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VALE LA PENA LEER

(a propósito de la “nueva monumentalidad”)

Le Corbusier. Palacio de la Asamblea, Chandigarh.

El laboratorio moderno: Explorando la arquitectura de Le Corbusier y Louis Kahn en la India

Escrito por Maria-Cristina Florian

Traducido por Piedad Rojas

Publicado el 27 de junio, 2023

Tomado de https://www.archdaily.cl

Al inicio de 2022, la curadora Lesley Lokko anunció el título de la 18ª Exposición Internacional de Arquitectura – La Biennale di Venezia: «El Laboratorio del Futuro». La intención del tema es destacar al continente africano como protagonista del futuro, un lugar «donde convergen y se fusionan todas estas cuestiones de equidad, raza, esperanza y miedo», en palabras de la curadora. Como el continente de más rápido crecimiento urbano, África se ve como una tierra de potencial, pero también de desafíos, donde las cuestiones de equidad racial y justicia climática se juegan con un impacto significativo en el mundo en general.

Sin embargo, a fines de la década de 1950, otro laboratorio del futuro estaba tomando forma, uno donde las nuevas ideas del modernismo producían grandes diseños monumentales y estructuras urbanas completas a una escala sin precedentes: India. En busca de una imagen moderna y democrática, el país recién independizado dio la bienvenida a maestros de la arquitectura occidental como Le Corbusier y Louis I. Kahn y les confió una amplia gama de comisiones, desde el diseño urbano de Chandigarh y sus principales edificios gubernamentales hasta universidades, museos y proyectos residenciales de menor escala. El resultado es una mezcla de culturas, influenciándose mutuamente para obtener resultados inesperados.

Le Corbusier. El Palacio de la Asamblea de Chandigarh, en primer plano, frente al Tribunal Superior, al fondo.
Le Corbusier. Tribunal Superior, Chandigarh.

El estatus de India después de 1947 y la búsqueda de una nueva imagen establecieron las premisas para la construcción de una de las mayores asambleas modernistas y experimentos urbanos. Nombrada en honor a la diosa hindú del poder, Chandigarh fue elegida como sede de la nueva capital estatal de Punjab, creada para encarnar la agenda de modernización y los valores seculares de la recién fundada república. Desde el principio, el ingeniero jefe de Punjab, P. L. Varma, y el administrador estatal de obras públicas, P. N. Thapar, se propusieron traer a profesionales occidentales, en parte debido al deseo de crear una ciudad moderna y eficiente y debido a la capacitación profesional limitada. Previamente Albert Meyer, un urbanista estadounidense, fue invitado a diseñar la nueva ciudad, y Matthew Nowicki, un joven arquitecto que trabajó con Le Corbusier, fue seleccionado para crear la arquitectura de las nuevas instituciones democráticas. Después de la inesperada muerte de Nowicki en 1950 en un accidente de avión, Thapar y Varma se pusieron en contacto e invitaron a Jane Drew y Maxwell Fry, quienes recomendaron una colaboración con Le Corbusier, como se explica en el libro de William J R Curtis Le Corbusier: Ideas and Forms.

Al principio, Le Corbusier dudó, pero aceptó la comisión y se convirtió en el exclusivo diseñador de los edificios del Capitolio y consultor para la disposición de la ciudad, aún liderado oficialmente por Mayer, pero eclipsado por la fuerte visión de Le Corbusier. Jane Drew y Maxwell Fry también fueron empleados, concentrando su atención en las áreas residenciales, desarrolladas con equipos de jóvenes arquitectos indios. El sector de la vivienda se informó con prototipos vernáculos indios y contenía elementos como logias y terrazas para dormir. En 1951, Le Corbusier también invitó al joven arquitecto indio Balkrishna Doshi a unirse a su estudio en París, quien aportó una comprensión más profunda de la cultura y el clima indios al equipo, teniendo una influencia significativa en la planificación de la nueva ciudad, las áreas residenciales y la creación de espacios abiertos. Más tarde, en 2018, Balkrishna Doshi se convirtió en el primer arquitecto de India en recibir el Premio Pritzker, el mayor honor en arquitectura.

Le Corbusier. Palacio de la Asamblea, Chandigarh.

A escala urbana, la planificación de Chandigarh retuvo algunos de los principios de Le Corbusier, como la separación de áreas para vivir, trabajar y disfrutar del tiempo libre, y los grandes ejes monumentales, pero dejó de lado los rascacielos, optando en su lugar por edificios de baja y media altura, en una adaptación a los estilos de vida y las costumbres locales. En su libro, Curtis señala que en la búsqueda de una gramática india moderna, Le Corbusier cambió su enfoque para ver a India como «un país que debe evitar el voraz industrialismo de la primera era de la máquina, forjando una nueva cultura sobre la base moral de un equilibrio entre lo mecanizado y lo rústico, lo secular y lo sagrado, lo local y lo universal».

En el diseño de los cuatro principales edificios gubernamentales, las investigaciones de Le Corbusier sobre cosmología y tradiciones se combinaron con adaptaciones a las condiciones específicas del clima local para producir elementos arquitectónicos escultóricos y simbólicos. Se emplean variantes de celosías para proporcionar la sombra necesaria, mientras que los pórticos y los muros perforados permiten que el aire circule y ventile las estructuras. El hormigón era el material preferido. Aunque almacena e irradia calor, su bajo coste y fácil disponibilidad lo convirtieron en una elección fácil. Las herramientas rudimentarias de que disponían los trabajadores en la obra dieron lugar a formas potentes y superficies rugosas, lo que hizo que la arquitectura fuera «intemporal pero de su tiempo».

Le Corbusier. Edificio de la Secretaría como parte del complejo del Capitolio, Chandigarh.

La influencia de Le Corbusier no se limita a Chandigarh. Tras su primera visita a la India en 1951, fue invitado a Ahmedabad, importante centro comercial del noroeste del país. Con su potente industria textil, la ciudad se consideraba un modelo potencial para una «Nueva India», ya que desempeñó un papel importante en la lucha por la independencia. La nueva élite urbana, formada por comerciantes y propietarios de fábricas, deseaba afianzar su posición alineándose con los ideales modernos representados en la obra del arquitecto. Aunque no todos los encargos tuvieron éxito, Le Corbusier construyó cuatro edificios en Ahmedabad: el Museo, el edificio de la Asociación de Propietarios de Molinos, las residencias Shodhan y una casa privada para Manorama Sarabhai.

Le Corbusier. Edificio de la Asociación de Propietarios de Molinos, Ahmedabad.

El edificio de la Asociación de Propietarios de Molinos es un pequeño palacio, auténtico testimonio de una arquitectura para los tiempos modernos ajustada al clima de la India. Con los demás edificios de Ahmedabad… será un verdadero mensaje hacia una arquitectura india.

Le Corbusier, 1953 (citado en Le Corbusier: Ideas and Forms de William J R Curtis)

Le Corbusier. The Open Hand Monument, Chandigarh.

A principios de la década de 1960, cuando se elaboraron los planes para crear el Indian Institute of Management (IIM), una escuela de negocios de posgrado en Ahmedabad, se consultó a Balkrishna Doshi recomendando al arquitecto estadounidense Louis Kahn, a quien había conocido gracias a su puesto de profesor en Filadelfia. Kahn aceptó el encargo por la oportunidad de trabajar en un campo influido por Le Corbusier con la condición de que Doshi se uniera a él como asociado, según explicó Doshi en una entrevista en vídeo.

Louis Kahn. Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad (IIMA).

El campus universitario supuso para Kahn la oportunidad de diseñar un entorno completo para el aprendizaje, un ideal que sólo se había hecho realidad parcialmente con su trabajo en Estados Unidos en Erman Hall y el Instituto Salk. El subcontinente demostró ser un campo de pruebas receptivo para los esfuerzos arquitectónicos de Kahn. Poco después de que comenzara la construcción en Ahmedabad, recibió otro encargo para un proyecto aún mayor en la nueva capital de Dhaka, Bangladesh. El edificio de la Asamblea Nacional de Bangladesh se terminó en 1982, convirtiéndose en una de sus obras más reconocidas y apreciadas.

Louis Kahn. Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad (IIMA).

El campus de Ahmedabad fue una oportunidad para que Kahn explorara las propiedades del ladrillo, un material local que le prescribió el cliente debido a las limitaciones económicas. En el ladrillo, Kahn descubrió un sistema de construcción robusto, atractivo por su honestidad estructural directa. En conversaciones con sus alumnos en Estados Unidos, a menudo escenificaba este diálogo mantenido con el material, como se cita en el libro de David B. Brownlee y David G. De Long, Louis I. Kahn: In the Realm of Architecture:

Le dices al ladrillo: «¿Qué quieres, ladrillo?» Y el ladrillo te dice: «Me gusta un arco». Y tú le dices al ladrillo: ‘Mira, yo también quiero uno, pero los arcos son caros, y puedo usar un dintel de hormigón sobre ti, sobre una abertura’. Y tú le dices: «¿Qué te parece, ladrillo?» Y el ladrillo responde: «Me gusta un arco».

Louis Kahn

Louis Kahn. Instituto Indio de Gestión de Ahmedabad (IIMA).

En su búsqueda de una imagen moderna y democrática, la India se convirtió en una tierra de posibilidades donde el lenguaje, los ideales y los principios abstractos modernistas podían ponerse a prueba a una escala sin precedentes, pero no en el vacío. Aquí, dos de los pioneros del Modernismo encontraron una nueva expresividad a través de la influencia de una cultura en principio distante de ellos. La cultura, las costumbres, el modo de vida y la relación con los materiales y la tierra de la India influyeron no sólo en la obra de Le Corbusier y Louis Kahn, sino también en la imagen del Modernismo y de la arquitectura del siglo XX en general.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Golconde

The Introduction of Modernism in India

Pankaj Vir Gupta, Christine Mueller, Cyrus Samii

Actar Publishers

2021

Segunda edición

Idioma: inglés

Sinopsis

Golconde es un logro arquitectónico asombroso. Con delicadeza técnica y artesanía extraordinaria, ofrece un testimonio vivo del credo modernista original: la arquitectura como la unión manifiesta de tecnología, estética y reforma social.

Aquí existe una visión pura de un Modernismo tropical totalmente triunfante, construido durante los años tumultuosos de la Segunda Guerra Mundial.

Mira Nakashima, la hija de George Nakashima, contribuye con un nuevo ensayo de introducción de 800 palabras para esta nueva edición.

ACA

Visitas memorables

Charles Correa (1930-2015)

El arquitecto indio Charles Correa visita Caracas en octubre de 1999 invitado por la Fundación Museo de Arquitectura y, en particular, gracias a las gestiones que logra encaminar uno de sus fundadores y muy activo miembro: Jorge Rigamonti (1940-2008). Para entonces, la Fundación ya había cumplido 11 años de haber sido creada (nace el 26 de enero de 1988 en la sede del Museo de Bellas Artes, a propósito de la celebración de los 50 años de dicha institución), y tenía en sus alforjas el haber liderado importantes iniciativas que dieron como resultado la divulgación de la arquitectura venezolana a través de publicaciones y exposiciones memorables. Sus directores-fundadores Celina Bentata, Helene de Garay, William Niño, Martín Padrón, Juan Pedro Posani, Jorge Rigamonti, José Miguel Roig, Leszek Zawisza y Fernando Tábora, todos arquitectos, estuvieron acompañados al momento de la creación por Tomás José Sanabria, Fruto Vivas, José Miguel Galia y Sofía Imber como directores-fundadores-honorarios y contaron con la coordinación administrativa de Helena Correa de Rigamonti.

La visita de Charles Correa se sumaba entonces a la realización y montaje de exposiciones tales como “La casa como tema” (1989, MBA), “Alvar Aalto en Venezuela” (1989, MBA), “Alessandro Anselmi. Dibujos y Proyectos” (1990, MACCSI), “Arquitectos venezolanos en la Bienal de Quito ‘90” (1990, BAQ), «Las Escalas del Espacio. Arquitectos Italianos Contemporáneos» (1991, MACCSI), “Venezuela arquitectura y trópico. 1980-1992” (1993, MAVAO), “Carlos Raúl Villanueva. Un moderno en Sudamérica” (2000, GAN), las cuales estuvieron casi siempre acompañadas de cuidados catálogos, seminarios y ciclos de discusión, donde la Fundación asumía o bien un rol protagonista o acompañaba a otras entidades en los esfuerzos que se realizaban.

A diferencia de la llegada al país de otros arquitectos célebres, la de Charles Correa no vino relacionada con un encargo determinado ni tampoco, al dejarnos, se fue con algún proyecto que pudiera haberle sido encomendado. Su venida respondió a la necesidad que había en aquel momento de señalar una referencia para la arquitectura que se estaba haciendo en la “periferia”, dentro de la cual se encuentran América Latina en general y Venezuela en particular, sin que ello implicase recurrir a la presencia de arquitectos “del patio”. Se miraba con atención así la posibilidad de entablar un diálogo sur-sur teniendo como excusa la experiencia acumulada y el interesante sesgo que caracterizaba la obra del arquitecto nacido en Hyderabad, provincia de Goa (ex colonia  portuguesa), India, formado en la Universidad de Michigan y el MIT, instalado en Bombay desde 1958, que ya para entonces era reconocido como uno de los más importantes de su país (junto a Balkrishna Doshi -Premio Pritzker 2018- y Raj Rewal), destacando por llevar a cabo realizaciones adaptadas a la condición multicultural de su populosa tierra de origen, en las que había puesto un especial énfasis en conservar los recursos, la energía y el clima como los principales factores a la hora de ordenar el espacio, y buscaba a través de soluciones no convencionales fusionar lo moderno con las tradiciones propias del lugar donde su arquitectura se erige.

1 Arriba: Gandhi Memorial Museum & House (Sabarmati Ashram), 1963. Centro: Jawahar Kala Kendra, Jaipur, India, 1992. Abajo: Bhopal State Assembly, Gujarat, India, 1993

Dos fueron las oportunidades que se dio la prensa local para promocionar y dar relevancia a la visita de Correa. Por un lado, Arquitectura HOY publicó una nota en el nº 317 del 15-10-1999, que resume su ya divulgada y premiada trayectoria, de donde podemos destacar obras como el planeamiento de Navi Mumbai dedicado a viviendas de bajo costo, el memorial de Mahatma Gandhi en el Sabarmati Ashram (Ahmedabad) o la Asamblea del Estado para Madhya Pradresh; la monografía a cargo de Kenneth Frampton editada por Thames & Hudson (1996); su amplia experiencia docente en Harvard, Pennsylvania, Tulane y Washington (habiendo sido Profesor en la Universidad de Londres, el MIT y Cambridge), y entre los galardones la obtención en 1984 de la Medalla de Oro de la RIBA, en 1988 del Premio Aga Khan para la arquitectura, en 1990 de la Medalla de Oro de la Unión Internacional de Arquitectos (UIA) y en 1994 el Praemium Imperiale (Japón).

Por otra parte, El Diario de Caracas le dedica a Correa toda su página de arquitectura del mismo 15-10-1999, a cargo de Oscar Tenreiro, titulándola “INDIA. Charles Correa en Caracas”. Allí se recoge un texto firmado por el propio Tenreiro y Jorge Rigamonti en el que por una parte se resume lo acumulado por el arquitecto indio en su vida profesional y, por la otra, se amplían las razones que permitieron entender por qué fue el personaje elegido para venir a Venezuela en aquel momento. De aquí, y en tal sentido, es conveniente rescatar lo siguiente: “En un fin de siglo turbulento caracterizado por la globalización económica y cultural, donde arquitectos famosos realizan frecuentemente experimentos gramaticales sin pensamiento olvidando el compromiso ético-estético del Movimiento Moderno y el valor social de la arquitectura, Charles Correa realiza acciones leves y disciplinadas que califican lo urbano como expresión colectiva en un mundo caótico y desigual que debemos contribuir a mejorar (…) Aquí en Venezuela, país privilegiado por un amplio mestizaje, lleno de problemas, sí, pero definitivamente más acotables y solucionables que los de la India, debemos creer en la oportunidad de alcanzar una arquitectura legitimada y actuar creativamente en el proceso de cambios, descubriendo las oportunidades que se presentan en las fisuras, deseos y necesidades de la Sociedad Civil. ‘El pensar en relaciones es más difícil que el simple contar cosas’ aseveró el sociólogo N. Luhmann. ¿Podrán Charles Correa y esta última frase enriquecer nuestras actuaciones futuras?”, cita que al día de hoy aún cuenta con total vigencia.

Correa dictó una Conferencia Magistral en el auditorio de la Torre Corp Banca (hoy BOD) el sábado 16 de octubre de 1999 a las 5:00 p.m. en la que expresó su manera de entender la arquitectura a través de la extensa obra que tenía acumulada a los 69 años de edad. Todavía logró sumar posteriormente una experiencia de casi 15 años y publicó en 2010 A Place in the Shade: The New Landscape and Other Essays, resumen de su pensamiento arquitectónico, hechos que permiten en su conjunto catalogarlo como “el más grande arquitecto de India” y una de las figuras fundamentales del panorama mundial de la arquitectura contemporánea.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/791073/architecture-as-an-agent-of-change-remembering-charles-correa-indias-greatest-architect/576145f4e58eceea6c00018c-architecture-as-agent-of-change-remembering-charles-correa-india-photo?next_project=no, https://www.epdlp.com/arquitecto.php?id=34 y https://archnet.org/sites/1406/media_contents/9925

LA NOTICIA DE LA SEMANA

Balkrishna Doshi recibe el Premio Pritzker 2018

Tomado de Plataforma arquitectura

7 de marzo de 2018

Acta del Jurado

El arquitecto indio Balkrishna Doshi ha exhibido continuamente los objetivos del Premio Pritzker de Arquitectura al más alto nivel. Ha practicado el arte de la arquitectura, contribuyendo sustancialmente a la humanidad, durante más de 60 años. Al otorgarle el galardón de este año, el jurado del Premio Pritzker reconoce su excepcional arquitectura reflejada en más de cien edificios construidos; su compromiso y su dedicación a su país y las comunidades a las que ha servido; su influencia como docente y el ejemplo sobresaliente que ha establecido para profesionales y estudiantes de todo el mundo a lo largo de su carrera.

Izquierda: Balkrishna Doshi con Le Corbusier. Derecha: Balkrishna Doshi con Louis Kahn

Doshi, como lo llaman cariñosamente sus más cercanos, trabajó con dos maestros del siglo XX: Le Corbusier y Louis Kahn. Sin duda, las primeras obras de Doshi fueron influenciadas por estos arquitectos, como se puede ver en sus formas robustas en hormigón. Sin embargo, Doshi llevó el lenguaje de sus edificios más allá de estos primeros modelos. Comprendiendo y apreciando las profundas tradiciones de la arquitectura de la India, unió la prefabricación y la artesanía local y desarrolló un vocabulario en armonía con la historia, la cultura, las tradiciones locales y los tiempos cambiantes de su país de origen.

Con los años, Balkrishna Doshi ha creado siempre una arquitectura seria, nunca llamativa o enfocada en las tendencias. Con un profundo sentido de la responsabilidad, y un deseo de contribuir a su país y su gente a través de una arquitectura auténtica y de alta calidad, ha creado proyectos públicos, instituciones educativas y culturales, y viviendas para clientes privados, entre otros.

Arriba: Complejo Sangath, periferia de Ahmedabad. Segunda línea: izquierda, Instituto de Indiología en Ahmedabad; derecha, Indian Institute of Management, Bangalore. Tercera línea: Viviendas de bajo coste Aranya y una serie de espacios semipúblicos y públicos. Abajo: izquierda, Indian Institute of Management, Bangalore; derecha: Amdavad ni Gufa

Realizó su primer proyecto de vivienda para personas de bajos ingresos en la década de 1950. Al respecto, Doshi declaró en 1954: «parece que debería prestar juramento y recordarlo durante toda mi vida: proporcionar vivienda adecuada a la clase más baja». Cumplió con este juramento personal en proyectos como la ‘Vivienda de Bajo Costo Aranya’ (1989), en Indore, en el centro-oeste de la India, y en la ‘Vivienda Cooperativa de Ingresos Medios’ (1982), en Ahmedabad, India, entre muchos otros. La vivienda como refugio no es más que un aspecto en estos proyectos. Toda la planificación de la comunidad, la escala, la creación de espacios públicos, semipúblicos y privados, son un testimonio de su comprensión de cómo funcionan las ciudades y la importancia del diseño urbano.

Doshi es muy consciente del contexto en el que se ubican sus obras. Sus soluciones toman en consideración las dimensiones sociales, ambientales y económicas de manera que su arquitectura está totalmente comprometida con la sustentabilidad. Mediante el uso de patios y pasillos cubiertos, como en el caso de la Escuela de Arquitectura (1966, ahora parte del CEPT); la Junta de Electricidad de Madhya Pradesh en Jabalpur (1979) o el Instituto de Administración de India en Bangalore (1992), Doshi ha creado espacios protegidos del sol y que atrapan la brisa, proporcionando una sensación de disfrute y confort dentro de los edificios.

En el propio estudio del arquitecto, llamado Sangath (Ahmedabad, India, 1980), podemos ver las sobresalientes cualidades del enfoque con el que Balkrishna Doshi entiende la arquitectura. La palabra Sangath significa “moverse juntos” o “acompañar” en sánscrito. Como un adjetivo, encarna lo que es apropiado y relevante. Las estructuras son semi enterradas y están totalmente integradas con las características naturales del sitio. Hay fluidez entre las terrazas, espejos de agua, montículos y bóvedas, los cuales son elementos formales distinguidos. Hay variedad y riqueza en los espacios interiores que tienen distintas cualidades lumínicas, distintas formas y usos pero que al mismo tiempo que se unifican mediante la utilización del concreto. Doshi ha logrado crear equilibrio y paz entre todos los componentes -materiales e inmateriales- lo cual resulta en un total que es mucho más que la suma de las partes.

Balkrishna Doshi ha demostrado constantemente que toda buena arquitectura y planificación urbana no sólo debe unir propósito y estructura sino que debe tomar en cuenta el clima, el sitio, técnicas y artesanías junto con un profundo entendimiento y apreciación por el contexto en su sentido más amplio. Los proyectos deben ir más allá de lo funcional para conectarse con el espíritu humano mediante fundamentos poéticos y filosóficos. Por sus numerosas contribuciones como arquitecto, urbanista y docente, por su firme ejemplo de integridad y sus incansables contribuciones a la India y más allá, el jurado del Premio de Arquitectura Pritzker elige a Balkrishna Doshi como el ganador del premio Pritzker 2018.

Jurado del Premio Pritzker 2018

Glenn Murcutt (Chair): Arquitecto y Premio Pritzker 2002. Sydney, Australia.

Stephen Breyer: Corte Suprema de los Estados Unidos. Washington, DC.

André Aranha Corrêa do Lago: Embajador de Brasil en Japón.

Lord Peter Palumbo: Patrón Arquitectónico, Presidente Emérito de los Fideicomisarios, Serpentine Galleries; Ex presidente del Consejo de las Artes de Gran Bretaña. Londres, Inglaterra.

Richard Rogers: Arquitecto y Premio Pritzker 2007. Londres, Inglaterra.

Benedetta Tagliabue: Arquitecta y Educadora. Barcelona, España.

Ratan N. Tata: Presidente Emérito de Tata Sons, Compañía Holding del Grupo Tata. Mumbai, India.

Kazuyo Sejima: Arquitecta y Premio Pritzker 2010. Japón.

Wang Shu: Arquitecto y Premio Pritzker 2012. China.Martha Thorne (Directora Ejecutiva): Decana, IE School of Architecture & Design. Madrid, España.

ACA