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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 352

Cuando Hannia Gómez en “Cada forma tiene su propio significado”, texto dedicado a comentar el Hipódromo Nacional La Rinconada de Arthur B. Froehlich (1909-1985) en Our Architects. Arquitectura norteamericana en Caracas 1925-1975, catálogo de la exposición del mismo nombre montada en 2017 en los espacios de la Sala TAC, expresa sobre el complejo que se trata de “una monumental ciudad hípica que, por sus dimensiones, su despliegue formal, espacial e incluso artístico, no puede hacernos evitar la comparación (guardando las distancias) con la Ciudad Universitaria de Caracas (1954), su referente inmediato en la ciudad”, creemos que está totalmente en lo cierto.

También tiene razón cuando señala el orgullo que muestra Froehlich a través de las fotografías publicadas en la revista LIFE tomadas por Frank Scherschel que recogen la jornada inaugural de carreras de caballos y puesta en funcionamiento el 5 de julio de 1959. Y no es para menos. El Hipódromo La Rinconada se trata de la obra más acabada del arquitecto californiano, todo un especialista en el tema, el más importante de América Latina en aquel momento y una pieza emblemática a nivel mundial y, además, el punto culminante en la evolución de la historia de la hípica nacional en lo que a instalaciones se refiere.

1. Detalle del Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas de 1889 de Vicente Mestre donde se puede visualizar arriba a la derecha en el sector de Sarría cerca de la Quebrada Honda la ubicación del hipódromo construido por los generales Julio Sarría y Mario Gallegos.

Empezando por lo último, tratando de elaborar de manera sintética una cronología de lo que ha sido el surgir de la afición por la hípica y las instalaciones que precedieron a la que hoy nos ocupa, tenemos que los estudiosos del tema fijan en la segunda mitad del siglo XIX (el año 1851 para más precisión, bajo la presidencia de José Gregorio Monagas) el momento en que se da la primera iniciativa de constitución del Jockey Club de Venezuela como empresa (presidida por Don Alfonso Andral) y con ello se inician las gestiones para la realización de un hipódromo en la Sabana de Ñarauli, parroquia San José (actual municipio Libertador) en terrenos donde luego se construiría la iglesia parroquial. El proyecto del hipódromo no se concluyó muy probablemente debido a las condiciones económicas y sociales que atravesaba Venezuela, y con ello desaparecería el recién nacido Jockey Club de Venezuela.

Por otro lado, las primeras carreras de caballos como espectáculo organizado en el país tienen su antecedente más documentado ubicándose en el estado Bolívar y será allí donde en el último cuarto del siglo XIX, según el portal https://hipismo.net se construirá el que es considerado como “el primer hipódromo venezolano que llevó por nombre El Callao … gracias a la iniciativa de Antonio Liccioni, magnate de las minas de oro…”.

Dos años más tarde, en 1878, se retoma el interés por dotar de una instalación donde se puedan realizar jornadas hípicas en la capital venezolana cuando la municipalidad caraqueña y los generales Julio Sarría y Mario Gallegos firman un contrato de arrendamiento a objeto de construir un hipódromo en un terreno denominado La Consolación, ubicado en Sarría, y que en el Plano de Caracas de 1889 de Vicente Mestre se puede visualizar. Su forma rectangular alargada hace presumir que las carreras se disputaban en línea recta.

2. Arturo Michelena. Izquierda: Hipódromo de Sabana Grande (c.1896). Derecha: Boceto para el Gran Premio Miranda. Hipódromo
de Sabana Grande (1896).

Para 1893, un nuevo y sólido emprendimiento tendrá lugar cuando otro de los primeros promotores del espectáculo hípico en Caracas, Don Mathieu Valery, de mutuo acuerdo con la municipalidad capitalina, decide encargar el proyecto para la construcción de un hipódromo con todas las reglamentaciones internacionales que estaría ubicado en el sector Las Delicias de Sabana Grande y que sería inaugurado el 1 de marzo de 1896. Así mismo, Valery como principal accionista junto a Alberto Smith, Carlos Zuloaga, Federico Alcalá, Juan José Michelena, Edgar Ganteaume, Juan G. Delfino y Francisco Becerra registrarán la empresa denominada Jockey Club de Venezuela el 10 de agosto de 1895, cuya junta directiva quedaría integrada por Alberto Smith como presidente y Gustavo J Sanabria como vice-presidente, y tendría entre sus principales objetivos asumir el tutelaje del hipódromo.

El hipódromo de Sabana Grande que tenía una pista ovalada de 1.250 metros de largo, y fue considerado el primer hipódromo organizado de manera formal en Venezuela, cerró sus puertas el 25 de marzo de 1900 tras solo cuatro años de funcionamiento.

Será en 1908 cuando, gracias a la insistencia de Gustavo J. Sanabria para entonces Gobernador Político y Militar del Distrito Federal y presidente del Jockey Club de Venezuela (acompañado, entre otros, de José Gil Fortoul, Manuel V. Lander Gallegos, Celestino Martínez, Eduardo Sucre, Félix Galavís y Manuel Corao), y luego de haber adquirido un año antes 10 hectáreas en la naciente urbanización El Paraíso, abra sus puertas el muy conocido Hipódromo El Paraíso.

3. El Hipódromo de El Paraíso y su entorno (c.1920).
4. El Hipódromo de El Paraíso en tardes de carreras y vista de las tribunas principales.

Esta instalación que tendría inicialmente una pista de 1.100 metros de longitud (que en 1.932 se extendió a 1.450 metros y posteriormente se incrementó a 1.600 metros), se construiría según trazado del reconocido Eduardo Calcaño y su arquitecto E.E. Venter (quien también fue el mismo autor del Hipódromo de Sabana Grande), reutilizando las graderías del desmantelado Hipódromo de Sabana Grande, las columnas rescatadas como chatarra del Mercado de San Jacinto y rejas de hierro especialmente fabricadas por la Escuela de Artes y Oficios de Caracas.

Fueron diversas las vicisitudes que atravesó el Hipódromo de El Paraíso durante su existencia. Ya en 1910 la crisis que atraviesa el Jockey Club lleva a su junta directiva (presidida aún por Gustavo J. Sanabria) a tomar la decisión de entregar todos los bienes, terrenos, tribuna y el resto de instalaciones que conformaban el hipódromo al Gobierno Nacional para que a través del Ministerio de Fomento fuese el promotor y único administrador de la propiedad. Es a partir de esa fecha que se le dio el nombre de “Hipódromo Nacional”.

Entre 1911 y 1931 continúan las dificultades financieras que conducen a cierres periódicos de la actividad siendo el más significativo el que se da entre 1928 y 1932, año este último en el que, con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Cría y gracias al incremento del presupuesto nacional por concepto de ingresos petroleros, se amplía la pista y se produce una importante remodelación de las instalaciones.

5. Hipódromo de Angostura, Ciudad Bolívar (izquierda) e Hipódromo de La Limpia, Maracaibo (derecha).

Funcionando a la par del hipódromo de El Paraíso en 1933 se inauguraría el Hipódromo de Angostura en Ciudad Bolívar y en 1948 se ocurriría otro tanto con el Hipódromo de La Limpia en Maracaibo.

Con sus altos y sus bajos, el óvalo de El Paraíso mantuvo sus actividades hasta 1959. Sin embargo, ya en 1952 se empiezan a gestar los primeros planes para la construcción de un nuevo hipódromo para la ciudad de Caracas ya que las vetustas instalaciones de El Paraíso habían sido rebasadas en su capacidad.

6. Hipódromo Nacional La Rinconada. Arriba izquierda: Plano de conjunto. Arriba derecha: Planta baja del área de acceso y de las tribunas. Abajo: Fachada exterior.
7. Hipódromo Nacional La Rinconada. Vista general desde el sureste en fechas cercanas a su inauguración.
8. Arthur Froehlich posando lleno de satisfacción para la revista LIFE el 5 de julio de 1959, fecha de inauguración del Hipódromo La Rinconada.

Será definitivamente en 1953 cuando el Estado venezolano comprará por un monto de 213 millones de bolívares los terrenos que antiguamente ocupó el Haras la Rinconada, hacienda ubicada en las afueras de la ciudad que contaba con todas las condiciones para emprender un gran complejo deportivo dedicado al hipismo. Para la realización del proyecto, como ya adelantamos, se contrató la firma del arquitecto estadounidense Arthur Froehlich quien trabajó en conjunto con los ingenieros Tung Yen Lin y Henry Layne, que serían los encargados de llevar a cabo los cálculos estructurales de las diferentes edificaciones que conforman el complejo. Adicionalmente se contactó al brasileño Roberto Burle Marx para el diseño del paisajismo quien para entonces ya trabajaba con Fernando Tábora y John Stoddart. El artista italiano Giuseppe Pizzo sería el realizador de los murales que se ubicarían a lo largo de los diferentes espacios públicos de la edificación.

De acuerdo a lo reseñado en https://www.instagram.com/p/CCUSQHspo4x/, “El recinto fue diseñado con un óvalo de 1.600 metros con dos salidas de ángulos opuestos, al sur del óvalo se ubicaron las tres tribunas con capacidades de 8.000, 1.500 y 3.000 espectadores, juntas totalizan una capacidad de 12.500 personas.

9. Tres vistas exteriores del sector de tribunas.
10. La revista LIFE llevó a cabo un registro permanente del avance de las obras del hipódromo y del momento en que abrió sus puertas

Las instalaciones del Hipódromo la Rinconada incluyeron amplias áreas de esparcimiento como bares, restaurantes, tiendas y el lujoso Jockey Club, así mismo sus espacios contaban con todas las comodidades para quienes practicaban el hipismo, de esta forma se incluyó un hospital veterinario, caballerizas, pista de entrenamiento, áreas de paddock cubierto y descubierto entre otras cosas. Al momento de su inauguración su impacto arquitectónico y sus avances estructurales fueron de tal magnitud que influyeron en el diseño de otros hipódromos como el de Longchamps en Francia y Belmont Park en Estados Unidos”.

La inversión total de la obra, ejecutada entre 1954 y 1959 (con una interrupción el año 1958), fue estimada en 28 millones de dólares, reflejo de los billones que se inyectaron a la economía venezolana entre los años 1948 al 53, derivados del negocio petrolero. Sería iniciada por la dictadura perezjimenista e inaugurada a inicios del período presidencial de Rómulo Betancourt el 5 de julio de 1959.

Como dato adicional se sabe que la constructora de la obra fue C.A. Venfroca correspondiéndole a Fibrocemento realizar las impactantes cubiertas lobuladas pretensadas en voladizo de sus tres tribunas (diseñadas por Tung Yen Lin) de donde cuelgan las cabinas esféricas para transmisión de TV y radio.

11. Panorámica general del Hipódromo Nacional La Rinconada y su entorno.

De la página https://www.ccscity450.com rescatamos lo siguiente: “Si bien las carreras de caballos y las apuestas dominicales fueron parte de la cultura del caraqueño por décadas, también es verdad que (el hipódromo) fue abandonado como uso masivo y hasta sirvió durante años como refugio para víctimas de desastres naturales.(…) Las instalaciones se vieron afectadas por usos que degradaron su prestancia y sin embargo hoy, sobrevive incólume en medio de un aire de ruina moderna. (…) Al contexto inmediato se sumaron el Poliedro de Caracas, el Museo Alejandro Otero, la estación de trenes, un Estadio de béisbol y una extensa área de viviendas informales”.

En el año 2009 el Hipódromo la Rinconada fue declarado Monumento Nacional por el Instituto de Patrimonio Cultural y el año 2014 la empresa Aliva Stump, C.A. concluyó un importante trabajo de remodelación.

12. Escalera del Jockey Club de Venezuela publicada en Our Architects. Arquitectura norteamericana en Caracas 1925-1975, catálogo de la exposición del mismo nombre montada en 2017 en los espacios de la Sala TAC, Las Mercedes.

Cerraremos, tal y como empezamos, con una cita de Hannia Gómez que resume muy bien el alcance y trascendencia que tiene esta grandiosa obra: “Con sus volados supersónicos, sus rampas aerodinámicas, sus murales futuristas de caballos al galope, sus luminarias interestelares, sus concretos coloreados, sus bóvedas y sus cubiertas orladas y la extraordinaria escalera helicoidal del Jockey Club, suspendida de guayas de acero sobre una fuente color acqua, en La Rinconada, cada forma tiene su propio significado para la modernidad”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 3. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

  1. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-en-tiempos-de-castro/

2. https://contexturas.org/modernidad-al-sur/

4. https://www.facebook.com/groups/586879391415561/posts/3016936671743142/

5. https://hipismo.net/2009/06/09/historia-del-hipismo-en-venezuela/ y https://www.pinterest.com/pin/384917099382186912/

6. https://www.ccscity450.com/obra/hipodromo-la-rinconada/

7. https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/a.1955581641323838/2636905226524806/?type=3

8. http://ww7.venezuelapasionhipica.com/?p=13427

9. http://guiaccs.com/obras/hipodromo-la-rinconada/ y http://ww7.venezuelapasionhipica.com/?p=13427

10. http://ww7.venezuelapasionhipica.com/?p=13427 y https://twitter.com/ARodriguezVera/status/920898493790801920

11. http://guiaccs.com/obras/hipodromo-la-rinconada/

12. Our Architects. Arquitectura norteamericana en Caracas 1925-1975, catálogo de la exposición del mismo nombre montada en 2017 en los espacios de la Sala TAC, Las Mercedes.

HOTELES NACIONALES

1. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso. Vista desde la terraza

Pabellón del Hipódromo de El Paraíso

Sin ser propiamente una edificación hotelera, Ciro Caraballo en Hotelería y turismo en la Venezuela gomecista (1993) ubica la construcción en 1931 del Pabellón Social del Hipódromo Nacional de El Paraíso como un uso complementario que formó parte de la política oficial del régimen por promover el turismo, que tuvo su etapa de mayor esplendor al momento en que León Becker, anfitrión de origen alsaciano que arriba a Venezuela “posiblemente en la primera posguerra”, asume el manejo coordinado de las principales instalaciones que conformaban entonces la red de “Hoteles Nacionales”: el Miramar de Macuto y el Jardín de Maracay de las cuales fue sucesivamente su “Director Administrador”.

Caracas desplazada durante el gomecismo por Maracay como centro de poder y de las atenciones gubernamentales, siempre se vio en la necesidad de contar con un hotel de primera categoría lo cual, como señala Caraballo, no dejó de estar “presente en la mente de las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y, a partir de 1930, en boca de los funcionarios relacionados con el Despacho de Turismo”. Dicha inquietud, que no era compartida por el Benemérito y en parte se vio minimizada por las inversiones hechas en el ramo de la hotelería caraqueña por el sector privado, orientó la mirada de los promotores turísticos oficiales hacia el único lugar de la capital donde Gómez se sentía como en su casa: el Hipódromo Nacional de El Paraíso.

2. Las tribunas del Jockey Club en el Hipódromo de Sabana Grande ubicado en Las Delicias (1896)

Quizás sea bueno recordar que la afición hípica tuvo su primera manifestación a nivel nacional con la construcción de una pista para las carreras de caballos en el sector Las Delicias de Sabana Grande, inaugurada el 1 de marzo de 1896. Tal y como se recoge en la página http://www.anecdotashipicas.net/TrabajosEspeciales/SabanaGrande_CunaDelHipismo.htm: “Desde el año de 1893, comienza a publicarse en la prensa de la época, principalmente en el  diario El Tiempo, una serie de avisos pagados por Mathieu Valery, donde se informa el proyecto de constituir el Jockey Club de Venezuela, a semejanza de Jockey Club  de  París, con la finalidad de construir un hipódromo en Caracas, pero sin indicar su ubicación”. Así, el Jockey Club de Venezuela, legalizado formalmente el 10 de agosto de 1895, fue la entidad que se encargó de impulsar y financiar la construcción del Hipódromo de Sabana Grande fijando allí su sede. Para su realización “…se contrataron los servicios del arquitecto Venter; se instaló la lujosa tribuna inglesa para albergar a los miembros del Jockey Club e invitados especiales; y Arturo Michelena, quien en sus tiempos en Francia fue asiduo visitante del Hipódromo de Longchamps, fungió de asesor en lo que respecta a la ornamentación de los alrededores del hipódromo”.

El crecimiento urbano de Caracas hacia el este llevó a pensar en la conveniencia de construir un nuevo hipódromo. Para ello en 1907 el Jockey Club procedió a adquirir 10 hectáreas a los hermanos García Prim en la naciente y aristocrática urbanización de El Paraíso, lo cual condujo a la inauguración de la nueva instalación el 15 de febrero de 1908 participando en el acto Gustavo J. Sanabria, Gobernador Político y Militar del Distrito Federal y Presidente del Jockey Club de Venezuela, conjuntamente con José Gil Fortoul, Manuel V. Lander Gallegos, Celestino Martínez, Eduardo Sucre, Félix Galavís y Manuel Corao, miembros de esta agrupación hípica nacional.
En la construcción inicial se utilizaron las gradería del desmantelado Hipódromo de Las Delicias, las columnas rescatadas como chatarra del Mercado de San Jacinto y rejas de hierro especialmente fabricadas por la Escuela de Artes y Oficios de Caracas.

3. Vista parciales del Hipódromo de El Paraíso. después de la remodelación de 1931. Arriba: la tribuna del Hipódromo de Sabana Grande reutilizada
4. Izquierda: Monumento a Carabobo mejor conocido como la “India del Paraíso”, Eloy Palacios, 1911. Derecha: Plaza Petión, El Paraíso ubicada al lado del Hipódromo y frente al Instituto Pedagógico y a la India. Desapareció a raíz de la construcción del distribuidor La Araña.

Gómez, quien había respaldado el traslado del coso hípico, lo convierte en un importante foco de la intervención estatal: en 1911 se inaugura frente a dichas instalaciones el Monumento a Carabobo mejor conocido como la “India del Paraíso” (originalmente destinada para ubicarse en la Sabana de Carabobo para conmemorar los 90 años de la batalla) y, más adelante, la Plaza Alejandro Petión. Como señala Caraballo, “no sólo servía el centro hípico para las actividades de carreras, en su amplio óvalo central también tenían lugar importantes espectáculos de carácter masivo, desde el aterrizaje de aviones, hasta las marchas del ejército a caballo, en las fiestas patrióticas”.

5. Vista panorámica del Hipódromo de El Paraíso.
6. Vista parcial del Hipódromo de El Paraíso en fechas próximas a su inauguración en 1911, donde se pueden apreciar las tribunas principales y la recta final de la pista.

En 1931 mediante Decreto Presidencial, el Benemérito ordena la remodelación total del Hipódromo de El Paraíso la cual el estará a cargo del Ministerio de Obras Públicas (MOP). Caraballo apuntará: “Estas reformas incluyeron el mejoramiento de la pista, caballerizas, nuevas tribunas públicas y la presidencial, con un especial énfasis en el rescate de sus áreas circunvecinas. Las estructuras metálicas fueron encargadas a la firma de los ingenieros Ayala y Wallis. En los jardines se distribuyeron doce kioskos, destinados a la venta de boletos; sanitarios y grupos de música en la terraza de apostadores, nueva pavimentación y enrejados, hacían de marco a lo más novedoso del nuevo conjunto: ‘El Pabellón’, inmenso templete de ladrillo, concreto y techos metálicos, en moderno estilo Art-Deco, el cual serviría para las recepciones a cubierto, restaurant y ‘dancing’, contando a su vez con un bar abierto al exterior y una terraza para bailes y espectáculos. El tradicional lugar de carreras de caballos pasaba a convertirse así en el más importante conjunto recreativo de la Capital de la República”.

7. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso. Izquierda: Planta. Derecha arriba: vista interior del Gran Salón durante su construcción (1930). Derecha abajo: vista interior del Gran Salón una vez concluido en 1931
8. Pabellón del Hipódromo de El Paraíso visto desde la terraza

Diseñado por el arquitecto André Potel y elaborado en las oficinas de Edificaciones y Ornato del MOP, el “dancing”, como se le identificaba en los planos, tenía 2.200 m2 de área cubierta y, de acuerdo a la Memoria que presenta el citado Ministerio en 1932, “sus fundaciones fueron construidas considerando la posibilidad de ampliar con un segundo piso. Los techos de los corredores, del bar y de las dependencias de servicio se construyeron de platabandas; mientras que el salón central es de armadura metálica de una luz de 23,50 m por 23,50 m, cubierta de laminas de zinc; el cielo raso es de celotex y está colocado en forma de escalones y los interespacios sirven para ventilación y para alumbrado indirecto. La instalación eléctrica ha sido estudiada cuidadosamente; el salón principal con diversas luces de colores cambiantes y una cornisa luminosa de vidrios blancos opacos que la circundan”. Como datos adicionales cabe agregar que el salón tenía 8 metros de altura y que su estructura se apoyaba en doce pilares perimetrales lo cual liberaba el enorme espacio interior, único de tales dimensiones para la época. Rodeado por amplios corredores abiertos en tres de sus lados, que servían de espacio de interconexión con el exterior y áreas de expansión de la sala de fiestas, el del lado este del Pabellón se integraba con una terraza descubierta de 2.000 m2 aprovechable para grandes celebraciones. La zona norte estaba destinada a los servicios de apoyo.

La construcción se programó para ser concluida en 9 semanas y estuvo a cargo de Carlos Blaschitz & Cia, la más importante en el país para los años treinta.

A partir de su inauguración el 14 de noviembre de 1931 “el Pabellón fue adscrito al ‘Despacho de Turismo’ perteneciente al Ministerio de Salubridad, Agricultura y Cría, al tiempo que era entregado, para su administración y promoción, al Gerente de los Hoteles Nacionales: León Becker” que lo convertiría en una sala de festejos con capacidad para 1.200 personas o, en otros momentos, en un centro de diversiones, nos recordará Caraballo. “En el ramo turístico el Pabellón prestó servicio de apoyo a la red de Hoteles Nacionales, organizando desde allí excursiones, así como también sirviendo de centro para las reservaciones de habitaciones del Hotel Jardín y el Hotel Miramar”, habiendo servido eventualmente, también, para el alojamiento de turistas ante inconvenientes que se presentaban o como lugar de escala en largos traslados, sustituyendo, aunque sólo fuera parcialmente “al tan ansiado y nunca concretado, hotel de turismo de Caracas.”

9. El Pabellón del Hipódromo en la actualidad. Izquierda: Ubicación junto a la intimidante presencia del distribuidor La Araña. Derecha: Acceso principal hacia la avenida Páez.
10. El Pabellón del Hipódromo en la actualidad. Frente hacia la avenida Páez.

En 1959 tras la inauguración del Hipódromo Nacional de La Rinconada cesan las actividades del Hipódromo de El Paraíso y con él los bailes y festejos especiales que se realizaron durante casi 30 años en el Pabellón, destinándose sus instalaciones para que el Instituto Pedagógico Nacional pusiese a funcionar el Liceo Aplicación, centro educativo para el entrenamiento de los nuevos docentes. El otrora espacio lúdico se convertiría en la Biblioteca y Salón de actos del nuevo Instituto, “… el área que había funcionado como cocina era transformada en enfermería y el bar en sala de gimnasia, mientras que el resto del edificio, pobremente tabicado, serviría para alojar, de alguna manera, otras instalaciones del centro educativo.”

La construcción del Distribuidor “La Araña” a finales de la década de los sesenta le da la estocada final al lugar: obliga al traslado de “La India” a una redoma en la confluencia de las avenidas La Paz y Páez, se arrasa con el parque Petión y con el campo deportivo, y la ubicación de las columnas del mamotreto vial negaron su participación urbana obligando al Pabellón a resignarse a ser considerado un “anónimo galpón”.

11. «Intervención restaurativa» del antiguo Pabellón del Hipódromo integrado a la Unidad Educativa Nacional Edoardo Crema

En 1977 la Unidad Educativa Nacional Edoardo Crema, fundada en 1974 en Montalbán, ocupa las instalaciones de la antigua sede del liceo Aplicación y en 2009 lo que fue el Pabellón del antiguo Hipódromo del Paraíso sería sometido a una “Intervención restaurativa” a cargo del Ing. Alfonso C. Olivares Garcés (la cual puede ser consultada en https://arquetipos21.blogspot.com/2010/10/intervencion-restaurativa-en-el.html), que buscó rescatar la deteriorada estructura, para un mejor uso de la comunidad educativa. En 2019 el portal Caraota Digital publica “Edoardo Crema: zona de desastre que 500 alumnos llaman liceo”, reportaje que, para quien esté interesado, ofrece una semblanza de las condiciones en las que se encuentra la que fuera la resplandeciente instalación que en los años 30 del siglo XX sirviera de lugar de encuentro y distracción para la sociedad caraqueña.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 7 y 8. Ciro Caraballo, Hotelería y turismo en la Venezuela gomecista, 1993

2. https://www.facebook.com/CojoIlustrado/posts/433709090872235/

3, 5 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

4. https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/08/plazas-y-parques-de-la-vieja-caracas.html

9 izquierda. Google Earth

9 derecha. https://twitter.com/jldangeloduran/status/1012492665441701890

10 y 11. https://arquetipos21.blogspot.com/2010/10/intervencion-restaurativa-en-el.html

1921• Se construye el segundo Hipódromo de Maracay, estado Aragua

Segundo Hipódromo de Maracay

1921•  Por iniciativa del general Juan Vicente Gómez, gran aficionado al hipismo y del naciente Club Hípico, se construye el segundo Hipódromo de Maracay, estado Aragua, en terrenos ubicados a escasos 250 metros donde en 1933 se levantaría la Plaza de Toros (hoy conocida como Plaza de Toros Maestranza César Girón), diseñada por el maestro Carlos Raúl Villanueva.
Este nuevo hipódromo sustituyó al existente abierto 1913 y cerrado en 1921, fecha en la cual se abre el segundo. A diferencia del anterior la estructura del palco presidencial era de concreto armado y no de madera y estaba mejor colocado frente a la pista de carreras con completa visibilidad de ésta.
En 1966, durante la gestión del gobernador Ildegar Pérez Segnini, se construyó e inauguró el Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu en los terrenos que ocupó este mencionado hipódromo.

HVH

1913• Se construye e inaugura el primer Hipodódromo de Maracay

Hipódromo de Maracay

1913•  Por iniciativa del General Juan Vicente Gómez se construye e inaugura el primer Hipódromo de Maracay, ubicado en terrenos de la antigua Hacienda San Jacobo, al inicio de las Avenidas 19 de abril y Las Delicias, donde se construiría la Escuela Militar de la Aviación.
Esta pista de forma rectangular, punto de encuentro de los amantes del hipismo, que tuvo una pequeña tribuna para el Benemérito, su familia y pocos aficionados, funcionó hasta el año 1921, fecha en la cual cerró por haberse construido el segundo hipódromo de la capital aragüeña, ubicado a 250 metros de la Maestranza (sitio donde actualmente se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo).

HVH

1932• Remodelación del Hipódromo Nacional

Finalización de la restauración del Hipódromo Nacional.jpg

1932•  El general Juan Vicente Gómez, Presidente de la República, dispone el 10 de septiembre de 1931 la completa restauración del Hipódromo Nacional, ubicado en la urbanización El Paraíso.
A excepción de la tribuna antigua (proveniente del Hipodromo de Sabana Grande), todo fue demolido, rediseñado por el Ministerio de Obras Públicas y reconstruido. De las primeras obras construidas estuvieron dos tribunas especiales, una destinada al mandatario, conocida como el Pabellón Presidencial y la otra pública.
Ambas edificaciones tienen estructura metálica, comisionada y fabricada en nuestro país por la firma Ayala y Wallis, calculada y montada por el ingeniero José Antonio Ayala D.
La Tribuna o Pabellón Presidencial, tiene dos plantas, provista de sanitarios en el alto y cerrada su contorno por «cuerpos de vidrieras», abierta hacia la pista con espacio suficiente para varios espectadores. Su techo es de lámina metálica galvanizada.
Debajo de esta tribuna, una escalera con barandas permite llegar a la pista del hipódromo fácilmente, a la tribuna pública y al estacionamiento ubicado en el exterior de las instalaciones.
El proyecto de remodelación incluyó, además de la nueva tribuna pública, la reconstrucción de la tribuna antigua, de las caballerizas, un almacén de forraje, un depósito de agua, sanitarios, la tribuna para el juez de llegada y el comisario, reparaciones generales a las instalaciones sanitarias (acometida de aguas y disposición de aguas servidas) y se hizo un relleno general, buscando nivelar algunos puntos que se inundaban. El ingeniero responsable de los trabajos fue G. A. Salas.

HVH