
Desde hace más de dos años hemos guardado en los archivos de la Fundación una valiosa información proveniente del intercambio con algunos de nuestros asiduos lectores que hoy hemos decidido compartir.
El punto de partida fue el envío por parte de nuestro querido amigo, el arquitecto Álvaro Rodríguez Muir, del folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, ubicado en la Plaza Altamira, donde hoy funciona OFC Proyectos C.A., empresa de la que Álvaro es uno de los socios-gerentes.
A raíz del aporte inicial realizado y con el objeto de obtener la mayor cantidad de información posible que complementara la ofrecida por el dossier promocional, nos comunicamos el domingo 29 de marzo de 2020 con otro entusiasta seguidor de estas páginas, el también arquitecto e investigador Orlando Marín Castañeda, de quien sabíamos estaba realizando un meticuloso trabajo de indagación acerca de los edificios realizados en el Municipio Chacao en la década de 1950, a partir de información obtenida directamente de los archivos de la Ingeniería Municipal y de los reportes que periódicamente aparecían en la revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela. La idea no era otra que la de saber la identidad del profesional que había proyectado el “Excelsior” y obtener de su parte algún dato adicional.

apartamentos que posee en cada nivel.
Siempre atento y generoso, el día siguiente (30 de marzo de 2020), Orlando nos respondió literalmente en los siguientes términos, los cuales no tienen desperdicio:
“Estimados amigos de la FAC:
Muchísimas gracias por el documento que me envían. Efectivamente, junto con el equipo de Arquitour Chacao he tratado de documentar en la Ingeniería Municipal los edificios que se encuentran en el municipio y, en particular, en los alrededores de la Plaza Altamira.
Sobre el “Excelsior”, aparece bajo el permiso municipal N°9.286 del 23/12/1955, a nombre del ingeniero Manuel Fernando Mejías. El propietario, la «Promotora Horizontal Financiera Inmobiliaria C.A.», PRHO-FIN-CA, y el Dr. Giovanni Galantei como representante. En el expediente también aparece el nombre de Atilio E. Molteni como gerente general. El estudio de suelos lo hizo la empresa «López y Valles Rodas-LOPVALCA», con el ingeniero Eudoro López. El rótulo de los planos (supongo que como oficina encargada de hacer el proyecto) está encabezado por las siglas «E.T.S.A.», que gracias a su folleto me entero que significa «Edificadora Técnica S.A». El proyecto fue elaborado en noviembre de 1955. La habitabilidad se otorgó en noviembre de 1956.
Sobre el ingeniero Mejías, he encontrado que se graduó como Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas en la UCV en el año 1934 y se dedicó toda su vida al tema hidráulico y el saneamiento ambiental. Incluso en el propio año 1956 era consultor técnico del Dpto. de Estudios y Proyectos del INOS, cargo que aún conservaba a finales de 1960, según he podido revisar en varios textos por internet. Su nombre sólo lo he visto en un solo permiso de construcción adicional, de 1955, por lo que creo que no participó directamente en el proyecto de arquitectura del edificio (acaso en el cálculo de estructuras y/o instalaciones).
Por los nombres de los representantes de PRHO-FIN-CA, pareciera que se trata de un grupo de italianos el que promovió la obra, aunque en el año 1957 aparece como presidente de la empresa un venezolano, Henrique Eduardo González Gragirena, justo cuando ésta era acusada de ser propiedad del exdictador de Argentina Juan Domingo Perón (ver cronología comentada anexa).
Tengo que revisar nuevamente los planos del “Excelsior” que están en la Ingeniería Municipal. Viendo la expresión gráfica que aparecen en la planta incluida en el folleto (en particular la textura de rectángulos de los corredores y las plantillas de las piezas de «bidet» de los baños). parece haber sido producida por el mismo (o mismos) diseñador(es) integrante(s) luego, entre los años 1956-57, de la «Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados», encabezada por el ingeniero Luis Eduardo Iriarte Sánchez (ULA, 1950), de quien he documentado varios edificios en Los Palos Grandes (Res. «María Laya», y Res. «Imperio») y Bello Campo (Edf. «Mara»). De estos «Arquitectos Asociados» tampoco hay rastros en los planos que he revisado. Los clientes de esta Oficina eran siempre italianos, y presumo que estos arquitectos también lo eran.

De interés es la presencia de la «fachada libre» y las «ventanas corridas» en las fachadas del “Excelsior”, utilizando planchas de vidrio y cerámicas mate en los antepechos. En la Plaza Altamira, el primer edificio que hizo esto fue el «May Flower» (1954-55), ubicado justo al lado Sur, y cuyo promotor fue un tal Josep W. Ferenc, propietario de la constructora «Feran C.A», quien también figura como proyectista, aunque el permiso fue otorgado al ingeniero húngaro Andre Reti (reválida UCV, 1954). También el edificio «Mónaco», de Beckhoff (1955-57) utiliza este tipo de acabado en las fachadas.
Me llama la atención el sistema de ventas en propiedad horizontal, cuando aún no existía la ley que reguló este tipo de ventas. También se hizo lo mismo con el edificio «Mónaco». En otro correo les enviaré (si no lo tienen) el «dossier» usado para la venta del «Mónaco», un instrumento de venta que veo se usó simultáneamente en el «Excelsior».
Saludos y seguimos ‘en Contacto’ !
Orlando”

La muy completa información enviada por Orlando, a la que sólo cabría añadir que el edificio “May Flower”, por él indicado, le es atribuido también a Federico Beckhoff y Klaus Heufer (según la curaduría hecha por Rafael Pereira para la exposición realizada en los espacios del Centro Cultural BOD a finales de julio de 2014 dedicada al segundo), no solo colmó nuestras aspiraciones sino que se vio complementada, como se señala, con el dossier del edificio Mónaco de Beckhoff, permitiéndonos detectar que este mecanismo empezaba a convertirse en importante instrumento que sería utilizado por los promotores de inmuebles durante una época en la que comenzaba a despuntar la venta en “propiedad horizontal” dirigida al “segmento” muy particular de los potenciales compradores de apartamentos. Para el momento en que se publica el folleto del “Excelsior”, ya se manejaba abiertamente la venta bajo dicha modalidad cuyo primer paso quedó oficialmente registrado en la denominada “Ley de Propiedad de Apartamientos” del 17 de junio de 1957, que se proponía completar las escasas disposiciones del Código Civil sobre la materia, y terminaría de perfeccionarse con la aprobación por Decreto de la Junta de Gobierno que se instauró a raíz de la caída de Marcos Pérez Jiménez, de fecha 15 de septiembre de 1958, de la “Ley de Propiedad Horizontal”.


Los folletos que se preparaban, de los cuales tanto el del “Excelsior” como el del “Mónaco” son una clara muestra, estaban por lo general encabezados por una impactante perspectiva o fotografía del edificio en cuestión junto a los datos fundamentales de la inmobiliaria encargada de vender los apartamentos y, a veces, detalles de la localización dentro de la ciudad y de la urbanización a la que pertenecían. Luego aparecían los “Detalles y características de la construcción” en las que se mencionaban las empresas y equipos profesionales participantes, la calidad de los materiales utilizados y de los acabados empleados en los diferentes ambientes públicos y privados junto a las especificaciones de los mismos, sin dejar de lado el resaltar las ventajas competitivas con otros inmuebles de similares rasgos. Otro aspecto interesante de la publicación era la presentación de los diversos tipos de apartamentos que se ofrecían, que en el caso del” Excelsior” era de cinco por cada planta tipo y en el del Mónaco llegaron a ser hasta de 11 modelos diferentes distribuidos en los tres cuerpos o bloques del edificio. Una de las informaciones de mayor interés para el potencial comprador la constituía la presencia de cuadros con la lista de precios de cada unidad de vivienda en función de la superficie, ofreciéndose en cada caso los correspondientes planes de pago que podían estar acompañados, como en el caso del “Excelsior”, de la firma, junto al contrato de compra-venta, de un seguro de vida que permitiría cubrir, en caso de fallecimiento del propietario, la totalidad de las cuotas pendientes con la inmobiliaria y así dejarle a la familia un lugar donde vivir libre de deudas.
En una nota posterior del 18 de octubre de 2020, Orlando Marín nos precisaría lo siguiente, cuando nos enviara una “Cronología comentada” y un documento en PowerPoint como apoyo, con relación al edificio “Excelsior”:

“Por lo que veo, el edificio fue contratado por promotores argentinos, quienes al final trataron de desvincularse al ser relacionados públicamente con el exdictador Perón.
Como les comenté antes, por la expresión que tienen los planos del folleto que ustedes me enviaron (textura de pisos en corredores con trama rectangular; plantilla de piezas sanitarias y de mobiliario; relleno en negro de paredes), junto con el estilo de caligrafía de los rótulos (en particular la letra “T” estirada siempre hacia abajo y la expresión “Los Palos Grande” [sin la “S al final de la última palabra] al señalar esta urbanización, que podría denotar una dificultad en el manejo del idioma castellano), y la eventual inclusión de muy buenas perspectivas en algunos expedientes (aunque aparentemente hechas «al ojo»), me parece que el edf. “Excelsior” ha sido proyectado por el mismo autor del edificio “Mara” de la urb. Bello Campo (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956) y los edificios “María Laya” (Oficina Técnica Iriarte y Arquitectos Asociados-I.A.C., 1956), «San Gabriel» (ing. Eduardo García Coll (anteproyecto) / Ing. Conrado Knierim (proyecto), 1957) y «Texas» (AIC-ing. Eduardo García Coll) estos últimos en la urb. Los Palos Grandes. Este proyectista anónimo, probablemente italiano (al considerar la nacionalidad de casi todos los clientes involucrados) habría trabajado bajo la sombra de los ingenieros mencionados. En anexo algunos planos recopilados para la investigación, para que también puedan hacer la comparación”.
“Revisando el material enviado no es difícil percatarse del valor que puede adquirir esta manera de documentar la arquitectura, cuando haciendo ‘arqueología’ en los registros municipales, aflora información y nombres que jamás habíamos escuchado, pero que están detrás de edificios conocidísimos e incluso piezas admirables”, nos comentaría Álvaro Rodríguez al recibir de vuelta lo que Marín nos preparara.
A Orlando Marín, quien ya había colaborado con esta página aportando valiosa información relacionada con el edificio Philips de Colinas de Bello Monte y su proyectista, el arquitecto Santiago Goiri, para el Contacto FAC 250 del 14 de noviembre de 2021, nuestras más expresivas gracias por su desprendimiento y estimulante labor. Con la publicación de buena parte de lo que nos enviara esperamos retribuirle aunque sea en una mínima proporción su desprendimiento y colaboración en medio de la investigación que lleva adelante. A Álvaro Rodríguez otro tanto por ofrecernos el detonante necesario para la elaboración de esta nota que bien podía haber sido encabezada por un ¿Sabía usted…?
ACA
Procedenia de las imágenes
1, 2 y 5. Folleto que el año 1956 promocionaba la venta del edificio “Excelsior”, plaza Altamira. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.
3. Cortesía de Álvaro Rodríguez Muir.
4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.
6. Folleto que en los años 1950’s promocionaba la venta del edificio “Mónaco”, plaza Altamira. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.
7. Cortesía de Orlando Marín Castañeda.