1965• Se termina la construcción de la Iglesia del Colegio La Salle de la Colina, proyectada en 1963 por Guinand & Benacerraf (Carlos Guinand Baldó (1925-1982) (FI UCV, 1º Promoción de Arquitectos) y Moisés Benacerraf (1924-1998) (Universidad de Yale, 1947), con la colaboración del arquitecto y artista plástico Alberto Iriarte (1920-1993) (Universidad Nacional, Bogotá, Colombia).
La Capilla, de planta cuadrada, anchas paredes cubiertas en piedra natural en parte de su espacio interior, cuyo altar fue ubicado bajo un cono truncado provisto de iluminación cenital, a través del cual se producen notables efectos de luz y sombra, con una cubierta de suaves curvas, resuelta en concreto en obra limpia, configura un volumen cuya forma recuerda inmediatamente a la Capilla de Ronchamp, Francia, consagrada en 1955, obra del arquitecto Le Corbusier, con quien Alberto Iriarte trabajó.
Procesión de alumnos y hermanos educadores alrededor del templo antes de su bendición por parte del Cardenal José Humberto Quintero.
La bendición de la nueva iglesia fue realizada por el Cardenal José Humberto Quintero Parra, ante la presencia de Ramón Escobar Salom, Ministro de Justicia, José Manuel Siso Martínez, Ministro de Educación y del Embajador de España en Venezuela.
De acuerdo a lo expresado por el arquitecto Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, Caracas, 2015: «Su volumetría se compone de una planta rectangular que se abre levemente en abanico, cuya nave central está confinada entre muros tratados con distinta forma y carácter, un cono truncado que define el altar, una cubierta compuesta de bóvedas de concreto dispuestas en sentido norte-sur, un cuerpo independiente que representa el campanario y un volumen lateral que configura un patio».
Y completa González Viso: «Las variaciones formales en los muros, la luz cenital en el altar y la iluminación a través de muros perforados, enriquecen el interior y crean un ambiente adecuado para la liturgia”.
Detalle del concreto en obra limpia utilizado como acabado por los arquitectos en la Iglesia del Colegio La Salle de la Colina. Imagen: portada del Nº30 – marzo-abril 196, revista Punto FAU UCV.Fotografía de la Capilla del Colegio La Salle La Colina, publicada en la revista Wallpaper en mayo del 2024, en el articulo “Caracas Moderna” vista por el fotógrafo Adam Štêch.
Fuentes consultadas: Memoria Escolar 1964-1965. Colegio La Salle La Colina / Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, Caracas, 2015 / Contactos- Fundación Arquitectura y Ciudad.
1951• Se termina de construir el Hotel Montserrat o Residencias Monserrat, ubicado frente a la zona sur de la Plaza Altamira, proyecto de Carlos Guinand Baldó (1925–1982) (UCV, 1948), Moisés Benacerraff (1924-1998) (Yale, 1947) y Emile Vestuti (1927–1998) (Yale, 1949).
Poco tiempo después de su construcción, el edificio fue objeto de una ampliación que alteró considerablemente sus proporciones para la cual utilizando el mismo esquema, se agregaron dos módulos estructurales hacia el norte, permitiendo ello contar con cuatro apartamentos adicionales por piso (dos a cada lado de su circulación central) que se sumaron a los seis ya existentes, incorporándose a la fachada norte un pequeño balcón (en lugar de la ventana existente en el volumen original) que permite rematar e iluminar el pasillo central de circulación que conduce a los apartamentos. Los arquitectos proyectistas en combinación con el cliente crearon un novedoso edificio no existente en el mercado venezolano en esos años, que estaba compuesto de apartamentos de área reducida, para solteros o parejas sin hijos, totalmente amueblados. Esto implicó que se concibiera a base de espacios mínimos, de usos múltiples, muy funcionales, fáciles de mantener, con mobiliario diseñado para cada sitio y con la escala adecuada, de forma tal que se aprovechara totalmente.
La parcela sobre la cual se construyó el edificio resultante es un rectángulo orientado norte–sur. El programa contempló diez apartamentos por piso, cada uno con tres ambientes para funciones claramente definidas: estar–comer–dormir, cocina con mueble que combina gabinete de servicio y bar, y baño–vestuario. Para poder lograr un programa tan compacto se tuvo que recurrir a el uso de la ventilación artificial. Con la estructura se planteó un sistema modular, sencillo y económico, cuyas columnas tenían el mismo ancho que los muros, evitando salientes. Para el diseño de las fachadas los proyectistas dieron diferentes respuestas. La norte y sur, se diseñaron más cerradas ante la eventualidad de la construcción de otros edificios (solo dejando aberturas del ancho del corredor de circulación para iluminación y en la del norte, un pequeño balcón). La este y oeste tienen, por una parte, un juego de llenos y vacíos, muros calados y balcones, que plásticamente permiten reconocer al edificio desde lejos, transparencia y visuales urbanas desde adentro y, por la otra, una muy adecuada protección solar, básica en nuestro trópico.
El edificio se continúa utilizando hoy con su función original.
Hotel Redidencias Montserrat, Plaza Sur Altamira, arquitectos Carlos Guinand, Moisés Benacerraf y Emile Vestuti. Planta de una habitación con muebles.Hotel Residencias Montserrat, Plaza Sur Altamira, arquitectos Carlos Guinand, Moisés Benacerraf y Emile Vestuti. Vista a través de la sala hacia el balcón con el mobiliario diseñado por Cornelis Zitman.Hotel Residencias Montserrat, Plaza Sur Altamira, arquitectos Carlos Guinand, Moisés Benacerraf y Emile Vestuti. Vista de la sala equipada con el mobiliario diseñado por Cornelis Zitman.Hotel Residencias Montserrat, Plaza Sur Altamira, arquitectos Carlos Guinand, Moisés Benacerraf y Emile Vestuti. Vista del comedor equipado con mobiliario diseñado por Cornelis Zitman
El mobiliario original, obra de Cornelis Zitman (1926-2016), diseñador industrial y notable artista plástico, se fabricó en su totalidad en el país con maderas nacionales y telas importadas. Al haber trabajado con los arquitectos se logró un equipamiento muy adecuado, funcional y contemporáneo.
En el año 1955 el arquitecto, historiador, crítico y profesor universitario Henry-Russell Hitchcock (1903-1987), responsable de la selección de los 49 edificios que integraron la exposición Latin American Architecture since 1945 en el Museo de Arte Moderno MoMA de Nueva York, entre noviembre 1955 y febrero 1956, publicó un extenso libro con igual nombre que la exhibición (Arquitectura Latinoamericana desde 1945) en donde incluye ( pp. 156-157) el edificio Residencias Monserrat, ilustrado con dos fotografías de Roger Halle, NY y la planta tipo.
1951. Hotel Residencias Monserrat, av. Ávila, Plaza Sur Altamira. Una vista nocturna del edificio. foto Roger Halle, NY (MoMA Archivo Fotográfico)
Hitchcock afirma sobre el edificio Residencias Monserrat en su libro: “Este pequeño bloque de lujosos apartamentos de una habitación está hábilmente diseñado, logrando en cada unidad espacios bien articulados … Los apartamentos son aún una novedad en Caracas, sin embargo la mayoría de los ya construidos son corrientes y de poca calidad”.
La Unidad Vecinal “Pomona” (1951-1954), ubicada al suroeste de Maracaibo, estado Zulia, fue uno de los desarrollos incluidos en el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955, puesto en marcha por el Banco Obrero (BO) durante el mandato de Marcos Pérez Jiménez. Ocupa los terrenos adyacentes a la urbanización “General Rafael Urdaneta” (1943-1947), primer conjunto de envergadura realizado por el BO fuera de Caracas y el más grande ejecutado hasta entonces, conformado por 1.000 viviendas unifamiliares dispuestas en 60 hectáreas para una población estimada de 7.300 personas (7% del total urbano de la ciudad de Maracaibo de entonces), que formó parte del Primer Plan de Vivienda de 1946, con la cual «Pomona» comparte una serie de servicios comunales creados para ambos conglomerados.
1. Comisión Nacional de Urbanismo. Plano Regulador de Maracaibo. Vialidad, 1951
Quizás valga la pena apuntar que el Primer Plan de Vivienda de 1946, a cargo de la Sala Técnica del Banco Obrero, tal y como nos señala Beatriz Meza Suinaga en “Gestión estatal de la vivienda en Venezuela: el Plan Nacional (1951-1955)”, artículo aparecido en Cuadernos del Cendes, nº 87, septiembre-diciembre 2014, contemplaba “… la construcción de 40.000 unidades en 10 años, 4.000 en 14 ciudades durante el primer año, 11 de ellas capitales de estado y la capital nacional, ampliándose geográficamente la acción del BO respecto a su orientación anterior”. Dicho Plan estaba regido por “…una noción de planificación global e integración de proyectos (…) contando para ello con diferentes modelos de vivienda, destinados a clase media y obrera, diseñados por (Carlos Raúl) Villanueva y el ingeniero Leopoldo Martínez Olavarría…”.
Pues bien, sin variar en gran medida el enfoque y con miras a enfrentar el nuevo reto que significaba la ejecución del Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955, la Sala Técnica se redimensiona para convertirse en el Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO) que bajo la jefatura de Villanueva, contando con el arquitecto colombiano Carlos Celis Cepero como adjunto, aborda la casi totalidad de los proyectos distribuidos a lo largo de 15 localizaciones distintas a lo largo y ancho del país, contemplándose la construcción de 12.185 unidades de vivienda de las cuales 7.000 se realizarían en Caracas y 1.500 en Maracaibo, ciudades que entre los censos de 1941 y 1950 habían duplicado su población. Así, “Pomona” absorbería la mayor parte de la inversión que se haría en la capital zuliana.
Al poco tiempo de haberse establecido, el Taller cumplió con uno de sus propósitos al exponerse en rueda de prensa el 13 de julio de 1951, de boca del Director del BO Julio Bacalao Lara en compañía de Villanueva, el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955. Allí Bacalao informó «que el problema de la vivienda era una de las más importantes preocupaciones públicas visto el pleno desarrollo económico del país y el rápido crecimiento de la población urbana, por lo cual de acuerdo con ‘la planificación administrativa que en escala nacional realiza la Junta de Gobierno –añadió– el Banco Obrero elaboró un Plan … que ha tenido amplio apoyo en el ejecutivo y será objeto de un financiamiento extraordinario’ ”.
Como otra etapa importante, el 8 de noviembre de 1951 en el Colegio de Ingenieros de Venezuela se abre al público la Exposición sobre el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955 exhibiéndose plantas y perspectivas de urbanizaciones para Maracay, Coro, San Felipe, Maracaibo, Valera, Caracas, así como maquetas para El Tocuyo, Sarría, Maracay, Coro y Ciudad Tablitas, junto a diferentes modelos de viviendas unifamiliares y multifamiliares. Como resultado de este evento se publica el folleto “BO Venezuela exposición 1951-1955-Plan Nacional de la Vivienda”, y se apunta a su presentación en el VIII Congreso Panamericano de Arquitectos a realizarse en los espacios de la Universidad Autónoma de México en 1952, editándose finalmente con mayor despliegue (140 páginas) la publicación 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, preparada y dirigida por Carlos Raúl Villanueva y Carlos Celis Cepero, con la colaboración de Carlos González Bogen, Mateo Manaure, del ingeniero Federico Cortés y Miguel Sosa Bar, con motivo de la celebración en 1955 del IX Congreso Panamericano de Arquitectos en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas.
2. 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, publicación preparada y dirigida por Carlos Raúl Villanueva y Carlos Celis Cepero, 1952
De dicha publicación puede rescatarse, en cuanto a la aproximación proyectual efectuada en el TABO, el énfasis en la investigación económica de la vivienda mediante la “construcción masiva, la simplificación de distribución, la eliminación de lo accesorio en el hogar, a favor de lo esencial en su construcción”. Además devela, como señala Meza Suinaga “conexiones entre el TABO y el ideario de la moderna disciplina arquitectónica europea que desde inicios del siglo XX intenta una ruptura histórica radical, abogando por la funcionalidad, la racionalidad, el uso de tecnologías de avanzada y la atención a la vivienda”. Todo lo cual se traduce en una sintonía que los profesionales del TABO asumen mediante el diseño de “Unidades vecinales, grupos cooperativos, urbanizaciones, reurbanizaciones, apartamientos, casas con los cuales se solucionarían técnicamente los problemas para proveer de nuevas viviendas a las familias venezolanas”.
Meza Suinaga agregará: “A la variedad de urbanizaciones del TABO se suman ‘proyectos tipos para casas’ en zonas costeras, montañosas y planas calientes, pretendiéndose individualizar según rasgos climáticos y ambientales de cada localización urbana. Aquí se nota la vinculación con el Plan de 1946 y su diversidad de modelos adaptados a las 14 ciudades seleccionadas. La heterogeneidad, como condición asumida desde sus comienzos, caracteriza el trabajo del Taller donde se generan numerosas propuestas para viviendas unifamiliares y multifamiliares, incluyendo los primeros superbloques, unidades residenciales de alta densidad y gran altura, inspiradas en la obra de Le Corbusier”.
3. Presentación de «Pomona» en 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela.
“Pomona” es, dentro del Plan, uno de dos desarrollos que no son proyectados por el TABO que, sin embargo, si supervisa su realización. Ofrece la oportunidad de ver la conjunción de los lineamientos arriba expresados con el aporte adicional de quienes tuvieron a su cargo la propuesta: la firma “Planificación y Vivienda”, integrada por los arquitectos Moisés Benacerraf y Carlos Guinand Baldó más el ingeniero Francisco Carrillo Batalla, contando como asesores con José Luis Sert y Paul Lester Wiener fundadores de la reconocida oficina Town Planning Associates (TPA).
4. Vistas de las viviendas unifamiliares (izquierda) y multifamiliares (derecha) construidas en «Pomona»
Con una inversión de Bs. 15.136.500 , “Pomona” tiene 384 viviendas, 264 casas y 120 apartamentos. Los apartamentos están ubicados en edificios de tres niveles de altura con dos unidades en cada nivel. Los apartamentos que están dispuestos en fila, tienen dos fachadas exteriores opuestas, lo que les permite tener ventilación cruzada. Los de los extremos se benefician aún mas por tener tres fachadas y un área mayor.
El Conjunto cuenta entre sus servicios con un centro comercial, un grupo escolar, campos deportivos y una unidad sanitaria. El planteamiento urbano concebido para el conjunto desagregó la circulación peatonal dirigida hacia los centros de servicio, de forma tal que no se cruza con las vías vehiculares de penetración, las cuales parten de la trama de la ciudad. El plano de conjunto del proyecto original ilustra nuestra postal del día de hoy. La llamativa participación de Sert y Wiener como asesores obedeció a dos motivos fundamentales. El primero es que habían coincidido con Moisés Benacerraf en los Estados Unidos habida cuenta que éste se gradúa en 1945 en Yale, universidad en la que aquellos desarrollarán parte de su carrera docente y donde se establecerán vínculos personales.
El segundo tiene que ver con el nivel de desarrollo que para entonces ya había alcanzado el concepto de “unidad vecinal”, tema ampliamente debatido en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) que para Sert (presidente del CIAM entre 1947 y 1956) se convirtió en objeto de investigación. Fruto de ello será la contratación de sus servicios por parte de la Organización de las Naciones Unidas entre 1951 y 1952 con el fin de estudiar y definir condiciones para mejorar su diseño. También lo será la solicitud de llevar adelante desde la TPA (con Wiener como socio) el Plan de Cidade dos Motores en Brasil (1943-1945) donde, tal y como se recoge del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia en el artículo dedicado a Sert (http://dbe.rah.es/biografias/8201/jose-luis-sert-lopez), se “proponía una ciudad abierta y ordenada que materializaba de forma rigurosa las doctrinas urbanísticas defendidas por el Movimiento Moderno, con una trama cuadriculada en la que los grandes bloques sobre pilotes concentraban la edificabilidad para preservar la vegetación del territorio, y en la que una amplia red viaria separaba el tráfico rodado y peatonal. A este proyecto le siguieron, entre otros muchos, la Nueva Ciudad de Chimbote, en Perú (1948), los planes directores para Medellín (1949) y Bogotá (1951-1953) y un plan Piloto para La Habana (1955-1958), en los que Sert y sus socios abandonaron progresivamente la ortodoxia de la Cidade dos Motores adaptando el planeamiento a la situación climática, social y económica de cada lugar; para ello emplearon sistemas más adecuados a las condiciones locales, derivados del conocimiento previo de la arquitectura popular que ya había despertado el interés de Sert desde sus primeras obras, abriendo así una nueva vía dentro del urbanismo de la época”.
5. Plano de conjunto de «pomona» con la descripción del programa
De todo ello se beneficia “Pomona” y de “Pomona”, indirectamente, el TABO que pudo incorporar de esta experiencia buena parte tanto de sus planteamiento conceptuales en cuanto a lo urbano como de sus modelos de viviendas. También, casi de forma simultánea, por un lado la Comisión Nacional de Urbanismo solicitará la consultoría de TPA en la elaboración del Plano Regulador de Caracas de 1951 y, por el otro, la firma “Planificación y Vivienda” recurrirá a Sert y Wiener como asesores a la hora de serle solicitada en 1951 por la Orinoco Mining Company la planificación de los centros urbanos de Puerto Ordaz y Ciudad Piar y el diseño de viviendas para los trabajadores. Sert y Wiener realizarán en 1953 los centros cívicos de la “New Towns” de Puerto Ordaz y Ciudad Piar y el proyecto de una iglesia para la primera. Luego, siendo Sert decano de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, se concreta la participación de esa universidad y el MIT (integrantes del Joint Center for Urban Studies), mediante un contrato firmado con la Corporación Venezolana de Guayana, para asesorar en 1962 la realización del plan Maestro de Desarrollo Urbano para Santo Tomé de Guayana (Ciudad Guayana).
Finalmente, será el ingeniero Francisco Carrillo Batalla, integrante de la Oficina “Planificación y Vivienda”, quien en 1952 le de a Sert la oportunidad de proyectar su única obra -no construida- en Caracas: el proyecto de su vivienda familiar ubicada en la avenida principal del Caracas Country Club, develada en la exposición “Our architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975” (2017) y reseñada en el catálogo de la misma por Hannia Gómez.
6. Vista satelital actual de «Pomona» dentro del crecimiento de Maracaibo
Hoy “Pomona” dada su proximidad a la zona industrial y al puerto de Maracaibo ha sido absorbida por el crecimiento de la ciudad, pese a haber sido concebida como un desarrollo autónomo a las afueras. Si en algún momento resultaba fácil reconocerla dentro de la trama urbana hoy los efectos del tiempo y las intervenciones realizadas por sus pobladores la han mimetizado hasta el punto de verse prácticamente asimilada al desordenado crecimiento de sus alrededores.
Su esquema inicial sufrió una importante modificación al momento de llevarse a cabo el proyecto definitivo y su ejecución, cosa que hemos podido detectar a través de la imagen satelital: las viviendas multifamiliares ubicadas inicialmente al sureste sobre una franja en la que predominan las áreas verdes, pasaron al noroeste, dando la sensación de que los proyectistas, por motivos que desconocemos, llevaron a cabo un rebatimiento completo dejando inalterada la distribución del resto de los componentes del conjunto sobre el terreno.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 1, 3 y 5. 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, 1952
1954•Se termina la construcción de los 5.000 m2 del edificio Gran Avenida, en la Plaza Venezuela, diseñado por el arquitecto de origen norteamericano Emil Vestuti (1927-1998) para la firma Guinand & Benacerraf (Carlos Guinand Baldó y Moisés Banacerraf). El edificio de siete pisos de oficinas tiene un pasaje público que lo atraviesa entre los locales comerciales que tiene en la planta baja uniendo la Av. Bolivia de la urbanización Los Caobos con el final de la Av. Lincoln en la Plaza Venezuela. Lamentablemente el edificio fue demolido.
HVH
1954• Edificio Gran Avenida, Terraza de acceso desde la avenida Bolivia con vista hacia el Edificio Polar y el Teatro del Este.
1966•Con una inversión de Bs. 1.000.000 la empresa Ramagro, C.A. concluye la construcción del edificio Residencias Morgana, ubicado en la Avenida Andrés Bello entre la Avenida Francisco de Miranda y la Primera Avenida de Los Palos Grandes, diseñado por los arquitectos Carlos Guinand Baldó (FI.UCV, graduado 1949 en la primera promoción de egresados de la Escuela de Arquitectura) y Richard Rosenman (arquitecto Universidad de Toronto, Canadá).
El edificio de 12 pisos y 12 apartamentos, cada uno de unos 200 m2, vendido bajo el régimen de propiedad horizontal por la firma Protal, S.A., cuentan con ascensor privado más otro ascensor de apoyo adjunto la escalera de servicio, un vestíbulo en el acceso que conduce, bien al área social: estar-comedor con balcón integrado, la cocina, provista de despensa, la lavandería y la habitación de servicio con su baño; o al área privada: la habitación principal, alfombrada, provista de un vestier y baño; dos dormitorios que comparten un baño, recubiertos los pisos de linóleo; y un closet de lencería.
Las dos habitaciones que comparte la fachada oeste tienen closets ubicados sobre ella contribuyendo a mitigar la insolación producida por la orientación del edificio dada la forma de la parcela.
Los maleteros de los apartamentos se ubicaron en la planta techo del edificio, mientras que en la planta baja o de acceso los arquitectos ubicaron la sala de reuniones con jardines y baño privado.
El estacionamiento esta al fondo de la parcela separado de la calle por el edificio.
En la planta baja los pisos están recubiertos de mármol y las paredes revestidas de madera
El Edificio Morgana fue afectado en el año 1967 por el sismo que sacudió a Caracas, sufriendo daños varios apartamentos en sus tabiques y losas de piso.
HVH
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