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¿SABÍA USTED…

… que el 15 de abril de 1955 se llevó a cabo la primera función en el Teatro del Este?

1. Teatro del Este. Vista del acceso desde el noreste con la Torre Polar al fondo (c.1955).

El conjunto Torre Polar-Teatro del Este le fue encargado en 1952 por la empresa que le da nombre (recordemos que Cervecería Polar se funda en 1941), encabezada por Lorenzo Mendoza Fleury, a la ya para entonces reconocida firma de arquitectos Vegas & Galia, con la finalidad de proveerla de una imagen corporativa impactante y acorde con el espíritu modernizador que vivía la capital de Venezuela así como de dotarla, dada la inclinación de Mendoza hacia el espectáculo de categoría, de un teatro que sirviera de escenario para montar y presentar varias obras y revistas así como a la exhibición de cintas cinematográficas.

2. Panorámica de la Plaza Venezuela y sus alrededores donde destaca la silueta del conjunto Torre Polar-Teatro del Este (c.1955).
3. Vegas & Galia. Vista desde el este (en fechas cercanas a 1960) del conjunto Torre Polar-Teatro del Este, Plaza Venezuela, Caracas (1953-1955).

Como señal de ello, Alberto Sato inicia su aproximación crítica a la edificación (incluida dentro de la categoría “Los palacios del trabajo”) en el libro de su autoría titulado José Miguel Galia. Arquitecto (2002), de la siguiente manera: “Cualquier relato de la arquitectura venezolana contemporánea menciona inevitablemente al conjunto Polar, que se ha constituido en un paradigma de modernidad y también de emulación metropolitana. Gozaba del privilegio de ser tan contemporáneo como el Seagram de Mies van der Rohe y la ciudad de Caracas, por lo tanto, era tan moderna como Nueva York”.

Aunque el mayor peso de los comentarios que Sato lleva adelante en la publicación están dirigidos al cambio sufrido sobre la marcha (y prácticamente por casualidad) en la envolvente de la torre (que pasó de tener sus fachadas este y oeste cerradas revestidas de ladrillo de arcilla y las norte y sur con protecciones solares, a estar recubierta en su totalidad con curtain wall), al impacto que ello produjo en el contexto donde se ubicó y a las polémicas que suscitó tanto positiva como negativamente en el mundo de la crítica arquitectónica del momento (desde Henry-Rusell Hitchcock hasta Juan Pedro Posani pasando por Francisco Bullrich), no deja de recordarnos algunas de las interpretaciones que enfatizan el contraste evidente en el tratamiento exterior de los dos volúmenes que forman el conjunto. Tal contraste, que aquivocadamente llegó a atribuírsele a las diferencias de formación y búsquedas entre Martín Vegas (graduado en M.I.T., Boston, a quien se atribuía el diseño de la torre) y José Miguel Galia (egresado de la Universidad de la República, Uruguay, quien se habría encargado del teatro), también se usó como excusa para establecer juicios sobre la presencia o no de la identidad nacional dentro de un edificio señero, pasando por alto que el proyecto con el que se inició la construcción de la obra mostraba total coherencia en el sistema estructural y uso de los materiales que se emplearían en ambas piezas, siguiendo las pautas seguidas para caracterizar el edificio El Municipal (1951).

4. Fachada del Teatro del Este.
5. Dos vistas de foyer original del Teatro del Este.

De tal manera, habría que decir que el Teatro del Este (definido como “cine” en el programa inicial), se sumó a la condición volumétrica plasmada a través del cuerpo bajo de la torre de oficinas, buscándose con ambos acentuar el contraste horizontalidad-verticalidad que ya era característico de diversos conjuntos modernos y que tuvo en el Lever House (Nueva York) de Skidmore, Owings and Merril un ejemplo paradigmático. Asimismo, el cuerpo bajo de la torre y el teatro se conectaban a través de un puente que fungía de articulador desde donde se podía acceder, siendo este un complemento de la amplia escalera central ubicada en su frente hacia la avenida Lima, la cual se constituye en su entrada principal.

Diseñado con base en una estructura aporticada de concreto armado postensada con vigas exteriores a la vista (la primera construida en el país), calculada por el ingeniero italiano Riccardo Morandi (diseñador del Puente Rafael Urdaneta sobre el Lago de Maracaibo y del Viaducto Puente República), sería luego realizada por sus colegas locales Otaola y Benedetti a través de la empresa Precomprimido C.A. El teatro disponía de una capacidad para 1242 asientos -todas butacas de lujo- (769 en la platea y 473 en el balcón), “que lo convertía en una de las salas de espectáculos más grandes y modernas de la ciudad, sólo comparable con el cine La Castellana de 1952”, afirmará Sato. La superficie exterior del volumen estaría revestida cuidadosamente con ladrillos de arcilla lográndose con ello una textura que le otorga la calidez propia del material.

6. Izquierda: Acceso al Teatro del Este (c.1955). Derecha: Conjunto Torre Polar-
Teatro del Este. Planta mezzanina.
7. Interior de la sala original del Teatro del Este.

El teatro se inauguró el 19 de abril de 1955, con la presencia del dictador Marcos Pérez Jiménez, como teatro en vivo con Pilar López y su Compañía de Danza Ballet Español. Proyectó su primera película el 11 de octubre de 1955: “The Seven Year Itch” con Marilyn Monroe. A partir del 13 de septiembre de 1956 se convirtió en «Cinerama» y continuó proyectando películas de ese formato de 3 proyectores actuando simultáneamente hasta el 2 de octubre de 1960.

“La tradición artística que obligaba todo lugar público en la tradición moderna venezolana, se resolvió en el frontón de la fachada del teatro con el mural bajorrelieve de Carlos González Bogen y policromías de Alejandro Otero; otra escultura de Bogen (hoy desaparecida), emplazada en el pequeño jardín de acceso, conformaban un fragmento de integración plástica que por esos años había enriquecido y también caracterizado a los espacios arquitectónicos internos y externos”, afirmará Sato.

Con el tiempo, dentro del conjunto, también fue habilitada, echando mano de la posibilidad existente de contar con acceso independiente, una pequeña sala ubicada en el cuerpo bajo de la Torre Polar para abrirla al público ofreciendo cine de arte y ensayo que se conoció como el “Pequeño Teatro del Este”.

8. Imágenes del proyecto de remodelación interna del Teatro del Este (1985-1987).
Juan Carlos Parilli con la colaboración de Francisco Arocha y Tabaire Pérez.

Como se reseña en Crono Arquitectura Venezuela, tras treinta años de funcionamiento, “en 1985 se cierra el Teatro del Este habiendo sido una de las grandes salas de proyección de cine caídas en desuso y se acomete su remodelación por parte de los arquitectos Juan Carlos Parilli, Francisco Arocha y Tibaire Pérez, con estructura de los ingenieros Fuentes y Gallango. El proyecto de 3.900 m2 de construcción dividió la sala de espectadores en dos espacios de igual dimensión, creó una recepción, un bar-restaurante, locales comerciales, un centro de comida rápida y un bar con escenario, espacio para mesas y pista de baile. La nueva estructura, metálica, construida en el interior del teatro no tocó las paredes de ladrillo en obra limpia del edificio original”.

9. Vista exterior actual de lo que fue el Teatro del Este hoy ocupado por una
congregación religiosa.

Desde 2007 la congregación Iglesia Santuario G3D fundada por el pastor Rogelio Suárez fija como sitio de reunión para sus seguidores el Teatro del Este en donde se reúnen 600 personas cada domingo. A partir de entonces se encuentra protegido de los intrusos por una sólida cerca de metal que hoy define su frente hacia la calle.

10. La Torre Polar en fechas cercanas a su inauguración.

Como dato curioso vinculado al momento en que el conjunto Torre Polar-Teatro del Este entró en funcionamiento, al ser encuestados Vegas & Galia por los editores de la revista A, hombre y expresión en el nº3 (enero 1957), respondieron a las provocadoras preguntas “¿Creen Uds. que se debe estimular la búsqueda de los caracteres nacionales de nuestra arquitectura?» y «¿Sobre cuáles bases habría que plantear esa búsqueda?”, de manera clara, para nada complaciente y a tono con un momento en el que el profesionalismo era la medida del comportamiento de los arquitectos del país, de la siguiente manera: “La interdependencia y difusión de la cultura del mundo actual restan toda significación a una búsqueda de caracteres ‘nacionales’ en la arquitectura. Es nuestro criterio que la arquitectura es producto de factores de orden social, económico, tecnológico y regionales. (…) Por tanto, la aparición de caracteres nacionales en una arquitectura, de producirse, sería una resultante histórica”. Una muy interesante reflexión.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. Colección Crono Arquitectura Venezuela

2. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

3. https://twitter.com/Caracascuentame/status/1251229964265021442

4 y 7. http://mariafsigillo.blogspot.com/2015/04/teatro-del-este.html

5. https://precomprimido.com/project/teatro-del-este/ y http://mariafsigillo.blogspot.com/2015/04/teatro-del-este.html

6. https://www.pinterest.at/pin/290834088417170440/ y http://guiaccs.com/obras/torre-polar-y-teatro-del-este/

8. Revista Punto, nº 68, abril 2000

9. http://cinematreasures.org/theaters/16430

10. http://guiaccs.com/obras/torre-polar-y-teatro-del-este/

¿SABÍA USTED…

… que el 21 de julio de julio de 1950 abrió sus puertas el Teatro Junín?

1. El Teatro Junín en la actualidad visto desde la plaza O’Leary.
2. Ubicación del Teatro Junín en el centro de Caracas.

Con la inauguración del Teatro Junín, ubicado en la esquina de Aserradero (Sur 9 con Oeste 6), Parroquia Catedral, Caracas, se da un decidido paso en la construcción de teatros de lujo en la capital venezolana y en la revitalización de una parte importante del centro de la ciudad iniciada con la Reurbanización de El Silencio (1942-1945).

3. John Eberson. Exterior e interior del Teatro Majestic, Houston, Texas, EE.UU. (1926), primer teatro con «estilo atmosférico» (demolido).

Reflejo de la pujante economía petrolera de los años cincuenta del siglo XX, el Junín fue proyectado por uno de los más reconocidos diseñadores de instalaciones teatrales a nivel internacional, el arquitecto John Adolf Emil Eberson (1875-1954), nacido en Czernowitz, Bukovina, Austria-Hungría (que hoy forma parte de Ucrania), educado entre Dresden y Viena (donde obtiene el título de ingeniero eléctricista en 1896), que emigra a los Estados Unidos en 1901. Creador en 1909 del llamado “estilo atmosférico” inspirado en los viajes que solía hacer Eberson a la Florida, caracterizado por la incorporación de “opulentos y exóticos paisajes, con ‘patios’ internos bordeados de villas y follaje tropical, cubiertos por techos pintados para parecer el cielo con nubes y estrellas”, en el Junín también participa como arquitecto su hijo Drew Calvin Eberson (1904-1989), formado en la Universidad de Pensilvania, con quien se asoció desde 1928 creando la firma John & Drew Eberson, radicada en Nueva York, a la que se le acredita el diseño de un centenar de teatros a lo largo de los Estados Unidos, tal y como apunta Hannia Gómez en Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975, catálogo de la exposición del mismo nombre abierta en la Sala TAC del Trasnocho Cultural, Paseo Las Mercedes, en 2017.

4. Teatro Junín. Planta alta, nivel balcón (arriba). Planta baja, nivel patio (abajo).
5. Teatro Junín. Corte longitudinal.

Lo complicado del lote en esquina y entre medianeras donde fue proyectado, permite constatar no solo la maestría con la que fue resuelto tanto el acceso (ubicado justamente en la esquina) como el programa previsto para albergar 1.218 espectadores en dos niveles (patio con pasillo central -714 butacas- y lujoso balcón -504 butacas-), sino también la impecable construcción llevada a cabo por la reconocida firma Velutini & Bergamín. Cabe acotar que en planta baja hacia la avenida Oeste 6, el teatro posee un acceso adicional, que atraviesa al edificio que da frente y borde dicha calle, el cual está integrado a los usos del teatro.

6. Teatro Junín. Lobby.
7. Teatro Junín. Plafón luminico del lobby.
8. Teatro Junín. Escaleras y detalles de la herrería.

El hecho de que el Junín fuera concebido también como un cine le permitió a Eberson alejarse un tanto de la saga de “teatros atmosféricos” que con gran profusión construyó. Sin embargo, ello no le impidió, tal y como señala Gómez, con el apoyo de la investigación realizada por Nicolajs Sidorkovs plasmada en el libro Los cines de Caracas en los tiempos de los cines (1994), incorporar “muchos de los elementos de su legendaria arquitectura: el emblemático lobby de doble altura, con la hollywoodense escalera en cascada; el juego de plafones iluminados tipo Ziegfeld Follies, único en la ciudad, y los pisos decorados con las siglas TJ en medio de la rosa de terrazzo”. Así, el Junín logró mantener en buena medida su condición de “templo de ilusión” con que fue asociada buena parte de la obra de Eberson, a través de un cuidadoso estudio de la iluminación de su fachada que, a modo de faro lumínico, impactó a la ciudadanía desde la misma noche cuando se estrenó con la proyección del clásico animado de Walt Disney “La Cenicienta”, el 21 de julio de 1950, sumándose a la transformación metropolitana de Caracas.

9. Teatro Junín. Sala.
10. Teatro Junín. La boca de la escena.

Por su parte, Iván González Viso en la nota escrita sobre el teatro aparecida en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), subraya la valoración que el edificio hace del espacio urbano de la Plaza O’Leary ocupando la única esquina que no forma parte del conjunto residencial de El Silencio de Carlos Raúl Villanueva. Ello lo hace a través “de un cuerpo vertical curvo de seis plantas, soportado por tres columnas que permiten el acceso al hall de doble altura. Bajo la marquesina, el acceso conduce a un vestíbulo circular. Una magnífica escalera lleva al foyer del balcón. El preciosismo de los detalles se muestra en las butacas tapizadas y en las barandas y pasamanos con soportes Art Deco, acordes con la espiral de luz que iluminaba el hall. La atmósfera interior es el resultado de receder la (cuadrada) boca del proscenio tras de una pieza curva, con dos cajas falsas en los extremos” que asemejan dos palcos. Cabe añadir que el cine, una de las últimas obras que John Eberson realizara en vida, “estaba equipado con un órgano (cuya marca y estilo no han llegado a nuestro conocimiento) que fue inaugurado por Steve Weltner”, de acuerdo a la información encontrada en https://www.trekearth.com/gallery/South_America/Venezuela/West/Distrito_Federal/Caracas/photo562577.htm.

11. Teatro Junín. Perspectiva nocturna del proyecto (izquierda). Iluminado de noche tras su restauración (derecha).
12. Tres momentos del Teatro Junín. En fechas cercanas a su inaguración (izquierda). En el momento de su mayor deterioro (centro). Luego de su restauración (derecha).
13. El Teatro Junín en 2015.

Luego de años en los que se evidenció un marcado nivel de deterioro en la edificación por la falta de mantenimiento, a lo que se sumó la degradación de la zona donde se encuentra, el Teatro Junín, siendo ya propiedad pública, fue sometido en 2012 a una restauración que no tuvo el rigor que una edificación, declarada como Patrimonio el año 2010, requería. De tal manera, “gran parte de las luminarias, colores, mobiliario, molduras y detalles desaparecieron”, reclamó con razón Hannia Gómez. La reinauguración que se produjo en 2015 dejó, sin embargo, el edificio en muy buenas condiciones.

El teatro, que sus propietarios pensaron denominar “Urdaneta” cuando encargaron el proyecto, se terminó llamando “Junín” en honor a la batalla del mismo nombre, uno de los últimos enfrentamientos que sostuvieron los ejércitos realistas y patriotas en el proceso de la independencia del Perú, el 6 de agosto de 1824.

Sus planos originales forman parte del John and Drew Eberson Architectural Records Archive, el cual se puede consultar en The Wolfsonian Florida International University Museum.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2, 4 y 5. https://www.ccscity450.com/obra/teatro-junin/

3. https://hmong.es/wiki/John_Eberson y https://www.researchgate.net/figure/Majestic-Theater-Houston-Etats-Unis-John-Eberson-arch-1923-Lun-des-premiers_fig15_327849282

6. http://guiaccs.com/obras/teatro-junin/

7, 8, 9 y 10. Hannia Gómez. Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975 (2017).

11. Hannia Gómez. Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975 (2017) y http://guiaccs.com/obras/teatro-junin/

12. https://www.ccscity450.com/obra/teatro-junin/, https://www.trekearth.com/gallery/South_America/Venezuela/West/Distrito_Federal/Caracas/photo562577.htm y https://es.wikipedia.org/wiki/Teatro_Jun%C3%ADn_%28Caracas%29

13. http://guiaccs.com/obras/teatro-junin/

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Cinés Méditerranée

Stephan Zaubitzer

Building Books

2021

Idioma: francés

Sinopsis

Durante casi veinte años, el fotógrafo Stephan Zaubitzer ha recorrido el mundo en busca de salas de cine, en funcionamiento o en desuso, para captarlas en una cámara de gran formato, de frente y sin efecto. Al inventariar estas arquitecturas regidas por las leyes de la óptica, entrega un testimonio bajo el sello de la memoria. Su serie “Cinés Méditerranée” se centra en cinco países de la orilla sur: Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto y Líbano. El libro acompaña a la exposición del mismo nombre en La Chapelle des Pénitents Bleus en La Ciotat, que linda con Eden, el cine más antiguo del mundo. Está prologado por Alain Bergala y amplía el corpus fotográfico presentado en La Ciotat, ofreciendo también una visión cartográfica de la serie.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 313

La aparición del número 1 de Cine al día en diciembre de 1967, se constituyó en un eslabón fundamental dentro del incesante trabajo que un grupo de intelectuales, críticos y amantes del séptimo arte ya había venido desarrollando desde los años 50 en Venezuela.

Convencido de la necesidad de generar un “pensamiento cinematográfico venezolano” que a su vez acompañara la necesidad de hacer del cine parte de la cultura en Venezuela, cosa que hasta entonces no había ocurrido, Alfredo Roffé (1929-2011), arquitecto graduado en la UCV en 1958, investigador, crítico cinematográfico y profesor universitario, quien ya había tenido una participación importante acompañando desde muy joven a su hermana Violeta en el proyecto que involucró la creación de la revista Cruz el Sur (1952), y presencia como colaborador cubriendo temas cinematográficos desde el primer número de la revista Integral (1955), se convierte en principal promotor de la aparición en octubre de 1962 de Registro, publicación de documentación y crítica cinematográfica del Centro de Investigaciones Cinematográficas (Caracas), convirtiéndose con los trabajos allí aparecidos en pionero de la moderna historiografía del cine en Venezuela.

Tal y como narra la profesora María Gabriela Colmenares España en “Alfredo Roffé (1929-2011) y el pensamiento cinematográfico venezolano”, texto aparecido en el nº157 (primer trimestre de 2012) de Comunicación, revista del Centro Gumilla, cuyo tema central fue el cine, será poco después de la experiencia de solo tres números de Registrocuando Margot Benacerraf propone al Inciba la creación de una Cinemateca Nacional, llama a Alfredo Roffé para que formule el proyecto de la misma. Con la creación en 1966 de la Cinemateca Nacional, según el proyecto de Roffé y con Benacerraf como primera directora, se logra que el Estado venezolano finalmente acepte el valor artístico y cultural del cine y lo incluya entre sus competencias en materia de cultura. A continuación, se producen los tres Encuentros de Cine Nacional que reunieron, por primera vez, un grupo de cineastas, críticos, productores, etcétera, para delinear los fundamentos de lo que deberían ser las políticas cinematográficas del Estado venezolano. Estos encuentros, realizados entre 1966 y 1967 en Ciudad Bolívar, Valencia y Caracas respectivamente, tuvieron como resultado un Proyecto de Ley de Cine que fue redactado por Roffé, Antonio Pasquali, Sergio Facchi, Oswaldo Capriles y Rodolfo Izaguirre y entregado, el 23 de junio de 1967, a Simón Alberto Consalvi, para entonces presidente del Inciba. Aunque este proyecto fue ignorado olímpicamente por el Poder Legislativo, los Encuentros de Cine y su redacción fueron el germen de varias iniciativas perdurables, entre las cuales se encuentran Cine al Día, la primera revista venezolana especializada en crítica cinematográfica, … y la ANAC (Asociación Nacional de Autores Cinematográficos) establecida definitivamente en 1974”.

Corolario importante de todo este proceso lo constituyó sin duda la creación en 1978 de la Escuela de Artes de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV, en la que Roffé jugó un papel determinante “pues su visión de la crítica y la teoría del cine contribuyó a delinear el pensum de la Mención Cine y la conformación del correspondiente Departamento, al cual se incorporaron también Oscar Moraña, Joaquín González, Ambretta Marrosu, José Miguel Acosta, Iván Feo, César Bolívar, Héctor Ríos, Elizabeth Safar, Tulio Hernández, Rafael Zapata, Oscar Lucien, Manuel de Pedro, entre otros cineastas, docentes e investigadores”. A Roffé le correspondió, particularmente, la instauración de la Cátedra de Análisis Fílmico y Cinematográfico.

1. Página de créditos del nº1 de Cine al día

Pues bien, Cine al día se encuentra incorporada dentro del proceso señalado siendo una pieza clave y articuladora de proyectos, iniciativas y material tanto informativo como didáctico durante el tiempo que salió al aire entre 1967 y 1983, lapso en el que se produjo un relevante auge del cine venezolano. Como también señalará María Gabriela Colmenares: “La revista –que estuvo antecedida por la elaboración de un “manifiesto” por Roffé en el que se establecían sus principios fundamentales- fue proyectada como una publicación destinada a: apoyar, estimular y difundir la producción (cinematográfica) nacional, en función de su desarrollo y progreso; informar sobre las actividades culturales relacionadas con el cine que se efectúan en el país; ejercitar una crítica rigurosa y orientadora en los aspectos temáticos, amplia y exigente frente a la elaboración formal; estudiar las obras y autores significativos para el cine y los aspectos más resaltantes de su utilización como medio de expresión; dar a conocer los alcances del cine como instrumento de conocimiento, educación e investigación; analizar las posibilidades y consecuencias del cine como medio de comunicación colectiva; abordar el tema de la televisión mediante estudios sobre sus proyecciones culturales y sociológicas; ilustrar la técnica cinematográfica en sus alcances culturales e industriales; preparar índices bibliográficos de las publicaciones internacionales sobre el cine; poner de manifiesto la importancia del cine en formatos reducidos de 8 a 16 mm”.

Editada por la Sociedad Civil “Cine al día”, conformaron su primer Comité de Redacción (que se mantuvo sólo por tres números): Alfredo Roffé (Dirección), Ambretta Marrosu (para entonces, su esposa), Oswaldo Capriles, Sergio Facchi, Antonio Pasquali, Luis Armando Roche, Miguel San Andrés y Alberto Urdaneta, quienes son considerados como sus fundadores. Con la intención inicial de aparecer cada dos meses (cosa que sólo se cumplió al inicio), las dificultades económicas que desde un principio la limitaron, le permitieron a la revista contar sólo con 25 números al momento de su desaparición lo cual daría un promedio general aproximado de tres números cada dos años. El último Comité lo integraron Alfredo Roffé, Ambretta Marrosu, Oswaldo Capriles, Fernando Rodríguez y Miguel San Andrés.

La portada de aquel primer número estuvo presidida por un fotograma de la película “La guerre est finie” del director Alain Resnais y una copia de ella engalana nuestra postal del día de hoy. El valor del ejemplar fue de Bs. 2,50 y el de la suscripción por 6 números era de Bs. 15,00. Apareció en formato tamaño carta, impreso en papel bond diagramado a tres o cuatro columnas (según la sección) sin mayores pretensiones (apostando básicamente al valor de su contenido), y tuvo un total de 40 páginas. Su publicidad, discreta si se quiere, estuvo conformada básicamente de avisos institucionales y de empresas vinculadas al medio cinematográfico y la cultura buscando siempre estar “fuera de todo mecanismo de poder, sea económico como político”.

2. Páginas interiores del nº1 de Cine al día.

El sustancioso sumario del nº1 de Cine al día tiene a modo de editorial el artículo “Cine y cultura en Venezuela”, toda una declaración de principios y profundo análisis crítico de la situación del cine y su inserción dentro del campo cultural del país para el momento en que aparece. También contará con: una entrevista al productor venezolano de largometrajes Lorenzo González Izquierdo; “Nota sobre el nuevo cine inglés” de Oswaldo Capriles; “La crítica según los hijos de Gramsci y Luckács” de Guido Aristarco; “Caminantes, leyes, universidades y cine” de Alfredo Roffé; Tres preguntas a Leopoldo Torre Nilsson; “Cineastas sin distribución en Venezuela” de Chris Marker; “Uso y posibilidades del zoom” de Miguel San Andrés; las secciones “Ocho a dieciséis”, “Cine y TV”; “Índice Bibliográfico” y “Notas críticas”, para cerrar con “Información Nacional” e “Información Internacional”. Como se verá se trataba de un ambicioso producto que proporcionaba a los interesados en el cine no sólo un denso y variado contenido sino todo lo necesario para estar actualizado.

Aparece Cine al día, como ya se dijo, el año 1967 momento en que se conmemoró el cuatricentenario de Caracas y se montó el célebre así como efímero espectáculo audiovisual Imagen de Caracas, dirigido por Jacobo Borges, en los terrenos que hoy ocupa Parque Central sobre la avenida Bolívar. Desaparece en 1983 año en que se produce el “viernes negro” situación que arrastró a la economía y la cultura venezolana a una crisis que no ha hecho sino empeorar desde entonces. El número 25 (último de la revista) es precisamente «un balance de la situación imperante en el cine, la cultura y la política venezolanos para 1983. Un balance negativo desde cualquier punto de vista”, señalará Colmenares.

María Gabriela Colmenares, quien fuera discípula Roffé en la Escuela de Artes de la UCV, obtuvo su licenciatura en 1993 con la tesis Contextualización de la revista «Cine al día» (1967-1983) y sus planteamientos en torno al cine venezolano y latinoamericano, convirtiéndose desde entonces en una de las mejores conocedoras del tema y referencia ineludible. Como señala la autora en el resumen de la tesis, “En esta investigación, examino la trayectoria de la revista de crítica cinematográfica ‘Cine al día’ (1967-1983), desde sus antecedentes hasta su cierre, la contextualizo en el pensamiento cinematográfico venezolano y latinoamericano de su momento y discuto sus aportes tanto a la reflexión sobre el cine en Venezuela como a las políticas cinematográficas y culturales del Estado venezolano durante las décadas de 1970 y 1980”. Localizable y descargable a través de http://saber.ucv.ve/handle/10872/21032, se trata de un extenso documento de referencia que ofrece toda la información necesaria sobre tan importante evento dentro de la evolución del cine venezolano.

3. Alfredo Roffé.

A toda la labor que Roffé desempeñó dentro de la Escuela de Artes, habría que sumar otra importante faceta desarrollada en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo como docente e investigador adscrito al Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC) del que fue uno de sus primeros integrantes tras su fundación en 1975, así como miembro del primer Consejo Editorial de la revista Tecnología y construcción (1985) junto a Luis F. Marcano, Raquel Gamus, Alberto Lovera y Ute Romero. En ese número publica “Las reglas del juego. Una aproximación al problema de la evaluación de proyectos de arquitectura”, una muestra clara del polifacetismo que lo caracterizó a lo largo de su vida. Como especialista en la programación de edificaciones Roffé será el encargado de elaborar el estudio pormenorizado de las áreas que formaron parte del Concurso Nacional para la sede de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV convocado en 1986. También del programa que acompañará el acondicionamiento del edificio San Pedro como sede del Instituto de Provisión del Profesorado (IPP) de la UCV, terminado en 1992.

Aceras y brocales, página semanal del diario Últimas Noticias, creada en 2005 por Roffé, junto a Juan Pedro Posani, Henrique Hernández y Alejandro López, lo mantendrá activo y será una de sus últimas incursiones en los medios hasta que se produce su fallecimiento en 2011. A Roffé se le otorgó el Premio Nacional de Cine el año 2000.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1 y 2. Revista Cine al día, nº1, diciembre 1967.

3. https://twitter.com/profe_emege/status/1382690608746221579

1946• Cine Lido

Se diseña el cine Lido.jpg

1946• El 18 de diciembre se inaugura el Cine Lido, ubicado en el cruce de la avenida Francisco de Miranda, con la calle El Parque, proyectado por Gustavo Guinand Van der Walle (1920-c.2004) (ingeniero FI UCV 1942 / Arquitecto FAU UCV 1967).
El Cine fue el primer cine de lujo de la zona este de la capital. Fue proyectado con un aforo de 712 puestos en un solo nivel, sin balcón.
La fachada acristalada, orientada hacia el nor-oeste, permitía ver a través del amplio y alto vestíbulo el hermoso mural de figuras femeninas danzantes, pintado por el artista de origen francés, Charles Ventrillón-Horber (1889-1997).
El vestíbulo tenía hacia uno de sus extremos una fuente de soda y en el otro los sanitarios públicos
El Cine Lido cerró sus puertas en 1977. Adquirido por la Constructora Sambil se demolió en 1978 para construir el Centro Comercial Lido.

HVH