Archivo de la categoría: Vale la pena leer

VALE LA PENA LEER

La postmodernidad liberal.

Charles Jencks, 1939-2019

Luis Fernández-Galiano

17/10/2019

Tomado de arquitecturaviva.com

Antes de convertirse en el más notorio propagandista de la arquitectura postmoderna, Charles Jencks fue un agudo y herético historiador de la modernidad. Desaparecido el pasado 13 de octubre, el arquitecto y crítico deja tras de sí más de 30 libros, algunos jardines y la promoción de los modélicos Maggie’s Centres, pequeños pabellones para pacientes de cáncer diseñados por los más grandes arquitectos contemporáneos. Inevitablemente vinculado con el clasicismo postmoderno, al que dedicó buena parte de sus publicaciones e inspiró las formas juguetonas de su casa-manifiesto en Londres, Jencks usó sin embargo una alucinada abstracción geométrica en los paisajes y jardines que llamó ‘cósmicos’, y fue muy ecléctico en los encargos de los pabellones que llevan el nombre de su segunda esposa, la artista y experta en jardines chinos Maggie Keswick, fallecida de cáncer, y recordada hoy con obras de Zaha Hadid, Norman Foster, Frank Gehry, Rem Koolhaas, Richard Rogers o Benedetta Tagliabue.

Nacido en Baltimore y educado en Harvard, acabaría asentándose en el Reino Unido tras redactar su tesis doctoral en Londres bajo la dirección de Reyner Banham, un trabajo que daría lugar en 1973 a Modern Movements in Architecture, una visión del siglo XX cuyo título plural sugiere la apertura de su enfoque, y que es sin duda su mejor libro. Influido por Karl Popper y Hannah Arendt, a los que cita reiteradamente, censura el dogmatismo restrictivo del funcionalismo tectónico o el platonismo geométrico de arquitectos como Mies van der Rohe, que muestra su inconsistencia en las no resueltas esquinas interiores del Seagram. Lo publiqué en español diez años después, y Jencks quiso reemplazar el epílogo ‘Arquitectura y revolución’ por el más inclusivo ‘Arquitectura tardomoderna y postmoderna’, que habla elocuentemente del giro de sus intereses de la historia a la crítica, tras el formidable éxito de The Language of Post-Modern Architecture, aparecido en 1977 y ampliado innumerables veces con nuevas figuras y movimientos, en un carnaval inclusivo que le llevó a desarrollar complejas taxonomías de los sucesivos ismos a través de diagramas que reflejaban ‘árboles evolutivos’. Su interés en la ciencia y en los ‘multiversos’ le llevó a interpretar la obra de arquitectos como Daniel Libeskind o Peter Eisenman con metáforas científicas algo disparatadas, presentando incluso la Núvol i cadira que corona la barcelonesa Fundación Tàpies ¡como una imagen de las supercuerdas! Prueba de la versatilidad de su agenda y su cordialidad expansiva es que lo recuerdo presentándome en Los Ángeles a Thom Mayne y otros representantes de la que en 1989 era la joven arquitectura californiana, y casi tres décadas después, en 2017, asistiendo a la inauguración de la Elbphilharmonie de Herzog & de Meuron, o escribiendo sobre Norman Foster para la monografía de AV que publicamos ese año: arquitectos todos alejados de ese clasicismo postmoderno —hoy afortunadamente agostado— que promovió con sus libros y con sus textos en el AD de Andreas Papadakis. La curiosidad exenta de prejuicios y el espíritu liberal de Jencks, que se expresó tempranamente en su revisión de la modernidad, llegó hasta sus últimos compases con la variedad de sus afinidades electivas y la nómina de excelencia de los Maggie’s Centres, y esta amplitud de miras es seguramente aquello por lo que este historiador será recordado.

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RELECTURA DE INTERÉS

Estudiando el ‘Manual de la Sección’: el dibujo más intrigante en la Arquitectura

Por Marie Chatel

Traducido por Isadora Stockins

28 Agosto, 2019

Tomado de Plataforma arquitectura

Para Paul Lewis, Marc Tsurumaki y David J. Lewis, la sección «se entiende a menudo como un tipo de dibujo reducido, preparado al final del proceso de diseño para representar las condiciones estructurales y materiales al servicio del contrato de construcción».

Es una definición que resultará familiar a la mayoría de los que han estudiado o trabajado en arquitectura en algún momento. A menudo pensamos en primer lugar en la planta, ya que nos permite abrazar las expectativas programáticas del proyecto y proporcionar un resumen de las diversas funciones requeridas. En la era moderna, los programas de software de modelado digital ofrecen cada vez más posibilidades cuando se trata de crear objetos tridimensionales complejos, haciendo de la sección más que una idea de último momento.

Con su Manual of Section (2016), los tres socios fundadores de LTL architects se involucran con el corte como una herramienta esencial del diseño arquitectónico, y admitámoslo, esta lectura podría cambiar tu opinión sobre el tema. Para los co-autores, «el pensamiento y el diseño de la sección requiere la construcción de un discurso sobre la sección, reconociéndolo como un sitio de intervención». Tal vez, de hecho, tenemos que entender las capacidades gráficas de la sección tanto para utilizarlas de manera más eficiente y para disfrutar haciéndolo.

El libro comienza poniendo de relieve la singularidad de la sección como una herramienta de representación. La sección nos permite comprender los materiales del proyecto, la estructura y la lógica tectónica. El corte vertical, combinado con la representación de las personas, ayuda a identificar escala y proporción. Revela simultáneamente contexto de la vecindad urbana del proyecto (el exterior), su envolvente y la estructura interna (el corte), y las cualidades materiales ornamentales o visuales interiores (el interior). Los autores recuerdan a los lectores también que los cortes y los cortes detallados ayudan a resolver los problemas térmicos, técnicos y estructurales.

Pero la sugerencia del texto más fascinante es la categorización de las secciones en 7 tipos. las cuales permiten a los lectores a participar críticamente con la sección como una herramienta de diseño de los autores. Estos tipos son «intencionalmente reductivos» para facilitar su reconocimiento y la disociación: «extrusión», «amontonamiento», «forma», «cizalla», «agujero», «inclinación» y «nido» cada uno resalta una estrategia de diseño diferente, que es ejemplificado por secciones ampliadas de proyectos construidos bien conocidos de los siglos XX y XXI. También se describen algunos casos híbridos, que muestran cómo combinar varios tipos de sección dentro de un edificio. Los autores logran equilibrar proyectos claros e informativos con los más intrincados y creativos, ofreciendo así una buena visión general de la estrategia de diseño mediante la sección.

Curiosamente, los lectores pueden evaluar la calidad de cada diseño en relación con sólo cortes verticales. Los autores han evitado el uso de plantas, alzados y representaciones, y el uso de fotografías está reducido al mínimo. Los 63 proyectos están representados en una sección con perspectiva de un punto, con la misma vista estandarizada y representación gráfica para permitir una comprensión estrictamente arquitectónica (en oposición a representacional). Esto a su vez trae sistemas estructurales complejos en el foco, junto con las jerarquías espaciales sofisticadas e interacciones entre el interior y el exterior.

La variada selección de proyectos es también digno de mención. El libro escoge obras maestras del modernismo, tales como el Instituto Salk para Estudios Biológicos de Louis Kahn, Notre Dame du Haut de Le Corbusier, la Biblioteca Seinajoki de Alvar Aalto, la Iglesia Bagsvaerd de Jorn Utzon y el edificio de Arte y Arquitectura de Yale de Paul Rudolf, mientras que los arquitectos contemporáneos destacados incluyen Toyo Ito & Associates, Sou Fujimoto Architects, OMA, Peter Zumthor, Herzog & de Meuron, MVRDV, Steven Holl Architects, Diller Scofidio + Renfro, Weiss / Manfredi, BIG … y la lista continúa. Los autores también dan atención a los edificios de importancia histórica como el proyecto de vivienda social de Henri Sauvage, 13 rue des Amiraux y el Downtown Athletic Club de Starrett y Van Vleck (más tarde celebrado en el texto canónico de Rem Koolhaas, Delirious New York).

Para representar estas secciones, los autores utilizaron una increíble cantidad de documentación que va desde fotografías históricas y planos de detalle a la documentación primaria de los estudios de arquitectura contemporánea. Cada sección también incluye una descripción completa, y si estás atento a los detalles, incluso se va a encontrar consistencia en los artículos de muebles; no te pierdas las sillas Thonet y el diseño de Charlotte Perriand en la obra de Le Corbusier.

Por último, Manual of Section también incluye una breve y cohesionada «Historia de la Sección» que trae la perspectiva de la evolución histórica y el uso reciente de las secciones. El texto arroja luz sobre todo en el surgimiento de la sección a principios del siglo XV, que explica cómo las secciones aparecieron por primera vez como un «dispositivo analítico» para describir las ruinas romanas. Sólo más tarde la sección pasa a convertirse progresivamente en un «instrumento generativo» para la práctica arquitectónica, en las obras de Palladio, Etienne-Louis Boullée y Eugène Viollet-le-Duc, entre otros.

Como muestra la historia, la sección ha sido siempre considerada como un método de representación en primer lugar, y su entrada en el discurso arquitectónico está todavía en gran parte poco considerada. Manual de la sección intenta introducir con éxito a las secciones dentro de los discursos teóricos; y desde ya puede ser considerado como un nuevo libro de referencia para los arquitectos.

Nota del Editor: este artículo fue publicado originalmente el 16 de agosto de 2016 y actualizado el 27 de agosto de 2019.

Paul Lewis, Marc Tsurumaki, David J. Lewis

Manual of Section Princeton Architectural Press, New York, 2016

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Walter Gropius: La Bauhaus o la vida

Joaquín Medina Warmburg

10 agosto, 2019

Tomado de arquitecturaviva.com

El centenario de la Bauhaus coincide con los cincuenta años del fallecimiento de quien fuera su fundador y director, el arquitecto Walter Gropius (1883-1969). La doble efeméride viene a confirmar la común identificación del personaje con la escuela, por mucho que, evidentemente, la Bauhaus fuera más que sólo Gropius, pero también la vida de Gropius mucho más que sólo la Bauhaus. La institución ha llegado a eclipsar al hombre, quien siempre reivindicó su acto fundacional como la expresión de la Bauhaus genuina, hasta tal punto que aún hoy cabe preguntarse quién fue realmente Walter Gropius más allá de la Bauhaus. Esta pregunta es precisamente el punto de partida de la biografía Walter Gropius. La vida del fundador de la Bauhaus, obra de Fiona MacCarthy.

La autora, crítica de arquitectura del diario londinense The Guardian desde hace cinco décadas y reconocida biógrafa de figuras fundamentales de la cultura inglesa, como William Morris, Edward Burne-Jones o Lord Byron, se enfrentó a un doble reto. Por un lado, se embarcó en una aventura que la alejaría de los contextos culturales transitados hasta el momento. Además, suponía un reto colosal por la extensión, complejidad y dispersión del legado de Gropius. Acaso el mayor mérito de MacCarthy consista en haber sabido hilvanar un discurso claro y consistente, en el que, pese al ingente volumen de información, logra hacer justicia a la intensa vida de Gropius en lo personal y lo profesional, dando cuenta de los avatares emocionales, así como, aunque en mucho menor medida, de su bagaje intelectual.

Todo este rico material se estructura dividiendo la vida de Gropius en tres: una primera vida en su Alemania natal (1883-1934), una segunda como emigrante en Inglaterra (1934-1937) y la tercera como profesor de Harvard y ciudadano de los Estados Unidos de América (1937-1969). Particularmente valiosa, por lo que tiene de novedosa, es la detallada descripción que MacCarthy hace de la etapa londinense de los Gropius. La importancia concedida a estos episodios guarda sobre todo relación con el profundo conocimiento que la autora tiene de este contexto cultural, lo cual, por otra parte, condiciona que el libro esté claramente dirigido a lectores del mundo anglosajón. Por comprensible que sea el punto de vista británico de la autora, no deja de ser demasiado buscada su caracterización como «segunda vida» de lo que no pasó de ser una frustrante fase de zozobra y precariedad. La cuestión no merecería ma-yor comentario si no fuera porque la generosa atención prestada a las vivencias inglesas contrasta con la discutible omisión de otros contextos, en particular con la casi total ausencia —con excepción del viaje de Gropius a España en 1907-1908— de referencias a las estrechas relaciones que Gropius estableció y cultivó con el mundo de habla hispana, un hecho que resultará particularmente llamativo para los lectores de la traducción al castellano. MacCarthy señala como objetivo prioritario de Gropius la integración del arte y la vida. Para poder entender el alcance de este propósito y el grado de compromiso con él por parte de Gropius, resulta indispensable recurrir a sus escritos. Sin embargo, el libro no es ni pretende ser una biografía intelectual, por lo que cabe remitir, a modo de complemento, a la biografía que ultima Winfried Nerdinger, anunciada para otoño de este año. El retrato de MacCarthy nos permite entender mejor el lado más personal de Gropius y acaso incluso admirar la inteligencia con la que supo sobreponerse a varias profundas crisis existenciales a lo largo de su vida, pero sin que de ello se desprenda necesidad alguna de volver a monumentalizar su figura como la de un héroe de la modernidad.

Fiona MacCarthy
Walter Gropius. La vida del fundador de la Bauhaus.

Turner, Madrid

2019
598 páginas

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Babel horizontal. La Ciudad de México de Villoro

Luis Fernández-Galiano

23 de agosto 2019

Tomado de arquitecturaviva.com

Si existe una genuina Babel horizontal, esa es sin duda la Ciudad de México. La Torre de Babel bíblica fue durante mucho tiempo emblema de la cupiditas aedificandi; y los arquitectos eligieron las representaciones atareadas de su construcción como símbolos de su empeño en superar límites técnicos o teológicos. De un tiempo a esta parte, el apetito edificador se expresa más bien a través de la extensión indefinida de las urbes, en un sprawl o desparrame sobre el territorio que bien puede llamarse Babel horizontal, durante décadas ilustrada con la imagen nocturna de una interminable ciudad de Los Ángeles, y hoy representada elocuentemente por la capital de México, a la que el escritor Juan Villoro ha dedicado un volumen emocionante e imprescindible.

Tomando como título la definición de la Pampa que acuñó Pierre Drieu La Rochelle, El vértigo horizontal reúne 44 textos que combinan la crónica o el ensayo con la autobiografía de quien a lo largo de sesenta años ha vivido en unas doce direcciones diferentes, y que compone este retrato pixelado de su ciudad superponiéndolo a modo de palimpsesto a su propio itinerario vital. Este laberinto de la memoria finge ordenarse con seis líneas de viaje que agrupan los textos por su temática, y a cada uno se atribuye un logo y una estación en una presentación gráfica que se asemeja al plano del metro mexicano, al que el autor dedicó hace veinticinco años el primero de estos ensayos.

Villoro propone al lector elegir las rutas que más le interesen, algo que obliga a mencionar Rayuela, que también sugería diferentes órdenes de lectura; y la acumulación de materiales heteróclitos hace creer al prologuista que la obra tiene una deuda con el Libro de los Pasajes. Julio Cortázar y Walter Benjamin aparecen en efecto en el relato, pero el enfoque caleidoscópico del volumen tiene poco que ver con la pirotecnia experimental o con el collage bibliotecario: su trenzado minucioso de la nostalgia con la crónica social o política evoca más bien la Roma de Alfonso Cuarón o Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco, un ‘niño de la colonia Roma’ al que se cita en varios de los capítulos, definiéndolo como el «mejor crítico del progreso en la literatura mexicana del siglo XX».

El vértigo que experimenta Villoro ante el crecimiento incontenible de la ciudad no le hace sin embargo hostil al progreso, por más que persiga reductos mínimos dentro de esa urbe de escala XXL a la que se aproxima usando la mirada de Rem Koolhaas, pero sabiendo que la suya propia tiene más en común con la de Don DeLillo, Peter Handke o W.G. Sebald, y todo ello sin rehusar dar cuenta de una ‘voracidad vertical’ que explora desde Mario Pani hasta César Pelli, pasando por Pedro Ramírez Vázquez y Teodoro González de León.

El joven Villoro de uniforme miente a una joven con la que coquetea asegurando que quiere estudiar arquitectura, y el gran escritor en que se ha convertido nos confunde a sus lectores fingiendo desconcierto frente a una ciudad que comprende mejor que cualquier urbanista. Hablamos rutinariamente del Berlín de Döblin o del Dublín de Joyce, lo mismo que, más cerca de nosotros, de La Habana de Padura o la Barcelona de Mendoza. Tras este mosaico extraordinario, me parece inevitable acuñar ‘la Ciudad de México de Villoro’ como la más cabal representación de esa fascinante Babel horizontal.

Juan Villoro

El vértigo horizontal

Anagrama, Barcelona, 2019

416 páginas

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LECTURAS VACACIONALES

Culturas visuales

Luis Fernández-Galiano

16/08/2019

Tomado de arquitecturaviva.com

Los coffee table tienen mala prensa, pero estos dos libros grandes son grandes libros. Drawing Architecture reúne casi tres centenares de dibujos, desde la planta de un santuario sumerio grabada hace más de 4.000 años en la escultura pétrea del rey-arquitecto Gudea hasta la Elbphilharmonie de Herzog & de Meuron, la casa Rode de Pezo von Ellrichshausen o el Centro cultural Citroën de Caruso St. John. La autora, Helen Thomas —una arquitecta británica que tras enseñar en Londres y colaborar con los archivos de dibujos del RIBA y el V&A ejerce hoy como investigadora en la ETH de Zúrich—, comenta informativa e inteligentemente cada uno de los dibujos, dos tercios de los cuales pertenecen a los siglos XX y XXI, e incluyen muestras de todos los grandes maestros modernos, entre los cuales el Fuller que ilustra la portada con una esfera geodésica. La presentación, sin embargo, no es cronológica —aunque se incluye una útil timeline al final del volumen—, prefiriéndose enfrentar dibujos de diferentes épocas con el ánimo de provocar la imaginación del lector; un propósito asociativo que resulta convincente cuando se hace dialogar a Kahn con Palladio, o a Moneo con Choisy, pero más difícil de entender en algunos de los casos.

Igualmente deslumbrante en lo visual es The Minard System, una publicación de los gráficos estadísticos de Charles-Joseph Minard, un ingeniero de caminos francés que tras jubilarse en 1851 de una distinguida carrera al servicio del Estado dedicó las casi dos décadas que le quedaron de vida a la visualización de datos, produciendo hasta 61 dibujos extraordinarios que se conservan en su alma mater, la École Nationale des Ponts et Chaussées, y que ahora presenta Sandra Rendgen, una editora y autora basada en Berlín cuyo interés por la representación gráfica de la información estadística quedó manifiesta en sus dos libros anteriores, Information Graphics y Understanding the World. Conocíamos ya algunos de los dibujos míticos de Minard —entre los cuales la representación de la marcha de Aníbal a través de los Alpes y de la campaña rusa de Napoleón, que por cierto se reproducen en la portada— a través de los libros clásicos de Edward Tufte, un profesor de la Universidad de Yale que ha sido pionero en el campo de la visualización de los datos, pero la edición completa de sus gráficos es una joya bibliográfica y documental.

Arquitectos e ingenieros parecen emplear lenguajes visuales diferentes, pero muchos de los dibujos de los primeros obedecen exigentes leyes técnicas y estructurales, y todos los de Minard merecen ser admirados como obras artísticas. El sumerio que hizo representar un santuario con muros reforzados por contrafuertes y angostas entradas de fortaleza protegidas por torres ofrece con su diagrama exacto una ejemplar lección del necesario ayuntamiento del arte con la técnica.

Helen Thomas

Drawing Architecture

Phaidon, Londres

2018

320 páginas

Helen Thomas

The Minard System

Princeton Arch. Press

2018

176 páginas

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LECTURAS VACACIONALES

Entre dos culturas. Giedion y América

Luis Fernández-Galiano

08/08/2019

Tomado de arquitecturaviva.com

Espacio, tiempo y arquitectura se publicó originalmente en inglés, y la carrera del autor de la biblia del Movimiento Moderno es inseparable de sus vínculos con Estados Unidos. El historiador del arte y crítico de arquitectura suizo Sigfried Giedion (1888-1968) fue secretario general de los CIAM desde su fundación en 1928 hasta tres años antes de su disolución en 1959, pero la trayectoria intelectual del gran organizador y propagandista de la vanguardia arquitectónica europea no puede entenderse sin la fertilización americana que a partir de 1938 le procuraron instituciones como la Universidad de Harvard. Reconstruyendo minuciosamente el desarrollo de su trabajo entre esas dos culturas, el joven arquitecto, historiador y profesor suizo Reto Geiser ha escrito un libro colosal que ilumina la influyente obra de su compatriota al tiempo que contribuye a revisar la historia de la arquitectura moderna.

Censurado como simplista en los postmodernos años 80, la reputación de Giedion se recuperó a partir de su centenario en 1988 y la biografía intelectual publicada el año siguiente por el conservador de su archivo, Sokratis Georgiadis. Si allí se puso el énfasis en su formación con Wölfflin y en su enraizamiento en los debates arquitectónicos de los años 20 en Alemania, la obra de Geiser se dedica a explorar la transferencia cultural de la que fue vehículo por sus lazos con Estados Unidos, dividiéndola en cuatro grandes apartados: ‘entre idiomas’, con un fascinante análisis de su pensamiento visual, su relación con Herbert Bayer y el papel esencial de su traductora, la sutil urbanista Mary Jacqueline Tyrwhitt; ‘entre enfoques’, con su exploración de la historia anónima en La mecanización toma el mando, la ebullición intelectual de Nueva York durante la guerra y sus estancias en la Nueva Bauhaus de su amigo Lászlo Moholy-Nagy en Chicago; ‘entre academias’, con el contraste entre la mezquindad de la ETH y el apoyo generoso de la GSD de Harvard, dirigida sucesivamente por Walter Gropius y Josep Lluís Sert, así como la financiación por parte de la CIA de los viajes a Oriente Medio que condujeron a la redacción de El presente eterno; y ‘entre disciplinas’, con su aproximación a la economía, la filosofía y la sociología en su empeño por superar «la brecha entre el pensamiento y la emoción», que en su caso pasaba por reconciliar arte, ciencia y técnica, en diálogo con figuras como Marshall McLuhan o György Kepes, y por investigar los orígenes de elementos de la vida cotidiana como la cocina o el baño.

A su muerte, tanto Harvard como la ETH pugnaron por sus archivos, que acabaron en esta última por estar casi totalmente en alemán, y pese al maltrato académico que Giedion había sufrido en Zúrich. Es por ello singularmente apropiado que sea un graduado de la ETH y hoy profesor de la Universidad de Rice, con un pie en cada cultura, el autor de este libro fundamental, publicado en inglés por la ETH con el apoyo de dos instituciones estadounidenses. Una obra que se complementa con la edición traducida y facsímil de Befreites Wohnen, el pequeño volumen publicado en 1929 por Giedion, y que —como comenta Geiser en su exacta introducción— marca su transición de historiador del arte a crítico de arquitectura. El autor del fotomontaje del Rockefeller Center en una de las portadas nos da la espalda en la otra apoyado en la barandilla de la terraza de las casas Rotach de Ernst Haefeli en Zúrich, acaso avistando un futuro que una década después le llevaría a vivir entre dos continentes y dos culturas.

Reto Geiser

Giedion and America

gta Verlag, ETHZ, Zúrich, 2018

463 páginas

Reto Geiser (Ed.)

Sigfried Giedion: Liberated Dwelling (+ Befreites Wohnen)

Lars Müller, Zúrich, 2019

100 páginas

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