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2017• Se publica el libro «El Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas»

2017• La Editorial Académica Española publica en el mes de septiembre el libro “El Boletín del Centro de Investigaciones Históricas y Estéticas”, obra de Hernán Lameda Luna (arquitecto USB 2005 / Magister en Historia de la Arquitectura FAU UCV). Este valioso texto tiene 244 páginas.

HVH

EL ACERVO EDITORIAL DE LA FAU UCV

Del Banco Obrero a la UCV

Los Orígenes del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC)

Alberto Lovera

CENDES/IDEC FAU UCV

Serie Mención Publicación

2004

Publicado en el mes de noviembre del año 2004 en los Talleres Tipográficos de Miguel Ángel García e Hijo, el libro Del Banco Obrero a la UCV. Los orígenes del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC), obra del sociólogo y doctor en arquitectura Alberto Lovera, coeditada entre el CENDES y el IDEC formando parte de la Serie Mención Publicación (de la cual ocupa el número 16), fue producto de la tesis titulada “Del Banco Obrero a la UCV: buscando un lugar para la innovación de la construcción. Los orígenes del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC)”,presentada por el profesor Lovera bajo la tutoría de la Dra. Hebe Vessuri para optar al título de Magister Scientiarum en Planificación del Desarrollo (Mención Ciencia y Tecnología), por la cual recibió del jurado evaluador Mención Honorífica.

De sobria presentación, sin presencia de gráficos ni fotos, la publicación de 176 páginas en formato de 23 x 15,5 cms, impresa en papel bond y con un tiraje de 500 ejemplares, fue diagramada por Michela Baldi corriendo la corrección de textos a cargo de María Enriqueta Gallegos.

La sinopsis publicada en la contratapa señala: “En este libro se realiza el análisis del surgimiento de un instituto de investigación y desarrollo tecnológico en el campo de la construcción que desarrolla sus actividades en el ámbito universitario, específicamente el Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción IDEC de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela. (…) Se reconstruye la ruta que condujo a un grupo de profesionales y profesores universitarios a realizar investigación y desarrollo experimental de la construcción, primero en el del Banco Obrero, que era el instituto autónomo encargado de la política de vivienda del Estado venezolano, y más tarde en el seno de la UCV, buscando un espacio institucional distinto que los cobijara. (…) Se dilucidan los factores y procesos que dieron origen a ese Instituto, para lo cual se conjuga el análisis organizacional con el del contexto dentro del cual se desarrolló, así como el rol de los actores en la propia configuración del IDEC, que muestra a través de este caso de estudio un enfoque que puede ser útil para el análisis de las organizaciones de investigación y desarrollo tecnológico”.

El resumen transcrito se complementa con lo señalado en el veredicto del jurado del trabajo de investigación que dio origen al libro, integrado por los profesores Alfredo Cilento, Sonia Barrios y Hebe Vessuri, donde puntualizan que “la tesis constituye una real contribución al registro riguroso de una experiencia importante de la vida universitaria nacional, al hacer un estudio detallado de los procesos de desarrollo de los procesos tecnológicos en el medio académico. La estrategia de investigación, que incluye una variada gama de enfoques de análisis, permite una comprensión más rica de los fenómenos estudiados”.

La obra está estructurada con base en un Prólogo elaborado por Henrique Hernández Osuna (director fundador del IDEC) titulado “Cuando la tecnología de la construcción entró a la universidad” al cual siguen un Preámbulo, siete capítulos y la Bibliografía.

Los títulos de los capítulos ya de por sí orientan el tono en el que se escribió el trabajo. Ellos son en estricto orden: “Cuando la tecnología encontró un lugar en la UCV”; “La industria de la construcción y los caminos de su desarrollo tecnológico”; “Los ancestros del IDEC” (el más extenso de todos que abarca a la FAU UCV y parte de su historia, la experiencia de Diseño en Avance del Banco Obrero y finalmente el encuentro entre ambas); “La industria de la construcción en los años setenta”; “Cómo transitar el laberinto académico-burocrático universitario (y no morir en el intento)”; “El IDEC adquiere carta de ciudadanía”; y “La tecnología en la universidad”.

Libro de consulta obligado para los interesados en el tema y para quienes quieran ahondar en un importante episodio dentro de la historia de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, a modo de testimonio y abreboca para la lectura no dejan de ser interesantes las palabras dichas por Henrique Hernández en el Prólogo: “Alberto Lovera nos lleva a reencontrarnos con el Programa Experimental de Viviendas y la creación en los años sesenta de la Sección de Diseño en Avance en el Banco Obrero, con las luchas en el mejoramiento de la enseñanza de la arquitectura y la conformación del IDEC en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, entre los años sesenta y setenta. (…) Se actuaba en un mundo optimista con la convicción de que se construía un país. Este aliento común nos permitió desarrollar un trabajo en equipo donde las ideas y experiencias surgieron de un proceso donde se aprendía haciendo bajo el lema: ‘Para demostrar que algo se puede hacer, no hay mejor camino que hacerlo’. (…) Concebíamos nuestra práctica profesional como un instrumento para contribuir a la transformación del país; no podíamos simplemente seguir las pautas de la práctica enseñada en la Escuela de Arquitectura de la UCV, teníamos que comenzar por cuestionar esa enseñanza. (…) Por otra parte, la enseñanza y práctica profesional se venía separando cada vez más de la tecnología de la construcción, siendo ésta uno de los ingredientes esenciales de la arquitectura. (…) Pero no se trataba sólo de resolver una deficiencia personal, era la profesión y la enseñanza de la arquitectura que debía contar con el apoyo permanente de la investigación en el área de la tecnología de la construcción, y en ella los arquitectos teníamos un papel que jugar; teníamos que promover una organización orientada al desarrollo tecnológico”.

Y concluye Henrique Hernández (y con él nosotros): “estoy convencido de que para lograr una arquitectura reconocible como venezolana, ésta tendrá que fundamentarse en un mejor conocimiento por parte el arquitecto sobre la tecnología de la construcción y el manejo de las condiciones ambientales que le permitan afrontar idóneamente los problemas constructivos y urbanos de una sociedad como la venezolana”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Alberto Lovera. Del Banco Obrero a la UCV. Los Orígenes del Instituto de Desarrollo Experimental de la Construcción (IDEC) (2004)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 311

La revista Punto, principal órgano de divulgación de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, durante sus 40 años de vida y 69 números publicados atravesó por diferentes etapas. La más larga de ellas correspondió a la dirigida por su fundador Antonio Granados Valdés entre enero de 1961 y mayo de 1978 en la que apareció en 60 oportunidades.

Durante la gestión de Granados al frente de la publicación, también es posible detectar variaciones y alteraciones reflejadas algunas de ellas en el diseño de la portada, organización del contenido e incluso variaciones en el enfoque del mismo. Pero sin duda el cambio más notorio es el que se da a partir del número 40-41 (enero-marzo de 1970) cuando, presionado por los aires que provenían del proceso de Renovación Académica, Granados, en un inusual editorial donde explica los rasgos que habían identificado la revista desde su “modesta aparición en el año de 1961”, señala la finalización de una etapa y el comienzo de otra que se inicia con la incorporación de “criterios sobre los más candentes y actuales problemas que confronta nuestra Facultad, así como de algunos ejemplos recientes de la arquitectura venezolana”.

Consciente de que “está planteada una nueva estructuración de los estudios que se imparten en nuestra Facultad”, Punto 40-41 mediante el título “Renovación ¿Por qué? ¿cómo?” recoge parcialmente lo que venía aconteciendo en los espacios académicos de la institución dedicándole la mayor cobertura posible. Encabezado por el «Informe elaborado por el Departamento de Composición Arquitectónica» cuya jefatura ejercía Augusto Tobito y que contaba como jefes de talleres con: Dirk Bornhorst (Taller 1), Augusto Tobito (Taller 2), José Miguel Galia (Taller 3), Bernardo Borges (Taller 4), Ramón González Almeida (Taller 5), Carlos Raúl Villanueva (Taller 6) y Américo Faillace (Taller 7), al que se sumó el “Grupo de ampliación” conformado por Henrique Hernández, Carlos Becerra y José Miguel Menéndez, los editores de la revista logran adicionalmente plasmar la opinión dada como respuesta a una encuesta elaborada para la ocasión de hasta 23 profesores y 10 estudiantes.

1. Momento en que la revista PUNTO sufre un cambio importante en su línea editorial influido por los aires de la Renovación.

También este ejemplar de la revista está signado por la aparición por primera vez como su portada de los resultados provenientes de un concurso promovido por la División de Extensión Cultural entre los estudiantes, cuyo valor gráfico dejaba atrás el predominio de la fotografía como elemento identitario de su tapa mantenido durante 39 entregas.

Dentro de este clima, Punto abre a partir del número 44 una “sección estudiantil” en la que se empezarían a mostrar trabajos realizados en los agonizantes talleres de composición que serían sustituidos por los provenientes de las nacientes unidades docentes. Cabe recordar que esta actividad divulgativa de los productos de los alumnos había sido llevada a cabo en su mayor medida por las diferentes publicaciones que fueron impulsadas durante años por el sector estudiantil (principalmente Taller y en segundo lugar Tauro 13).

2. Las tres páginas de la revista Punto nº44 ocupadas por la Tesis de Grado del estudiante Joel Sanz.

Le corresponderá a la Tesis de Grado presentada en febrero de aquel año 1970 por el entonces bachiller Joel Sanz Pino inaugurar la sección estudiantil de Punto. De dicho trabajo es de donde proceden los dibujos que ilustran nuestra postal del día de hoy.

El proyecto con el que Sanz se gradúa, consistente en un sistema que sumaba vivienda y servicios para personas que se dirijan a zonas recreacionales estratégicamente ubicadas en el país que disfrutarían de estancias de más de un día, centra su atención en el diseño de unidades de vivienda móviles que estarían bajo la administración de un instituto recreacional promotor y garante del funcionamiento de la red “que las rentaría a los usuarios y cobraría a la devolución por servicios consumidos. Tendrían capacidad para dos personas, con posibilidades de remolcar otras unidades y de agruparlas estableciendo comunicación entre ellas”, según consta en la memoria preparada por su autor que acompaña los dibujos publicados en la revista.

3. Página central de las tres ocupadas por la Tesis de Grado del estudiante Joel Sanz en la revista Punto nº44.

Cada unidad “estará dotada de todos los servicios necesarios para la alimentación… y la higiene, así como todo lo necesario para que la actividad principal que en ellas se realiza (el descanso físico y mental) y sus derivados, se satisfaga a plenitud; incluyendo para ello desde butacas-camas adaptables a la posición del cuerpo, aire acondicionado, equipos de sonido, televisión, libros, hasta ropa desechable para actividades de recreación”.

Luego de detallar lo correspondiente al sistema de movimiento de las unidades, se señala que “la unidad de vivienda será de plástico, en dos piezas (más los equipos y el sistema de movimiento), fácilmente almacenable y transportable y se unirá a las unidades de servicio por una rosca universal que contendrá los ductos e instalaciones necesarias para dar servicio completo durante la permanencia en ese sitio y abastecimiento para subsistir 30 minutos aproximadamente. (…) Las unidades de servicio podrán ser fijas o móviles, ambas con posibilidad de ser autónomas o recargables, dependiendo de la existencia o no de redes de servicio en la zona recreacional; también podrán ser subterráneas o superficiales, de crecimiento horizontal o vertical, o sea, con la mayor flexibilidad posible de crecimiento y adaptabilidad para que puedan existir en cualquier zona recreacional”.

Más allá del hecho de haber sido el primer trabajo estudiantil publicado ampliamente en Punto luego de su “viraje”, el trabajo de Sanz tiene un alto significado en varios sentidos: demuestra claramente la presencia de un diseñador preocupado por un tema de importancia en el marco del necesario desarrollo turístico del país; se desmarca de lo que en la época se consideraban temas prioritarios apuntándose a otra línea de trabajo que observa la vivienda desde lo temporal; ofrece otra variante en la industrialización de piezas con fines de su masificación y la incorporación de nuevos materiales; permite demostrar, resolviendo hasta el más mínimo detalle, la capacidad de diseño de su autor; y demuestra una opción viable para poder desarrollar las habilidades de un arquitecto no necesariamente restringidas al diseño de edificaciones, preocupaciones que nunca abandonó Sanz durante su trayectoria tanto profesional como docente.

Sanz, quien realizó su tesis en el Taller González Almeida, teniendo como profesores asesores a Pablo Lasala y Carlos Gómez de Llarena, obtuvo una calificación de 19 puntos, honor que le fue reconocido en el acto de graduación del 12 de marzo de 1970. Durante su tránsito como estudiante de la escuela de arquitectura de la FAU UCV Sanz fue ganador de un concurso como preparador de Geometría Descriptiva, y fue preparador de los profesores Ángel Martin, Omar Carnevalli y Pablo Lasala. También realizó una pasantía con el arquitecto Jesús Tenreiro. Ya graduado, Sanz (1947-2013) ganaría el concurso de oposición para dar clases en el Sector de Historia y Crítica en la FAU UCV y llevaría adelante una fructífera trayectoria tanto como docente en el área de diseño como profesionalmente, formando parte de la oficina S+P+A Arquitectos C.A. la que le fue reconocida al serle otorgado el Premio Nacional de Arquitectura el año 2000.

La “sección estudiantil” de la revista Punto al igual que otras que ya habían ido apareciendo a lo largo de los años no tuvo el rigor y la sistematicidad requeridos. Sin embargo, hay que reconocer que la misma se mantiene en el número 45, se interrumpe en el 46 (dedicado en pleno a Carlos Raúl Villanueva), se amplía si se quiere en el 49-50 cuando las Unidades Docentes muestran sus lineamientos junto a los trabajos de sus alumnos, y reaparece en el 52 continuando sin interrupciones hasta el 55.

4. Tres de las diez páginas publicadas en la revista Punto nº54 del trabajo enviado por la FAU UCV a la Confrontación Internacional de Escuelas de Arquitectura a celebrarse en Madrid durante el XII Congreso de la UIA (1975).

Como dato curioso, para concluir, solamente apuntar que formando parte de la presencia estudiantil en el número 54 (mayo 1975) de Punto, apareció un extracto del trabajo enviado por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV a la Confrontación Internacional de Escuelas de Arquitectura a celebrarse en Madrid durante el XII Congreso de la UIA que se iniciaría en mayo de aquel año. El tema propuesto por los organizadores del Concurso fue el diseño de un hábitat provisorio para auxiliar a las víctimas causadas por desastres. El diseño corrió a cargo del joven Juan Carlos Parilli y de cuatro integrantes del Sistema Nacional de Emergencia contando con la colaboración de un total de hasta 15 compañeros de estudio. El profesor guía del trabajo fue Joel Sanz. La breve memoria aparecida publicada recogía: “Se debían contemplar los aspectos siguientes: Organización de conjunto; servicios de infraestructura; servicios complementarios (sanitarios, escuela, comedor); y sobre todo la ‘vivienda de emergencia’ propiamente dicha, incluyendo detalles y el proceso constructivo. En este trabajo se desechó la idea de una vivienda para hacer frente a la situación de emergencia y se plantearon unidades de emergencia, con un propósito muy diferente. Caracas, diciembre de 1974”.

Se trataba de darle continuidad a un enfoque que ya quien guiaba al grupo había venido desarrollando desde que era estudiante, de no perder la oportunidad de participar en un concurso (cosa que también formaba parte del comportamiento del docente conductor), y tal vez del inicio de una relación que perduraría en el tiempo entre el profesor y el talentoso estudiante que encabezó el equipo.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad (http://www.edicionesfau.com/index.php?main_page=page&id=14&chapter=0)

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Cómo hacer una tesis (de arquitectura)

Lineamientos teóricos para la elaboración de un trabajo de tesis del taller de diseño en arquitectura

Flavio Bevilacqua

Editorial Diseño

2019

Nota de los editores

El presente texto persigue el propósito de arrojar luz sobre la organización de la tesis final de la carrera en arquitectura consistente en la elaboración de una propuesta de carácter proyectual.

La tarea que el estudiante lleva a cabo en las aulas o talleres de la universidad, es una operación o proceso que se enfoca en conseguir un proyecto.

Buena parte de la tarea docente de un taller de diseño proyectual consiste en crear las condiciones para reflexionar sobre las acciones llevadas a cabo por el estudiante durante toda la operación de diseño, como así también, sobre el producto final. El objetivo de este ensayo, entonces, es el de exponer un modelo que sirva al estudiante, y a los docentes, para organizar la tesis final de la carrera de arquitectura: se trata de un proyecto del proyecto. Se espera que este proyecto del proyecto sirva de guía para la realización de la tesis, y de zona de encuentro que promueva la relación entre los distintos actores implicados en la discusión del trabajo en curso.

ACA

1971• Sistema Tridimensional de Prefabricación de Viviendas

Sistema Tridimensional de Prefabricación de Viviendas

1971•  Aparece en el Cuaderno 20, editado por la Extensión Cultural de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV, la tesis de grado del arquitecto Carlos Díaz Porta (FAU UCV promoción 19 / 1970), titulada «Sistema Tridimensional de Prefabricación de Viviendas», la cual mereció la calificación máxima.
La publicación detalla el módulo del sistema propuesto y sus modalidades de uso, el principio estructural, los diferentes criterios de diseño y ejemplos de acople entre piezas.
Con su trabajo el arquitecto Díaz Porta obtuvo el premio anual «Manuel Cipriano Méndez» otorgado por el Colegio de Ingenieros de Venezuela y el Premio a la Mejor Tesis de Grado concedido por el Colegio de Arquitectos de Venezuela.

HVH