NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Palabra de Pritzker

Llàtzer Moix

Anagrama

2022

Nota de los editores

De Frank Gehry a Diébédo Francis Kéré, pasando por Álvaro Siza, Rafael Moneo, Renzo Piano, Norman Foster, Jacques Herzog o Kazuyo Sejima.

Este libro reúne conversaciones con ganadores del Premio Pritzker: de Frank Gehry a Francis Diébédo Kéré, pasando por Álvaro Siza, Rafael Moneo, Renzo Piano, Norman Foster, Jacques Herzog o Kazuyo Sejima, hasta completar una lista de veintitrés laureados.

Creado en 1979, el Pritzker se ha convertido en el canon oficioso de la arquitectura contemporánea. Su palmarés reúne a los autores de buena parte de los mejores edificios de los últimos decenios. Para cualquier arquitecto, recibir el Pritzker equivale a acceder al olimpo profesional. En sus inicios, el premio distinguió a los clásicos vivos, a caballo entre los siglos XX y XXI, fueron seleccionadas las estrellas más innovadoras y brillantes, mientras que actualmente está reconociendo a quienes anteponen la conciencia medioambiental o social.

Unos y otros desvelan en este libro sus primeras y decisivas experiencias, revisan su trayectoria, dan las claves de sus obras mayores y exponen la particular idea de la disciplina que les ha encumbrado. Al tiempo que cimentaba su prestigio, el Pritzker ha multiplicado su responsabilidad. Cada uno de sus galardonados contribuye hoy a conformar la opinión pública arquitectónica global. Con su obra, por supuesto.

Y, también, con su palabra.

Comentarios sobre el libro y su autor

«Los libros de Moix trazan un panorama cultural, se leen con gusto y (…) son un modelo» (Julià Guillamon, La Vanguardia).

«Un autor meticuloso, propenso a la ironía» (Antonio Muñoz Molina, El País).

«Fraseo de tractor diésel que no deja surco por arar… Moix está por las cosas bien hechas… Metódico y sin prisa, le da a cada detalle su lugar y su tiempo» (Ignacio Vidal-Folch, El Español).

ACA

ES NOTICIA

Demas Nwoko recibe el León de Oro a la trayectoria de la Bienal de Venecia 2023

Escrito por Maria-Cristina Florian

Traducido por Nicolás Valencia

Publicado el 24 de marzo de 2023

Tomado de www.archdaily.cl

El artista, diseñador y arquitecto nacido en Nigeria, Demas Nwoko, recibió el León de Oro a la Trayectoria de la Bienal de Arquitectura de Venecia 2023, titulada El laboratorio del futuro. La decisión se tomó por recomendación de la curadora de la exposición, Lesley Lokko, y fue aprobada por la Junta Directiva de La Biennale presidida por Roberto Cicutto. La ceremonia de premiación será parte de la inauguración de la 18° exposición internacional y se llevará a cabo el 20 de mayo de 2023 en Ca’Giustinian, la sede de La Biennale di Venezia.

Akenzua Cultural Centre, Ciudad de Benín, 1972 – 1995.

Demas Nwoko es un artista, diseñador y maestro constructor nacido en Nigeria que está a la vanguardia del movimiento de arte moderno de Nigeria. A través de sus obras, se esfuerza por incorporar y articular temas africanos y técnicas modernas en arquitectura y escenografía. Sus obras versátiles abarcan medios y disciplinas, que incluyen arquitectura, escultura, diseño, literatura, crítica, escenografía e historia.

The Dominican Institute and Chapel, Ibadan, 1970-75.

Hijo de Obi (Rey) Nwoko II, el Príncipe Demas Nwoko nació en 1935 en Idumuje Ugboko, Nigeria. Allí, Nwoko se inspiró en las residencias recién construidas en la ciudad y en el edificio del Palacio de Obi, su abuelo, quien diseñó el palacio. Estudió en la Facultad de Artes, Ciencias y Tecnología de Nigeria en Zaria entre 1957 y 1961, donde se convirtió en miembro fundador de la Sociedad de Arte de Zaria. El grupo, también conocido como “Zaria Rebels”, promovió la idea de la síntesis natural, un concepto desarrollado por el artista Uche Okeke. El concepto tenía como objetivo cerrar la brecha entre la formación occidental de los artistas por parte de los educadores coloniales y su origen africano, centrado en temas y narrativas tradicionales. Los rebeldes de Zaria contribuyeron al movimiento de vanguardia modernista poscolonial en Nigeria a principios de la década de 1960.

Más tarde, Nwoko fundó el New Culture Studios en Ibadan, un centro de formación para el programa de artes escénicas y diseño. El impacto de su conjunto de obras radica en su deseo de sintetizar las influencias occidentales con prácticas africanas auténticas y tradicionales. Su arquitectura demuestra estos intereses. Sus edificios, aunque relativamente pocos, demuestran un enfoque sostenible y consciente de los recursos al tiempo que incorporan formas de expresión culturalmente auténticas.

New Culture Studios, Oremeji, 1967.

Esta es la declaración oficial de la curadora Lesley Lokko:

Uno de los temas centrales de la 18ª Exposición Internacional de Arquitectura es un enfoque de la arquitectura como un campo de actividades «expandido», que abarca tanto el mundo material como el inmaterial; un espacio en el que las ideas son tan importantes como los artefactos, particularmente al servicio de lo que está por venir. Sin embargo, con todo su énfasis en el futuro, parece completamente apropiado que el León de Oro a la Trayectoria se le otorgue a alguien cuyos trabajos materiales abarquen los últimos 70 años, pero cuyo legado inmaterial (enfoque, ideas, ethos) todavía está en el proceso de ser evaluado, comprendido y celebrado.

New Culture Studios, Oremeji, 1967.

Baba (un título honorífico nigeriano) Demas Nwoko es todo a la vez: arquitecto, escultor, diseñador, escritor, escenógrafo, crítico e historiador. Cuando se le presiona, se refiere a sí mismo como un «artista-diseñador», lo que habla tanto de la naturaleza políglota de sus talentos y obras como de la interpretación bastante estrecha de la palabra «arquitecto» que posiblemente ha mantenido su nombre fuera de los anales.

Hijo de un Obi (gobernante) tradicional, nació en 1935 en Idumuje-Ugboko, en el sur de Nigeria. Sus primeras incursiones en la pintura, el dibujo y el tallado en la escuela secundaria de la ciudad de Benin lo impulsaron a postularse para estudiar arquitectura en la Facultad de Artes, Ciencias y Tecnología de Nigeria en Zaria. Sin embargo, su descubrimiento de que el curso se centraba más en las habilidades de dibujo técnico que en la imaginación creativa lo llevó a cambiar de táctica y, en cambio, se postuló para estudiar bellas artes. Fue miembro fundador de la Zaria Art Society, un grupo que incluía a Yusuf Grillo, Bruce Onobrakpeya, Uche Okeke y Simon Okeke, también conocidos como los «Zaria Rebels», que estaban interesados ​​en una combinación de modernidad y estética africana como un lenguaje auténtico para reflejar el espíritu de independencia política que creció en las décadas de 1940 y 1950.

Villa Demas Nwoko, Idumuje Ugboko, 1976.

Este profundo deseo de mezclar y sintetizar, en lugar de barrer, ha caracterizado el trabajo de Nwoko durante más de cinco décadas. Fue uno de los primeros creadores de espacio y forma de Nigeria en criticar la dependencia de Nigeria de Occidente para importar materiales y bienes, así como ideas, y se ha mantenido comprometido con el uso de recursos locales.

Aunque son relativamente pocos, los edificios de Nwoko en Nigeria cumplen dos funciones fundamentales. Son precursores de las formas de expresión sostenibles, conscientes de los recursos y culturalmente auténticas que ahora se extienden por todo el continente africano, y el mundo, y apuntan hacia el futuro, lo que no es un logro menor para alguien cuyo trabajo aún se desconoce en gran medida, incluso en casa. En 1977, al escribir sobre el primer encargo de Nwoko para construir el complejo para el Instituto Dominicano en Ibadan, el crítico de arquitectura Noel Moffett escribió: “Aquí, bajo un sol tropical, la arquitectura y la escultura se combinan de una manera que quizás solo Gaudí, entre los arquitectos, ha sido capaz de hacerlo de manera convincente.

New Culture Studios, Oremeji, 1967.

Me enorgullece y complace enormemente otorgar el León de Oro a la Trayectoria a Demas Nwoko, un arquitecto de los siglos XX y XXI, y animar a todos los visitantes de la 18° Exposición Internacional de Arquitectura a visitar la pequeña pero perfectamente formada y articulada exposición de su obra en el Pabellón Stirling de los Giardini, junto al Proyecto del Pabellón del Libro de El Laboratorio del Futuro.

ACA

VALE LA PENA LEER

1. Radical Pedagogies presente en la la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia, 2014.

El 31 de mayo de 2022 apareció publicado por MIT Press el libro Radical Pedagogies (Pedagogías Radicales). Se trata de la culminación de un proyecto de investigación colaborativo iniciado en 2010 por Beatriz Colomina desde la Universidad de Princeton, cuyo desarrollo fue registrado a través de una multitud de medios que incluyeron simposios, conferencias, ensayos, exposiciones, talleres, catálogos, debates y una base de datos en línea de estudios de casos, constituyéndose la publicación el colofón y registro de una impresionante cantidad de hallazgos.

Colomina, acompañada de Ignacio G. Galán, Evangelos Kotsioris y Anna-Maria Meister quienes, junto a ella, fungen de editores de Radical Pedagogies, despliegan y analizan numerosos experimentos llevados a cabo en la educación arquitectónica en la era posterior a la Segunda Guerra Mundial que desafiaron y transformaron el discurso y la práctica disciplinar imperantes.

Tanto el tema tratado, donde destacan los estudios de caso recopilados que hacen visible una amplia gama de genealogías discursivas y una densidad de interconexiones globales, como las repercusiones del trabajo colectivo realizado con la participación de un grupo de destacados académicos, investigadores y protagonistas de todo el mundo encargados de redactar los textos, creemos que ameritan ser conocidos por la trascendencia de su contenido más aún hoy cuando se hace tan difícil determinar lo importante entre tanta información mediática.

Por todo ello nos ha parecido pertinente transcribir (a riesgo de que haya planteamientos o datos que se repitan), dos esclarecedores artículos dedicados a comentar el libro: “Tiempos de crítica y crisis” de Eduardo Prieto, aparecido en arquitecturaviva.com el 1 de enero de 2023, y “‘Pedagogías Radicales’, una investigación sobre la enseñanza de la arquitectura”, escrito por Paula Vilaplana de Miguel para Cuadernos de proyectos arquitectónicos, (Departamento de Proyectos Arquitectónicos ETSAM), nº12, 2022, los cuales hemos acompañado con imágenes de las páginas interiores del libro y de algunos de los eventos que lo precedieron o se dieron luego de su salida a la luz, para amenizar la lectura.

Para finalizar, como testimonio, colocamos en nuestra sección “Novedades editoriales de aquí y de allá” la ficha y la nota con que MIT Press resume el libro de manera clara y concisa.

2. Detalle de la portada del libro Radical Pedagogies.

Tiempos de crítica y crisis

On Radical Pedagogies

Eduardo Prieto

01 de enero de 2023

Tomado de arquitecturaviva.com

La batalla de la ‘modernidad’ fue paradójica y no se dio solo en el campo de las formas y las técnicas, sino asimismo en el terreno, más pantanoso, de los ideales. Reconocer que la modernidad fue ‘ideológica’ ha sido imprescindible para valorarla de un modo más desapegado; y reconocer que la ideología moderna tuvo que ver con los discursos tanto como con los medios de difusión, un requisito clave para hacer de la crítica un instrumento más sutil, más cercano a la verdad.

Beatriz Colomina ha contribuido como pocos a sacar a la luz el lado ideológico y mediático de ‘lo moderno’, y su proyecto académico, sostenido en una sobresaliente intuición a la hora de detectar temas relevantes pero ninguneados tradicionalmente por la crítica, se enriquece ahora con una nueva aportación, Radical Pedagogies, que no puede considerarse en absoluto menor.

No es menor por su tamaño: más de cuatrocientas páginas densamente colonizadas por textos de letra pequeña y abundantes y excelentes ilustraciones. No es menor tampoco por la amplitud de su coro de colaboradores: más de cien voces procedentes de universidades de todo el mundo, que se suman a las de los editores Colomina, Ignacio G. Galán, Evangelos Kotsioris y Anna-Maria Meister. Y no lo es, finalmente, por su ambición, pues lo que pretende el volumen es dar cuenta de una de las dimensiones fundamentales del proyecto de propagación y revisión de ‘lo moderno’, la pedagogía, centrándose en las muchas —y muchas veces contradictorias entre sí— experiencias de reforma educativa que se ensayaron al calor de las crisis ideológicas, políticas y profesionales de la segunda mitad del siglo XX, sobre todo en las décadas ‘interesantes’ de 1960 y 1970.

El método con que los editores hacen frente a este, más que ambicioso, descomunal empeño, es el de la crítica caleidoscópica. En lugar de componer un metatexto a partir de revisiones de largo alcance, los editores han optado por recoger, con obsesivo prurito de exactitud, casi toda la amplísima nómina de los proyectos pedagógicos que, desde el fin de la II Guerra Mundial, pretendieron poner en entredicho los sistemas convencionales de enseñanza y, de paso, poner asimismo entre las cuerdas a los valores y prácticas del establishment profesional. Esta voluntad de atender a lo específico de cada caso, unida a la aspiración ecuménica a incluir experiencias fuera de los previsibles ejemplos occidentales, conduce a un volumen compuesto por fragmentos, por visiones parciales, por destellos, a los que el lector debe aproximarse uno a uno, enfrentándose a la intensidad de cada lección para intentar luego recomponer las partes del rompecabezas o las facetas de este extenso y apasionante caleidoscopio.

Que el lector no se espere una monografía al uso; ni siquiera una enciclopedia. Lo que se encontrará es, fundamentalmente, un archivo. Esto es: una colección ordenada de materiales amplísimos que, gracias a la pericia organizadora de los editores, se presentan al trasluz de la mirada de buenos especialistas. Las virtudes de este método fragmentario son evidentes, pues no solo permite abarcar un tema casi ilimitado, sino hacerlo con flexibilidad, tal y como se manifiesta en dos de los índices del libro, que son al mismo tiempo alternativos y complementarios: uno temático, donde caben cuestiones como la forma, la teoría, los medios, lo global, la tecnología, la ecología o lo social; y otro cronológico y distribuido en décadas. El mensaje implícito es que, una vez presentados los materiales de archivo, es el lector interesado el que debe apropiárselos para dar pie a futuras exploraciones críticas.

Pero, si no pueden dejar de reconocerse los méritos de la caleidoscopia, tampoco pueden dejar de señalarse sus defectos. Unos tienen que ver con las injusticias de cualquier antología, que inevitablemente deja fuera ejemplos valiosos, y en este sentido el lector local se preguntará si con el Laboratori d’Urbanisme de Manuel de Solà-Morales se da cumplida cuenta de la pedagogía española. Y otros defectos se derivan de la propia radicalidad del método: desconectados unos de otros, ahogados un tanto en su condición de fragmentos, los materiales no consiguen componer un discurso —o varios complementarios—, y por ello se echa en falta una mirada de tiempos largos, menos analítica que sintética y, al cabo, más fecunda en lo hermenéutico.

Con todo y con eso, resulta imposible no congratularse por la publicación de un volumen que es valioso por la abundantísima información que presenta y por su condición de catalizador de futuras y necesarias investigaciones, y que es valioso también por su pertinencia temática, más aún en un momento en que arquitectos, profesores y estudiantes viven tiempos de confusión y cambio: tiempos de crítica y crisis.

3. Índice de contenidos del libro Radical Pedagogies.

“Pedagogías Radicales”, una investigación sobre la enseñanza de la arquitectura

Paula Vilaplana de Miguel

Texto publicado en Cuadernos de proyectos arquitectónicos, (Departamento de Proyectos Arquitectónicos ETSAM), nº12, 2022.

(accesible en http://polired.upm.es/index.php/proyectos_arquitectonicos/article/view/4958/5172)

Resumen

Este grueso volumen de 400 páginas, editado por Beatriz Colomina, Ignacio G. Galán, Anna-María Meister y Evangelos Kotsioris y publicado por MIT Press este mismo año, recoge, a través de una multiplicidad de autores y casos de estudio repartidos por todo el planeta, un catálogo polifacético de experiencias pedagógicas y experimentos educativos que exploran territorios conocidos y desconocidos en la enseñanza de la arquitectura y la concepción de los currículos académicos entre 1933 y 1987.

“¿Cómo se aprende arquitectura?”. Evangelos Kotsioris, comisario asistente del Museo de Arte Moderno y uno de los editores de Radical Pedagogies, hizo esta pregunta en sus comentarios introductorios durante la presentación del libro en el museo el pasado septiembre. Esta pregunta aparentemente inocente está contenida en el volumen de 400 páginas editado por Beatriz Colomina, Ignacio G. Galán, y Anna-Maria Meister junto a Kotsioris, publicado por The MIT Press en 2022. La multitud y heterogeneidad de experiencias presentadas en Radical Pedagogies refutan la posibilidad misma de resolver esa indagación. Lo que el libro ofrece, en cambio, es un catálogo casi enciclopédico de aventuras pedagógicas, éxitos, derrotas, desafíos e incursiones en territorios desconocidos desde los márgenes de la [in] disciplina arquitectónica. El proyecto Radical Pedagogies rebate cualquier definición unívoca de lo que es, o debería ser, el currículo de arquitectura. Lo hace a través de una colección masiva de experiencias que tienen lugar desde 1933 hasta 1987 con estudios de casos distribuidos en todo el mundo. La mayoría de los episodios relatados en el libro se centran en las décadas de 1960 y 1970, un testimonio del impulso revolucionario posterior a 1968 en el que también participaron las escuelas de arquitectura. La única constante en el libro es la demostración de que la pedagogía de la arquitectura siempre ha dejado espacio para la experimentación, un impulso que se ha desarrollado a través de continentes, décadas y búsquedas ideológicas.

4. Otras dos imágenes de la presentación de Radical Pedagogies en la la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia, 2014.
5. Invitación a la presentación del libro en la sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), el 16 de junio de 2022.
6. Dos eventos organizados en septiembre de 2022 con motivo de la presentación del libro en los Estados Unidos. Izquierda: Convocatoria hecha por el MoMA de Nueva York a un foro el 28. Derecha: Invitación para el 29 preparada por la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Princeton (Nueva Jersey).

Al igual que los casos de estudio que explora, esta investigación ha tomado muchas formas hasta la fecha: exposiciones, publicaciones, catálogos, simposios, talleres, debates… y, finalmente, un libro, colofón a una masa colosal de descubrimientos. Las iteraciones anteriores de Radical Pedagogies se exhibieron en la 3ª Trienal de Arquitectura de Lisboa, la 14ª Bienal de Arquitectura de Venecia y el 7º Festival de Varsovia en Construcción, por citar algunos. El equipo editorial también aprendió a lo largo del proceso de creación del libro y el largo período de investigación tras él ayudó a incorporar, matizar y fortalecer las discusiones que el libro pone encima de la mesa. Un esfuerzo académico radical en sí mismo, el proyecto comenzó hace más de 10 años como un seminario vinculado al Doctorado en la Universidad de Princeton dirigido por Beatriz Colomina, quien antes de este libro había realizado otra espléndida y reveladora investigación convertida en libro, Clip, Stamp, Fold: The Radical Architecture of Little Magazines que, hasta cierto punto, está íntimamente relacionado con este nuevo volumen.

7. Los otros dos índices que permiten recorrer el contenido del libro. Arriba: Por fechas, abarcando desde 1933 hasta 1987. Abajo: Geográficamente, organizado por longitudes y no por punto cardinales como tradicionalmente se hace.

Aún con su estructura, el libro desafía la idea de uniformidad y ofrece tres caminos para abordar el tema, con tres índices diferentes que el lector puede consultar. El primer recorrido se estructura en torno a capítulos, catorce en total, que incluyen “Contra hegemonías”, “Modernizaciones alternativas”, “Educados por el edificio”, “Experimentos mediáticos”, “Ecologías materiales” y “Cuestiones de sujeto y cuerpo”. Una segunda lectura del libro se presenta por fecha, en particular, a lo largo de 5 décadas: desde la década de 1930 hasta la década de 1980. Luego un enfoque basado en la geografía rechaza las dicotomías coloniales como Norte/Sur y Este/ Oeste y, en cambio, se organiza por longitudes, un punto de referencia de viaje dinámico, que pone al lector en movimiento mientras sigue nuevos casos de estudio en un repertorio verdaderamente global. Los muchos lugares que nos lleva el libro incluyen Argel, Palestina, Nigeria, Yugoslavia, Sudáfrica, Pakistán, India, China o Nueva Zelanda. La búsqueda de currículos experimentales de arquitectura es un fenómeno transnacional y multinacional.

A pesar del optimismo que recorre las páginas del libro, los editores de Radical Pedagogies son al mismo tiempo conscientes de la volatilidad de estas experiencias. Más que elogiar e idealizar estas empresas, el libro funciona como un recordatorio del valor inherente al ritmo acelerado de estos intercambios dinámicos. Por ejemplo, en la introducción del libro, los editores recuerdan una discusión entre el profesor Giancarlo de Carlo, un anarquista, y sus alumnos después de hacerse cargo de la Trienal de Milán en 1968. Todo está en discusión y puede ser impugnado.

8. Páginas interiores del libro.

Se puede sentir la pasión y el entusiasmo detrás de la creación de la obra, un espíritu contagioso que se extendió a través de los muchos canales que recorrió el libro, ayudando a difundir la voz. El resultado fue una respuesta abrumadora por parte de los colaboradores, lo que permitió el carácter rico y polifónico del catálogo. La constelación de autores que contribuyen al libro es asombrosa y el lector reconocerá una variedad de colaboradores estelares, cuyos textos breves son extremadamente agradables de analizar. Por ejemplo, Martino Stierli escribe sobre las innovaciones en la representación arquitectónica y la mezcla disciplinaria realizadas por Denise Scott-Brown, Robert Venturi y Steve Izenour en su revolucionario estudio Learning From Las Vegas en Yale. Beatriz Colomina retoma el tema para desvelar su siguiente empeño, el estudio Learning from Levittown. Este seminario, extremadamente impopular en aquel momento, equiparó la casa suburbana con la franja comercial y anticipó algunas de las discusiones relacionadas con la intrusión de los medios en el ámbito doméstico que se desarrollarían décadas más tarde en el discurso arquitectónico. Felicity Scott examina un episodio raro y a menudo eclipsado en la historia del MoMA bajo el mandato de Emilio Ambasz. Mabel Wilson reflexiona sobre las secuelas de Resurrection City, un campamento diseñado para la Campaña de los Pobres en Washington, DC, en 1968. Ayala Levin detalla el des-aprendizaje y las adaptaciones del gobierno colonial en las pedagogías de diseño en Mozambique, Nigeria, Sudáfrica, Rhodesia y Kenia a principios de la década de 1960. Andrea J. Merrett escribe sobre la Escuela de Planificación y Arquitectura para Mujeres (WSPA), que permitió a una red nacional de mujeres satisfacer su interés en el entorno construido a pesar de la naturaleza poco equilibrada en cuestiones de género de la disciplina en este momento. La escuela promovió mecanismos pedagógicos como la fantasía crítica para alentar a sus estudiantes a visualizar realidades alternativas y liberadoras. Samia Henni explora el intento de enseñar arquitectura a través de la propia práctica en la École Polytechnique d’Architecture et d’Urbanisme de Argel tras la independencia del país de Francia en 1962. Farhan Karum matiza la asimilación del estilo moderno en Pakistán Oriental a través del trabajo de Richard E. Vrooman y Daniel C. Dunham. Evangelos Kotsioris explora el impacto del Laboratorio de gráficos por computadora y análisis espacial de la Universidad de Harvard como precursor de los sistemas de información gráfica para el mapeo y análisis arquitectónico.

9. Otra serie de páginas del libro.

Dos de los episodios centrados en España recuperan la forma en que se forjó la disidencia a través de los currículos experimentales en las escuelas de arquitectura durante los últimos años del franquismo. Josep M. Rovira escribe sobre la huella de Rafael Moneo, Ignasi de Sola Morales, Josep Quetglas, Manuel de Sola Morales en la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura de Barcelona. Las autoridades españolas cerraron la ETSAB después de 1968, testimonio del riesgo revolucionario que representaba la escuela. Diana Cristóbal Olave escribe sobre el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid desde 1966 hasta 1975 y los cambios provocados por el regalo de una computadora IBM 7090 a la escuela. Este episodio habla del entrelazamiento de la creatividad y los algoritmos y el impulso a la experimentación bajo un plan de estudios aparentemente tecnocrático. Rovira y Cristóbal Olave no son los únicos colaboradores españoles del libro: Ignacio G. Galán, uno de los editores del libro, recupera los experimentos realizados por el equipo formado por Alberto Cruz y Godofredo Iommi en la Escuela e Instituto de Arquitectura de Valparaíso, Chile. En busca de una gramática específica para la arquitectura, la escuela inició una serie de experimentos de encarnaciones subjetivas en las que estudiantes y profesores tomaron la ciudad como un lugar para exploraciones poéticas. Iván López Munuera amplía la investigación que había llevado a cabo durante años sobre espacios para fiestas para la subversión crítica con el análisis de la historia de Gay People at Columbia y sus fiestas llamadas “Primer Viernes”. Las fiestas, como argumenta Iván López Munuera, a menudo son vilipendiadas como celebraciones acríticas y banales pero, sin embargo, han demostrado ser un lugar para la activación de la política radical. Como señala López Munuera, la extensa investigación desplegada en Radical Pedagogies nos permite ver un panorama más amplio de diferentes genealogías y lugares de emancipación y solidaridad crítica, y reconocerlos como procesos colectivos que abarcan una amplia gama de geografías, cuerpos y disonancias. En ese sentido, el libro es una ventana inestimable a la erudición contemporánea, que ofrece un vistazo a las voces más estimulantes en la academia de enseñanza de arquitectura actuales.

10. El equipo de investigadores responsables del proyecto Radical Pedagogies y editores del libro. Izquierda: Beatriz Colomina. Derecha (de arriba a abajo): de Evangelos Kotsioris, Ignacio G. Galán y Anna-Maria Meister.

En resumen, Radical Pedagogies es un valioso testimonio de los continuos esfuerzos de la pedagogía arquitectónica por examinarse a sí misma críticamente y de su compromiso con la experimentación. La línea de tiempo que abarca el libro demuestra que este impulso está en la misma esencia de la pedagogía arquitectónica y ha sido una constante a lo largo de todo el siglo XX. El libro también refuta cualquier noción de la experimentación como una construcción occidental, o el resultado de capítulos heroicos aislados de la historia. En lugar de ello, insiste en que la historia de la innovación arquitectónica se ha tejido a través de geografías, generaciones y cuerpos diversos. En medio de una crisis sanitaria, ecológica y política mundial, es crucial releer y aprender sobre estos momentos a través de lentes contemporáneas. Proyectos de investigación como Radical Pedagogies nos invitan a preguntarnos cuál es el papel de las escuelas de arquitectura en la formación de arquitectos como profesionales comprometidos en la actualidad. Como señaló Evangelos Kotsioris en su presentación del libro en el MoMA, las preguntas que plantea el libro son de particular valor ‘en un momento en que las instituciones culturales están recalibrando las misiones educativas tradicionales a favor de una mayor participación pública y cívica y nuevos modos de participación y aprendizaje exploratorio’.

Paula Vilaplana de Miguel es comisaria, diseñadora y académica establecida en Nueva York. Su trabajo se centra en espacios expositivos e iniciativas culturales, con énfasis en los medios, la tecnología y las prácticas corporales. Su trabajo ha sido publicado en The New York Review of Architecture, Invisible Culture Magazine en la Universidad de Rochester, Arquine y Het Nieuwe Instituut y sus proyectos han sido incluidos en la prensa internacional.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://urgentpedagogies.iaspis.se/radical-pedagogies/

2. https://arquitecturaviva.com/libros/radical-pedagogies

3 y 7. https://www.academia.edu/83302365/Radical_Pedagogies_MIT_Press_2022_

4. https://soa.princeton.edu/content/14th-venice-architecture-biennale%3A-radical-pedagogies y https://urgentpedagogies.iaspis.se/radical-pedagogies/

5. https://etsamadrid.aq.upm.es/index.php/es/book-celebration-radical-pedagogies

6. https://www.moma.org/calendar/events/8233 y https://soa.princeton.edu/content/book-launch%3A-radical-pedagogies

8. https://www.copyrightbookshop.be/en/shop/radical-pedagogies/

9. http://www.mottodistribution.com/shop/radical-pedagogies-beatriz-colomina-ignacio-g-galan-evangelos-kotsioris-anna-maria-meister-the-mit-press-9780262543385.html

10. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

UNA EXPLICACIÓN Y DOS ERRATAS

Imagen de la construcción de la avenida Baralt (c.1952)

Esta nota tiene un doble propósito.

El primero es aclarar que, debido a un error al copiar el link que debió permitir descargar el Contacto FAC 314 de la semana pasada, debimos repetir la operación y con ello volverles a enviar el martes al mediodía de nuevo el boletín. De ello no nos hubiéramos percatado si no hubiese sido porque algunos de nuestros lectores que tienen la costumbre de coleccionar “los contactos” nos lo hicieron saber. Para ellos nuestro agradecimiento por estar pendientes y habernos permitido subsanar la falla. A todos los demás lectores les ofrecemos nuestras excusas.

El segundo propósito está relacionado con dos gazapos que se nos pasaron en la sección ¿SABÍA USTED… dedicada a la avenida Baralt, publicada la semana pasada en el Contacto FAC 314, ya mencionado.

Por un lado, resulta que por una confusión la foto que montamos con la leyenda “Imagen de la construcción de la avenida Baralt (c.1952)” (que había aparecido publicada en la revista LIFE), no corresponde a ella sino a la avenida Urdaneta que se realizaba casi al unísono. Por tanto, encabezando la nota, les entregamos hoy la foto que sí recoge la construcción de la Baralt, tomada de norte a sur donde, además del implacable proceso de demolición, se puede ver al fondo (para disipar cualquier duda) el bloque de la Unidad Residencial El Paraíso (1952-1954), proyectado para el Banco Obrero por Carlos Raúl Villanueva con la colaboración de Carlos Celis Cepero.

Vista al sur de la avenida Baralt en fechas cercanas a su apertura donde se puede apreciar que fue proyectada con seis canales.

Por el otro, al decir en el texto que “…sobre el antiguo trazado se proyecta una amplia avenida cuyo ancho será de cuatro canales…” cometimos otro error ya que, como se puede observar en la otra fotografía que anexamos al inicio, tomada en fechas cercanas a su apertura, la Baralt fue proyectada con seis canales: tres en cada sentido.

Con nuestras disculpas les reiteramos la importancia que tiene que nos hagan saber cualquier error que cometamos para conservar el rigor que esta publicación pretende mantener.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Radical pedagogies

Beatriz Colomina, Ignacio G. Galán, Evangelos Kotsioris, Anna-Maria Meister

The MIT Press

2022.

Idioma: inglés.

Nota de los editores

En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, nuevas formas de aprendizaje transformaron la educación arquitectónica. Estos experimentos radicales buscaron cambiar los fundamentos disciplinarios y los supuestos convencionales sobre la naturaleza de la arquitectura tanto como desafiaron las normas modernistas y coloniales, descentraron la construcción, imaginaron nuevos roles para el arquitecto e imaginaron formas participativas de práctica. Aunque muchos de los programas experimentales fueron posteriormente abandonados, terminados o asimilados, sin embargo, ayudaron a dar forma y, en cierto sentido, a definir el discurso y la práctica arquitectónica. Este libro explora y documenta estas pedagogías radicales y los esfuerzos por desafiar el statu quo de la arquitectura.

Los experimentos incluyen la adaptación de la pedagogía Bauhaus como medio de “desaprender” bajo las condiciones de descolonización en África; un movimiento para diseñar para “todos los cuerpos”, incluidos los discapacitados, por parte de estudiantes y profesores de arquitectura de la Universidad de California, Berkeley; la fundación de una red de apoyo para mujeres interesadas en el entorno construido, independientemente de sus antecedentes académicos; y un estudio de diseño en la URSS que ofreció una alternativa al enfoque funcionalista generalizado en el diseño soviético. Vistos a través de su disolución y vida futura, así como a través de sus historias fundacionales, estos proyectos del siglo pasado plantean preguntas provocativas sobre el papel de la arquitectura en el nuevo siglo.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 350

San Luis es una urbanización inmersa en un valle verde entre colinas ubicada en el sureste de Caracas, Parroquia El Cafetal (una de las tres parroquias constitutivas del Municipio Baruta del Estado Miranda, Venezuela), que contiene una macro-urbanización del mismo nombre.

El desarrollo urbanístico de El Cafetal (todo un modelo de expansión urbana) se inicia a partir de 1964, en lo que fuera una hacienda cafetalera, cuyo territorio era frecuentemente inundado por quebradas afluentes al río Guaire.

Así, la avenida Principal de El Cafetal, eje de todo el desarrollo, se construye sobre la quebrada homónima, una vez realizada la compra de las tierras por parte de Eugenio Mendoza y Armando Planchart, en sociedad con Venezolana de Inversiones C.A. (VICA) empresa que tuvo a su cargo la realización de la Urbanización Las Mercedes. Tras la quiebra de VICA, Mendoza y Planchart deciden vender los terrenos abriéndose la posibilidad a la participación de diferentes urbanizadores entre los que se encontraban Venezolana de Bienes S.A. y también el Banco Obrero.

Esta avenida central denominada Raúl Leoni, en honor al expresidente que gobernó Venezuela entre 1964 y 1969, y que tradicionalmente conocemos como Boulevard El Cafetal, alimenta distintas urbanizaciones construidas entre los años 60 y 70 cuyo modelo de organización y planificación residencial se extendió desde Chuao, colindante con el rio Guaire, hasta el gran terreno que hoy ocupa el centro comercial Plaza Las Américas.

El éxito de El Cafetal se debió, por un lado, a su planificación urbana y, por el otro, a la posibilidad que se le abrió a la clase media de obtener financiamiento bancario para comprar vivienda. Por otra parte, cada una de las urbanizaciones que lo componen como parroquia, fue desarrollada independientemente a partir del estudio de la geografía de los valles que fueron ocupando para, a partir de allí, proceder a trazar la vialidad y realizar el parcelamiento siguiendo un modelo de desarrollo urbano sustentado en dotarlas de todos los servicios necesarios.

1. Vista aérea del Bulevar El Cafetal desde Caurimare con la urbanización San Luis a la derecha.

En aquella Caracas, en la que aumentaba de forma vertiginosa la cantidad de automóviles, los centros comerciales (muchos de ellos anodinos, conocidos como “strip center”), se convirtieron en una parte integral de la ciudad, fomentando la economía de escala. Obedecían a una tipología de locales dispuestos en fila con una acera al frente y áreas abiertas de estacionamiento, muy extendida en América del Norte a partir de 1930 y luego repetida en todo el mundo.

En el caso de El Cafetal, donde la movilidad urbana se sustentaba primordialmente en el transporte privado, asumir esta tendencia era una alternativa de desarrollo que acercaba al residente al comercio vecinal sin tener que salir de la urbanización la cual, sumada a la idea de simplemente conducir y estacionar al justo al frente del lugar donde se va a hacer la compra, se convirtió en modelo válido de acceder a bienes y servicios.

Bautizadas con nombres de santos católicos, las nuevas urbanizaciones del sureste se desarrollaron con características singulares. A su vez, en cada una de ellas se previó colocar los equipamientos necesarios para garantizar una mejor calidad de vida sin salir del vecindario: centros comerciales, colegios, iglesias, parques y áreas deportivas, hospitales y, en algunos casos, áreas de oficinas. Todo ello con base en una planificación que sectorizaba los equipamientos y ubicaba los edificios residenciales de densidad media en las partes bajas, y viviendas unifamiliares en las partes altas.

De esta forma surgieron Santa Marta, con un Centro Comercial y edificios en su parte baja, y un eje central arbolado que conduce a diversas calles donde predominan las casas; Santa Sofía cuya concepción se basa en un eje con edificios bajos que conduce a un parque céntrico, centro comercial, clínica, colegio, sectorizada en áreas Norte, Sur y Centro; San Luis, cuyos elementos urbanos más notables son su redoma, y sus áreas verdes; Santa Paula, caracterizada por la toponimia de sus calles con nombres de planetas y signos zodiacales; Santa Ana, concebida como un conjunto de casas ordenadas a partir de la Avenida Santa Ana que conecta con el Boulevard El Cafetal, cuyas calles poseen nombres de las ciudades de Venezuela, y, finalmente, Santa Clara, con un esquema similar.

2. Vista cenital de la urbanización San Luis.

Dentro de este universo de urbanizaciones rodeadas de una generosa geografía de montañas verdes, San Luis, es quizás una de las que cuenta con mayor cantidad de áreas verdes y tesoros urbanos. El conjunto, cuyo centro comercial recientemente ha cobrado auge gracias a una buena oferta gastronómica es, por su escala, seguridad y accesibilidad un oasis verde al interior de un pequeño valle montañoso, rodeado de frondosa vegetación, con un clima insuperable.

Su estructura se compone de dos zonas claramente diferenciadas: la zona baja de la avenida principal flanqueada de edificios multifamiliares de entre 8 y 10 pisos; y la zona de casas, en las partes más altas.

La imagen que acompaña nuestra postal del día de hoy reproduce el panfleto de venta de San Luis, cuyo desarrollo estuvo a cargo de la empresa Venezolana de Bienes S.A., bajo la dirección de Juan Gabaldón, como Gerente General, y cuyo diseño correspondió a José Antonio Ron Pedrique (1927-2001), miembro de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA).

3. José Antonio Ron Pedrique. Proyecto del Centro Cívico para la Avenida Bolívar de Caracas (1961).
4. José Antonio Ron Pedrique. Izquierda: Ciudad Balneario Higuerote. Plano de zonificación y parcelamiento (1956). Derecha: Edificios Camejo y Cruz Verde, avenida Bolívar (1966).

Cabe destacar que Ron Pedrique fue un prolífico arquitecto y urbanista venezolano, egresado de la primera promoción de la Escuela de Arquitectura de la UCV (1948), que junto a Jorge Romero Gutiérrez colaboró en el diseño de las urbanizaciones Prados del Este, Terrazas del Club Hípico y muy activamente en la Ciudad Balneario Higuerote. También desarrolló en 1961 el Proyecto de Centro Cívico para la Avenida Bolívar de Caracas, con formas puras, absolutamente modernas, y vanguardistas. Un plan que, como muchos otros sobre la emblemática avenida de la capital, nunca se llegó a concretar. Asimismo, Ron Pedrique fue el autor de los edificios bajos que se colocaron delante del Centro Simón Bolívar sobre el eje de la avenida Bolívar denominados Camejo y Cruz Verde (1966), transformados luego por Carlos Gómez de Llarena en el inconcluso Palacio de Justicia.

De vuelta a la postal, en la publicidad del parcelamiento se puede leer la oferta de lotes para quintas desde 400 m2, y para edificios de 2.000 m2. Dentro de sus amenidades, la urbanización contaría con una parcela para un centro comercial, un kindergarten, una clínica (afortunadamente no construida), y un club social de 26.000 m2. A su vez, ofrecía extensas áreas peatonales y recreacionales con más de 1.000.000 de m2. El aviso promocional también hace referencia a los permisos aprobados para el urbanismo por parte de la Dirección de Malariología y Saneamiento Ambiental, la Dirección de los Recursos Naturales Renovables, la Dirección General de Ingeniería y Obras Publicas del Distrito Sucre, sumados a los documentos del parcelamiento previamente protocolizados.

5. Urbanización San Luis. Parque La Fila.

Su área recreacional más importante es el Parque La Fila, un bosque nativo protegido por la Ley de bosques y gestión forestal, limitado a actividades conservacionistas, educativas, científicas, recreativas y ecoturísticas que, junto a otras áreas, completa, como ya se adelantó, alrededor de 1.000.000 de m2. La zona ocupa una colina que forma parte de la orografía de la zona y se desarrolla paralela a la avenida principal. El parque, cuyo nombre proviene del hecho de que se puede recorrer la colina por toda su cumbre, presenta características de bosque deciduo, o bosque seco, con vegetación xerófila y árboles caducifolios, con una importante presencia de aves como guacharacas, azulejos, guacamayas, zamuros, gavilanes y hasta búhos, así como perezas, rabipelados y serpientes. Por esta razón el parque se denominó “Refugio Ecológico Parque La Fila”, o “Refugio de Aves Billy y Kathy Phelps” (como constaba en una placa al final del parque que fue removida), en honor a la conservacionista y ornitóloga de origen australiano, que dedicó su vida en Venezuela a estudiar las aves del país, recolectando más de 80.000 ejemplares que hoy formar parte la Colección Phelps, la colección privada más grande de América Latina.

Originalmente el parque La Fila tenía un hermoso y adecuado paisajismo. La actual caminería al borde del cerro que conecta la parte central con la parte alta de la urbanización miraba sobre un área donde predominaba el césped, y sus bancas estaban sombreadas por frondosas trinitarias que, enredadas en pérgolas de metal y madera, por falta de cuidado fueron desapareciendo. Los bancos colocados espaciadamente marcando pausas en un camino aún subsisten en mal estado, y carecen de mantenimiento, y la vegetación se ha desvirtuado con la siembra sin criterio alguno de especies de plantas, arbustos y arboles no aptas para este tipo de espacios por parte de los vecinos y campañas de siembra mal implementadas. Por otro lado, este circuito de senderos y pequeñas plazas con bancos que se extiende sobre la fila del cerro permitiendo vistas al valle de San Luis y de Caracas, hoy está en muy mal estado debido al tránsito constante y sin control de bicicletas montañeras que han removido la capa vegetal.

Estos senderos forman parte, junto a muchos otros, de los tesoros ocultos de San Luis, pues la urbanización se encuentra inmersa en un intricando sistema de caminos y áreas verdes, con escaleras, rutas pavimentadas y plazas en distintos puntos, que permanecen cubiertas por la densa vegetación, que permiten llegar a cotas altas y urbanizaciones vecinas. Es un complejo sistema de sendas único en el sureste, también apreciable en Santa Paula o Santa Sofía (ambas diseñadas por Ron Pedrique), que permite hacer trekking entre urbanizaciones. En el fondo, podemos afirmar que las urbanizaciones están inmersas en una red peatonal, de distinta escala, forma y tipo, que pocos conocen y que han permanecido en el olvido. Un sistema de áreas verdes que aún esperan por ser recuperados, cuidados y mantenidos bajo una adecuada política que administre los parques vecinales para el disfrute de sus habitantes.

La actividad deportiva también tiene cabida en San Luis, donde se ubica el Polideportivo Jesús “Chucho” Ramos (1918-1977), sede de la liga con el mismo nombre, perteneciente a los Criollitos de Venezuela, en homenaje al célebre pelotero venezolano que se desempeñó como outfielder y primera base con los Rojos de Cincinnati, siendo uno de los primeros jugadores venezolanos en la historia en llegar a las grandes ligas norteamericanas.

6. El escultor italiano Aldo D’Adamo (1928-1990) y dos de sus obras ubicadas en la urbanización San Luis. Izquierda: «El amor verde» (1967). Derecha: «San Luis Rey de Francia» (1968).

Sin embargo, lo más representativo de San Luis es la valiosa escultura ecuestre donde se aprecia a un caballero vestido de armadura blandiendo una lanza ubicada en la redoma de acceso a la urbanización: el Monumento a Luis IX, “San Luis Rey de Francia” (1968).

Su autor es el escultor italiano Aldo D’Adamo (Ortona, 1928 – Ortona, 1990). D’Adamo, caracterizado por crear obras monumentales en bronce, se acerca al arte a mediados de la década de 1940, asistiendo a la escuela de Giuseppe Massari. Luego va a Turín y luego a Roma, donde abre un estudio en Plaza Barberini. En Roma asistió a los estudios de Emilio Greco, Pericle Fazzini y Renato Brozzi y expuso en varias «muestras colectivas», junto con Vespignoni, Guttuso, Mazzacurati, Monachesi y De Chirico. Sus obras en via Margutta, Piazza di Spagna y Vigna Clara despertaron inmediatamente un gran interés entre los conocedores y los críticos más atentos. Después de su rica experiencia en Roma, D’Adamo viene a Venezuela, donde, en Caracas, se le abrieron las puertas del Museo de Bellas Artes, bajo el patrocinio del Ministerio de Educación. En la capital venezolana es posible apreciar muchas de sus obras inmersas en espacios públicos: “El amor verde” (1967), ubicada en la redoma de la parte alta de San Luis que representa dos almas que se fusionan; “Don Bosco” (1969) en la Plaza San Juan Bosco de Altamira, y “La familia” en Santa Paula (1970), entre otras. El Monumento a “San Luis Rey de Francia” recientemente restaurado en 2022, fue declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural como Bien de Interés Cultural de la Nación, en julio de 2005. El solo hecho de haber incorporado una escultura de esta envergadura al ornato de la urbanización, habla de una conciencia de los promotores y arquitectos en el desarrollo de la ciudad que va más allá de una simple operación inmobiliaria.

7. El artista venezolano Carlos González Bogen (1920-1992) y dos de sus obras incorpordas a la arquitectura del Centro Comercial San Luis.

San Luis también posee otras dos importantes piezas de arte moderno cuyo autor es el pintor, escultor y muralista venezolano, nacido en Upata, Carlos González Bogen (1920-1992). Sobre la fachada sur del Centro Comercial podemos admirar un mural en relieve integrado a la arquitectura elaborado en mosaico blanco y piezas de concreto, que aborda la abstracción geométrica, mientras que una estructura tridimensional de planos plegados en hierro, desarrollada en la etapa de la abstracción constructivista, se puede apreciar como un elemento plástico útil para ocultar las maquinas del sistema de aire acondicionado del edificio. Ambas obras, a pesar de su importancia, están desatendidas y suelen pasar desapercibidas, incluso dentro de la propia comunidad de vecinos que allí hacen sus compras.

La importancia de estas obras radica en cierta medida, en que son representativas de dos vertientes de trabajo del mismo artista: el mural en relieve, y el trabajo escultórico abstracto de elementos arquitectónicos en hierro como rejas, puertas, portones y muros. Estas dos vertientes hicieron que Bogen se convirtiera entre los años 70 y 80 en el artista y colaborador predilecto de muchos arquitectos para darle una nueva dimensión estética a las áreas de servicio, las instalaciones mecánicas, accesos y halls de entrada de edificios públicos y privados. Una forma de intervención artística, que, por demás, todavía está muy presente en la arquitectura contemporánea de Caracas.

8. Tres obras de González Bogen en Caracas. Izquierda arriba: Puerta del edificio del Banco Central de Venezuela. Derecha arriba: Puerta del edificio Seguros Orinoco. Abajo: Planta baja del edificio BOD (antes Banco Consolidado), La Castellana.

Los mejores ejemplos de la obra de González Bogen son las Puertas del Banco Central de Venezuela, del Centro Profesional del Este, y del edificio de Seguros Orinoco, en Caracas. Por otro lado los murales de González Bogen forman parte de la modernidad caraqueña, y pueden ser apreciadas en el Congreso de la República; Edificio Industrial Laboratorios Ponce y Benzo en Santa Eduvigis; antiguo Banco Ítalo-Venezolano; antiguo Banco de los Trabajadores de Venezuela; Centro Profesional del Este; Ciudad Vacacional Los Caracas; Edificio Angloven; Edificio Centinela; Laguna Beach Club; Teatro del Este; Palacio de Justicia; y Edificio El Universal, entre otros.

9. Vista del Ávila desde la parte alta de la urbanización San Luis. Parque La Fila.

Con todos los atributos que hemos señalado, San Luis es una urbanización con un entorno natural privilegiado, que está a la espera de acciones de cariño, cuido, sentido común y valoración por parte de sus propios habitantes, usuarios, comerciantes y autoridades locales. Un recinto que como otros que forman parte de El Cafetal, está urgido de planes de mejoras y renovación bajo la mirada atenta de arquitectos y expertos, así como de campañas que fomenten su identidad y sentido de pertenencia.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Iván González Viso

  1. http://guiaccs.com/zona-8/

2. Google Earth

3. https://oscartenreiro.com/2013/12/28/una-pequena-historia-necesaria-ii/

4. Revista Integral, nº2, 1956 y Colección Crono Arquitectura Venezuela

5. Colección Iván González Viso y https://www.lavidadenos.com/volver-a-surtsey-a-ser-parte-de-su-fauna/

6. https://noivastesi.blogspot.com/2019/09/la-bagnante-1979-2019-lintensa-attivita.html y Colección Iván González Viso

7. https://patrimoniocuc.wordpress.com/tag/carlos-gonzalez-bogen/ y Colección Iván González Viso

8. http://vereda.ula.ve/wiki_artevenezolano/index.php/Gonz%C3%A1lez_Bogen,_Carlos y https://centroculturalconsolidado.org/arquitectura-y-arte/

9. https://www.lavidadenos.com/volver-a-surtsey-a-ser-parte-de-su-fauna/