1947• Decretada su construcción once años antes, por el presidente Eleazar López Contreras, el Ministerio de Obras Públicas MOP concluye, durante la presidencia de Gral. Isaías Medina Angarita, la construcción de la nueva sede del Liceo Pedro Gual, ubicado en la Avenida Bolívar Norte, entre las calles Agua Blanca y 117en el sector Camoruco, Valencia, estado Carabobo, edificación proyectada por Luis Eduardo Chataing (1906-1971) y Javier Yárnoz (1886-1959). El Pedro Gual repite el esquema adoptado por el arquitecto Chataing en sus diseños para edificios escolares de secundaria, proyectados para el MOP y el Ministerio de Educación Nacional, (siendo ministro de Educación el Dr. Rafael Vegas), y al igual que el Liceo Andrés Bello en Caracas y el Lisandro Alvarado en Los Teques, tiene capacidad para mil estudiantes y está dotado de aulas con ventilación cruzada, laboratorios equipados, dependencias administrativas con área reservadas para los docentes, amplios comedores. teatro, canchas deportivas y generosas áreas verdes.
El Liceo Pedro Gual, fue construido y equipado a un costo de Bs. 1.800.000, en terrenos donados por la sucesión de Antonio Guzmán Blanco a la Municipalidad de Valencia, conocidos como el “Parque Guzmán Blanco” donde durante varios años funcionó el Camoruco Tennis Club. El nuevo liceo honra llevando su nombre a Pedro Gual (1783-1862), caraqueño, formado como abogado en la Universidad Central de Venezuela, político, estadista, periodista, distinguido en nuestra lucha de independencia y destacado representante diplomático por la Gran Colombia, participando en las negociaciones que llevaron a Inglaterra al reconocimiento de nuestra independencia. Luis Eduardo Chataing, estudió en la Universidad Central de Venezuela, donde se graduó como Doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas, título equivalente al de Ingeniero Civil, en el año 1928, transformándose en arquitecto de oficio a lo largo de su vida profesional. Fue uno de los fundadores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y su Primer director (1944-1946). Javier Yárnoz Larrosa (1886- 1959), fue un destacado arquitecto español, egresado de la Escuela de Madrid, quien emigró a Venezuela en 1939 a raíz de la Guerra Civil en su país. Revalidó su título en 1951 en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central de Venezuela (2da promoción) Yárnoz trabajó con Chataing en en el MOP desde 1940 hasta 1946, año en que se dedicó a la práctica privada de su profesión.
Fuentes: MEZA SUINAGA, Beatriz (1997) ―»La arquitectura de Luis Eduardo Chataing en la Venezuela de los años treinta», en Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas, No 31, Caracas, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Universidad Central de Venezuela, octubre, pp. 70-80.
1952•Abre sus puertas el moderno Hotel Carabobo, ubicado en la avenida Bolívar, frente a la Plaza Bolívar, Valencia, estado Carabobo.
Este nuevo hotel, pequeño en tamaño, pero lujoso, de excelente servicio e insuperable localización en el centro urbano de la ciudad lo hizo ser durante muchos años el preferido de los visitantes de la capital carabobeña.
El edificio fue proyectado con una planta baja en donde se colocó el lobby, la recepción, un amplio salón de espera y demás facilidades; estaba complementado este nivel con una serie de locales comerciales con vitrinas y acceso desde el interior del hotel o desde afuera del edificio.
En la mezzanina se ubicó el restaurante provisto de una terraza con vista hacia la arbolada Plaza Bolívar; tres pisos con habitaciones, muchas de las cuales tenían balcones; rematando el edificio con un último nivel de servicio.
En la actualidad el edificio continúa siendo un hotel, sin el esplendor de otros años.
1959• Luego de dos años de construcción la empresa Guinand & Brillembourg concluye la Fábrica de Alimentos Concentrados Protinal, ubicada en Calle Chicago, Valencia, estado Carabobo, en un terreno próximo a donde años después se ubicó la llamada Redoma de San Blas.
Protinal Proagro es pionera al iniciar en el país la producción de alimentos balanceados para animales en 1942. El impulso de esta empresa a la actividad agrícola, avícola y pecuaria la convierten en un punto de referencia en el desarrollo del campo venezolano.
La empresa Protinal, compañía de alimentos concentrados para animales, había sido creada en el año 1942 por los hermanos Eugenio Mendoza Goiticoa (1906-1979), empresario, y Eduardo Mendoza Goiticoa (1917-2009), ingeniero agrónomo graduado en la Universidad de La Plata, Argentina, quien fue designado en 1945 Ministro de Agricultura y Cría por la Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt (el ministro más joven de la historia de Venezuela con sólo 28 años)
En el año 2012, al cumplir 70 años de operaciones Protinal-Proagro (empresa asociada) tenía en funcionamiento en el país 61 centros operativos en 14 estados, generando 5.450 empleos directos y 52.630 indirectos.
1929•El día 7 de mayo el Obispo Mons. Montes de Oca consagra la Capilla de «María Inmaculada» ubicada en Camoruco, Valencia, estado Carabobo.
En años recientes al establecerse los Padres Scalabrinianos, en la capital carabobeña, el I Arzobispo de Valencia les otorga como sede la capilla de Camoruco, encomendándoles a los feligreses italianos y portugueses, razón por la cual, popularmente se conoce a la Capilla La Inmaculada como «La Capilla de los Italianos».
… el 17 de febrero de 1996 aparece en el número 142 de Arquitectura HOY, por tercera ocasión, un importante espacio dedicado a cubrir los resultados del «Concurso para la sede del Conservatorio de Música del estado Carabobo».
El Concurso para la sede del Conservatorio de Música del estado Carabobo, promovido por la Gobernación de dicho estado junto al Colegio de Arquitectos de Venezuela (filial Carabobo), se convirtió en el evento que copó la actividad disciplinar durante la última mitad de 2015, año particularmente movido en cuanto a la realización de llamados de este tipo. Basta recordar que en ese mismo lapso de doce meses la Dirección de Gestión Urbana de la Alcaldía del Municipio Libertador promovió el Concurso para proyectar las Áreas de Acceso al Cementerio General del Sur, El Cementerio, Caracas, adjudicándosele el Primer Premio al arquitecto Doménico Silvestro, y que la Gobernación del Distrito Federal y el Instituto de Patrimonio Cultural auspiciaron el Concurso Patio Jardín / Gobernación del Distrito Federal, Esquina La Torre, Plaza Bolívar, Caracas, ganado por los arquitectos Jorge Rigamonti, Mario Quirós y Alfredo Caraballo.
Así, el jurado integrado por Eduardo Santaella, Juan Pedro Posani, Guillermo Mujica Sevilla, David Gouverneur, Tomás Martínez, Frida Añez Magasrevy, Alfredo Fermín y Elizabeth Canales, decidió otorgar por unanimidad el 9 de diciembre de 2015 el primer premio del Concurso del Conservatorio de Valencia, al equipo conformado por Edwing Otero, Alfredo Sanabria, Juan Luchsinger y Hugo D’Enjoy (OSLD) con la colaboración de María José Sedales y José Guerra. El segundo premio recayó en María Mercedes Boggiero e Iván Niubó y el tercero sobre Manuel Delgado Arteaga con quien colaboraron de José Manuel Da Silva, Henry González, Claudia Medina, Ricardo Pérez y Miguel Ramírez. Además se otorgaron hasta 8 Menciones Honoríficas siendo expuestos todos los trabajos presentados del 10 al 15 de diciembre de 2015 en el Museo de la Cultura de la capital carabobeña.
Quizás por la escasa promoción que tuvo el certamen o quizás por haber sido un año cargado de eventos, lo cierto es que para ser evaluados se entregaron únicamente 29 proyectos apareciendo sus resultados por primera vez en la edición nº 136 de Arquitectura HOY del 16 de diciembre de 2015 con la nota «Valencia entra en tono» a cargo de Carolina Heredia y Enrique Fernández-Shaw. Posteriormente se le brindaría la oportunidad a los ganadores de mostrar su propuesta (una breve descripción y las imágenes más representativas) en el nº 137 del 13 de enero de 2017 cuya información fue recogida por Carolina Heredia en «Entonando el Nuevo Año con la ‘caja de música'», hasta que finalmente Juan Pedro Posani decide saldar bajo el título de “A petición” una deuda crítica que debía como jurado del concurso el 17 de febrero de 2017 en el nº 142 que hoy nos ocupa.
En tal contexto lo primero que destaca Posani es el “altísimo nivel de aportes y contribuciones al diseño que se ha evidenciado en buena parte de los concursantes” ello basado en que, a pesar de la “escasa” participación, “casi la mitad -o tal vez más- de las proposiciones reflejan notable madurez, seguridad de pensamiento y dominio y control del lenguaje formal”. Sin embargo tales bondades, no atadas “a formalismos y formulismos de moda”, en los mejores trabajos lucen “comedidas” o excesivamente sensatas y prudentes extrañando Posani “una cierta carencia de sentido del riesgo que frena los ímpetus del atrevimiento”.
Al entrar a analizar posibles razones para que aparezcan las apreciaciones formuladas, Posani se atreve a atribuirlas en buena parte a “una fuerte asimilación de algunas de las mejores enseñanzas de la arquitectura española contemporánea -cuya información ha tenido y tiene amplia acogida en Venezuela- y que se distingue por la serenidad con que ha absorbido y, en más de un sentido, superado la experiencia moderna (…) sin renegar del pasado, más bien apuntando a él como permanente y amable referencia, pero también sin permanencia enclaustrada en una sumisión carente de actualidad y de sentido activo de la historia”.
Finaliza Posani su aproximación general a los resultados del evento señalando: “… es con gran alegría que se advierte cómo ha crecido y se ha impuesto, en la mayoría de los trabajos, la consideración de la relación con el contexto, bien sea éste cultural, ambiental o simplemente paisajista”, apreciación que se corrobora con toda claridad cuando extraemos de la escueta memoria del proyecto ganador lo siguiente: “La solución se caracteriza por expresar con claridad las dos partes esenciales del programa, en una edificación compuesta por dos volúmenes que cumplen roles diferentes y que se articulan volumétricamente en un conjunto por medio de una plaza cubierta que orienta los accesos a cada una de las partes” o, en palabras de Posani, “… resuelta con gran dominio del tema funcional” lo cual “se evidencia a cabalidad en la diferenciación de los cuerpos volumétricos y en la distribución de sus contenidos programáticos”. Dentro de la misma línea “contextualista” pero alejada de la manera como se expresan los ganadores, Isabel Lasala no duda en calificar la propuesta presentada por su padre, dentro de la categoría “Puro paisaje” en el libro Creando lugares. Entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala (2014) donde precisa: “Lasala ofrece paisajes construidos para la contemplación, lugares que no evidencian su programa pero que nos hacen saber que estamos ante algo especial”.
Para quienes quieran detenerse en recrear los comentarios puntuales que Posani ofrece a cada una de las propuestas que resalta en el artículo -lamentablemente truncado por los duendes que suelen aparecer en las imprentas- en el que además de los tres primeros premios incorpora únicamente las menciones otorgadas a Jesús Tenreiro, Pablo Lasala y Francisco Bielsa, siempre les queda la oportunidad de bajar el documento que encabeza esta nota. De resto, reconocer que la celebración de este concurso, aunque terminó de nuevo en frustración por la no realización de la obra, deja el sabor de estar en presencia de un episodio digno de ser repasado, donde se apostó de nuevo al talento nacional y la calidad se hizo presente de múltiples maneras, dejando en nuestras manos un calificado testimonio del momento que atravesaba nuestra arquitectura.
ACA
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