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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 67

La noción de umbráculo, tal vez poco conocida y aún menos utilizada (o usada sin saberlo) entre nuestros arquitectos, ofrece la oportunidad de adentrarnos en una serie de aspectos en torno a los cuales gira nuestra la postal del día de hoy.
Para empezar, no está de más señalar que la palabra “umbráculo” proviene del latín umbraculum y que ya muestra en su raíz (umbra) su vinculación con ese elemento fundamental a ser considerado en el diseño de espacios en el trópico como lo es la sombra. Lugar de sombra, espacio sombreado o como sintetiza el Diccionario de la Real Academia Española: “Sitio cubierto de ramaje o de otra cosa que da paso al aire, para resguardar las plantas de la fuerza del sol”, son sus principales acepciones.
De su definición más amplia asomada por el DRAE son cuatro los puntos a destacar: uno, la presencia de una cubierta que lo protege; dos, la importancia de dar paso al aire y también al agua, es decir de considerar como prioritario la buena ventilación sin importar que lo techado se moje; tres, la condición material de lo que sombrea (ramajes, madera u otras cosas); y cuatro, su carácter de elemento pensado para proteger (en principio plantas) del sol inclemente. Enramada, sombrajo, cobertizo o pérgola son algunos de los sinónimos que no llegan ni por asomo a alcanzar el sugestivo acento de la palabra original.
Tampoco está de más el advertir algunas diferencias con otro término vinculado a la preservación de plantas: invernadero, el cual aunque también se caracteriza por su utilización en el control ambiental lo hace, por lo general, incorporando medios artificiales y una mayor dosis de tecnología. Si el umbráculo está más ligado al verano el invernadero (como su raíz delata) lo está al invierno. Si el segundo en buena parte nos es ajeno el primero nos es muy afín.
De aquí que, cuando Roberto Burle Marx (1909-1994) y sus colaboradores (Fernando Tábora, John Godfrey Stoddart, Julio César Pessolani y Mauricio Monte) enfrentan el diseño y construcción del Parque de Este en Caracas entre 1959 y 1961 (claramente explicado en el libro Dos parque. Un equipo -2007- de Fernando Tábora), no duden en incorporar la presencia de un espacio de gran escala, visitable, en el que resguardar de la incidencia directa del sol una importante cantidad de especies y lo identifiquen como “El Umbráculo”.
Este atractivo lugar, no construido y cuya localización dentro del Plan Maestro del Parque nos ha sido difícil precisar con exactitud pese a que según Tábora “existe hasta hoy el área reservada”, pertenece a lo que los proyectistas denominaron “el tercer espacio”: “aquel que circundaba el área de bosque y en el cual se desarrollarían las actividades recreacionales más complejas. En ellos se incluirían aspectos contemplativos, los juegos infantiles, los espacios para picnic y las mayores oportunidades para la observación del paisaje y el ejercicio, libre del aspecto formal de canchas deportivas y en contacto con la naturaleza. En este espacio se ubicarían también algunos elementos que cubrirían los objetivos didácticos que se proponían para el Parque, tales como el Planetarium (…), el jardín xerofítico y el umbráculo… Dentro e este espacio se ubicarían los dos lagos más importantes, al norte el de las colecciones de plantas acuáticas y al sur el recreativo destinado a los paseos en embarcaciones ligeras”.
Quizás convenga recordar que, excluyendo el área de acceso, el primer espacio “estaba destinado a establecer la relación del Parque con sus linderos” buscándose, conceptualmente, “integrar visualmente, por todos los medios posibles, el área al gran paisaje que constituyen el Ávila y las serranías del sur del valle de Caracas” albergando, escondidos con medios naturales, “los elementos que impactaban negativamente las visuales de los usuarios” que no son otra cosa que los servicios de apoyo. El segundo “correspondió al desarrollo de las actividades deportivas formales pero sin el establecimiento de canchas, para lo cual eran necesarias extensas áreas de grama, planas y rodeadas de vegetación”. Y al tercero ya descrito se suma el cuarto que corresponde «a la zona del bosque, principalmente de bucares (Erythrina poeppigiana) que en un tiempo pasado sombrearon la plantación de café de la Hacienda San José” conformada por áreas de interés didáctico tales como las “colecciones de plantas y las instalaciones para las exhibiciones de fauna”. Los cuatro espacios están bordeados y se interconectan mediante un estudiado sistema de circulación de peatones y vehículos que facilita la contemplación, el mantenimiento y la vigilancia del Parque.
Según la imagen que hemos extraído del libro ya mencionado (un dibujo en perspectiva realizado en tinta sobre papel blanco) y que preside nuestra postal de hoy, “El Umbráculo” se trata de un lugar diseñado siguiendo buena parte de los patrones que caracterizan el Sector «Los Patios» (ubicado al norte del Parque y al este de la entrada principal). El tratamiento dado a los pisos y la presencia de muros envolventes y de separación con diferentes texturas, elementos todos que acompañan a la vegetación objeto de protección, nos hacen pensar que podría tratarse, incluso, de un patio cubierto, concepto que aunque encierra cierta contradicción bien podría caber perfectamente dentro de la manera como fueron concebidos estos apacibles espacios en el Sector mencionado. Por otra parte, la fuerza y protagonismo que adquiere el ligero techo prefigurado evoca el ambiente sombreado producido por las copas de los árboles de una selva tropical.

1. Umbráculo del parque de la Ciutadella, Barcelona. Josep Fontseré, 1883

Sin poder comprobarlo, no quisiéramos dejar de mencionar un claro referente que pudo haber influido en la visión que tuvo el equipo de arquitectos del Parque del Este a la hora de vislumbrar el espacio que nos ocupa: el umbráculo del Parque de la Ciudadela (Josep Fontseré, 1883), en Barcelona. Lugar mágico, diseñado, ciertamente, para un clima más bien templado que lo obliga a encerrarse, pero que genera toda una serie de sensaciones  hermanadas, sin duda, con la comprensión del medio ambiente que algunos de nuestros arquitectos de la modernidad han sabido manejar de forma magistral y que ilustra la noción de espacio intermedio: aquel que trasciende su función de filtro climático para constituirse, como diría Glenda Kapstein, “en elemento significativo para una arquitectura determinada, para un determinado lugar.”

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Tábora F. Dos parques. Un equipo, 2007

1. http://fotosdebarcelona.com/historiagrafica/picture.php?/698

1984• Izcaragua Country Club

Izcaragua Country Club.jpg

1984•  Se concluye la construcción y el paisajismo del Izcaragua Country Club, ubicado en el Km. 18 de la Autopista Petare – Guarenas, estado Miranda, cuya organización y edificación fue promovida desde el año 1979 por los señores Tulio Pérez Planchart, Martín Feo, Francisco Sucre y Miguel Vegas S., de acuerdo a un Plan Maestro de Desarrollo elaborado por la firma Zubizarreta-Montemayor Consultores Asociados, integrada por los arquitectos Ignacio Zubizarreta (FAU UCV, revalida promoción 9 / 1959) y Felipe Montemayor (1937-2015) (FAU UCV, promoción 11A / 1961).
Dicho Plan Maestro se realizó entre los años 1982 y 1983 para las 200 hectáreas de la Hacienda Izcaragua, incluyendo la Casa Club como parte de los 10.000 m2 de construcción contemplados y un campo de golf de 18 hoyos.
La Hacienda Izcaragua data de 1715. Fue establecida como plantación de la Compañía Guipuzcoana cerca del año 1828 sembrándose, en diferentes momentos, uvas, tabaco y caña, para luego ser dedicada a la producción de café, el cual se exportaba a España.
La Casa de Hacienda, que había sido remodelada la primera vez en 1831, se le dio para su recuperación y transformación en la Casa Club al arquitecto e historiador Graziano Gasparini (1925) (FAU UCV, promoción 13C / 1965), respetado y reconocido restaurador de la arquitectura colonial. El proyecto alcanzó un área de 3.470 m2, si tomamos en consideración las áreas techadas, patios y anexos.
Los terrenos del Club tienen como límite natural al norte la Cordillera de la Costa, razón por la cual estos se caracterizan por tener abundante y rica vegetación, muchos riachuelos y agua, así como venados, babas, garzas, culebras y perros de agua.
En este magnífico escenario el arquitecto Joseph (Joe) Lee (1921-2002), quien diseñó más de 50 campos, proyectó el de Izcaragua: 18 hoyos, 13 de los cuales tienen agua, lo cual lo hace difícil y exigente, habiendo sido escenario de competencias y campeonatos nacionales e internacionales. Los campos están rodeados, al igual que otras áreas verdes del paisajismo realizado por el arquitecto brasileño Roberto Burle-Marx (1909-1994).
El club cuenta con dos piscinas, restaurante, cafetines, terrazas, salas de juego, vestuarios y demás facilidades.

HVH

1957• Quinta Caurimare

 

Casa Inocente Palacios.jpg

1957•  El arquitecto italiano Antonio Lombardini proyecta para el empresario Inocente Palacio la Urbanización Colinas de Bello Monte y su casa, la Qta. Caurimare, ubicada en la Calle Caroni, de la misma urbanización. Los jardines fueron diseñados por el paisajista brasileño Roberto Burle-Marx quien utilizó para ello una yuxtaposición de cuadrados de grama de diferentes colores.
La casa fue demolida en el año 1980.

HVH

1961• Se inaugura el Parque del Este

Se inaugura el Parque del Este.jpg

1961•  El día 19 de enero el Presidente de la República, Rómulo Betancourt, inaugura el Parque del Este, ubicado en terrenos de la antigua hacienda San José, diseñado por los arquitectos paisajistas Roberto Burle-Marx, brasileño, y los venezolanos Fernando Tábora (nacido en Chile) y John Stoddart (nacido Inglaterra). El Parque de 82 hectáreas de superficie fue proyectado para recibir 6.000 visitantes mensuales y ya en el año 2008 recibía 270.00 mensuales. En el momento de su inauguración fue llamado Parque Rómulo Gallegos. En 1963 se le cambió de nombre llamándolo Parque Rómulo Betancourt como homenaje póstumo, colocándose un medallón escultura alegórico de la artista venezolana Marisol Escobar, hoy desaparecido. Finalmente, en el año 2002 se le da el nombre actual: Parque Generalísimo Francisco de Miranda, en honor al prócer nacional.

HVH

1959• Se inaugura el Hipódromo Nacional La Rinconada

Se inaugura el Hipódromo La Rinconada.jpg

1959  El 5 de julio de 1959 se inaugura el Hipódromo Nacional La Rinconada proyectado por Arthur Frohelich, dueño de una firma de arquitectura radicada en Beverly Hills, especializada en el diseño de hipódromos, y con paisajismo del brasileño Roberto Burle-Marx.

HVH