1951• Se termina de construir el Hotel Montserrat o Residencias Monserrat, ubicado frente a la zona sur de la Plaza Altamira, proyecto de Carlos Guinand Baldó (1925–1982) (UCV, 1948), Moisés Benacerraff (1924-1998) (Yale, 1947) y Emile Vestuti (1927–1998) (Yale, 1949).
Poco tiempo después de su construcción, el edificio fue objeto de una ampliación que alteró considerablemente sus proporciones para la cual utilizando el mismo esquema, se agregaron dos módulos estructurales hacia el norte, permitiendo ello contar con cuatro apartamentos adicionales por piso (dos a cada lado de su circulación central) que se sumaron a los seis ya existentes, incorporándose a la fachada norte un pequeño balcón (en lugar de la ventana existente en el volumen original) que permite rematar e iluminar el pasillo central de circulación que conduce a los apartamentos.
Los arquitectos proyectistas en combinación con el cliente crearon un novedoso edificio no existente en el mercado venezolano en esos años, que estaba compuesto de apartamentos de área reducida, para solteros o parejas sin hijos, totalmente amueblados. Esto implicó que se concibiera a base de espacios mínimos, de usos múltiples, muy funcionales, fáciles de mantener, con mobiliario diseñado para cada sitio y con la escala adecuada, de forma tal que se aprovechara totalmente.
La parcela sobre la cual se construyó el edificio resultante es un rectángulo orientado norte–sur. El programa contempló diez apartamentos por piso, cada uno con tres ambientes para funciones claramente definidas: estar–comer–dormir, cocina con mueble que combina gabinete de servicio y bar, y baño–vestuario. Para poder lograr un programa tan compacto se tuvo que recurrir a el uso de la ventilación artificial.
Con la estructura se planteó un sistema modular, sencillo y económico, cuyas columnas tenían el mismo ancho que los muros, evitando salientes.
Para el diseño de las fachadas los proyectistas dieron diferentes respuestas. La norte y sur, se diseñaron más cerradas ante la eventualidad de la construcción de otros edificios (solo dejando aberturas del ancho del corredor de circulación para iluminación y en la del norte, un pequeño balcón). La este y oeste tienen, por una parte, un juego de llenos y vacíos, muros calados y balcones, que plásticamente permiten reconocer al edificio desde lejos, transparencia y visuales urbanas desde adentro y, por la otra, una muy adecuada protección solar, básica en nuestro trópico.
El edificio se continúa utilizando hoy con su función original.
El mobiliario original, obra de Cornelis Zitman (1926-2016), diseñador industrial y notable artista plástico, se fabricó en su totalidad en el país con maderas nacionales y telas importadas. Al haber trabajado con los arquitectos se logró un equipamiento muy adecuado, funcional y contemporáneo.
En el año 1955 el arquitecto, historiador, crítico y profesor universitario Henry-Russell Hitchcock (1903-1987), responsable de la selección de los 49 edificios que integraron la exposición Latin American Architecture since 1945 en el Museo de Arte Moderno MoMA de Nueva York, entre noviembre 1955 y febrero 1956, publicó un extenso libro con igual nombre que la exhibición (Arquitectura Latinoamericana desde 1945) en donde incluye ( pp. 156-157) el edificio Residencias Monserrat, ilustrado con dos fotografías de Roger Halle, NY y la planta tipo.
Hitchcock afirma sobre el edificio Residencias Monserrat en su libro: “Este pequeño bloque de lujosos apartamentos de una habitación está hábilmente diseñado, logrando en cada unidad espacios bien articulados … Los apartamentos son aún una novedad en Caracas, sin embargo la mayoría de los ya construidos son corrientes y de poca calidad”.
HVH