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LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES FAU UCV

Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864

Izaskun Landa D.

Ediciones FAU UCV/Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico

2010

Con la publicación el año 2010 de Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864 de Izaskun Landa, investigación financiada por dos “Ayudas menores” otorgadas por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela, se logró concretar una nueva alianza ente dicha entidad y Ediciones FAU UCV como parte de la política de apoyo a la divulgación de la labor indagatoria llevada adelante por el cuerpo profesoral de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.

Incorporada a la Colección Estudios/Arquitectura y Urbanismo, el libro se sumaba a un grupo de trabajos editados como parte de la alianza ya mencionada, que se inició con la aparición de La tectónica en la obra de Carlos Raúl Villanueva. Aproximación en tres tiempos de Nancy Dembo (2006) y continuó con Venezuela y el problema de su identidad arquitectónica de Azier Calvo Albizu (2007), Los jardines de la Casa del Real Amparo de José Enrique Blondet (2009) y De Catedral a San Jacinto. Una sede para el mercado principal en la Caracas del siglo XIX de Mariana Iribarren (2010).

La palabra ejido, según el Diccionario de la Lengua Española, proviene del latín “*exītus, por exĭtus ‘salida’”, y se define como “campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras” y tiene por sinónimos “campo, campiña, pradera, campillo”. Por tanto, se trata de tierras que no han sido reservadas para asentamientos humanos, ni asignadas como parcelas siendo consideradas áreas comunes del vecindario de una población, utilizadas por la comunidad para actividades agrícolas y de pastoreo.

1. Los ejidos de Caracas en 1594, imagen incorporada al capítulo II del libro de Landa, donde la autora los ha resaltado sobre el plano levantado por Eduardo Röhl en 1918, aparecido en el libro Contribución al estudio de los planos de Caracas de Irma De Sola Ricardo (1967).

En ese contexto, Izaskun Landa dirige su investigación a evaluar el origen y transformación de las funciones específicas y generales de los ejidos de la ciudad de Caracas desde 1594, fecha en la que fueron señalados mediante decreto del Gobernador Don Diego de Osorio buscándose proveer a Santiago de León de reservas de tierras para bosques, aguas y pastos, bajo el entendido de que se trataba de terrenos comunales, inalienables e imprescriptibles, destinados para el crecimiento de la población y la expansión ordenada de la ciudad, hasta 1864 cuando se crea por parte de la Asamblea Constituyente de la Federación el Distrito Federal en la provincia de Caracas.

Landa acotará, a objeto de orientar la comprensión de su trabajo indagatorio, que “el cambio parcial de las funciones específicas de los ejidos … se inicia a finales del siglo XVI con su ocupación y cesión a privados”, práctica que se “legitima en 1825 y se consolida durante los gobiernos de la República de Venezuela”.

2. Plano de Caracas en 1578, mandado a levantar por el gobernador Juan de Pimentel, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

La investigadora justifica la escogencia de los ejidos como objeto de estudio basada en que su análisis “es fundamental para comprender el factor de la tierra urbana como uno de los componentes esenciales del proceso de urbanización”, factor que “ha sido prácticamente ignorado en la mayor parte de los estudios y análisis sobre el crecimiento urbano de las ciudades de Venezuela”.

Particularmente, en Caracas, “los ejidos fueron un factor esencial de la expansión urbana de la ciudad… entre 1594 y aproximadamente 1930”. De allí que el trabajo se encuentre básicamente acompañado por las imágenes intervenidas provenientes de planos que muestran cronológicamente el crecimiento de la ciudad. Ellos son los de 1578, 1772, 1801, 1810, 1843, 1852, 1865 y 1874.

3. Caracas en 1772. Exato mapa de la ciudad de Caracas levantado por Juan Vicente Bolívar, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

Tras aclarar que el estudio, pese a que la recopilación y análisis de la información existente apunta al examen de la normativa jurídica relativa al tema de los ejidos, ofrece un enfoque más orientado por la formación como arquitecto y urbanista de la autora, ésta precisa que la investigación ”se sustenta fundamentalmente en la consulta de fuentes primarias editadas, de fuentes secundarias, terciarias y en casos especiales en documentos inéditos”, por lo que “los alcances de este proyecto son de carácter limitado, ya que no incluyen la selección de documentación original no publicada y localizada en diversos archivos de la capital”.

Editado en un formato de 15.5 x 22.5 cm, el libro cuenta con 247 páginas, fue impreso en papel bond en los talleres de Venegraf C.A. y tuvo un tiraje de 500 ejemplares.

4. Plan de la Ville de Caracas elaborado por Francisco Depons en 1801, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

Como siempre suele ocurrir, el índice es la mejor guía para conocer los derroteros que siguió la investigación y la manera como fue estructurada. En tal sentido, cuenta con una esclarecedora “Introducción” para luego dividirse en dos grandes bloques: “Los ejidos de Caracas entre 1594 y 1830” y “Los ejidos de Caracas entre 1830 y 1864”, dejando claro la autora que para los períodos comprendidos entre 1810-1830 y 1857-1864 “se localizó escasa información de fuentes primarias editadas, debido a que estos lapsos coinciden con la Guerra de Independencia y la Guerra Federal”.

5. Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas de 1810, el cual, intervenido por Landa incorporando los límites impuestos por la ordenanza de 1820, aparece en el capítulo III del libro.

El primer bloque, a su vez, abarca tres capítulos, a saber: “Los ejidos en las indias” que comprende la “definición de los ejidos en Las Indias” y la “evolución de los ejidos en Las Indias”; “Los ejidos de Caracas durante el régimen colonial”; y “Los ejidos de Caracas entre 1810 y 1830”, es decir,  durante la fase independentista “en la cual el territorio pasa por fases alternativas de vida republicana y monárquica y en la cual se produjeron cambios relacionados con las tierras comunales y se sancionó una nueva normativa jurídica relacionada con los ejidos”.

6. Plano topográfico de la ciudad de Caracas de 1843 elaborado por Ángel Jesurún, incorporado al capítulo IV del libro de Landa.

El segundo bloque, está conformado también por tres capítulos, que engloban el análisis de los ejidos de Caracas durante diversas fases de la vida republicana. Así “Los ejidos de Caracas entre 1830 y 1847” se cubre el lapso en el cual “se estructuran las bases de la nación independiente y se modifican los atributos de las tierras ejidales”; en “Los ejidos de Caracas entre 1848 y 1857” se detectan “cambios en las actuaciones políticas y jurídicas sobre las tierras ejidales”; y en “Los ejidos de Caracas entre 1857 y 1864” se presenta “un momento de inestabilidad militar, política y de violencia social en el país que condujeron a la Guerra Federal”

El libro cierra con unas “Conclusiones provisionales” que estás seguidas de “Fuentes documentales”, “Fuentes hemerográficas”, “Bibliografía” y un “Glosario de términos”.

7. Plano Topográfico de la ciudad de Caracas e 1852 elaborado por Lino de Revenga y Gregorio Méndez, incorporado al capítulo V del libro de Landa.

Debatiéndose entre ser considerados como una simple fuente de recursos fiscales o como áreas de reserva para el crecimiento de la ciudad, los ejidos de Caracas durante el período estudiado, según Landa, “definidos en el sentido asignado por las Leyes de Indias, es decir, la banda de tierras colindante con la retícula urbana, cumplieron cabalmente la función primordial de ser reservas de tierras para la expansión urbana, a pesar de que una parte de esta banda fue ocupada a censo para actividades agrícolas y otra fue utilizada como tierra comunal como pasto del ganado”.

8. Plano de Caracas de 1865 publicado por la Imprenta de Federico Madriz, incorporado al capítulo VI del libro de Landa.

Por otro lado, Landa también concluye que mientras la introducción de la ideología liberal durante la vida republicana independiente privilegió desde el poder central el carácter rentista de las tierras públicas, en el ámbito del poder local “se mantuvieron formas comunales de propiedad y controles que lograron conservar una reserva de tierras”.

9. Plano Topográfico de la ciudad de Caracas de 1874 levantado por Felipe Tejera, incorporado al capítulo VI del libro de Landa.

Para finalizar recogemos lo siguiente como corolario del trabajo: “…el principal factor que produjo la extinción de los ejidos fue su desconocimiento. La mayor parte de las tierras ejidales señaladas por Osorio (en 1594) se perdió en los libros de los archivos de los distintos cabildos y concejos municipales que administraron las propiedades patrimoniales de la población y el municipio. Pudo haber sido la falta de diligencia, el encubrimiento de propiedades fraudulentas o la complejidad de indagar y rastrear los diversos títulos, pero lo cierto es que la mayor parte de las tierras concejiles permaneció incógnita y por lo tanto sus posibles beneficios para la ciudad desaparecieron. (…) Por este motivo, los principales procesos de expansión urbana de Caracas que se llevan a cabo durante las primeras décadas del siglo XX no se realizan sobre tierras ejidales sino sobre tierras de propiedad privada, a diferencia de otros centros urbanos latinoamericanos…”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Landa, Izaskun. Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864. Ediciones FAU UCV/Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico. 2010.

LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES FAU UCV

El comercio diario en la Caracas del siglo XVIII

Una aproximación a la historia urbana

Rosario Salazar Bravo

Ediciones FAU UCV/Fundación para la Cultura Urbana

2008

Con la publicación el año 2008 de El comercio diario en la Caracas del siglo XVIII. Una aproximación a la historia urbana escrito por Rosario Salazar Bravo se logró, por un lado, mantener en alto el objetivo trazado desde Ediciones FAU UCV de dar salida y visibilidad a producciones de excelencia reconocidas por sus evaluadores en el contexto académico y, por el otro, reforzar la alianza estratégica que para lograrlo se había concretado con la Fundación para la Cultura Urbana (FCU), dando continuidad al camino abierto con la salida de Un mundo de ciudades de Giorgio Piccinato en 2007.

1. Invitación preparada por la Fundación para la Cultura Urbana para el acto de presentación del libro.

El libro fue gestado en el Taller de Investigación dirigido por Juan José Martín Frechilla en el marco de la Maestría de Historia de la Arquitectura y el Urbanismo de la que Rosario Salazar egresa el año 2004, siendo justamente Martín Frechilla su tutor académico. Desde entonces se dio inicio entre tutor y tutelada una fructífera y colaborativa relación que se ha extendido hasta el presente, centrada en el interés por develar los resquicios que ofrece la reconstrucción de la memoria de la capital venezolana.

La investigación llevada a cabo por la autora, basada en fuentes documentales primarias no publicadas del Archivo Histórico del Concejo Municipal de Caracas y del Archivo General de la Nación, reconstruye la actividad comercial y los espacios necesarios para su desarrollo en la Caracas del siglo XVIII, constituyendo una trama de gente y lugares entre quienes venden y quienes compran, de transferencias, asunciones y cumplimientos de los dispositivos legales, cédulas y ordenanzas requeridos para normar el intercambio. Dicho en otras palabras, el estudio se adentra en nuestro pasado colonial para estudiar las relaciones comerciales constituidas en el momento y, a partir de ellas, los vínculos y panoramas sociales, culturales y políticos que fundaron los cimientos del imaginario urbano de hoy en día.

2. Índice de la obra.

Estructurado con base en una “Introducción” y siete grandes capítulos (“A la sombra de las luces. Los Borbones”; “Los Borbones en América. Santiago de León de Caracas”; “La Caracas del comercio diario. Elementos principales”; “Un elemento ineludible. Las disposiciones legales”; “Entre leyes y teorías. El espacio físico comercial”; “De la teoría a la práctica. Los usos del suelo”; y “El mercado diario en la Plaza Mayor. Corolario urbano de reformas borbónicas”), que se cierra con un “A modo de epílogo”, el libro ofrece desde el propio índice una clara orientación al lector acerca de la ruta seguida por la autora. La publicación cuenta, además, con una “Presentación” a cargo de la Fundación para la Cultura Urbana y un prólogo titulado “Reunidos por Caracas” redactado por Juan José Martín Frechilla. Cierra con un “Glosario de términos”, la “Bibliografía” y, como corolario, el “Levantamiento y reconstrucción gráfica: Plaza Mayor de Caracas”.

3. Páginas interiores del libro. La figura muestra la ubicación detallada de los puentes en Caracas utilizando como soporte el Plan de la Ciudad de Caracas, con división de sus barrios, Joseph Carlos de Agüero, 1775.

Como bien dirá Martín Frechilla en su texto: “estamos ante un libro de historia urbana que no aleja, por su rigurosidad y buena documentación en su origen, a los lectores curiosos e interesados en nuestro pasado colonial. Escrito con claridad y donosura desde el cariño por la ciudad, permite una aproximación a la vida de los caraqueños de entonces, a las dificultades y restricciones que debían superar en la compra del diario sustento”.

El texto, al que le correspondió el nº 69 de la “Colección numerada” de la FCU formateada en 14 x 23 cms, contó para el diseño de la carátula con el aporte del John Lange quien utilizó como imagen la correspondiente al plano de la “Plaza Mayor de Caracas, proyecto del Ingeniero Juan Gayangos, 1753”. La impresión de las 264 páginas con que cuenta fue realizada en el taller de Editorial Arte utilizando en su composición “tipos de la familia Bookman y Helvética” y “para la tripa se usó hansmatte 60 gramos”. El tiraje fue de mil ejemplares.

4. Páginas interiores del libro donde se muestra uno de los aportes sustantivos del trabajo de investigación: un plano de los Usos del Suelo en Caracas durante el siglo XVIII basado en dibujos, planos y bocetos, y el apoyo de actas y documentos consultados en el Archivo Histórico del Concejo Municipal de Caracas y el Archivo General de la Nación.

La autora, Rosario Salazar Bravo, profesor Titular de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo adscrita al Área de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura Carlos Raúl Villanueva, dentro de la línea de investigación que recoge El comercio diario en la Caracas del siglo XVIII, ya había publicado: Se acata y ¿se cumple? Teoría y práctica del urbanismo en la Caracas del siglo XVIII, 2002, 1er Premio Concurso Literario FUNDARTE 2002, Mención Ensayo Urbano; “La Jura de Carlos IV. Un escenario barroco para la Caracas del siglo XVIII”, Memoria del IV Encuentro Internacional sobre el Barroco, 2007; “Los arrabales. Aproximación al espacio periférico de Caracas en el siglo XVIII”, Argos, 2008; “Caracas, siglo XVIII: aciertos y desaciertos de la modernización borbónica”, Segundo Seminario Internacional. Historia, Ciudad y Arquitectura en América del siglo XVIII. Resignificación del territorio y la ciudad, 2008; “Santo y seña. El bautismo católico de Caracas a mediados del siglo XVIII”, IV Simposio Internacional de Estudios sobre América Colonial, 2008; y “Gobernadores ilustrados del siglo XVIII y la primera modernización urbana de Caracas”, Semana Internacional de Investigación, Facultad de Arquitectura y Urbanismo, UCV, 2008. Como colofón, en 2013 obtiene el Doctorado en Arquitectura con la tesis “Caracas 1753-1809. Morfología y funciones urbanas desde la cotidianidad”.

5. Páginas interiores del libro donde se muestra otro de los aportes sustantivos del trabajo de investigación: la reconstrucción gráfica (alzados) de la Plaza Mayor de Caracas, Siglo XVIII.

Claro exponente de lo que Arlette Farge ha denominado como “La atracción del archivo”, vínculo entre “quienes hacen de la investigación histórica una estimulante aventura intelectual”, de la que Mario Briceño Iragorry “dio ejemplo a las nuevas generaciones al publicar en 1946 Casa León y su tiempo, libro de imposible factura si el Archivo General de la Nación”, el trabajo de Salazar ofrece “dos aportes sustantivos al proponer -con dibujos, planos y bocetos, y el apoyo de actas y documentos- un plano de usos del suelo de Caracas y una reconstrucción de su Plaza Mayor al final del período colonial; resultados originales con los cuales concluye una acuciosa investigación histórica para dar fe de lo que en el futuro es capaz de urdir en sus nuevos proyectos”, afirmará Martín Frechilla en su prólogo “Reunidos por Caracas”.

6. Páginas interiores del libro donde se muestra otro de los aportes sustantivos del trabajo de investigación: la reconstrucción gráfica (vistas isométricas) de la Plaza Mayor de Caracas, Siglo XVIII.

Apelamos de nuevo a Martín Frechilla para cerrar señalando que “El comercio diario en la Caracas del siglo XVIII. Una aproximación a la historia urbana es un libro que reconstruye una parte del pasado colonial de la ciudad; pero también es un libro que permite tomar distancia para pensar, para reconocer en la Caracas actual, la urdimbre -término muy querido por la autora- física y social de su historia”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas menos la nº1. Rosario Salazar Bravo. El comercio diario en la Caracas del siglo XVIII. Una aproximación a la historia urbana, Ediciones FAU UCV/Fundación para la Cultura Urbana, 2008.

1. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES FAU UCV

Los tiempos del espacio

 Alberto Sato Kotani

Ediciones FAU UCV/Los Libros de El Nacional

2010

Los tiempos del espacio es la segunda publicación del sello Ediciones FAU UCV que vio luz como producto del convenio marco de Cooperación Interinstitucional firmado entre la C.A. Editora El Nacional y la Universidad Central de Venezuela. La primera había sido Altopía. Otros lugares de José Ignacio Vielma lanzada el año 2008 como parte de la Colección “Minerva” (Manuales universitarios).

Edición venezolana de Los tiempos del espacio (junio 2010)

Se realiza a partir de la revisión y puesta a tono con fines editoriales de la tesis con la que su autor, el arquitecto Alberto Sato Kotani (Universidad Nacional de La Plata, 1972 y reválida en la Universidad Central de Venezuela, 1980), obtuvo el título de doctor el año 2006 con Mención Honorífica. Fue incluida dentro de la Colección “Universitarios y Profesionales”, de Los Libros de El Nacional engrosando para entonces una lista de hasta 12 títulos bajo el formato de 15,5 x 21,5 cms. Contó con 238 páginas sin ilustraciones, tuvo un tiraje de 1.500 ejemplares y fue bautizado el 22 de junio de 2010 en las instalaciones del diario El Nacional ubicadas en Los Cortijos de Lourdes.

Es quizás el resumen de la tesis doctoral entregada por Sato en febrero de 2006 lo que mejor puede ubicarnos con respecto a la temática tratada, la forma cómo es abordada y la metodología utilizada. En aquel momento se precisaba: “La presente tesis aborda la hipótesis central de que la noción de Espacio es moderna, en tanto que objeto y propósito de la arquitectura moderna y forma parte sustantiva de los procesos de abstracción. (…) El trabajo pertenece al campo de la historia de la arquitectura y cubre los aspectos científico-filosóficos que proporcionan estatus conceptual al término a partir del pensamiento del llamado Siglo de Oro de la filosofía de la naturaleza; aspectos histórico-estéticos y artísticos donde se formula que la Arquitectura es el arte del Espacio; aspectos histórico-arquitectónicos, donde se registran textos de la vanguardia arquitectónica que ponen de manifiesto que dicha noción ha sido plenamente incorporada. Finalmente, se abordaron aspectos referidos a (la) construcción de la arquitectura moderna, donde subyace que la arquitectura es una disciplina del espacio”.

La tesis, estructurada con base en una Introducción y cinco capítulos, cerraría con unas extensas y muy bien clasificadas Fuentes Bibliográficas. Sin embargo, desde el momento en que fue presentada (2006) y luego entregada para ser revisada por el Comité Editorial de Ediciones FAU UCV (2009) que le daría el visto bueno para posteriormente ser enviada a la Editora El Nacional (2010) para ser publicada, su autor, consciente de que el destino sería ahora un lector no necesariamente especializado, toma varias decisiones que vale la pena subrayar.

El primer “retoque” que lleva a cabo Sato, no menor, es el correspondiente al título dado al libro (Los tiempos del espacio) que como tesis se había denominado “Espacio y modernidad”. El segundo consistió rehacer la Introducción y eliminar la explicación de aspectos de orden metodológico. Y el tercero lo llevó a aumentar el número de capítulos y, como detalle de gran importancia, a alterar el orden con que habían sido presentados como documento académico afinando su redacción. Lo que fue evaluado (tal y como dijimos) como un trabajo dividido en cinco partes, terminó convirtiéndose en un escrito de siete que adoptó decididamente la figura de un ensayo. Así, el que había sido presentado como Capítulo 3 de la tesis (Acción de las Vanguardias) se convierte en el 1 (Acción de la Vanguardia, en singular); el 4 (La construcción de la Historia de la Arquitectura Moderna) en el 2; el 5 (Abstracciones) en el tres; el 1 (La filosofía de la naturaleza allana el camino) en el 4; y el 2 (Ideas, conceptos y nociones de Espacio en la Arquitectura) en el 5. Los otros dos capítulos añadidos bajo el formato de libro serían: Primera convergencia: 1893 (Capítulo 6) y Paradigma (Capítulo 7).

Con la descripción de la operación llevada a cabo por Sato no se pretende, ni mucho menos, restarle valor al resultado sino más bien resaltar la validez de la labor de adaptación realizada a favor de hacer más digerible la compleja investigación original, de la cual logró despojarse de varios resabios propios de su origen, desarrollo y presentación como trabajo indagatorio de índole académica, sin dejar de mostrar claras señales de erudición. También asoma con ello, tras la utilización de un lenguaje sugerente y ameno, la posibilidad cierta de leer cada apartado del libro independientemente sin necesariamente seguir el orden establecido.

Como ampliación del enfoque asomado en el resumen de la tesis, es bajo el entendimiento de la noción de Espacio en Arquitectura como objeto disciplinar que está determinado históricamente y lleva implícita una condición epocal, que, según Sato, no puede ser trasvasado como parte del análisis de arquitecturas de un pasado en el cual no estuvo nunca presente. En otras palabras, “… carece de sentido buscar Espacio en arquitectura(s) donde éste no ha sido pensado ni, en consecuencia, formulado. En efecto, si una noción no fue construida en un momento del desarrollo disciplinar, introducirla significaría proveer de ideas a unos actores que disponían y construían otra estructura de nociones, y en virtud de ello confunde la comprensión de fenómenos históricos. Por esta razón, aquí se propone colocar la noción de Espacio en arquitectura en un momento determinado, para dar cuenta del papel que juega en su producción de ideas y realizaciones: se trata de la arquitectura del siglo XX, arquitectura de la modernidad”. Con este planteamiento sin duda polémico, Sato, teniendo al espacio como protagonista, “desafía las verdades instaladas que la historiografía nos ha entregado”, tal y como han afirmado algunos críticos que han disfrutado de la lectura del libro.

De la excelente Presentación al libro realizada por Sandra Pinardi, quien también asumió esa labor el día en que fue bautizado, rescatamos la idea de que se trata de “… una genealogía cultural de la noción del espacio, en las que encontramos referencias, interrogantes y cuestionamientos que transitan de la filosofía a la psicología, de la teoría del arte a la epistemología, de la historiografía a las ciencias de la naturaleza”. Y sigue: “Una genealogía cultural de la concepción moderna de espacio, en la que lo primero que se pone en evidencia es la complejidad de esa noción aparentemente tal cercana -siempre de alguna manera presupuesta-. En este sentido, Sato, al desprenderla de su condición de supuesto y al convertirla en un ‘problema’ descubre cómo en ella, -y desde ella- podemos reconocer algunos de los principios que guían nuestro modo -moderno- de comprender e imaginar el mundo, y de comprendernos e imaginarnos en él. La idea de espacio, entonces, adquiere -o recupera- en este texto su densidad: es decir, se presenta como una idea que no sólo describe una realidad física, sino que fundamentalmente permite al hombre vincularse con la realidad, tanto constructiva como sensiblemente. En este sentido, el minucioso trabajo arqueológico que se expone en estas páginas hace patente uno de los dilemas más importantes de la época moderna, uno con el que todavía lidiamos, no sólo en la arquitectura o las artes, sino en la vida cotidiana misma. En efecto, en su búsqueda del ‘significado’ del espacio, Sato logra mostrar esa dialéctica irresuelta entre formalidad y experiencia que subyace en los distintos proyectos modernos”.

De acuerdo a lo expresado por Sato el día en que fue bautizado, “el libro es una especie de retribución con la gente, una manera de pasar el conocimiento que se produce en las universidades a las personas” a lo que añadió acertadamente: “lo que se celebra aquí es la posibilidad que un texto tan complejo y pesado como este, pueda tener la idea de lo masivo”. Creemos que así ha sido.

Nota

Edición argentina de Los tiempos del espacio (septiembre 2010).

Curiosamente, el mismo año en que es publicado Los tiempos del espacio en Venezuela la editorial argentina Nabuco (en conjunto con la Sociedad Central de Arquitectos y dentro de la Colección SCA: Teoría y crítica de la arquitectura), lanza otra edición casi en paralelo, imaginamos que para atender a los lectores del sur del continente donde Sato, para entonces decano de la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Andrés Bello en Chile, es ampliamente conocido. A ese tiraje, impreso bajo demanda, mediante tecnología digital Xerox, se le cambia la portada, se elimina la presentación elaborada por Sandra Pinardi para la edición venezolana, se le incluyen dos prólogos uno realizado por Jorge Sarquis y el otro por Alberto Guillermo Ranea y se retoca la Introducción escrita por el propio autor.

5 de los libros realizados por o con la participación de Alberto Sato antes de la aparición de Los tiempos del espacio.

Sato, con una amplia trayectoria académica que desarrolló durante 25 años en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela, para cuando aparece Los tiempos del espacio, ya había publicado, entre otros, los siguientes títulos: Crónica gráfica de la arquitectura moderna (1972), Ciudad y utopía (1977), Detrás de las cosas. El diseño industrial en Venezuela (1995), 25 casas (1999), Debates y disquisiciones sobre el anón y el cambur, con Juan Pedro Posani (2000) Galia, arquitecto (2002) y Cotidiano (2005). Actualmente es profesor Titular en la Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño de la Universidad Diego Portales, Santiago de Chile y editor de la revista 180.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad