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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 259

Parque Central es de por sí una estupenda excusa para realizar no uno, sino varios trabajos de investigación. De allí la dificultad de abarcar desde aquí la totalidad de temas sobre los que invita a hablar y reflexionar este complejo que buscaba convertirse, como se señala en la propaganda que ilustra nuestra postal el día de hoy, en “el nuevo centro para la Caracas del futuro”.

Proyectado desde 1969 por dos jóvenes arquitectos, Henrique Siso y Daniel Fernández-Shaw, al sur de la avenida Bolívar, en una extensión de 30 hectáreas sobre la que otrora fuera la urbanización El Conde, Parque Central para 1971 (fecha en que sale publicado el aviso publicitario que hoy nos acompaña) llevaba un año construyéndose para el Centro Simón Bolívar (presidido por Gustavo Rodríguez Amengual) por Delpre C.A. (empresa del ingeniero Enrique Delfino) y, como puede notarse en el montaje, aunque los edificios residenciales ofrecen su perfil y alturas definitivos, las que finalmente serán las dos torres que por mucho tiempo ostentarían el primer lugar entre los edificios más altos realizados en concreto armado del hemisferio occidental, ofrecían (a través de una de ellas) una imagen muy distante a la que finalmente tuvieron. Se trataba de la primera versión que derivará luego en la definitiva que hoy todos conocemos.

1. Propaganda promocional destinada a la venta de Parque Central publicada en fechas cercanas a su terminación.

Si bien la polémica siempre acompañó la realización de Parque Central, desde la propia demolición de El Conde y el procedimiento que se siguió, hasta su compaginación con los diferentes visiones que se tenían para la avenida Bolívar; desde las propuestas que lo antecedieron para el mismo lugar hasta la decisión que le permitió construirse con una altísima densidad que sin duda impactó el sector donde se implantó, lo cierto es que fue proyectado con un elevado profesionalismo, afrontando la complejidad del caso, tomando y resolviendo todas las previsiones técnicas necesarias que involucraba el estar en presencia de una ciudad dentro de la ciudad. Se buscó ofrecer los servicios y el confort que hicieran sentir a sus residentes que salir de sus confines no era necesario lo cual se acompañó de una alta calidad en el diseño arquitectónico. “En Parque Central todo está a la puerta de su casa, caminandito. El fascinante mundo que ofrece una esplendorosa ciudad moderna, como una alfombra se extiende a sus pies, invitándole a ser protagonista de una emoción sin igual”, será la frase que aparecerá en el folleto propagandístico “Cómo vivir mejor en una ciudad moderna”, publicado alrededor de 1975 por el Centro Simón Bolívar.

De tal forma, en el complejo, además de viviendas, oficinas y comercios (1.170 locales), se puede encontrar un enorme estacionamiento desarrollado en sus 3 sótanos con capacidad para 8.000 vehículos, y en sus áreas comunes (las abiertas tratadas paisajísticamente según proyecto de Roberto Burle Marx) se cuenta con museos, piscina techada, gimnasio, escuela, iglesia y centro parroquial, salas de cine, salas de teatro y espacios destinados a convenciones y eventos, usos algunos que no estaban previstos en el proyecto original.

2. Proyecto para el Centro Residencial El Conde de la oficina BMPT (Bemergui, Menéndez, Posani y Tobito), 1966
3. Arriba: Vialidad en El Conde y sus alrededores (1956). Abajo: Reestructuración de la vialidad asociada a la construcción de Parque Central (1981)
4. Conjunto Parque Central. Dibujo axonométrico.
5. Las dos etapas de Parque Central

Pensado para desarrollarse por etapas, está conformado por ocho edificios residenciales de 44 pisos y 127 metros de altura (uno de los cuales se destinó posteriormente al uso de hotel) con 317 apartamentos cada uno para albergar 3.500 familias, y dos torres gemelas de oficinas de 60 pisos y 225 metros de alto que buscarían desplazar al Centro Simón Bolívar como símbolo de la ciudad y además albergarían buena parte de la administración pública central (alrededor de 16.000 personas).

6. Arriba: Corte general del conjunto mostrando los edificios residenciales. Abajo: plantas tipo con modelos de uno de dos de los apartamentos duplex de los edificios residenciales de Parque Central
7. Fachada estrutural, planta y vista exterior de una de las torres de oficinas de Parque Central

Tal y como apunta Nancy Dembo en el artículo dedicado al conjunto dentro de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015): “Los edificios de vivienda… fueron concebidos con sistemas de extracción de basura al vacío, suministro de agua por tuberías de cobre y aire acondicionado integral con agua helada, de avanzada para su época. La mayor parte de las fachadas están orientadas al sur o al norte”. Fueron construidos utilizando el “sistema túnel” el cual, pese a sus limitaciones, fue aprovechado para sacarle el máximo provecho logrando ofrecerse una amplia diversidad de apartamentos siendo tratado de manera inteligente al momento de resolver su llegada a las plantas inferiores. Están rematados con espacios que finalmente, a diferencia de lo proyectado inicialmente, se destinaron a guarderías. “Las torres de vivienda fueron diseñadas con un pasillo central y apartamentos a ambos lados, que combinan 28 tipos de residencias, simples o dúplex, de entre 60 y 140 metros cuadrados”. Se ofrecían soluciones de un dormitorio (46 m2), de dos (80 m2), de tres (121 m2) y de cuatro (141 m2).

Por su parte, “los edificios de oficina se construyeron con encofrados deslizantes con los cuales se levantaron los cuatro núcleos externos de circulación que, unidos entre sí por macrovigas, cada 12 ó 14 pisos, constituyen enormes pórticos. La estructura interior de los edificios es de acero, y crean un sistema de soporte de estructura liviana, muy conveniente para la condición sísmica de Caracas”, nos apuntará Dembo.

Como señala Henrique Vera en el artículo “Parque Central: un símbolo de Caracas”, aparecido en la revista CAV, nº 58 (2011), “el diseño y cálculo de la estructura de los edificios de vivienda estuvo a cargo de Mario Paparoni y Sergio Holoma. (…) La estructura de las dos torres de oficina fue calculada por el mismo Enrique Delfino, utilizando como base aportes realizados por Paparoni, Holoma, Andrés Ruiz, Castro Taguada y José Luchsinger”.

La primera de las tres etapas contempladas para la construcción de los 1.123.533 m2. de Parque Central se culminó en 1973, dándose inicio un año antes a la promoción y venta de apartamentos (de gran éxito entre profesionales y familias de la clase media), y cumplimiento a una de las condiciones que había impuesto el gobierno para otorgar su aval a la obra. Esto nos lo explica con claridad David Myers en el interesante libro Toma de decisiones sobre la renovación urbana en El Conde (1974): “Consciente de que su triunfo al terminar una década de gobierno de A. D. se debió a la división del partido de gobierno, y con la esperanza de fortalecer su partido COPEI, el nuevo Presidente buscaba oportunidades para contrastar su administración en forma favorable con la anterior… El Presidente Caldera nombró a su amigo personal y conocido contratista, Gustavo Rodríguez Amengual, como Presidente del Centro Simón Bolívar…[quien] inmediatamente re-examinó la posibilidad del complejo de vivienda multifamiliar para la clase media en El Conde… recibió instrucciones de que cualquier proyecto relacionado con El Conde debería reunir tres condiciones: (a)…retornar una ganancia sustancial y así colocar al CSB en una posición financiera fuerte; (b) la construcción tendría que realizarse lo más rápidamente posible para asegurar que sus elementos principales fueran terminados antes de las elecciones de 1973; y (c) el financiamiento tendría que hacerse aparte del presupuesto regular, para de esta manera lograr que el Congreso, controlado por la oposición, no tuviera poder para retardar o rechazar el proyecto. Dentro de éstos parámetros, Rodríguez Amengual tenía completa libertad para ejercer su criterio en cuanto a solicitud y análisis de proyecto, por cuanto el CSB constituye legalmente una compañía anónima”.

Rodríguez Amengual entra en contacto con Enrique Delfino, experimentado constructor a quien conocía desde sus tiempos colegiales, para ofrecerle la ejecución del conjunto quien le hace una tentadora propuesta que eximía al Centro Simón Bolívar de financiar la obra debiendo asumir “únicamente” el préstamo hipotecario, como propietario y beneficiario. El proyecto suponía que el conjunto llegaría a autofinanciarse, y que su administración, condominio y mantenimiento debían pasar a manos privadas en algún momento; pero esto no ocurrió nunca. Meyers agregará: “Rodríguez Amengual eligió el plan integral preparado por Enrique Delfino… Delfino propuso un proyecto en tres etapas con torres de 54 pisos, 6.800 apartamentos de clase media, espacios para oficinas y centro comerciales. El costo total, excluyendo los terrenos, ascendía a unos 500 millones… ofreció financiamiento internacional con la condición de que los activos del Centro fueran dados en garantía para respaldar los préstamos a DELPRECA, la cual era su compañía de construcción privada. A fines de 1969, Rodríguez Amengual presentó el proyecto Delfino como proyecto del CSB, iniciándose una nueva etapa en la vida urbana de la clase media de la capital”.

8. La vida en Parque Central después de su apertura
9. Imágenes del deterioro en el que se encuentra sumido Parque Central

Puesta en servicio la segunda etapa en 1979 cuando se entrega la Torre Oeste y finalizado en su totalidad en 1983 cuando se concluyó la Torre Este, año en el que durante el mes de febrero se produjo el llamado “viernes negro” (momento en el que la fortaleza del bolívar empezó a debilitarse), el funcionamiento de Parque Central fue durante más de dos décadas demostración de que el concepto original era viable. Sin embargo, el hecho de que ningún gobierno haya cedido el mantenimiento del conjunto dándolo sólo como pagos políticos a terceros en medio de una alta corruptela, aunado a su incapacidad para autofinanciarse a partir del cobro regular de las cuotas de condominio comenzó a hacer mella en la calidad de vida de sus ocupantes afectando indirectamente a sus visitantes, estando hoy en día prácticamente abandonado por el Estado a su propia suerte. Vicente Lecuna en “El nuevo modo de vivir. Violencia informal en ‘Nocturno’ de Lucas García y Parque Central”, artículo aparecido en el nº 24 de Voz y Escritura. Revista de estudios Literarios (2016) afirmará: “El Estado no pudo mantener en pie un proyecto que, entre otras cosas, daba al traste con su vecino, el barrio, y con la ciudad tradicional que nunca llegó a colonizar”.

Henrique Vera, producto de la entrevista que le realizara a Daniel Fernández-Shaw en la revista CAV, nº 58 ya citada, concluirá su artículo (escrito hace 10 años) afirmando: “Hoy día, el conjunto tiene muestras evidentes de deterioro las cuales no son irreversibles. Se requiere colocar en manos de los propietarios residentes el manejo del mantenimiento, que está a cargo del CSB, sujeto a los avatares que dicta la política, a subcontrataciones ineficientes y a corruptelas. Hay que sanear los estacionamientos, reparar los ascensores, restituir el paisajismo y otras tareas, algunas mayores y otras no, que de realizarse devolverían el esplendor de ese símbolo caraqueño que alberga diariamente una población de 50.000 personas”.

Ya el CSB desapareció y el deterioro ha continuado acrecentándose a pesar de intervenciones siempre esporádicas y desarticuladas que buscan solucionar problemas cuando llegan al límite. A ello deben añadirse los inconvenientes derivados de la inseguridad, la falta de agua y los cortes eléctricos los cuales suman puntos a la imposibilidad de ver la deseada recuperación hecha realidad.

10. Vista aérea del conjunto de Parque Central y sus alrededores en 2015

En todo caso, queda como consuelo el que Parque Central fuera seleccionado en representación de Venezuela (junto a otras importantes obras) por los curadores para estar presente en la exposición «Latin America in Construction: Architecture 1955-1980» realizada el Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York entre marzo y julio de 2015.

Nota

Para tener una visión más completa sobre este complejo y sus antecedentes, así como para encontrar las fuentes de las imágenes remitimos a consultar, adicionalmente a las citadas en la nota, las siguientes referencias:

  • Revista PUNTO, nº 29 (1966)
  • Revista CAV, nº 33 (1971)
  • Revista CAV, nº 35 (1973)
  • Revista ESPACIO, nº 2 (1988)
  • Newton Rauseo, “Intervenciones urbanas en la parroquia San Agustín: de la gestión privada (Urb. El Conde) a la gestión estatal (Parque Central), 2013 (http://saber.ucv.ve/handle/123456789/3364?mode=full).
  • Oscar Tenreiro, Blog Entre lo cierto y lo verdadero, “Una pequeña historia necesaria” (13 entregas más una de conclusiones publicadas entre el 21/12/2013 y el 19/03/2014)
  • Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas, Caracas del Valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje, 2015
  • Mariano Goldberg, Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1980

ACA

1968• Urbanización Patarata, Barquisimeto

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1968•  El Dr. Raúl Leoni, presidente de la República, inauguró en un acto protocolar celebrado en las casas modelos, la urbanización Patarata, proyecto urbanístico de FUNDALARA, ubicado en la avenida Libertador, Barquisimeto, estado Lara.
La urbanización surgió con el secado del estanque conocido como Laguna de Patarata.
FUNDALARA, en el marco de los acuerdos de intercambio entre Venezuela y Estados Unidos contemplados en el programa “La Alianza para el Progreso”, para colaborar con el desarrollo de nuestra nación, construyó doce bloques de viviendas de cuatro pisos cada uno y junto a estos una serie de casas unifamiliares.
Con el tiempo creció el núcleo inicial creándose la urbanización Partarata II en donde se construyeron 671 casas más, provistas de todos sus servicios: agua, electricidad, aseo, cloacas y un grupo escolar.

HVH

1988• Conjunto Residencial Flamingo, El Morro, Puerto La Cruz

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1988•  Luego de dos años de construcción, gerenciados por Sol Oriente Caribe, C.A., la firma Valle Ingenieros concluye para la Inversora 1572, C.A.- Conphidra, S.A el Conjunto Residencial Flamingo, ubicado en el Sector Agua Marina, El Morro, Pto. La Cruz, estado Anzoátegui, proyectado por el arquitecto Leopoldo Pellicer (FAU UCV, promoción 25A/ 1977).
El conjunto construido sobre una parcela de 20.147 m2 está integrado por 12 edificios de 4 pisos cada uno con ascensor. Cada uno de ellos tiene en tres de sus pisos 3 apartamentos de 75 m2 (2 habitaciones) y uno de 3. En el último piso se desarrolló un Pent House. El conjunto tiene en total 168 apartamentos, que se complementan con estacionamiento techado, un abasto, administración, canchas de tenis, vestuarios, terrazas, cafetería, sala de fiestas y un apartamento para la conserjería o vigilancia.
Cada cuatro edificios del conjunto comparten una piscina para adultos y una para niños, así como de 67 puestos de atraque para lanchas.

HVH

1981• Conjunto Residencial Las Danielas

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1981•  Se concluye la construcción del Conjunto Residencial Las Danielas, proyecto de 40.300 m2, ubicado en el Barrio Las Minas de Baruta, Caracas.
El conjunto de 6 torres de 17 pisos cada una, fue proyectado por Héctor Puche y Máximo Rojas (FAU UCV, promoción 11A/1961), utilizando un sistema prefabricado a base de muros portantes desarrollado por Vivienda Venezolana, S.A.
Las Residencias Las Danielas tienen 600 apartamentos de 73 y 75 m2 . Los mayores provistos de sala-comedor, tres habitaciones, dos baños y balcón. El conjunto residencial fue complementado con un preescolar, un centro comercial, una playa de estacionamiento, áreas deportivas y áreas verdes.

HVH

1980• Conjunto Residencias Santa Marta, Las Esmeraldas, Baruta

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1980•  La Constructora Dursa, C.A. concluye para una asociación civil los tres edificios que integran el Conjunto Residencias Santa Marta, ubicado en la avenida Principal de la Urbanización Las Esmeraldas, Baruta, estado Miranda, proyectado por el arquitecto Ricardo Restrepo (FAU UCV, validez de título 1976, promoción 24–A). El cálculo estructural del proyecto lo realizó la firma Ruiz y Ruiz Ingenieros, y los proyectos de Instalaciones Eléctricas, Pedro Luis Díaz; las Instalaciones Sanitarias, Mecánicas y el Sistema contra incendios el ing. Claudio Benga.
El paisajismo del conjunto estuvo a cargo de la empresa Robles Piquer & Asociados.
El conjunto de 22.000 m2 de construcción fue implantado en un terreno de fuerte pendiente de 9.543 m2, lo cual exigió al proyectista, quien buscaba minimizar los movimientos de tierra, plantear el acceso a dos de los edificios a través de puentes que unen los espacios públicos con niveles intermedios de éstos.
Las tres torres tienen en total de 66 apartamentos, estacionamientos, gimnasio, sauna, sala de fiesta, piscina y áreas de recreación para niños.
Cada edificio tiene dos apartamentos por planta, con el núcleo de circulación vertical en el centro (dos ascensores, escalera y ductos de servicio), lo cual permite a cada unidad de vivienda tener ventilación cruzada e iluminación natural en todas las habitaciones.
Cada apartamento tipo tiene el salón con una amplia terraza, comedor separado, cocina, lavandero, habitación de servicio con un baño adjunto. La habitación principal tiene un vestier y baño incorporado, dos habitaciones que comparten un baño, y un estudio-habitación al lado del salón que puede cumplir las dos funciones, con un baño auxiliar. En los dos niveles superiores de cada edificio, acompañando a apartamentos tipo, el arquitecto Restrepo planteó un pent house dúplex, que tiene las áreas sociales y una amplia terraza abajo y las tres habitaciones arriba, compartiendo una terraza.
La estructura del conjunto es convencional. El recubrimiento se especificó en ladrillo en obra limpia, mientras que los antepechos de las terrazas y los puentes de acceso a los edificios se construyeron en concreto en obra limpia de impecable factura.

HVH