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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 436

El caraqueño Inocente Palacios Caspers (1908-1996) es una de las personalidades más interesantes del siglo XX venezolano.

1. Algunos de los miembros de la Generación de 1928. Inocente Palacios aparece de pie, segundo de izquierda a derecha.

Integrante de la llamada Generación de 1928 y descendiente directo de Bonifacio Palacios, tío materno de Simón Bolívar, Inocente “estudió bachillerato en el liceo Caracas, pasando luego a la Universidad Central de Venezuela, donde obtuvo los títulos de bachiller en filosofía (1928) y de doctor en ciencias políticas (1931). Durante 20 años mantuvo una intensa actividad política y de lucha social por la que hubo de soportar cárcel y destierro”, expone Omar Alberto Pérez en la entrada correspondiente publicada en el Diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Empresas Polar (https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org).

2. El golpe de estado del 18 de octubre de 1945 se convirtió en un punto de inflexión en la vida de Inocente Palacios.

Casado con Josefina Juliac Madroño, Palacios, antes del golpe de Estado del 18 de octubre de 1945, se retira de Acción Democrática (agrupación política que contribuyó a gestar tras haber sido secretario de su germen: el Partido Democrático Nacional -PDN-), por lo que una vez más “debió (según Omar Alberto Pérez) afrontar persecución, cárcel y exilio. Después de esto no participó más en la militancia partidista”.

3. Vista aérea de Caracas hacia el este con el desarrollo de Colinas de Bello Monte a la derecha en momentos en que se concluían los movimientos de tierra para urbanizar la parte alta (1953)

A su regreso, Palacios se involucró de manera decisiva en el proceso urbanizador de Caracas actividad que compartió con las de promotor cultural y musicólogo. De tal manera, cuando desde 1949 se acomete la urbanización de las tierras ubicadas hacia el sureste del casco central de Caracas, antiguamente ocupadas por la Hacienda Bello Monte (donde se alojó Humboldt durante su estancia en 1799), que se extendían a ambos lados del rio Guaire, propiedad de la Sucesión Casanova, Palacios junto a Luis Albero Pocaterra aceptan la proposición que le hacen Juan Vicente Casanova-Ibarra y Antonio J. Casanova para desarrollar los terrenos más inclinados ubicados al sur. Así, Palacios (quien conseguiría apoyo del Banco Obrero ya como presidente de C.A. Urbanización Colinas de Bello Monte) terminó gestando un suburbio con alto sentido especulativo que se convirtió en la primera conquista por parte del crecimiento formal de la ciudad de lo que en otro contexto sería calificado como un “cerro”, con modificación de la ordenanza de zonificación incluida.

4. Izquierda: Propuesta ganadora presentada por José Miguel Galia para el Concurso Concurso Internacional “Colinas de Bello Monte” para una quinta en pendiente (1951). Derecha: «Casa Modelo» (1951) construida por C.A. Urbanización Colinas de Bello Monte encargada a Antonio Lombardini
5. Izquierda: Concha Acústica de Bello Monte. Julio César Volante, 1954. Derecha: Fotomontaje de la maqueta del proyecto para el Museo de Arte Moderno de Caracas. Oscar Niemeyer, 1955.

Teniendo al arquitecto italiano Antonio Lombardini como su mano derecha en lo relacionado al trazado urbanístico y la realización de una serie de quintas-tipo para posibles compradores de terrenos en pendiente (para lo cual también se había realizado en 1951 un concurso internacional ganado por José Miguel Galia), Palacios, en su rol de promotor cultural y como presidente de la Fundación José Ángel Lamas, donó un predio con la intención de que fuese la sede artística de la Orquesta Sinfónica Venezuela (OSV) donde se construyó un anfiteatro (que luego pasaría a ser la Concha Acústica de Bello Monte), proyectado por el arquitecto Julio César Volante. Dentro de la misma línea también será el principal impulsor de la propuesta que, con la idea de convertir la zona en el epicentro de un movimiento cultural a escala metropolitana, previó la posibilidad de colocar al borde de una pequeña colina el futuro Museo de Arte Moderno de Caracas que se le encargó, luego de la declinación de Mies van der Rohe, a Oscar Niemeyer en 1955.

6. Quinta Caurimare, propiedad de Inocente Palacios. Calle Caroní, Colinas de Bello Monte. Arquitecto Antonio Lombardini, 1957. Demolida en 1980.

Más adelante, Palacios decide construir dos viviendas para su disfrute y el de su familia (ambas finalizadas en 1957), de concepción y carácter muy distintos: una en la ciudad ubicada justamente en la calle Caroní de Colinas de Bello Monte, cuyo proyecto le encarga a Lombardini la cual poseía holgadas dimensiones más próximas a las de un centro cultural; y otra de corte vacacional que realizaría en la región de Barlovento (por la que Palacios tenía una particular atracción sentimental) y que, localizada en Río Chico, le solicita a Fruto Vivas.

7. En primer plano, la Quinta El Palmar (proyectada por Fruto Vivas para el presidente Marcos Pérez Jiménez) y, en segundo plano, la casa diseñada también por Fruto para el gobernador Guillermo Pacanins. Ambas están localizadas en el sector Playa Grande del Litoral Central y son de 1954.

Palacios que conocía a Fruto desde su época de estudiante, cuando formó parte del grupo de colaboradores de Niemeyer (junto a Henrique Hernández, Elio Vidal, Gustavo Legórburu y Pedro Valenti) en el proyecto del Museo de Arte Moderno, y que vio cómo todavía sin graduarse (lo haría en 1956) sería el arquitecto escogido en 1955 para desarrollar la propuesta del Club Táchira y, previamente (1954), de las quintas construidas por Guillermo Pacanins (gobernador del Distrito Federal) y Marcos Pérez Jiménez (presidente de la República) en el Litoral Central, se sumó a la serie de personas algunas pudientes y otras poderosas que le ofrecieron al novel arquitecto la oportunidad de desarrollar su talento y poner en práctica sus planteamientos, relacionados con el uso de materiales autóctonos y la utilización de sistemas constructivos que dotaban a las edificaciones de un espíritu que combinaba modernidad y tradición popular.

La casa que Fruto Vivas diseña para Inocente Palacios (cuya foto de la fachada posterior engalana nuestra postal del día de hoy), cumple con todos los rasgos con los que Juan Pedro Posani caracterizó la “arquitectura populista” a la cual dedica todo un capítulo de la segunda parte de Caracas a través de su arquitectura (1969), y que en el caso del arquitecto tachirense se traducen en: “conocimiento y estudio directos de las fuentes populares, actitud celosamente nacionalista, investigación estructural permanente y un sentido muy agudo del espacio dinámico”, todo lo cual  “se aúna a un carácter generoso y capaz de súbitas explosiones de entusiasmo contagioso, los cuales en buena parte explican su tremendo poder de influencia”.

8. Fruto Vivas. Hotel Moruco. Santo Domingo, estado Mérida (1954-1956)
9. Fruto Vivas. Quinta Zaira. Colinas de Bello Monte, Caracas (1954-1956)
10. Fruto Vivas. Vivienda propia. Los Chorros, Caracas (1955).

Emparentada más directamente con el carácter y la técnica constructiva en madera manejada por Fruto en el hotel Moruco que le encargara la CONAHOTU (Santo Domingo, Mérida, 1954-1956), en la espacialidad de la quinta Zaida de Colinas de Bello Monte (1954-1956) y en la ambientación y uso de los materiales a la vivienda que el propio Fruto se construyó en Los Chorros, Caracas (1955), de la casa Palacios destaca la utilización de troncos gruesos de mora para la estructura (vigas y columnas), viguetas que sostienen el techo de mangle, machihembrado de caoba para las cubiertas (apareciendo también en ocasiones el cedro y el apamate) y pisos de corazón de mora, trabajados con sabiduría con la participación de un grupo de artesanos portugueses.

11. Dibujo de Juan Pedro Posani de la casa de Inocente Palacios en Río Chico (c.1960)
12. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico (fachada principal)

También experimentó Fruto con el uso de bahareque para las paredes, cosa que en su momento alarmó al cliente que no se imaginaba cómo se garantizaría la durabilidad en el tiempo de ese tipo de material. Al respecto, Inocente Palacios en el libro Fruto Vivas. Del barro al metal, escrito por Raquel Castro en 1989, testimonia al narrar la construcción de la casa cómo “Fruto vino, vio el sitio y empezó a hacer un proyecto a lo Fruto Vivas, proyecto que bosquejaba en el reverso de un sobre de correos, en papel de envolver, sobre una tabla, siempre dibujaba en la primera cosa que estuviera a su alcance. Fruto venía aquí, se quedaba un rato viendo el paisaje, se volvía a ir, se desaparecía. Después nos dijo que iba a hacernos una casa de bahareque y madera. En el primer momento me pareció muy hermoso pero enseguida me alarmé y le dije, pero el bahareque se cae! (…) Añade Inocente Palacios que para tranquilizarlo prometió reforzar por dentro las paredes de bahareque y así, poco a poco, le fue dando corporeidad, lentamente; fue un proceso largo”.

13. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

Lo paradójico de esta casa se presenta en el hecho de que habiendo utilizado materiales de la zona y un sistema constructivo relativamente sencillo resultó muy costosa y demorada en el tiempo: “La cosa más larga y más laboriosa del mundo… Resultó una locura”, confesará Palacios a Raquel Castro. Como muestra valga decir que el piso del comedor hecho de rodajas de corazón de mora duró un año construyéndose, por el hecho de que debieron de escogerse uno a uno los pequeños pedazos que rellenarían los huecos que quedaban entre los discos grandes. “Toda una obra de orfebrería y marquetería”, sentenciaría Palacios con admiración luego de ver el resultado.

14. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

Otra clara paradoja que ya asomáramos, está relacionada con la manera como Fruto, declarado por Juan Pedro Posani como “arquitecto revolucionario, vanguardista, contracorriente, que está en contra del sistema, que es perseguido político, que es adscribe a un movimiento político totalmente subversivo”, logra dar sus primeros pasos dentro del ejercicio profesional. La respuesta la da el propio arquitecto al manifestarle a Raquel Castro: “Yo, enamorado de la madera, me ponía a hacer casas de madera para ricos, puesto que esos eran mis clientes y porque allí estaba mi comida. Me tocaba repartirme en eso de trabajarle a los ricos haciéndoles casas y mansiones que yo utilizaba para aprender”.

15. Fruto Vivas. Casa de Inocente Palacios en Río Chico.

La casa Palacios fue considerada la obra “más tropical” de las hechas por Fruto para aquel momento en el que la arquitectura populista de su mano se puso de moda, se convirtió en cliché y fue vaciada de todo su auténtico contenido. En ella, también se encierran los aciertos de quien miró a la significación, valores y experiencias de la tradición sin renunciar a su contemporaneidad, patente en la plena integración entre el interior y el exterior y el uso de técnicas y materiales que se complementan sin rebuscamientos, en pro de exaltar los valores espaciales (y especiales) de su arquitectura.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 13. Raquel Castro. Fruto Vivas. Del barro al metal (1989).

1. Juan Bautista Fuenmayor. Generación del 28. El movimiento estudiantil antidictatorial (https://issuu.com/editorialaurora/docs/generacion_del_28_-_juan_bautista_fuenmayor)

2. Contrapunto.com (https://contrapunto.com/nacional/politica/que-paso-el-18-de-octubre-de-1945-revolucion-o-golpe-de-estado/)

3. Colinas de Bello Monte (https://www.facebook.com/ColinasBelloM/)

4. Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela, nº 190, 1952; y Colección Crono Arquitectura Venezuela.

5. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y arxiu.bak (http://arxiubak.blogspot.com/2012/12/museo-de-arte-moderno-de-caracas-oscar.html)

6. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

7. La Guaira en Retrospectiva (https://www.facebook.com/LaguairaenRetrospectiva/posts/quinta-el-palmar-en-playa-grande-catia-la-mar-construida-en-el-a%C3%B1o-1954-construc/2309071529230096/?locale=hi_IN)

8. Colección Crono Arquitectura Venezuela; Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; DoCoMoMo Venezuela (docomomovenezuela.blogspot.com); y Eduardo Feo (https://www.pinterest.com/pin/397442735839615852/)

9. María Isabel Peña, Iván González Viso y Federico Vegas. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015).

10. Instagram. gianni.napolitano (https://www.instagram.com/gianni.napolitano/p/BBqLd1yMPpn/); y Viva Venezuela (https://www.pinterest.com/pin/79376012152714196/)

11. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

12, 14 y 15. Graziano Gasparini. Casa venezolana (1992)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 408

Caracas entre los años 40 y finales de los 50 del siglo XX, como todos sabemos, se caracterizó por sufrir un crecimiento urbano desenfrenado, que tuvo asociado la necesidad de construir un número tal de edificaciones que sobrepasaba la capacidad de los arquitectos en ejercicio para realizar los correspondientes proyectos.

Dicha demanda, encabezada fundamentalmente por edificios residenciales, fue cubierta en gran parte por constructores que recurrían a practicantes no titulados y a ingenieros capacitados legalmente para firmar los planos que se introducían en las ingenierías municipales quienes suplían las carencias legales de los primeros.

Sectores como San Bernardino, Las Acacias, La Carlota, Los Caobos, Los Palos Grandes, La Paz, Puente Hierro, Chacao, El Rosal, Las Mercedes o Colinas de Bello Monte, entre otros, son testigos de ese fenómeno que, sin embargo, ofrece la posibilidad de reconocer altos valores en cuanto a su diseño de muchas de las piezas levantadas.

El edificio “Excelsior” (1955), cuya fotografía engalana la postal del día de hoy, ubicado en el cruce de las avenidas Caura y Caroní, de la urbanización Colinas de Bello Monte es un claro ejemplo de lo que en líneas anteriores hemos esbozado.

1. Vistas aéreas de la urbanización Colinas de Bello Monte (c.1955). En la foto de la izquierda se señala la ubicación del edificio Excelsior.

Comencemos apuntando que, cuando en 1949 la sucesión Casanova, dueña de los terrenos, planificó el desarrollo de Colinas de Bello Monte y a comienzos de los años 50 se comienzan a urbanizar con el promotor cultural Inocente Palacios a la cabeza y el arquitecto italiano Antonio Lombardini como su mano derecha, se plantea hacerlo en dos etapas: la primera que ocuparía las áreas más planas próximas al río Guaire estaría conformada principalmente por edificios residenciales con comercio en la planta baja regidos de acuerdo a las ordenanzas vigentes; y la segunda, destinada a la vivienda unifamiliar, que se ubicaría en la zona de más escarpada topografía.

2. Localización del edificio Excelsior en Colinas de Bello Monte.
3. La avenida Caroní de Colinas de Bello Monte vista hacia el norte desde la esquina con la avenida Chama.

Así, dentro del trazado previsto, las avenidas Caroní y Caurimare marcan con su parelelismo y moderado sentido ascendente la transición que en esta urbanización se establece entre las dos zonas anteriormente descritas. La Caroní, por su parte, se encuentra poblada en su primer tramo por edificaciones aisladas de 4 a 7 pisos, producto de la generalización en el sector a mediados del siglo XX de una variada oferta de apartamentos en alquiler. Estas construcciones, muchas de ellas proyectadas por geómetras o delineantes cuando no por ingenieros que las avalaron con su firma, forman parte de una tendencia que se manifestó simultáneamente, como ya señalamos, en otras partes de la ciudad, caracterizada por la libertad en el uso de variados códigos estilísticos provenientes de las más diversas latitudes, sin que medie, por lo general, la calidad de diseño como antídoto a la nostalgia o al pragmatismo. En medio de este contexto, la presencia del edificio Excelsior destaca como pieza que muestra una actitud y compromiso muy distantes de los intereses que manifiestan sus vecinos inmediatos.

4. Izquierda: El edificio Excelsior visto desde el noreste. Derecha: La solución volumétrica de la esquina de las avenidas Caroní y Chama.
5. Izquierda: El edificio Excelsior visto desde el suroeste. Derecha: Aproximación a la esquina noreste del edificio.

Ubicado sobre una esquina, justo en el límite en que cambia la zonificación de la avenida Caroní, el Excelsior muestra los atributos de una modernidad sensible al entorno cargada de una potente expresividad. Su prismática, esbelta y bien proporcionada volumetría da cabida a un interesante juego de planos, colores y texturas, llenos y vacíos, que permiten resolver el compromiso urbano y poner en evidencia las partes que lo conforman. El diseño de sus fachadas está signado por la influencia de códigos propios del neoplasticismo arquitectónico, evidente en la manera como el edificio se compone para responder a la esquina, en el dinámico y diverso manejo de las superficies plegadas de sus balcones en voladizo, en la verticalidad que aportan sus muros texturados en ladrillo y en el recubierto con baldosas donde destaca el nombre del inmueble. Cabe valorar, además, la lograda definición del acceso al bloque de apartamentos: una elegante escalera que salva el desnivel de la calle, cuya ligera inclinación se contrapone a la ortogonalidad de la implantación y que refuerza la gestualidad buscada mediante una marquesina, prolongación del alero de los comercios que se ubican en la planta baja y sutil transición con el primer nivel. Su calidad constructiva, nobleza de los materiales utilizados, fluido contacto con la calle y contundente estampa permiten aun apreciar al Excelsior con una fidelidad tal que nos remonta gratamente al momento de su construcción.

6. La fachada este.

Capítulo aparte lo constituye el proceso que llevó a determinar su autoría lo cual permitió abrir una pesquisa, sobre la cual ya algunos investigadores han dado sólidos pasos, consistente en develar los entretelones de un período algo confuso en cuanto a poder determinar con precisión a quién correspondía el diseño de una obra o quién fungía como profesional responsable, cuestión que sólo puede dirimirse indagando a fondo en las correspondientes ingenierías municipales y consultar los permisos respectivos.

7. La solución de la esquina y la definición del acceso.

Para el caso del Excelsior, durante mucho tiempo se atribuyó su autoría al ingeniero Narciso Bárcenas “El Especialista”, profesional que firmó los planos de una estela de buenas realizaciones en los años 50 ejecutadas por anónimos arquitectos, delineantes o geómetras, que escondían la impronta de estar acompañadas de una manera peculiar de dinamizar las fachadas de correctos edificios multifamiliares, compuestos de plantas de apartamentos iguales entre sí (ver para ampliar información al respecto https://fundaayc.com/2019/02/10/sabia-usted-34/).

Sería cuando se emprendió la elaboración de la ficha del edificio que finalmente apareció en Caracas del valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje (2015) que, una vez constatado el número de la parcela dentro de la urbanización (la 220) y revisados los libros de la Ingeniería Municipal del Distrito Sucre (1955), se encontró como dato interesante que el ingeniero firmante de los planos del Excelsior, propiedad de José Sansón, era Ramiro Cárdenas y no Narciso Bárcenas. En tal sentido y de acuerdo a lo que fue costumbre en la época, o bien estamos en presencia de un autor desconocido a quien Cárdenas le firmó los planos, al cual habría que seguirle la pista dada la calidad del Excelsior, o bien con el propio Cárdenas se abre otro capítulo digno de ser develado como lo ha sido el de Bárcenas. Entre tanto al no contarse con familiares o conocidos vinculados a los propietarios o constructores del edificio que podrían ayudar a despejar la ecuación, se ha optado por otorgar la autoría del Excelsior a Ramiro Cárdenas, corriendo el riesgo de que el “firmante” asuma (hasta nuevo aviso) el protagonismo de ser el “proyectista”.

8. Tres aproximaciones a la envolvente del edificio.

Conservado aún en buen estado, de acuerdo a la página Caracas Moderna© (http://fundamemoria.blogspot.com/search/label/Ed.%20Excelsior), “el edificio Excelsior fue registrado por la Fundación de la Memoria Urbana para el Instituto del Patrimonio Cultural y el CONAC en el Preinventario Arquitectónico, Urbano y Ambiental Moderno de Caracas 2005/2006 de acuerdo al Convenio de Financiamiento Cultural 2003, No. 293 de fecha 30 de septiembre de 2003, suscrito entre la Fundación de la Memoria Urbana y el CONAC, Contrato No. CONV.CJ-003/2005, como Bien Preinventariado, y consignado ante la Alcaldía de Baruta el día 22 de noviembre de 2007. Merece ser protegido y conservado”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Caracas Moderna© (http://fundamemoria.blogspot.com/search/label/Ed.%20Excelsior)

1. La Guía de Caracas (http://laguiadecaracas.net/60271/la-creacion-de-colinas-de-bello-monte/)

2. Capturas de Google Earth.

3. Ciudad Laboratorio (https://ciudlab.com/interacciones/del-edificio-excelsior-a-la-estacion-bello-monte/)

4. Construido en Caracas (https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/29/edif-excelsior-colinas-de-bello-monte/)

5 y 7. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad; y Construido en Caracas (https://construidoencaracas.wordpress.com/2013/06/29/edif-excelsior-colinas-de-bello-monte/).

8. minube (https://www.minube.com/rincon/edificio-excelsior-a3689162)

1954• Concha Acústica de Bello Monte

Concha Acústica de Bello Monte.jpg

1954•  La empresa C.A. Urbanizadora Colinas de Bello Monte, a través de su propietario, el empresario venezolano Inocente Palacios (1908-1996) dona un terreno de 18.000 m2 ubicado en la Calle Caurimare con Calle Chaure de la citada urbanización, para la construcción de Concha Acústica de Bello Monte, llamada a ser sede artística de la Orquesta Sinfónica Venezuela,

El proyecto fue desarrollado por el arquitecto argentino Julio Volante (U. de Buenos Aires. Reválida FAU UCV promoción 16F/1967), con el cálculo estructural del ingeniero Justo Pastor Farías Mendoza (1890-1960) y construido por un consorcio integrado por las firmas Técnica Constructora, S.A., TEC, S.A. y Gil Rangel Baquero, S.A.

Luego de tan solo 45 días de construcción (entre el 15 de enero y el 1 de marzo) este espacio cultural, que tiene un aforo para 8.000 espectadores, hoy conocido como la Concha Acústica José Ángel Lamas, se concluyó siendo inaugurado el 19 de marzo de 1954, con la celebración de un concierto cuya primera parte fue de música sacra venezolana, dirigida por el maestro Vicente Emilio Sojo, director de la Orquesta Sinfónica Venezuela.

La segunda parte estuvo a cargo del maestro alemán Wilhelm Furtwängler que dirigió obras de Haendel, Strauss y Wagner. Se decía que Furtwängler había dicho «Acústica Perfecta».

El arquitecto Volante le dio forma rectangular a «la concha» del José Ángel Lamas, logrando que los sonidos de los instrumentos tengan reflexiones nítidas y uniformes audibles hasta a los 87 metros, distancia a la cual se encuentra la última grada de asientos.

Para ello la cocha fue construida, luego de la realización de los cálculos necesarios buscando hacer entrar en vibración los planos de reflexión y dispersión, recubriendo el interior con un delgado friso aplicado sobre metal desplegado, capaz de producir la vibración deseada a la vez de reflejar en toda su pureza cualquier nota musical.

Las paredes laterales encajonan en 20 metros los sonidos evitando el eco.

El piso de la concha es una losa de concreto que asemeja una caja sonora y que cubre los camerinos ubicados debajo.

Las gradas están apoyadas sobre columnas y vigas, ya que por ser el terreno un relleno estas no se pudieron asentar directamente.

La Concha Acústica José Ángel Lamas cuenta con sanitarios, una cabina de control, iluminación, juego de luces para el escenario, dispositivos para radio y televisión y posibilidad de grabación de sonido.

El maestro Alejandro Otero (1921-1990), artista plástico de reconocimiento internacional, quien para la fecha ya había participado en el proyecto de integración de las artes llevado a cabo por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva en la Ciudad Universitaria de Caracas y estaba concentrado en la realización de trabajos con diferentes técnicas, es invitado a crear un conjunto de obras a ser integradas en esta notable obra.

Pocos meses después, entre los días 22 de noviembre y el 7 de diciembre, se celebra allí el 1º Festival Latinoamericano de Música de Caracas, organizado por Inocente Palacios, los Maestros Enrique de Los Ríos y Pedro Antonio Ríos Reyna y el escritor cubano Alejo Carpentier.

HVH

1954• Edificio Philips

1954• Se concluye y es puesto en servicio el Edificio Philips (hoy Centro Comercial Caroní), ubicado en la esquina entre la avenida Caurimare y calle Chama, de la urbanización Colinas de Bello Monte, proyectado por el arquitecto Santiago Goiri Beltrán (1918-1972).
El edificio de carácter industrial, tenía dos cuerpos de tres niveles cada uno de ellos. El cuerpo con frente a la avenida Caurimare tenía en la planta baja la exhibición comercial, en el segundo nivel la administración y en el tercero una terraza abierta, espacio concebido de desahogo para los empleados.
En el segundo cuerpo se ubicaron los talleres y depósitos.
La empresa Philips, fue creada en Holanda en 1891, para «fabricar lámparas incandescentes y otros productos eléctricos». Se estableció en Venezuela pocos años después de terminar la Segunda Guerra Mundial.
El edificio sede de Colinas de Bello Monte fue vendido y remodelado, abriendo en el año 1980, con un nuevo uso y nombre, como el Centro Comercial Caroní.
Santiago Goiri Beltrán estudió en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela, obteniendo su título en su primera promoción en 1948.
En 1953 integró junto otras 26 personalidades el grupo de miembros fundadores de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la universidad de la cual obtuvo su título.

HVH

UN APORTE QUE SE AGRADECE

Al finalizar la nota con la que acompañamos la Postal nº 203 dedicada a comentar el anuncio de la compañía Philips Venezolana aparecido en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, publicada en el Contacto FAC 168 del 29 de marzo de 2020, lo hicimos de la siguiente manera:

“Si alguno de nuestros lectores posee mayor información sobre el edificio que le sirvió de sede a la Philips entre los años 50 y 80 en Colinas de Bello Monte, mucho le agradeceríamos nos la haga saber para completar debidamente esta reseña”.

Pues bien, el pasado 24 de octubre recibimos una grata sorpresa de parte del arquitecto y profesor Orlando Marín, incansable y acucioso investigador, Secretario de la Comisión de Historia de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, quien a través del correo electrónico nos aportó una muy valiosa información relacionada a lo que entonces solicitábamos, y que en una fecha tan importante para este órgano de difusión como lo es haber llegado a su número 250 hemos querido compartir por tratarse de un hallazgo de gran valor.

Con nuestro agradecimiento a Orlando una vez más por leernos, estar atento y ofrecernos generosamente parte de los resultados de su trabajo, esperamos que ustedes aprecien y disfruten lo que a continuación publicamos tanto como nosotros lo hemos hecho.

Feliz domingo.

Edificio Philips, avenida Caurimare, Colinas de Bello Monte, Caracas, 1951. Arquitecto: Santiago Goiri. Foto extraída del anuncio que la empresa publicó en el nº 1 de la revista A, hombre y expresión, 1954

SALUDOS E INFO SOBRE EDIFICIO DE LA PHILIPS VENEZOLANA EN COLINAS DE BELLO MONTE

Estimados amigos de la Fundación Arquitectura y Ciudad:

Reciban un cordial saludo en la oportunidad de hacerles llegar una información que tengo a la mano sobre el edificio de la Philips Venezolana que estuvo en la av. Caurimare de Colinas de Bello Monte, respondiendo su solicitud de datos sobre la POSTAL Nº 203 de un Contacto FAC de marzo de 2020.

Llevo varios años transcribiendo las listas de permisos de construcción del Distrito Federal y Distrito Sucre que aparecían en la revista del CIV, para tratar de esclarecer las autorías de tantos edificios interesantes que hay y hubo en Caracas. Hasta el momento he podido transcribir casi todos los que aparecen entre los años 1939 y 1955 (un poco más de 8.000 registros), no todos con datos completos. Me quedan aún por transcribir los de los años 1956-59, que quizás sea un poco menos de la mitad de los ya transcritos.

Revista CIV nº 189, diciembre 1951 donde en la «Relación de permisos de construcción correspondiente al Distrito Sucre del Estado Miranda» aparece (enmarcado por nosotros) el otorgado a Santiago Goiri para el Edificio Philips

En la Revista CIV N° 189 de diciembre de 1951 aparece el permiso de ese edificio, propiedad de la «Philips Venezolana», concedido por la ingeniería Municipal del Dtto. Federal en noviembre de 1951 a Santiago Goiri como profesional responsable.

Arquitecto egresado de la FAU en la primera promoción, Santiago Goiri Beltrán fue -según Guido Bermúdez- «el primer arquitecto graduado en Venezuela (por haber obtenido su título unos días antes que sus compañeros de promoción) y prestó sus servicios durante muchos años en la División de aeropuertos del MOP. Fue asesor de la Oficina «Guido Bermúdez y Asociados» en el «Proyecto del Aeropuerto Internacional de Margarita» (Bermúdez, 1993, «Diccionario del Arquitecto»: p. 287). Allí mismo Bermúdez registra el fallecimiento de Goiri acaecido el año de 1972.

Yo matizaría un poco el comentario de ser Goiri el «primer arquitecto graduado en Venezuela». En la Escuela Nacional de Ingeniería se otorgó el título de arquitecto a 5 graduados entre 1898 y 1905, y luego el Ministerio de Instrucción Pública se lo otorgó a otros dos, sin contar las 18 reválidas que también hizo la UCV antes de 1948. No obstante, es relevante el dato de ser el primero otorgado por la Escuela de Arquitectura, entonces adscrita a la Facultad de Ingeniería de la UCV.

Izquierda: Ficha docente de Santiago Goiri cuando era estudiante de la Escuela de Arquitectura de la UCV. Derecha: Datos registrados hasta el año 2017 en el CNE de Santiago Goiri quien había fallecido en 1972, lo cual indica que dicho ente no actualiza sus datos en función de las defunciones que van aconteciendo.

Por otra parte, investigando sobre los miembros de la primera promoción, en Control de Estudios de la FAU están unas «fichas docentes» con los datos de los primeros estudiantes de la Escuela de Arquitectura, entre ellos Goiri. Allí se registra que nació en  Begoña, Vizcaya, el 16 de abril de 1918, hijo de Santiago Goiri y Raquel Beltrán de Goiri (ver anexo). Hasta hace poco, sus datos también aparecían en la web del CNE.

Finalmente encontré un dato curioso hurgando en el Archivo Histórico de la UCV: Goiri fue el único de los estudiantes (aparentemente eran 70) inscritos en la primera -y malograda- cohorte de la carrera de arquitectura de la UCV en 1941 (cuando se creó la Escuela, y que solo cursó el primer año por haber reprobado los cursos o desertado hacia ingeniería la mayoría de sus integrantes) que volvió a inscribirse para la siguiente cohorte de 1944. Según el registro del último año que pude consultar, de ese grupo (apenas quedaron 27), sólo uno terminó estudiando y graduado en arquitectura en Colombia: Miguel Casas Armengol, luego profesor fundador de la carrera en La Universidad del Zulia. Tengo entendido que José Ignacio Sánchez Carneiro, antiguo profesor de la FAU,  también formaba parte de esa cohorte «fantasma», y terminó haciendo estudios en Bélgica.

Registro parcial de la investigación adelantada por Orlando Marín donde se identifican 14 poyectos cuyos permisos de construcción fueron solicitados por Santiago Goiri entre 1951 y 1959

Hasta el momento solo he podido identificar 14 proyectos de Goiri en los permisos de las Ingenierías Municipales de Caracas, casi todos para quintas, que les anexo.

He tratado de documentar el desempeño profesional de la llamada primera promoción de arquitectos de la UCV de 1948. En 2016 asigné ese trabajo a unos estudiantes de arquitectura de la USB. Sin embargo, nadie se ocupó de Goiri en ese momento.
Saludos.

Orlando Marín

Nota sobre Santiago Goiri aparecida en la primera edición del Diccionario Biográfico de Venezuela, editado por Garrido Mezquita y Compañía con la Dirección Técnica de Julio Cárdenas Ramírez y Carlos Sáenz de la Calzada como Director de Recopilaciones, Madrid, 1953

P.D.: Olvidaba comentarles que hay otro dato importante sobre Goiri: Encontré que hizo un curso sobre arquitectura de aeropuertos en USA en 1949 (razón por la cual debió recibir el título antes que sus compañeros… (ver mini-biografía publicada en 1953 en anexo).

También se integró tempranamente al cuerpo docente de la UCV, donde dictó los cursos «Introducción y Elementos de la Arquitectura» y «Dibujo lineal», y en 1957 llegó a ocupar la Dirección de la Escuela (dato que aparece registrado en el libro Facultad de Arquitectura y Urbanismo UCV 1953-2003. Aportes para una memoria y cuenta, de 2007).

Le acabo de escribir a un Santiago Goiri, venezolano con negocios en Panamá, que parece ser hijo (o nieto) del arquitecto.

Saludos!

OM

Página de créditos del nº 1 de la revista Integral, septiembre 1955

Nota

Como información adicional a la aportada por Orlando Marín vale la pena recordar que Santiago Goiri formó parte junto a Jorge Romero Gutiérrez, Guido Bermúdez, Diego Carbonell y Ernesto Fuenmayor del Comité Directivo de la revista Integral en representación de la Sociedad Venezolana de Arquitectos, que apareció en los créditos de su nº 1 de septiembre de 1955. También participó en el Concurso Nacional de Arquitectura que en 1962 se convocó para diseñar el pabellón que representaría a Venezuela en la Feria Mundial de Nueva York, ampliamente reseñado en la revista SVA nº 7 de agosto-septiembre, 1962.

ACA

Procedencia de las imágenes

Señaladas en las leyendas de cada foto