Archivos diarios: 11 de junio, 2017
Contacto FAC 31
ALGO… CURIOSO

Nota elaborada con información tomada de la página web de la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional de España
El magazine ALGO, que llevaba por subtítulo el de “semanario ilustrado enciclopédico y de buen humor”, aparece en Barcelona (España) a partir del 30 de marzo de 1929, bajo la dirección del periodista, crítico teatral y dramaturgo guipuzcoano Manuel Jiménez Moya, con la única pretensión de agradar y entretener de las “mil preocupaciones” al público, tanto español como hispanoamericano.
ALGO, cuya cubierta la ocupa siempre un dibujo a color y su interior está estructurado en varias secciones, será una revista ajena completamente a la política o a los asuntos conflictivos, bélicos o sociales. Ni su grafismo humorístico, ni sus textos ni fotografías traspasarán en lo más mínimo la barrera de lo enciclopédico, divulgativo, curioso y ameno. Nunca se verá perturbado este carácter ni por la dictadura, ni la dictablanda ni la instauración republicana, ni la propia guerra civil consiguiente.
Pues bien, en su entrega nº 39 del 21 de diciembre de 1929, cuando en Barcelona se podía contemplar el despliegue de la Exposición Internacional donde Alemania es representada por el pabellón diseñado por Mies van der Rohe, la publicación que hoy nos ocupa, influenciada e impactada sin duda por el talante innovador que la arquitectura del maestro alemán mostraba, dedica su portada al “Rascacielos de cristal” que Mies “ha concebido y está en vías de realizarlo”.

No sólo llama la atención la imagen “nocturna” que a modo de ilustración se nos presenta de este proyecto y la certeza con que se afirmaba la posible construcción del edificio, sino la manera como es presentada la noticia al asiduo lector del magazine que no es otro que el típico ciudadano de a pie.
Así, al adentrarnos en las páginas centrales notamos que el tema abordado pasa a ser algo más general: “Edificios de cristal”, evidenciándose un claro interés por mostrar las bondades de un material que aunque ya llevaba casi un siglo de moderna utilización sorprende por otra clase de ventajas que lo acompañan. El otro edificio reseñado como complemento al rascacielos de Mies es una “casa campestre de cristal” “en forma de estrella” de Peter Behrens (pionero del Movimiento Moderno con quien, como sabemos, Mies trabajó en sus años mozos), de la cual aparece un boceto (que no nos permite ubicarla con claridad cronológicamente) y cuya descripción resalta las variadas posibilidades que el vidrio ofrece.
En el marco de la crisis que se vive a causa de la Guerra Civil, ALGO, el 27 de febrero de 1937 cambia completamente su formato y edición y «se publicará en tanto no podamos resolver las dificultades que hoy nos resultan insolubles”.
El último número, registrado en la Biblioteca Nacional de España es el 428, edición especial de 1938, ya por cumplir su décimo año en circulación. Estaba a cargo de la Sociedad General de Publicaciones, empresa en ese momento “colectivizada”.
ACA
Procedencia de las imágenes
TAL DÍA COMO HOY…
… el 11 de junio de 1994 aparece en las páginas centrales del nº 64 de Arquitectura HOY el veredicto y las imágenes del proyecto ganador del Concurso Nacional de Ideas para Sede de la Junta Parroquial de la Parroquia Catedral y Centro Deportivo del Liceo Fermín Toro, realizado por el arquitecto Joel Sanz Pino (1947-2013).

Sanz, egresado de la FAU UCV en 1970, Premio Nacional de Arquitectura en el año 2000, insigne profesor de proyectos, admirador de la obra de James Stirling y de la labor pedagógica de Ramón González Almeida, se caracterizó por ser un sempiterno concursante quizás siguiendo los pasos de su compañero y amigo Pablo Lasala. En esas lides, ya Sanz había logrado previamente alzarse victorioso en el Concurso de Ideas para la Nueva Sede del Centro Italiano Venezolano de Oriente, Barcelona (1989) y del Centro Comercial City Garden, Maracay (1993), acompañado en este caso por sus socios Juan Carlos Parilli y Francisco Arocha con quienes durante años conformó la firma S+P+A Arquitectos C.A. Más adelante también ganará junto a Juan Carlos Parilli, Claudia Hernández, Omar Ladera y Roberto Castillo, el Concurso Nacional de Ideas “La Cultura Libera al San Carlos” para la Transformación del Cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas, promovido por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), el Consejo Nacional de la Cultura y el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes el año 2000.
El certamen que hoy nos ocupa, promovido por la Alcaldía del Municipio Libertador, cuyo veredicto fue dado a conocer el 2 de junio de 1994 en la sede del Concejo Municipal de Caracas, se proponía para dar respuesta a dos programas disímiles a los que debía preverse su construcción separada, a ser localizados en un terreno en esquina ubicado en el sector Caño Amarillo con frente hacia la Avenida Sucre en su acera oeste, muy próximo al Liceo Fermín Toro, al Arco de la Federación y a la escalinata del Parque el Calvario.
La propuesta, realizada en colaboración con Juan Carlos Parilli, Francisco Arocha, María Inés Gómez, Omar Ladera, Roberto Castillo, Aleisa Mondolfi, Elizabeth Bernys, María Patricia Sabas y Ricardo Sanz, se destacó entre las 71 ideas presentadas porque, según palabras del jurado, se escoge “una implantación y una organización volumétrica que separa y hace identificables, en un espacio que les es propio y que a la vez se vincula claramente con la ciudad, a la junta parroquial y al centro deportivo, permite su fácil construcción por etapas y controla sus magnitudes, con un adecuado sentido de la escala de la intervención”. Así mismo, “el jurado valoriza el espacio arbolado entre las dos instituciones, que constituye el corazón interno del proyecto, conectando los sectores alto y bajo, dando así una respuesta contundente a una de las exigencias esenciales de las bases. Igualmente considera acertada la forma de enfrentar volumétricamente la avenida Sucre, y el hecho de que la central eléctrica de algún modo se integra a la volumetría del proyecto sin ser negada”.
La claridad con que es expuesto el veredicto sin lugar a dudas tiene que ver con la composición de un calificado jurado presidido por Oscar Tenreiro que contó con el acompañamiento de Fernando Pérez Oyarzún (Chile) y Luigi Snozzi (Suiza) como invitados internacionales y Frank Marcano, Lucas Pou, Edwing Otero, José Manuel Rodríguez e Isabel Sánchez como representantes nacionales.
Con este concurso se abrió de nuevo otra expectativa en la que se buscaba esperanzadoramente “que la construcción del proyecto ganador sea el primer paso de una serie de operaciones similares, generada igualmente de concursos, dirigida a convertir la arquitectura de las instituciones en tema esencial de la cultura urbana de nuestro país”.
Lamentablemente tan loables intenciones no se cumplieron y finalmente el proyecto ganador del Concurso Nacional de Ideas para Sede de la Junta Parroquial de la Parroquia Catedral y Centro Deportivo del Liceo Fermín Toro no se construyó, pasando a engrosar la larga lista de iniciativas de este tipo que en nuestro país han tenido el mismo destino.
ACA
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 66

Cuando la Escuela de Arquitectura de la UCV transitaba sus primeros años de vida, sin lugar a dudas ocupan un lugar destacado en la atención de quienes enseñan y aprenden, el seguir los pasos, vida y obra de lo grandes maestros de la arquitectura moderna. Con la aparición de las primeras publicaciones periódicas y del montaje de exposiciones de fotografías o dibujos que llegan al país por los contactos que el Departamento de Extensión Cultural establece con las agregadurías de las embajadas, la divulgación de lo más resaltante de sus trayectorias no sólo se incrementa sino que denota preferencias y desata niveles importantes de idolatría.
A poco que uno se asome en la colección de la revista Punto, por ejemplo, notará que Walter Gropius, Le Corbusier y Frank Lloyd Wright, seguidos de Alvar Aalto y Mies van der Rohe, son objeto de una marcada atención por la cantidad de veces en que aparecen sus escritos, son reseñados sus edificios o es comentada su obra. En ello tuvo mucho que ver la asesoría que recibía Antonio Granados Valdés de parte de algunos profesores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (C. R. Villanueva a la cabeza) y la habilidad que desarrolló para transcribir textos provenientes de otras publicaciones a nivel internacional.
El caso de Frank Lloyd Wright (1867-1959), de quien hoy nos ocuparemos, es altamente significativo. Así, el nº 8 de la Colección Espacio y Forma de septiembre de 1960, está dedicado a mostrar un trabajo de Ricardo Porro (1925-2014), el reconocido arquitecto cubano quien entre 1957 y 1960 se residenció en Venezuela, colaboró con Villanueva en el Banco Obrero y formó parte del cuerpo docente de la Escuela de Arquitectura, titulado “Forma y contenido en Wright”.
Por otro lado, desde en el mismo nº 1 de Punto (enero 1961), tras la estela del fallecimiento dos años antes del maestro norteamericano y de la apertura post mortem del emblemático Museo Guggenheim de Nueva York, aparecen “Arte de hoy, museo del mañana” de M.T. Magis y “El museo de F.L. Wright” de Bruno Zevi, autor este último que, como se sabe, estudió su obra y contribuyó a divulgarla a lo largo de toda su vida. El trabajo de Wright forma parte importante de la “Muestra fotográfica de arquitectura norteamericana” que se presenta en los espacios de la FAU UCV y es reseñada también en Punto nº 6 de marzo de 1962.
Pero es en 1963 cuando finalmente llega el momento de copar por primera vez la sala de exposiciones de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo con la obra de un importante arquitecto extranjero y le corresponde a Wright ese privilegio. La muestra, también fotográfica, a la que está dedicada nuestra postal del día de hoy, produjo de parte de la redacción de Punto (nº 11, febrero 1963), a objeto de generar entusiasmo y expectativa, el llamado a un concurso escrito para estudiantes sobre la obra del arquitecto estadounidense cuyo premio sería su publicación en la revista. Si bien de sus resultados no nos hemos podido enterar porque la publicación ofrecida no se llevó a cabo, este hecho no deja de ser altamente significativo.
También, en el lapso en que estuvo abierta la exhibición (14 de febrero al 15 de marzo de 1963), como era costumbre cada vez que se realizaba un evento de importancia, se dictó una conferencia en el Auditorio que estuvo a cargo de Juan Pedro Posani en la que analizó “la personalidad del gran arquitecto americano desde un ángulo polémico”, complementada la semana siguiente por una Mesa Redonda en la que participaron, además de Posani, los profesores Augusto Tobito y Jorge Castillo junto al bachiller Rafael Iribarren, ampliamente reseñada en el nº 14 de Punto (septiembre 1963). Cabe resaltar que participaron con sendas intervenciones dentro del encendido debate suscitado los profesores Oscar Tenreiro, Armando Córdova y Henrique Hernández y los bachilleres David Roncayolo, Francisco Bermúdez y Alejandro Galbe. En este mismo número de la revista se incluyó como complemento el texto “La arquitectura y la música” del propio Frank Lloyd Wright.
Dentro de la efervescencia que produjo la exposición coincide (no creemos que por casualidad) el lanzamiento (julio 1963) del nº 1 de la revista estudiantil Taller “una publicación del taller de arquitectura `Taliesin La Floresta´, Caracas”, cuyo Comité de Redacción estaba conformado por los bachilleres Jorge Soto Nones, Nunzio Sassano, Luis Quirós Badell, Alfredo Vera y José Mena y que recoge el artículo “Frank Lloyd Wright: El titán de Taliesin” del propio Soto Nones, claro indicio de la veneración que este grupo le profesaba.
Luego de ese año marcadamente wrightiano, su sombra no desaparece del todo. Se anuncia (Punto, números 22 y 23, marzo y mayo-junio 1965, respectivamente) otra exposición (en este caso de dibujos) organizada por profesores y estudiantes de la Escuela denominada “Diseños de F.L. Wright”, que finalmente se abre entre el 30 de julio y el 18 de agosto y se reseña en Punto nº 24 (julio-agosto 1965).
También, se publican en la misma revista: “La Herencia de Wright” de Vincent J. Scully (nº 18, junio 1964), “Los arquitectos americanos buscan el espacio perdido” de Bruno Zevi (nº 28, agosto-septiembre 1966), “Frank Lloyd Wright ¿Mito o realidad?” de Leonardo Benevolo (nº 32, julio-agoto 1967) y “Wright: un genio solitario” de Michel Ragón” (nº 36, junio 1968).
Posteriormente, llegan al ámbito académico tiempos de cuestionamiento de ídolos y modelos del pasado con la correspondiente sustitución por otros que sin duda repercuten en la radical desaparición de ellos como referencia dentro de nuestras publicaciones.
Sobre la efectiva influencia de Wright dentro de la arquitectura venezolana e internacional y las dificultades de ser «copiado» es posible encontrar un interesante debate años más tarde (1994) en las páginas Arquitectura HOY (entregas nº 64 y 67 del 4 y 25 de junio, respectivamente), cuando se montó una importantísima exposición retrospectiva dedicada a su obra en los espacios del MOMA.
La referencia a Wright, de quien se están preparando justamente este año una serie de eventos relacionados con la celebración de los 150 años de su nacimiento, invita a realizar un repaso similar con Le Corbusier, Gropius, Aalto y Mies, que en algún momento será conveniente hacer, y que, con diferentes matices, seguramente dará el mismo resultado. Quizás sea el maestro suizo el que salga mejor parado a la hora de evaluar su permanencia como referencia a través del tiempo en nuestra academia, pero de ello se puede hablar en otra ocasión.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. Revista Punto. nº 11, febrero 1963
NotiFAC (Contacto nº 31)

La Fundación Arquitectura y Ciudad (FAC) y Ediciones Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (Ediciones FAU UCV) llaman a participar a autores de cualquier parte del mundo en el
CONCURSO DE ENSAYOS
CARACAS
1567-2017
Caracas al llegar a su 450 aniversario luce agotada, descuidada, olvidada, deteriorada, desarticulada y agredida, y a la vez preservada por su inmejorable clima, su inigualable paisaje y el calor de su gente. Por ende, ofrece la oportunidad única de mirarla sin dejar de pensarla, sentirla, mimarla, reivindicarla, desearla, soñarla, recordarla, imaginarla, proyectarla…
El concurso de ensayos Caracas 1567-2017 se convoca con la intención de dejar plasmadas las múltiples lecturas de que puede ser objeto esta ciudad que es eje de nuestros pensamientos, motivo de nuestras angustias y territorio de nuestros pesares, objeto de amor y de odio, siempre verde como la esperanza.
La convocatoria estará vigente desde el viernes 17 de febrero de 2017 hasta el jueves 31 de agosto de 2017.
Se otorgarán 2 premios en efectivo y tantas menciones como el jurado considere pertinentes. Para conocer las bases completas ir a www.edicionesfau.com