OTRA EXCELENTE NOTICIA

Render presentado por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, como parte de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

Nota elaborada con el apoyo de la información obtenida en http://www.upv.es/noticias-upv/noticia-11703-adrian-de-arri-es.html

3 de enero 2020

Miguel Fernández, arquitecto egresado de la USB en 2017, junto con Adrián de Arriba, en equipo con Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España, concurso de ideas para arquitectos menores de 40 años que ejercen profesionalmente en cualquier país del continente, con el proyecto “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana.

Fernández y de Arriba son estudiantes del Máster en Arquitectura Avanzada, Paisaje, Urbanismo y Diseño de la Universitat Politècnica de Valencia (MAAPUD-UPV), mientras que Guillermo Pomar Blanco y Estela Darriba Estévez forman parte de RCR Arquitectes en Olot.

Fernández relató que Europan 15 uno de los concursos “más importantes para jóvenes arquitectos en Europa, fue propuesto como actividad en el MAAPUD por el profesor Rafael Temes en la asignatura de Regeneración Urbana, donde nos dio sus opiniones y críticas hasta conseguir el resultado final”.
El certamen, cuya finalidad primordial es fomentar el intercambio de influencias entre ellos y ofrecer soluciones de calidad a nivel arquitectónico y urbanístico para las ciudades europeas, está estructurado en torno a una federación europea de organizaciones nacionales que lanzan, de manera simultánea, concursos con un tema, un calendario y unos objetivos comunes. En España, el Comité Nacional está presidido por el Ministerio de Fomento.

Los siete emplazamientos sometidos a concurso. De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Lasarte-Oria, Madrid-La Arboleda, Casar de Cáceres, Palma, Sant Climent de Llobregat, Barcelona-Vallbona y Oliva.

7 emplazamientos, 141 propuestas presentadas, 39 preseleccionadas y 28 premiadas

En la presente edición, los proyectos debían tratar las ciudades productivas desde tres prismas: los recursos, la movilidad y la equidad social. A partir de ello, los arquitectos, solos o en equipo, podían presentar propuestas en cualquiera de los emplazamientos propuestos en toda Europa. En España, las opciones para este año eran 7: Lasarte-Oria, Madrid-La Arboleda, Casar de Cáceres, Oliva, Palma, Sant Climent de Llobregat y Barcelona-Vallbona.

En total, la edición española de Europan 15 recibió 141 propuestas, de las que inicialmente fueron preseleccionadas 39. En la segunda fase, el jurado reunido en Innsbruck (Austria) el pasado 21 de octubre eligió 28, de las que finalmente 6 han recibido un primer premio, 8 un segundo, y 14 han sido reconocidas con una mención especial.

Vista aérea de Oliva, provincia de Valencia, emplazamiento donde trabajaron Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, obteniendo el segundo premio en el certamen Europan 15 España
Imágenes de “Els Rajolars”, Oliva, provincia de Valencia emplazamiento donde trabajaron Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, obteniendo el segundo premio en el certamen Europan 15 España

“Els Rajolars”, un área urbana ubicada en el borde sur del principal núcleo de Oliva.

“Els Rajolars” presenta un paisaje urbano único, resultado de un pasado industrial de producción ceramista de mediados del S.XX, heredero de una ancestral actividad ceramista local. Está conformado por un importante número de fábricas con tipologías similares y 9 chimeneas que lo hacen emblemático.

El municipio de Oliva se encuentra en el límite Sur de la provincia de Valencia, junto al mar Mediterráneo. Dista 79 km de Valencia, capital de la Comunidad Valenciana a la que pertenece y 102 km de Alicante.

Su Término Municipal se abre al Mar Mediterráneo en una longitud de costa de 8,5 km de playas arenosas bordeadas por un potente cordón dunar, seguidas de planicies aluviales con extensas zonas de marjalería. A su espalda, se desarrolla una importante zona montañosa formada por las estribaciones de las sierras Safor y Mustalla con valles profundos cuyos barrancos desaguan sobre la planicie. La principal zona de marjalería existente es un humedal de gran valor ecológico que forma parte del Parque Natural del Marjal Pego-Oliva.

Oliva, al igual que los municipios de las comarcas colindantes, ha sido y sigue siendo una ciudad eminentemente agrícola. Esta circunstancia incide en el carácter social, cultural y laboral del municipio. Hasta mediados del siglo pasado, a excepción del trabajo agrícola, toda la actividad se desarrollaba en el principal núcleo urbano, por cuanto el concepto de ciudad productiva no está muy lejano.

En Oliva, durante los últimos 50 años, la tendencia ha sido la ampliación o la creación de nuevos asentamientos, separando claramente los usos industriales y productivos de los residenciales. Esta ha sido la principal causa de desatención a la regeneración de las bolsas de suelo urbano deterioradas que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor proponía.

El área “Rajolars” es la más importante de todas ellas. Es determinante, por tanto, la decisión municipal de priorizar la actuación regeneradora sobre la ocupación de nuevas zonas y que en esta predominen la adecuada combinación entre hábitat y producción, movilidad sostenible, eficiencia energética y sostenibilidad.

Render presentado por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, como parte de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

Incluso un ladrillo quiere ser algo

Animados como ya se ha dicho por Rafael Temes, profesor de Regeneración Urbana del MAAPUD-UPV que lo propuso como actividad, Miguel y Adrián conformaron con Estela y Guillermo un equipo que presentó al certamen el proyecto «Even a brick wants to be something» (Incluso un ladrillo quiere ser algo), propuesta destinada a regenerar el borde sur del núcleo urbano de Oliva (La Safor, Valencia) conocido como «Els Rajolars». Dicha intervención, propuesta por la Generalitat Valenciana en colaboración con el Ayuntamiento de Oliva, planteaba como uno de sus principales retos «la introducción de actividades productivas innovadoras vinculadas a la formación profesional de alto rendimiento de los sectores económicos del municipio: agroalimentario, industrial cerámico y gestión del agua y servicios», atendiendo, al tiempo «la participación pública, la innovación productiva, la diversidad funcional, la sostenibilidad social, económica y ambiental, y el respeto por el patrimonio arquitectónico y paisajístico».

Vista general de la propuesta “Even a brick wants to be something” para Els Rajolars, Oliva, en la comunidad Valenciana, presentada por Miguel Fernández, Estela Darriba Estévez y Guillermo Pomar Blanco, con la que obtuvieron el segundo premio en el certamen Europan 15 España.

«Soluciones muy sugerentes que ponen de manifiesto la riqueza y diversidad paisajística»

En su fallo definitivo, el jurado ha valorado que el proyecto originado en la UPV aporta «soluciones muy sugerentes» a la complejidad territorial del municipio, «que ponen de manifiesto la riqueza y diversidad paisajística» del mismo.

Así mismo, ha destacado «la propuesta de renaturalización del sector, como paso previo a la implantación de los usos productivos, así como la rehabilitación del patrimonio industrial para acoger todo el programa de usos propuestos, incluidas las viviendas, dentro de las naves existentes».

Por último, el jurado ha señalado que el discurso gráfico utilizado «transmite con eficacia la propuesta y la energía de los espacios fabriles, mostrando el potencial de un proyecto de regeneración urbana que apuesta por la introducción de actividades productivas innovadoras orientadas a garantizar el desarrollo urbano sostenible de Els Rajolars».

Revitalización urbana para un área de 2,6 hectáreas del Puerto de Le Havre, Francia. Mención de Honor en el Europan 93. Francisco Mustieles, Jean Pierre Crouss y Sandra Barclay

Nota

El año 1993 el para entonces joven arquitecto venezolano Francisco Mustieles (fundador de la hoy reconocida firma de arquitectura NMD) en equipo con los peruanos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay obtuvieron Mención de Honor en el Europan 93, tercera edición del certámen, siendo su propuesta recogida en las páginas centrales del semanario Arquitectura HOY del sábado 3 de diciembre de 1994. Europan 93, federación europea creada para promover la realización de concursos arquitectónicos sobre temas de interés continental, logró congregar en aquel momento a través del tema “En casa en la ciudad”  4.000 proyectos de los cuales solamente en Francia se presentaron 465. Se eligieron siete ganadores y se otorgaron 11 menciones, recayendo la primera de ellas en el equipo Mustieles, Crousse, Barclay por su propuesta de revitalización urbana para un área de 2,6 hectáreas del Puerto de Le Havre, Francia una de cuyas imágenes rescatamos.

ACA

Procedencia de las imágenes

http://www.upv.es/noticias-upv/noticia-11703-adrian-de-arri-es.html, http://usbnoticias.usb.ve/post/58906 y Arquitectura HOY, nº 89, sábado 3 de diciembre de 1994 (nota al final)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 193

TAURO 13, de cuyo primer número aparecido en octubre-noviembre de 1964 hemos extraído la portada para ilustrar nuestra postal del día de hoy, es uno de los tres proyectos editoriales pioneros de corte estudiantil que se registran dentro de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV a lo largo de la década de los años 60 del siglo XX. El primero de ellos fue la revista TALLER (1963) y el otro Problemas de Arquitectura (1965). Reconocía cada uno grupos de intereses diferentes y si bien el empuje estaba dado por el entusiasmo estudiantil, siempre se detecta la presencia de arquitectos graduados y profesores dentro de los equipos de redacción. Nacen todos a remolque de la aparición de PUNTO (1961) dejando que también reluzca como contraparte de corte estrictamente académico el Boletín del CIHE (1964).

Adentrarse en el número 1 de TAURO 13 (de cuya denominación más allá de posibles asociaciones astrológicas desconocemos el origen), significa en primer lugar detectar a través de la página que contiene los créditos que se identificaba como “revista de arte y arquitectura” y que aspiraba a salir “cada seis semanas”, meta esta última muy común dentro del fragor inicial que da origen a toda publicación periódica que por lo general no se alcanza pero que en este caso, de manera excepcional, lo hizo hasta su desaparición tras 4 números en 1965.

Tampoco estaría de más registrar que funge de director de la revista el bachiller Víctor Álvarez Brunicardi, quien estuvo acompañado por un Comité de Organización integrado por los estudiantes Aminta Calonge, Joseba Pontesta y Enrique Maio. Como colaboradores aparecen los también alumnos Jorge Ortiz, Maritza H. de Irribarren, Leopoldo Sierralta, Bernabé Ruiz, Rafael Irribarren, Ramón León y los arquitectos Luis Manuel Trómpiz, Julio Riquezes, Paco Bermúdez, Oscar Tenreiro Degwitz y Pedro Sosa Franco. La diagramación estuvo a cargo del arquitecto Gerónimo Puig Gómez (autor también del dibujo de la portada) con el apoyo de Álvarez Brunicardi.

Del contenido de este primer número destacan varios aspectos algunos recogidos en el Editorial, pieza por demás curiosa redactada de manera un tanto disconexa que dificulta su lectura y en consecuencia la orientación del lector.

Así, como queriendo enfatizar que se tiene siempre en mente la relación arte-arquitectura, los editores proclaman: “Iniciamos hoy estos trabajos sobre arquitectura con miras a la par (sic) técnicas y divulgativas y pretendemos siempre referirnos a ella hablando como hombres y como artistas, en plan apolíneo y en son fáustico”. Y más adelante: “El primero de los aspectos lo tomaremos cuenta habida de que la producción arquitectónica tiene sus aspectos formales, sus concretas líneas limitadoras y vuela más allá de la mirada, y lo que es más: entre esa urdimbre de líneas que hacen masas con sentido práctico, se esconden vacíos INÚTILES que sugieren vértigos indecibles, valorables en mundos estéticos superiores”, para rematar manifestando: “La Arquitectura tiene un valor pragmático que de suyo produce sugerencias artísticas, y de allí su maravilla, su utilidad gloriosa”.

El algo confuso “lenguaje estudiantil” utilizado esconde sin duda buena parte del debate y la orientación de la enseñanza de la arquitectura de aquellos años, la cual se enmarca en términos de “función social” y “aspiración creadora”. De allí que “El estudiante de hoy, más que nunca tiene al lado de sus deberes de escolaridad, los supremos de comprender la verdad de toda la programática social, en nuestros días más dramática que nunca, debido al crecimiento de las poblaciones y a las realidades económicas impresionantes”. Se deja pues en los hombros del estudiante el perfeccionamiento de “sus conocimientos de lo social y lo humano que hora a hora advierte el ruido de la dinámica que nunca para de manifestar su rumor y eco de sus transformaciones” y el desarrollo de un actitud “vigilante a esos fenómenos sociales (…) para entenderlos y manejarlos a cabalidad, y con las herramientas de la profesión que está buscando tratar de darles solución justa y adecuada a la problemática de esos fenómenos”.

Pasar del Editorial a revisar el contenido del primer número de la revista significaría comprobar si tras el material presentado aparece toda o buena parte de la declaración manifestada lo que no deja de ser una interesante tarea. De tal manera, valga decir que el resto de sus 28 páginas están dedicadas a presentar dos proyectos estudiantiles de VI semestre procedentes de dos Talleres de Composición distintos y un tercero elaborado por un arquitecto en ejercicio.

Del primero de ellos, al que se dedican 12 páginas, y que sin duda busca ser el más demostrativo de lo planteado por los editores, resalta en primer lugar el tema (“Unidad de vivienda prefabricada para uso provisional”) y en segundo lugar el alto nivel de manejo técnico y expresivo de su autor (el estudiante Leopoldo Sierralta, cursante en el Taller Vegas bajo la guiatura de los profesores Américo Faillace y Oscar Tenreiro), todo lo cual se encuentra acompañado de un material de lectura que recoge: I.- El problema (objetivos y determinantes); II.- Partido adoptado-agrupaciones; III.- Determinantes de la solución (módulo base); IV.- Materiales; V.- Síntesis, para cerrar, por un lado, con los Detalles: tabiques estructurales, elemento de cubierta, elemento de piso; y, por el otro, con el Proceso de Montaje. A la carga de tipo técnico y constructivo que acompaña la propuesta se le contrapone la presentación de la planta, cortes y despieces impecablemente dibujados.

El segundo trabajo estudiantil publicado (“Edificio para una compañía de publicidad”) cuyo autor es Jorge Ortiz, perteneciente al Taller Tobito, ocupa seis páginas y ofrece otra cara diferente que habría que cotejar con las expectativas que la publicación desea alcanzar. Posee este trabajo ya no un compromiso con lo social sino con la capacidad de manejo del oficio a través de forma, espacio y función donde la imagen corporativa y la flexibilidad de la planta para aceptar diversos acomodos pasan a tener un papel predominante.

Se añade al número el material correspondiente a un anteproyecto para una “Vivienda en Alto Hatillo” del arquitecto Pedro Sosa Franco, donde a excepción de demostrar la asimilación de las enseñanzas de Le Corbusier en cuanto al partido arquitectónico asumido, su implantación y manejo de las principales variables involucradas, se encuentra muy difícil de explicar el por qué de su presencia en una revista con las características de la que estamos reseñando.

Se completa el nº 1 de TAURO 13 con una nota acerca de la “Promoción Julián Ferris” de egresados de la carrera en la que se señala la lista de integrantes de la misma, las importantes razones por las que se seleccionó el nombre de Ferris para denominarla y las características de los dos actos académicos que la conformaron.

TAURO 13, como ya dijimos, pudo cumplir con la periodicidad de seis semanas que originalmente se planteó aunque, de acuerdo a la información que manejamos no logró pasar del número 4 (1965). Este último ejemplar habla de una revista que ha logrado consolidarse, que ahora  apunta “a la crítica del arte y la arquitectura”, se encuentra bajo la misma dirección (Víctor Álvarez Brunicardi); ha modificado e incrementado los integrantes del ahora llamado “Comité de redacción” (Maritza Hullet de Iribarren, Raúl Fuentes, Eliana Buschbeck, Rafael Iribarren, Joseba Pontesta, María E. Planas y Enrique Maio); cuenta con un amplio y reconocido número de colaboradores (Jesús Tenreiro Degwitz, Guillermo Yépez Boscán, Luis Castro, Elías Toro, Ignacia Fombona, Frank Peñaloza, Juan Pedro Posani, Mario di Polo, Roger Bonet, Gorka Dorronsoro, Humberto Farfán, Thelma Silva, Magaly Ruz Brewer, Alejandro Galbe y Gloria Valencia); responsabiliza de la fotografía a Armando Chapellín y José Sigala, de la diagramación a Bernardo Suárez (quien además diseña la portada) y de la impresión a la Editorial Latina, la misma que asumió tal tarea desde el propio nº 1 manteniéndose su formato casi cuadrado.

Cuenta con secciones tales como “Cartas de los lectores”; abre la oportunidad al profesor Elías Toro para que reflexione acerca de “¿Talleres Verticales?”; muestra la propuesta presentada para el Concurso de la ampliación del Colegio de Ingenieros de Venezuela elaborada por el equipo Gorka Dorronsoro-Juan Pedro Posani; ofrece sus páginas a diversos tópicos relacionados fundamentalmente con la literatura; y presenta como era la usanza del momento un “Directorio Profesional” y propaganda.

Los estudiantes “hijos de una patria que en lo demográfico y económico ha crecido sin armonía ninguna, y por eso es el deber de buscarle camino a lo que está en marcha o marchando inadecuadamente” (tal y como rezaba en el Editorial del nº 1) y la presentación de sus trabajos como efecto demostrativo quedaron en el olvido.

ACA

ES NOTICIA

Frank Gehry crea una Fondation Louis Vuitton en miniatura en Seúl

Por Emma Tucker

Tomado de https://thespaces.com/frank-gehry-creates-a-miniature-fondation-louis-vuitton-in-seoul/

Una serie de volúmenes de vidrio escalonado forman el techo de la nueva tienda insignia de Louis Vuitton en Seúl, diseñada por Frank Gehry como una versión en miniatura de su Fondation Louis Vuitton.

Según el arquitecto, el diseño apilado está inspirado tanto en el museo de París, terminado en 2014, como en un viaje que realizó al Santuario Jongmyo del siglo XVI de la ciudad. El techo de vidrio ilumina profundamente las cinco plantas de Louis Vuitton Maison Seoul, que albergan una colección de arte permanente, así como ropa y bolsos.

Es el primer proyecto de Frank Gehry en Corea del Sur, y fue creado en asociación con Peter Marino, que supervisó los interiores, incluido un vestíbulo dramático con un techo de 12 metros de altura.

Los colores son apagados, con madera, piedra y paredes blancas que dominan los espacios y contrastan con lo que Marino describe como «los escudos barrocos de vidrio» del techo de Gehry. Los visitantes pueden examinar los productos para la venta, así como admirar piezas de Alberto Giacometti, Mark Hagan y Brendan Smith.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

OBRA GRUESA

Arquitectura Ilustrada por Smiljan Radic

Smiljan Radic (ed.)

Ediciones Puro Chile/Hatje Cantz

2020

292 páginas

28 x 29 cms.

Bilingüe español/inglés

Diseño de la encuadernación, concepción gráfica y diseño: Álvaro Sotillo

Diseño Gráfico: Gabriela Fontanillas.

Tipógrafo: Luis Giraldo.

Nota de los editores
En los últimos años, Smiljan Radic se ha convertido en uno de los arquitectos más reconocidos en el mundo por la extravagancia de su obra, su “contribución significativa a la arquitectura como arte” como lo reconoció el premio Arnold W. Brunner de la Academia de Artes y Letras de EEUU, el año 2018. 
OBRA GRUESA, escrito en su mayoría por el mismo Radic, es una compilación de una parte esencial de su trabajo. Smiljan comparte sus pensamientos, inspiraciones, héroes, y una selección de 24 obras claves que permiten entender la obra completa del arquitecto.

“En ella encuentras un título robado y cuentos de otros, escritos, proyectos frustrados, dibujos o garabatos, ejercicios académicos, alegres edificios en uso, otros ya desaparecidos y muchos planos de ingeniería. Todo forma parte de lo que he podido construir hasta el año 2015 —un pasado que toma hoy una posición natural y expectante en mi trabajo presente, como si fuera EL RECUERDO DE UN OLVIDO—”.

Smiljan Radic

Nota adicional
El lanzamiento de OBRA GRUESA se produjo el pasado jueves 9 de enero en el Centro Cultural El Tranque, Lo Barrenechea, Región Metropolitana, Chile.

Por otra parte hemos obtenido otra nota complementaria relacionada al libro en la que se señala lo siguiente: “El título es una cita a la obra que reunió los primeros siete libros del poeta Nicanor Parra. En el ‘Poema de Chile’, uno de los últimos de ese libro, Parra dice: ‘creemos ser país y la verdad es que somos apenas paisaje’. Pero obra gruesa es también el término de la fase principal de una construcción, cuando su estructura ya se sostiene en pie y, a veces, señala el autor en la página inicial de este libro, se malentiende obra gruesa como algo que puede realizarse con defectos corregibles más adelante, en la etapa de terminaciones. Pero esta obra, gruesa en páginas, no es ni lo uno ni lo otro, sino un libro extraordinario, que suscitará premios y elogios durante muchos años, pues marca un hito en el desarrollo editorial de Chile. Los detalles de su encuadernación hacen la primera diferencia, con su tapa dura entelada y a la vez plisable y sus páginas dobles en papel Stora Enso de 80 g. que no acusan costura alguna. La impresión revela la sutileza y calidad de la hexacromía, permitiendo lucir cada línea y cada detalle de las fotografías, dibujos, bocetos y hasta garabatos, con impecables tratamientos del color y elegante audacia gráfica (salida de la mano del reconocido diseñador venezolano Alvaro Sotillo) para presentar los numerosos proyectos de esta arquitectura que nace en un pensamiento superior”.

ACA