1902•El edificio neoclásico, diseñado una década antes por ingeniero-arquitecto Juan Hurtado Manrique (1837-1896) como Palacio de la Exposición del Concurso Agrícola e Industrial, construido en la urbanización El Paraíso durante el gobierno de Joaquín Crespo, es entregado a la Congregación de Hermanas de San José de Tarbes como nueva sede para el colegio de señoritas que hasta esta fecha había funcionado desde 1891 en un local de la plaza Capuchinos en Caracas.
La construcción del nuevo edificio al que fue trasladado el Colegio San José de Tarbes, había sido concluida en 1889.
Juan Hurtado Manrique, como arquitecto de Antonio Guzmán Blanco y de Joaquín Crespo proyecto y construyó, entre varias obras, la fachada norte de la Universidad Central, el Museo Nacional en la Plaza Bolívar, el Templo Masónico, el Templo San Felipe Neri (Iglesia de Santa Ana y Santa Teresa) y con la colaboración del arquitecto Alejandro Chataing (1874-1928), el Arco de la Federación en El Calvario.
1932• Un 24 de septiembre la Congregación de Las Hermanas Dominicas crea el Colegio Santa Rosa de Lima, ubicado en La Grita, estado Táchira, el cual inicia sus actividades el 10 de octubre del año siguiente. Esta importante institución educativa se logró crear por la decidida iniciativa de las hermanas dominicas sor Nieves María Bauste y sor Teresita Monsalve. Con el paso de los años el Colegio se transformó en un instituto Normal para formación de Maestras. La construcción del Colegio fue realizada por Juan Amadeo Guerrero Durán (1912-2001), notable albañil responsable de haber levantado las grandes edificaciones de La Grita y el estado Táchira, entre las cuales cabe destacar: el Seminario Ker Maria, el Instituto Jáuregui, la Iglesia Nuestra Señora de los Ángeles, terminó la Capilla de La Espinosa, La Meseta, la Capilla de Fátima, y las torres de la Iglesia de La Ermita (San Cristóbal). Fue ayudante de don Inocente Méndez en el revestimiento interno de la Basílica del Espíritu Santo de La Grita.
Fuente: Archivo de la Academia de Historia del Táchira ”Mons. Raúl Méndez Moncada. El Patriarca de la Historia en el estado”.
1967• Se concluye la construcción de la Sede de la Academia Mérici, ubicada en la Calle Central con Calle Las Ursulinas, Urbanización Cerro Verde, Caracas, proyectada por los arquitectos Julio Volante y Julio Maragall.
El conjunto educacional está integrado por una edificación, que lleva por nombre “Hermana Carmelita Hall” la cual tiene el salón de usos múltiples en su parte superior y el preescolar en la inferior. En otro edificio del conjunto está ubicada la primaria y la educación media general, así como la biblioteca, los salones audiovisuales, los laboratorios, sala de computación, una pequeña capilla. Complementan este edificio una cantina, canchas deportivas y un parque infantil, cantinas, el departamento de comunicación, enfermería y la coordinación de logística y eventos.
En un tercer edificio, el “Angela Hall”, los arquitectos colocaron los espacios para el departamento de administración, los salones para las actividades complementarias, el departamento de educación física y deportes, la librería y la proveeduría de uniformes.
1926•Se concluye la construcción del Colegio La Salle de Tienda Honda, ubicado en la Parroquia Altagracia, Caracas, en la Av. Oeste 5, entre las esquinas de Tienda Honda y Santa Bárbara, Nº 11, en un terreno a orillas de la quebrada del río Catuche, diseñado dos años antes por el Hermano Juan, integrante de la orden La Salle. Este sacerdote, de origen francés, de nombre Georges Marie Rouff Eisenkremer, se destacó como ingeniero, arquitecto y Perito Agrónomo. Diseñó y supervisó la construcción del Colegio La Salle de Barquisimeto (1917), proyectó el Seminario de la Divina Pastora, el Palacio Municipal de Gobierno de Barquisimeto e intervino en las obras del acueducto de Guamasire. Contribuyó a traer el agua a Barquisimeto, desde la represa de Agua Blanca, hasta la Caja de Agua de Cerro Manzano e hizo el diseño, calculó y dirigió la construcción del Puente de Santa Rosa (Vía Cabudare), sobre el Río Turbio, el cual, repavimentado varias veces, sigue en uso.
Al ser fundado el Colegio La Salle, el 09 de enero de 1922, abrió sus puertas en una casona ubicada en la Esquina de Cuartel Viejo, para luego ser trasladado entre las Esquina de Tienda Honda y Santa Bárbara el 15 de mayo de 1924, con la edificación todavía en construcción, habiéndose concluido la fachada en 1925. De las instalaciones del Colegio La Salle de Tienda Honda han egresado personalidades como el Cardenal Jorge Urosa Savino y el Dr. Enrique Tejera París.
Imagen reciente de las instalaciones del Colegio La Salle de Tienda Honda, Altagracia, Caracas, en 2020. Foto base Luis Solis.
Sin ser el edificio más emblemático ni tampoco el más conocido de cuantos se proyectaron en la oficina fundada prácticamente después de graduados ambos de arquitectos en 1957, en la sexta promoción de la FAU UCV, porBernardo Borges Winkelmann (1932-2010) y Francisco Pimentel Malaussena (1934), bajo el nombre de A. A. Arquitectos Asociados, el Colegio Loyola en Puerto Ordaz (hoy conocido como Colegio Loyola-Gumilla), constituye, por un lado, una de las pocas oportunidades que tuvieron de diseñar una edificación de esas características y por el otro el hacerlo lejos de Caracas ciudad donde la firma concentró su actividad y con el tiempo acumuló sus más importantes realizaciones.
Además, tampoco es menos importante considerar el hecho de que los jesuitas apostaran por levantar una importante sede educativa a escasos seis años de haberse colocado la primera piedra de lo que se consideró la unificación de los pueblos del recién creado Distrito Caroní, en una sola ciudad con el nombre de Santo Tomé de Guayana o Ciudad Guayana, apostando fuerte al futuro de una zona que se ofrecía como epicentro del mayor desarrollo industrial del país basado en la extracción y producción de hierro y aluminio. Para que ello ocurriera es necesario agregar que tal iniciativa se dio gracias a una invitación que realizara a la congregación religiosa el general Rafael Alfonzo Ravard, presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), antiguo alumno del Colegio San Ignacio de Caracas, la cual aceptó el llamado. Ravard, afanado en incorporar educación católica de calidad para la naciente ciudad, firmaría en 1964 un contrato como máxima autoridad de la Corporación con los jesuitas para aportar el terreno y la construcción de la nueva sede. Mientras se realizaba el proyecto y ejecutaba la obra, el colegio inició sus actividades en una instalación provisional en el Parque Cachamay en 1965 (en lo que hoy sería el helipuerto del Hotel Venetur Intercontinental). Ravard, además, contaría con la incondicional colaboración del padre José Luis Andueza (primer Rector y a la vez Director desde 1967 hasta 1973) y el hermano José María Armentia (primer Director entre 1965 y 1967), quienes llevarían las riendas de la institución.
1. Dos imágenes previas al año 1965 correspondientes al momento en que el Colegio Loyola-Gumilla aún se denominaba Colegio de los Padres Jesuitas y que luego se conocerá como Colegio Loyola. Su denominación actual es del año 1968
Del portal http://www.loyola85.com/Historia/historiacolegio.htm hemos sabido que la entidad “inicialmente fue conocida como Colegio de los Padres Jesuitas, luego como Colegio Loyola y desde 1968 al unirse los alumnos del Instituto Gumilla (fundado por el Padre Palacios de Borao en 1959) obtiene su denominación actual: Colegio Loyola-Gumilla”. También que a mediados de 1965 cuando comienzó a funcionar “contaba con 90 alumnos, y para el siguiente con 248. En mayo de 1966, debido a la subida del río, se mudó a unas instalaciones de la CVG en la urbanización Chilemex. En 1967 inició sus labores en la locación actual, aún en construcción”, la cual se inauguraría oficialmente en 1968. Más adelante, en el curso escolar 1968-69, tras la muerte del padre Palacios el año anterior, se anexó por orden de Roma el Instituto Gumilla al Colegio y comenzó la enseñanza mixta en bachillerato conviertiéndose en el primer Colegio mixto de la Compañía de Jesús en Venezuela. La primera promoción se graduó en 1969 con los alumnos provenientes del Gumilla. “En el curso 1974-1975 el pre-escolar se inscribe en el Ministerio de Educación. Los primeros alumnos que entraron en el kinder del Colegio Loyola-Gumilla, se graduaron en el año escolar 1976-1977. El preescolar y de primero a sexto grado funcionaron con dos secciones hasta el curso 1980-1981. En el curso 1981-1982 comienza a funcionar el kinder mixto con tres secciones (…) Entre 1968 y 1971 el Colegio tuvo alumnos internos y entre 1970 y 1978 funcionó el turno nocturno. La mayor cantidad de alumnos en estudio se alcanzó en 1989 con un total de 1.727 …”. Las religiosas Esclavas de Cristo Rey, quienes tenían a su cargo la formación de preescolar y primaria desde su fundación se retiraron del Colegio en 1980.
2. Toma satelital de la zona de Puerto Ordaz donde se encuentra ubicado el Colegio Loyola-Gumilla
Bernardo Borges, quien tuvo a su cargo la dirección del proyecto con la colaboración de su socio Francisco Pimentel y de un joven arquitecto graduado en 1963 incorporado a la oficina llamado Pablo Lasala, recibe un completo programa de actividades y un espléndido terreno de 20 hectáreas de la urbanización Los Saltos, en el cruce de la avenida Guayana con la Vía Colombia, con vistas hacia el Parque Cachamay y el Río Caroní para implantar allí la edificación. Debía disponer de aulas de clases, auditorio, capilla, bibliotecas, laboratorios de biología, física, química, comedor, estacionamientos, áreas de servicio, canchas de fútbol, baloncesto y béisbol en medio de una zona que no contaba con referencias edificadas en los alrededores por lo que el partido inicial contemplaba el que fuese la instalación la que creara su propio contexto.
3. Vista aérea de las instalaciones del colegio4. Plaza-patio de entrada al colegio
Se optó, tal y como se puede observar en la fotografía aérea que ilustra nuestra postal del día de hoy, por adoptar una solución horizontal organizada teniendo como corazón un gran espacio o plaza central (acompañado de un amplio estacionamiento) en torno al cual se colocaron la capilla (de planta circular) como elemento protagónico, las actividades culturales (de las que destaca la silueta del auditorio) y las directivas, disponiéndose el resto de los cuerpos contentivos de las áreas de aulas diferenciadas según los niveles educativos y alejadas entre sí: una hacia el norte y otra hacia el sur donde también se ubica la zona de servicios generales. Todo el conjunto se encuentra vinculado por una serie de corredores cubiertos que permiten comunicarse bajo sombra a lo largo del extendido edificio de 34.000 m2 de construcción destinado a una población de 1.500 alumnos.
5. Vista de un patio interior con el auditorio a mano derecha6. Dos tomas exteriores de la capilla del colegio7. Espacio interior de la capilla del colegio
El carácter que se le dio a la edificación se encontraba muy a tono con la línea “brutalista” en cuanto al uso honesto de los materiales que desde un inicio caracterizó la obra de Borges y Pimentel, donde predominaba el uso del concreto obra limpia, influencia de haber vivido en su etapa formativa la construcción de la Ciudad Universitaria de Caracas y herencia de las enseñanzas directas de Carlos Raúl Villanueva.
También presenta una cuidada resolución de las articulaciones e intersecciones que se producen entre los cuerpos que la integran y una correcta consideración de las variables climáticas de las que la orientación, la ventilación cruzada y la protección solar son sus consecuencias más directas. La capilla, como ya se señaló, pieza de mayor jerarquía dentro del conjunto, denota, además, el manejo teatralizado de la luz a favor de una ambientación acorde al uso y un notable manejo y tratamiento de la forma y el volumen.
Borges y Pimentel, que como estudiantes formaron parte del grupo de 23 cursantes de 5º año que en 1957 obtuvo el Primer Premio del III Concurso Internacional para Escuelas de Arquitectura, evento integrado a la IV Bienal del Museo de Arte de Sao Paulo, Brasil, con el trabajo “Comunidad Obrera de Putucual”, siempre estuvieron comprometidos con la actividad docente en la FAU UCV. Por tal motivo abrieron las puertas de su oficina a la incorporación no sólo del ya mencionado Pablo Lasala sino también de Jacobo Koifman (egresado en 1965) quien trabaja como arquitecto entre 1966 y 1986 y conformará con ellos entre 1986 y 1995 “BPK. Borges, Pimentel y Koifman Arquitectos”. Beltrán Alfaro, Alberto Espinal, Edwing Otero y Oscar Capiello (quien se asocia en 1990 creándose “T.A. Taller de Arquitectura”), entre otros, serán algunos de los talentosos arquitectos que pasaron por la firma.
De la oficina de Borges y Pimentel, miembros de lo que se podría denominar como la tercera generación de arquitectos modernos venezolanos, han salido un grupo importante de edificios que forman parte de la historia contemporánea de la ciudad de Caracas. En resumen, se pueden señalar los siguientes: el Proyecto del Conjunto El Universal (1968, en colaboración con el arquitecto inglés Georges Wilkie) del cual se construyó el edificio sede (1969) que en 1971 obtiene el Premio Nacional de Arquitectura; el edificio sede de Seguros La Previsora, C.A. donde colabora Jacobo Koifman y destaca la participación de Pablo Lasala y el calculista Agustín Mazzeo (1972); el edificio multifamiliar La Pirámide (Colinas de Bello Monte) con la participación de Beltrán Alfaro (1972); el Conjunto Residencial Parsanmón (Santa Mónica) junto a Jacobo Koifman (1972); el Centro Comercial Libertador (1973); la Torre Empresarial Parque del Este (Av. Francisco de Miranda) con Jacobo Koifman y Edwing Otero integrados al equipo (1978); la ampliación del Edificio Las Fundaciones (Av. Andrés Bello) con la colaboración de Pablo Lasala (1979); el Edificio CREMERCA (El Rosal) con participación de Jacobo Koifman (1980); el edificio sede de Británica de Seguros (Torre Británica) con la destacada participación de Jacobo Koifman y, de nuevo, del calculista Agustín Mazzeo (1982); la Torre Mijares (luego, Torre Banco de Lara) junto a Jacobo Koifman (1982); el estacionamiento y la Plaza de los Estadios de la UCV para los IX Juegos Deportivos Panamericanos, con Jacobo Koifman (1983); el Centro Empresarial Sabana Grande incorporándose Oscar Capiello al equipo (1997); el Centro Residencial Solano con Oscar Capiello (1998); y el Centro Plaza Las Américas II también con participación de Oscar Capiello (1999).
8. Espacios interiores de las áreas educativas9. «La gran familia Loyola Gumilla: más de 1500 alumnos y un equipo de trabajo de más de 120 personas».
Actualmente el Colegio Loyola-Gumilla tiene más de 1.500 alumnos, un equipo de trabajo de más de 120 personas, un grupo de más de 70 profesores y ha formado a más de 5.000 egresados que, según su portal, “ ‘entramos para aprender y salimos para servir’ fomentando el pensamiento de San Ignacio de Loyola hace 475 años ‘en todo amar y servir’ y la frase que hace más de 280 años pronunció el padre Gumilla al sembrar la primera planta de café en estas tierras que ha sido nuestro eslogan: ‘lo sembré y creció’”. Con 55 años el Loyola-Gumilla sigue siendo el colegio “más joven” fundado por la Compañía de Jesús en Venezuela y de la Asociación de Colegios Jesuitas de Venezuela (ACSI) conformada, además, por el San Ignacio (Caracas) fundado en 1923, el Gonzaga (Maracaibo) creado en 1945 y el Instituto Técnico Jesús Obrero con su escuela y liceo (Caracas) de 1948.