…que en 2010 es inaugurada la Plaza Los Palos Grandes?

Cuando se habla de los orígenes de la urbanización Los Palos Grandes hay quienes se remontan al año 1929 cuando, luego de haber estado ocupadas sus tierras por una hacienda propiedad de la familia Ribas, se construye en lo que hoy se corresponde con la Tercera Avenida un eje (primero de tierra y luego pavimentado) que iba del camino que comunicaba Sabana Grande con Petare hasta las faldas del Ávila, convirtiéndose en el primer elemento del trazado que hoy conocemos.

En el lugar se encontraban sembrados enormes mijaos (Anacardium excelsum), árboles de tronco recto, color claro, y de hasta 3 m de diámetro, que pueden llegar a medir 45 metros de altura, de los cuales se derivará la sonora denominación que se le dio a la urbanización.
Posteriormente, como elemento inmobiliario que buscaba servir para promocionar el futuro desarrollo, se construirá en 1933, al final de aquella avenida principal, el Club Los Palos Grandes (hoy en día sede del Centro Catalán de Caracas), instalación social y recreativa que siguió la pauta establecida por otras urbanizaciones caraqueñas que empezaban a surgir entonces. El proyecto del club, en claro estilo neocolonial, estuvo a cargo del ingeniero Guillermo Salas, quien en 1929 formó parte del equipo que restauró el Panteón Nacional conjuntamente con Manuel Mujica Millán y Edgar Pardo Stolk. Salas, también proyectó y construyó el edificio del Ministerio de Educación entre 1936-1938 (hoy Biblioteca Metropolitana Simón Rodríguez) ubicado en la esquina El Conde; el Cine Continental diseñado con Félix Aguilú en 1936; y remodeló el Nuevo Circo de Caracas en 1944.

Pensada fundamentalmente para albergar viviendas unifamiliares, Los Palos Grandes termina de desarrollarse a partir de la apertura en 1947 de la Carretera del Este (devenida en avenida Francisco de Miranda desde 1954), con la particularidad de no contar ni con aceras ni con espacios públicos a lo largo de las cinco avenidas norte-sur y diez transversales este-oeste que formaron su trazado inicial. Además del clima agradable que poseía, los urbanizadores ofrecían como elementos atractivos a los compradores de las 400 parcelas que la conformarían, la apertura de “nuevas avenidas y calles pavimentadas” y de un “empalme con la bella urbanización Altamira”, “servicio permanente de autobuses” y “agua en abundancia”. No olvidemos que Los Palos Grades está atravesada por las quebradas de Pajaritos y Sebucán que confluyen en La Floresta para luego desembocar en el río Guaire. Tampoco que su suelo está constituido por sedimentos aluvionales con espesores de hasta 320 metros lo que ocasiona, según los geólogos, “problemas de amplificación sísmica”.



Más temprano que tarde, la urbanización cambia de zonificación como consecuencia de la aprobación en 1953 del Plano Regulador de Caracas y su correspondiente Ordenanza. Desde entonces las quintas situadas entre la cuarta transversal y la avenida Francisco de Miranda empezarán a ser sustituidas por edificaciones multifamiliares, lo que convertirá Los Palos Grandes en todo un laboratorio cargado de modernidad en el que se comprobarán los efectos de la Ley de Propiedad Horizontal promulgada en 1958 pero puesta a prueba desde algunos años antes. Sin embargo, el aumento considerable de su densidad poblacional tuvo la particularidad de que no estuvo acompañada ni de mejoras en la movilidad peatonal ni de espacios públicos de importancia de los que adolecía desde su creación. En todo caso, cabría señalar la aparición durante la década de los 50 y hasta 1963 del Coney Island, centro de atracciones a escala metropolitana que se ubicó sobre la Francisco de Miranda en el terreno que luego ocupó el Centro Comercial Canaima (Coto y Loperena Arquitectos, 1964, demolido) y ahora la Torre Movistar (primero Telefónica). También valdría la pena resaltar cómo la ordenanza permitió desarrollar sobre el frente de la avenida Miranda usos comerciales, de servicios y de oficinas que dieron pie para que en 1957 Angelo Di Sapio propusiera el Centro Petrolero de Caracas (elemento clave en lo que Henry Vicente calificó como el tercer distrito petrolero de la ciudad), del que sólo se realizó el emblemático edificio Atlantic. Luego vendrían el edificio Mene Grande (Rafael José Larraín Basalo, 1966), el Centro Plaza (Oscar Lupi, 1972-1979), el Parque de Cristal (Jimmy Alcock, 1977-1986) y la Torre Cavendes (Julio Volante, 1978).


Será durante la primera década del siglo XXI cuando, aprovechando una iniciativa de los vecinos de la zona, quienes le habían puesto el ojo a un terreno venido a menos en el que funcionaba una clínica veterinaria en una desvencijada casa, un desorganizado estacionamiento para los clientes de un cercano auto mercado y un pequeño centro comercial de muy escasos locales, rodeado de aceras estrechas y destruidas, que la Dirección de Planeamiento Urbano de la Alcaldía de Chacao con María Fernanda Gómez de Llarena al frente, decida emprender el proyecto de una plaza con estacionamiento subterráneo que le será contratado el año 2008 al arquitecto y profesor Edwing Otero, egresado de la UCV en 1973, con una dilatada y a la vez exitosa trayectoria profesional.
No sabemos si será por casualidad o por cosas del destino, pero el hecho es que la plaza se situará no sólo en su corazón sino justamente sobre el eje a partir del cual se originó la urbanización (la actual 3ª avenida de Los Palos Grandes cruce con la 2ª Transversal), flanqueado hoy cuando desemboca en la Francisco de Miranda por los ya mencionados Parque de Cristal y Torre Telefónica.


Pese a tratarse de un lote en esquina que no alcanza siquiera un cuarto de la superficie total de la manzana donde se ubica (el cuadrante sureste de la cuadra delimitada por las 2º y 3ª Avenidas y entre la 2ª y 3 Transversales), la escasa superficie fue aprovechada al máximo por Otero logrando una propuesta clara y contundente que, sumada al ansia acumulada por parte de la comunidad de tener un lugar de desahogo, han dotado al lugar de una intensa actividad urbana.
Otero, en la memoria presentada el año 2010 cuando la obra participó en la BAQ, Bienal Panamericana de Arquitectura de Quito (consultable a través de https://arquitecturapanamericana.com/plaza-los-palos-grandes/nggallery), con relación al problema a enfrentar expone: “Se nos solicitó en esencia resolver un estacionamiento en sótanos, una plaza que lo techara y algunos servicios sin programa definido. La vecina presencia de lo que sería la sede de Salud-Chacao en la urbanización Los Palos Grandes, planteó además la conveniente integración”.
El planteamiento que en todo momento, según palabras de Otero, buscó “ser honesto con el lugar”, contempló la importancia de resolver la esquina (condición poco frecuente en las plazas presentes en el paisaje urbano caraqueño) y de incorporar los linderos (norte y oeste) como parte de la conformación del espacio vacío y como recurso para garantizar la ventilación del estacionamiento. Así, el borde oeste, complementado con el edificio de Salud Chacao de Alberto Manrique (2007), se plantea como “un paseo elevado con vegetación sembrada en una amplia jardinera cuyo perfil en ‘V’ facilita la entrada de aire fresco al sótano”, donde un mural del artista plástico y arquitecto Miguel Acosta se asoma sobre el nivel plaza surgiendo desde el estacionamiento. Por su parte, para el lindero norte, al que conduce el paseo elevado, se propuso un edificio estrecho compuesto por una biblioteca para adultos (la Eugenio Montejo) a nivel con el paseo, un cafetín, sanitarios, una biblioteca infantil (ludoteca) y el espacio para la colección Herrera Luque a nivel con la plaza y, en los niveles de sótano, espacios de oficina para la Fundación Cultural Chacao.

La resolución de los dos niveles del estacionamiento subterráneo se convirtió en un reto que debía garantizar tanto su propio funcionamiento como la constitución del piso de la plaza. De allí que se asumiera una trama en concreto armado con intercolumnios cada 8,40 metros a la que se asocia otra trama modular de 0,60 metros que permitirá disciplinar la totalidad del proyecto. Así, según Otero, “la distribución del estacionamiento con entrepisos de tres metros de alto descendiendo a medio nivel, produce al ser cubiertos con una placa horizontal, espacios de cuatro metros y medio en el primer tramo. Se aprovecha esta circunstancia para la creación de poncheras útiles que producen materos de gran capacidad permitiendo sembrar vegetación en la propia plaza y la creación de un ‘Espejo de Agua’ de gran dimensión que colocado paralelo al lindero Este refresca el ambiente y delimita a la plaza”. También, en un alarde de aprovechamiento al máximo de la superficie a diseñar se logró la incorporación de un área de anfiteatro a cielo abierto. En total la plaza tiene un área de construcción de 2983,39 m2, 581,68 m2 la biblioteca y áreas de circulación y 5012,42 m2 los estacionamientos.


Son dos las cubiertas presentes en el espacio: una sólida en concreto armado perteneciente a la biblioteca que se separa del cuerpo del edificio “con volados que se afinan hacia sus extremos y aligeran su peso visual”, dirá María Isabel Peña en la nota dedicada al espacio público aparecida en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015); y otra ligera y etérea que ocupa el espacio central que “como un baldaquino hace referencia a estructuras marinas, tensadas en sus cuatro columnas de apoyo, combinadas con superficies tensiles, amarradas como velas en un nivel de menor altura”. En este sentido y en cuanto a la capacidad de desmaterializarse yendo de lo sólido a lo etéreo, el techo formulado por Otero remite indefectiblemente a la propuesta realizada por Piñón y Viaplana (con la colaboración de Enric Miralles), para la plaza ubicada frente a la estación de Sants en Barcelona, España (1981-1983).

Con el transcurrir de los años, superado el trauma causado por el terremoto de 1967, Los Palos Grandes, como bien apunta Faitha Nahmens Larrazábal en “La democracia, clorofila de Los Palos Grandes” artículo publicado en eneltapete.com el 5 de junio de 2019 con motivo de la celebración de los 90 años de la urbanización, se ha convertido en “lugar común de buena vecindad, acogedora sala de estar de 21.320 habitantes (que) detenta entre sus encantos ser un vecindario devenido cofradía. Inmigrantes europeos —polacos, checos, españoles, italianos— integrados a los nativos del valle han conformado una comunidad cohesionada de gentes comprometidas con esa escenografía que celan tanto, devenida el Soho caraqueño. (…) Habitada en abrumadora mayoría por profesionales y profesores universitarios cuenta más que con pobladores con convencidos defensores de las mejores causas ciudadanas. Como el derecho a ser flaneur. Es así como se empeñaron hace 30 años en tener aceras, no acequias, y lo lograron. Y es así como cerraron filas para impedir que la fachada de singulares aleros del edificio Atlantic, trazo del napolitano Angelo Di Sapio, fuera destruida; ahora la construcción es bien patrimonial de arquitectura. Y así mismo es como hicieron realidad el sueño de tener un ágora propia: la Plaza de Los Palos Grandes. Que no es cualquier plaza”.

la «ciudad de 15 minutos».
Los Palos Grandes dentro de Caracas se constituye en un claro ejemplo de lo que hoy se conoce como “la ciudad de 15 minutos”, un sector donde se puede encontrar lo necesario a 15 minutos del hogar moviéndose a pie o en bicicleta, propuesta que nace dando respuesta al problema del cambio climático, ofreciendo una disminución de los desplazamientos forzados en las ciudades actuales. De este modo se crea una accesibilidad a los servicios necesarios sin tener ni siquiera que coger el transporte público. Es decir, se trata de configurar microciudades autosuficientes dentro de la gran ciudad.
Es en este marco que los planteamientos por convertir la Tercera Avenida en un bulevar que permita alargar la energía que emana la plaza desde la Francisco de Miranda hasta El Ávila o la puesta en práctica del Plan de Ordenamiento Urbano Local para el sector permiten vislumbrar para Los Palos Grandes un futuro dentro del cual bien valdría la pena ir incorporando espacios públicos de la calidad de la plaza que hoy nos ha ocupado.
ACA
Procedencia de las imágenes
2. http://mariafsigillo.blogspot.com/2011/05/los-palos-grandes.html
3. http://guiaccs.com/planos/petroleo-automovil-y-turismo/ y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.
4 y 5. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.
6. https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/a.1636774419871230/3215974458617877/?type=3
7. Google Earth y http://guiaccs.com/obras/plaza-los-palos-grandes/
8 y 9. https://arquitecturapanamericana.com/plaza-los-palos-grandes/
10. https://www.eluniversal.com/caracas/44840/los-palos-grandes-un-ejemplo-vecinal
11. https://arquitecturapanamericana.com/plaza-los-palos-grandes/, http://zona-arquitectura.blogspot.com/2014/08/plaza-los-palos-grandescaracas.html y https://es.foursquare.com/v/plaza-los-palos-grandes/4c703370344437047267235f
12. http://zona-arquitectura.blogspot.com/2014/08/plaza-los-palos-grandescaracas.html y https://www.minube.com/rincon/plaza-los-palos-grandes-a3616873#gallery-modal
13. https://joshua79bcn.wordpress.com/sants-estacio/ y https://veredes.es/blog/tres-arquitecturas-viaplana-pinon/
14. http://paisaje-bitacora.blogspot.com/2010/08/plaza-los-palos-grandes-caracas.html
15. https://www.cosasdearquitectos.com/2020/08/ciudad-de-15-minutos/ y https://urbanamente.elmundo.es/que-es-la-ciudad-de-los-15-minutos











