
1953• Una vez concluida la Avenida Urdaneta, los habitantes de la capital descubrieron nuevas perspectivas urbanas, algunas de ellas que revitalizaron edificios existentes, tales como el Correo de Carmelitas, edificación colonial cuya construcción se remontaba a 1781 y que había sido remodelada a fondo en 1932. Otro fue el hermoso edificio del Ministerio de Fomento (1934-1935), obra de Carlos Guinand Sandoz, el cual enaltece con sus fachadas la avenida y la esquina de Carmelitas.
Lamentablemente entre las casas que fueron demolidas con el trazado de esta avenida estaban dos de inmenso valor patrimonial para nuestra historia. La Casa de Don Juan de Vegas y Bertodano, Contador de la Real Hacienda, la cual había sido construida en 1783 y en donde funcionó el célebre Colegio Chaves desde 1842 y la Casa de Don Felipe de Llaguno, comerciante en cacao y añil, construida en 1785, la cual fue sede del Museo de Arte Colonial desde 1942 hasta su demolición.
Los cronistas caraqueños hacen notar que en los lotes que quedaron libres con las demoliciones se fueron levantado nuevos edificios casi simultáneamente. Afirman que luego de seis meses de la fecha de la inauguración de la avenida, el 30% de los solares vacíos ya contaban con “edificaciones que hacen honor a la arquitectura venezolana¨.
HVH