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1988• Parque de la Navidad, Puerto Ordaz, estado Bolívar

Parque de la Navidad.jpg

1988•  La empresa C.V.G. Venezolana de Aluminio – Venalum concluye la construcción e inaugura el viernes 2 de diciembre el Parque de la Navidad, ubicado en la intersección de la avenida Guayana con la avenida Las Américas, Altavista, Puerto Ordaz.
El elemento central de este parque temático concebido para la recreación infantil, es un árbol de navidad rotativo creado para C.V.G. Venalum por el artista venezolano Alejandro Otero (1921-1990), nacido en Piar, estado Bolívar, fabricado por la empresa Hidroeléctrica Construcción C.A.
Complementan el parque diferentes juegos para niños, caminerías, áreas verdes y la escultura de un «troll» donado por niños de Noruega.

HVH

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 93

“El Concurso para el desarrollo del Anteproyecto de la ‘Catedral de Ciudad Guayana’ fue convocado en mayo de 1981, y significó para ese momento un estimulante llamado a los arquitectos de todo el país. Ante una situación profesional ‘estancada’, con trabajos ‘limitados’, después de un largo tiempo sin ‘concursos’, lo sugerente del tema de ‘La Catedral’ y su específica ubicación en Ciudad Guayana, núcleo urbano ‘recién planificado y estrenado’, llevó a una masiva participación y a desmesuradas expectativas que no llegarían a ser satisfechas. El programa de las bases del concurso, si bien era bastante deficiente, permitía una deseable libertad para interpretar el problema, no así las limitadas condiciones de presentación y de entrega. El jurado inicialmente designado no participó en el veredicto final, y fue sustituido de manera no muy clara. Esto sumado al incumplimiento de la adecuada exposición de los anteproyectos, generó un clima de tensiones y polémicas entre los concursantes, el Colegio de Arquitectos de Venezuela y los representantes de la Corporación Venezolana de Guayana. Sin embargo la participación fue importante, se presentaron aproximadamente unos cuarenta y cinco anteproyectos”.
Esta larga cita de Maciá Pintó, al inicio de la completa reseña aparecida en el nº 64 (octubre 1982) de la revista Punto, titulada “Entre la catedral y la fábrica: LA ARQUITECTURA”, nos sirve para contextualizar las condiciones dentro de las cuales debe entenderse este llamado a concurso que terminó dando como ganadora la propuesta presentada por Oswaldo Molina, cuya fotografía de la maqueta ilustra la postal del día de hoy.
El lugar escogido por los organizadores se ubicaba en San Félix, confluencia de los dos ríos más importantes del país (el Orinoco y el Caroní), “con dominio visual de la zona de Alta Vista de Puerto Ordaz y del maravilloso espectáculo de los saltos del Caroní (…) desligado de algún tipo de eje referencial que lo conecte con la nueva ciudad, los antiguos centros o los bordes de los ríos”. Esta condición en principio desfavorable fue aprovechada por Molina para proponer una edificación que buscó convertirse en punto de referencia visible desde toda la urbe buscándose en la Catedral el detonante que iniciase el desarrollo de un sector de baja densidad y poca altura, conformada fundamentalmente por el uso residencial. Ello obligaba, como en efecto ocurrió, a generar un contexto urbano propio que diese cuenta de la extensa área del terreno asignado el cual oscilaba entre 3.45 y 4.83 hectáreas.

1. Concurso para el desarrollo del Anteproyecto de la «Catedral de Ciudad Guayana». Propuesta ganadora. Oswaldo Molina. Imágenes y maqueta que formaron parte de la entrega


La opción adoptada por Molina apostó por crear un monumento ubicado en la parte más alta del lote como remate de un eje ascensional que conectaba con la calle, cubriendo así las expectativas expuestas en el programa del concurso: “La solución arquitectónica debe combinar de manera armónica la característica de monumentalidad propia de una Catedral, así como la condición pastoral de una edificación al servicio de la atención espiritual de los fieles”. La planta del espacio dedicado al culto se resuelve apegada a un esquema semicircular dando como resultado un limpio volumen que tomó la forma de un medio cono truncado posado sobre una gran plaza diseñada para permitir celebraciones litúrgicas al aire libre en la superficie semicircular restante y la vinculación con el Palacio Episcopal. Así, según Pintó, la solución propuesta por Molina, en cuanto al tratamiento espacial, caería en el grupo de proyectos “con vocación casi aséptica, de lenguaje ‘neutro’, ‘técnico’ o ‘profesional’, guiado por una fuerte geometría de pirámides, esferas, cubos, conos, y demás objetos de génesis tecnológica y deshumanizada escala”, que además desatiende la necesaria adaptación al exigente clima de la zona.
El proyecto de Molina, apunta Pintó, “era un proyecto hecho para ganar”, lo cual denota la gran capacidad que este talentoso arquitecto venezolano ya desaparecido desarrolló a la hora de abordar este tipo de contiendas convirtiéndose, para quienes durante años vieron en los concursos una oportunidad para ejercitarse y obtener los mejores resultados, en un temible contrincante.

Como tantos otros casos dentro de la historia de los certámenes de arquitectura en nuestro país, el anteproyecto ganador para la Catedral cayó en el pozo dominado por la burocracia y la irresponsabilidad, dando la sensación de que el llamado se hizo sin tener todas las variables que garantizarían su construcción debidamente cubiertas.
Luego de que Juan Pablo II viniera por primera vez a Venezuela en 1985 y diera una multitudinaria ceremonia el 29 de enero en Ciudad Guayana, se decidió reactivar la idea de construir la Catedral ahora en los terrenos donde el Santo Padre oficiara la misa, conocidos como Cruz del Papa en el sector de Altavista, los cuales fueron donados por la CVG a la Diócesis de la ciudad, creándose la Fundación «Catedral de Ciudad Guayana».

2. Catedral de Ciudad Guayana. Julián Ferris y Jaime Hoyos. Maqueta del conjunto

En 1986 cuando se dan los pasos para la elaboración del proyecto en el nuevo lugar, el entonces Ministro Presidente de la CVG, Ing. Leopoldo Sucre Figarella, obviando por completo el antecedente que constituía el concurso ganado por Molina, recurre a los arquitectos Julián Ferris y Jaime Hoyos para diseñar un «Templo (con capacidad para 1200 personas), la Curia Diocesana, casa parroquial, área para administración y servicio comunales, residencia de monjas, plaza con monumento a la virgen, más espacio para misas multitudinarias y estacionamiento para 150 vehículos. (…) El complejo ocupará un área de 22.345 metros cuadrados y la Catedral tendrá una altura de 33 metros, 40 de ancho y 60 de extensión. Desde ella se podrá dominar parte del paisaje del río Caroní y la Presa Macagua II», tal y como se recoge de http://historiadeladiocesisdeguayana.blogspot.com/2012/03/catedral-de-ciudad-guayana.html.

3. Obras paralizadas de la construcción de la Catedral de Ciudad Guayana según proyecto de Julián Ferris y Jaime Hoyos. 2017

Las obras de acuerdo al proyecto de Ferris y Hoyos se iniciaron en 2001 con muchos altibajos interrumpiéndose en 2004 y reactivándose de nuevo en 2014, año en que, a raíz de la canonización de Juan Pablo II, la catedral de Ciudad Guayana, aún en construcción y con un adelanto de apenas el 40%, pasa a llevar su nombre. La historia continúa.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 1. Revista PUNTO, nº 64, 1982

2. https://www.youtube.com/watch?v=u5T_QoZHHME

3. https://www.correodelcaroni.com/ciudad/44-roban-en-la-construccion-de-la-catedral-de-ciudad-guayana

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 76

Debe constituir para un arquitecto una sensación muy especial el tener la responsabilidad de proyectar un edificio de carácter fundacional dentro de una ciudad recién creada. Y sin duda se debe poseer talento para lograr con escasos 30 años de edad manejar las claves que puedan permitir a dicha obra trascender en virtud de la sensibilidad con que se escucha al entorno y a la vez son manejados los códigos y elementos que la convierten no sólo en un hito sino en elemento constructor de un lugar.
Todas estas consideraciones se encuentran tras cualquier aproximación que se quiera hacer a la actual sede de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) diseñada inicialmente por Jesús Tenreiro Degwitz (1936-2007) para albergar EDELCA (Electrificación del Caroní, empresa tutelada por la CVG creada en 1963), una de las piezas claves para impulsar el desarrollo de una región que se vislumbraba como la gran oportunidad de demostrar que al petróleo se le podía dar un buen uso.

1. Comprensión conceptual esquemática de la planificación de Ciudad Guayana dibujada por von Moltke en 1964

Quizás valga la pena recordar que Ciudad Guayana (bautizada en realidad con el nombre de Santo Tomé de Guayana), ejemplo de ciudad planificada y laboratorio en el que un equipo de profesionales venezolanos con la asistencia del Joint Center for Urban Studies de MIT-Harvard pudieron cristalizar conceptos desarrollados a comienzos de la segunda década del siglo XX, se funda el 2 de julio de 1961 cuando el entonces Presidente de la República Rómulo Betancourt coloca la primera piedra de un conglomerado urbano que abarcaría además de San Félix y Puerto Ordaz, a Matanzas, Castillito, Carhuachi, La Ceiba, Alta Vista, Yocoima, Macagua y Chirica, en la confluencia de los ríos Orinoco y Caroní.

2. Ciudad Guayana. Vista aérea del centro de Altavista
3. Construcción del edificio sede de la CVG


Así, en el “Plan Director de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Santo Tomé de Guayana” de 1961 se establecen un conjunto de áreas especiales: AltaVista, Punta Vista y San Félix que se esperaba constituirían “los tres centros poblados que por su valor geográfico, funcional o histórico producirán el impacto más significativo en la formación de la ciudad”. El sector de AltaVista, considerado como el sitio de localización del centro administrativo y comercial más importante de la urbe, cuyo crecimiento se daría a partir de una estructura de “células” que contendrían los generadores de actividades, estaba conformado por una serie de “macromanzanas” dispuestas según un orden lineal que se interconectarían a través de un sistema de circulación rápido y eficiente. Es en uno de estos grandes lotes donde se decide localizar el edificio para EDELCA, si no el primero, si el más importante en la naciente ciudad.

4. Edificio sede de la CVG. Corte
5. Edificio sede de la CVG. Vista frontal

Justamente es la soledad que le tocó vivir durante muchos años en AltaVista lo que acrecienta los valores que acompañan su diseño. Tenreiro ante el compromiso de proyectar un “fragmento” (como él prefería denominar a las edificaciones que componen la ciudad), opta por asumir el arquetipo de la pirámide escalonada propia de las culturas precolombinas mesoamericanas para dar la mayor contundencia a la decisión de darle forma a los siete niveles de planta rectangular que conforman la sede corporativa. El resto de las decisiones que conllevaron a incorporar un rico espacio interno, las terrazas que acompañan a cada nivel y el agradable, amén de ligero, espacio sombreado que se disfruta en su transitable planta baja (de donde proviene la imagen que acompaña la postal de hoy), otorgándole a la pieza el carácter que posee, se podrían complementar con la respuesta que el propio Tenreiro le dio a William Niño en la entrevista que le hiciera a propósito de la exposición “Los Signos Habitables”, realizada en la Galería de Arte Nacional en 1985, al solicitarle una síntesis de las intenciones que guiaron el proyecto:
“En esta cosa había una intención particular y específica: ofrecer un edificio que se conectara con la atmósfera del lugar (donde estuvo el edificio solo durante tanto tiempo), que se conectara con esa atmósfera. De manera que una de las intenciones más importantes era la identificación con lo climático y con lo solar. El edificio tenía que mantenerse allí como un signo, estuvo efectivamente aislado muchos años. Lo otro era una proposición de una arquitectura tropical que no identificara el sol como un enemigo sino como un amigo. Entonces hecho, yo creo que en cierto modo se lee en la manera como el edificio se escalona, la forma como se integra la vegetación. Y hay, además, ya en el plano constructivo, la intención que no se pudo lograr, que era realizarlo total e integralmente con acero liviano de Sidor, utilizando armaduras y diseños estructurales que permitieran absorber las cargas y los esfuerzos.”

6. Edificio sede de la CVG. Vissta general


50 años han pasado desde la inauguración del edificio y su vigencia está fuera de toda duda, más allá de que la infraestructura y sus alrededores han sido objeto de ciertas modificaciones como el cercado que hoy lo rodea y la instalación en su fachada de una valla con el logotipo distintivo de la CVG.

7. Edificio sede de la CVG. Detalle de la envolvente


“Toda obra que se haga ‘en su tiempo’ tiene probabilidades de trascenderlo. Lo más importante es que se trate de hacer un trabajo bien hecho, sin ocuparse mucho del que si va a ser o no intemporal. Así como antes te decía que no tiene mucho sentido ocuparse de que una cosa sea bella, sino hacerla bien, así mismo te digo que la intemporalidad se da si está bien hecha”, cita extraída de otro momento de la entrevista con William Niño, sintetiza una postura que sin dejar de lado la importancia del saber hacer, del cultivarse, del conocer y del saber tomar con un alta dosis de sensibilidad la decisiones correctas, retrata perfectamente a este admirado e importante arquitecto venezolano a quien Federico Vegas dedicó un sentido escrito a raíz de su fallecimiento en 2007 que recomendamos leer. (http://prodavinci.com/blogs/jesus-por-federico-vegas/)

8. Edificio sede de la CVG expuesto en la muestra Latin America in Construction: Architecture 1955–1980 (Latinoamérica en Construcción: Arquitectura 1955-1980), Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, 2015


Fueron tres las obras de gran envergadura que logró realizar Jesús Tenreiro (Premio Nacional de Arquitectura, 1991) a lo largo de una carrera en la que siempre se quejó de las pocas oportunidades que se le daban de llevar adelante su actividad profesional hasta las últimas consecuencias. Sin embargo el tiempo ha demostrado que la calidad superó con creces la cantidad. El que los planos y una maqueta del edificio de EDELCA-CVG hayan pasado a formar parte de la colección permanente Latin America in Construction: Architecture 1955–1980 (Latinoamérica en Construcción: Arquitectura 1955-1980) del Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA), colaborará a reafirmar su atemporalidad no conscientemente buscada pero indudablemente alcanzada.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 3, 5, 6 y 7. https://iamvenezuela.com/2017/04/sede-de-la-corporacion-venezolana-de-guayana-cvg/

1 y 2. https://www.academia.edu/39780480/Ciudad_Guayana_a_planned_growth_pole_on_the_Orinoco_A_critical_assessment_on_the_role_of_spatial_planning

4 y 8. Latin America in Construction: Architecture 1955–1980, Museo de Arte Moderno de Nueva York, MoMA, 2015

1985• Campamento Los Pijiguaos, estado Bolívar

Campamento Los Pijiguaos.jpg

1985•  La empresa nacional BAUXIVEN (CVG Bauxita Venezolana, C.A.) concluye la planificación e inicia la construcción del Campamento Los Pijiguaos, estado Bolívar, a 500 Kms. al sur de Caracas o a 9 horas por vía terrestre desde Puerto Ordaz.
El nuevo centro poblado tiene por objeto albergar y prestar servicio a los empleados que operarán, mantendrán y administrarán la explotación de los yacimientos de bauxita de la zona, materia prima para la obtención del aluminio, la cual es transportada en barcas y gabarras desde Los Pijiguaos, Municipio Cedeño, a través de río Orinoco, hasta Puerto Ordaz.
Los yacimientos de bauxita habían sido descubiertos en 1974 por Armando Schwarck Anglade, geólogo venezolano, cuyo padre fue un migrante alemán que llegó a Valencia en el siglo XIX.

HVH