
William J.R. Curtis (Birchington on Sea, Kent, 1948)
El reconocido y galardonado historiador de la arquitectura, amén de crítico, pintor y fotógrafo británico, William J. R. Curtis visitó por primera y única vez nuestro país a comienzos de diciembre de 1990. Para entonces ya había publicado, entre otras obras: Le Corbusier at Work: The Genesis of the Carpenter Center for the Visual Arts, Harvard University Press, 1978; Modern Architecture since 1900, Phaidom Press, 1982; Le Corbusier: Ideas and Forms, Rizzoli, 1986; y Balkrishna Doshi: An Architecture for India, Rizzoli, 1988.
Cuando Curtis vino a Venezuela con 42 años de edad, gracias al esfuerzo compartido en la organización y auspicio por Ediciones Nave (Oscar Tenreiro) y las Escuelas de Arquitectura de las universidades Simón Bolívar, José María Vargas y Central de Venezuela, a quienes se sumó la colaboración de Eurobuilding y el Centro Simón Bolívar, ofreció tres charlas que contaron con una nutrida concurrencia en la Sala Plenaria de Parque Central los días 3, 4 y 5 de diciembre, en las que desarrolló otros tantos temas vinculados con sus trabajos de investigación, buscando en cierta medida una aproximación al público que lo escucharía: “Alejandro de La Sota y la arquitectura moderna en España”, “La arquitectura moderna y la idea de región” y “Le Corbusier y la India”.



Formado en el Courtauld Institute of Art de Londres (First Class Honours, 1970) y en la Universidad de Harvard (Ph.D., 1975), Curtis ha desarrollado una vasta carrera como docente de la historia y la teoría de la arquitectura en Estados Unidos, México, Europa, Asia y Australia y, más particularmente, en universidades como Harvard, Universidad de California, Asociación de Arquitectura de Londres, Universidad de Cambridge o ETSAB Barcelona.
Entre sus muchas obras de historia, crítica y teoría, ha tratado temas muy variados como la arquitectura contemporánea, paisajismo, diseño, historiografía, educación visual, arquitectura vernácula, arquitectura india o arquitectura bereber del pre-Sáhara.
Modern Architecture Since 1900 (La arquitectura moderna desde 1900) publicado por primera vez en 1982 y ahora en su tercera edición revisada (1996), traducido a cinco idiomas, es considerado el trabajo más importante realizado por Curtis. Tal y como se recoge de su biografía publicada en Wikipedia: “El libro ilustra el paradigma moderno en la arquitectura que emerge de los contextos sociales, tecnológicos y urbanos del siglo XIX, y busca seguir sus diversos procesos en diversas geografías y tiempos, rechazando la comprensión del modernismo como una entidad homogénea. Este libro ganó el Medallón Alice Davis Hitchcock de la Society of Architectural Historians of Great Britain (Sociedad de Historiadores Arquitectónicos de Gran Bretaña) en 1984. La tercera edición fue galardonada con el premio del libro de arquitectura del American Institute of Architects (AIA) en 1997. En 2006, el Museo de Arquitectura de Finlandia otorgó a Curtis su Medalla Conmemorativa de la Fundación con motivo del 50 aniversario del museo (Medal of Foundation for Museum of Finnish Architecture, 50th Anniversary) y en 2014 recibió el Premio de Oro a la Contribución Global a la Arquitectura (CERA, A+D, India)”.


En La arquitectura moderna desde 1900 (Modern Architecture since 1900), considerado junto a Historia crítica de la arquitectura moderna (Modern Architecture: A Critical History) de Kenneth Frampton de 1980 un libro “canónico”, siendo ambos los más demandados y consultados en las escuelas de arquitectura, Curtis desarrolla una línea exploratoria preocupada por las formas y el significado de la arquitectura y por lo que ella simboliza. En tal sentido se provee de un rico aparataje visual, con imágenes a color y de gran tamaño, a objeto de enfatizar su enfoque formalista, muy acorde con su actividad como pintor, dibujante y fotógrafo, donde siempre ha mostrado su forma de mirar el mundo mediante la abstracción. Frampton, por su parte, reservando el análisis formal para ciertos casos, procura centrarse en el examen de la teoría e ideología subyacente en la obra arquitectónica, enfatizando los aspectos económicos, sociales y políticos, factores externos que condicionan la producción de ésta recurriendo a imágenes pequeñas en blanco y negro.


Entre las exposiciones realizadas por Curtis derivadas de su actividad artística se encuentran: Mielen Maisemia/Mental Landscapes (Museo de Arquitectura de Finlandia, Helsinki 2000); Mental Landscapes/Paisajes Mentales (Círculo de Bellas Artes, Madrid 2002); Carpenter Center for the Visual Arts (Harvard 2004); Architectures du Monde. Le regard de William J.R. Curtis (Centre Méridional de l’Architecture et de la Ville en Toulouse, 2004-2005); Structures of Light (Museo Alvar Aalto, Finlandia, 2007); y Abstracción y Luz/Abstraction and Light (Patronato de la Alhambra y Generalife, Granada, 2015).
Humanista en el más amplio sentido de la palabra, Curtis ha desarrollado una carrera colmada de libros y ensayos críticos. Sus escritos se pueden encontrar en revistas internacionales de reconocido prestigio como El Croquis (Madrid) y Architectural Review (Londres). También ha sido conferencista en muchos encuentros y debates críticos en todo el mundo y ha participado como jurado en competiciones internacionales de diferente índole y ocupado diferentes puestos honoríficos en numerosas instituciones.

Desde 1990 cuando nos visitara hasta hoy Curtis ha continuado publicando, destacando los libros Denys Lasdun: Architecture, City, Landscape (Phaidon, 1994) y más recientemente Abstractions in Space: Tadao Ando, Ellsworth Kelly, Richard Serra (Pulitzer Foundation, St. Louis, 2001); Teodoro Gonzalez de Leon: Obra Reunida/Collected Works (Arquine, Reverte, Mexico, 2004); Barcelona 1992-2004 (Guim Costa, Gustavo Gili, 2004); y RCR Aranda, Pigem, Vilalta Arquitectes: Entre la abstracción y la naturaleza (Gustavo Gili, Barcelona, 2004).
Consultado en diversas ocasiones sobre las ciudades que le ha correspondido visitar, Curtis no ha tenido reparos en manifestarse a favor de la arquitectura que toma en consideración el entorno y muy crítico ante los proyectos “icónicos y con presupuestos desorbitados”. España, país del que se confiesa enamorado, ha sido objeto de su agudeza crítica cuando expresó en 2007 al ser entrevistado para http://fafnerblog.blogspot.com que “Barcelona ha entrado en la decadencia” y añadía: “Admiro el jardín botánico de Carles Ferrater, en Montjuïc, y la Villa Olímpica, que es un conjunto que aporta una cierta reflexión sobre el frente marítimo. Pero el Fòrum… (…) El problema del Fòrum es que no tiene un fundamento cultural, no hay contenido. Es una ficción publicitaria. Había muchas maneras de hacer llegar la Diagonal al mar. (…) El Fòrum es un retrato de nuestra época. En arquitectura hay mucho cinismo, mezclado con desprecio por el humanismo. Hay que tomar una gran distancia con respecto al presente”.
O como cuando en 2011 expresaba, a raíz de lo que ha significado para toda España el periodo del gran boom post-Bilbao, donde se produjeron “muchos proyectos ridículos”, opiniones como las recogidas el 18-08 en Faro de Vigo al visitar La Coruña. Para Curtis, por un lado, “el Centro Gallego de Arte Contemporáneo, en Santiago, de Álvaro Siza es un precioso edificio, respetuoso con el entorno y la topografía” y, por el otro, “la Ciudad de la Cultura de Peter Eisenman (también en Santiago) es un desastre total. Reúne todas las características de mala arquitectura: forma caprichosa, fuera de escala, no funciona como edificio para lo que fue proyectado, destroza el paisaje… Es un ejemplo de contenedor sin contenido. No es solo un problema arquitectónico sino también político. Es un mal proyecto”.

Residenciado en la actualidad en el suroeste de Francia, Curtis expresó a finales de 2019 en entrevista aparecida en https://www.jotdown.es lo siguiente que nos puede servir de cierre para la nota de hoy: “La palabra ‘crítica’ viene de una palabra griega que significa separar el grano de la paja. Es lo que intentas hacer, evaluar. Y eso teniendo siempre en cuenta que no hay ningún método racional para hacer crítica, es un mito pensar que lo hay. Cuando escribo crítica estudio los edificios muy detenidamente, los experimento —a menudo varias veces—, y luego escribo una reflexión sobre ello. (…) En realidad, la crítica tiene diferentes funciones y esta es la más positiva de todas porque es muy satisfactorio hablar de edificios que tienen calidad. Pero otra de sus funciones es la de hablar de los desastres, donde usas un método diferente y un canal de información diferente. Por ejemplo, he escrito muchas cosas para El Croquis; es una revista maravillosa, pero es para expertos. Cuando descubres algo muy problemático no quieres hablar solo a los conversos, quieres explicar al público general por qué hay un problema social o político que ha creado ese edificio tan malo. Entonces el estilo cambia, se vuelve mucho más directo y más dramático, utilizas todos los medios para torpedear el barco. Y además tienes una circulación mucho mayor, por lo que acabas siendo muy polémico. Y haces eso porque crees que hay algo que vale la pena revelar, aunque se convierta en un escándalo. (…) Todo el mundo reacciona ante los edificios y se ve afectado por los edificios pero no son capaces de articular esas reacciones. Es una cuestión mucho mayor, en realidad. Creo que todas las personas deberían ser educadas en materia arquitectónica. Sería mucho mejor, habría mejores clientes, habría mejores alcaldes, todo el mundo sería mejor”.
ACA
Procedencia de las imágenes
Encabezado. Colección Crono Arquitectura Venezuela.
1 a 5. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.





































