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¿SABÍA USTED…

… que en 1940 se construye y pone en servicio el Puente Mohedano?

1. Vista del Puente Mohedano desde el río Guaire (c.1940)

Caracas, fundada como se sabe en la parte más estrecha del valle que le dio nombre, nació contenida entre las quebradas de Caroata al oeste y Catuche al este y limitada por el rio Guaire al sur, espacio en que se trazó su damero fundacional. Mas temprano que tarde debió empezar a sortear tales accidentes con la finalidad de poder ocupar nuevos territorios y dar cabida a un crecimiento urbano lento pero sostenido que primero se manifestó hacia el oriente y el occidente de forma regular y posteriormente hacia el sur, pero que en todos los casos tuvo que recurrir a la construcción de puentes que facilitaran la prolongación de la cuadrícula y la comunicación fluida.

Aunque ya se han realizados algunos intentos parciales y diversas crónicas, sería retador llevar una exhaustiva indagación que fije en el tiempo y el espacio la aparición de los primeros puentes en Caracas, que narre su supervivencia, paulatina desaparición y sustitución, así como su aumento en número y localización de acuerdo a las necesidades que se fueron presentando e incluso que ilustre acerca de las técnicas constructivas utilizadas en cada caso. Sí se sabe que los primeros realizados durante los siglos XVII y XVIII resolvieron el paso sobre los cauces de agua que venían del Ávila, y que el salto firme sobre el Guaire se dio ya entrado el siglo XIX recurriendo al uso de componentes metálicos dando luego paso, ante la violencia de las crecidas del río y el desarrollo de la industria del cemento a los ejecutados en concreto armado durante el siglo XX. Lejos estamos de pretender cubrir ese vacío, pero para acercarnos al caso al que hoy nos dedicaremos, recomendamos leer la nota que publicáramos sobre el Puente Las Mercedes (1941) en el Contacto FAC nº 342 del 15 de octubre de 2023 (https://fundaayc.com/2023/10/15/sabia-usted-107/).

2. Arriba: Recorte del plano de la Esso de 1946 donde se ve con claridad la ubicación del Puente Mohedano resaltándose el área que abarca la foto inferior. Abajo: Vista hacia el norte (con el Ávila al fondo) tomada a inicios de la década de 1940 que muestra el encuentro entre la quebrada de Anauco y el río Guaire en el lugar donde fue construido el Puente Mohedano, que aparece cruzado por varios vehículos. Siguiendo hacia el norte la avenida que lleva a la Plaza Mohedano o Morelos. También aparece después del puente el cruce a modo de rotonda con la avenida Este 10 desarrollándose ésta hacia la izquierda en dirección a El Conde), observándose otro puente que salva la quebrada. Del cruce con la Este 10 hacia la derecha arranca la vía que conduce hacia el Parque Los Caobos. En la rotonda del primer plano, a la izquierda se empalma la calle que conecta con San Agustín del Sur y hacia la derecha se encuentra la autopista del Este en obras.

Pues bien, comenzaremos diciendo que la construcción y puesta en funcionamiento del Puente Mohedano el año 1940, obedeció a la necesidad de resolver la comunicación sobre el Guaire entre el extremo este correspondiente al desarrollo de las urbanizaciones San Agustín del Norte y El Conde y la prolongación también hacia el este de la avenida principal de San Agustín del Sur (hoy Bulevar Leonardo Ruiz Pineda). Construido en concreto armado, se ubicó muy cerca de la confluencia de la quebrada Anauco con el Guaire conectado a una rotonda que marcaba el final de la avenida Este 10 (hoy Lecuna) de la cual partían también sendas vías que conducían hacia la que se llamó inicialmente como Plaza Mohedano (hoy Plaza Morelos) al norte y otra que atravesaba diagonalmente el Parque Los Caobos (antiguo Parque Sucre) y se conectaba con la avenida Mosquera (prolongación de la avenida México hacia el este).

Su denominación, al igual que el de la mencionada plaza muy probablemente honra el recuerdo del sacerdote español José Antonio García Mohedano (1741-1804) -conocido como el Padre Mohedano- que se destacó como uno de los introductores del cultivo del café en Venezuela y primer párroco de Chacao, en donde, por cierto, también hay una avenida con su nombre.

3. Recorte del Plano de Caracas de Ricardo Razetti de 1929 donde se indica la ubicación de un puente anterior al Mohedano colocado más al este.

Un breve recorrido por la planimetría de Caracas a partir de 1929 permite ver en el mapa de ese año de Ricardo Razetti la presencia, como parte de la prolongación del damero central hacia el sureste, de las urbanizaciones de San Agustín del Norte (promovida por Juan Bernardo Arismendi y Luis Roche en terrenos de la antigua hacienda La Yerbera entre las quebradas Cienfuegos y Catuche, iniciada en 1926 e inaugurada en 1928) y El Conde (en lo que se llamaba El Ensanche, antigua hacienda El Conde, entre las quebradas de Catuche y Anauco iniciada, a partir de 1928, por Juan M. Benzo, Juan Bernardo Arismendi y Tomas Sarmiento), cada una con sus respectivos trazados. También permite observar al sur del río la recién creada trama de San Agustín del Sur, una de los primeros desarrollos realizados por el recién creado Banco Obrero entre 1928 y 1929, según proyecto promovido por Luis Roche y Diego Nucete Sardi en el lote de terreno denominado como “Vegas del Guaire”.

Otro elemento a considerar en el plano de 1929 es la existencia de un puente que comunica los dos “sanagustines” como prolongación de la avenida Sur 11 y de una especie de distribuidor al extremo este la avenida principal de San Agustín del Sur que conecta con el norte atravesando el rio en las proximidades del Parque Sucre o Los Caobos, posible germen de lo que posteriormente será el Puente Mohedano.

4. Izquierda: Recorte del “Plano de Caracas Monumental” de 1936 de Ramón Sosa B. sin presencia aún del Puente Mohedano. Derecha: Recorte del «Plano de Caracas y sus alrededores» de la Esso de 1946 con el Puente Mohedano ya ejecutado.

Más precisa con respecto a cómo finalizaba la avenida Este 10 y las derivaciones que desde allí se producían pareciera ser la imagen que ofrece el “Plano de Caracas Monumental” de 1936 realizado por Ramón Sosa B. y ya, con el Puente Mohedano incorporado, los planos preparados por la Esso en 1946, tanto el de Caracas y sus alrededores como el que recoge la toponimia del damero.

5. “Plano general de la distribución de las nuevas avenidas, calles y carreteras” de 1936 (anexo al Plan Monumental de Caracas de 1939).

Por otra parte, vale acotar que el empujón definitivo que le dará vida al desarrollo vial de donde se derivará la aparición del Puente Mohedano, surgirá del “Plano general de la distribución de las nuevas avenidas, calles y carreteras” de 1936 (anexo al Plan Monumental de Caracas de 1939), que a su vez sirvió de base a la aprobación en 1940 del “Plan Director de Calles y Avenidas” por el Concejo Municipal del Distrito Federal. Éste contemplaba junto a la creación de la avenida Bolívar (construida en una primera etapa entre 1945 y 1949 hasta Parque Carabobo, que implicó la demolición de las cuadras comprendidas entre las avenidas Este 6 y Este 8 entre El Silencio y el Parque Los Caobos), el considerar como eje paralelo a ser reforzado el correspondiente a la avenida Este 10 sobre la que se encontraba el Nuevo Circo y unía a San Agustín del Norte y El Conde finalizando en la rotonda que ya anteriormente hemos mencionado, de la que se desprendería un ramal que conectaría a través del Puente Mohedano con el primer esbozo de la Autopista del Este.

6. Dos vistas del sector Puente Mohedano donde resalta la presencia del edificio de A. Planchart y Cia./Sucr. C.A. (c.1950).

Esta importante animación urbana y vial, condujo a algunos inversores y promotores a ver en Puente Mohedano (tal fue el nombre que se le dio al sector) una zona importante de desarrollo de la ciudad. El caso más emblemático lo constituyó el del distribuidor y comercializador de automóviles Armando Planchart, quien no dudó en encargarle al arquitecto norteamericano Clifford Charles Wendehack el diseño de su flamante edificio sede (que se terminó de construir en 1947) sobre la avenida Este 10 frente a la rotonda, constituyéndose en referencia dado el carácter arquitectónico que cobró, con predominio del art déco como estilo seleccionado para darle lustre a la monumentalidad con que se presentaba resolviendo la esquina vidriada para la exhibición de automóviles, teniendo como complemento espacios para darles servicio, venta de repuestos, depósitos y oficinas administrativas.

7. 1954. Izquierda: Finalización de la segunda etapa de la avenida Bolívar y su conexión con la Autopista del Este que llega hasta Puente Mohedano. Comienzo de la degradación de El Conde. Derecha: Impacto de la construcción de la segunda etapa de la avenida Bolívar sobre el sector Puente Mohedano.

Sin embargo, lo que surgió como un lugar promisorio sufrió los rigores de la vorágine que se sucedió después de la finalización de la construcción de la avenida Bolívar y la puesta en práctica del Plan de Vialidad. Así, en 1953 se inaugura la Autopista del Este que iría justamente desde Puente Mohedano hasta La Carlota, y que en 1955 se prolongará hasta Petare-La California, canalizándose a la vez buena parte del río Guaire. En 1954 se asesta un duro golpe a la urbanización El Conde y al funcionamiento de Puente Mohedano y sus alrededores cuando Pérez Jiménez decide darle curso, junto a la construcción de la segunda etapa, a la conexión entre la avenida Bolívar y la Autopista del Este. Caída la dictadura, a partir de 1958 se adelanta firmemente la prolongación de la autopista hacia el oeste decidiéndose hacer el trazado de la vía a ambos lados del río trayendo como consecuencia la demolición del puente original que conectaba los dos “sanagustines” y la construcción de otro más hacia el este.

En la década de los 60 se emprende la expropiación definitiva de El Conde tanto al norte de la avenida Bolívar (hasta la avenida México) como al sur (hasta la avenida Este 10) lo cual involucró cerca de 500 edificaciones de todo tipo, previéndose en la franja sur la construcción de Parque Central que se comienza a proyectar en 1969.

8. c.1972. Finalización de la primera etapa de Parque Central construido sobre las ruinas de El Conde entre la avenida Bolívar y la avenida Lecuna. Conexión de la avenida Lecuna con el Paseo Colón y la Autopista Francisco Fajardo, demolición de A. Planchart y Cia./Sucr. C.A., transformación definitiva del sector Puente Mohedano junto a la desaparición del puente.

La estocada final al sector Puente Mohedano se producirá en 1970 cuando se inaugura la avenida Lecuna que facilitaría, por un lado, la construcción de Parque Central cuya primera etapa finaliza en 1972 y, por el otro, permitirá una conexión directa con la ya denominada Autopista Francisco Fajardo hacia el este. Será el momento en que desaparece el puente Mohedano y que marca también la demolición del edificio de A. Planchart y Cia./Sucr. C.A., construyéndose en parte de su terreno la Torre Este de Parque Central, finalizada en 1983.

9. Izquierda: Vista aérea del extremo este de la avenida Bolívar y sus alrededores en la actualidad. Derecha: Lugar donde aproximadamente estuvo ubicado el Puente Mohedano.

Con la suerte corrida por el puente, del que aparentemente no han quedado vestigios, se repite la historia de una ciudad que creció sin medida pasando por alto de lo que bien podrían haber sido restos de una rica memoria que solo las fotografías permiten revisitar.

ACA

Procedencia de las imágenes.

1. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2. Caracas del valle al Mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) (https://guiaccs.com/planos/petroleo-automovil-y-turismo/); y José E. Arnó Ortega (https://www.pinterest.com/pin/17521886044693611/)

3. Caracas del valle al Mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) (https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/)

4. Caracas del valle al Mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) (https://guiaccs.com/planos/de-pueblo-ciudad-caracas-monumental/) y (https://guiaccs.com/planos/petroleo-automovil-y-turismo/)

5. AA.VV. El Plan Rotival. La Caracas que no fue (1991)

6. José E. Arnó Ortega (https://www.pinterest.com/pin/384917099381697261/); y Marisol Gilabert (https://www.pinterest.com/pin/453667362459155649/)

7. Colección Crono Arquitectura Venezuela y José E. Arnó Ortega (https://www.pinterest.com/pin/384917099383309708/)

8. Newton Rauseo. INTERVENCIONES URBANAS EN LA PARROQUIA SAN AGUSTÍN: DE LA GESTION PRIVADA (Urb. El Conde) A LA GESTION ESTATAL (Parque Central) (file:///C:/Users/USER/Downloads/Investigac.%202010%20El%20Conde-Parque%20Central-1.pdf)

9. Capturas de Google Earth.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 259

Parque Central es de por sí una estupenda excusa para realizar no uno, sino varios trabajos de investigación. De allí la dificultad de abarcar desde aquí la totalidad de temas sobre los que invita a hablar y reflexionar este complejo que buscaba convertirse, como se señala en la propaganda que ilustra nuestra postal el día de hoy, en “el nuevo centro para la Caracas del futuro”.

Proyectado desde 1969 por dos jóvenes arquitectos, Henrique Siso y Daniel Fernández-Shaw, al sur de la avenida Bolívar, en una extensión de 30 hectáreas sobre la que otrora fuera la urbanización El Conde, Parque Central para 1971 (fecha en que sale publicado el aviso publicitario que hoy nos acompaña) llevaba un año construyéndose para el Centro Simón Bolívar (presidido por Gustavo Rodríguez Amengual) por Delpre C.A. (empresa del ingeniero Enrique Delfino) y, como puede notarse en el montaje, aunque los edificios residenciales ofrecen su perfil y alturas definitivos, las que finalmente serán las dos torres que por mucho tiempo ostentarían el primer lugar entre los edificios más altos realizados en concreto armado del hemisferio occidental, ofrecían (a través de una de ellas) una imagen muy distante a la que finalmente tuvieron. Se trataba de la primera versión que derivará luego en la definitiva que hoy todos conocemos.

1. Propaganda promocional destinada a la venta de Parque Central publicada en fechas cercanas a su terminación.

Si bien la polémica siempre acompañó la realización de Parque Central, desde la propia demolición de El Conde y el procedimiento que se siguió, hasta su compaginación con los diferentes visiones que se tenían para la avenida Bolívar; desde las propuestas que lo antecedieron para el mismo lugar hasta la decisión que le permitió construirse con una altísima densidad que sin duda impactó el sector donde se implantó, lo cierto es que fue proyectado con un elevado profesionalismo, afrontando la complejidad del caso, tomando y resolviendo todas las previsiones técnicas necesarias que involucraba el estar en presencia de una ciudad dentro de la ciudad. Se buscó ofrecer los servicios y el confort que hicieran sentir a sus residentes que salir de sus confines no era necesario lo cual se acompañó de una alta calidad en el diseño arquitectónico. “En Parque Central todo está a la puerta de su casa, caminandito. El fascinante mundo que ofrece una esplendorosa ciudad moderna, como una alfombra se extiende a sus pies, invitándole a ser protagonista de una emoción sin igual”, será la frase que aparecerá en el folleto propagandístico “Cómo vivir mejor en una ciudad moderna”, publicado alrededor de 1975 por el Centro Simón Bolívar.

De tal forma, en el complejo, además de viviendas, oficinas y comercios (1.170 locales), se puede encontrar un enorme estacionamiento desarrollado en sus 3 sótanos con capacidad para 8.000 vehículos, y en sus áreas comunes (las abiertas tratadas paisajísticamente según proyecto de Roberto Burle Marx) se cuenta con museos, piscina techada, gimnasio, escuela, iglesia y centro parroquial, salas de cine, salas de teatro y espacios destinados a convenciones y eventos, usos algunos que no estaban previstos en el proyecto original.

2. Proyecto para el Centro Residencial El Conde de la oficina BMPT (Bemergui, Menéndez, Posani y Tobito), 1966
3. Arriba: Vialidad en El Conde y sus alrededores (1956). Abajo: Reestructuración de la vialidad asociada a la construcción de Parque Central (1981)
4. Conjunto Parque Central. Dibujo axonométrico.
5. Las dos etapas de Parque Central

Pensado para desarrollarse por etapas, está conformado por ocho edificios residenciales de 44 pisos y 127 metros de altura (uno de los cuales se destinó posteriormente al uso de hotel) con 317 apartamentos cada uno para albergar 3.500 familias, y dos torres gemelas de oficinas de 60 pisos y 225 metros de alto que buscarían desplazar al Centro Simón Bolívar como símbolo de la ciudad y además albergarían buena parte de la administración pública central (alrededor de 16.000 personas).

6. Arriba: Corte general del conjunto mostrando los edificios residenciales. Abajo: plantas tipo con modelos de uno de dos de los apartamentos duplex de los edificios residenciales de Parque Central
7. Fachada estrutural, planta y vista exterior de una de las torres de oficinas de Parque Central

Tal y como apunta Nancy Dembo en el artículo dedicado al conjunto dentro de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015): “Los edificios de vivienda… fueron concebidos con sistemas de extracción de basura al vacío, suministro de agua por tuberías de cobre y aire acondicionado integral con agua helada, de avanzada para su época. La mayor parte de las fachadas están orientadas al sur o al norte”. Fueron construidos utilizando el “sistema túnel” el cual, pese a sus limitaciones, fue aprovechado para sacarle el máximo provecho logrando ofrecerse una amplia diversidad de apartamentos siendo tratado de manera inteligente al momento de resolver su llegada a las plantas inferiores. Están rematados con espacios que finalmente, a diferencia de lo proyectado inicialmente, se destinaron a guarderías. “Las torres de vivienda fueron diseñadas con un pasillo central y apartamentos a ambos lados, que combinan 28 tipos de residencias, simples o dúplex, de entre 60 y 140 metros cuadrados”. Se ofrecían soluciones de un dormitorio (46 m2), de dos (80 m2), de tres (121 m2) y de cuatro (141 m2).

Por su parte, “los edificios de oficina se construyeron con encofrados deslizantes con los cuales se levantaron los cuatro núcleos externos de circulación que, unidos entre sí por macrovigas, cada 12 ó 14 pisos, constituyen enormes pórticos. La estructura interior de los edificios es de acero, y crean un sistema de soporte de estructura liviana, muy conveniente para la condición sísmica de Caracas”, nos apuntará Dembo.

Como señala Henrique Vera en el artículo “Parque Central: un símbolo de Caracas”, aparecido en la revista CAV, nº 58 (2011), “el diseño y cálculo de la estructura de los edificios de vivienda estuvo a cargo de Mario Paparoni y Sergio Holoma. (…) La estructura de las dos torres de oficina fue calculada por el mismo Enrique Delfino, utilizando como base aportes realizados por Paparoni, Holoma, Andrés Ruiz, Castro Taguada y José Luchsinger”.

La primera de las tres etapas contempladas para la construcción de los 1.123.533 m2. de Parque Central se culminó en 1973, dándose inicio un año antes a la promoción y venta de apartamentos (de gran éxito entre profesionales y familias de la clase media), y cumplimiento a una de las condiciones que había impuesto el gobierno para otorgar su aval a la obra. Esto nos lo explica con claridad David Myers en el interesante libro Toma de decisiones sobre la renovación urbana en El Conde (1974): “Consciente de que su triunfo al terminar una década de gobierno de A. D. se debió a la división del partido de gobierno, y con la esperanza de fortalecer su partido COPEI, el nuevo Presidente buscaba oportunidades para contrastar su administración en forma favorable con la anterior… El Presidente Caldera nombró a su amigo personal y conocido contratista, Gustavo Rodríguez Amengual, como Presidente del Centro Simón Bolívar…[quien] inmediatamente re-examinó la posibilidad del complejo de vivienda multifamiliar para la clase media en El Conde… recibió instrucciones de que cualquier proyecto relacionado con El Conde debería reunir tres condiciones: (a)…retornar una ganancia sustancial y así colocar al CSB en una posición financiera fuerte; (b) la construcción tendría que realizarse lo más rápidamente posible para asegurar que sus elementos principales fueran terminados antes de las elecciones de 1973; y (c) el financiamiento tendría que hacerse aparte del presupuesto regular, para de esta manera lograr que el Congreso, controlado por la oposición, no tuviera poder para retardar o rechazar el proyecto. Dentro de éstos parámetros, Rodríguez Amengual tenía completa libertad para ejercer su criterio en cuanto a solicitud y análisis de proyecto, por cuanto el CSB constituye legalmente una compañía anónima”.

Rodríguez Amengual entra en contacto con Enrique Delfino, experimentado constructor a quien conocía desde sus tiempos colegiales, para ofrecerle la ejecución del conjunto quien le hace una tentadora propuesta que eximía al Centro Simón Bolívar de financiar la obra debiendo asumir “únicamente” el préstamo hipotecario, como propietario y beneficiario. El proyecto suponía que el conjunto llegaría a autofinanciarse, y que su administración, condominio y mantenimiento debían pasar a manos privadas en algún momento; pero esto no ocurrió nunca. Meyers agregará: “Rodríguez Amengual eligió el plan integral preparado por Enrique Delfino… Delfino propuso un proyecto en tres etapas con torres de 54 pisos, 6.800 apartamentos de clase media, espacios para oficinas y centro comerciales. El costo total, excluyendo los terrenos, ascendía a unos 500 millones… ofreció financiamiento internacional con la condición de que los activos del Centro fueran dados en garantía para respaldar los préstamos a DELPRECA, la cual era su compañía de construcción privada. A fines de 1969, Rodríguez Amengual presentó el proyecto Delfino como proyecto del CSB, iniciándose una nueva etapa en la vida urbana de la clase media de la capital”.

8. La vida en Parque Central después de su apertura
9. Imágenes del deterioro en el que se encuentra sumido Parque Central

Puesta en servicio la segunda etapa en 1979 cuando se entrega la Torre Oeste y finalizado en su totalidad en 1983 cuando se concluyó la Torre Este, año en el que durante el mes de febrero se produjo el llamado “viernes negro” (momento en el que la fortaleza del bolívar empezó a debilitarse), el funcionamiento de Parque Central fue durante más de dos décadas demostración de que el concepto original era viable. Sin embargo, el hecho de que ningún gobierno haya cedido el mantenimiento del conjunto dándolo sólo como pagos políticos a terceros en medio de una alta corruptela, aunado a su incapacidad para autofinanciarse a partir del cobro regular de las cuotas de condominio comenzó a hacer mella en la calidad de vida de sus ocupantes afectando indirectamente a sus visitantes, estando hoy en día prácticamente abandonado por el Estado a su propia suerte. Vicente Lecuna en “El nuevo modo de vivir. Violencia informal en ‘Nocturno’ de Lucas García y Parque Central”, artículo aparecido en el nº 24 de Voz y Escritura. Revista de estudios Literarios (2016) afirmará: “El Estado no pudo mantener en pie un proyecto que, entre otras cosas, daba al traste con su vecino, el barrio, y con la ciudad tradicional que nunca llegó a colonizar”.

Henrique Vera, producto de la entrevista que le realizara a Daniel Fernández-Shaw en la revista CAV, nº 58 ya citada, concluirá su artículo (escrito hace 10 años) afirmando: “Hoy día, el conjunto tiene muestras evidentes de deterioro las cuales no son irreversibles. Se requiere colocar en manos de los propietarios residentes el manejo del mantenimiento, que está a cargo del CSB, sujeto a los avatares que dicta la política, a subcontrataciones ineficientes y a corruptelas. Hay que sanear los estacionamientos, reparar los ascensores, restituir el paisajismo y otras tareas, algunas mayores y otras no, que de realizarse devolverían el esplendor de ese símbolo caraqueño que alberga diariamente una población de 50.000 personas”.

Ya el CSB desapareció y el deterioro ha continuado acrecentándose a pesar de intervenciones siempre esporádicas y desarticuladas que buscan solucionar problemas cuando llegan al límite. A ello deben añadirse los inconvenientes derivados de la inseguridad, la falta de agua y los cortes eléctricos los cuales suman puntos a la imposibilidad de ver la deseada recuperación hecha realidad.

10. Vista aérea del conjunto de Parque Central y sus alrededores en 2015

En todo caso, queda como consuelo el que Parque Central fuera seleccionado en representación de Venezuela (junto a otras importantes obras) por los curadores para estar presente en la exposición «Latin America in Construction: Architecture 1955-1980» realizada el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York entre marzo y julio de 2015.

Nota

Para tener una visión más completa sobre este complejo y sus antecedentes, así como para encontrar las fuentes de las imágenes remitimos a consultar, adicionalmente a las citadas en la nota, las siguientes referencias:

  • Revista PUNTO, nº 29 (1966)
  • Revista CAV, nº 33 (1971)
  • Revista CAV, nº 35 (1973)
  • Revista ESPACIO, nº 2 (1988)
  • Newton Rauseo, “Intervenciones urbanas en la parroquia San Agustín: de la gestión privada (Urb. El Conde) a la gestión estatal (Parque Central), 2013 (http://saber.ucv.ve/handle/123456789/3364?mode=full).
  • Oscar Tenreiro, Blog Entre lo cierto y lo verdadero, “Una pequeña historia necesaria” (13 entregas más una de conclusiones publicadas entre el 21/12/2013 y el 19/03/2014)
  • Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas, Caracas del Valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje, 2015
  • Mariano Goldberg, Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1980

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 156

Con el diseño y construcción de «A. Planchart y Cia./Sucr. C.A.» se reafirma lo que Lorenzo González Casas en “Autopía: Modernismo motorizado en Caracas” (https://ccscity450.com.ve/ensayo/autopia-modernismo-motorizado-en-caracas/) califica como “la omnipresencia de los carros” en el paisaje urbano caraqueño y con ello la creciente demanda en el desarrollo de una nueva tipología edilicia para su venta y consumo.

Desde que William H. Phelps, en enero de 1909, con apoyo de Enrique Arvelo y Edgar Anzola, comenzó la distribución de los vehículos Ford a través la C.A. El Automóvil Universal, hasta que el arquitecto norteamericano Clifford Charles Wendehack (1886-1948) proyecta para el entonces emergente empresario Armando Planchart el showroom o concesionario de automóviles de la General Motors Company que hoy nos ocupa (cuya fotografía engalana la postal del día de hoy), el registro en la evolución de la señalada tipología configurada por “espacios que colocaban los autos fuera de su entorno asfáltico natural, como en vitrinas de joyería magnificadas”, permite a González Casas compilar para 1925 una red comercial “con al menos 40 marcas de automóviles y 24 concesionarios en todo el país”.

Así, el edificio diseñado por Wendehack, ubicado en la desaparecida urbanización El Conde (frente al Puente Mohedano), aparece si se quiere en el momento en que la bonanza económica había detonado un significativo auge en la venta de automóviles marcando un antes y un después en el tratamiento del tema, dado el carácter arquitectónico que cobró, con predominio del art déco como estilo seleccionado para darle lustre a la monumentalidad con que se presenta resolviendo la esquina vidriada donde los lustrosos automóviles se exhiben en un gran espacio de dos alturas. Ofrecía este concesionario, como otros que se desarrollaron, espacios para dar servicio a los autos, venta de repuestos, depósitos y oficinas administrativas.

A Wendehack se le atribuye también el diseño (casi simultáneamente con el showroom encargado por Planchart) del nuevo edificio para El Automóvil Universal en Quinta Crespo, destacando a partir de entonces la presencia en el paisaje caraqueño de otras instalaciones de este tipo tales como el edificio Cars, proyectado por la General Motors Overseas Operations en el Paseo Los Ilustres, de 1948 (promovido por Armando Planchart) y el de los automóviles De Soto (a solicitud de Alberto Phelps), por Donald Hatch, entre las esquinas de Pilita a Mamey, de 1953. No obstante, tal y como subraya González Casas en su ensayo: “dos ejemplos de especial interés fueron el de Chrysler-Plymouth, del mismo Hatch, inspirado en los objetos vidriados de Mies van der Rohe, construido en 1955 en Plaza Venezuela y demolido para dar paso a la torre Phelps, y el de Angloven, de planta circular y osada estructura, en Bello Monte, proyectado en 1954 por la oficina de Vegas y Galia (este último piloto de autos de carrera y campeón nacional en 1960)”.

Armando Planchart (1906-1978), para quien Wendehack diseña el concesionario de Puente Mohedano, refuerza justamente con este episodio su ascendente carrera de exitoso empresario, la cual se gestó desde muy joven acompañada con una notable capacidad de trabajo que lo llevó a convertirse en un eficiente vendedor de automóviles en San Cristóbal, luego de trabajar como “office boy” para un banco tras haber tenido que dejar los estudios formales a los doce años, tal y como relata Eduardo Casanova en https://www.analitica.com/opinion/opinion-nacional/armando-planchart/. Su empuje en el negocio automotriz hizo “que la General Motors, a pesar de su juventud lo promoviera a ‘dealer’ independiente. No pasó mucho tiempo sin que se convirtiera en el representante en el país de los mejores autos de su tiempo, especialmente de los famosos ‘Cadillacs’, que se convertirían en los más buscados por los ricos y poderosos”. Producto de ello es el edificio que hoy abordamos el cual también nos muestra la presencia de una persona que tomó siempre muy en cuenta el valor agregado que otorga la buena arquitectura.

“Armando Planchart es el más claro ejemplo de que ser rico no es malo. No heredó otra cosa que una gran capacidad de trabajo y dos condiciones que lo acompañaron toda su vida: la generosidad y un excelente sentido del humor”, enfatizará Casanova. Su asombroso olfato para los negocios le permitió reunir una considerable fortuna la cual orientó en buena parte hacia el apoyo de importantes obras benéficas y el patrocinio de la cultura y el arte, lo cual se evidencia a través de las diferentes obras que comisionó, tales como: la Plaza Las Tres Gracias, de la urbanización Los Chaguaramos, en 1946, obra del arquitecto catalán Joseph Mimó I Mena; el ya mencionado Edificio Cars, construido en un terreno con frente a la citada plaza, inaugurado en 1951; y su casa personal, “El Cerrito”, mundialmente reconocida, proyecto del arquitecto italiano Gio Ponti, la cual fue terminada en diciembre de 1957, donde cobra particular relevancia la participación de su esposa Anala en todo el proceso de gestación de la obra.

No es de menor valor señalar en este marco que para la inauguración de su local comercial en Puente Mohedano, Planchart organizó una exposición simultánea, de 26 cuadros del pintor Manuel Cabré y que al año siguiente se celebró el Primer “Salón Planchart”, evento patrocinado por su empresa, que reforzó y estimuló, conjuntamente con el Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, el reconocimiento y difusión de nuestro arte.

Wendehack, por otro lado, fallece el año siguiente en que «A. Planchart y Cia./Sucr. C.A.» abre sus puertas, por lo que se convierte en una de las últimas obras que realizara y junto a la Casa Club del Valle Arriba Golf Club en el cierre de su incursión en nuestro país, desde que por primera vez participara (tras la indefinición que se produjo en la convocatoria de un concurso previo) a instancias de William H. Phelps (condiscípulo en sus estudios en el Lawrenceville School de New Jersey) en el proyecto de la Casa Club del Caracas Country Club entre 1928 y 1929, ya convertido en el arquitecto más importante especializado en el diseño de ese tipo de edificios en su país, desde la apertura de su propia oficina en 1923 en Nueva York.

El Caracas Country Club, diseñado en estilo spanish revival, le abrió a Wendehack las puertas desde que llegó a Venezuela en 1928, para poder realizar una serie importante de obras “empezando por una serie de casas-modelo para la venta en el propio club, con cinco tipologías que eran todas variaciones de un mismo tema, en torno siempre a una torre cilíndrica. De allí pasará a diseñar otras casas memorables que van desde el neotudor de la quinta Peña Viva y el neonormando de la quinta Berberena…”, tal y como apunta Hannia Gómez en el artículo dedicado a Wendehack dentro del catálogo “Our architects. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975” de la exposición del mismo nombre realizada en 2017.

Con respecto al edificio de «A. Planchart y Cia./Sucr. C.A.» sólo añadir que durante la gestión del ingeniero Norberto Barrios como presidente del Centro Simón Bolívar (1966-1969) se adquiere el inmueble, el cual posteriormente sería demolido para completar el trazado de la nueva avenida Este-Oeste 10 o Avenida Vicente Lecuna. Años después en parte del terreno donde estuvo ubicado, se construyó la Torre Este del Conjunto Parque Central.

ACA

1947• Concesionario A. Planchart y Cia. en El Conde

Concesionario A. Planchart y Cia. en El Conde.jpg

1947•  Se concluye la construcción del nuevo establecimiento para la venta de automóviles de la marca General Motors «A. Planchart y Cia./Sucr. C.A.», ubicado en la urbanización El Conde (frente al Puente Mohedano), propiedad del empresario y mecenas, Armando Planchart Franklin y diseñado por el arquitecto norteamericano Clifford Charles Wendehack (1886-1948).
El arquitecto Wendehack, muy reconocido por sus diseños de casas-club para complementar los links de golf, estuvo muy activo en Caracas en los primeros años de la década de los ’40; diseñó la sede del Caracas Country Club (obra que fue terminada por Carlos Guinand Sandoz), casas en El Pedregal, Valle Arriba, Los Chorros y en el Caracas Country Club, así como el Edificio Phelps en la Avenida Urdaneta.
Armando Planchart fue amante de la buena arquitectura y las artes plásticas, lo cual se evidencia, además de con este edificio, con las diferentes obras que comisionó, tales como: la Plaza Las Tres Gracias, de la urbanización Los Chaguaramos, en 1946, obra del arquitecto catalán Joseph Mimó i Mena; el Edificio Cars, construido en un terreno con frente a la citada plaza, proyectado en 1948 por la General Motors Overseas Operations e inaugurado en 1951; y su casa personal, El Cerrito, mundialmente reconocida, obra del arquitecto italiano Gio Ponti, la cual fue terminada en diciembre de 1957.
Para la inauguración de su local comercial en Puente Mohedano, Planchart organizó una exposición simultánea, de 26 cuadros del pintor Manuel Cabré.
Al año siguiente se celebraba el Primer Salón Planchart, evento patrocinado por su empresa, que reforzó y estimuló, conjuntamente con el Salón Oficial Anual de Arte Venezolano, el reconocimiento y difusión de nuestro arte.
Durante la gestión del ingeniero Norberto Barrios como presidente del Centro Simón Bolívar (1966-1969) se adquiere para su demolición el edificio de Puente Mohedano para poder completar el trazado de la nueva avenida Este-Oeste 10 o Avenida Vicente Lecuna.
Años después en parte del terreno en donde estuvo ubicado, se construyó la Torre Este del Conjunto Parque Central.

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1969• Exposición «La Ingeniería y el Desarrollo»

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1969•  En el marco de la celebración del VIII Congreso Venezolano de Ingeniería se inauguró el 25 de mayo en el Parque Recreacional El Conde, la exposición «La Ingeniería y el Desarrollo».
Esta muestra que permaneció abierta al público un mes contempló cuatro aspectos: lo institucional, lo profesional, la gestión gubernamental y la actividad privada.
La concepción de la exposición así como su diseño fue realizado y supervisado por el arquitecto Jorge Castillo (FAU UCV, promoción 9/1959).

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