
Archivos diarios: 19 de noviembre, 2017
LA NOTICIA DE LA SEMANA
50 años de la creación del Instituto de Urbanismo de la FAU UCV.

Desde su fundación en 1953, la Facultad de Arquitectura de la UCV contó como parte de su nombre propio con el calificativo “y de Urbanismo”, situación que más allá de permitir especular acerca de la necesaria complementariedad existente entre ambas disciplinas y la aportación de la segunda en la formación de arquitectos, no terminaba de encontrar un claro reconocimiento dentro de su estructura organizativa.
Descartada prácticamente de inicio la creación de una escuela dedicada a graduar urbanistas que acompañase a la de arquitectura, empezó a cobrar fuerza, en virtud de la complejidad e interdisciplinariedad que caracteriza al fenómeno urbano, la idea de darle forma a una entidad que se dedicara a la investigación, la extensión y la formación de cuarto nivel en ese vasto territorio disciplinar. La figura de Instituto resultó ser la más idónea entre las contempladas en la estructura universitaria dando pie para que finalmente el segundo apellido de la Facultad quedase debidamente completado catorce años después.
Así, el Instituto de Urbanismo (IU), pasa a ser el primero que se crea en la FAU UCV. Inició sus actividades en noviembre de 1967 como resultado de los esfuerzos desarrollados por el profesor Omer Lares, quien para ese entonces dirigía el Centro de Estudios Urbanos, contando con el apoyo irrestricto del decano Víctor Fossi. Designado Lares como su primer director, el Instituto inaugura sus actividades centrando su atención en la estructuración de un curso de Planificación Urbana y dándole continuidad a una investigación que ya se adelantaba desde 1966 en el Centro, el Estudio de Caracas (publicada finalmente en 1990, ver Contacto FAC 18 del 12-03-2017), a cargo de Alberto Morales Tucker, Marta Vallmitjana y Rafael Valery. A ellos se sumará como parte del equipo seminal Carmelita Brandt. Funcionó el IU inicialmente en el espacio actualmente ocupado por la biblioteca en la planta baja de la sala de exposiciones de la Facultad. Luego se instalaría en una parte y posteriormente en todo el piso 4.
Los años iniciales en que le correspondió operar al Instituto estuvieron signados por la tensa situación que se vivía en la Escuela de Arquitectura en particular, embarcada en el proceso de Renovación académica, y en la universidad en general, la cual sin duda salpicó su funcionamiento, impactó el enfoque con que se creó y generó no pocas discrepancias entre los líderes de dicho proceso de transformación y las autoridades del recién creado centro de investigación, que decidió trasladarse temporalmente al Ateneo de Caracas mientras duró la “agitación”. Paralelamente, se daban los primeros pasos para la creación de la Carrera de Urbanismo en la Universidad Simón Bolívar, la cual se gestó y nutrió de buena parte del cuerpo profesoral del joven IU quienes, culminada la Renovación, encontraron mejor acomodo ideológico y menor conflictividad para el desarrollo de sus planes académicos en los predios de Sartenejas.
Marta Vallmitjana, nombrada a la postre en dos ocasiones como su directora, señala en “El Instituto de Urbanismo: una reconstrucción de los últimos 30 años”, texto que encabeza el folleto conmemorativo del aniversario nº 30 de la entidad (1997) lo siguiente: “En los años de la ‘Renovación’ (1970), el ambiente es propicio para la revisión de la pertinencia de la base gnoseológica que orientaba la formación del arquitecto y el urbanista. El Instituto no escapa de ese fervor por cuestionar la tradición y emprender la búsqueda de nuevos caminos” .
Entre el éxodo señalado y “la incorporación de un grupo de nueve profesores que venían de culminar cursos de postgrado en Inglaterra, se inicia un período donde la investigación pasa a tener un papel importante” y se conforma el núcleo humano que a lo largo del tiempo le dará al Instituto un importante vuelco y la fortaleza que durante años ha demostrado tener. Así, en 1970 entran a formar parte de su planta profesoral: Mélida Brewer, Alberto Feo, Rafael González A., Gonzalo Lander, Raúl Herrera, Hugo Manzanilla, Luis Carlos Palacios, Julio Riquezes y Marta Vallmitjana, a quien en 1970 se le había rescindido el contrato que la ataba a la institución. Más adelante se incorporarán, entre otros, Marco Negrón, Marta Abeucci, John Foley, Irene Niculescu, Frank Marcano, Tomás de la Barra, Ana Semeco, Tani Neuberger y María Isabel Peña en un proceso que permitió permanentemente intercambiar recursos con la Escuela de Arquitectura.
Para completar un perfil ilustrativo de su importante andadura, pasan a ser datos significativos (no exhaustivos) a ser tomados en cuenta dentro de una cronología del IU los siguientes:
1969: en medio de la convulsa situación que atraviesa la UCV el IU abre por primera vez la Maestría en Planificación Urbana, primer curso de postgrado a ese nivel que se realiza en la Facultad.
1971: Omar Hernández pasa a ser el segundo director del IU.
1973: El IU es distinguido con el Premio Nacional de Urbanismo otorgado en la V Bienal Nacional de Arquitectura.
1975: Marta Vallmitjana es designada como directora de IU.
1978: Se asume a partir de su VI edición la sede de la Maestría en Planificación del Transporte tomando el testigo dejado por la Universidad de Los Andes.
1980: Siendo director desde ese año Luis Carlos Palacios, aparece en nº1 de la revista Urbana.
1981: Se abre por primera vez la Maestría en Planificación Física y Diseño Urbano.
1984: Se crea INSURBECA empresa universitaria adscrita al IU.
1985: Es designado director el profesor Hugo Manzanilla.
1985: El IU abre la primera cohorte del Doctorado en Ciencias, mención Urbanismo, primer curso de este tipo que se dicta en la FAU. En 1995 egresa el primer doctor y en
2004 cambia su denominación por Doctorado en Urbanismo.
1986: Se concluye el Plan Maestro de la Zona Rental Plaza Venezuela.
1987: Se lleva a cabo una reestructuración general de los cursos de postgrado dictados por el IU y se revisan los contenidos de todas las maestrías incorporándose la Especialización en Planificación del Transporte. Se racionalizan los recursos sobre la base de asignaturas comunes a los distintos programas.
1991: Se publica el libro El Plan Rotival. La Caracas que no fue. 1939/1989. Un plan urbano para Caracas el cual obtiene en 1992 la Primera Mención en la VIII Bienal Panamericana de Arquitectura realizada en Quito, Ecuador.
1992: Frank Marcano es designado director del IU.
1994: Se concluye la realización del Plan Rector de la Ciudad Universitaria de Caracas.
1996: Urbana recibe Mención de Honor en la X Bienal Panamericana de Arquitectura realizada en Quito, Ecuador.
1996: El IU concluye el Plan de Desarrollo Urbano Local (PDUL) del Municipio Libertador.
1997: Marta Vallmitjana asume de nuevo la dirección del IU.
1998: El Plan Rector de la Ciudad Universitaria de Caracas obtiene el Premio de Diseño Urbano en la IX Bienal Nacional de Arquitectura.
1999: La Maestría en Planificación Física y Diseño Urbano se transforma en Maestría en Diseño Urbano y se abre la Especialización en esa área con dos menciones cada una: Diseño y Gestión. La Maestría en Planificación Urbana, Mención Estructura y Economía Urbana se transforma en Maestría en Economía Urbana.
2001: El IU realiza sus primeras jornadas formales de investigación.
2002: Aparece el libro José Miguel Galia. Arquitecto.
2003: Tani Neuberger es designada directora del IU.
2006: María Isabel Peña asume la dirección del IU.
2011-2015: Se asume la coordinación académica de la elaboración de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje.
2016: Yelitza Mendoza es designada directora del IU.
Si bien se podría afirmar que el IU vivió una etapa dorada a lo largo de las décadas de los 80 y 90 del siglo XX, en las que las actividades investigativa y de extensión, con el apoyo de la firma de importantes convenios de cooperación, arrojó la realización de más de 170 proyectos en los que se vio involucrada de manera determinante INSURBECA, y que si bien a partir del año 2000 la última actividad empieza a decaer abruptamente cobrando visos dramáticos a partir de 2005, el IU ha mantenido en alto el espíritu con el que fue creado y mantenido activos la casi totalidad de sus áreas de investigación y postgrado. Sin embargo, la disminución en la capacidad productiva de su empresa ha repercutido, junto a la crisis que atraviesan el país y la universidad, en una importante descapitalización de su planta académica y en la obsolescencia de los equipos de apoyo a sus diversas actividades.
Dentro de este panorama se celebró el pasado miércoles 15 de noviembre en los espacios del piso 1 (Postgrado) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV una intensa e interesante jornada que tuvo justamente como objetivo el conmemorar el 50 aniversario del IU.

El acto, denominado “Haciendo ciudad”, organizado por un equipo conformado por profesores y empleados del Instituto teniendo a su directora actual Yelitza Mendoza a la cabeza, se inició con un conversatorio para el que fueron invitados todos sus ex directores. Luego se dio paso a una serie de exposiciones breves realizadas en el transcurso de la mañana donde se tocaron una serie de temas de enorme vigencia a cargo de personas vinculadas a la entidad o invitadas especialmente para cada caso: Resiliencia (Zulma Bolívar), Cambio de mirada en el transporte urbano (Tomás de La Barra), Accesibilidad universal (Ariana Tarhan), Vulnerabilidad (Jesús Delgado), CCS city 450 (María Isabel Peña), Trazando espacios: diseño participativo (Ana Cristina Vargas), Caracas en 450 (Mirelis Morales), Haciendo ciudad desde la identidad visual (Manuel Lara) y Peatonalidad caraqueña (José “Cheo” Carvajal).
Después de almuerzo, se realizó un recorrido interno en la Ciudad Universitaria que contó con María Isabel Peña y Carolina Bencomo como anfitrionas. Al llegar a sus 50 años el IU, mantiene su vocación de investigar y hacer docencia a nivel de postgrado, a lo que se suma la experiencia cumulada y el empuje de un grupo al que le corresponde asumir el necesario relevo generacional en medio de las dificultades. Desde aquí les damos nuestras más sinceras felicitaciones, nuestras palabras de estímulo y le deseamos a la entidad una larga vida.
ACA
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 89

En Venezuela, las publicaciones periódicas sobre arquitectura, salvo contadísimas excepciones, han tenido corta vida. Si nos centramos en aquellas producto de la iniciativa privada el balance es todavía más desalentador. Sin embargo, la necesidad de llenar el nicho ocupado por todo lo relacionado con el espacio construido ha sido y seguirá siendo en nuestro país no sólo una necesidad sino un territorio donde se puede soñar con alcanzar, además de la continuidad esquiva y el beneficio económico, la calidad y el cuidado en el producto que se ofrezca tanto en presentación como en contenido.
Con todo ello en mente, Henrique Vera (arquitecto venezolano) y Hans Hirsch (librero nacido y formado en Alemania), ambos con una dilatada experiencia en las lides editoriales (el uno dirigiendo por años el Centro de Información y Documentación -CID- de la FAU UCV y el otro vinculado al mundo de las publicaciones periódicas a través de SUSCRIVEN y a la librería del Ateneo de Caracas), deciden asociarse para concebir un ambicioso proyecto que además de aspirar a recoger lo más actual sobre arquitectura, urbanismo, paisajismo, diseño interior, diseño gráfico, historia e investigación en arquitectura y restauración arquitectónica, buscaba convertirse en referencia y expandir su alcance hacia ámbitos afines a su centro de atención: el mundo inmobiliario y la industria de la construcción.
Incubado el proyecto en 1982 no es sino en 1987 que empieza a tomar cuerpo la idea de producir una publicación periódica sobre arquitectura de circulación nacional, pasando a ser fundamental la manera como se caracterizaría y el poner en marcha un cuidadoso plan donde la mayor cantidad de variables que pudiesen garantizar su éxito y continuidad estuviesen cubiertas: formato, tipo de papel, especificaciones sobre la encuadernación, secciones a contener, publicidad limitada a las primeras y últimas páginas, textos solicitados y pagados de acuerdo a tarifas establecidas a nivel nacional, corresponsalías en el extranjero, dibujos de trazado limpio (que permitieran su reducción de tamaño sin perder nitidez, a escala pero sin cotas) de planos de las obras a reseñar contratados a dibujantes de arquitectura entre los que aparecería una axonometría del proyecto central de cada número y fotografías encargadas a profesionales jóvenes que hubiesen incursionado en el mundo de la arquitectura.
Dentro de este marco de referencia, en marzo de 1988 aparece Espacio, con una apretada periodicidad bimestral, no sin antes haber realizado un simulacro de edición, que permitió medir los tiempos de cada etapa involucrada y con ello: fijar el contenido del número, precisar los artículos deseados y a quienes se encargaría escribirlos, prever las fotos que de forma idónea respaldarían los textos, estimar el tiempo para dibujar los planos y fotografiar obras, así como considerar el lapso para diagramar, la recepción de las páginas de publicidad de manos de las agencias anunciantes, el tiempo para realizar la separación de colores de las fotos, impresión, reparto a los puntos de venta y envío a los suscriptores, todo lo cual arrojaba un período de aproximadamente 4 meses en función del personal con que se disponía. Lo anterior obligaba a asumir, con el objetivo de garantizar la periodicidad, el compromiso de ir elaborando simultáneamente un serie de números y de contar con una sincronización tal que contemplara los imponderables que pudiesen surgir cercanos a la fecha de cierre de cada uno.
La salida del primer número de Espacio (cuya portada engalana la postal del día de hoy) se convirtió casi de inmediato en un suceso editorial. Sus 60 páginas en papel glasé, diagramadas por Jacqueline Cherouvrier, contaron con el acompañamiento de un encartado de 24 páginas adicionales (denominado Espacio/Suplementario), en papel periódico e impresión ágil, que bajo el diseño de Martha Sanabria (autora también del logo de la publicación), incorporaba un dinamismo informativo que la producción de la revista limitaba. Ambos, revista y suplemento, venían incorporados en un elegante estuche de cartón (inspirado en la hermosa revista de arte italiana de Franco María Ricci) que permitía, además, incluir publicidad suelta y facilitaba el envío a los suscriptores y su venta en kioskos y librerías.
Editorial Arte sería la imprenta seleccionada. Ricardo Armas, Ricar-2 (Ricardo Gómez Pérez y Ricardo Jiménez) junto a Juan Carlos Oropeza se encargarían de las fotografías, Luis Rivas de los dibujos arquitectónicos y Gaetano Zapulla de las delicadas e impecables axonometrías de los proyectos centrales.
Espacio, contó con la colaboración de un número importante de profesionales y académicos para la redacción de los textos, labores de corresponsalía y facilitación de información. La lista es larga y prescindiremos de la consabida enumeración para no caer en injustas omisiones.

Henrique Vera, verdadero motor de la Sociedad Editora Latinoamericana, C.A, empresa que logró que Espacio alzara vuelo, confiesa que tras una conversación con Guillermo Betancourt, en aquel momento Vice-Presidente de Ars Publicidad, quien asesoró el lanzamiento del proyecto y también se hizo miembro del equipo editor, éste “recomendó aceptar no solo páginas completas de publicidad, sino medias páginas e incluso un cuarto”, a sabiendas que sólo con el aporte de los suscriptores ninguna revista de este tipo es capaz de mantenerse. Pero fundamentalmente insistió en que “la temática fijada para la revista, en ese momento, no era del todo muy popular por lo que recomendaba aceptar publicidad de licores, cigarrillos y lo que viniera”. Los consejos y advertencias de Betancourt fueron asumidos a medias por los editores sin que hasta hoy sepamos si fue por ello, o más bien por la reticencia de los anunciantes del sector construcción (acostumbrados a obtener ganancias sin invertir o arriesgar en un “producto nuevo”) o por el haber transitado una etapa en la que el país vio devaluar su moneda por primera vez a pasos agigantados (con el consabido encarecimiento de los costos de producción), lo que condenó a Espacio a aparecer tan sólo en cuatro ocasiones, más allá de que se habían adelantado la preparación de hasta dos números adicionales. No obstante su corta vida, Espacio ha quedado como una verdadera lección que futuros editores nacionales ha sabido tomar muy en cuenta y como ejemplo que lo que una revista de arquitectura “debe ser”: calidad de contenido, impecable diagramación, elevado nivel visual y valor agregado que puede aportar la propaganda seleccionada.
ACA
EL EVENTO DE LA TEMPORADA
An Eames Celebration

Vitra Design Museum
Weil am Rhein, Alemania
Del 30-09-2017 al 25-02-2018
Charles y Ray Eames son considerados unos de los diseñadores más importantes del siglo XX. Con sus muebles, sus vídeos, sus libros, sus exposiciones y sus instalaciones mediáticas influyeron en generaciones de diseñadores y estampan su sello incluso en nuestra rutina diaria. No hay ningún otro nombre de diseñador que caracterice tan bien la perfección técnica y la atemporalidad, así como la cultura lúdica de las start-up de la costa occidental estadounidense, que marcaron los Eames como ningún otro.
Del 30 de septiembre del 2017 hasta el 25 de febrero del 2018, el Museo Vitra Design presenta cuatro exposiciones paralelas con el título “An Eames Celebration”, que presentan con una amplitud nunca antes conseguida la obra de la legendaria pareja de diseñadores.
En el centro del grupo de exposiciones está la retrospectiva “Charles & Ray Eames. The Power of Design”, que se muestra en el edificio central del Museo Vitra Design. En la estación de bomberos de Zaha Hadid se presenta una selección de los más de 100 vídeos de los Eames con el título “Ideas and Information. The Eames Films”, mientras que la galería del Museo Vitra Design presenta la exposición “Play Parade. An Eames Exhibition for Kids” que invita a descubrir y probar los numerosos juegos de la pareja de diseñadores. En el almacén exposición Vitra se puede ver la “Kazam! The Furniture Experiments of Charles & Ray Eames”.
Puntuales para el 110 aniversario del nacimiento de Charles Eames, se presenta toda la amplitud de objetos heredados por la Eames Office. Esta colección se encuentra desde 1988 en el Museo Vitra Design y abarca todos los prototipos y modelos de desarrollo de los Eames.
Charles & Ray Eames. The Power of Design (extracto)
La exposición en el edificio central del Museo Vitra Design ofrece una amplia sinopsis sobre toda la
obra y la vida de la pareja de diseñadores. Con una amplia selección de obras originales, entre ellas vídeos, fotografías, muebles, dibujos, esculturas, pinturas, tejidos, diseño gráfico, modelos y requisitos, la retrospectiva explica la genial interacción de los caracteres de Charles y Ray Eames, que era la base creativa del dúo de diseñadores más exitoso de la historia. La primera parte de la exposición documenta los inicios de la colaboración de Charles y Ray Eames.
(…)
La fama internacional les llegó a Charles y Ray Eames con sus diseños de mobiliario, que se presentan en la segunda sección de la exposición.
(…)
Otra parte de la exposición está dedicada a los interiores y las construcciones de los Eames. A la pareja de diseñadores le cautivaban los objetos de arte popular que recolectaron en sus muchos viajes e incorporaban en numerosos interiores con sus propios diseños en variados arreglos.
(…)
Los muebles y las edificaciones, que forman parte de las obras más conocidas de Charles y Ray Eames, se crearon tan solo en un plazo de solo 15 años. A partir de la década de 1950, los dos se ocuparon sobre todo de exposiciones, vídeos e instalaciones multimediales, convirtiéndose en los pioneros de la era de la información. De las obras de esa época se ocupa otra parte de la exposición.
(…) La exposición abarca un total de más de 500 obras, entre ellas las poco frecuentes esculturas de madera laminada de Ray Eames, modelos de la casa Eames y del pabellón de IBM, una reconstrucción de la instalación espacial de los Eames para «An Exhibition For Modern Living», así como instalaciones mediáticas como «Glimpses of the USA» o «G.E.M». Se trata de préstamos de la Library of Congress, Washington D.C., el Museum of Modern Art, Nueva York, la Eames Office y muchos otros museos y colecciones privadas. La muestra se basa en una exposición del Barbican Centre de Londres y se ha ampliado y escenificado de nuevo para las zonas germanoparlantes.
ACA
NotiFAC (Contacto nº 54)

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