Archivo de la etiqueta: ¿Sabía usted…?

¿SABÍA USTED…

… que el 9 de diciembre de 1925, con el nombre de Parque Sucre, es inaugurado el Parque Los Caobos?

Desde la creación en 1873 del Parque El Calvario (que llevó originalmente el nombre de Paseo Guzmán Blanco -ver Contacto FAC 302 del 11-12-2022-), a Caracas no se le había dotado de otro espacio que tuviera tales características, hasta que en 1925 el gobierno nacional encabezado por Juan Vicente Gómez decide, vía expropiación, hacerse de parte de los terrenos de la hacienda “La Industrial” propiedad de Don José Antonio Mosquera (también identificada en algunos planos del siglo XIX como “La Guía”), viejo fundo colonial que marcó durante mucho tiempo el límite hacia el este del casco central de la ciudad, para convertirlo en un parque.

1. Detalle del Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas de 1875 donde se identifica a la derecha abajo como «Hacienda La
Guía» el lugar que ocuparía el Parque Los Caobos.
2. Detalle del Plano de Caracas de 1906 de Ricardo Razetti donde puede verse el espacio que ocuparía el Parque Los Caobos entre el rio Anauco al oeste, el Camino a Petare al norte, la quebrada Maripérez al este y el río Guaire al sur con la Quebrada Honda en el centro.

De acuerdo a lo recogido por María F. Sigillo en su blog Caracas en retrospectiva el viernes 28 de octubre de 2011 (http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/10/el-parque-los-caobos.html): “El parque ‘Los Caobos’ … en 1810 era una hacienda cacaotera administrada por unos franceses que la abandonaron posteriormente. Dos años más tarde, las tropas realistas pasaron a ocupar la plantación siendo su dueño Gerardo Patrullo, quien realizó algunos cambios e incluso izó en el centro de la hacienda la bandera de España. Luego, cuando se libró la batalla de Carabobo, Patrullo huyó, y los familiares de Ambrosio Plaza, quien murió en batalla, pasaron a ser los propietarios por orden del entonces Presidente José Antonio Páez. (…) Para 1865 estaba en ruinas esa hacienda y es así que vendieron el terreno por diez mil pesos a los hermanos Bernardino y José Antonio Mosquera (quienes) la convertirán en hacienda de café y para la conveniente sombra protectora los nuevos dueños se encargaron de sembrar caobos traídos de Santo Domingo. (…) Al morir los propietarios, sus herederos decidieron vender el terreno a un consorcio extranjero para hacer allí una urbanización; sin embargo, en 1925, el general Juan Vicente Gómez para evitar que fueran talados sus árboles, expropió la hacienda por cuatrocientos mil bolívares y la transformó en “Parque Sucre”, en homenaje al Gran Mariscal Antonio José de Sucre, el recordado y ejemplar Mariscal de Ayacucho” a los 101 años de la conmemoración de la decisiva batalla con la que se selló la independencia de Perú y se puso fin al dominio español en América del Sur.

Por tanto, las tierras donde se creó el parque, ubicadas entre las quebradas de Anauco y Maripérez atravesadas por la Quebrada Honda, limitadas al norte por la prolongación de la avenida Este 2 (antiguo “Camino a Petare”, “Camino de Oriente”, “Carretera Oriental” o “Camino de Sabana Grande”, hoy en día Bulevar Santa Rosa o Amador Bendayán) y al sur por el río Guaire, estuvieron desde antaño sembradas de enormes caobos, árbol cuyo nombre las empezó a dotar de una identidad que con el tiempo se ha impuesto como su denominación más común.

Así, en los terrenos ya señalados, Gómez, radicado en Maracay desde donde despachaba como presidente, al inaugurar el parque tomó una de las pocas decisiones que lograron beneficiar abiertamente a la colectividad caraqueña que, como se sabe, le era en cierta medida hostil y a la que poco atendía a la hora de construir las obras públicas que necesitaba.

3. Detalle del Plano de Caracas de 1929 de Ricardo Razetti donde se puede ver el trazado de las vías internas que tenía el Parque Sucre o Los Caobos
4. Postal que muestra la avenida Mosquera o Los Caobos (c.1936).

Durante muchos años el lugar estuvo atravesado por una vía (prolongación primero de la avenida Este 4 y luego de la avenida México) que lo dividía en dos y que comunicaba de forma directa el centro de la ciudad con población de Sabana Grande, cuya “calle real” luego se prolongaba para conectar las haciendas ubicadas al este del valle llegando hasta Petare. Dicha arteria pavimentada en 1933, sería denominada en 1937, bajo la presidencia de Eleazar López Contreras, como avenida Mosquera pero se conoció más popularmente (al igual que el parque) con el nombre de avenida Los Caobos.

Más adelante, siendo presidente Isaías Medina Angarita, en 1943, el espacio público sería donado por la nación a la Municipalidad del Distrito Federal, momento en que abarcaba alrededor de 22 hectáreas ubicadas en su mayoría al este (14) en la Parroquia El Recreo y el resto al oeste (8) en la Parroquia La Candelaria. Actualmente ocupa 17,62, donde están sembrados más de cuatro mil árboles.

5. Diversas imágenes del Parque Los Caobos de los años 1930, 1940 y 1950.
6. Detalle del Plano de Caracas Monumental de Ramón Sosa de 1936 mostrando el trazado interno del Parque Sucre o Los Caobos.

El parque, más allá de su exuberante vegetación, que sepamos, no fue objeto de un proyecto que contemplara el desplazamiento de la gente que se movía a pie en su interior. Sin embargo, apelando a los planos de Caracas de Ricardo Razetti (1929) y de Ramón Sosa (1936) puede notarse la presencia de una serie de ejes en diagonal que, partiendo de la Plaza Mohedano (luego Plaza Morelos) al norte y la rotonda del Puente Mohedano al sur, configuraban junto a la prolongación en su interior de las avenidas Este 6 y Este 8 una red que en sus inicios permitió la incorporación del vehículo el cual posteriormente sería desviado a su periferia. Hannia Gómez en el texto “Primera fila” publicado en su blog Desde la memoria urbana el 21 de marzo de 2019 (http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/primera-fila.html), apuntará al respecto: “… el año de 1911, dibujándose sobre el sombreado territorio con aires de utopía, campea un reticular urbanismo surcado de diagonales. La diagonal originaria es la que traza más al oeste el río Arauco (sic.) en el plano; las demás replican su ángulo o son sus desdoblamientos. El corazón de este diseño es una circular ‘Plaza Mohedano’ (hoy Plaza Morelos). A la nueva plaza la atraviesa una calle que viene desde el Centro Histórico a la altura de la vieja Plaza de la Ley, que irá a convertirse en el eje de lo que ahora se llama por vez primera “Los Caobos”. Es así como nace una de las perspectivas más memorables y amadas de Caracas…”.

Dicha red serviría para marcar luego las rutas peatonales mientras se mantenía el tránsito automotor en el interior del parque por el eje de la avenida central.

Es interesante por demás notar la consideración de “respeto” que tuvo para con el parque recién creado la propuesta contenida en el Plan Rotival de 1939 al cual, no obstante, rodeó de vías que lo aislaban en cuanto a su accesibilidad peatonal. De 1939, también, es el informe-diagnóstico de carácter científico elaborado por el ambientalista Henry Pittier en relación a la mortandad de los caobos y de otros árboles del parque, a partir del cual se realizan los primeros trabajos de mantenimiento y se aplicaron los correctivos ambientales, hídricos, embaulamiento de cloacas, limitación de circulación de vehículos, eliminación de concretos y distanciamiento de dos a cinco metros entre árboles.

7. Vista del Parque Los Caobos desde la Plaza Morelos con los museos de Bellas Artes y Ciencias Naturales dispuestos flanqueando el acceso y marcando el inicio de la avenida Mosquera o Los Caobos (años 50 del siglo XX).

Igualmente, conviene señalar que por aquellas fechas se empezó a dar gran importancia urbana a la entrada al parque desde el oeste. Prueba de ello lo evidencia la construcción, por un lado, del Museo de Bellas Artes (1935-1938) y, por el otro, del Museo de Ciencias Naturales (1936-1939), ambos proyectados por Carlos Raúl Villanueva, conformando ambos frente a sí un espacio circular al cual respondían en cuanto a sus respectivos planteamientos compositivos. Este será el germen para que el sector con los años termine agrupando el más importante núcleo cultural de la capital. Para que ello ocurriese se sumaron la adquisición de la quinta Ramia (Rafael Bergamín, 1941) sobre la Plaza Morelos para ubicar allí desde 1958 la sede del Ateneo de Caracas (cuya nueva sede se construirá al lado del Museo de Ciencias en 1979 según proyecto de Gustavo Legóburu), la ampliación del Museo de Bellas Artes (Carlos Raúl Villanueva, 1973) y la apertura en 1983 del Complejo Cultural Teresa Carreño (proyectado por Tomás Lugo y Dietrich Kunckel, ganadores junto a Jesús Sandoval del concurso convocado en 1971). Para más datos, en 1959 se había organizado un concurso de anteproyectos por invitación, para el diseño del edificio de la Biblioteca Nacional (ganado por Julián Ferris, Carlos Dupuy y Jaime Hoyos, no construido), el cual se ubicaría en terrenos del Parque Los Caobos, que serían los que luego ocupará el Teresa Carreño. Tanto para los museos como para el centro cultural, la relación con el parque se convertirá en una premisa de primer orden dentro de cada planteamiento.

8. Planta del proyecto de José Miguel Galia para la adecuación y refacción del Parque Los Caobos.

Será en 1959, ya en democracia, cuando se le encargue a José Miguel Galia tanto el Plan de Parques y Jardines Metropolitanos de Caracas como el proyecto de adecuación y refacción del Parque Los Caobos a instancias de Tomás Sanabria, a la sazón Presidente de la Junta Ejecutiva del ente contratante, lo cual permitirá a Galia plantear un proyecto integral para el espacio público y dentro de él la eliminación definitiva del paso vehicular por su interior.

Sobre el proyecto de Galia para remodelar el parque (quien contó para su realización con la colaboración de Susana Kovacs), cuya construcción se concluyó en 1969, habría que decir que, además de constituirse en una de sus más significativas realizaciones, forma parte de su preocupación por el paisajismo y el rol que el parque tiene dentro de la vida urbana, asuntos que el maestro uruguayo manifestó desde su etapa formativa y sus primeros años de ejercicio profesional. Al respecto, Alberto Sato señalará en el libro José Miguel Galia. Arquitecto (2002) cómo, inserto dentro de la red metropolitana de parques que sembraba de áreas verdes y de esparcimiento a toda la ciudad, el impacto de la obra de Los Caobos “no sólo atiende a su condición de espacio público de esparcimiento, sino que tiene la importancia urbana de cerrar el eje este de la avenida Bolívar, pero a la vez (introduce) en el epicentro del crecimiento contemporáneo de Caracas un parque pacífico, neutralizador del nervio expansivo de las construcciones. (…) A diferencia del Parque del Este, el trazado recto de sus circulaciones no sólo estaba determinada por la preexistencia de los ejes arbolados de grandes caobos, sino que respondía a un enfoque diametralmente opuesto a los criterios paisajísticos expresados por Burle Marx, cuya abundancia y riqueza vegetal colocaba a la naturaleza más que como interlocutor, como protagonista. Pero ello no significaba la eliminación de la vegetación, sino más bien su equilibrio con los ámbitos de circulación y recreación”.

9. Proyecto de José Miguel Galia para la adecuación y refacción del Parque Los Caobos. Izquierda: Vista del tratamiento del sector norte. Derecha: Cortes y fachadas de los edificios de servicios.

Y añadirá Sato: “En términos de la arquitectura de los edificios de servicios y las fuentes que equipan el conjunto, son volúmenes y figuras de concreto obra limpia que se ajustan a una geometría de ángulos agudos y abiertos, figuras romboidales manifestadas también en los salientes de ventanas que parecen seguir el curso de las vías peatonales, como parte de una totalidad urbana que es el parque, con la disposición de los servicios bajo el nivel del plano de las jardinerías cuyo propósito ha sido mantener el perfil vegetal de modo dominante. De esta manera, las direcciones de los trazados principales determinaron el diseño de todo el equipamiento”, e influyeron de manera importante en las decisiones geométricas que acompañaron el diseño del Complejo Cultural Teresa Carreño, agregaríamos nosotros.
Henrique Vera Hernández, Blanca Rivero y María Isabel Peña en la nota sobre el parque contenida en Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) complementarán con respecto al proyecto elaborado por Galia para Los Caobos: “En el diseño se conservaron las directrices viales e hidráulicas que se habían esbozado en 1910. En el cruce de caminos de su entrada se plantean diagonales hacia el río Guaire y hacia la calle real, con árboles alineados, generando una estructura de espacios en tres direcciones, desde la plaza circular de los museos hasta los espacios verdes de plaza Venezuela”.

10. José Miguel Galia. Izquierda y derecha arriba: Rediseño de la plaza Venezuela. Derecha abajo: Perspectiva del anteproyecto para la plaza de los Museos.

A Galia le correspondió también realizar el rediseño de la Plaza Venezuela (inaugurado en 1972), lo que le llevó a plantear entre el Paseo Colón y el río Guaire un espacio de recreación de 12.000 m2 con una nueva fuente (proyectada en colaboración con el ingeniero Santos Michelena), a sincerar su condición vehicular al proponer para aliviar el trayecto este-oeste la construcción de una trinchera y a trasladar al interior del Parque Los Caobos la fuente “Venezuela”, del escultor Ernesto Maragall en 1967, la cual se colocaría en el sector suroeste.

En 1977, momento en que ya era un clamor, Galia elaborará un anteproyecto para la plaza de los museos en la entrada oeste del parque el cual se asumió sólo parcialmente.

11. Fuente «Venezuela» de Ernesto Maragall.
12. Algunas de las obras de arte incorporadas al Parque Los Caobos.

A partir del traslado de la fuente de Maragall fueron apareciendo en el parque como parte de su ambientación diferentes obras escultóricas, como la pieza en mármol blanco que representa a Teresa de la Parra (de Carmen Cecilia Caballero de Blanch), la cual recibe al visitante en el ingreso desde la Plaza de los Museos y el Efebo de Maratón, obra donada por el Gobierno griego durante los años ochenta como símbolo de amistad y unión entre ambos pueblos. Luego, en 1998, dentro del proyecto denominado “Museo Ambiental Parque Los Caobos”, inaugurado en el sector norte, zona que colinda con el Colegio de Ingenieros (otro de sus importantes vecinos), se contempló la inclusión de propuestas escultóricas de una serie de artistas contemporáneos, entre los cuales destacan las obras de Marcos Salazar (Trompetilla para sordos), Gaudi, Esté (La centaura Justina o Caballo con ruedas), Julio Pacheco Rivas (Vuelo cruzado), James Mathisson (La otra mejilla o Pensador), Luis Alberto Hernández (Axis mundi), Felipe Herrera (Ícaro o Ángel caído), Sydia Reyes (El doblez), José Campos Biscardi (Encuentro apasionado). De 1996 serán las rejas y portones de valor plástico, diseñados por el arquitecto Miguel Acosta planteados como un sistema que brinda mayor seguridad a los usuarios y además limita y focaliza los accesos.

13. Arriba: Toma aérea donde se puede apreciar en el centro la importante masa vegetal conformada por el Parque Los Caobos y el Jardín Botánico separados por la autopista Francisco Fajardo. Abajo: Dos tomas del parque Los Caobos en la actualidad.

Junto al Jardín Botánico, el Parque Los Caobos conforma un importante pulmón vegetal ubicado en el centro geográfico del valle y nuevo centro neurálgico de la ciudad. Rompiendo la continuidad y voracidad de las construcciones caraqueñas, entre ambos suman una superficie de más de 60 hectáreas sólo atravesadas por el Paseo Colón, la autopista Francisco Fajardo y el río Guaire generando dentro del tránsito una notable pausa ajena al bullicio e intercalada entre los distribuidores viales que lo caracterizan.

El Parque Los Caobos sería objeto entre 2005 y 2008 de trabajos de restauración y revitalización a través de un proyecto que involucró a la Alcaldía del Distrito Metropolitano de Caracas vía la Corporación de Servicios Metropolitanos y el Instituto Metropolitano del Patrimonio Cultural de Caracas, mediante el cual se “procedió a realizar el control fitosanitario de todas las especies, restauró la Fuente Venezuela, el conjunto de esculturas, los espejos de agua, pavimentos de concreto; resembró especies, renovó el sistema de iluminación (interno y perimetral), rescató los módulos y áreas de servicios, incluyó nuevos parques infantiles y de adultos, igualmente se procedió a replantar las nuevas caminerías del museo ambiental”, de acuerdo a lo publicado en el blog de ASUDECAOBOS (http://asudecaobos.blogspot.com/2014/).

ACA

Procedencia de las imágenes

Encabezado. Colección Crono Arquitectura Venezuela

  1. http://caracas-antesahora.blogspot.com/2008/03/evolucin-histrica-de-caracas.html

2. http://guiaccs.com/planos/la-busqueda-de-el-paraiso/

3. https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/

4. http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/10/el-parque-los-caobos.html

5. http://hanniagomez.blogspot.com/2019/03/primera-fila.html, http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/10/el-parque-los-caobos.html y Colección Crono Arquitectura Venezuela

6. http://guiaccs.com/planos/de-pueblo-ciudad-caracas-monumental/

7. https://www.pinterest.com/pin/486107353527235250/

8 y 9. Alberto Sato. José Miguel Galia. Arquitecto (2002)

10. http://guiaccs.com/obras/plaza-venezuela-y-urbanizacion-los-caobos/, Colección Crono Arquitectura Venezuela y Alberto Sato. José Miguel Galia. Arquitecto (2002)

11. http://guiaccs.com/obras/parque-los-caobos/

12. https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Esculturas_Parque_Los_Caobos_-Caracas-_Venezuela_1.jpg, https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Esculturas_Parque_Los_Caobos_-Caracas-_Venezuela_2.jpg y https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Esculturas_Parque_Los_Caobos_-Caracas-_Venezuela_3.jpg

13. Google Earth y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

¿SABÍA USTED…

… que el 18 de diciembre de 1946 se inauguró el Cine Lido?

1. El cine Lido y su entorno en 1952.

La desaparición paulatina y dramática dentro del paisaje urbano caraqueño de los denominados “cines de calle”, término que diferencia un grupo de locales destinados a la proyección de películas de los que se ubican en centros comerciales, ha sido un tema ampliamente abordado por dos autores, Guillermo Barrios y Nicolás Sidorkovs, quienes a través de sendas publicaciones aparecidas con apenas dos años de diferencia, colocaron el asunto y su sensibilización en manos de una colectividad que presenció como fueron paulatinamente desapareciendo edificaciones que formaban parte de su memoria sin que mediara posibilidad de solución al respecto. La primera, escrita por Barrios en 1992, se tituló Inventario del Olvido. La sala de cine y la transformación metropolitana de Caracas, y fue editada por la Fundación Cinemateca Nacional en conjunto con CANTV y FUNDARTE; la segunda, de Sidorkovs, se denominó Los Cines de Caracas en el Tiempo de los Cines de 1994, diagramada e ilustrada por su autor e impresa por Ernesto Armitano.

2. Dos libros de referencia sobre el tema de los cines caraqueños: Inventario del Olvido. La sala de cine y la transformación metropolitana de Caracas de Guillermo Barrios (1992) y Los Cines de Caracas en el Tiempo de los Cines de Nicolás Sidorkovs (1994).
3. Cinema Paradiso (1988) película de culto y referencia ineludible a la hora de explicar la paulatina desaparición del cine de calle.

Barrios, mediante su investigación, detectó por aquel entonces que, de las más de ciento cincuenta salas creadas a lo largo de cincuenta años, apenas unas cuarenta permanecían activas señalando cómo, además de las que ya habían sido demolidas, la gran mayoría se encontraban abandonadas, en ruinas o con sus antiguos edificios sometidos a los más imprevistos usos, siendo muy pocas objeto de una reutilización creativa, de acuerdo con su propia naturaleza de centros de diversión.

Para Barrios, inspirado en buena medida por el impacto que produjo la célebre película Cinema Paradiso de Giuseppe Tornatore (1988), el surgimiento y declive de unas instalaciones que marcaron la historia social de la ciudad y de su gente, podía ser dividido en tres etapas denominadas de acuerdo a la costumbre que implantaron los cines de organizar el horario de proyección de las películas que administraban: “Matinée” (1900-1939), “Vespertina” (1940-1957) “Intermediaria” (1958- 1991).

“Vespertina”, considerada por Barrios como la segunda etapa de la vida del sistema de salas de cine de Caracas, coincidirá con el proceso de modernización de la ciudad que, como se sabe, estuvo acompañado de una violenta expansión urbana surgidas ambas en medio del ambiente de prosperidad petrolera que Venezuela vivió en la posguerra, donde la acción del Estado se centró en la construcción de viviendas masivas, centros institucionales, instalaciones recreativas y monumentales, así como las redes de infraestructura urbana, que le darán a la capital una nueva cara.

4. Fachada del cine Lido. Gustavo Guinand Van der Walle. 1946.

En medio de dicho proceso, que se acompañará de un desarrollo vertiginoso en la construcción de lugares para la proyección de películas en la ciudad, se registra la aparición en 1946 del cine Lido.

El Lido, proyectado por el arquitecto Gustavo Guinand Van der Walle, sería el primero que se ubicaría en la vía conocida entonces como Carretera del Este (muy próximo a la urbanización Campo Alegre en la la acera sur cruce con la calle El Parque de El Rosal), la cual, inaugurada el 12 de marzo de 1947 y devenida posteriormente en avenida Francisco de Miranda (1954), consolidaría el antiguo camino que, desde Sabana Grande hasta Los Dos Caminos, unía el rosario de haciendas que se instalaron hacia el oriente de Caracas y que poco a poco se transformaron en urbanizaciones. Sería, además, el primer cine de lujo del este de la capital y también el primero que, dada su ubicación y características, contaría con un amplio estacionamiento de vehículos al aire libre.

5. Cine Lido (vista nocturna). Gustavo Guinand Van der Walle. 1946.
6. Foto del acceso y foyer del cine Lido donde puede apreciarse el mural pintado por Charles Ventrillón.

Inaugurado el 18 de diciembre de 1946, el Lido fue diseñado en un estilo Streamline Moderne con un aforo de 712 puestos en un solo nivel, sin balcón. La sala fue resuelta como una nave industrial de estructura metálica con una cubierta a dos aguas. Su fachada acristalada orientada hacia el nor-oeste, con luces de neón que identificaban el local a ambos lados del acceso, permitía ver a través del amplio y alto vestíbulo el hermoso mural de 70 m2 de figuras femeninas danzantes, pintado por el artista de origen francés llegado a nuestro país después de la Segunda Guerra Mundial, Charles Ventrillón Horber (1889-1977), retratista, paisajista, dibujante, fotógrafo, naturalista y docente de la Facultad de Arquitectura y de la Escuela de Biología de la Universidad Central de Venezuela en donde desempeñara su labor de enseñanza del dibujo.

7. Vistas del acceso y del interior del cine Lido.
8. Otra vista de la fachada del cine Lido hacia lo que era la Carretera del Este luego convertida en avenida Francisco de Miranda

El foyer del Lido tenía hacia uno de sus extremos una fuente de soda y en el otro los sanitarios públicos. Al lado este de la infraestructura se levantaría muy temprano una construcción adosada de dos plantas y uso comercial que afectaría la clara composición simétrica que en fachada poseía la edificación.

9. Los edificios Galipán (izquierda, demolido el año 2000) y Easo (derecha) ubicados sobre el mismo eje vial donde se construyó el cine Lido, proyectados por Gustavo Guinand Van der Walle y terminados en fechas similares (1952).
10. En orden cronológico (de izquierda a derecha), cinco icónicas películas de Walt Disney producidas entre 1950 y 1959 y estrenadas
en Caracas en el cine Lido

Con la construcción del cine Lido Gustavo Guinand daría su primer paso en lo que serían otras dos importantes intervenciones sobre el mismo eje vial: el edificio Galipán (1950-1952, hoy demolido), cuya imponente presencia se levantaría en el borde sur a la altura de la urbanización El Rosal, y el elegante edificio Easo (1951-1952), situado en el cruce de la Carretera de Este con la Av. Principal de Las Mercedes.

Para varias generaciones de caraqueños el cine Lido siempre estuvo asociado a la proyección de películas producidas por Walt Disney, siendo junto al cine Ávila los lugares donde con carácter exclusivo se estrenaban en Caracas durante los años 1950 y 1960.

11. Cine Castellana. Gustavo Wallis Legórburu (1952, demolido en 1989).

Sería seis años más tarde de la apertura del Lido, en 1952, cuando se ejecutará sobre la acera norte de la Carretera del Este (ya a punto de convertirse en avenida Francisco de Miranda) el segundo cine sobre dicha vía: el Cine Castellana el más grande de los realizados en la década de los 50 y el primero del este en tener balcón, diseñado por Gustavo Wallis Legórburu, clausurado en 1980 y derribado en 1989.

12. El cine Lido en 1958 cuando se presentaba el film británico Proeza de una mujer (Carve Her Name with Pride) protagonizado por Virginia McKenna y Paul Scofield.

Luego de cerrar sus puertas en 1977, el cine Lido sería demolido en 1978 (mucho antes de que Barrios y Sidorkovs publicaran sus trabajos), para dar paso a construcción del Centro Lido, proyectado por Celina Bentata para Salomón Cohen, inaugurado en 1992. En tal sentido, si hoy actualizáramos el censo realizado a comienzos de los años 90 por Guillermo Barrios, se podrían contar con los dedos de una mano las salas de cine de calle que aún se encuentran funcionando para lo que fueron concebidas. La frase final del obituario de estas instalaciones está cada vez más próxima de ser escrita.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.pinterest.com/pin/396879785893263176/

2, 5, 9 y 11. Colección Crono Arquitectura Venezuela

3 y 10. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

4. https://www.pinterest.com/pin/437693657516769976/

6. https://twitter.com/Caracascuentame/status/1338510018791026688

7. https://www.facebook.com/daliajaen1/photos/cine-lido-caracas/1586583541355957/?paipv=0&eav=AfZ76bEuYxQFrYcuKPLWOGPIYS4BVmfASFX3DUs2epzEl4SG3ttAt_1UN2ZxcPngeDo&_rdr y https://www.facebook.com/caracasretro/photos/a.21084447210/433117652210/?type=3&p=30&paipv=0&eav=AfY1phf9mndQK2z9gePg0xj2BV6GOcQQaIyUCoK76Zx5sW0Fzv47xDNObdZIRjtJkVU&_rdr

8. https://www.facebook.com/caracasretro/photos/a.21084447210/433117652210/?type=3&p=30&paipv=0&eav=AfY1phf9mndQK2z9gePg0xj2BV6GOcQQaIyUCoK76Zx5sW0Fzv47xDNObdZIRjtJkVU&_rdr

12. https://www.facebook.com/341025193298717/posts/el-cine-lido-1946-obra-del-arquitecto-gustavo-guinand-exhib%C3%ADa-un-mural-del-dibuj/346324986102071/

¿SABÍA USTED…

… que en 1953 se concluye la construcción de la avenida Baralt en Caracas?

1. La imagen (tomada hacia el norte) recoge un momento de la construcción de la avenida Baralt, a la altura del puente Llaguno, cercano a 1952.

En el completo estudio realizado por Iván González Viso y Federico Vegas titulado “Historia de Caracas a través de sus planos” con el que se introduce la publicación Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), a la que recurrimos con gran frecuencia como referencia desde este boletín, aparece a continuación del primer dibujo de Santiago de León de Caracas de Juan de Pimentel (1578) el “Exato mapa de la ciudad de Caracas” de Juan Vicente Bolívar y Ponte de 1772. Entre ambos, que presumimos como los más cercanos temporalmente que los investigadores pudieron localizar, han transcurrido casi 200 años en los cuales ya la ciudad muestra claros síntomas de crecimiento y ha rebasado la cuadrícula fundacional mostrada por el plano de Pimentel. En otras palabras, ha superado la provisionalidad que acompañó la Conquista y se encuentra bien adentrada en su período Colonial. De la simple observación comparativa, acompañada de la lógica que debió seguir la prolongación literal del damero inicial en las cuatro direcciones, no es difícil deducir que el borde inmediato que envuelve el trazado de Pimentel haya sido el objeto de la primera expansión.

2. “Exato mapa de la ciudad de Caracas” de Juan Vicente Bolívar y Ponte de 1772 donde se ha resaltado en azul el damero fundacional y en amarillo el eje de la que sería la avenida Norte-Sur 6, luego denominada avenida Baralt.

Pues bien, el plano de 1772, que hay que leer tomando en consideración que el norte se ubica a la derecha (en contra de la convención que suele colocarlo en la parte superior), ya denota una marcada expansión de la ciudad hacia el sur (buscando la ribera del Guaire, atractiva por sus tierras cultivables) y hacia el este (donde el valle ofrece terrenos más planos), a diferencia de las otras dos direcciones donde la presencia de dos importantes obstáculos naturales fungen de barrera: al oeste el cerro El Calvario y al norte el cerro El Ávila. Es hacia el poniente, y ya para entonces con un largo recorrido que conectaba las parroquias San Pablo y La Pastora, donde se puede detectar la calle que dará origen a la que luego será denominada como Norte-Sur 6 y que en nuestros días conocemos como avenida Baralt.

3. Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas de 1875, donde se puede apreciar que aún no se había construido puente alguno para cruzar el río Guaire.
4. Plano esquemático de la Ciudad de Caracas de 1933, momento en el que los primeros puentes sobre el Guaire ya se habían realizado, faltando aún el correspondiente a la prolongación de la avenida Norte-Sur 6.

Sin embargo, a pesar de su antigüedad y condición si se quiere “periférica”, la vía que hoy nos ocupa no terminó aproximándose lo suficiente al Guaire (remataba en el “Cementerio Alemán”, esquina Limera de Escalona hoy Quinta Crespo) como sí lo hicieron otras, lo cual, junto a aspectos de índole estratégica, determinó la toma de decisiones con relación a construir los primeros puentes, todos metálicos, que permitieron a los carruajes atravesar el río desde el último cuarto del siglo XIX. En tal sentido, aparece en primer lugar el llamado “Puente de la Regeneración” como prolongación de la calle Sur 5 (parroquia Santa Rosalía), más conocido como Puente de Hierro (de 1875, ejecutado por el Ingeniero Luciano Urdaneta con una estructura de hierro importada de Europa y reconstruido al menos un par de veces hasta el que conocemos en la actualidad); luego el “Puente Constitución” (de 1882, prolongación de la calle Sur 7 (parroquia Santa Rosalía), denominado Puente Sucre tras ser reconstruido), que permitirá la continuidad del acceso de Caracas por el sur una vez atravesado El Portachuelo; más tarde se realizará el Puente El Paraíso, prolongación de la calle Sur 12 (parroquia San Juan), que daría acceso a la nueva urbanización, construido aproximadamente el año 1890; le seguirían el Puente Dolores que conectaría la prolongación de la calle Sur 4 (parroquia Santa Teresa) con la avenida El Paraíso en 1898 (demolido en 1935), y el Puente Restaurador que uniría la calle Sur 0 o simplemente Sur (parroquia Santa Teresa) también con la avenida El Paraíso en 1905, luego de que Cipriano Castro fijó su residencia en Villa Zoila en 1904; y, finalmente, se ejecutará el Puente Ayacucho, prolongación de la calle Sur 14 (parroquia San Juan) que a partir de 1924 ofrecería un nuevo acceso también a El Paraíso.

5. “Plano de la circulación futura por las nuevas avenidas y calles”. Plan Monumental de Caracas o Plan Rotival (1939).
6. Robert Moses. Plan arterial para Caracas (1948).
7. Plan Municipal de vialidad de Caracas (1951). Clasificación de vías según su jerarquía editado en 1953

En este contexto, el salto de la avenida Norte-Sur 6 por sobre el Guaire se da solo cuando, luego de ser considerada dentro del Plan Rotival (1939) como el eje de mayor importancia en la conectividad entre El Paraíso y la perimetral prevista a las faldas del Ávila (futura Cota Mil); de que en 1940 el Concejo Municipal del Distrito Federal aprobara el Plan Director de Calles y Avenidas; y de que Robert Moses reafirmara su rol jerárquico llamándola en su Arterial Plan for Caracas (1948) “Vía Expresa Capitolio” (previendo un distribuidor que la conectaría a la Autopista de Este y llegando solo hasta el cruce con la avenida Este-Oeste 1 -luego Urdaneta-), fuera incorporada como de alta prioridad dentro del Plan Municipal de Vialidad de 1951, lo cual determinará su realización, la construcción del puente que la conectará a El Paraíso y su total transformación.

8. Imagen (c.1952) de la construcción de la avenida Baralt tomada de norte a sur donde, además del implacable proceso de demolición, se puede ver al fondo el bloque de la Unidad Residencial El Paraíso (1952-1954), proyectado para el Banco Obrero por Carlos Raúl Villanueva con la colaboración de Carlos Celis Cepero.

Así, sobre el antiguo trazado se proyecta una amplia avenida cuyo ancho será de seis canales, visualizada según los dictámenes de Moses, que obligará a la ejecución de numerosas expropiaciones, más de un centenar de demoliciones, la pérdida de buena parte de su memoria construida y un cambio radical tanto en su perfil urbano como en los usos contemplados. La intervención iniciada en 1951 abarcaría un trecho de aproximadamente dos kilómetros entre las esquinas de Quinta Crespo al sur y Dos Pilitas al norte. Al concluirse en 1953 poco después de que ocurriera lo mismo con la avenida Urdaneta, entre ambas se encargarían no sólo de traumatizar el centro de la ciudad sino también de hacer desaparecer prácticamente la esquina de Llaguno que, convertida en un puente, dejaría pasar a la Baralt por debajo, siendo el único desnivel que presenta en todo su recorrido. Sin embargo, la importancia y calidad ambiental de cada avenida se mostrarán muy distantes desde su misma apertura: pujante y cosmopolita en el caso de la Urdaneta, populosa, poco atractiva y degradante en el caso de la Baralt.

9. Distribuidor Av. Baralt-Autopista Francisco Fajardo (1968).
10. Distribuidor Av. Baralt-Avenida Boyacá (1973).

Posteriormente, la avenida recibirá un nuevo impacto cuando se construya al sur, en 1968, el Distribuido Baralt (dando cumplimiento a otra anticipación hecha por Moses), y se prolongue en 1973 su trazado desde la esquina Dos Pilitas hasta la Cota Mil a la que se unirá a través de otro distribuidor (en este caso el Boyacá) marcándose así (provisionalmente) el punto final de esta última y su correspondiente incorporación al centro de la ciudad.

El cambio de denominación de la avenida no se dará sino hasta 1961 cuando el gobierno de Rómulo Betancourt decide nombrarla en honor a Rafael María Baralt (1810-1860) insigne escritor e historiador zuliano, autor del primer diccionario de galicismos del español, y primer hispanoamericano en ocupar un sillón de Número en la Real Academia Española, cuyos restos reposan en el Panteón Nacional.

11. Edificaciones de interés que existen a lo largo de la avenida Baralt. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Mercado de Quinta Crespo, Edificio de La Nacional, Cuerpos bajos del Centro Simón Bolívar, Sede de la DIEX, Callejón Sanabría y edificio del Tribunal Supremo de Justicia.

En su trayecto, de sur a norte, la vía muestra como edificaciones, eventos y espacios de interés los siguientes: Mercado Municipal de Quinta Crespo (acera oeste esquina Quinta Crespo, inaugurado en 1951 según proyecto de la Oficina Técnica C. Blaschitz); Edificio IMEX (hoy Galería Quinta Crespo -Mercado de los Corotos-, esquina Quinta Crespo sureste proyectado para Gustavo Zinng por la Oficina Técnica C. Blaschitz en 1952); Instituto Nacional de Nutrición (institución creada en 1949, esquina El Carmen suroeste); Hotel Líder (de El Carmen a Bucare, acera este); Edificio 1501 (de Bucare a Maderero, acera oeste); Plaza Miranda y fachada este del Bloque 7 de El Silencio (proyecto de Carlos Raúl Villanueva construido entre 1941 y 1945, de Miranda a San Pablo, acera oeste); Edificio de la DIEX (proyecto de Oscar Carpio y Guillermo Suárez de 1952, esquina San Pablo, sureste); fachadas este de los bloque 2 y 3 de El Silencio (proyecto de Carlos Raúl Villanueva construidos entre 1941 y 1945, de San Pablo a Gorda, acera oeste); fachadas oeste de los dos cuerpos bajos del CSB y Plaza Caracas (proyecto de Cipriano Domínguez construidos en 1954, de San Pablo a Gorda, acera este); Edificio La Nacional (esquina de Pedrera, noroeste); Puente Llaguno (cruce con la avenida Urdaneta); Puente El Guanábano (envuelto siempre en medio de una aureola de tragedia); acceso al Callejón Sanabria (proyecto de Ramiro Nava construido en 1937, esquina 9 de febrero, acera oeste); Tribunal Supremo de Justicia (proyecto de Julián Ferris inaugurado en 1982, esquina Dos Pilitas, acera este); Abadía e iglesia San José del Ávila (esquina noreste del cruce con avenida San José del Ávila); y la Urbanización Hijos de Dios (construida sobre lo que fue el antiguo cementerio del mismo nombre, final de la avenida, sector San José del Ávila, acera oeste).

12. Sector norte de la avenida Baralt con la Abadia e Iglesia de San José del Ávila en primer plano y el Tribunal Supremo de Justicia en segundo plano.
13. Dos tomas amplias de la avenida Baralt (c.2005). De sur a norte (izquierda) y de norte a sur (derecha)

La avenida Baralt, una de las primeras que regresó de la nomenclatura signada por los puntos cardinales dominante en el centro de la ciudad, a la vieja costumbre de llevar un nombre propio, nunca superó las consecuencias de la violencia con que irrumpió en el corazón de la capital, violencia que reaparecería en muchas zonas de su recorrido transmutada en la sordidez con que la noche hace acto de presencia. Sin embargo, el norte, el centro y el sur de la arteria luchan junto a sus habitantes por escapar de una condición que, también, se ha apoderado de buena parte del país.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 10. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2. http://guiaccs.com/planos/la-recaudacion-fiscal/

3 y 4. Irma de Sola Ricardo. Contribución al Estudio de los planos de Caracas, 1967

6. Revista Municipal del Distrito Federal. Noviembre de 1939. Año 1. Número 1. Caracas-Venezuela.

6. Our Architects en Caracas. Arquitectura Norteamericana en Caracas. 1925-1975, 2017.

7. Juan José Martín Frechilla, Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna, 2004.

8. https://www.facebook.com/photo/?fbid=10150238539232211&set=a.433176767210

9. Informes de la Construcción, Vol. 25, nº 246, diciembre de 1972.

11. Colección Crono Arquitectura Venezuela y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

12 y 13. Caracas cenital, Fundación para la Cultura Urbana, 2005