Archivo de la etiqueta: La Florida

1965• Edificio Residencias Central Park

1965• La empresa ARINCO / Arquitectura-Ingeniería-Construcción, integrada por Jan Gorecki (1914-2019) arquitecto graduado en la Universidad Técnica de Varsovia, 1939, FAU UCV promoción 12B/ 1962 y el ingeniero civil Samuel Zabner (1922-2011) FI UCV 1948, concluyen la construcción del Edificio Residencias Central Park, ubicadas en la av. Los Samanes con av. Los Castaños, urb. La Florida.
El edificio, proyectado por el arquitecto Gorecki, tiene planta baja, un primer piso con un solo apartamento, 8 pisos tipo y un nivel penthouse.
En la planta baja el arquitecto desarrollo el hall de acceso, la circulación vertical con dos ascensores, la conserjería y un espacio para reuniones. El único apartamento del primer piso tiene una terraza a lo largo de la fachada del edificio. Sobre ella se relacionan con acceso, tanto el amplio espacio del estar-bar-comedor, como dos grupos de habitaciones, uno al norte del edificio y el otro al sur. Este apartamento tiene en total seis habitaciones, una de ellas de servicio.
En el grupo de habitaciones ubicadas al norte de la planta, está la principal con baño incorporado y dos habitaciones adicionales compartiendo un baño. En la parte sur de la planta del apartamento se desarrolló un estar familiar con acceso a una terraza cubierta, dos habitaciones compartiendo un baño y con acceso desde el comedor una amplia cocina-pantry, el lavandero y la citada habitación de servicio con baño incorporado. La cocina tiene acceso desde el hall de circulación, en el cual se encuentra el ducto para desperdicios.
Los ocho pisos con planta tipo tienen dos apartamentos cada uno. Estos tienen sala-comedor y una terraza techada como desahogo, la habitación principal con su baño incorporado, dos habitaciones compartiendo un baño, la cocina con su acceso de servicio, un lavandero y una habitación de servicio con su baño.
El penthouse tiene diferentes terrazas que lo rodean, sala- comedor, cocina, lavandero, habitación de servicio con baño, habitación principal con baño incorporado y una terraza descubierta. Este apartamento se complementa con dos habitaciones más, las cuales comparten un baño.
En todas las habitaciones de los diferentes apartamentos del edificio que están orientados al oeste, el arquitecto utilizó los closets como elemento para mitigar el calor producido por su exposición solar y en la larga terraza descubierta del penthouse recurre a la posibilidad de utilizar vegetación sembrada en materos para este mismo control.

HVH

1970• Edificio Capricornio

Edificio Capricornio.jpg

1970•  Se concluye la construcción e inicia la venta en régimen de Propiedad Horizontal del Edificio Capricornio, ubicado en la Av. Los Jabillos, urbanización La Florida, diseñado por Federico Beckhoff (1919-1982).

Edificio Capricornio. Detalle. Fotografía Roraima González

El arquitecto, para mitigar la desventaja de tener la fachada principal del edificio con orientación oeste, hábilmente incorporó cerramientos en base a romanillas metálicas movibles, que garantizan la protección solar sin disminuir la ventilación y le confieren un fuerte atractivo a la fachada.

Edificio Capricornio. Detalle. Fotografía Roraima González

En los 24 apartamentos que contiene este edificio de 12 pisos están presentes los acabados y detalles constructivos que caracterizaron los edificios diseñados y construidos por Beckhoff.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 212

Intentar una aproximación que aporte algo adicional, interesante o hasta novedoso sobre una obra archiconocida y consagrada como pieza fundamental en la trayectoria de un arquitecto, no es tarea fácil. Más aún cuando lo que intentamos desde aquí es movernos dentro del terreno documental a objeto de ofrecer al lector la más variada gama posible de fuentes y algún que otro comentario cargado de sentido. Lo que intentamos decir es que se torna muy difícil mantener semana a semana un vivo interés tanto por lo divulgativo como por la construcción de soportes para la crítica a menos que se trate asuntos que coincidan con nuestros intereses indagatorios. Como claro ejemplo de lo que queremos decir, la publicación por parte de Jacqueline Goldberg de Las horas claras (2013), sin duda añadió un elemento adicional, sesgado en ese caso por una visión de género y una muy interesante técnica narrativa generada a partir del descubrimiento de una valiosa documentación, al trilladísimo registro y numerosos acercamientos que se han hecho de la Villa Savoye de Le Corbusier. Pero eso no ocurre todos los días.

Con la casa Caoma, desde que Paulina Villanueva y Paolo Gasparini publicaran en septiembre de 2000 Villanueva en tres casas, pareciera poco lo que falta por decir y prácticamente imposible develar algún secreto que haya quedado por fuera de lo que encierra esta obra, magistralmente contextualizada y expuesta desde múltiples ángulos por la hija, habitante y además colega del arquitecto que la proyectó y por quien fuera su fotógrafo “oficial” a través de los años. Habría que sumergirse en los archivos de la Fundación Villanueva teniendo en mente algún objetivo específico o tema en particular, o dentro de una laboriosa búsqueda toparse con algún documento inédito que permita extraer material suficiente como para darle una vuelta adicional a la casa de familia del Maestro, cosa que no tenemos pensado hacer. Será, sin embargo, el texto de Paulina el que tomaremos como guía para desarrollar nuestra nota de hoy.

El exponer el pensamiento, actitud, talento, quehacer y personalidad de Villanueva a través del proceso evolutivo que muestran las tres casas en torno a las cuales giró su estable vida familiar, coloca a Caoma como punto central que Paulina logra desarrollar muy bien. Tratadas como tres Epifanías, la primera, “Los Manolos: de la amistad”, permite el abordaje de tres temas: “La casa manifiesto”, “La casa naturaleza muerta” y “La Casa desnuda”. La segunda, “Caoma: el arte como vida”, se desarrolla con base en tres ideas: “Una casa verdadera”, “Una casa entre la calle y el jardín” y “Una casa, un universo”. Y la tercera, “Sotavento: la casa de la transparencia” permite disertar en torno a los conceptos de: “Casa y cuerpo”, “Casa sin rostro” y “Casa transparente”, permitiendo dejar sentado finalmente a través de las operaciones proyectuales llevadas a cabo en cada caso que se trata de tres diferentes paradigmas.

1. Caoma. Plano de ubicación, planta baja y dos secciones
2. Espacios internos de Caoma en la actualidad fotografiados por Julio César Mesa

Más allá de los datos objetivos que sitúan en 1951 la fecha de inicio del proyecto y en 1953 la de terminación de la construcción; que la ubican en la avenida Los Jabillos de la urbanización La Florida sobre una parcela rectangular de aproximadamente 1200 m2 (20 x 60 m) con el frente corto orientado al este, de la cual se ocupa un tercio del área dejando hacia el fondo el 60% libre, retirándose 6 metros de la calle; y que dan cuenta de la concentración de la casa en un prisma de planta casi cuadrada de aproximadamente 620 m2 de construcción distribuidos en dos niveles, no deja de ser curioso conocer que Caoma se construye luego de la demolición de una primera quinta con el mismo nombre (proveniente de “la vieja hacienda de la familia Caspers ubicada en San Felipe, Estado Yaracuy”), proyectada por Carlos Guinand Sandoz que, luego de ser habitada por una familia que crecía, se empezó a hacer pequeña. Villanueva (quien “tiene bien presente aún el fracaso de la primera casa -Los Manolos- frente a la vida familiar”), intentó inicialmente encargar el proyecto de la nueva vivienda a Rafael Bergamín quien se negó rotundamente a hacerlo y luego pensó en remodelar la “vieja” Caoma hasta que a instancias del constructor que emprendería los trabajos toma la decisión de construir la que en definitiva sería la casa que hoy conocemos.

De esta manera, acopiando recuerdos y datos que involucran la vida en La Florida (urbanizada por su abuelo Juan Bernardo Arismendi), las casas vecinas y amistades cultivadas dentro de la misma calle o las ventajas de la buena ubicación para desplazarse hacia las actividades cotidianas, va Paulina dando cuenta de todos aquellos aspectos que la marcaron desde niña al ocupar la casa, observar como se comportaba, notar la vida familiar que propiciaba y detallar cada uno de sus rincones tras un repaso que la lleva a describirla minuciosamente de afuera a adentro. Al referirse al comedor, por ejemplo, señala: “… no es otra cosa que una mesa antigua con seis sillas hechas según el diseño de Eames… cuando queda vacía, una escultura de Lobo toma su centro para marcar una pausa entre el desayuno, el almuerzo y la cena, verdadera institución familiar para mi papá que sólo en contadas ocasiones comía fuera, nunca íbamos a restaurantes, sólo salía cuando cenaba en casa de alguien y para la comida como para la arquitectura prefería siempre las cosas sencillas, sabrosas y sin sofisticaciones.”

3. Dos espacios de la planta alta de Caoma cuando aún vivía Carlos Raúl Villanueva

Para Paulina, Caoma es una casa diseñada por Villanueva con mesura, sin buscar convertirse en el manifiesto moderno que la primera quinta de Los Manolos intentó ser. Apacible, serena y acogedora tanto para la familia como para las amistades, se caracteriza por el hecho de haberse convertido con el tiempo en un pequeño museo donde se fueron atesorando piezas provenientes de grandes artistas que a su vez fueron sus amigos: Soto, Manaure, Otero, Calder, Leger, Max Bill, Moholy-Nagy, Vasarely, Tinguely, Reverón, Arp, Lam, conviviendo con cerámicas populares mexicanas y peruanas, tallas coloniales nuestras, esculturas de África. En algún momento, Paulina expresará: “El alma de Caoma tomará de Villanueva tres valores espirituales muy importantes: sencillez, humildad y naturalidad. (…) … en Caoma, no hay lugar para falsas armonías, el orden de los espacios y los espacios mismos están marcados por la esencia vital, que se traduce en un ritmo natural de existencia que transcurre entre el día y la noche y que encuentra en la casa un lugar apropiado en sus dos plantas”.

Ahora bien, esta casa íntima y tranquila, familiar y confortable, discreta y amable, “franca con la función que le es propia: la de habitar”, ni “demasiado grande  ni tampoco excesivamente pequeña”, no renuncia en ningún momento a convertirse en síntesis entre lo nuevo y lo tradicional, en traducción actualizada de los aprendizajes provenientes de la arquitectura colonial, en manifestación de la fluidez espacial propia de la modernidad, en juego de luces y sombras, equilibrio entre llenos y vacíos, manejo sabio de las relaciones entre el interior y el exterior y, también, del control de las perspectivas que se producen al entrar o desplazarse por ella.

4. Caoma hoy en día vista a través del lente de Julio César Mesa
5. Dos notas curiosas dentro de Caoma. Izquierda el baño de visitantes en la planta baja, un museo en miniatura. Derecha: «La silla del diablo» diseñada por Alexander Calder para Carlos Raúl Villanueva

En una clara demostración de síntesis escrita en otro momento, cuando prepara la ficha de la casa para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), Paulina expresará: “Ella reúne atributos de las antiguas casas urbanas caraqueñas, con las bondades del espacio libre y fluido de la arquitectura moderna cuya medida es el hombre. Afuera, la casa se cierra con una volumetría blanca, sin otro artificio que los aleros, el volumen del garaje y servicios, puertas y ventanas, todas azules. Adentro, la transición entre exterior e interior se concreta con espacios tradicionales: el zaguán, el patio interior y el cuarto auxiliar, para luego dar paso a una planta libre que se abre íntegramente al exuberante jardín. La planta baja es única, alberga toda la vida social de la casa y en ella están presentes los amigos de Villanueva a través de sus obras de arte. El singular baño de visitas exhibe firmas, dedicatorias, dibujos y fotos, testimoniando la vida del hombre y de la propia casa. En la planta alta, solo buenas habitaciones para albergar y satisfacer la vida de sus ocupantes. En el omnipresente jardín se esconde el pequeño ‘taller’ de Villanueva, que le permitía retirarse para trabajar. Entre la vegetación destaca la Silla del Diablo, obra homenaje de Alexander Calder a Villanueva, reconociendo el coraje que le permitió hacer realidad las nubes que cubren el cielo del Aula Magna”.

Caoma aún hoy perdura gracias a que Villanueva tuvo la capacidad de concebirla para hacer ciudad alejándose de los modelos que en La Florida empezaban a aislar unas de otras las piezas que la conformaban, rodeándose de jardines y retirándose de forma de evitar al máximo su contacto con la calle. De allí la importancia con que es tratada su fachada más importante (quizás la única) la cual, además, debe enfrentar su problemática orientación. Del otro lado el Maestro trastoca el patio tradicional, colocado comúnmente en el centro de la edificación, por el jardín posterior hacia el cual toda Caoma se abre y hacia el cual fluye la espacialidad de su planta baja.

6. Caoma. Fachadas y organización funcional
7. Caoma hoy en día vista a través del lente de Julio César Mesa

Tomando partido por principios tan claros como el de ubicar lo social y lo privado en plantas bien diferenciadas permitiendo a los servicios inmiscuirse tangencialmente en ambas, Villanueva no recurre a la doble altura que a veces distrae tras la falsa creencia de que sólo verticalmente se integra. Caoma, gobernada por una división tripartita presente en lo espacial, en lo estructural y en lo funcional, se integra en horizontal echando mano de los recursos fundamentales: pisos, paredes y techos, ofreciéndole al espacio interior todo el protagonismo del que puede ser capaz.

Paulina en otro pasaje afirmará: “sus muros blancos no se afanan por alcanzar otra cosa que no sea una volumetría sencilla y robusta, que encuentre precisamente en estas cualidades su alto valor artístico, como lo hicieran en las edificaciones coloniales buscando para la casa una imagen de serenidad y nobleza como expresión última de la vida familiar que alberga en su interior”. En ella, “Los espacios domésticos existen sin ser violentados, los cuartos son cuartos, la cocina cocina, los baños baños, y así la sala, el comedor o el jardín, pues en la casa se duerme, se cocina y se come…, no existe artificialidad en la casa, las cosas toman en ella la medida de la vida…”.

El temor inicial manifestado por Villanueva a la hora de emprender el segundo proyecto para su vivienda familiar quedó a todas luces disipado: arquitecto y usuario superaron con creces la difícil relación que con frecuencia suele producirse. “Su interior es testimonio de vida de un hombre, un arquitecto; en ella se da cuerpo a ese universo infinito y recurrente de vida que la casa guarda celosamente; en ella Villanueva se acercó a las palabras de Magnelli y humildemente comprobó ‘que hay que conservar el espíritu de las cosas’ ”.

Nota

Ayer 30 de mayo se cumplieron 120 años del nacimiento de Carlos Raúl Villanueva. Valga esta visita que hoy hemos realizado a Caoma de la mano de Paulina como sencillo homenaje desde este espacio semanal a quien fuera el más importante arquitecto venezolano del siglo XX.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

1 y 6. Paulina Villanueva y Paolo Gasparini, Villanueva en tres casas, 2000

3. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

2, 4 y 7. https://www.flickr.com/photos/juliocesarmesa/23945704276/in/photostream/

5. https://steemit.com/spanish/@atmoxphera/arquitours-1-visitando-la-casa-caoma-de-carlos-raul-villanueva-caracas

1929• Se inicia el desarrollo de la urbanización La Florida, Caracas

Urbanización La Florida.jpg

1929•  Luego del éxito obtenido por Juan Bernardo Arismendi, asociado con el Banco Obrero en el desarrollo de San Agustín del Sur, decide conjuntamente con Luis Roche urbanizar la Estancia Ávila y la Granja de los Chapellín, desarrollando la Urbanización La Florida, a la cual definieron como «un jardín en Caracas», el primer suburbio-jardín construido en la capital.
El nuevo desarrollo, diseñado por Manuel Mujica Millán e iniciado en 1929 con la participación del ingeniero-arquitecto Carlos Delgado Sarmiento (Facultad de Ingeniería UCV; arquitecto FAU UCV promoción 21/ 1973), fue concebida con una adecuada vialidad, algunas con islas anchas con paseos peatonales y doble hilera de árboles, bancos y ornamentos. Las casas se propusieron de dos plantas, con retiros y aceras arboladas con las especies que daban nombre a sus calles: jabillos, acacias, mangos, samanes, almendros y pinos.
El centro social de conjunto urbano fue el desaparecido Club La Florida, el cual había abierto sus puertas en 1928 y donde hoy se encuentra la Iglesia de la Chiquinquirá.
El maestro Carlos Raúl Villanueva construyó en 1934 su primera vivienda familiar en un terreno frente al club, la cual fue demolida en 1979 y permanece sin construcción alguna.

HVH

1941• Casa de Arturo Uslar Pietri

Casa de Arturo Uslar Pietri

1941•  Se concluye la construcción de la casa familiar de Arturo Uslar Pietri (1906-2001), abogado graduado en la UCV, periodista, escritor y político venezolano, ubicada en la calle Los Pinos, urbanización La Florida, proyectada por su amigo Carlos Raúl Villanueva (1900-1975).
Es de hacer notar que la casa fue saqueada luego del golpe del 18 de octubre de 1945, salvándose sus libros gracias a la acción del escultor Francisco Narváez. Uslar Pietri residió en esta casa hasta su muerte.
Hoy día la casa es la sede de la Fundación Arturo Uslar Pietri, la cual fue creada en el año 2006 y está presidida actualmente por Antonio Ecarri.

HVH