
Nuestra postal del día de hoy recoge la imagen del edificio EDOVAL, proyecto del arquitecto de origen alemán residenciado en Venezuela Federico Guillermo Beckhoff (1919-1982), cuya construcción se concluye el año 1963. Ubicado en la esquina de Mijares, Av. Este 3 con Av. Norte 2, Caracas, esta edificación de rasgos absolutamente modernos se ubica en el ángulo nor-este del terreno donde se construyó posteriormente la nueva sede del Banco Central de Venezuela diseñada, como se sabe, por Sanabria Arquitectos.
El EDOVAL responde con claridad, precisión y maestría a todos los cánones que regían el diseño de edificaciones de oficinas del momento, tanto en lo relacionado al lenguaje utilizado como a su imagen y organización volumétrica. Conformado por un cuerpo bajo horizontal envuelto por una piel compuesta por cerramientos de vidrio y aluminio (lo que se conoce como “muro cortina”), que aprovecha en su totalidad el área de ubicación permitida por la ordenanza y responde a la continuidad de las fachadas del centro de la ciudad, no deja por ello de considerar su condición de esquina a la que tiende la mano colocando la elegante escalera que permite el ascenso a su muy bien logrado espacio de acceso (ubicado al norte sobre la Av. Este 3), cubierto a su vez por una contundente marquesina. La elevación de la entrada facilita, también, resolver la llegada del cuerpo bajo al suelo generando una clara y delicada transición que se observa en la respuesta dada hacia el este sobre la Av. Norte 2.
La torre de oficinas se retira de acuerdo a la normativa urbana remarcando su condición vertical. Al posarse sobre el cuerpo bajo resuelve correctamente su encuentro con él a través de actividades que aprovechan su cubierta como terraza. Cerrada al este y al oeste, busca iluminarse por igual desde el norte y el sur recurriéndose de nuevo al “muro cortina” como cerramiento enmarcado en este caso entre las paredes laterales y la estructura. El remate, que denota la existencia de actividades diferentes en el último nivel, se logra con acierto vinculando el interior a un exterior protegido por una pérgola.
Por otra parte, Federico G. Beckhoff, quien obtiene en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Carola Wilhelmina, de la Ciudad de Braunschweig el grado de Arquitecto en 1950, se traslada casi de inmediato a Venezuela contratado por Luis Malaussena junto con Klaus Heufer (su compañero de estudios) y K. P. Jebens, para colaborar en el diseño del hotel Maracay y el Círculo de las Fuerzas Armadas en Caracas. De su formación, marcadamente “bauhausiana”, y de su admiración por Mies van der Rohe dan cuenta su colaboración con Malaussena y toda su producción posterior de la que destaca el sentido práctico, la claridad y sobriedad de todos sus proyectos y obras. En 1952, cuando comienza a ejercer la profesión en forma independiente, Beckhoff inicia una actividad orientada a diseñar un nuevo tipo de vivienda multifamiliar, que busca darle al apartamento características similares a la de la casa: la idea de una residencia con jardín y del hábitat cercano a la vegetación prevalecen en este enfoque.
Su arquitectura se reconoce no sólo por la amplitud y buena distribución de los apartamentos sino por la presencia en ellos de terrazas continuas con jardineras, que derivan en la composición con énfasis en la horizontalidad de las fachadas de los edificios, donde hace un riguroso uso del ladrillo, equilibradas por planos verticales recubiertos de canto rodado, apareciendo además cuidadosos detalles que impusieron nuevos estándares de modernidad, calidad y lujo, adquiriendo un sello distintivo dentro de la ciudad.
Dentro de la vasta producción de viviendas en propiedad horizontal alcanzada por Beckhoff, entre las desarrolladas luego de proyectar en Altamira el Palic (1957) y el Mónaco (1964), y que poseen un lenguaje formal común, se encuentran los edificios Albona (1964, Colinas de San Román), Mochima (1965, La Florida), Parque San Felipe (1968-70, La Castellana), Capricornio (1970, La Florida) y El Trapiche (1970, Las Mercedes).

Regresando al caso que hoy nos ocupa, habría que añadir como claro antecedente, dentro de una tipología que no desarrolló con la prolijidad de la de la vivienda multifamiliar, otro importante edificio de oficinas diseñado por Beckhoff en el centro de Caracas: el Ramia (1954), ubicado en la esquina de Carmelitas, sede durante muchos años del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (cuya imagen hoy también nos acompaña), objeto de una desafortunada intervención que desfiguró por completo su limpia fisonomía, para servir de asiento primero al Banco Progreso y hoy al Ministerio de Finanzas. Las similitudes entre las respuestas formales y el tratamiento volumétrico dados al Ramia y al EDOVAL saltan a la vista.
El EDOVAL fue adquirido, debido a su localización y proximidad, por el Banco Central de Venezuela a sugerencia de Tomás José Sanabria y ha servido para resolver la expansión hacia el norte de esa institución siendo hoy en día un anexo de ella donde funcionan las oficinas de varios de sus departamentos. En su planta baja se encuentra ubicada la Oficina de Atención al Ciudadano, donde se canalizan distintas ayudas sociales a personas, consejos comunales, organizaciones sociales, etc, uso que le ha incorporado, junto a la falta de mantenimiento, un visible nivel de deterioro.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal y 1. Colección Crono Arquitectura Venezuela





