ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 196

Expo Milán 2015, ultima exposición de gran envergadura con categoría de “universal” realizada hasta los momentos de entre las organizadas por la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), estuvo precedida por Expo Shanghái 2010 y la sucederá la Expo 2020 a realizarse en Dubai. Milán, que se promocionó con el lema “Alimentar el planeta, energía para la vida”, se ganó en la 143ª Asamblea General de la BIE realizada en 2008 en París, obteniendo 86 votos de los 151 delegados presentes, el derecho a organizar el evento por sobre la ciudad turca de Izmir (o Esmirna), que compitió proponiendo como temática “Nuevas vías hacia un mundo mejor/Salud para todos”.

1. Diversos esquemas, planos e imágenes de la innovadora propuesta o master plan conceptual presentada por Jacques Herzog, Mark Rylander, Ricky Burdett, Stefano Boeri y William McDonough (2009)

El interesante tema adoptado por los organizadores de la feria permitió la conformación de un equipo integrado por Jacques Herzog, Mark Rylander, Ricky Burdett, Stefano Boeri y William McDonough quienes, abocados de manera entusiasta a proponer una visión radicalmente nueva de lo que tradicionalmente han sido este tipo de eventos, ya para septiembre de 2009 ofrecieron las imágenes de un Master Plan que recogía un “concepto intelectual” alejado del convencional patrón formal y urbanístico que ha caracterizado a las Exposiciones Universales desde el siglo XIX. De lo que se recoge en la reseña “Milan Expo 2015” elaborada por ArchDaily (https://www.archdaily.com/34772/milan-expo-2015) nos encontramos con que los proyectistas planteaban, trabajando con el tema “Alimentar el planeta, energía para la vida», que la exposición fuese “un jardín botánico planetario que ‘alimentará a Milán literal, espiritual e intelectualmente’ ”. Así, “los arquitectos crearon el marco para la exposición y organizaron un puente ortogonal que contiene un Parque agroalimentario y está rodeado de vías fluviales. (…) La idea de este jardín botánico planetario se basa en los planes urbanos romanos antiguos que incluían ejes gemelos (el cardo y el decumanus) con un foro central. Los dos ejes crean una cuadrícula de espacios donde algunos serán desarrollados por la exposición y otros espacios se darán a países individuales para que los diseñen. (…) En el nuevo plan, el primer eje incluye un bulevar de 1,4 kilómetros de largo donde los visitantes pueden caminar o andar en bicicleta, y un segundo eje que reflejará las geometrías de las tierras de cultivo circundantes. En lugar de un foro, una gran mesa planetaria permitirá que las personas descansen mientras miran cada pabellón y prueban los alimentos producidos y ofrecidos por los diferentes países representados. (…) Los cinco arquitectos también repensaron las formas del agua ‘para centrar la atención y los recursos en la recuperación y la reurbanización de las granjas públicas y municipales’. La red de canales que atraviesan el campo extenderá la energía viva del sitio de la exposición a áreas más allá de sus límites inmediatos”.

2. Expo Milan 2015. Mapa guía del conjunto de la exposición

Una vez inaugurada el 1 de mayo de 2015, durante los 184 días que estuvo abierta hasta el 31 de octubre, se contó con la participación de 145 países, se incorporaron 23 mil trabajadores y la visitaron 21 millones de personas superando todas las expectativas inicialmente previstas.

3. Cluster de los cereales y los tubérculos en el que se integraron Bolivia, Congo, Haiti, Mozambique, Togo, Venezuela y Zimbabwe
4. Venezuela formando parte del cluster de los cereales y los tubérculos

La participación de Venezuela en ExpoMilán 2015, tuvo la particularidad de que, a diferencia de la mayor parte de las veces en que el país lo ha hecho, en esta ocasión no se presentó con un pabellón propio. El espacio que ocupó se encontraba ubicado en la zona de los denominados “cluster”, una serie de pabellones de menor extensión compartidos entre los países con menos recursos y agrupados de acuerdo a una temática alimentaria sumando un total de nueve: arroz; cacao y chocolate; café; frutas y hortalizas; especias; biomediterráneo; islas, mar y alimentos; tierras áridas; y cereales y tubérculos. Venezuela, que tomó la decisión de participar en la Expo a última hora compartió el “cluster” de cereales y tubérculos con Bolivia, Congo, Haiti, Mozambique, Togo y Zimbabwe.

La incorporación tardía de Venezuela a la Expo llevó a ubicarla de manera un tanto forzada dentro de un sector dominado por temas que no constituyen su eje principal de producción, lo cual obligó a los comisarios y representantes nacionales a elaborar un discurso, cargado en buena parte de ideología, que lo justificara.

De hecho, tal y como aparece en un amplio reportaje realizado por La Voce d’Italia (https://voce.com.ve/2015/12/23/148907/venezuela-en-expo-milano-2015-mas-alla-de-una-simple-exposicion/) hemos sabido que “según la página oficial de Expo Milano 2015, http://www.expo2015.org, ‘Cinco granos – arroz, trigo, maíz, mijo y sorgo – proporcionan el 60% del aporte energético alimenticio mundial. Para aproximadamente 700 millones de personas pobres en África, Asia y América Latina las raíces y tubérculos son los alimentos básicos y la principal fuente de calorías. Es gracias a estos datos que también se puede comprender el protagonismo que tienen los granos y tubérculos en la seguridad alimentaria actual y, al mismo tiempo, la necesidad de proteger su conservación y la promoción de su uso sostenible’. (…) Esta es una de las razones por las que Venezuela fue ubicada en esta temática. Aunque más que por producir cereales y tubérculos, es el consumo lo que marcó su clasificación en este grupo, pues cereales como el maíz y tubérculos como la yuca, son parte fundamental de la dieta del venezolano”.

En cuanto al “cluster” compartido donde se ubicó Venezuela sabemos que el diseño y contenido estuvo bajo la responsabilidad del Politécnico de Milano en colaboración desde el punto de vista conceptual con el Instituto de Arquitectura de Moscú y la Escuela de Diseño Parsons de Nueva York. Contó con un área total de 3.820 m2, un área de exposición de 1.125 m2, un área común de 2.455 m2 y un área de eventos de 290 m2. La descripción que aparece en https://www.archilovers.com/projects/150117/cereals-and-tubers-cluster-old-and-new-crops.html#info refiere que “Los colores y las fragancias que recuerdan a los cultivos de cereales y tubérculos son la base conceptual de este sector, que rastrea el descubrimiento y el desarrollo de cultivos que han alimentado a muchos pueblos de todo el mundo” y, en cuanto a la estructura del “cluster”, que “los visitantes pueden moverse en el espacio entre los pabellones, dejándose llevar suavemente por los diferentes ejemplos de cultivo de la tierra. El dosel del proyecto arquitectónico conforma una gran chimenea que alberga un área para eventos y la distribución de platos culinarios temáticos. Al final de su visita a esta área de exhibición, los visitantes pueden participar en una serie de actividades sugeridas o simplemente sentarse y relajarse, disfrutando de los platos típicos de los países que exhiben en este grupo”.

5. Imágenes del interior del pabellón de Venezuela

El interior del espacio ocupado por nuestro país, atendido por un total de 80 trabajadores, de acuerdo a la información oficial suministrada por Gladys Urbaneja, exembajadora venezolana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) -directora de la delegación venezolana-, Ramón Gordils comisario, Giancarlo Di Martino subcomisario y cónsul y Massimo Bracani director del “cluster”, recogida por los medios de comunicación en su momento, buscaba mostrar “Una nación que está progresando notablemente hacia la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria”. En tal sentido “presentó sus logros en el cumplimiento de los objetivos del ‘Desafío Hambre Cero’ de la FAO y su trabajo para eliminar la pobreza; exhibió las tradiciones culinarias de varias regiones; destacó su cultura gastronómica distintiva; y mostró cómo sus innovadores sistemas agrícolas pueden aplicarse internacionalmente. (…) Los aspectos de estos temas se comunicaron con una tridimensionalidad real en el teatro de hologramas del pabellón: un par de proyectores 3-Chip DLP ™ PT-DZ21K crearon representaciones vivas y respirables de la vida silvestre, el paisaje y la cultura venezolana gracias a su excepcionalmente alto nivel de 20,000 lúmenes brillo. Los visitantes pudieron interactuar con las imágenes holográficas, nadar con delfines y experimentar un paseo en uno de los teleféricos de fama mundial que unen los vecindarios montañosos alrededor de Caracas”.

El hecho es que de recibir dos mil visitantes al día durante los primeros meses el pabellón venezolano terminó recibiendo 12 mil, aproximadamente. Según La Voce d’Italia “La gente siempre preguntaba dónde podían comer arepas, pero el cluster venezolano era de los pocos que no tenía un restaurante. Sin embargo, se daba a conocer un poco de la cocina criolla a través de las degustaciones gratis que se hacían en la tarde, cada dos horas”.

Es importante destacar que Venezuela fue galardonada con la categoría plata por mejor exposición en cluster por parte la BIE en ExpoMilán 2015. El oro lo recibió Montenegro y el bronce fue para Gabón.

En cuanto a la Expo en general, pese a sus logros, no dejó particularmente entusiasmado a Jacques Herzog con la manera como fue gestionado y ejecutado finalmente el Plan Maestro al cual le fueron incorporadas importantes modificaciones. En una entrevista con Uncube Magazine, explicó por qué junto a Stefano Boeri, William McDonough y Ricky Burdett decidieron abandonar el proyecto en 2011. Las discrepancias con los organizadores empezaron a agudizarse desde el momento en que empezaron a chocar la visión radicalmente nueva que encerraba la propuesta inicial con el convencionalismo de quienes la materializaron dando como resultado “el mismo tipo de feria de las vanidades (vanity fair, en inglés) que hemos visto en el pasado». Y concluirá: «Estas Expos se han convertido en shows gigantescos diseñados con el único objetivo de atraer a millones de turistas. (…) Qué aburrimiento y pérdida de dinero y recursos!».

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. https://www.dreamstime.com/photos-images/venezuela-pavilion.html

1. https://www.archdaily.com/34772/milan-expo-2015

2. http://www.nightlife-cityguide.com/italia/expo-2015-milano-guida-padiglioni-cosa-vedere-come-arrivare/

3. https://www.archilovers.com/stories/7241/the-9-clusters-of-expo-milano-2015.html

4 y 5. https://panasonic.net/cns/projector/casestudies/expo_milano/venezuela/

TEXTOS FUNDAMENTALES

Planes, planos y proyectos para Venezuela: 1908-1958

(Apuntes para una historia de la construcción del país)

Juan José Martín Frechilla

Universidad Central de Venezuela

Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico

Fondo Editorial Acta Científica Venezolana

Colección Estudios

1994

Planes, planos y proyectos para Venezuela: 1908-1958 (Apuntes para una historia de la construcción del país), aparece en abril de 1994 como resultado de una larga y exhaustiva investigación realizada por el arquitecto, profesor e investigador Juan José Martín Frechilla (FAU UCV, Promoción 19G / 1972) enmarcada dentro de una trayectoria que ha hecho de la «Historia social de la construcción territorial y urbana de Venezuela, siglos XIX y XX» una sólida línea de trabajo desarrollada a lo largo de más de 40 años dentro del Sector de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura Carlos Raúl Villanueva de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV.

El libro, prologado por Manuel Beroes, contiene en sus 446 páginas material documental inédito incorporado a la investigación, proveniente del arqueo del autor llevado a cabo directamente en el Archivo Histórico de Miraflores, el Archivo del Concejo Municipal del Distrito Federal, el Concejo Municipal de Distrito Sucre y en el Archivo Privado del Dr. Pedro Pablo Azpúrua (donado poco antes de la edición del libro por el Dr. Azpúrua al Sector de Estudios Urbanos de la Escuela de Arquitectura de la FAU UCV y que forma parte de la Unidad de Documentación INFODOC BD/JJMF/SEU-FAU-UCV identificado en su portal web como “Fondo Pedro Pablo Azpúrua).

Con carátula diseñada por Blanca Strepponi, composición y paginación electrónica a cargo de Servicios Gráficos Led, C.A. e impreso en los Talleres de Anauco Ediciones C.A., Planes, planos y proyectos para Venezuela: 1908-1958 (Apuntes para una historia de la construcción del país), da cuenta de cincuenta años que median entre la subida al poder del General Juan Vicente Gómez y la caída del General Marcos Pérez Jiménez fundamentales en el proceso de construcción institucional, social, económico y físico de la nación venezolana, en su impulso modernizador, en los intentos acertados o fallidos, por consolidar una compleja y efectiva implantación espacial sobre su territorio y sus ciudades. En él se sostiene cómo aún y a pesar de las significativas rupturas políticas, se asiste sin solución de continuidad a un proceso, fundamentalmente liderizado por el Estado, para cuyo análisis, el nefasto y simplificador antagonismo “democracia y dictadura” poco ayuda en una valoración menos sesgada ideológicamente.

Además del Prólogo de Beroes y la Introducción del autor titulada “Historias por una sola razón”, el libro está compuesto de tres partes en las que se barre, según el énfasis que se le da a cada una, por completo el período 1908-1958. En la primera se presentan y desarrollan ampliamente los argumentos que hacen al autor afirmar que durante el lapso estudiado Venezuela era “Un país vulnerable” (recogido en dos capítulos: “USA y nosotros: Las restricciones de la debilidad” y “Nosotros solos: Las razones para la debilidad”); la segunda titulada “Todo por hacer” se ocupa de los programas y acciones que se pusieron en marcha para lograr su transformación (dividida en dos partes “Discursos y programas para establecer el orden y alcanzar el progreso” y “El Estado se transforma, planifica e interviene”); y en la tercera, dedicada justamente a “La construcción del país” (separada en dos secciones: “Para integrar el territorio nacional” y “Caracas entre la renovación y el ensanche”), se dedica a mostrar los hechos que evidencian el desarrollo territorial y urbano como expresión morfológica concreta del proceso. Cierra la edición con un epígrafe titulado “…Nuestra historia”, un “Apéndice bibliográfico y documental”, la “Bibliografía” y los “Índices” (de cuadros, de gráficos y general) que aportan un valioso material, equiparable al propio contenido de la publicación, fundamental para la tarea de emprender futuras investigaciones.


Del Prólogo  podemos extraer varias ideas que ayudarán a entender por qué estamos ante un texto fundamental dentro de la historiografía venezolana. Así, apunta Manuel Veroes: “Este es un trabajo de investigación histórica. Y lo es, apreciado desde la corriente más avanzada que dicha investigación muestra hoy en Venezuela. Me refiero a aquella que conceptúa y ejerce la tarea investigativa histórica como vehículo para en conocimiento, la comprensión y la explicación de los procesos sociales vistos dentro de sus expresiones temporal y espacial, en base esencialmente al amplio manejo de fuentes directas o primarias (documentales, hemerográficas y también testimoniales, gráficas, auditivas, audiovisuales), al análisis exhaustivo y riguroso y objetivo de tales fuentes y a su interpretación. Cabe acotar que la mencionada corriente, de vieja presencia en el país pero hasta hace poco limitada a pocos seguidores, avanza en oposición a otras concepciones y/o prácticas de la investigación histórica que prevalecieron durante muchos años o, al menos, tuvieron mucho peso en algunos lapsos. Entre esas otras concepciones y/o prácticas, aún vigentes aunque en declive, destacan la del acopio de datos con fines meramente descriptivos, la del trabajo realizado sólo o principalmente con bibliografía secundaria, la del ‘relleno’ de esquemas preconcebidos con datos ‘ajustables’ a ellos y la de la especulación o la generalización a partir de uno o de muy pocos datos”. Palabras que hablan muy bien del investigador y del trabajo realizado más aún si se considera que se trata de un arquitecto que se podría considerar como un egresado universitario no formado específicamente en historia, lo cual lo convierte en referencia de cómo el enfoque asumido se abre en otros campos disciplinares.

Sustenta Veroes su apreciación por una parte en el hecho de que “J.J. Martín aprehende y aplica los dos principios básicos del método que orienta la actividad de la corriente histórica que he destacado: el de totalidad y el de proceso. (…) … el arquitecto se coloca plenamente en la perspectiva histórica, y la maneja con el cabal sentido de que lo histórico es concurrencia de múltiples factores dialécticamente vinculados, los cuales se desarrollan en el tiempo y en el espacio (…) (donde cada uno tiene su importancia), variable según las situaciones y los momentos y, por ende, no hay ninguno que predomine permanentemente. (…) En consecuencia, hay que analizar cada hecho y reflexionar el conjunto”.

En segundo término reconoce Veroes que si bien J.J. Martín aborda la temática desde su “sistema de prejuicios” sabiéndose que nunca “se parte de cero”, lo utiliza “como una referencia inicial y va a fondo en las fuentes documentales, testimoniales y gráficas especialmente para desentrañar al máximo los diversos aspectos de su estudio. No acepta de buenas a primeras lo que se le dice; busca confirmarlo o establecer su inexactitud en las fuentes. Descubre corrige, desecha elementos, apreciaciones o ideas al contacto con las fuentes. (…) pero … además el apego de J.J. Martín a las fuentes no es acrítico.”

Y, finalmente señala Veroes como otra virtud del investigador el hecho de que “entra de lleno en la historia contemporánea de Venezuela, a despecho de quienes aún predican la abstención (o abstinencia) por considerar imposible o inconveniente el estudio de lo reciente. Y lo hace, además, con la disposición de romper tabúes, de deslastrarse de prejuicios y de contrariar ‘verdades consagradas’ en tanto que su información y su reflexión lo llevan a ello”.

En resumen, Planes, planos y proyectos para Venezuela: 1908-1958 (Apuntes para una historia de la construcción del país) tras 25 años de su publicación es sin duda referencial. No en vano obtuvo el Premio Municipal de Literatura «Investigación social» 1995 del Concejo Municipal del Departamento Libertador y Premio Anual al Mejor Trabajo Científico en el área de Ciencias Sociales y Humanidades 1995 otorgado por el CONICIT.

Por otro lado J.J. Martín tiene en su haber, incluido el que nos ocupa, al menos cinco libros de autor, siete como coautor y más de cincuenta artículos aparecidos en publicaciones tanto especializadas como de divulgación, a lo que se suma el haber impulsado en 1975 la creación de la ya citada Unidad de Documentación INFODOC BD/JJMF/SEU-FAU-UCV, convirtiéndose hoy en día en una autoridad en el área en la que ha trabajado durante años.Planes, planos y proyectos para Venezuela: 1908-1958 (Apuntes para una historia de la construcción del país), que se ubica en primera fila dentro de aquellos textos que suman su valía al conocimiento y comprensión del proceso de construcción institucional, social, económico y físico de nuestro país, bien merece una reimpresión más cuidada que la originalmente aparecida en 1994, con una mejor diagramación y con un trabajo más acucioso de limpieza y edición del valioso material gráfico y fotográfico que la acompaña.

ACA

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 195

La urbanización Santa Cecilia, ubicada al este de a ciudad de Caracas, cuyo aviso de promoción aparecido en el nº 3 de la revista A, hombre y expresión de 1957 reproducimos como protagonista de nuestra postal del día de hoy, ocupó los terrenos de la que anteriormente era la hacienda “Santa Cecilia”, sin que tengamos total certeza de dicha denominación ya que en la documentación revisada en unos casos se menciona como lugar de origen a la hacienda “La Pastora” y en otros, los menos, el sector suele identificarse como parte del fundo “La Carlota”.

La posible confusión surge cuando se coteja la información que suele acompañar los antecedentes de la casa de hacienda adquirida por el Estado venezolano bajo el mandato de Raúl Leoni en 1964, que pasó a ser la residencia presidencial, conocida como “La Casona”. Bajo el supuesto de que se trata de la casa donde residían los propietarios de los terrenos ocupados hoy por Santa Cecilia, una fuente (https://es.wikipedia.org/wiki/La_Casona) nos indica que: “La Casona originalmente era una hacienda de caña de azúcar llamada La Pastora y data de la época colonial; para el momento en que el Estado la adquirió (Raúl Leoni: 1964), pertenecía a la familia Brandt”.

1. Dos obras de Federico Brandt (1878-1932) que plasman algunas vistas originales de la propiedad de su familia (hacienda Santa Cecilia). Izquierda: Paisaje de La Casona (circa 1924). Derecha: Paisaje (1924)
2. Dos fotografías dos fotografías de Guerra Toro aparecidas en 1928 en la revista Élite. Izquierda: el Patio de la casa de habitación de “Santa Cecilia” hacia el N.E. Derecha: uno de los lados de la casa.

Otra, procedente de un ejemplar de la revista Élite de 1928, transcrita en el blog “Caracas en retrospectiva” (https://mariafsigillo.blogspot.com/2015/05/hacienda-santa-cecilia.html), señala: “Don Alfredo Brandt, presagioso caballero del gran mundo caraqueño y afortunando hombre de trabajo, es propietario de la bella y feraz hacienda ‘Santa Cecilia’, situada no lejos de la capital, en los estribos de la Cordillera de la Costa, con agua abundante e infinitos y sugestivos paisajes. La casa de habitación es amplia y de neto estilo colonial. El jardín es de gran dimensión, engalanado con chaguaramos y araucarias, también de estilo colonial. El señor Brandt reside en ‘Santa Cecilia’ buena parte del año, y allí ofrece a sus amigos fiestas esplendorosas”, reseña que venía acompañada de dos fotografías de Guerra Toro: una que mostraba el Patio de la casa de habitación de “Santa Cecilia” hacia el N.E. y la otra de uno de los lados de la casa, precisándose que “son de gran belleza las ventanas forjadas según diseño del noble Federico Brandt” (1878-1932) que, como se sabe, fue un destacado pintor venezolano quien a su vez dejó plasmadas hacia 1924 algunas vistas originales de la propiedad.

Sea como sea pareciera que la familia Brandt era la propietaria de los terrenos donde se desarrolló Santa Cecilia y luego de venderlos se había reservado para sí la casa de hacienda que posteriormente se convertiría en residencia presidencial (restaurada y ampliada por los arquitecto Andrés Enrique Betancourt y Javier Camargo pasando de la escala de la casa original a la de una gran mansión que se habita finalmente en 1967). Sería la empresa Venezolana de Inversiones C.A. (VICA) la que compraría y urbanizaría los terrenos y posteriormente los pondría a la venta acompañados de las viviendas tipo diseñadas por Diego Carbonell (1923-1998), a la sazón Gerente General de la constructora.

El aviso publicitario, es todo un manifiesto gráfico dirigido a la clase media emergente de la ciudad de aquellos años, interesada en alcanzar lo que recoge la frase que lo acompaña: “tener casa propia es vivir seguro”, en momentos en que una quinta que se ubicara en una de las zonas de expansión de Caracas, lejos del ruido y el movimiento propios del centro y a la vez cerca de él, era un sueño posible de alcanzar. La propaganda también permite identificar el logo de E VICA (Edificaciones VICA), subsidiaria de la ya mencionada VICA, responsable de la urbanización de buena parte del este y el sureste de Caracas.

3. Vista aérea actual de la urbanización Santa Cecilia.
4. Vista general de la urbanización Santa Celilia (circa 1955)

El proyecto de urbanismo que Carbonell propone para Santa Cecilia a través de VICA en 1955, consiste en la construcción de 260 viviendas unifamiliares aisladas, las cuales se ofrecen para ser adquiridas con facilidades de crédito; y 2 edificios, uno de 160 apartamentos y otro de 260, previstos para venderse en el régimen de propiedad horizontal. Cinco años después (1960) la urbanización ya había alcanzado el crecimiento evidenciado en la fotografía de M. A. Marsiccobetre que hemos colocado sobre estas líneas.

5. Urbanización Las Mercedes. Vista de la avenida principal (circa 1953)
6. Urbanización Las Mercedes. Izquierda: Vista de la avenida principal a inicios del desarrollo de la urbanización (1947). Derecha: Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe en plena construcción (circa 1955)
7. Urbanización Las Mercedes. Izquierda: Centro Comercial Las Mercedes, sobre la avenida principal. Don Hatch (1955). Derecha: Colegio Campo Alegre, calle La Cinta (circa 1955)

Por otro lado quizás valga la pena recordar que Venezolana de Inversiones C.A. (VICA) se crea en 1943 con el objetivo de urbanizar los terrenos de las haciendas Las Mercedes y Valle Arriba propiedad de la familia Eraso quien junto al ingeniero civil mexicano Gustavo San Román pasaron a ser sus principales accionistas.

Así, tanto el crecimiento de las empresas extranjeras dedicadas a la extracción y comercialización del petróleo venezolano como de los requerimientos de dotación de viviendas, institutos educacionales e instalaciones recreativas que su personal ejecutivo y profesional demandaba, condujeron al visionario empresario San Román a plantear, luego de construirse la urbanización El Rosal, en las dos urbanizaciones planificadas en terrenos de la hacienda de los Eraso (Las Mercedes y Valle Arriba) los primeros desarrollos habitacionales hacia el sureste de Caracas acompañados de: un hotel de categoría internacional (el Hotel Intercontinental Tamanaco, Gustavo Guinand van der Valls, asociado a la firma de Chicago Holabird, Root & Burgee, 1953); un novedoso centro comercial (con uno de los primeros automercados del país, Don Hatch, 1955); un colegio (el Colegio Campo Alegre, fundado en 1937 en la urbanización homónima y que se trasladó a su actual sede en la Calle La Cinta, Urb. Las Mercedes); una iglesia (la Iglesia de la Guadalupe); un club (el Valle Arriba Golf Club, John R. Van Kleek, 1942-1947); y dos bombas de gasolina sobre la avenida princpal de Las Mercedes: una al inicio de la Royal Dutch Shell (Carlos Augusto Gramcko/José Lino Vaamonde, 1959) y otra al final de la Creole Petroleum Corporation. Adicionalmente como apoyo al Tamanaco y para paliar la escasez de vivienda de alquiler temporal en la zona se construiría el edificio La Hacienda (1957) proyecto de Diego Carbonell.

De la importancia de VICA como empresa y su condición de lugar donde el crecimiento profesional estaba garantizado gracias a la cantidad y diversidad de trabajos que se desarrollaban, da fe Gerardo Sansón quien fuera Ministro de Obras Públicas entre noviembre de 1948 y octubre de 1952. Sansón, en efecto, es llamado a ocupar la cartera de Obras Públicas luego de trabajar entre 1943 y 1948 en VICA donde se desempeñó primero como su Vicepresidente y luego como su Presidente.

En el libro Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna de Juan José Martín Frechilla se recoge en el “Diálogo oficial con Gerardo Sansón” como éste pasa del MOP de Tomás Pacanins, luego de ocupar diversos cargos, a VICA en 1943, para luego regresar al MOP en 1948, relatando acerca de su experiencia en la empresa lo siguiente: “Yo estuve en el Instituto (Técnico de Inmigración y Colonización) año y medio (…) y traté de hacer lo más posible por las colonias. (…) Pero la VICA ya estaba funcionando, era una compañía nueva de construcción y proyectos que me propuso me fuera a trabajar con ellos de una manera más firme y me fui entonces para VICA; renuncié al Instituto (…) que tampoco era completamente lo que yo deseaba. (…) Eso era en el año 43”. Para la época de su llegada a VICA, sigue relatando Sansón, la empresa estaba construyendo Las Mercedes y “se estaba entrando en negociación con los Eraso para hacer los planos de la urbanización. Fue un proceso muy técnico porque se planificó muy bien (…) se tomó en cuenta el río Guaire que nos podía inundar Las Mercedes; se levantaron con estudios muy completos los terrenos y se construyó el muro de contención que había. Se hizo el primer puente por iniciativa privada de esa naturaleza, por cierto que Julio Bacalao (futuro Ministro de Obras Públicas en 1953) fue quien dirigió la construcción como empleado de Steling & Tani.”

También es producto del momento de máximo apogeo de VICA, ya entrados los años 50, además de Santa Cecilia, la urbanización Santa Marta, donde Carbonell igualmente ofrecía a los compradores de los terrenos un variado repertorio de viviendas unifamiliares “tipo”.

8. Estado actual de dos quintas de la urbanización Santa Cecilia

Al día de hoy, gracias a su condición de lugar de llegada y no de paso, aislado del tránsito de la ciudad y con buena seguridad debida a su vecindad con «La Casona», Santa Cecilia sigue siendo un lugar tranquilo donde sus casas han sufrido cierto deterioro e importantes intervenciones similares a los de otras zonas de la ciudad, que acompañan el proceso típico de crecimiento de las familias que las habitan buscando dar alojamiento a sus descendientes, o intentando generar espacios de alquiler que contribuyan a paliar la crisis que vive el país. Como otro claro síntoma del momento que atravesamos un buen porcentaje de ellas está a la venta.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Revista A, hombre y expresión, nº 3, 1957

  1. Izquierda: https://www.latinamericanart.com/es/obra-de-arte/paisaje-de-la-casona/. Derecha: https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:Federico_Brandt_01.JPG

2. https://mariafsigillo.blogspot.com/2015/05/hacienda-santa-cecilia.html

3. Google Earth

4 y 7. Colección Crono Arquitectura Venezuela

5. Fundación Fotografía Urbana

6. Izquierda: ttps://fundamemoria.blogspot.com/2010/08/204-municipio-baruta-parroquia-nuestra.html. Derecha: https://www.pinterest.com/pin/205617539216691119/

8. https://www.conlallave.com/propiedades/espaciosa-quinta-cod-78-147-52221647.html

SOLICITUD DE APOYO

Uno de los Miembros Asociados de la Fundación Arquitectura y Ciudad, el arquitecto Ricardo Avella, nos ha solicitado difundir por este medio una noticia que nos llena de satisfacción pero que requiere, para alcanzar niveles máximos dentro de la undécima edición de los premios Building of the Year promovido por ArchDaily, del apoyo de quienes puedan hacerlo.

Transcribimos la nota enviada:

Queridos todos,

¡Tengo una noticia emocionante! ArchDaily acaba de lanzar la undécima edición de sus premios Building of the Year y un proyecto que diseñé entre 2016-17 en Yaracuy (el campamento recreacional Dos Cabañas) es elegible para la nominación en la categoría de Hospitality Architecture..

A lo largo de este período de nominación de 2 semanas, los lectores filtrarán más de 4,000 proyectos a solo 5 edificios destacados en 15 categorías.

¿Cómo funciona la votación durante el período de nominación para el edificio del año? ¡Es fácil! Cualquiera puede registrarse en la plataforma My ArchDaily para seleccionar cuáles creen que son los mejores edificios (voten por el mío en la categoría mencionada anteriormente). Este es el enlace para votar por mis queridas cabañas,

https://boty.archdaily.com/us/2020/candidates/127044/two-cabins-in-yaracuy-slash-avella-taller-de-arquitectura?fbclid=IwAR2ykAxMsYka9TWSR0oU_aP4L-x8T0WLp8CANDc8PXEwhD5E9Ix0bxauqPE

Mil gracias,

Ricardo Avella

Desde aquí le deseamos a Ricardo el mayor de los éxitos y garantizamos que, independientemente del resultado, publicaremos en extenso el proyecto cuya sola nominación al premio ya constituye un importante logro.

ACA

ES NOTICIA

La escuela de arquitectura de Frank Lloyd Wright en Taliesin cerrará después de 88 años

La Escuela de Arquitectura de Taliesin, que Frank Lloyd Wright estableció hace casi 90 años, cerrará en junio, después de no haber llegado a un acuerdo financiero con la Fundación Frank Lloyd Wright.

Por Ligia Tuon

29 de enero de 2020

Tomado de Noticias Construcción

La escuela emitió hoy una declaración en la que se afirma que su junta se vio obligada a tomar la «desgarradora decisión» de cerrar sus dos campus en Scottsdale (Arizona) y Spring Green (Wisconsin). Añadió que los involucraos habían calificado la medida de «trágica».

«La Escuela de Arquitectura de Taliesin dejará de funcionar después de este semestre, tras la desgarradora decisión tomada por su consejo de administración el sábado», dice el comunicado.

La escuela hizo «todo lo posible» para luchar por la supervivencia

«La Escuela de Arquitectura de Taliesin no pudo llegar a un acuerdo con la Fundación Frank Lloyd Wright para mantener la escuela abierta», añadió.

Dan Schweiker, presidente del consejo de administración, dijo que hicieron «todo lo posible para luchar por su supervivencia» pero no pudieron llegar a un acuerdo con la Fundación Frank Lloyd Wright, propietaria de los campus de la escuela en Taliesin, Wisconsin, y Taliesin West, Arizona.

«El cierre de la escuela ha tenido un gran impacto para nuestros estudiantes, nuestro profesorado y personal y para todos los que trabajamos intensamente para esta institución única que ha jugado un importante papel en la preservación del legado de Frank Lloyd Wright», dijo Schweiker.

La escuela comprendía Taliesin West en Arizona (en la foto arriba) y la casa y el estudio de Wright Taliesin, en Spring Green, Wisconsin.

La institución se propuso continuar la visión de Wright

Wright, considerado como el más importante de los arquitectos del siglo XX, fundó la escuela en 1932 para, mediante la Beca Taliesin, permitir a 50 o 60 estudiantes estudiar en la institución de acuerdo a sus lineamientos.

«Nuestra innovadora escuela y su misión fueron parte integral de la visión de Frank Lloyd Wright de conectar la arquitectura con el mundo natural», dijo Schweiker.

«El legado de Wright no fue sólo construir», continuó. «Fue una escuela que buscaba dictar pauta para todas las generaciones futuras.»

El centro de enseñanza se llamó originalmente Escuela de Arquitectura Frank Lloyd Wright y fue financiada por la Fundación Frank Lloyd Wright, establecida por el arquitecto americano en 1940. Fue rebautizada como Escuela de Arquitectura en Taliesin en 2017, como resultado de su ruptura con la organización matriz en 2017.

La escuela se separó de la fundación debido a problemas con la acreditación
La separación se derivó de asuntos vinculados al tema de la acreditación: la escuela necesitaba convertirse en una entidad independiente este año para que la Comisión de Aprendizaje Superior (HLC), una de las agencias que acreditan a las escuelas de arquitectura de los Estados Unidos, la renovara. En 2010, la HLC dijo que las escuelas acreditadas no podían depender financieramente de una institución no académica.

Por otra parte, el centro educativo está acreditado por la Junta Nacional de Acreditación de Arquitectos y la Junta Estatal de Arizona para la Educación Privada Postsecundaria.
Aaron Betsky, columnista de opinión habitual de Dezeen, se convirtió en el decano de la escuela en 2015.

Según la declaración, la Escuela de Arquitectura de Taliesin seguirá funcionando durante el semestre de la primavera de 2020 y cerrará a finales de junio. Entretanto se está elaborando un acuerdo para que los 30 estudiantes que actualmente estudian allí convaliden créditos y completen sus programas de grado con la Escuela del Instituto Herberger de Diseño de la Universidad Estatal de Arizona.

ACA