Este libro «deconstruye» una sola casa recientemente construida ubicada en Seattle, WA, en un intento por recuperar su historia de fondo. La información se presenta a lo largo de cuatro vectores: átomos, trabajos, fuentes e ingredientes.
Nos gustaría pensar que «sabemos» lo que implica hacer un edificio moderno. Pero la verdad es que nadie, ni siquiera los arquitectos, lo saben. La OUR [Office for Uncertainty Research] pasó tres años estudiando una sola casa moderna relativamente modesta ubicada en Seattle, WA. La investigación se centró en cuatro vectores: Conciencia atómica, que se remonta al Big Bang y las primeras Super Novas; Conciencia de producción, que involucra una amplia gama de ingredientes que se combinan para hacer productos arquitectónicos; Conciencia laboral, que abarca un amplio espectro de factores temporales y económicos condicionantes; y Conciencia de la Fuente, que tiene múltiples capas y alcance global. Aunque se aprendió mucho, quedó claro que una gran proporción de lo que «sabemos» sobre la casa era incognoscible, no porque nuestros instrumentos epistemológicos no sean lo suficientemente fuertes o calibrados con la precisión suficiente, sino porque las cosas en sí mismas son indeterminadas, inciertas. Esto plantea la pregunta sobre el ejercicio de la arquitectura. Si vamos a criticar nuestra profesión e incluso mejorar algunas de sus afirmaciones sobre la sostenibilidad, entonces debemos desarrollar una comprensión más sólida de la industria de la construcción y el abastecimiento y la fabricación de materiales. Incluso debemos desarrollar una mayor conciencia de la historia de los átomos y cómo la arquitectura trae esa historia a un enfoque notable.
Como arte útil, la arquitectura ha tenido siempre una relación estrecha con la creación plástica. Los textos reunidos aquí, provenientes en su mayoría de El País, ensayan una aproximación al mundo de las artes, ocasionalmente en relación con la arquitectura o la política. Introducida por un artículo que enreda nombres de artistas y arquitectos, la primera sección explora el carnaval contemporáneo del arte, glosando la tensión entre su componente mercantil y el aura sagrada con que a menudo se reviste; la segunda se detiene en imágenes y textos que alimentan los debates actuales, desde la representación de la mujer o el hermetismo de las vanguardias hasta la burbuja del arte digital; y la tercera recorre diferentes episodios que ilustran el vínculo de las artes con los grandes desafíos y fracturas de nuestro tiempo, para cerrar el volumen con una sucinta reflexión sobre el arte público, que en tantas ocasiones se aproxima a los métodos y a las intenciones de la arquitectura.
En mayo de este año, el Centro Pompidou de París presentará la mayor retrospectiva de la obra de Norman Foster de las últimas seis décadas. La exposición abarca casi 2.200 metros cuadrados y explora las distintas fases de la carrera del renombrado arquitecto. Obras esenciales que incluyen la sede de Hong Kong and Shanghai Baking Corporation (Hong Kong, 1979–1986), el Carré d’Art (Nîmes, 1984–1993), el Aeropuerto Internacional de Hong Kong (1992–1998) y Apple Park (Cupertino , Estados Unidos, 2009-2017) estarán en exhibición.
Marseille Vieux Port. Marsella, Francia.
Foster + Partners, la Norman Foster Foundation y Norman Foster están trabajando para desarrollar y ejecutar la retrospectiva completa. A través de los lentes de los siete temas elegidos: Naturaleza y Urbanidad, Piel y Huesos, Ciudad Vertical, Historia y Tradición, Planificación y Ubicación, Redes y Movilidad, y Futuro, la exposición se convertirá en una compilación completa del trabajo del arquitecto.
Millennium Bridge. Londres, Reino Unido.
“Esta exposición rastrea los temas de la sostenibilidad y la anticipación del futuro. El nacimiento de la práctica en la década de 1960 coincidió con los primeros signos de una toma de conciencia de la fragilidad del planeta. Estos fueron los brotes verdes de lo que luego se llamaría El Movimiento Verde. Estos principios pueden ser ahora la corriente principal, pero hace más de medio siglo fueron revolucionarios y anticiparon la realidad de hoy. A lo largo de las décadas, hemos buscado desafiar las convenciones, reinventar los tipos de edificios y demostrar una arquitectura de luz y ligereza, inspirada en la naturaleza, que puede ser alegría además de ser ecológica”.
Norman Foster, Fundador y Presidente Ejecutivo, Foster + Partners y Presidente, Norman Foster Foundation
Carré d’Art. Nîmes, Francia.
Dando la bienvenida a los visitantes a la entrada de la exposición, una galería de dibujos exhibirá obras nunca antes vistas en Francia, que consisten en cuadernos de bocetos, bocetos y fotografías tomadas por el arquitecto. La exposición presenta piezas de Fernand Léger, Constantin Brancusi, Umberto Boccioni y Ai Weiwei, maravillas industriales como un planeador y varios autos antiguos, que con frecuencia sirven como fuentes de inspiración para el arquitecto. Los visitantes pueden explorar 130 proyectos significativos a través de bocetos, modelos a escala originales, dioramas, videos y otros medios.
Chesa Futura. St Moritz, Suiza.
La exposición de Norman Foster está organizada por el Centre Pompidou, con la colaboración de Foster + Partners y la Norman Foster Foundation. La institución, diseñada por Renzo Piano y Richard Rogers, alberga el Museo Nacional de Arte Moderno y es famosa por sus colecciones de arte del siglo XXI. En la Bienal de FRAC de 2022, Francia exhibió el trabajo de 55 mujeres, exhibiendo piezas de la colección permanente del Centro Pompidou. Como fundación cultural, el Centro Pompidou a menudo alberga exposiciones curadas. Más recientemente, MAD Architects seleccionó MAD X, mostrando diez de los proyectos más importantes de MAD hasta la fecha. Una de las principales atracciones culturales de París, el Centro Pompidou está programado para cerrarse por completo desde finales de 2023 hasta 2027, por renovación. Muestra signos de envejecimiento, especialmente en lo que respecta al sistema de calefacción y refrigeración, fallas en las escaleras mecánicas y ascensores, y asbesto que debe ser eliminado. Esta no es la primera renovación del museo de adentro hacia afuera, de hecho, se cerró una vez antes en 1997, en su 20 aniversario, durante un par de años.
Para 1938, momento en el que el empresario León J. Taurel le encarga su casa a Carlos Guinand Sandoz (que luego terminaría de construirse en 1940), la avenida México, denominación que adopta la avenida Este 4 a partir del Parque Carabobo (esquina de “Pele el ojo”) y que remataba en la plaza que por entonces aún se denominaba Mohedano, marcaba una especie de puerta que daba salida a la ciudad hacia el este. Un poco más allá, sobre el mismo eje, se estaban terminando de construir los Museos de Bellas Artes (1935-1938) y de Ciencias Naturales (1936-1939) con el espacio circular que les daba acceso y establecía el inicio de la avenida Mosquera, ruta que atravesaba el antiguo Parque Sucre que ya era conocido popularmente como “Los Caobos”. Cabe añadir que el Parque Sucre, creado en 1925 durante el mandato de Juan Vicente Gómez, fue considerado hasta 1930 el límite de Caracas al este. También que la continuación de la avenida Mosquera se uniría a la Calle Real de Sabana Grande cuya continuación hasta Los Dos Caminos daría pie a partir de 1947 a la inauguración de la Carretera del Este.
1. Detalle del Plano Plano de Caracas Monumental, 1936. Departamento de Publicidad del Club de Turismo Venezolano.1. Detalle del plano ESSO. Mapa del Norte de los Estados Unidos de Venezuela. Caracas, 1946.2. Vista aérea de la plaza Mohedano -luego Morelos- (c.1940)4. Plaza Morelos (c.1950).
Así, a los ya mencionados museos habría que agregar que el parque Carabobo (en la acera sur de la avenida México) se había terminado en 1936, la Escuela Experimental Venezuela (del lado norte) se inauguraría en 1939 y un poco más tarde, en 1945, al lado del Parque Carabobo se abriría el Liceo Andrés Bello, año en el que la plaza Mohedano comenzaría a denominarse plaza Morelos en honor al prócer mexicano José María Morelos y Pavón (1765-1815), cuando el gobierno de ese país dona la escultura que la presidiría, lo cual reforzaría el nombre dado un poco antes a la avenida. Por otra parte, en 1944 la Creole Petroleum Corporation se instalaría en un edificio que construyó como su sede frente a la plaza Mohedano el cual ocuparía hasta el año 1955 cuando pasaría a ser el centro de operaciones de la Seguridad Nacional, policía política de la dictadura de Pérez Jiménez.
5. La avenida México en fechas cercanas a 1950.6. La quinta Ramia (izquierda) y el Museo de Bellas Artes visto desde la plaza Morelos (derecha).
El trecho donde se ubicó la casa Taurel, por tanto, mostraba una clara vocación cultural, educacional y recreacional lo que lo convertía en sitio atractivo e idóneo para quienes, queriendo estar cerca del centro de la ciudad por razones de trabajo, podían tener su vivienda en un lugar colindante con las afueras. De hecho, la avenida estuvo delimitada por quintas que, como la que hoy nos ocupa y la Ramia (finalizada en 1941 según proyecto de Rafael Bergamín en el borde norte de la plaza Morelos y a partir de 1958 sede del Ateneo de Caracas), entre otras, la proveían de un indudable valor ambiental. Viviría de esta manera la México más de 30 años en los que se respiraba un apacible ambiente muy lejano del que hoy en día conocemos.
En cuanto a la casa Taurel en sí, habría que decir que fue incorporada dentro de la curaduría hecha por la Fundación Museo de Arquitectura para la exposición “La casa como tema” (Museo de Bellas Artes, 1989) y dentro del catálogo como parte del capítulo “La casa como tema de abstracción. Inicio de la modernidad”, siendo considerada como uno de los principales exponentes del art-déco dentro de la arquitectura residencial caraqueña.
De la escasa información con la que se cuenta podemos deducir que se diseñó con base a una cuidada composición geométrica que produjo como resultado la clara volumetría cilíndrica que se puede apreciar a través de la fotografía que engalana nuestra postal del día de hoy.
7. Casa Taurel. Planta baja.
Su planta evidencia una doble axialidad. El primer eje (norte-sur) se inicia en el acceso y une una serie de espacios de carácter social rematando en un jardín al fondo de la parcela; el segundo recoge perpendicularmente en un sentido la escalera principal que conecta con la planta alta, y en el otro la secuencia proveniente de un acceso lateral al exterior techado para cuando se llega en carro. El espacio central circular, donde ocurre la intersección de ambos ejes, fue techado por una cúpula que incorpora luz cenital inyectándole una condición escenográfica y teatral próximas a lo barroco. A su vez, todo ello se ve enriquecido con el juego de dobles y triples alturas que acompañan el recorrido del eje principal.
8. Casa Taurel. Fachada hacia la avenida México.
Por otro lado, el uso de grandes ventanales curvos habla de la consideración, aún incipiente, de la integración del espacio interior con el exterior como rasgo claro de modernidad. La existencia de balcones y terrazas que brindan protección climática a su interior, los efectos de la luz y penumbra, los cuidados detalles constructivos (pisos y rodapiés de mármol, pasamanos de la escalera de aluminio anodizado -material usado por primera vez en el país-) e impecable carpintería metálica, se sumarán para que, entendida como una totalidad articulada, la casa fuese apreciada por críticos extranjeros como “palacio urbano destinado a convertirse en modelo en un vecindario residencial”.
Al mismo tiempo que diseñaba la casa Taurel, Guinand trabajaba, ya consolidado como importante arquitecto, en los proyectos para el Sanatorio Antituberculoso (1939) y el Teatro Boyacá (1940, demolido en 1969), este último otra hermosa pieza de art-déco al igual que el edificio sede para la empresa Taurel & Cía. Sucrs C.A. que Guinand diseñaría en 1945 en el Litoral Central.
9. La avenida México en la actualidad.
Lamentablemente, con el transcurrir del tiempo el perfil que una vez tuvo la avenida México se transformó por completo debido a la modificación sufrida por la ordenanza de zonificación de la zona, encontrándonos hoy en día con una imagen degradada y caótica. La casa Taurel, como tantas otras, fue demolida en los años 80 para construir un taller mecánico y estacionamiento.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 7 y 8. Catálogo de la exposición “La casa como tema” (Museo de Bellas Artes, 1989)
… que el 15 de abril de 1955 se llevó a cabo la primera función en el Teatro del Este?
1. Teatro del Este. Vista del acceso desde el noreste con la Torre Polar al fondo (c.1955).
El conjunto Torre Polar-Teatro del Este le fue encargado en 1952 por la empresa que le da nombre (recordemos que Cervecería Polar se funda en 1941), encabezada por Lorenzo Mendoza Fleury, a la ya para entonces reconocida firma de arquitectos Vegas & Galia, con la finalidad de proveerla de una imagen corporativa impactante y acorde con el espíritu modernizador que vivía la capital de Venezuela así como de dotarla, dada la inclinación de Mendoza hacia el espectáculo de categoría, de un teatro que sirviera de escenario para montar y presentar varias obras y revistas así como a la exhibición de cintas cinematográficas.
2. Panorámica de la Plaza Venezuela y sus alrededores donde destaca la silueta del conjunto Torre Polar-Teatro del Este (c.1955).3. Vegas & Galia. Vista desde el este (en fechas cercanas a 1960) del conjunto Torre Polar-Teatro del Este, Plaza Venezuela, Caracas (1953-1955).
Como señal de ello, Alberto Sato inicia su aproximación crítica a la edificación (incluida dentro de la categoría “Los palacios del trabajo”) en el libro de su autoría titulado José Miguel Galia. Arquitecto (2002), de la siguiente manera: “Cualquier relato de la arquitectura venezolana contemporánea menciona inevitablemente al conjunto Polar, que se ha constituido en un paradigma de modernidad y también de emulación metropolitana. Gozaba del privilegio de ser tan contemporáneo como el Seagram de Mies van der Rohe y la ciudad de Caracas, por lo tanto, era tan moderna como Nueva York”.
Aunque el mayor peso de los comentarios que Sato lleva adelante en la publicación están dirigidos al cambio sufrido sobre la marcha (y prácticamente por casualidad) en la envolvente de la torre (que pasó de tener sus fachadas este y oeste cerradas revestidas de ladrillo de arcilla y las norte y sur con protecciones solares, a estar recubierta en su totalidad con curtain wall), al impacto que ello produjo en el contexto donde se ubicó y a las polémicas que suscitó tanto positiva como negativamente en el mundo de la crítica arquitectónica del momento (desde Henry-Rusell Hitchcock hasta Juan Pedro Posani pasando por Francisco Bullrich), no deja de recordarnos algunas de las interpretaciones que enfatizan el contraste evidente en el tratamiento exterior de los dos volúmenes que forman el conjunto. Tal contraste, que aquivocadamente llegó a atribuírsele a las diferencias de formación y búsquedas entre Martín Vegas (graduado en M.I.T., Boston, a quien se atribuía el diseño de la torre) y José Miguel Galia (egresado de la Universidad de la República, Uruguay, quien se habría encargado del teatro), también se usó como excusa para establecer juicios sobre la presencia o no de la identidad nacional dentro de un edificio señero, pasando por alto que el proyecto con el que se inició la construcción de la obra mostraba total coherencia en el sistema estructural y uso de los materiales que se emplearían en ambas piezas, siguiendo las pautas seguidas para caracterizar el edificio El Municipal (1951).
4. Fachada del Teatro del Este.5. Dos vistas de foyer original del Teatro del Este.
De tal manera, habría que decir que el Teatro del Este (definido como “cine” en el programa inicial), se sumó a la condición volumétrica plasmada a través del cuerpo bajo de la torre de oficinas, buscándose con ambos acentuar el contraste horizontalidad-verticalidad que ya era característico de diversos conjuntos modernos y que tuvo en el Lever House (Nueva York) de Skidmore, Owings and Merril un ejemplo paradigmático. Asimismo, el cuerpo bajo de la torre y el teatro se conectaban a través de un puente que fungía de articulador desde donde se podía acceder, siendo este un complemento de la amplia escalera central ubicada en su frente hacia la avenida Lima, la cual se constituye en su entrada principal.
Diseñado con base en una estructura aporticada de concreto armado postensada con vigas exteriores a la vista (la primera construida en el país), calculada por el ingeniero italiano Riccardo Morandi (diseñador del Puente Rafael Urdaneta sobre el Lago de Maracaibo y del Viaducto Puente República), sería luego realizada por sus colegas locales Otaola y Benedetti a través de la empresa Precomprimido C.A. El teatro disponía de una capacidad para 1242 asientos -todas butacas de lujo- (769 en la platea y 473 en el balcón), “que lo convertía en una de las salas de espectáculos más grandes y modernas de la ciudad, sólo comparable con el cine La Castellana de 1952”, afirmará Sato. La superficie exterior del volumen estaría revestida cuidadosamente con ladrillos de arcilla lográndose con ello una textura que le otorga la calidez propia del material.
6. Izquierda: Acceso al Teatro del Este (c.1955). Derecha: Conjunto Torre Polar- Teatro del Este. Planta mezzanina.7. Interior de la sala original del Teatro del Este.
El teatro se inauguró el 19 de abril de 1955, con la presencia del dictador Marcos Pérez Jiménez, como teatro en vivo con Pilar López y su Compañía de Danza Ballet Español. Proyectó su primera película el 11 de octubre de 1955: “The Seven Year Itch” con Marilyn Monroe. A partir del 13 de septiembre de 1956 se convirtió en «Cinerama» y continuó proyectando películas de ese formato de 3 proyectores actuando simultáneamente hasta el 2 de octubre de 1960.
“La tradición artística que obligaba todo lugar público en la tradición moderna venezolana, se resolvió en el frontón de la fachada del teatro con el mural bajorrelieve de Carlos González Bogen y policromías de Alejandro Otero; otra escultura de Bogen (hoy desaparecida), emplazada en el pequeño jardín de acceso, conformaban un fragmento de integración plástica que por esos años había enriquecido y también caracterizado a los espacios arquitectónicos internos y externos”, afirmará Sato.
Con el tiempo, dentro del conjunto, también fue habilitada, echando mano de la posibilidad existente de contar con acceso independiente, una pequeña sala ubicada en el cuerpo bajo de la Torre Polar para abrirla al público ofreciendo cine de arte y ensayo que se conoció como el “Pequeño Teatro del Este”.
8. Imágenes del proyecto de remodelación interna del Teatro del Este (1985-1987). Juan Carlos Parilli con la colaboración de Francisco Arocha y Tabaire Pérez.
Como se reseña en Crono Arquitectura Venezuela, tras treinta años de funcionamiento, “en 1985 se cierra el Teatro del Este habiendo sido una de las grandes salas de proyección de cine caídas en desuso y se acomete su remodelación por parte de los arquitectos Juan Carlos Parilli, Francisco Arocha y Tibaire Pérez, con estructura de los ingenieros Fuentes y Gallango. El proyecto de 3.900 m2 de construcción dividió la sala de espectadores en dos espacios de igual dimensión, creó una recepción, un bar-restaurante, locales comerciales, un centro de comida rápida y un bar con escenario, espacio para mesas y pista de baile. La nueva estructura, metálica, construida en el interior del teatro no tocó las paredes de ladrillo en obra limpia del edificio original”.
9. Vista exterior actual de lo que fue el Teatro del Este hoy ocupado por una congregación religiosa.
Desde 2007 la congregación Iglesia Santuario G3D fundada por el pastor Rogelio Suárez fija como sitio de reunión para sus seguidores el Teatro del Este en donde se reúnen 600 personas cada domingo. A partir de entonces se encuentra protegido de los intrusos por una sólida cerca de metal que hoy define su frente hacia la calle.
10. La Torre Polar en fechas cercanas a su inauguración.
Como dato curioso vinculado al momento en que el conjunto Torre Polar-Teatro del Este entró en funcionamiento, al ser encuestados Vegas & Galia por los editores de la revista A, hombre y expresión en el nº3 (enero 1957), respondieron a las provocadoras preguntas “¿Creen Uds. que se debe estimular la búsqueda de los caracteres nacionales de nuestra arquitectura?» y «¿Sobre cuáles bases habría que plantear esa búsqueda?”, de manera clara, para nada complaciente y a tono con un momento en el que el profesionalismo era la medida del comportamiento de los arquitectos del país, de la siguiente manera: “La interdependencia y difusión de la cultura del mundo actual restan toda significación a una búsqueda de caracteres ‘nacionales’ en la arquitectura. Es nuestro criterio que la arquitectura es producto de factores de orden social, económico, tecnológico y regionales. (…) Por tanto, la aparición de caracteres nacionales en una arquitectura, de producirse, sería una resultante histórica”. Una muy interesante reflexión.