
Archivos diarios: 15 de diciembre, 2024
¿SABÍA USTED…
… que en julio de 1983 se completa la restauración y el cambio de uso del antiguo Ministerio de Educación, ubicado en la esquina El Conde, Caracas?

Cuando el elegante edificio que hoy ocupa el noreste de la esquina de El Conde en el casco central de Caracas fue proyectado y calculado por los ingenieros Guillermo Salas y Armando Vegas en 1934, decretándose su construcción ese mismo año, tenía por destino ser el Palacio de Agricultura, sede del Ministerio de Salubridad y Agricultura y Cría del gobierno de Juan Vicente Gómez.

El inicio de las obras que abarcaron de 1935 a 1938 tuvo varias implicaciones y debió atravesar algunas vicisitudes. La primera fue la demolición de la casona colonial del Conde de San Javier que hasta entonces había ocupado el terreno donde la edificación se levantaría. La segunda fue el fallecimiento en diciembre de 1935 del “Benemérito”, el fin de su cruenta dictadura y la llegada al poder del general Eleazar López Contreras en 1936. Y la tercera fue la decisión tomada por el gobierno entrante en cuanto al destino que debía acompañar al inmueble.

Sobre la decisión de echar abajo la que fuera considerada una de las casas con mayor abolengo de cuantas ocupaban el cuadrilátero histórico de la capital venezolana, pocas informaciones se tienen en cuanto a posibles reacciones a lo que hoy sería considerado como una grave afrenta al patrimonio edificado. El comentario cobra sentido si se tiene en cuenta de que, más allá de la condición nobiliaria de su propietario original, Don Antonio Pacheco, Conde de San Javier, rico hacendado dueño de las mejores vegas de café y cacao, quien construyó una de las pocas viviendas de dos plantas del centro en 1736, allí se instaló la Junta Suprema de Caracas Conservadora de los Derechos de Fernando VII, el 20 de abril de 1810 y, en 1811, se congregaron en sus salones los Diputados del Primer Congreso de Venezuela, dos hechos si se quiere antagónicos desde el punto de vista político, pero de indudable trascendencia en el devenir independentista venezolano.
Sin embargo, todo ese importante bagaje se fue diluyendo y obviando en el tiempo. La propiedad pareciera que cambió de manos y también de uso hasta el punto de que allí funcionó la “Imprenta Nacional”, luego «El Eco Venezolano» y por último «El Nuevo Diario», órgano de la dictadura gomecista, lo cual habla por sí solo de su inexorable destino que culminaría con la demolición aprobada por decreto en 1934.

El que en medio de su construcción iniciada en 1935 el novedoso edificio ministerial se viese envuelto en la transición entre la muerte de Gómez y la llegada de López Contreras, no deja de tener una importancia simbólica en lo que se refiere a su destino inicial y posterior. Para nadie es un secreto el estancamiento y bajo nivel en el que cayó la educación a nivel nacional durante los 27 años que duró la dictadura gomecista. También es sabido el decidido impulso dado a la reactivación educativa y cultural del país por López Contreras a partir de 1936. De allí que nada mejor que designar lo que ya se percibía como un noble, moderno y elegante edificio como sede del Ministerio de Educación Nacional, punta de lanza de una de las principales líneas políticas emprendidas por el gobierno lopecista e impulsar su terminación en 1938, convirtiéndose, además, dada su escala, en uno de los hitos del inicio de la modernización de la ciudad y en el Palacio de Educación Nacional.

Guillermo Salas, su proyectista, dotó a la edificación de cuatro pisos de altura de un indudable sello institucional, provisto de una contundente volumetría en la que predomina la línea recta y la ausencia de elementos decorativos, que acompañó con el sobrio manejo del estilo en boga: el art déco. Concebida como una totalidad arquitectónica, en la obra se dieron cita avances tecnológicos importantes e insospechados para época (estructura en concreto armado, sistema de aire acondicionado central y el primer ascensor de la ciudad), que refuerzan su cuidadoso planteamiento formal y espacial.

Beatriz Meza Suinaga en la nota que acompaña la obra, publicada en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), precisará lo siguiente: “El edificio de planta cuadrada y dos ejes compositivos cuenta con un notable espacio central de acceso con triple altura, cubierto por un lucernario con vitrales coloreados similares a los situados detrás de escalera principal y el ascensor. Marquetería, mármoles, bajorrelieves y altorrelieves del escultor Lorenzo González (1877-1948) se distribuyen en interiores y exteriores, ricos en referencias Art Déco tanto en la combinación de materiales, colores y la simplificación esquemática como en la geometrización, las formas angulares y los escalonamientos de las fachadas”.

Cabría añadir que a la aparente pesadez exterior que muestra el edificio, producto de la preponderancia del lleno sobre el vacío, se contraponen la ligereza y verticalidad que le imprimen tanto las aberturas como los paños que modulan la envolvente. La sensación de estar ante una gran pieza cúbica de piedra blanca esculpida, adaptada adecuadamente a la geometría del lugar en el que se encuentra colaboran a realzar su presencia y a reforzar la definición de la esquina.

Por otro lado, el manejo de los dos ejes compositivos que denota la planta permite ver como el principal (sentido este-oeste), que va del acceso al núcleo de circulación vertical, se ve realzado gracias a la escogencia de mármol blanco como material de recubrimiento y por la posibilidad de apreciar la presencia de la luz natural procedente del lucernario que cubre el espacio central. El eje secundario (norte-sur), perpendicular al anterior, relaciona los espacios de mayor área ubicados al sur con los de apoyo situados al norte, que incluyen la presencia de un pequeño y agradable patio.

Tal vez ningún aspecto del edificio es más fascinante que la presencia en cada detalle o elemento que lo compone, de la mano de un artesano o artista perfectamente coordinados en pro de un espíritu de totalidad acorde con el gusto de la época. Los vitrales (uno que cubre el espacio central y otro que cierra la cara este de la escalera), proveen a la luminosidad reinante de un moderado colorido. Los bajo y altorrelieves utilizados como motivo de remate en el encuentro de techos y paredes, el diseño de los pisos (tanto los de madera como los de mármol), las puertas, las ventanas y la herrería reafirman al edificio como una de las más importantes muestras de art déco de Caracas.
La calidad del edificio diseñado por Salas en la esquina de El Conde es tal vez la responsable del olvido en que cayó la antigua edificación que ocupó el solar por más de 200 años, por lo que se puede decir que el histórico lugar, a diferencia de otros muchos, se dignificó. Así, tras 41 años de ser ocupado por el Ministerio de Educación y una vez construida para éste una nueva sede, el inmueble es destinado, luego de ser decretado en enero de 1980 como Monumento Histórico Nacional, a albergar otro uso de similar nobleza: el de la Biblioteca Pública Central de Caracas, cabeza de la red metropolitana dentro del proceso de institucionalización del Sistema Nacional de Bibliotecas e Información de Venezuela llevado a cabo entre 1974 y 1998 liderizado por Virginia Betancourt desde el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional.

El proyecto de restauración y remodelación que llevaba implícito un importante cambio de uso, ejecutado entre julio de 1981 y diciembre de 1983, estuvo a cargo del arquitecto Lesmes Castañeda. Al momento de su reapertura se le daría por nombre Biblioteca Metropolitana Simón Rodríguez.
Castañeda lleva a cabo un cuidadoso y respetuoso trabajo producto de un sensible estudio y análisis de la obra, que no deja de mostrar que se trata de una intervención acorde al tiempo que transcurre entablando un necesario diálogo sin necesidad de hacer concesiones formales al pasado. Ello conllevó a tomar medidas de acondicionamiento espacial y ambiental dirigidas a sus dos principales objetivos: los libros y los usuarios.
La incorporación visual del sistema de aire acondicionado a los ambientes que lo requieren, a través de un plafón resuelto con una malla metálica tridimensional que sostiene las luminarias, se utiliza como recurso que adicionalmente permite el reconocimiento del trabajo en yeso, presente en el techo original. Así mismo, el mobiliario y la dotación en general establecen un adecuado contrapunto con el resto de los elementos que constituyen el equipamiento, originándose, conjuntamente con la edificación, una relación de armonía por contraste.

El estupendo trabajo que en su momento creó una verdadera sinergia entre el arquitecto restaurador y la obra restaurada, devolvió a la ciudadanía una hermosa edificación que ha podido realizar cabalmente las actividades para las que fue prevista e incluso adaptarse a un nivel de demanda creciente.
Su condición de Monumento Histórico y su ya tradicional vinculación con la cultura han permitido a las nuevas generaciones apreciar cómo un edificio concebido hace 90 años como Palacio de Agricultura se ha convertido en el Templo de la Cultura y la Educación.
ACA
Procedencia de las imágenes
1, 6, 7, 8, 9, 10 y 11. Azier Calvo Albizu. «El templo de la educación». Revista ESPACIO, nº 2, mayo-junio, 1988.
2. Captura de Google Earth.
3. Viajar y celebrar. A travel blog by Betariz ( https://www.viajarycelebrar.com/single-post/2018/03/15/la-calle-m-c3-a1s-aristocr-c3-a1tica-de-caracas-de-la-esquina-el-conde-a-la-esquina-de-ca); y Caracas en Retrospectiva (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10150160732087211&id=19122052210&set=a.10150089384232211&locale=fo_FO)
4. Caracas en Retrospectiva. Ministerio de Educación Nacional (antigua sede) (http://mariafsigillo.blogspot.com/2013/09/ministerio-nacional-de-educacion.html)
5. Caracas en Retrospectiva. Ministerio de Educación Nacional (antigua sede) (http://mariafsigillo.blogspot.com/2013/09/ministerio-nacional-de-educacion.html); y CCS Caracas del valle al mar (http://guiaccs.com/obras/biblioteca-metropolitana-simon-rodriguez/)
ES NOTICIA
Reconocimiento del repositorio SABER UCV para la revista Tecnología y Construcción

Tomado de Boletín IDEC+
Nº 250
9 de diciembre 2024
El 2 de diciembre 2024 fue recibido un certificado que RECONOCE a la Revista Tecnología y Construcción por el «Aporte que viene ofreciendo en la difusión y resguardo de la producción intelectual de la Universidad Central de Venezuela así como de la sociedad».
Para el equipo de TyC es un verdadero estímulo este RECONOCIMIENTO por parte de la gestión del CDCH y sus autoridades Dr. Alexis García (Director CDCH) y Lic. Mauricio Sáez (Jefe del Departamento de Ciencia, Tecnología e Innovación), ya que frente al reto que imponen estos complejos tiempos en lo económico y social, nos produce regocijo y nos da empuje para continuar.
La Revista Tecnología y Construcción está por arribar en el año 2025 a su 40º aniversario con un balance de más de 580 artículos publicados y 60 números arbitrados bajo la modalidad de doble ciego, además de sus habituales secciones de documentos y reseñas actualizados en el ámbito de la Arquitectura y el Desarrollo Sostenible. Igualmente nos mantenemos atentos a las exigencias de los índices y bases de datos académicos Latindex, Revencyt, SciELO, Periodica con el objetivo de brindar una puerta importante de difusión y conocimiento para investigadores del área.
A todos, muchas gracias.
Equipo de la Revista Tecnología y Construcción
ACA
NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

SAVOYE AS BUILT
Análisis proyectual de planimetría, estructura, detalles e instalaciones
Fernando Zaparaín Hernández
Ediciones Universidad de Valladolid
2024
Nota de los editores
En el contexto del centenario de la Villa Savoye (1928-1930), uno de los grandes iconos de la modernidad, esta investigación original pretende completar las de otros autores que han analizado suficientemente, tanto el proceso de proyecto, como el desarrollo de las obras. La novedad que ahora se ofrece en abierto, es una restitución a 1:20 del estado as built de la casa, tal como estaba cuando se terminó en 1930. Esto se realiza en el marco de: 1) un estudio comparativo de la planimetría anterior a las primeras intervenciones, 2) el análisis de las fotografías coetáneas a la obra, 3) un modelo tridimensional de estructura-cerramiento, y 4) la definición formal de sistemas constructivos e instalaciones. Todo ello se aborda desde un prisma proyectual, aunque también constructivo, en continuidad crítica con las publicaciones previas y las controvertidas restauraciones. La base de partida han sido varias campañas de mediciones in situ, junto al trabajo de archivo durante frecuentes estancias en la Fondation Le Corbusier, además de la propia experiencia profesional y numerosos artículos previos sobre el tema en revistas indexadas.
ACA
NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Revista Tecnología y Construcción
Nº 36-II
2024
Nueva etapa
Ya ha sido incorporada al repositorio SABER UCV una nueva entrega de la revistaTecnología y Construcción, número dedicado a los 100 años del nacimiento de Graziano Gasparini y que contó con el profesor Francisco Pérez Gallego como editor invitado. La aparición de TyC tuvo además el patrocinio del grupo Collectania.
La publicación, que puede ser descargada en http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_tc/issue/view/2964, tiene el siguiente Contenido:
EDITORIAL
Dra. Arq. Beatriz Hernández Santana
PREFACIO
Graziano Gasparini, un profesional transdisciplinar
Dr. Arq. Francisco Alfonso Pérez Gallego
ARTÍCULOS
Graziano Gasparini y el Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas-CIHE.
Primera revista venezolana de arquitectura con proyección internacional
MSc. Arq. Hernán Lameda
Graziano Gasparini en la tradición de la fotografía de arquitectura. Templos coloniales de Venezuela.
Dra. Arq. María Fernanda Jaua
Graziano Gasparini. Emisario cultural, 1953-1956
Esp. Arq. Javier Cerisola
Graziano Gasparini, el arquitecto restaurador
Dr. Arq. Francisco Alfonso Pérez Gallego
DOCUMENTOS
Graziano, arquitecto en Venezuela
MSc. Arq. Hannia Gómez
Graziano Gasparini, artista. La faceta eclipsada
Dr. Lic. Rodrigo Gutiérrez Viñuales
Voluntad artística: voluntad histórica
Dr. Arq. Juan José Pérez Rancel
La Carta Internacional sobre la Conservación y la Restauración de Monumentos y Sitios -Carta de Venecia-, a sesenta años de su promulgación
Comité Venezolano de ICOMOS
POSTGRADO
Maestrías del Área de Historia y Crítica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela (FAU-UCV)
MSc. Arq. Hernán Lameda
Evaluadores y árbitros
Normas para autores
ACA
ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 433

Con la aparición el 15 de octubre de 1920 en París de la revista L’Esprit Nouveau (El Espíritu Nuevo), subtitulada Revue Internationale d’Esthétique (Revista Internacional de Estética), dos de sus fundadores, el pintor Amédée Ozenfant y el arquitecto Charles Edouard Jeanneret-Gris (el tercero sería el poeta Paul Dermée), dieron cuerpo a un ambicioso proyecto editorial que no sólo reafirmó el acto inaugural del llamado movimiento purista, llevado a cabo dos años antes mediante la aparición del manifiesto Aprés le Cubisme (Después del cubismo), sino que además le ofrecía la oportunidad de manifestarse a diversas disciplinas, dando cabida a variadas temáticas, proclamándose como ”la primera revista del mundo realmente dedicada a la estética viva”.


Tras el eslogan “Hay un espíritu nuevo; es un espíritu de construcción y de síntesis guiado por una concepción clara”, la portada del primer número en el que Paul Dermée aparece como su director, la revista ya anuncia que se abre a temáticas tales como “estética experimental, pintura, escultura, arquitectura, literatura, música, estética del ingeniero, el teatro, el espectáculo, el cine, el circo, los deportes, la moda, el libro, el mueble y la estética de la vida moderna”, dando a entender de que todo cuanto acontecía en una época plagada de novedades, creatividad y cambios no le sería ajeno.
Tampoco hay que olvidar que L’Esprit Nouveau al igual que De Stijl, surgen como órganos de divulgación del purismo y el neoplasticismo, respectivamente, en un período (el de entreguerras) en el que se acrecienta la aparición de programas y manifiestos que permitirán a las vanguardias contar con sus correspondientes cartas de presentación, mostrándose ambas publicaciones como proyectos editoriales duraderos que trascienden la mera declaración puntual.

En tal sentido, si bien para L’Esprit Nouveau el tema principal era la problemática relación entre el arte y la sociedad industrial, y compartía con De Stijl la idea de que “el mundo industrializado moderno traía consigo el paso del individualismo” así como de “que el arte y la ciencia no eran opuestos, aunque utilizasen medios diferentes, que su unión daría como resultado una nueva estética», las diferenciaba el hecho de que para L’Esprit Nouveau “esa nueva estética sería clásica en su espíritu… idea que quedaba subrayada por la constante yuxtaposición de lo viejo y lo nuevo”, como bien señaló en su momento Alan Colquhoun en La arquitectura moderna. Una historia desapasionada (2002). Dentro del mismo orden de ideas, allí mismo, el crítico e historiador inglés planteará cómo “en el nuevo mundo de la objetividad y el colectivismo anunciado por L’Esprit Nouveau, la posición del artista permanecía intacta. De Stijl y los constructivistas, razonando a partir de los mismos principios de L’Esprit Nouveau, habían previsto que llegaría un momento en que el artista sería redundante”.



Así, en el primer número de la revista destacan, entre otros, su editorial titulado “L’Esprit Nouveau”, los artículos “La nueva estética y la ciencia del arte” de Victor Basch; “Notas sobre el arte de Seurat” de Bissiere; “Descubrimiento del Lirismo” de Paul Dermée: “La música polaca” de Henry Prunieres; “Picasso” de André Salmon; “La estética del cine” de B. Tokine; “El Circo, nuevo arte” de Céline Arnauld; las reseñas dedicadas a revistas, poesía, exposiciones y literatura ; y la transcrición del Manifiesto 2 de De Stijl.



Sin embargo, dos textos subrayan el sentido de tribuna para exponer sus planteamientos que buscaron darle los fundadores de la publicación: uno titulado “Sobre la plástica” firmado por A. Ozenfant y Ch. E. Jeanneret y otro titulado “Tres advertencias a los señores arquitectos”, firmado con el seudónimo compuesto “Le Corbusier-Saugnier” asumido en conjunto por Jeanneret y Ozenfant. Ello marcaría la primera ocasión con la que Jeanneret se identifica con el apelativo que lo haría célebre asumiendo Ozenfant el rol de acompañante. También será la primera de muchas entregas (que se repetirán en los números 2, 4, 5, 8, 9, 10, 13 y 16 de la revista) con las cuales se irá construyendo el no menos famoso libro Hacia una arquitectura (Vers une architecture) publicado en 1923, cuya primera edición en francés mostraba a Le Corbusier-Saugnier como autor. Cabe acotar que del material publicado que conforma los siete capítulos del libro, sólo se reconoce bajo exclusiva autoría de Le Corbusier el titulado “Arquitectura o revolución”, justamente el séptimo. En todo caso, el maestro suizo asume en solitario su apelativo a partir del nº 19 de la revista (1923) pese a que toda su obra se identifica con él y de que continuó firmando sus cuadros con su verdadero apellido hasta 1928.

En virtud de sus inclinaciones dadaístas, Dermée deja de participar después del número 7 (1921) de L’Esprit Nouveau (momento para el cual ya había cambiado desde el nº 4 su subtítulo por el de Revue internationale illustre de l’activité contemporaine), quedando la responsabilidad editorial fundamentalmente en manos de Ozenfant y Jeanneret quienes lograrán que la revista aparezca hasta la edición 28 (enero de 1925) lo cual le dio una frecuencia promedio de 7 números al año, pese había nacido con la intención de aparecer los días 15 de cada mes. La intensidad inicial, como suele ocurrir con la mayoría de las publicaciones periódicas, sufrió un proceso de decaimiento que se evidenció en el distanciamiento entre cada salida, la disminución del número de páginas (de 136 en el nº 1 a 96 en el nº 19 hasta llegar a 80 en el nº 28) y el descenso del número de suscriptores que pasó de 735 en 1920 a 252 en 1923. “Las numerosas transformaciones, los cambios realizados y su creciente enfoque en la arquitectura ya no atraen a sus lectores. Además, en 1925, la colaboración entre Le Corbusier y Ozenfant cesó. Esto, en parte, se debe a la decadencia del purismo… que finaliza en 1926 al desvincularse de él sus dos creadores…”, se recoge de “L’Esprit Nouveau”, texto publicado por el grupo de investigación SU+MA universidad + museo en la página web de la Universidad Complutense de Madrid.


En el mismo sitio se precisa: “La maquetación de la revista es bastante sencilla. Destaca su portada, con el número de publicación centrado y en gran tamaño, con un color diferente en cada número. El título se presenta en letras de gran tamaño y de color negro. Los temas y la relación de artículos y su paginación de cada número se observan tras el título. Todos los números presentan dibujos, fotografías y fotograbados en blanco y negro; y los especiales a color. A su vez, vemos páginas dedicadas a la publicidad, con anuncios de galerías de arte, academias de baile, de otras revistas, y algún anuncio más del ámbito comercial como chocolates Nestlé y Suchard”. Y se añade: “Cabe subrayar la intencionalidad de diálogo con el lector que presenta esta revista, puesto que no solo contiene artículos con información de diversa índole, sino que cuenta con secciones como recomendaciones bibliográficas y de exposiciones de arte que se desarrollan en el momento de la publicación: ecos de actualidad, subastas de arte, apartados de correspondencia que abren una comunicación directa entre los lectores y la redacción, así como información sobre otras revistas coetáneas”.


Culminado el ciclo de la revista, Le Corbusier, quien ya había publicar allí numerosos proyectos arquitectónicos teóricos, como la casa Citrohan o Una ciudad contemporánea, diseñó junto a su primo Pierre Jeanneret un pabellón con el nombre de L’Esprit Nouveau para la Exposición Internacional de artes decorativas e industrias modernas de 1925 en París. La edificación que puede considerarse como una versión concentrada de todos los capítulos del programa corbusiano y una demostración de las ideas que venían desarrollando los Jeanneret desde 1922, buscó también ser un manifiesto contra el predominio del art déco como estilo dentro de la muestra. En tal sentido aprovecharon la oportunidad de representar una nueva forma del “espacio habitable”, descartando toda noción decorativa. En él se trata de mostrar que la arquitectura está siempre presente en todo, desde el más humilde equipamiento doméstico, a la mansión, el barrio o la ciudad a través de un modelo a escala natural de una de las células que conformaban el Plan Voissin.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 2, 4, 5, 6, 7. ROMA TRE. Universitá degli Studi. Dipartimento di Architettura (http://arti.sba.uniroma3.it/esprit/viewer/web/viewer.html?&file=Li4vLi4vcGRmL0VzcHJpdE5vdXZlYXUtRlRfMDEucGRm)
1. Après le cubisme. Fondation Le Corbusier (https://www.fondationlecorbusier.fr/oeuvre-livre/apres-le-cubisme-amedee-ozenfant-et-charles-edouard-jeanneret-1918/)
3. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
8, 9 y 10. ROMA TRE. Universitá degli Studi. Dipartimento di Architettura (http://arti.sba.uniroma3.it/esprit/index.php?option=com_artisba&view=catalogo&Itemid=141)
11. Bbys Magazine (https://www.barnebys.es/blog/mas-de-veinte-paises-estuvieron-representados-en-los); y .bak. Pabellón «Esprit Nouveau», Le Corbusier (http://arxiubak.blogspot.com/2014/05/pabellon-esprit-nouveau-le-corbusier.html)