “Publicaciones en Redes” donde se incorporaron @turutadigital, @arquitectura_ccs, @ssmbranding, @samsam85 y @mauroesmoda y @esrivenezuela.

El activismo incansable de nuestro colega y amigo Enrique Larrañaga se puso de manifiesto a través de la publicación el 20 de julio en https://www.cinco8.com del texto “¿Qué dice la ciudad?”, su participación ese mismo día dictando la charla “Pandemias, ciudad y ciudadanía” y el jueves 22 en el Encuentro virtual “Caracas 454, reflexiones y proyecciones” organizado por la Fundación para la Cultura Urbana en el que estuvo acompañado por María Isabel Peña y Alonso Moleiro tratando el tema “Pandemia, coexistencia y sostenibilidad”.

En un jueves 22 particularmente activo destacaron el Foro Virtual “Articuladores de los posible”, el conversatorio “Hacer arquitectura interior es también hacer arquitectura” organizado por @revistaentrerayyas y @proseinvenezuela, y la presentación “Río Guaire” a cargo de @glocalstudio.

Capítulo aparte lo constituye la actividad desplegada por la Fundación Espacio entre el jueves 22 y hoy domingo 25 en el marco de “454 aniversario. Caracas x una ciudad + verde. Celebrando iniciativas sostenibles” inscrita en el proyecto “Reframing Green Spaces”. “La preservación de un santuario natural” (Compostero Natural de La Floresta), “Remediación ecológica y participación ciudadana” (Vivero municipal de Chacao), “Formación de Eco-ciudadanos” (Jardín La Salle) y El espacio público y la organización vecinal” (Parque Aruflo) ha sido el programa presentado por una organización que resalta por su compromiso con temas relacionados a lo urbano y lo arquitectónico.

El viernes 23, entre otros programas, la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat organizó el foro vía zoom “Espacio público y movilidad urbana sostenible” y en la Sala Cabrujas se realizó el conversatorio “Caracas ciudad creativa” a cargo de @culturachacao.

La movilidad y el recorrido se adueñaron del día de ayer, sábado 24. Collectivox (@ccsen365) bajo el lema Caminatas sonoras propuso ir “De Catia a Petare” a través de una Intagram Live Session; @arquitecturacaracas planteó la ruta histórica “Ccs y su Arquitectura de siglo a siglo”; @enlace_arq y @ciudlab organizaron el recorrido presencial “Nacimiento del Río Guaire, la autopista como barrera”; y @culturachacao montó otro Arquitour que tituló “3 Municipios, 1 Ciudad, la arquitectura anónima de Caracas”.

Fuera del programa coordinado por @siudad_ve, encontramos que el Centro de Arte Los Galpones hizo el jueves 23 su particular “Homenaje a Caracas en su aniversario” invitando a María F. Sigilio, Martín Julio Padrón y Nicomedes Febres a participar en una conversación presencial “sobre la arquitectura, las costumbres y la vida cotidiana de Caracas hace un siglo, con especial referencia a lo femenino”, realizada en el marco de la exposición “Caracas, un tributo, una mirada”. Por otra parte en La voce d’Italia apareció el 29 de junio la convocatoria a participar una exposición colectiva virtual donde se invitó a los interesados “a escribir a norte14.ccs@gmail.com para ampliar la información y ser parte de la muestra» y donde se señala que “ las obras se recibirán entre el 30 de Junio y el 13 de Julio de 2021 y la exhibición será a partir del 25 de Julio 2021, día del 454° Aniversario de Caracas”.

Para hoy domingo 25, día de Caracas, obviamente se han concentrado numerosas actividades que no desglosaremos invitándolos a revisarlas para seleccionar aquellas a las que decidan asistir. Lo mismo sugerimos para el resto del programa que se prolonga hasta el 31 de este mes.

Como ya adelantáramos, transcribiremos en primer lugar un fragmento del conocido poema Vuelta a la patria (1877) de Juan Antonio Pérez Bonalde (1846-1892) como ejemplo de una mirada decididamente romántica que en algún momento inspiró nuestra ciudad.

Luego colocaremos “El día de Caracas” de Aquiles Nazoa (1920-1976) extraído de su libro Poemas populares (1987) que habla en tono sencillo pero muy ilustrativo de las trasformaciones que durante el siglo pasado fue sufriendo la ciudad.

De Terredad (1978), hemos escogido un poema de Eugenio Montejo que se centra en el tema del extrañamiento que un ciudadano va sintiendo del lugar que, sumido en una modernidad sin pies ni cabeza, lo vio nacer y crecer.

Y, para finalizar, dentro del espacio ocupado en el ideario de José Ignacio Cabrujas por el tema de la provisionalidad, el cual identificaba como atributo de lo caraqueño, otro poema que Ibsen Martínez dio a la prensa en el texto “La Caracas de Cabrujas. Mientras tanto y por si acaso” el 16 de mayo de 2011, “originalmente escrito para recitante, para una voz entreverada con la música de Juan Carlos Núñez”. Se trataba de “una edición discográfica, conmemorativa de la fundación de Caracas y costeada por una empresa de ingenieros consultores … virtualmente inédito hasta hoy” y que lleva por título “No hay Fanfarrias solemnes” (circa 1978).

Feliz domingo.

De pronto, al descender de una hondonada,

“¡Caracas, allí está!” dice el auriga,

y súbito el espíritu despierta

ante la dicha cierta

de ver la tierra amiga.

Caracas, allí está; sus techos rojos,

su blanca torre, sus azules lomas

y sus bandas de tímidas palomas

hacen nublar de lágrimas mis ojos.

Caracas, allí está; vedla tendida

a las faldas del Ávila empinado,

odalisca rendida

a los pies del sultán enamorado.

Hay fiesta en el espacio y la campiña,

fiesta de paz y amores:

acarician los vientos la montaña;

del bosque los alados trovadores

su dulce canturía

dejan oír en la alameda umbría;

los menudos insectos en las flores

a los dorados pistilos se abrazan;

besa el aura amorosa al manso Guaire,

y con los rayos de la luz se enlazan

los impalpables átomos del aire.

Fragmento de Vuelta a la patria (1877)

Juan Antonio Pérez Bonalde

El día de Caracas

Sentado como un tonto en El Calvario

—refugio de poetas y de flojos—,

mi corazón recoge tus despojos

en un sentimental itinerario.

Tu antigua sencillez de campanario

flota en el aire aún, pero los ojos

ya nunca más verán los techos rojos

que te dieron prestigio literario.

Pues enferma de snob cosmopolita,

te dio por transformarte -¡pobrecita!-

en una Nueva York de a cuatro reales.

Y así llegar lograste a lo que hoy eres:

una Babel de radios y choferes,

¡y ese montón de Casas Regionales!

De Poemas populares (1987)

Aquiles Nazoa.

Tan altos son los edificios

que ya no se ve nada de mi infancia.

Perdí mi patio con sus lentas nubes

donde la luz dejó plumas de ibis,

egipcias claridades,

perdí mi nombre y el sueño de mi casa.

Rectos andamios, torre sobre torre,

nos ocultan ahora la montaña.

El ruido crece a mil motores por oído,

a mil autos por pie, todos mortales.

Los hombres corren detrás de sus voces

pero las voces van a la deriva

detrás de los taxis.

Más lejana que Tebas, Troya, Nínive

y los fragmentos de sus sueños,

Caracas, ¿dónde estuvo?

Perdí mi sombra y el tacto de sus piedras,

ya no se ve nada de mi infancia.

Puedo pasearme ahora por sus calles

a tientas, cada vez más solitario;

su espacio es real, impávido, concreto,

sólo mi historia es falsa.

De Terredad (1978)

Eugenio Montejo

No hay fanfarrias solemnes

Conviene recordar a veces

Que se trata de un valle y de unas gentes

Y de un lugar de paso

Que nadie vino a quedarse demasiado

Porque todos los carteles que medían la distancia

Hablaban de exilio y mientras tanto

Que las casas se entendían en los planos

Con esa facilidad de los cuadrados

Que no hubo un ser con imaginación de triángulo

Que fue un lugar de obstinados terremotos

Que Catedral fue un por decir y no una torre

Que eran hombres de prisa

Y que cualquier constancia partió de una derrota

Conviene recordar que fue ciudad de locos

Al norte de una empresa

Que entrar en ella era bajar de la montaña

Y que todo iba a ser mejor mañana

Que una cosa antes de ser, se parecía

Así la gente, así la música

Así esta historia

Siempre al norte, mientras tanto y por si acaso.José Ignacio Cabrujas (circa 1978)

ACA

Procedencia de las imágenes

En el texto

CONCURSO INTERNACIONAL PARA LA SEDE DE LA CORPORACIÓN ANDINA DE FOMENTO (CAF) EN ALTAMIRA, CARACAS. 2008

Un epílogo necesario

La elaboración del Contacto FAC se fundamenta en la posibilidad de aportar información trabajada con el mayor rigor posible de manera que permita poco a poco ayudar a reconstruir una parte de la memoria arquitectónica del país. Así, la presentación de temas de “contenido” se complementa con algunas notas o artículos de actualidad de lo que acontece en torno a la disciplina y su mundo editorial.

Afanados en darle cuerpo a nuestro objetivo central, hemos ido abriendo una serie de ventanas que temáticamente nos han permitido mostrar el quehacer de nuestros arquitectos. Una de ellas es la correspondiente a la necesidad de ir dejando huella de los concursos realizados a nivel nacional desde finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX hasta la actualidad. En tal sentido, debemos reconocer que, a la hora de irlos presentando, ha tendido a imponerse el interés fundamental de darlos sencillamente a conocer, decantándonos por una cierta «objetividad descriptiva» que apunta casi siempre a lo «políticamente correcto» que podría entenderse como evasión a emitir juicios críticos y al temor de desencadenar posibles debates que nos desvíen del eje que nos sostiene.

Sin embargo, con relación al siempre polémico tema de los concursos, hemos olvidado al reseñarlos que tras cada uno se encierra un sinfín de vivencias, sinsabores, reacciones y circunstancias que, en función de su impacto, escala, envergadura y resultados, han afectado siempre a los participantes, algunas veces al gremio y mucho menos a la opinión pública en general.

Ahora bien, como también consideramos necesario ir dando un intercambio fluido con nuestros lectores que, lamentablemente, no ocurre con mucha frecuencia, con relación al Concurso para la sede de la CAF nuestro amigo Enrique Larrañaga nos ha hecho ver a través de un mensaje enviado por correo electrónico que no fue un concurso cualquiera ya que “tenía una dimensión distinta por el ámbito del comitente y muy particularmente especial por la localización”. Y creemos que tiene razón.

Además Enrique, como prueba de la indignación que le causó como arquitecto y ciudadano el desarrollo y desenlace del evento “por lo que creo sería una afrenta a la ciudad y como académico perplejo después del ciclo de charlas que los jurados ofrecieron en la FAU-UCV y de donde uno podría haber inferido que un monumento tan cruel y agresivamente indiferente a su contexto como éste podría haber sido citado entre las críticas a los crímenes urbanos a que hicieron referencia, por ejemplo, Fernández-Galiano y Adriá” connotados miembros del jurado, nos informó (cosa que desconocíamos) que promovió en aquel entonces un “debate digital” que en parte se dio y en el que actuó como moderador. Posteriormente publicó en las redes sociales una serie de 12 textos que bajo el título “Moderador ya no tan moderado”, a modo de crónica por entregas, muestran con gran claridad las aristas que a su juicio tuvo aquel certamen y su nada alentador desenlace.

Centrado en la premisa inobjetable de que el “CLIENTE” del edificio objeto de este este concurso “no es la CAF (con todos los papeles que tenga) sino Caracas. Ni siquiera Altamira ni el Municipio Chacao, sino la ciudad. TODA”, la documentada, reflexiva, aguda y cuestionadora saga elaborada por Larrañaga, asiduo participante que conoce los avatares que rodean estos llamados, disecciona y analiza críticamente todos los frentes que un concurso de la envergadura del convocado debió enfrentar y sortear, cuya lectura recomendamos ampliamente y que puede consultarse mediante el link https://www.academia.edu/24669481/MODERADOR_YA_NO_TAN_MODERADO_I

El orden de las entregas estuvo encabezado por un “Preludio” seguido de los “Antecedentes” para luego entrar en materia a través de “Concursos: el ‘cliente’”, “Concursos: el ‘curador’”, “Concursos: el ‘jurado’” y “Concursos: participantes”, dedicados a describir y desmontar a los actores principales de la trama, pasando de inmediato a “Concurso CAF: ausencias”, donde pone el dedo en la llaga al momento de decir: “Pero nada extraña, indigna, duele más que la ausencia de la autoridad (tanto municipal como metropolitana; pasada y actual) en una calificación de la compatibilidad de la propuesta que se asume quiere desarrollarse con los planes para el lugar, su área circundante y todas las zonas afectadas (que es decir toda la ciudad). Si (como he escuchado) se ignoraron recomendaciones de diseño urbano formuladas por la Alcaldía para esta localización tan neurálgica y vital ¿por qué se calla? Si no las había y esta parcela simplemente se asumió, reguló y trató como otra más ¿cómo se explica eso? Y si es así ¿no es urgente actuar para revertir una ausencia que puede ser fatal?”.

Continúa Larrañaga analizando críticamente los proyectos que resultaron merecedores de premio y menciones, dedicando en “Primer premio: el epicentro” a poner sobre la mesa con tino y argumentación irrefutable, todas las falencias que la propuesta presentada por PRODUCTORA mostraba. Luego lleva a cabo otras tantas aproximaciones analíticas en “Premiados: torres” y “Premiados: masas” para cerrar con dos textos cargados de reflexión: “Posiciones” y “Propiedad, apropiado y apropiaciones” en los que deja clara, por si no lo hubiese hecho antes, su posición ante el panorama arquitectónico del momento y ante el deber ser de una edificación que busque comprometerse a fondo con la ciudad. A doce años del desenlace de aquel concurso pareciera que afortunadamente la CAF no procederá a construir la propuesta ganadora y que está pensándose seriamente si su sede principal debería continuar en Caracas. Sin embargo, la lectura de la crónica de Larrañaga, más allá del calor del momento en que se produjo, podría colocar de nuevo sobre el tapete el debate de fondo que buscaba generar: el de la ciudad que tenemos y la que queremos. De hecho el propio Enrique, activista sin descanso, lo mantiene vivo a través de una serie de interesantes artículos que han aparecido publicados en http://www.cinco8.com desde finales de 2020.
Desde aquí le abrimos las puertas a tan importante como necesaria discusión.

ACA

La Agenda FAU 2013 y el edificio de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo como libro abierto

Entre 2005 y 2015, con un vacío en 2006, fueron publicadas anualmente en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la UCV diez agendas que fueron poco a poco convirtiéndose en elementos que contribuyeron al enriquecimiento de la memoria colectiva y la consolidación del sentido de pertenencia entre quienes forman parte de su comunidad.

Si bien la primera de ellas (2005) se dedicó, con más de un año de retraso, a la rememoración de los eventos que a lo largo de 2003 formaron parte de la celebración del 50 aniversario de la fundación de la institución, lo cual le dio un particular significado, la siguiente (2007), ya bajo la responsabilidad de Ediciones FAU UCV y con un diseño acorde con la nueva identidad visual de la FAU, sirvió para conmemorar los 65 años de la creación de la Escuela de Arquitectura, incluyéndose textos que relataban aspectos destacados de su historia, adoptándose un formato que en adelante se mantendría inalterable.

Posteriormente (2008 y 2009) se intentó, con la celebración de los 50 años de la inauguración del edificio de la Facultad como tema, llevar adelante la idea de que la agenda tuviera carácter “perpetuo”, es decir, se ofrecía al usuario la oportunidad de contar con un cuerpo o tripa que no variaba y que él iría ajustando, colocando fechas, días de la semana y contenido de acuerdo a sus necesidades. Así se intentaba ahorrar recursos ya que el cuerpo o tripa podría imprimirse en grandes cantidades una sola vez variando únicamente cada año la tapa o portada, elemento que las diferenciaba entre sí.

El “experimento” de la agenda perpetua se prolongó otro año más (2010, con el homenaje que se rindió a los doctores honoris causa otorgados por la FAU como eje central) y, lejos de lo esperado, se constató que el concepto de una agenda fuera de lo convencional, produjo en la comunidad por un lado confusión y por el otro un sentimiento de desapego que iba en contra de lo deseado inicialmente como objetivo básico del instrumento. Ante ello, a partir de 2011, se adoptó de nuevo una tripa tradicional y se fortaleció la idea de dotar a cada versión de la agenda de un eje temático que la amarrara a asuntos que podrían afianzar el arraigo y despertar el orgullo de pertenecer a la institución. También, a diferencia de años anteriores en los que los costos de diseño, producción e impresión de la publicación los asumía la institución, desde 2013 se buscó el respaldo de diversos entes que con su aporte económico permitieran cubrirlos, en momentos en que la crisis universitaria se hacía cada vez más patente. Además, en la misma línea, se empezó a solicitar a las diferentes partes que conforman la estructura institucional su colaboración.

Portada y parte del contenido de la Agenda FAU UCV 2012
Portada y parte del contenido de la Agenda FAU UCV 2014

De esta manera, surgieron entre 2011 y 2015 cinco agendas que lograron alcanzar el objetivo identitario que inicialmente se buscaba: la primera (2011), con curaduría de José Enrique Blondet, estuvo dedicada a mostrar fotográficamente y describir mediante textos preparados para cada especie, la flora atesorada en las áreas verdes que acompañan al edificio de la FAU; la segunda (2012), de acuerdo a la idea y producción de Catherine Goalard, retrotrajo la memoria a los propios orígenes beauxartianos de la Escuela de Arquitectura y, tras registrar, fichar y describir las piezas “clásicas” que por años se han utilizado en las clases de dibujo o expresión, las sacó del espacio del Taller Ventrillón donde hoy reposan, las paseó por el edificio y las puso a dialogar con los murales abstractos que recubren buena parte de las áreas comunes de la sede institucional, diálogo que fue recogido a través de 12 excelentes fotografías, una por cada mes del año; la tercera (2013), curada de nuevo por Catherine Goalard con textos de Azier Calvo encontró, a partir de una selección de los planos originales del edificio que COPRED conserva en la Casona Ibarra, la excusa perfecta para desarrollar doce temas proyectuales (tantos como meses tiene el año) a los que Villanueva prestó particular atención; la cuarta (2014) surgió de una proposición de los profesores del Área de Expresión de la Escuela (bajo la coordinación de Héctor Jiménez) de mostrar los contenidos y la manera cómo la actividad de taller que caracteriza el dictado de sus asignaturas, ofrecía la oportunidad de ver resultados verdaderamente interesantes; la quinta y última (2015) sirvió para conmemorar los 40 años de la creación del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC), mostrar sus orígenes, trayectoria y logros pero particularmente para enfatizar hacia el “construir la sostenibilidad”, norte al cual hoy apunta y área de investigación que lo distingue.

Portada de la Agenda FAU UCV 2013
Parte del contenido de la Agenda FAU UCV 2013

Entre ellas, la Agenda 2013, como ya se adelantó, dio pie para acumular un grupo de doce textos que, acompañados de otros tantos planos y diversas fotografías alusivas al tema tratado en cada uno, dieran pie para resaltar doce categorías dentro del proceso de proyectación del edificio sede de la FAU UCV y con ello conmemorar los 60 años de creación de la institución.

En esencia, desarrollando las acciones, estrategias y operaciones de: asentar, recrear, integrar, vincular, proteger, cubrir, iluminar, ventilar, tamizar, modular, revestir y materializar, lo que se propuso no fue otra cosa que un ejercicio de observación que aspiraba re-presentar aspectos esenciales de una obra construida que a modo de libro siempre permanece abierto y siempre tiene algo que mostrarnos y enseñarnos. Además, a través de los planos que se reprodujeron se rindió un modesto y merecido homenaje a la poco divulgada documentación resguardada con esmero en la Casona Ibarra por un pequeño y comprometido grupo de empleados de COPRED, testimonios que develan el empeño de comunicar a terceros el tránsito de las ideas al proyecto y del proyecto a la obra.

Intentando encontrar claves que permitieran abarcar su comprensión integral, el considerar la sede de la FAU como pieza inserta en un contexto mucho más amplio que involucra al arquitecto, su pensamiento y su producción, pasó a ser fundamental.

Parte del contenido de la Agenda FAU UCV 2013

Sin pretender agotar su número, ni la capacidad seductora que cada una provee, el abordaje que se hizo de las diferentes nociones ambicionaba en cada caso ofrecer una aproximación crítica y abrir una ventana por la cual cualquier miembro de la comunidad, y en especial los estudiantes, pudiera regresar al edificio y aprender de él. Los términos elegidos, ordenados de acuerdo a una cierta progresividad y complementariedad mutua, señalaban aspectos cuyo énfasis prevalece en la concepción de la edificación, muchos de ellos resaltadas por otros estudiosos de la obra de Villanueva, por lo que no intentaban ser originales ni exclusivos, cambiando en este caso sólo el modo de abordarlos. En tal sentido, cada plano elegido y cada foto presentada tenían mucho que aportar a un discurso que intentaba ser compartido.

Fue particularmente estimulante para esta riesgosa tarea de síntesis el repasar una vez más el proceso seguido por el Maestro, desde la elaboración del primer plan maestro de la Ciudad Universitaria (1944) hasta la construcción de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales (1964). Ello permitió determinar el lugar que ocupa la FAU (1954-1957) como parte de un proceso evolutivo y como primer edificio educativo regido por la tipología torre-cuerpo bajo, circunstancia aprovechada magistralmente por Villanueva para convertirlo en lección de la disciplina que con tanto amor profesaba.

Parte del contenido de la Agenda FAU UCV 2013

La elaboración de los textos que contenía la Agenda FAU 2013 fueron producto del ejercicio de imaginar un talentoso diseñador ante una hoja en blanco que no es tal, irremediablemente signada por una búsqueda paciente y una capacidad interpretativa, que llevan a apreciar temas reiterados a lo largo de su obra manejados con particular cuidado en el edificio objeto de análisis. Las facetas de un Villanueva eternamente joven, que conquista un territorio, funda una ciudad, dirige una orquesta, traduce el pasado, valora lo local, participa del momento en que vive, experimenta hasta el cansancio, juega con las formas o concilia los opuestos, se nos aclaran al corroborar la absoluta coherencia y el proceder responsable de un intelectual que se considera primeramente un técnico y en segundo lugar un artista.

Ciertamente, las virtudes atemporales que acompañan toda aproximación sensorial al edificio de la FAU, opacan otros aspectos a los cuales también hay que atender a la hora de establecer su vigencia. Aunque el material presentado en la Agenda insiste en resaltar lo primero, sumándose a los que sobre la obra ya se han escrito, el comportamiento actual de la sede se ha ido alejando paulatinamente de condiciones programáticas que, vinculadas a una forma de entender la enseñanza de la arquitectura, dieron pie al derroche de sentimientos que inundan a quien la visita. Pensada para albergar una Escuela ha debido adaptarse a las exigencias y complejidades de una Facultad; imaginada como una ciudad animada continuamente por las actividades de taller que ocupaban su planta baja, ha trastocado su lógica y desvirtuado el destino de los espacios que originalmente constituían su razón de ser; afectada por la intensidad fluctuante de su uso en el tiempo y el impacto inclemente del clima, sumados al descuido en su mantenimiento y la fatiga natural de los dignos materiales que la componen, su nobleza constructiva se ha visto seriamente afectada.

A pesar de todo, hay que seguir agradeciendo el poder contar con una obra que, por  la generosidad con que se concibió, ha sido capaz de soportar estoicamente todos los embates, enseñándonos también que nada es irreversible si aún somos capaces de comprenderla a plenitud.

Los doce conceptos abordados en la Agenda FAU 2013 cuyos sugerentes textos llevan a cabo una disección estimulante de lo que fue concebir, proyectar y construir para luego recorrer, habitar y percibir el edificio sede de la FAU, podrían ser retomados en algún momento para llevar a cabo una pequeña colección, pero eso es tema que puede formar parte de otra nota. Descontinuada desde 2015, la Agenda FAU pasa a engrosar el grupo de publicaciones que, habiendo dejado testimonio de la que una comunidad es, está allí para ser consultada como arte y parte de la historia de la institución.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad