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TAL DÍA COMO HOY …
… 5 de octubre de 1991, Juan Pedro Posani publica en las páginas del diario Economía HOY el artículo “Jesús Tenreiro, Premio Nacional”.

Jesús Antonio Tenreiro-Degwitz (1936-2007) es, sin duda, uno de los arquitectos venezolanos más importantes de la segunda mitad del siglo XX. Egresado de la FAU UCV en la Promoción 7-B (1958), logró acumular en vida una sustanciosa obra que lo llevó a obtener el Premio Sociedad Bolivariana de Arquitectos (1988), el Premio Nacional de Arquitectura por el CONAC (1991) y el Premio IX Bienal Nacional de Arquitectura del Colegio de Arquitectos de Venezuela a la mejor obra (1998).
Sus trabajos han sido reseñados en publicaciones internacionales, como la revistas Architectural Design (U.K), ARQ Architecture Québec (Canadá), A & V (España), e incorporados en diversas exposiciones (cada una acompañada de su correspondiente catálogo) como “Los Signos Habitables. Tendencias de la arquitectura venezolana contemporánea” (Galería de Arte Nacional, 1984), “Venezuela arquitectura y trópico” (Museo de Artes Visuales Alejandro Otero, 1993), “Latin American Architecture Six Voices, De Groote, Dieste, Legorreta, Salmona, Tenreiro-Degwitz, Testa” (Universidad A&M,Texas, 2000), «Latin America in Construction: Architecture 1950–2015» (MoMA, 2015) y la más reciente, “Una Fascinación por las Formas: La Arquitectura de Jesús & Ana Tenreiro” (Departamento de Arquitectura de Florida International University, diciembre 2024-febrero 2025).

A los pocos días de anunciarse la escogencia del ganador del Premio Nacional de Arquitectura en 1991, Juan Pedro Posani escribió un artículo dedicado a mostrar y valorar la trayectoria y actitud de Jesús Tenreiro un día como hoy 5 de octubre, el cual hemos decidido transcribir en su totalidad una vez transcurridos 34 años de su aparición en las páginas del diario Economía HOY.
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Jesús Tenreiro, Premio Nacional
Juan Pedro Posani
• Es importante, se dice, hablar de arquitectura. Especialmente en un país como el nuestro donde la construcción del espacio es casi siempre mucha construcción y muy poco espacio realmente arquitectónico. Problemas de educación, de cultura, de estructura económica. Pero el hecho es que la arquitectura como actividad que define un ámbito social propio tiene vigencia reciente en nuestro medio. Pero, más que hablar simplemente de una actividad humana, tan antigua e importante en la historia del mundo, es oportuno elaborar aquí y ahora, alguna crítica sistemática, discursos coherentes que permitan confrontaciones y reflexiones serias. La crítica funcionando, pues. Y con relación a la labor crítica -lo que sigue, dicho sea de paso, es pertinente para cualquiera de las modalidades y categorías que toca la crítica analítica-, es preciso recordar que siempre se está en presencia de tres niveles, diferentes y a la vez íntima y profundamente relacionados.
- Primer nivel: el que corresponde al carácter personal del creador, a su idiosincrasia, a su perfil de comportamiento individual y social, a las normas de conducta que él adopta, etcétera.
- Segundo nivel: la palabra; lo que el autor dice y comenta de sí mismo y del mundo, lo cual debe ser considerado más como un documento autónomo, que como una explicación sustantiva de la obra. En todo caso, como una señal a interpretar y a decodificar.
- Tercer nivel: el de la obra en sí, que viene a ser el nivel principal, el del momento de la verdad. El nivel donde se deciden los grandes dilemas de la ciudad, de las intenciones y del talento.
Desde luego, cualquiera de los tres niveles está afectado contemporáneamente por la presencia de los otros dos y por el entorno espacio-temporal en el cual está colocado, o con el cual está trabado en un enfrentamiento no siempre positivo. De tal manera que es una operación muy cuidadosa la que hay que ejecutar al elaborar una acción crítica, poniendo especial cuidado en identificar lo que corresponde a la obra específicamente. Pero es frecuente, en cambio –y es típico en nuestro país-, hacer de las características personales del crítico y/o del criticado, del observador y/o del observado, el criterio de juicio para la revisión analítica de la obra. Con ese método, antipatías y simpatías, relaciones de proximidad o de intereses son los que rigen y orientan el resultado del examen.
Con los casos de quienes tengan un perfil ideológico o temperamental particularmente conflictivo, arisco o que tiende a ser especialmente intransigente, la confusión se hace más compleja y frecuente.
Es ésta la situación de Jesús Tenreiro, arquitecto retraído, periférico, capaz de gestos de altivez clamorosos; pero hombre de gran cultura, de profunda sensibilidad y de gusto audaz y seguro, quien ha sido distinguido, hace pocos días con el Premio Nacional de Arquitectura.
Una distinción que resulta particularmente importante pues llega a confirmar -oficialmente por decirlo así- el valor de una obra escasa pero estimable sobremanera, cuyo reconocimiento exalta algunos aspectos de la arquitectura que en Venezuela hay que defender y respaldar con gran ahínco.

• Es extraño que un extraordinario historiador y crítico, inteligente y agudo como el inglés Reyner Banham, fallecido recientemente, no manifestase demasiada admiración hacia Louis Kahn. Es más, su falta de sincronía con la arquitectura de quien fue llamado el “último de los grandes maestros”, lo llevaba a establecer comparaciones, totalmente peregrinas, entre la volumetría de los famosos Laboratorios de Filadelfia y las canciones populares. Entre ambas cosas él encontraba elementos similares, cuya semejanza por otra parte calificaba de superficial y simple. En realidad, nada más alejado de la concepción austera y altamente elaborada en un plano de estrictas referencias cultas, típicas de la arquitectura de Kahn, que el vocinglerío populachero. Lo que Banham sí capta con precisión, incluso detrás de una barrera de observaciones críticas motivadas por el inevitable sesgo de la crítica operacional -es decir, de la crítica dirigida a promover una actitud concreta- es la dimensión expresamente monumental de la obra de Kahn.
Banham se preguntaba si esa o cualquiera otra monumentalidad podía sostenerse en el marco de una civilización mecanicista como la actual, que se autodestruye y reconstruye todos los días, siguiendo los parámetros inexorables de la obsolescencia tecnológica. Pero la pregunta de 1960 ya ha sido respondida por el tiempo: la necesidad de monumentos, es decir, de obras definitivas que fijen en el espacio significados y contenidos trascendentes, no sólo no ha disminuido, sino que ha demostrado ser una verdadera exigencia cuyo carácter primordial se manifiesta cada vez con mayor importancia psicosocial.
A esa monumentalidad, a ese espíritu del monumento como cita histórica, es que hay que hacer referencia hablando de Jesús Tenreiro. Se ha mencionado con toda razón los vínculos estrechos de la obra proyectada o construida de Tenreiro con un maestro como Louis Kahn. En efecto, Jesús, con su excepcional respeto por la dimensión creadora, es de los que se apegan a ideas y a obras que poseen un ámbito entero y sagaz. Es éste el caso de Le Corbusier y luego de L. Kahn. Más tarde, su propio proceso personal lo llevará a encontrar modalidades más específicas y características particulares, tal y como en efecto ha ocurrido.

• ¿Qué es lo que define la arquitectura de Jesús Tenreiro? Podría decirse que el aspecto que más llama la atención es su entrega a la arquitectura como oficio sagrado y su capacidad de transformar la necesaria atención a los problemas funcionales, en un acto de invención formal, absoluto y decisorio, hasta desprender de manera radical el objeto final, perfecto en su apariencia exterior e interior, de las razones prácticas iniciales que le dieron origen. Puede afirmarse que para Jesús Tenreiro, la arquitectura que cuenta es la que permanece, la que se convierte en memoria y signo para todos. En suma, la que entra en la historia y ahí se queda.
Es esta capacidad de elevarse por encima de lo que podría llamarse la “normalidad”, mediante los recursos de unas formas claramente referidas a paradigmas arquetípicos substanciados en una literatura y una experiencia filosófica y psicoanalítica, lo que le otorga todo el atractivo a sus proposiciones arquitectónicas, y tal vez explica también las dificultades de realización que ha encontrado en numerosas ocasiones.
Jesús Tenreiro evidentemente es un arquitecto en espera del cliente que se lo merezca. De un cliente -cuasi mecenas- que entienda el valor trascendental de sus sueños.
Ojalá que algún día lo encuentre, porque el país también merece una obra suya más abundante.
Es por todo ello que este premio no sólo es merecimiento pleno, sino que además apunta hacia el reconocimiento de una manera de entender y de hacer arquitectura, que excede el simple fenómeno del diseño adecuado a la función material. Más que responder a compromisos ideológicos o programáticos, Jesús Tenreiro ha escogido un camino estrictamente personal y difícil. Lo guían, un convencimiento admirable y unas normas de intransigencia poco comunes.
En un mundo blando y ordinario como el nuestro, donde el cinismo se casa todos los días con el oportunismo, es justo resaltar este celo adusto y apasionado por la arquitectura que signa la vida de Jesús Tenreiro.
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Nota
Si bien la obra de Jesús Tenreiro la sido recogida en numerosas reseñas y de manera amplia y minuciosa en la publicación Jesús Tenreiro-Degwitz. Arquitectura. Edificios y Proyectos (1954-2007) de Rafael Urbina Pacini (2023) su pensamiento, denso y cultivado, sobre el cual él directamente poco escribió, sólo puede encontrarse esparcido en las entrevistas que fue concediendo en vida. De ellas vale la pena resaltar la realizada por Gonzalo Castellanos publicada en el periódico CAL, nº 42, (1959); las respuestas que da a Francesco Simonelli aparecidas en Arquitectos y Obras, nº 7, 8 y 9, Universidad José María Vargas (1996); la que Gabriel Visconti tituló “Tal hombre, tal drama, tal arquitectura. Jesús Tenreiro”, revista entrerayas (2005); y la que quizás sea la más importante: el intercambio sostenido vía correo electrónico con Carlos Brillembourg de otoño de 2001 a finales del verano de 2002 recogida en la revista estadounidense BOMB nº 86 (2004).
Capítulo aparte lo constituye la serie de ocho entregas “Jesús Antonio” que su hermano Oscar le dedica dentro del blog “Entre lo cierto y lo verdadero”, valioso registro testimonial aparecido entre el 16 de febrero y el 28 de abril de 2025, que consideramos de lectura obligatoria para completar una visión global sobre la persona, la familia, la formación, el talento, las lecturas, las preocupaciones teóricas y el compromiso de Jesús con la arquitectura.
ACA
Procedencia de las imágenes
1. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
2, 3, 4 y 5. Rafael Urbina Pacini. Jesús Tenreiro-Degwitz. Arquitectura. Edificios y Proyectos. 1954-2007 (2023)
CONTACTO FAC 418
TAL DÍA COMO HOY…
…1 de junio, en 1935, nació el renombrado arquitecto británico Norman Foster. También, en 1941, vino al mundo el no menos laureado arquitecto japonés Toyo Ito.

La poco frecuente coincidencia en el día de nacimiento de dos de los más importantes arquitectos contemporáneos, Norman Robert Foster y Toyo Ito (en japonés Itō Toyo-o), acreedores ambos del Premio Pritzker y con una fructífera carrera profesional, nos puede permitir, no sólo hacer un repaso somero de sus respectivas trayectorias, sino intentar mostrarlas comparativamente gracias a los contrastes existentes en el desarrollo de cada una y en la manera de entender, concebir, materializar y expresar su arquitectura.
Aunque la diferencia de edad no es tan marcada (Foster arriba hoy a los 90 años mientras Ito llega a los 84), sin duda los contextos socio-económico-políticos que caracterizaron el momento en que nacen, las condiciones familiares y formativas que los rodean y las culturas a las que pertenecen, no dejan de ofrecer un buen patrón de referencia para establecer algunas coincidencias y muchas distancias entre ellos.

Foster, hijo único, nació en Reddish, a 3,2 km al norte de Stockport, antiguamente parte de Lancashire, Reino Unido. Muy pronto la familia se mudó a Levenshulme, un suburbio de bajos ingresos vecino de Manchester. Su padre era pintor de máquinas en la fábrica Metropolitan-Vickers de Trafford Park y su madre trabajaba en una panadería local y, teniendo que laborar todo el día, el pequeño Norman a menudo quedaba bajo el cuidado de vecinos y familiares. Bajo tales condiciones las probabilidades de que desarrollara una carrera en cualquier profesión eran muy remotas.

Ito, nació en Seúl, actual Corea del Sur, en ese momento ocupada por Japón. Su padre era un hombre de negocios (presidente de una filial textil de Mitsui & Co.) con un interés especial en la cerámica temprana de la dinastía Yi de Corea y las pinturas de estilo japonés. En 1943, Ito, su madre y sus dos hermanas mayores regresaron a Japón. Dos años después, también lo hizo su padre, y todos vivieron en la zona rural de Shimosuwa, prefectura de Nagano. Ito ha declarado que la experiencia de vivir junto al lago Suwa y la tranquilidad de sus aguas influyeron enormemente en su carrera como arquitecto.
Ambos, Foster e Ito, siendo niños, vivieron bajo diferentes perspectivas el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial dada la opuesta vinculación de sus países natales en el conflicto. También les correspondió formarse durante la dura posguerra que ambas naciones transitaron.


A Foster, quien asistió a la Burnage Grammar School for Boys en Burnage de Manchester, siempre lo acompañó su afán de superación dada su procedencia y de allí la necesidad de trabajar en diferentes oficios desde muy joven para colaborar con la familia y sufragar sus estudios. Al igual que a Ito (más holgado desde el punto de vista económico), sus primeras inclinaciones estuvieron dirigidas a estudiar ingeniería manifestando una particular atracción por el diseño aeronáutico y automovilístico, encauzándose hacia la arquitectura por su gran habilidad para dibujar la cual develó cuando fue asistente de un gerente de contratos en el estudio de arquitectura local, John E. Beardshaw and Partners.
Ito, por su parte, pudo despertar su vocación influido por su abuelo maderero y la afición de su padre por dibujar planos para las casas de sus amigos y, particularmente, por haber vivido cuando cursaba el primer año de secundaria, el episodio en que su madre le pidió al arquitecto modernista Yoshinobu Ashihara, quien acababa de regresar a Japón desde Estados Unidos, donde trabajaba en la oficina de Marcel Breuer, que le diseñara su casa en Tokio.


Foster, según Wikipedia, “en 1956 comenzó a estudiar en la Escuela de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Victoria de Manchester. No cumplía los requisitos para una beca de manutención, por lo que aceptó trabajos a tiempo parcial para financiar sus estudios, incluyendo puestos de vendedor de helados, portero y turnos de noche en una panadería. Durante este tiempo, también estudió en la biblioteca local de Levenshulme. (…) Tras graduarse en 1961, Foster obtuvo la beca Henry para la Escuela de Arquitectura de Yale en New Haven, Connecticut, donde conoció a su futuro socio Richard Rogers y obtuvo su maestría. Por sugerencia del historiador de arte de Yale Vincent Scully, la pareja viajó por Estados Unidos durante un año para estudiar arquitectura”.

También según Wikipedia, Ito, luego de un primer intento no exitoso para ingresar a la Universidad de Tokio, pudo matricularse en 1961 “y eligió arquitectura como su campo de especialización en su segundo año solo porque sus calificaciones del primer año no fueron buenas. Originalmente (como ya se adelantó), pretendía estudiar ingeniería mecánica o eléctrica. En ese momento, Kenzo Tange era profesor del departamento de arquitectura de la universidad, mientras que Arata Isozaki, Sachio Otani y Kisho Kurokawa eran sus alumnos. Ito se graduó del departamento de arquitectura de la Universidad de Tokio en 1965”.



De regreso en 1963 de los Estados Unidos, Foster “fundó su propio estudio de arquitectura, Team 4, junto con Rogers, Su Brumwell y las hermanas Georgie y Wendy Cheesman Entre sus primeros proyectos se encontraba Cockpit, una burbuja de cristal minimalista instalada en Cornualles, cuyas características se convirtieron en un tema recurrente en los proyectos futuros de Foster. Tras la separación de los cuatro en 1967, Foster y Wendy fundaron un nuevo estudio, Foster Associates. De 1968 a 1983, Foster colaboró con el arquitecto estadounidense Richard Buckminster Fuller en varios proyectos que se convirtieron en catalizadores del desarrollo de un enfoque de diseño respetuoso con el medio ambiente, como el Teatro Samuel Beckett en el St Peter’s College de Oxford”.



Ito, “tras trabajar para Kiyonori Kikutake Architect and Associates de 1965 a 1969 (junto con Itsuko Hasegawa ), en 1971 abrió su propio estudio en Tokio, llamado Urbot («Urban Robot»). En 1979, el nombre del estudio cambió a Toyo Ito & Associates. (…) A lo largo de sus inicios profesionales, Ito construyó numerosos proyectos de viviendas particulares que reflejaban aspectos de la vida urbana en Japón. Sus primeras contribuciones conceptuales más destacadas se realizaron a través de proyectos de esta envergadura, como White U (1976) y Silver Hut (1984)”, ambas ubicadas en Tokio.





Observando como encaminaron sus respectivas trayectorias profesionales, encontramos que Foster, se fue labrando un camino caracterizado por la presencia de la alta tecnología trazado a través de proyectos de edificios industriales, que luego tendría su imagen más acabada a través del diseño de aeropuertos y de edificios de oficina. Obras pioneras como el centro administrativo y de ocio para Fred. Olsen Lines con sede en London Docklands (1969) seguido, en 1970, por el primer edificio de oficinas inflable del mundo para Computer Technology Limited cerca de Hemel Hempstead, y en 1974 por la finalización de la sede de Willis Faber & Dumas en Ipswich, fijarán una línea que tendrá en el Sainsbury Centre for Visual Arts (1978), el Edificio Principal del HSBC en Hong Kong (1978-1985), el Centro de distribución de Renault en Swindon, Reino Unido (1981), la nueva terminal en el Aeropuerto Stansted de Londres (1991) y como caso especial la Carre d’Art, Nimes, Francia (1984-1993), sus momentos culminantes y el comienzo de su proyección internacional como uno de los principales representantes del “high tech”, transformando el concepto del oficio de arquitecto en su país.

Ito, por su parte, basó en la experiencia iniciada a través del diseño de pequeñas viviendas unifamiliares una exploración que, con el tiempo, lo convirtieron en uno de los arquitectos más innovadores e influyentes del panorama arquitectónico internacional. Así, con los proyectos de viviendas para la mujer nómada de Tokio Pao I y Pao II (1985 y 1989), Ito presentó mediante una arquitectura ligera y efímera todo un manifiesto y un escenario ilustrativo de los estilos de vida típicos durante el período de la economía de burbuja en Japón, en el que la mayoría de las funciones domésticas se disuelven en la metrópoli, mientras que la unidad viva se convierte en una entidad reducida que sólo proporciona un refugio mínimo y el acceso a la red informativa.


La Torre de los Vientos (1986) en Yokohama y el Huevo de los Vientos (1991) en River City 21, Tokio, otros proyectos emblemáticos e indicativos de su enfoque sobre la arquitectura denotan, por un lado, su particular creencia en la importancia de la tecnología y su papel vital en el futuro de la arquitectura y, por el otro, su diálogo interactivo con la ciudad estableciendo una relación simbólica directa entre la naturaleza y la instalación. “Si bien su función es, de hecho, servir de salidas de aire para el sistema subterráneo, su importancia reside en el tratamiento que Ito da a su opacidad, uno de los sellos distintivos de su obra. Aunque parecen sólidas durante el día, las estructuras de aluminio perforado se disuelven por la noche mediante sistemas de iluminación controlados por ordenador que forman una pantalla interactiva que representa datos medidos, como los niveles de ruido en su entorno”.




Habiendo copado el interés durante finales del siglo XX y comienzos del XXI con proyectos como la London Millennium Tower (1996) -con el antecedente de la Millennium Tower de Tokio (1989) que sería el rascacielos más alto del mundo- finalmente devenida en el 30 St Mary Axe (conocido popularmente como «the gherkin» o “el pepinillo”, debido a su forma, 2004); la Cúpula del Reichstag, Berlín (1999); el London Millennium Bridge (1996-2000); el Viaducto de Millau, en el sur de Francia (2004, considerado el puente más alto del mundo); o el edificio para la sede corporativa de Apple Inc. (Apple Park, 2006-2017, ubicado e Cupertino, California), hoy en día, con una generación de relevo que ha tomado las riendas en cuanto a ocupar primeras planas y generar tendencia, Foster a los 90 años se mantiene sorprendentemente activo.



Famoso, adinerado y transformado en miembro del jet-set internacional dada su condición de lord, Norman Foster hoy lidera pero a la vez se diluye dentro Foster + Partners, la firma transnacional que ha logrado consolidar, nacida en 1999 (sustituyendo a Foster Associates fundada, como ya se dijo, en 1967), con presencia en, al menos, 10 países y sucursales en 16 ciudades en las que cuenta con más de 1000 empleados, a la que se suma desde 2017 la Norman Foster Foundation con sede en Madrid que “fomenta el pensamiento y la investigación interdisciplinar para ayudar a nuevas generaciones de arquitectos, diseñadores y urbanistas a anticiparse al futuro”, se muestra hoy como un claro ejemplo de arquitectura corporativa y de estandarte de la globalización, en donde la diversidad de encargos (en cuanto a escalas, tipologías y localizaciones) y la necesidad de delegar decisiones hace imposible determinar un comportamiento claro y coherente, permitiéndose sólo hablar de preocupaciones generales en torno a la sostenibilidad, el cambio climático, el ahorro energético y el uso de tecnologías que las acompañen y no ya del sello distintivo propio de los primeros encargos recibidos en los ya lejanos años 1960. Hoy Foster + Partners, podría decirse, transmiten más bien una cuidada imagen de marca más comprometida con la modernidad y el desarrollo sustentable, lo cual no es poco.

Ito, por su parte, quien acumula a través de Toyo Ito & Associates, Architects (fundada en 1979 como sucesora, como ya se mencionó, de su primer estudio propio llamado Urban Robot -URBOT- creado en 1971), la nada despreciable cifra de más de 100 proyectos realizados (muy alejada, sin embargo, de los casi 500 esparcidos los cinco continentes que acumula Foster + Partners), sin dejar de mostrar encargos solicitados desde Taiwan, México, Singapur, Suiza, España, Chile, Francia, Países Bajos, Bélgica, Alemania e Inglaterra, ha concentrado su producción fundamentalmente en Japón donde tiene su sede y centraliza su actividad, la cual, valga decirlo, ha disminuido en los últimos años.



Su producción de entre siglos, en la que se ha perdido la frescura y desparpajo de sus primeros trabajos de los años 70 y 80, pero que sin embargo explora con agresividad el potencial de las nuevas formas buscando condiciones espaciales que manifiesten la filosofía de los seres sin fronteras, ha asimilado preocupaciones por la sostenibilidad y tiene, a diferencia de Foster, un carácter que permite reconocer la mano de su creador. Convendría en este sentido señalar: el Nagaoka Lyric Hall (1994), el Pabellón temático del Futuro de la Salud para la Expo 2000 en Hannover, la emblemática Mediateca de Sendai (2001), el Pabellón temporal de la Serpentine Gallery en los jardines de Kensington, Londres (2002), la Biblioteca de la Universidad de Tama, Tokio (2007), el Estadio de los Juegos Mundiales en Kaohsiung, Taiwán (2008), el Teatro Nacional de Taichung, Taiwán (2014), el Museo Internacional del Barroco, Puebla, México (2016) y, más recientemente, el proyecto para el Museo Hermitage en Barcelona (2020).


Destacan, sin embargo, los proyectos en su país natal, que se acentuaron tras el terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011 en los que Ito junto a un grupo de arquitectos japoneses (Kumiko Inui, Akihisa Hirata y Sou Fujimoto así como Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa -SANAA-) llegaron a desarrollar el concepto de un espacio comunitario denominado «Hogar para todos» (Home-for-all) destinado a los supervivientes donde, según sus palabras, “Una zona de desastre, donde todo se pierde, nos ofrece la oportunidad de reflexionar, desde cero, sobre lo que realmente es la arquitectura”.
Valga añadir que la oficina de Toyo Ito es conocida como un centro de formación para jóvenes arquitectos con talento. Entre los arquitectos que trabajaron anteriormente en su oficina se encuentran Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (SANAA), Astrid Klein y Mark Dytham (KDa), Katsuya Fukushima, Makoto Yokomizo y Akihisa Hirata. Así, en la línea de la preocupación de Ito por la educación resalta su labor docente y su intervención en el Toyo Ito Museum of Architecture en Omishima (2011), el cual es un espacio donde jóvenes arquitectos se reúnen para aprender y trabajar.
Tal vez sea relevante apuntar, como otro parámetro de comparación sobre el comportamiento de ambas oficinas, que lo registrado por Foster + Partners para los años 2023-2024 como proyectos ejecutados es el equivalente a lo hecho por Toyo Ito & Associates a lo largo de toda la década que va de 2010-2020.
Foster e Ito acreedores ambos del Premio Pritzker lo recibieron, el primero, en 1999 (edición nº 21) a los 64 años, y el segundo en 2013 (edición nº 35) con 72. También les ha sido conferida a ambos la Medalla de Oro del Royal Institute of British Architects (1983 y 2006, respectivamente). Así mismo, han sido invitados como profesores y conferencistas en diversas universidades y escenarios alrededor del mundo.

Foster, en lo particular, ha obtenido, entre otros, el Premio de Arquitectura Contemporánea Mies van der Rohe (1990), la Medalla de Oro del American Institute of Architects (1994), la Medalla de Oro de la Academia Francesa de Arquitectura (1991) y el Premio Príncipe de Asturias de las Artes (2009), También fue nombrado caballero por la Reina Isabel II en 1990 y posteriormente se le concedió el título nobiliario de Lord Foster of Thames Bank en 1999.

Ito ha obtenido, entre otros, el Premio Frederick Kiesler de Arquitectura y Arte (2008), el Praemium Imperiale (2010), el León de Oro a la Mejor Participación Nacional en la Bienal de Arquitectura de Venecia (2012), la Medalla Thomas Jefferson (2014), la Medalla de Oro de la UIA (2017).

Para cerrar, podríamos decir que mientras Foster ha desarrollado su capacidad para expresar a través de croquis y dibujos sus ideas sobre arquitectura (expuestos en diversas ocasiones y publicados en hermosas ediciones), Ito ha demostrado su talento descubriendo las oportunidades que cada encargo trae consigo.

Si Foster declara acerca de su experiencia profesional que: “Desde el principio, nuestra práctica se basó en una filosofía de innovación, sostenibilidad y diseño. Seguimos aprendiendo del pasado y afrontando creativamente los retos del futuro, con la firme convicción de que el buen diseño marca la diferencia”; sobre su continua curiosidad y afán de crecer: “Cada vez que he pilotado una aeronave, o visitado una siderúrgica, o observado a un chapista trabajando, he aprendido algo nuevo que se puede aplicar a los edificios” y que “Como arquitecto, diseñas para el presente, con una conciencia del pasado, para un futuro que es esencialmente desconocido”; de Ito cabe resaltar la siguiente reflexión acerca de sus ideas generales sobre la arquitectura extraída de la conferencia Kenneth Kassler que pronunció en la Universidad de Princeton en 2009: “El mundo natural es extremadamente complejo y variable, y sus sistemas son fluidos: se construye sobre un mundo fluido. En contraste, la arquitectura siempre ha buscado establecer un sistema más estable. Para simplificar, podríamos decir que el sistema de cuadrícula se estableció en el siglo XX. Este sistema se popularizó en todo el mundo, ya que permitió la construcción de una gran cantidad de arquitectura en poco tiempo. (…) Sin embargo, también homogeneizó las ciudades del mundo. Incluso podría decirse que homogeneizó a las personas que viven y trabajan allí. En respuesta a eso, durante los últimos diez años, modificando ligeramente la cuadrícula, he intentado encontrar una manera de crear relaciones que acerquen los edificios a su entorno”.
ACA
Procedencia de las imágenes
1. AD25 (https://www.admagazine.com/articulos/norman-foster-apuesta-mas-que-nunca-por-el-futuro); y rtve (https://www.rtve.es/noticias/20130317/japones-toyo-ito-premio-pritzker-arquitectura-2013-por-su-innovacion-conceptual/619500.shtml)
2. Wikipedia. Reddish (https://en.wikipedia.org/wiki/Reddish)
3. Tripadvisor. Lake Suwa (https://www.tripadvisor.com.ve/Attraction_Review-g298117-d1424782-Reviews-Lake_Suwa-Nagano_Prefecture_Koshinetsu_Chubu.html#/media/1424782/?albumid=-160&type=ALL_INCLUDING_RESTRICTED&category=-160)
4. Manchester History Revisited (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=452964211465229&id=447693891992261&set=a.452964164798567)
5. AV (https://arquitecturaviva.com/articles/el-camino-del-dibujo-por-el-trabajo-al-aula)
6. Wikipedia. Universitatea din Manchester (https://ro.wikipedia.org/wiki/Universitatea_din_Manchester)
7. Wikipedia. Rudolph Hall (https://es.wikipedia.org/wiki/Rudolph_Hall)
8. Picotazo Político (https://picotazopolitico.com/universidad-de-tokio-ofrece-refugio-academico-a-estudiantes-de-harvard/)
9. Wikipedia. Team 4 (https://en.wikipedia.org/wiki/Team_4)
10. AV (https://arquitecturaviva.com/articulos/temas-de-ensayo-la-experiencia-del-team-4)
11. Urbipedia (https://www.urbipedia.org › hoja › Cockpit)
12. Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/Project_Descript/1970-/1970-p_01/1970-p_01_en.html)
13. ArchEyes | Timeless Architecture (https://archeyes.com/white-house-u-toyo-ito/) ; y Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/Project_Descript/1970-/1970-p_04/1970-p_04_en.html)
14. Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/Project_Descript/1980-/1980-p_05/1980-p_05_en.html); y ___reference (https://www.instagram.com/p/B7on-OwJsfu/?img_index=4)
15. Exposiciones Madrid (https://exposicionesquehayenmadrid.wordpress.com/2017/11/05/norman-foster-futuros-comunes-espacio-fundacion-telefonica/103-principal/); y Isle of Dogs – Past Life, Past Lives (https://islandhistory.wordpress.com/2019/04/27/fred-olsen-co-and-the-millwall-docks/)
16. RIBA (https://www.ribapix.com/inflatable-office-building-for-computer-technology-limited-near-hemel-hempstead-being-inflated_riba81848); y Wikipedia. Willis Building, Ipswich (https://en.wikipedia.org/wiki/Willis_Building,_Ipswich)
17. Norman Foster’s Sainsbury Centre Listed (https://www.archdaily.com/312783/norman-fosters-sainsbury-centre-listed); y WikiArquitectura (https://es.wikiarquitectura.com/edificio/hong-kong-shanghai-bank/)
18. Metalocus (https://www.metalocus.es/es/noticias/icono-high-tech-y-escenario-de-una-pelicula-de-james-bond-renault-distribution-centre-de-foster-sera-rehabilitado); y EPdLP (https://www.epdlp.com/edificio.php?id=248)
19. La Gazette Drouot (https://www.gazette-drouot.com/en/article/the-carre-d-art-in-nimes-turns-thirty/45608)
21 y 22. Mi Moleskine Arquitectónico (https://moleskinearquitectonico.blogspot.com/2008/05/toyo-ito-homenaje-los-vientos.html)
23. Revista Arquitectura, nº 320, 1999 (https://www.coam.org/media/Default%20Files/fundacion/biblioteca/revista-arquitectura-100/1993-2000/docs/revista-articulos/revista-arquitectura-1999-n320-pag46-49.pdf); AV (https://arquitecturaviva.com/articles/hacia-el-milenio-los-proyectos-de-londres); y HARVARD DESIGN MAGAZINE (https://www.harvarddesignmagazine.org/articles/30-st-mary-axe/)
24. CONSTRUCCIÓN Y VIVIENDA (https://www.construccionyvivienda.com/2021/06/23/la-cupula-alemana-de-foster/); y VidePan (https://blog.videpan.es/foto-360-cupula-del-reichstag/)
25. AV (https://arquitecturaviva.com/articulos/mundo-burbuja) ; y Philippe Quentin (https://www.google.com/local/imagery/report/?cb_client=local_photo_viewer&image_key=!1e10!2sCIHM0ogKEICAgID77MfdgAE)
26. Planner5d (https://planner5d.com/blog/es/norman-foster-obras/)
27. Norman Foster Foundation (https://normanfosterfoundation.org/)
28. Foster + Partners (https://www.fosterandpartners.com/)
29. Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/index/index_en.html)
30. Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/Project_Descript/2000-/2000-p_03/2000-p_03_en.html); Toyo Ito & Associates, Architects (http://www.toyo-ito.co.jp/WWW/Project_Descript/2000-/2000-p_04/2000-p_04_en.html); y Serpentine Gallery Pavilion 2002 / Toyo Ito + Cecil Balmond + Arup (https://www.archdaily.cl/cl/02-244430/serpentine-gallery-pavilion-2002-toyo-ito-cecil-balmond-arup)
31. Biblioteca de la facultad de arte de la Universidad de Tama (https://www.archdaily.cl/cl/707037/biblioteca-de-la-facultad-de-arte-de-la-universidad-de-tama); y Architectuul. (https://architectuul.com/architecture/kaohsiung-stadium)
32. EPdLP (https://www.epdlp.com/edificio.php?id=4794); y Museo Internacional del Barroco / Toyo Ito (https://www.archdaily.cl/cl/786108/museo-internacional-del-barroco-toyo-ito-and-associates?ad_medium=gallery)
33. Wikiarquitectura (https://es.wikiarquitectura.com/edificio/hogar-para-todos-en-rikuzentakata/); y Architectural Record (https://www.architecturalrecord.com/articles/6631-snapshot-home-for-all)
34. designboom (https://www.designboom.com/architecture/toyo-ito-home-home-for-all-11-29-2018/)
35 y 36. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
37. Planner5d (https://planner5d.com/blog/es/norman-foster-obras/); y ElMundo.es Multimedia (https://www.elmundo.es/albumes/2009/09/01/norman_foster/index.html)
38. AV (https://arquitecturaviva.com/articulos/la-fase-gaseosa)
CONTACTO FAC 404
TAL DÍA COMO HOY…
… 23 de febrero de 2017 se dio a conocer el veredicto de la XII Bienal Nacional de Arquitectura (BNA), organizada por el Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV) y montada en la Sala de Exposiciones de la Biblioteca Central de la Universidad Simón Bolívar.

Cuando en 1963, por iniciativa del Ministerio de Educación, se crea el Premio Nacional de Arquitectura, le correspondió a la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA) convocar aquel mismo año la Primera Bienal Nacional, evento en cuyo marco se otorgaría el galardón que reconocía tanto la obra más destacada del período como la labor de su autor o autores. De esa manera y durante las siguientes ocho ediciones (realizadas en un lapso de treinta y cinco años), los edificios seleccionados como la mejor obra sirvieron, además, como patente para que sus creadores se alzaran con el Premio Nacional.

Si bien la primera bienal organizada por la SVA premió a Carlos Raúl Villanueva por el conjunto de su obra, desde la segunda de 1965 se escogería una pieza en particular, correspondiéndole a Julián Ferris como diseñador del Edificio de la Aduana de Puerto Cabello (1965) el privilegio de ser el ganador del Premio Nacional de Arquitectura de aquel año.

La III Bienal de 1967, convocada ahora por el Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV), que sustituyó a la SVA desde 1966, otorgó el Premio Nacional a Tomás José Sanabria por el Edificio del Banco Central de Venezuela (1965). A partir de la IV Bienal (1971) comenzarían a distanciarse los períodos para otorgar la premiación recayendo en esa oportunidad la distinción en Bernardo Borges, Francisco Pimentel y George Wilkie por el edificio sede del diario El Universal (1969). Así, de forma sucesiva pero intermitente le serían otorgados los Premios Nacionales a José Miguel Galia (V Bienal, 1973) por el edificio sede de Seguros Orinoco (1971); Carlos Gómez de Llarena, Manuel Fuentes y Moisés Benacerraf (VI Bienal, 1976) por la Torre Europa (1975); Felipe Montemayor, Luis Sully, Joseba Pontesta, Etanislao Sekunda, Leopoldo Sierralta y Joaquín Leniz (VII Bienal, 1980) por el Terminal Internacional del Aeropuerto de Maiquetía (1974-1978); y a la División de Arquitectura de la C.A. Metro de Caracas con Max Pedemonte a la cabeza (VIII Bienal, 1987) por el trabajo de infraestructura y recuperación urbana asociado a la construcción de la Línea 1 del Metro de Caracas (1983).

Será desde 1987, tras la finalización de la VIII Bienal, que se recomendará al Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) el otorgar anualmente el Premio Nacional de Arquitectura en el marco de la designación de los Premios Nacionales de Cultura como una mención dentro de ellos, cosa que asumió favorablemente. De esa manera, se separaría el reconocimiento a toda una trayectoria de la premiación otorgada dentro de las bienales, dirigidas a reconocer una particular obra construida. En ese marco, la IX Bienal realizada en 1998 el ahora denominado “Gran Premio” recaería en la Abadía Benedictina ubicada en Güigüe, estado Carabobo proyectada por Jesús Tenreiro con la colaboración de Salvatore Anzalone, Manuel Delgado Arteaga, Ana Díaz Rodríguez, Luis Ocanto y Ninoshka Ruiz de Bodas (1990).

En los once años que separaron una bienal de otra, el CONAC ya había otorgado el Premio Nacional de Cultura, mención Arquitectura, a: Fruto Vivas (1987), Henrique Hernández (1988), Gustavo Wallis Legórburu (1989), Cipriano Domínguez (1990), Jesús Tenreiro Degwitz (1991), Juan Pedro Posani (1992), Jimmy Alcock (1993), Juan Andrés Vegas (1994), Graziano Gasparini (1995), Jorge Romero Gutiérrez (1996), Edmundo Díquez (1997) y Martín Vegas Pacheco (1998), saldándose así una deuda importante con figuras fundamentales en la historia de nuestra arquitectura de la segunda mitad del siglo XX.
Dentro de la irregularidad en la convocatoria a bienales, el año 2001 el CAV llamará a la décima, y el Gran Premio se le dará a la totalidad de los 10 Proyectos presentados para la recuperación y desarrollo de Vargas, elaborados después de la tragedia de 1999, que abordaban diversos problemas a diferentes escalas, llevados a cabo por una amplia gama de instituciones, equipos profesionales y grupos docentes.
De allí, 14 años después, en un intento por normalizar de nuevo la realización de eventos cada dos años la XI Bienal (2014) otorgará el Gran Premio al Centro Nacional de Acción Social para la Música (2011) de Tomás Lugo, seguido de la Restauración patrimonial del Jardín Botánico de Maracaibo de Carla Urbina y María Villalobos (XII Bienal, 2016), la Clínica IDB Cabudare (2018) de Gustavo Adolfo Sánchez Muñoz (XIII Bienal, 2018) y el Conjunto Parque Profesional del Este de Francisco Pimentel Malaussena, Óscar Capiello y Gustavo Luis Legórburu (XIV Bienal, 2024).

Por otro lado, desde 1999, con saltos en la periodicidad anual inicialmente respetada, se les ha otorgado el Premio Nacional de Cultura, mención Arquitectura, a: Jorge Castillo Blanco (1999), Joel Sanz (2000), Óscar Tenreiro Degwitz (2004), Jorge Rigamonti (2006), Gorka Dorronsoro (2008), Doménico Silvestro (2010), Domingo Álvarez (2012), Francisco Sesto (2015), José Matamoros (2016-2018), John Stoddart (2019-2020), Américo Faillace (2021-2022) y, recientemente, Domingo Acosta González (2023-2024).


Pues bien, luego de todo este extenso recorrido nos toca hoy detenernos en la premiación de la XII Bienal Nacional de Arquitectura (convocada en octubre de 2016 bajo el tema “Arquitectura en positivo, compromiso con el país”), ya que justamente el 23 de febrero de 2017 el jurado evaluador, presidido por Marco Negrón (compuesto por dieciséis destacados profesionales y académicos con formación en diferentes campos de la arquitectura y provenientes de varias regiones del país), dio a conocer el veredicto que otorgaba por unanimidad el Gran Premio al trabajo titulado “Paisajes urbanos botánicos en Maracaibo como escuelas vivas: lecciones desde el jardín botánico de Roberto Burle Marx”, presentado por las arquitectas Carla Urbina y María Villalobos, convirtiéndose en la primera ocasión en la que se daba el máximo reconocimiento a un proyecto de restauración patrimonial.
Cabe destacar, también, que en aquella ocasión atendieron a la convocatoria «más de sesenta (60) trabajos, entre proyectos construidos, no construidos, tesis de pregrado, productos de investigación y publicaciones» y «se entregaron premios y menciones honoríficas de quince (15) categorías cuya ubicación de las obras se distribuyó ampliamente en Venezuela, a saber, nueve (9) en Caracas, quince (15) en el interior y uno (1) en el exterior. Ello demostró, como lo dice el veredicto, que ‘la calidad arquitectónica no solo se centra en la capital, pues la mayoría de los reconocimientos están dedicados a obras ubicadas en el interior del país'», de acuerdo a lo publicado en el portal del CAV (https://cav.net.ve/xii-bienal-y-premio-nacional-de-arquitectura-xii-bienal/).
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Antes de comentar el trabajo ganador es necesario saber que el Jardín Botánico de Maracaibo (JBM), inaugurado en 1983, y que curiosamente no se encuentra registrado como obra relevante (que lo era) en revistas y publicaciones de la época, y tampoco se presentó a participar en VIII Bienal de 1987 donde sin duda hubiera tenido una relevante figuración, nace como proyecto a finales de la década de 1970 cuando, con el antecedente de haber trabajado juntos en el proyecto del Parque del Este en Caracas (inaugurado en 1961), el célebre arquitecto paisajista brasileño Roberto Burle Marx (1909-1994) y el botánico venezolano Leandro Aristeguieta (1923-2012), desde sus respectivas ópticas, unen de nuevo esfuerzos “para la creación de un jardín botánico en pro de la preservación de un tipo particular de ecosistema que se encontraba amenazado. Se trataba del bosque seco tropical, el cual, en aquel momento, por un lado, sufría amenazas botánicas como consecuencia del indiscriminado crecimiento urbano de la ciudad de Maracaibo, mientras por otro lado enfrentaba las consecuencias de una percepción negativa generalizada de la sociedad para con su flora local. (…) Tal situación y preocupación botánico-cultural, claramente expresada por Aristeguieta en Llegó la hora de sembrar cujíes (1980), encontró rápido eco en un Burle Marx, que había dedicado toda una vida a transmitir a través de su trabajo cómo la naturaleza, especialmente la local, ofrece a los ciudadanos la oportunidad de descubrir dimensiones inesperadas de sus propias identidades”, señalarán Carla Urbina y María Villalobos en “Rehabilitación integral del Jardín Botánico de Maracaibo. Recuperación del paisaje cultural como patrimonio, obra de Roberto Burle Marx”, ponencia presentada en la Trienal de Investigación FAU UCV de 2014.

Alcanzada la convergencia de intereses y voluntades en cuanto a la importancia de emprender el proyecto, y localizada la zona para la realización del mismo, se busca la necesaria articulación institucional que permitiera su materialización. Es así como en 1973 se consolida la disponibilidad de los terrenos para el desarrollo del JBM, en el corazón de la concentración de bosque seco más importante de la región zuliana, en las proximidades del área urbana de la ciudad de Maracaibo, al suroeste, en la vía que conduce al aeropuerto internacional La Chinita. Ello fue posible gracias a la intermediación del Rotary Club de la capital zuliana y a la primera donación de terrenos realizada por parte de las compañías Shell y Maraven a la recién creada (el 9 de enero de 1973) Fundación Jardín Botánico de Maracaibo (FJBM), una organización sin fines de lucro y presidida en sus orígenes por el doctor Rafael Casas.

Una vez que se obtienen los terrenos (los cuales sumarían en total 123 hectáreas), se consolida un grupo de profesionales encabezado Aristeguieta y Burle Marx quienes trabajaron a su vez con un connotado equipo integrado por José Tabacow, Haruyoshi Ono, George Bunting, Robert Haywards, Ernesto Foldats, Pablo Emilio Colmenares, Francisco Arboleda, Alicia Ferrer y Germán Ferrer, entre otros. Planteado como centro de investigación, docencia y recreación pasiva el JBM fue concebido como Jardín Escuela para la preservación del Bosque Seco Tropical y como sede de la primera Escuela de Horticultura en América Latina.


Es así como, tras casi una década de trabajo, ya para 1980 todo está listo para la inauguración del penúltimo jardín botánico construido en Venezuela y el último jardín botánico que, junto a sus colaboradores de siempre, Burle Marx ejecutaría en vida. El plan propuesto para desarrollar 108 hectáreas, estaría estructurado contemplando siguientes zonas: acceso, servicios y estacionamiento, centro hortícola, cuadro filogenético, botánica económica, zona de juegos infantiles (“El Castillito”), Crassuletum, umbráculo, área de plantas trepadoras, sistema de lagunas, bosque tropical seco tropical y zona de reserva, todas interconectadas por un sinuoso sistema de caminerías.


Finalmente, el 24 de octubre de 1983 se inaugura el JBM. “No fue aquella una inauguración ordinaria. En aquel momento presenciaba Maracaibo la creación de un jardín-escuela, de un modelo de vida-escuela de subversivo poder. El acto de inauguración del JBM … fue diseñado como la ceremonia de grado, de la que sería la primera y única promoción de la Escuela de Horticultura del Zulia. Esta fue concebida no con un elemento más en el programa del jardín, sino como la razón de ser, el mecanismo de vivir y la misión de vida de esa nueva clase de jardín botánico, donde el aprendizaje era pensando y motivado desde la acción y la interacción con lo vivo, lejos de la lógica de un remoto y estático laboratorio o biblioteca y cerca de una estética y una botánica en constante transformación”, expondrán Urbina y Villalobos en su ponencia.


“Tras un breve período de esplendor, sobrevino una historia de inestables permanencias, una secuencia de vicisitudes, efímeros goces y dramáticas transformaciones físicas, botánicas y programáticas (…) Luego de años de violencia institucional, abandono e incomprensión del valor del patrimonio natural, una decisión intempestiva gubernamental acabó por clausurar el jardín en 2011, queriendo convertirlo en parque de recreaciones acuáticas de dudosos beneficios estéticos y científicos, que atentan contra el patrimonio que el jardín representa”, momento en el que germina la inquietud que funda el interés y experiencia del trabajo de rescate emprendido por Urbina y Villalobos, reconocido en la XII Bienal Nacional de Arquitectura del 2017, que contempló tanto la restauración patrimonial del JBM como la propuesta del Master Plan de la Avenida 5 de Julio que extrapola y aplica criterios aprendidos durante la restauración.

Urbina y Villalobos son egresadas de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Rafael Urdaneta (1997) y posteriormente de la Maestría en Diseño Urbano de la Universidad Metropolitana (2000). Ambas “inician en 2009 trabajos de investigación para la elaboración del Plan de Rehabilitación Integral del Jardín Botánico de Maracaibo (JBM). Ello incluyó, junto a un gran equipo de trabajo la concreción de la Fundación Jardín Botánico de Maracaibo, la recuperación de planos, gráficos y dibujos de Burle Marx y de los cuadros fitogenéticos de Aristeguieta, la búsqueda de recursos e interés por recuperar el JBM progresivamente y la reapertura del mencionado jardín en 2013 restaurado parcialmente, luego de más de dos (2) décadas de cierre y desmantelamiento”, transcribimos de la nota de prensa elaborada tras darse el veredicto de la XII Bienal. Tras la recuperación inicial y cuidadosa de 20 hectáreas el proceso todavía continúa.

Convertido en un lugar de referencia para los habitantes de los tres municipios que le rodean: Maracaibo, San Francisco y Jesús Enrique Lossada, el Jardín Botánico no cuenta con una asignación gubernamental, se mantiene con ayudas y con los ingresos de los servicios que allí se prestan, pero es necesario innovar en los tipos y calidad de servicios ofrecidos. Desde el 20 de enero de 2014 la FJBM tomo la decisión de denominarlo “Jardín Botánico de Maracaibo Dr. Leandro Aristeguieta”.

La labor de concientización iniciada y sostenida desde la FJBM y que el galardón obtenido en 2017 por Urbina y Villalobos ayudó a reforzar, requiere de una sostenida actividad divulgativa (apostólica, dirían otros), de investigación y de búsqueda permanente de recursos que no debe bajar la guardia a objeto de preservar la huella y la memoria de quienes fueron los creadores de este importante reservorio de la flora venezolana.
ACA
Procedencia de las imágenes
1. Revista entrerayas (https://entrerayas.com/xii-bienal-nacional-de-arquitectura/)
2, 3 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.
5 y 6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.
7 y 8. LALI. Iniciativa Latinoamericana del Paisaje (https://laliniciativablog.wordpress.com/2017/05/11/premio-nacional-de-arquitectura-xii-bienal-venezuela/)
9. Capturas de Google Earth; y Biennal Internacional del Paisatge Barcelona (https://landscape.coac.net/preservacion-del-jardin-botanico-y-su-expansion-al-paisaje-urbano-y-regional-lecciones-del-jardin)
10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18 y 20. Biennal Internacional del Paisatge Barcelona (https://landscape.coac.net/preservacion-del-jardin-botanico-y-su-expansion-al-paisaje-urbano-y-regional-lecciones-del-jardin)
19. @arquitecturavzl; Google Earth; y Facebook de la Fundación Jardín Botánico de Maracaibo.

