1966• La compañía constructora Edifica, C.A. concluye la construcción del Edificio Mene Grande, sede de la empresa petrolera norteamericana homónima, ubicado en la Av. Francisco de Miranda, entre las Avenidas Andrés Bello y la Primera Avenida de la Urbanización Los Palos Grandes, Caracas, diseñado por el arquitecto Rafael José Larraín Basalo (1928-1978), quien formaba parte del personal de esta constructora.
La edificación de oficinas, construida en una parcela de 7.034 m2, tiene 15.063 m2 de construcción repartidos en 16 pisos; posee planta en forma de H, con sus dos brazos largos orientados norte y sur, con el núcleo de circulación vertical (ascensores, escalera y servicios) en el brazo central. Las fachadas, con ventanales corridos a todo lo largo, están protegidas por elementos verticales para la protección solar.
Durante el sismo del año 1967 el edificio sufrió severos daños estructurales, reparándose con el reforzamiento de las 8 columnas de las esquinas y la incorporación de pantallas de concreto armado.
El Mene Grande fue registrado por el Municipio Chacao en el Catálogo de Edificios con Valor Arquitectónico y declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural como Bien de Interés Cultural de la Nación, el 22 de julio de 2005 como una de las manifestaciones tangibles registradas en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005.
El edificio fue ampliado agregándole un cuerpo comercial bajo construido en el área del estacionamiento frente a la Av. Francisco de Miranda, el cual fue proyectado por Julio Volante (arquitecto Universidad de Buenos Aires, Argentina – revalida FAU-UCV, promoción 16F/1967).
El desaparecido edificio Galipán, cuya impactante estampa engalana nuestra postal del día de hoy, fue la primera intervención de envergadura que se realizara en la avenida Francisco de Miranda, vía que el Ministerio de Obras Públicas (MOP) terminó de construir en 1954 sobre el trazado del antiguo Camino Real de Petare en el trecho de 8,2 kilómetros que transcurre desde Chacaíto hasta esa población.
Tardó el Galipán 20 meses en construirse (agosto 1950 a marzo 1952) bajo la responsabilidad de la Compañía Anónima Edificaciones Galipán, presidida por Carlos Rodríguez Landaeta, en una manzana de 8.600 m2 de extensión que limita con la avenida Francisco de Miranda por el Norte, la calle El Parque por el Este, la avenida Tamanaco por el Sur y al Oeste con la calle Mohedano, de la urbanización El Rosal. Su diseño fue realizado por el ingeniero-arquitecto Gustavo Guinand Van der Walle (FI UCV, 1942; FAU UCV, 1967).
1. Edificio Galipán, Gustavo Guinand Van der Walle. 1952. Arriba: planta tipo (apartamentos). Abajo: planta baja (comercios)
Estaba integrado por tres torres enlazadas, y fue considerado en su momento “la unidad de vivienda mas avanzada de Latinoamérica”. Tuvo 14 pisos que totalizaban 36 metros de altura (la más alta de la capital, pudiéndose divisar el valle de Caracas en toda su extensión), 28.000 m2 de construcción, en los cuales Guinand desarrolló 135 apartamentos, 29 locales comerciales, 24 oficinas, un bar-restaurante en el último nivel, un garage con estación de servicios para 80 vehículos y estacionamientos al aire libre.
Fue construido a un costo de 14 millones de bolívares por varias empresas, entre las que se destacaron Técnica Constructora C.A., quien realizó la estructura de concreto armado antisísmica; Martínez y Salegui responsable de la albañilería; Briceño y Rodríguez de las instalaciones sanitarias y José García de las instalaciones eléctricas.
Los pisos del edificio fueron de granito y las paredes de los accesos y espacios de circulación estaban recubiertos con mármol de Carrara. La circulación vertical se realizaba a través de 12 escaleras y 6 ascensores (dos de ellos de carga). El tanque subterráneo de agua tenia una capacidad de 500.000 litros y estaba equipado con 4 bombas de 25 hp cada una.
2. Dos vistas exteriores del edificio Galipán3. Edificio Galipán, Gustavo Guinand Van der Walle. 1952. Fachada norte
Citando a Hannia Gómez en el artículo “Flores al Galipán”, aparecido inicialmente en la sección Arquitectura del diario El Nacional en 1999 (que hoy se puede releer en http://fundamemoria.tripod.com/id37.html), “La avenida como dijéramos una vez en un libro del Instituto de Arquitectura Urbana, luciría ‘nueva y flamante’, prácticamente construida para el uso exclusivo de la ‘gigantesca megaestructura en medio de grandes lotes baldíos de terreno’. El edificio se asienta majestuosamente a su orilla como un ‘mundo urbano en sí mismo, como un pedazo aislado de ciudad’. En aquel entonces lo habíamos escogido entre los 10 mejores edificios de vivienda multifamiliar de los años cincuenta y le redibujamos cariñosamente sus plantas, sus secciones y sus alzados, cuidando mucho en delinear bien cada antepecho, cada baranda, cada alero (que tanta familiaridad tienen con los de su notable pariente, el Hotel Tamanaco, otra espléndida obra del arquitecto Gustavo Guinand), a fin de salvarlos para la posteridad, erigiéndolo con nuestro devoto esfuerzo en un sitial de honor: una de las operaciones de mayor confianza urbana de la época. Arriba en el último piso, un amplio restaurante coronaría la corpulenta fábrica a lo largo de una terraza sobre la curvatura central del volumen, rutilante de luces festivas y repleta de gente, y desde cada uno de los dos penthouses en las cinco puntas del edificio, los inquilinos, todos gente muy chic que se daban codazos para conseguir aquí apartamentos para rentar, abrían sus elegantemente decorados balcones a la vista de la nueva Caracas”.
Referencia durante años por su calidad arquitectónica, respuesta urbana y el alto estándar de las firmas que ocupaban sus espacios comerciales, los propietarios del Galipán afectados por el hecho de haber sido construido antes de que se sancionara la Ley de Propiedad Horizontal y por la posterior aplicación de la Ley de Inquilinato, habían ido descuidando paulatinamente su mantenimiento y cambiando forzadamente su uso, presentando innumerables problemas con quienes como inquilinos ocupaban sus espacios. Adicionalmente, se empezaba a ver afectado por la presión de una ordenanza que permitía en el área que ocupaba un mayor porcentaje de construcción del que poseía.
En medio de este panorama, en julio de 1999 el Concejo Municipal de Chacao aprobó un acuerdo mediante el cual se lo declaraba patrimonio histórico del municipio. Sin embargo, meses después, los mismos concejales inexplicablemente, con sólo un voto salvado, derogaron el decreto facilitando la posibilidad de su demolición.
4. Nº 324 del 3 de diciembre de 1999 de Arquitectura HOY, dedicado a encontrar salidas a al inminente demolición del edificio Galipán
El escándalo que acompañó todo el proceso que terminó con el derrumbe forzado del edificio, constituyó a finales de los años 90 del siglo XX todo un testimonio del despertar de un sentir que se venía desarrollando por la preservación del patrimonio construido de la ciudad, altamente afectado en lo correspondiente a su pasado colonial y republicano al cual ya se habían empezado a sumar importantes piezas de arquitectura moderna. También de la frustración que acompañó el no poder evitar su anunciado destino a pesar de los pesares y de los altibajos esperanzadores que fueron surgiendo una vez que la sentencia fue decretada.
Las voces levantadas desde diferentes frentes (académicos o de divulgación), si bien avivaron la polémica y abrieron los ojos al ciudadano común de que se trataba de una pelea desigual entre Mercado Inmobiliario y Conservación del Patrimonio, dejaron en claro que ante el primero mientras no exista una opinión pública solida y que se manifieste al unísono será difícil evitar que la segunda vaya observando la desapareción paulatina de su acervo. La actitud ambigua que en su momento manifestaron el Colegio de Arquitectos de Venezuela que declaró que “el edificio es insalvable”, el silencio del Instituto de Patrimonio Cultural, e incluso las declaraciones proclives al desahucio del arquitecto del edificio, alentaron a los nuevos propietarios a llevar adelante su objetivo de obtener la mayor rentabilidad posible en un terreno que lo permitía sin reparar en lo que sobre él estaba construido.
5. Imagen de la demolición del edificio Galipán el año 2000
El 10 de febrero del año 2000 comenzó la demolición del edificio de parte de la constructora propiedad del Sr. Salomón Cohen, levantándose allí un conjunto o “centro empresarial” que irónicamente lleva el nombre de la obra destruida. A casi 20 años del suceso, de lo que hubo ya nos hemos paulatinamente olvidado.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 2 y 5. Colección Crono Arquitectura Venezuela
1, 3 y 4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
1956•El señor Alejandro Sosa Báez concluye la construcción del Edificio Los Llanos, ubicado en la recién ensanchada Avenida Francisco de Miranda con Calle Cecilio Acosta, Chacao, Caracas, proyectado para él por la empresa ARINCO, integrada por el arquitecto Jan Gorecki (Universidad Técnica de Varsovia, 1939; reválida en la FAU UCV 1962) y el ingeniero Samuel Zabner (Facultad de Ingeniería UCV, 1948).
El arquitecto Gorecki dando cumplimiento a las recién promulgadas variables urbanas para la avenida Miranda (edificaciones con usos mixtos, un cuerpo bajo sobre el cual se podría desarrollar un cuerpo superior retirado de la vía), diseñó un edificio de 7 plantas, dos de ellas para comercio (con 70 metros lineales de fachada sobre la acera y ventanales de piso a techo en la planta superior), 4 plantas de apartamentos (la primera de ellas con grandes terrazas descubiertas desarrolladas sobre el techo de los comercios) y una última, como remate del volumen, con amplias terrazas.
La fachada fue desarrollada alternando los pequeños balcones de cada apartamento de forma tal de dar diferentes lecturas geométricas, que unido al uso de perforaciones, los materiales de construcción y sus colores, otorgan al edificio Los Llanos una calidad que lo distingue entre otros de Chacao.
El edificio Los Llanos fue declarado Patrimonio Cultural como Bien de Interés de la Nación.
2011•Se concluye la construcción y pone en servicio el Centro Comercial Líder, ubicado en la Av. Francisco de Miranda, entre Calle Santa Ana y Calle Capitolio, diseñado por el arquitecto David Gabay.
Este nuevo centro comercial de 45.000 m2 cuenta con 380 locales comerciales distribuidos en seis niveles, que ofrecen gastronomía casual, entretenimiento, ropa, servicios financieros, spa, gimnasio, automercado y autolavado.
1973•Se concluye la construcción y se pone en servicio el Centro Comercial Los Ruices, ubicado en el de la Av. Francisco de Miranda y con la Av. Principal de Los Ruices.
El edificio conformado por un cuerpo horizontal de dos pisos (que posee una terraza parcialmente techada para estacionamiento) y otro vertical de 6 pisos ubicado al norte de la parcela, cuenta con bancos, cafetín, un automercado de la cadena Central Madeirense y el Cine Penthouse.
HVH
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