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PARA FINALIZAR EL AÑO

El Museo Nacional Zayed de Foster + Partners abrió sus puertas al público en Abu Dhabi

Escrito por Reyyan Dogan

Publicado el 4 de diciembre de 2025

Tomado de https://www.archdaily.com

El Museo Nacional Zayed, museo nacional de los Emiratos Árabes Unidos y un pilar fundamental del Distrito Cultural Saadiyat de Abu Dabi, ha abierto sus puertas al público el 3 de diciembre. El proyecto fue adjudicado a Foster + Partners tras un concurso de diseño en 2007, y la construcción comenzó al año siguiente. Su inauguración marca un momento significativo en el desarrollo cultural de los EAU, coincidiendo con la apertura de teamLab Phenomena Abu Dabi y del Museo de Historia Natural de Abu Dabi, así como la reapertura del Museo Al Ain, ampliando así el panorama institucional de la región.

Arquitectónicamente, el museo se define por cinco torres de acero inspiradas en las alas de un halcón, que funcionan como chimeneas térmicas que impulsan el aire fresco hacia el interior. Cada torre varía en altura y perfil, alcanzando hasta 123 metros, y está ubicada para minimizar las sombras, permitiendo al mismo tiempo la entrada de luz natural. Las torres forman una silueta distintiva en la isla de Saadiyat y buscan apoyar una estrategia ambiental pasiva adaptada al clima de la región.

El edificio en sí mismo es una expresión de sostenibilidad, con cinco alas aerodinámicas que forman parte integral del sistema ambiental, actuando como chimeneas térmicas y transportando aire fresco a través de los espacios públicos. También simbolizan la pasión del jeque Zayed por la cetrería, un deporte tradicional, y se han convertido en hitos en el horizonte de la ciudad. – Norman Foster, Fundador y Presidente Ejecutivo de Foster + Partners

Las seis galerías permanentes del museo incluyen cuatro volúmenes suspendidos en forma de cápsula sobre el atrio central. Cada uno proporciona condiciones controladas para objetos sensibles e iluminado mediante un acristalamiento triple laminado que modera la luz natural con una densa malla intercalada. Los tragaluces electrocrómicos ajustan aún más la transparencia en respuesta a los niveles de luz exterior. Cada módulo explora un tema distinto, conectado por espacios nodales que ofrecen una interpretación contextual, mientras que una escalera de caracol y ascensores facilitan la circulación. En la planta baja, galerías adicionales, un espacio para exposiciones temporales y comedores amplían el programa. En el exterior, el Jardín Al Masar conecta el museo con la costa, creando recorridos sombreados, espacios comunes y un mirador con vistas panorámicas de la isla de Saadiyat.

Para celebrar su inauguración, el museo activa sus espacios interiores y exteriores con un programa de un mes titulado «Raíces Profundas y Legado Eterno». Las instalaciones, talleres y visitas guiadas destacan cómo las galerías, patios y zonas ajardinadas del edificio están diseñados para albergar diversas actividades culturales y la participación del público. Estos eventos subrayan el papel del museo como espacio cívico dentro del Distrito Cultural de Saadiyat, reforzando su contribución arquitectónica a un creciente grupo de instituciones que incluye el Louvre Abu Dhabi y varios museos de próxima construcción.

Ficha

Arquitectos: Foster + Partners

Área: 88870 m²

Año: 2025

Fotografías: Nigel Young

Proveedores: Goppion

Descripción enviada por el equipo del proyecto.

Ubicado en el corazón del Distrito Cultural Saadiyat en Abu Dhabi, el nuevo museo nacional de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) traza la historia de los Emiratos, desde las primeras evidencias de la ocupación humana hasta las civilizaciones que moldearon su cultura e identidad, arraigadas en los valores del Padre Fundador de los EAU, el difunto Jeque Zayed bin Sultan Al Nahyan. La forma del edificio aborda el reto de mantener la vida en un entorno desértico y las fuertes tradiciones culturales de los EAU.

Las cinco alas de acero ligero del museo forman parte del sistema de ventilación natural. Los respiraderos se abren en la parte superior de las torres, aprovechando la presión negativa en el lado de sotavento del perfil para extraer el aire caliente del atrio, gracias al efecto térmico de la acumulación de calor en las puntas de las alas. El aire, enfriado naturalmente a través de tuberías enterradas a gran profundidad bajo el suelo del desierto, fluye hacia el atrio a través de un sistema de ventilación de bajo nivel. Las alas están acristaladas para canalizar la luz natural hacia las galerías inferiores, y cada una se puede regular individualmente.

Los espacios del museo se ubican dentro de un montículo, con paneles texturizados y facetados que representan una abstracción de la topografía de los EAU. El montículo aísla los espacios interiores de la radiación solar, formando un escudo protector que impide la entrada de calor al edificio. Al entrar en el museo, los visitantes acceden al luminoso atrio, o Al Liwan, que sirve como espacio de encuentro y orientación, y alberga representaciones de danza tradicional y poesía.

De las seis galerías permanentes, cuatro galerías en forma de cápsula están suspendidas sobre Al Liwan y ofrecen entornos controlados para proteger los delicados objetos expuestos. El triple acristalamiento laminado de las torres modera la cantidad de luz natural que entra en el vestíbulo y las galerías. El acristalamiento incluye una densa malla intercalada, y cada cápsula cuenta con una claraboya de vidrio electrocrómico que cambia su transparencia en función de la luz exterior.

«El Museo Nacional Zayed narra la historia de la creación de los Emiratos por parte del jeque Zayed y las múltiples facetas de su legado, incluyendo su visión de reverdecer el desierto. El edificio en sí mismo es una expresión de sostenibilidad, con cinco alas aerodinámicas que forman parte integral del sistema ambiental, actuando como chimeneas térmicas y transportando aire fresco a través de los espacios públicos. También simbolizan la pasión del jeque Zayed por el deporte tradicional de la cetrería y se han convertido en hitos en el horizonte de la ciudad.»

Norman Foster, fundador y presidente ejecutivo de Foster + Partners

Cada una de las galerías en forma de cápsula está diseñada para reflejar un tema específico, mientras que los espacios nodales que las conectan proporcionan información contextual que las conecta. Los visitantes pueden elegir su propio recorrido por las diferentes galerías y acceder a la planta superior mediante una escultural escalera de caracol o ascensores. En la planta baja, también hay dos galerías permanentes más cerca de las entradas del museo, así como una sala de exposiciones temporales, un restaurante de alta cocina y una cafetería.

En el exterior del museo, el amor del jeque Zayed por la naturaleza se refleja en el Jardín Al Masar, que conecta el edificio con la costa. Integrando paisaje y patrimonio, el jardín se concibe como un nuevo activo comunitario, con espacios para socializar, jugar y reflexionar. Los visitantes también pueden recorrer un sendero sombreado desde la planta baja hasta un mirador en la cima del montículo, en la base de las torres de acero, que ofrece vistas panorámicas de los alrededores.

Los materiales se han seleccionado cuidadosamente para armonizar con el entorno local y reflejar los edificios históricos de los siete Emiratos, que reflejan el color cambiante de la arena en diferentes lugares. Siguiendo esta tradición, tanto el exterior como el interior del museo reflejan el distintivo tono blanco cálido de la arena de la isla Saadiyat. El proyecto se ha llevado a cabo en estrecha colaboración con el Departamento de Cultura y Turismo de Abu Dabi.

«El Museo Nacional Zayed ofrece un hogar permanente a la historia de nuestra nación. Nuestro museo nacional sirve para preservar y compartir nuestro pasado, conectando generaciones. Es donde nuestros hijos y nietos descubrirán los valores que forjaron este país: unidad, humildad, apertura y respeto por el patrimonio. Estos son principios que siguen guiándonos, y cuando visitantes de todo el mundo recorran estas galerías, comprenderán mejor los Emiratos Árabes Unidos: pasado, presente y futuro.»

Su Excelencia Mohamed Khalifa Al Mubarak | Presidente del Departamento de Cultura y Turismo de Abu Dabi

«Este proyecto nos ha permitido materializar, a gran escala, muchos de los temas relacionados con la arquitectura y el diseño sostenible que han sido fundamentales para el trabajo del estudio durante décadas. Ha sido un placer colaborar con actores tan visionarios, cuyo amplio conocimiento de la región ha sido la base de nuestro trabajo.»

Gerard Evenden | Director del Estudio, Foster + Partners

ACA

VALE LA PENA LEER

Entendiendo el Eco-Brutalismo: La paradoja entre estructura, sostenibilidad y estilo

por Olivia Poston

Casa Butantã – Paulo Mendes da Rocha. Sao Paulo, Brasil, 1964.

Traducido por Valentina Díaz

Publicado el 17 de julio, 2025

Tomado de https://www.archdaily.cl

Se espera que el entorno construido reduzca las emisiones de carbono, apoye la biodiversidad y responda a las condiciones ecológicas cambiantes, todo mientras proporciona vivienda para las comunidades y refleja sus valores culturales. En este paisaje cambiante, un estilo arquitectónico que alguna vez fue mal visto surge en una nueva forma sorprendente. El brutalismo, durante mucho tiempo asociado con la gravedad institucional y la austeridad material, ahora se está reformulando a través de un lente ecológico. Este movimiento híbrido, conocido como eco-brutalismo, combina el poder del concreto con la vegetación y estrategias de diseño sensibles al clima. El resultado es un conjunto de espacios que son visualmente impactantes, conceptualmente complejos y cada vez más populares entre diseñadores, urbanistas y el público en general.

Docklands Park / BAU Brearley Architects + Urbanists. Wuxi, China, 2020.

Las estructuras brutalistas se caracterizan tradicionalmente por su uso monumental de concreto y acero, su rechazo al ornamento y una especie de honestidad pragmática nacida de la reconstrucción de la posguerra. Escuelas, iglesias, urbanizaciones, bibliotecas y centros cívicos construidos durante las décadas de 1960 y 70 encarnan este legado. Estos edificios no estaban destinados a encantar. Fueron diseñados para perdurar. El eco-brutalismo desafía y reinterpreta ese legado, a menudo manteniendo la masa expresiva y la claridad del brutalismo mientras introduce elementos orgánicos, como plantas, luz natural y sistemas de rendimiento pasivo. La vegetación se aferra a los balcones, las enredaderas caen sobre las fachadas, los jardines en la azotea recuperan superficies de concreto planas, y los interiores son moldeados por la luz y el aire tanto como por la estructura.

Bosco Verticale / Boeri Studio. Milán, Italia, 2014.

El eco-brutalismo plantea preguntas esenciales sobre la sustancia frente al simbolismo. La suposición de que integrar plantas en estructuras de concreto las convierte automáticamente en sostenibles es un concepto erróneo común. El concreto es uno de los materiales más intensivos en carbono en el planeta. Simplemente agregar vegetación a su superficie no compensa el impacto ambiental de la extracción, producción o energía incorporada. Esta no es una razón para desestimar el eco-brutalismo. En cambio, es una razón para tomarlo en serio. Cuando se hace de manera reflexiva, el eco-brutalismo puede servir como un marco para reconciliar las responsabilidades materiales de la arquitectura con sus ambiciones ambientales. Puede explorar nuevas formas de reutilización, adaptación e integración climática. Puede desafiar la falsa división entre naturaleza y estructura, así como entre belleza y función.

Mamun Residence / Shatotto. Chittagong, Bangladesh, 2013.

Esta tipología encuentra un equilibrio entre densidad y altura, desafiando las limitaciones visuales y ecológicas de las torres convencionales. Las estructuras en esta categoría utilizan formas brutalistas como un marco para sistemas vivos, integrando árboles, arbustos y enredaderas a través de balcones, fachadas y líneas de techos. El resultado es una colisión dramática entre permanencia ingenieril y crecimiento orgánico. Estos edificios son a menudo ecosistemas altamente curados, diseñados para purificar el aire, reducir el calor y reintroducir la biodiversidad en el plano vertical de la vida urbana.

Kampung Admiralty / WOHA. Singapur, 2017.

En regiones húmedas y ecuatoriales, el lenguaje del brutalismo se reinterpreta para responder a las intensas condiciones climáticas. Aleros profundos, circulación abierta, vacíos sombreados y superficies de concreto texturizadas ayudan a regular el calor y fomentar la circulación de aire. La vegetación no es ornamental, sino esencial, actuando como un dispositivo de enfriamiento natural y un alivio psicológico del peso de la paleta de materiales. Esta tipología equilibra la masa con la sensibilidad climática, a menudo difuminando los límites entre interior y exterior.

Algunas manifestaciones

Sitios recuperados del brutalismo ecológico

Esta categoría refleja la relación cambiante de la arquitectura con el tiempo, el deterioro y la reutilización. En lugar de demoler antiguas estructuras brutalistas, los diseñadores preservan sus estructuras de hormigón en bruto y las reactivan mediante intervenciones ecológicas, añadiendo jardineras, renovando con sistemas pasivos o creando nuevos usos públicos en estructuras antiguas. Estos son actos de memoria y renovación, que transforman monolitos obsoletos en estructuras vivas que conservan la historia y se adaptan a las necesidades climáticas del presente.

Ejemplos

Edificio Pirelli Tire / Becker + Becker Associates. New Haven, Connecticut, EE.UU., 2022.

Tate Modern Switch House / Herzog & de Meuron. Londres, Reino Unido, 2016.

Five Manhattan West / REX. Nueva York, EE.UU., 2017.

Monolitos cívicos

El ecobrutalismo encuentra su expresión natural en las instituciones públicas, donde la arquitectura debe encarnar la durabilidad, la identidad y la función social. Bibliotecas, museos, edificios gubernamentales y centros de transporte de esta tipología utilizan volúmenes de hormigón a gran escala para consolidar el espacio y la autoridad, a la vez que integran estrategias ecológicas, como patios interiores, fachadas verdes o sistemas de gestión del agua. Estos proyectos demuestran que la arquitectura cívica puede ser imponente y receptiva, monumental y ecológica.

Ejemplos

Centro Cívico Plaza de La Libertad / OPUS + Toroposada Arquitectos. Medellín, Colombia, 2010.

Centro Cívico Nanjing Jiangbei / MENG Architects. Nanjing, China, 2020.

Bicentennial Civic Center / Lucio Morini + GGMPU Arquitectos. Córdoba, Argentina, 2012.

Entornos subterráneos

A menudo pasada por alto, esta tipología examina cómo las sensibilidades brutalistas se traducen bajo tierra. El ecobrutalismo subterráneo aprovecha la estabilidad térmica y las propiedades aislantes de la arquitectura de protección terrestre, utilizando hormigón para enmarcar espacios subterráneos o parcialmente enterrados, refrigerados pasivamente y aislados acústicamente. Estos espacios se convierten en refugios introspectivos que interactúan con el paisaje en lugar de erigirse sobre él, ofreciendo una alternativa de integración ecológica tranquila y estable.

Ejemplos

Therme Vals / Peter Zumthor. Vals, Suiza, 1996.

Nine Bridges «The Forum» / D.LIM architects. Seogwipo-si, Corea del Sur, 2013.

Casa de las Ideas Library / CROstudio. Tijuana, México, 2012.

Museu Brasileiro de Escultura (MuBE) / Paulo Mendes da Rocha. Sao Paulo, Brasil, 1995.

Paisajes de Gestos Brutalistas

Aquí, el gesto brutalista se extiende horizontalmente en lugar de verticalmente. Estos proyectos utilizan hormigón vertido, mampostería pesada o tierra apisonada para esculpir el terreno, enmarcar parques públicos o definir umbrales cívicos. A menudo fusionados con techos verdes, terrazas o sistemas de vida, estos paisajes difuminan la distinción entre edificación y movimiento de tierras. Se convierten en ecologías infraestructurales que apoyan la gestión de aguas pluviales, la biodiversidad y el uso colectivo, a la vez que mantienen una presencia sólida y materialmente honesta.

Ejemplos

PARKRoyal on Pickering / WOHA. Singapur, 2013.

El Campestre Recreational Park Complex & Community Development Center / CCA Centro de Colaboración Arquitectónica + Bernardo Quinzaños. Jalpa de Méndez, México, 2023.

Missouri Korean War Veterans Memorial / Tilt-Up Concrete Association. Kansas City, EE.UU., 2011.

Docklands Park / BAU Brearley Architects + Urbanists. Wuxi, China, 2020.

Acaponeta Public Park / CCA Centro de Colaboración Arquitectónica. Acaponeta, Nayarit, México, 2021.

Críticas, promesas y futuro del ecobrutalismo

El auge del ecobrutalismo no está exento de controversia. Los críticos argumentan que coquetea con el lavado de imagen ecológico, apropiándose de la retórica de la sostenibilidad sin cambiar radicalmente la lógica de la construcción. El hormigón sigue siendo uno de los materiales con mayor intensidad de carbono a nivel mundial, representando casi el 8% de las emisiones totales de CO₂. La simple adición de árboles a las losas de hormigón no anula su coste ambiental. El barniz ecológico puede oscurecer cuestiones sistémicas más profundas sobre los ciclos de los materiales, la energía incorporada y el urbanismo equitativo.

Sin embargo, las contradicciones del ecobrutalismo podrían ser lo que lo hace más relevante hoy en día. En lugar de refugiarse en el minimalismo de los pabellones de madera o el tecno-optimismo de las ciudades inteligentes de vidrio y acero, el ecobrutalismo aborda la densidad urbana, la permanencia y la complejidad. Reconoce que las ciudades no pueden rehacerse desde cero, pero sí pueden reestructurarse con intención. El hormigón, recuperado, reutilizado o formulado de forma innovadora, puede seguir desempeñando un papel vital en la construcción de estructuras duraderas, adaptables y de bajo mantenimiento.

El ecobrutalismo es un enfoque de diseño para el Antropoceno: una arquitectura que abraza la contradicción y fusiona la resistencia con la ecología. No es nostálgico del pasado ni idealista respecto al futuro. Es un realismo arquitectónico honesto en cuanto a los materiales, radical en su propósito y ecológico en el sentido más profundo de la palabra.

ACA

NOVEDADES ARQUITECTÓNICAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ

1. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Vista desde el sureste. Acceso.

Terra Cotta Workshop

Quang Nam, Vietnam

Tropical Space

2023

Cuando nos dedicamos a la grata y a la vez complicada tarea de seleccionar una obra a la cual dedicar nuestra pauta dirigida a valorar obras recientes que puedan significar un aporte dentro del panorama actual de la arquitectura, se abren múltiples posibilidades signadas por la escala, envergadura, localización, capacidad de innovar, demostración de coherencia indagatoria dentro de una trayectoria (larga o corta), amén de poder constituirse en ejemplo para los más jóvenes. Para orientarnos, apelamos a revisar por internet con la finalidad de constatar premiaciones otorgadas por diversas organizaciones, listas elaboradas por conocidas páginas o selecciones realizadas por los lectores sobre lo publicado.

2. Vista del entorno en el que se ubica el edificio (el cual puede observarse abajo en el centro) con la omnipresencia del ríoThu Bon.
3. Imágenes satelitales donde se señala la ubicación del edificio.

En esta ocasión nos hemos topado con un pequeño edificio ubicado junto al río Thu Bon, en la aldea de Dien Phuong, provincia de Quang Nam, Vietnam, proyectado por una joven pareja de arquitectos de ese país, Nguyen Hai Long y Tran Thi Ngu Ngon, quienes desde 2011 conforman la firma Tropical Space con sede en Ciudad Ho Chi Minh, el cual han denominado Terra Cotta Workshop (Taller Terracota).

4. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Vista desde el noreste.
5. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Diagrama arquitectónico (izquierda) y sección (derecha).

Los antecedentes de la obra, finalizada en 2023, son tan recientes como 2016 cuando a Tropical Space se le encargó el diseño justamente en la aldea de Dien Phuong del taller de trabajo del reconocido artista local Le Duc Ha (que se denominó Terra Cotta Studio), a localizarse entre jardines geométricos próximos al río Thu Bon, de fuerte influencia en la vida de los residentes locales, ya que la mayoría de la población depende de la agricultura, junto con diversas artesanías tradicionales como la terracota, la estera o la seda.

6. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Planta baja/mesa de trabajo.
7. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Segundo piso donde se aprecia la estructura de madera perimetral (que contiene también las escaleras) y el espacio superior.

Los arquitectos resolvieron el programa mediante la construcción de un cubo de siete metros de arista (49 m2 de planta) que recuerda los hornos tradicionales vietnamitas, realizado con ladrillos macizos de arcilla, material popular y económico en la región gracias a su sostenibilidad, producción local y arraigo en la tradición. La propuesta que, de acuerdo con lo señalado por los proyectistas publicado en http://www.archdaily.com, “también conserva las características de la cultura Champa, ya que la zona formó parte de Tra Kieu, capital del Reino de Champa, entre los siglos IV y VII”, se basó en la generación de una envolvente donde se intercalaron los ladrillos creando una celosía que favorece la ventilación cruzada, permitiendo en su interior la presencia de un entrepiso de concreto y la realización de una estructura de madera de tres plantas con base en módulos de 60 cm x 60 cm, con una escalera perimetral, que también sirve como escaparate para las creaciones del artista.

8. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Dos vistas interiores.
9. Terra Cotta Studio, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2016. Detalle de la envolvente.

Sombreado por la celosía, pero abierto a la ventilación, el espacio interior del taller es como una prolongación del exterior que en el centro circular a dos alturas contiene el área de trabajo con una mesa giratoria. “Aquí, se puede encontrar la conversación del artista con sus obras, y la de él mismo y su sombra en el silencio. Al mismo tiempo, se puede ver y sentir el paso del tiempo en las obras de terracota con el movimiento de la luz solar”.

10. Vista aérea desde el noreste donde se puede apreciar el conjunto formado por Terra Cotta Studio (derecha, 2016) y Terra Cotta Workshop (izquierda, 2023).

Es teniendo este sencillo y a la vez impactante edificio como parte del contexto, en un terreno de 3000 m2, que Tropic Space emprende en 2021 un proyecto de ampliación que permitirá programar un modesto complejo que incluirá zonas para el trabajo de los artesanos locales y para que el público participe en diversas actividades culturales que se conoce como Terra Cotta Workshop.

11. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Diagrama arquitectónico.
12. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Planta baja.
13. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Secciones.

La respuesta, que tendrá de nuevo a la arcilla como material protagonista y el sabio manejo de la luz, la espacialidad y la escala como acompañantes, “aprovecha sus pliegues para acoger un horno preexistente de ladrillos cerámicos” que ocupará el centro de un patio que funge de espacio ordenador, de acuerdo con la reseña publicada en www.arquitecturaviva.com. La descripción continuará de la siguiente manera: “Dos muros de 5,4 metros de altura dividen las partes principales de la nueva construcción: a un lado, se encuentra la zona de visitantes, alargada y delimitada por estanterías que exhiben piezas cerámicas; y al otro, cerca de la orilla del río, el área de trabajo de los artesanos, cuyo suelo de tierra apisonada aprovecha la humedad natural. Entre ambos se encuentra un largo pasillo y el volumen cilíndrico que alberga el antiguo horno. En el interior, el espacio arquitectónico permite recorrer el proceso de elaboración de las piezas bajo una claraboya. Escoria de ladrillo, productos defectuosos y piezas sobrantes tras la cocción se rompen y se reutilizan como material de acabado para cubrir la superficie del patio. Los muros de ladrillo calados del complejo, que incorporan ventanas bajas, dirigen las corrientes de aire y crean conexiones entre el interior y el exterior”.

14. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Vista de un taller de trabajo.
15. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Interior y exterior.

En otro momento (recogido en www.archdaily.com), los autores señalarán que Terra Cotta Workshop “es un complejo de espacios conformados por muros de ladrillo: dos largos muros plegados y un muro circular que rodea el horno de ladrillos original. Esta arquitectura, que existió durante más de dos décadas, se ha conservado y constituye el núcleo del nuevo taller. (…) Las actividades diarias de los artesanos se han mantenido como una costumbre desde la existencia del antiguo taller. Posteriormente, surgió una nueva arquitectura, formada a partir del proceso de observación de la luz, la dirección del viento, los pasos, la postura al sentarse, el estilo de caminar y la forma de girar para encontrar la fuente de luz adecuada para realizar obras escultóricas. Todas estas actividades se condensan y organizan en espacios geométricos básicos”.

16. Terra Cotta Workshop, Quang Nam, Vietnam. Tropical Space, 2023. Cilindro o muro circular que abraza el antiguo horno y ocupa el patio central.

Entendido el conjunto de 682 m2 como una experiencia didáctica total, que tiene en la terracota su eje discursivo la cual recurre al hormigón y al acero para generar los espacios cubiertos y su entrepiso, los arquitectos explican cómo “Las paredes de ladrillo proporcionan sombra y una ventilación directa, y una hilera de ventanas bajas limita la entrada de luz solar. Esos muros no solo dividen los espacios, sino que también los conectan con todo el edificio. Una vez sentados, la visión a través de las aberturas bajas de los muros de ladrillo, a la altura de los ojos, amplía la perspectiva hacia diferentes rincones del Terra Cotta Workshop. Esa conexión trasciende el alcance del proyecto y se extiende al paisaje circundante: el jardín, el Terra Cotta Studio y los arbustos de bambú junto al río. (…) El muro circular abraza el antiguo horno, crea un bloque simple y se integra a la perfección con los muros planos. En el interior, el espacio arquitectónico ofrece oportunidades para destacar actividades nunca antes vistas en su totalidad. La arquitectura puede contar la historia del proceso de finalización de una tanda de terracota, desde el primer paso, como el traslado y la colocación de las piezas de arcilla en el horno, la adición de leña y carbón, la observación del humo blanco que sale de la claraboya mientras el horno está en funcionamiento, y la formación de los productos finales. (…) El edificio se convierte en una parte ‘orgánica’ de las actividades diarias del taller y del entorno circundante”.

17. Nguyen Hai Long (izquierda) y Tran Thi Ngu Ngon (derecha).

Por su parte, de Nguyen Hai Long y Tran Thi Ngu Ngon podemos decir que el primero nació en 1977 en la ciudad de Da Nang, Vietnam. Se licenció en la Universidad de Arquitectura de Ciudad Ho Chi Minh en 2001 y obtuvo su maestría en la Universidad de Arquitectura de Ciudad Ho Chi Minh en 2009. La segunda nació en 1979 en la provincia de Dong Nai, Vietnam. Se licenció en la Universidad de Arquitectura de Ciudad Ho Chi Minh en 2004.

Tropical Space, el estudio por ellos conformado en 2011, se dedica en la actualidad a la planificación urbana, el diseño arquitectónico, el paisajismo y el diseño de interiores. En el perfil publicado en su página https://tropicalspaceil.com/ exponen lo siguiente: “Al estar ubicados en el sudeste asiático, nuestro enfoque y proceso de diseño cuentan con una profunda comprensión cultural y climática. Por lo tanto, priorizamos la solución del desafío del entorno vital en un clima tropical. Somos conscientes de la importancia de encontrar el equilibrio entre las personas, los edificios y la naturaleza en todos los proyectos en los que participamos, independientemente de si se trata de edificios de bajo o alto costo. Maximizamos este equilibrio en las condiciones de construcción de los contextos, los ocupantes y el presupuesto. (…) Desde 2011, …cada edificio de Tropical Space es una oportunidad para explorar la creatividad basada en el material autóctono de los pequeños ladrillos de arcilla y realizar investigaciones y pruebas de sus formas, estructuras y técnicas de construcción, así como de cómo mantener los edificios existentes en el clima cálido y húmedo”.

18. Parte de la obra realizada por Tropical Space.

La oficina resultó ganadora del Premio Spotlight 2022 otorgado por Rice Design Alliance (RDA), el cual “reconoce el trabajo de arquitectos nacionales e internacionales excepcionalmente talentosos en las primeras etapas de su carrera profesional, quienes han demostrado excelencia en el diseño y curiosidad a través de su obra”. Rice Design Alliance (RDA) a través Maria Nicanor, su directora ejecutiva, destacó de Tropical Space, como integrante del jurado seleccionador del premio que, “tras seguir su trabajo durante un tiempo, nos atrajeron especialmente sus respuestas espaciales a las condiciones locales y su pensamiento activo sobre la mitigación de los efectos del cambio climático mediante el uso de materiales sostenibles, rentables y energéticamente eficientes”. Y del pensamiento expresado por la firma citó lo siguiente: “La arquitectura en climas tropicales siempre se asocia con la lluvia, el sol y el viento. Los habitantes de zonas tropicales suelen ser receptivos a la idea de integrar la naturaleza en sus viviendas. Tropical Space ha buscado crear un espacio habitable donde las personas alojadas puedan compartir la responsabilidad ambiental con la comunidad circundante. Tropical Space también ha incorporado la inspiración de la arquitectura de ladrillo a través de soluciones de diseño amigables, flexibles y adaptables para crear valores estéticos arquitectónicos e historias inspiradoras sobre la sostenibilidad local utilizando únicamente este material sencillo”.

En lo particular, en enero de este año 2025 Tran Thị Ngụ Ngon, cofundadora de Tropical Space, fue nombrada ganadora de la segunda edición del Premio Diversity in Architecture Award, DIVIA 2025.

Finalmente, Terra Cotta Workshop, fue incluido entre los 100 mejores proyectos de arquitectura de 2024 seleccionados por la publicación digital archdaily y resultó finalista este 2025 en Créateurs Design Awards (CDA).

Ficha

Nombre: Terra Cotta Workshop

Uso: Fábrica, taller, arquitectura cultural

Ubicación: Dien Phuong, Dien Ban, provincia de Quang Nam, Vietnam

Arquitectos: Tropical Space

Ingeniero: Bach Ngoc Hoang

Construcción: Obra local

Superficie del terreno: 3000 m²

Superficie construida: 682 m²

Planta: 02 (1 planta baja, 1 entreplanta)

Materiales: Ladrillo macizo de arcilla, hormigón, acero

Fotografías: Trieu Chien

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2, 11, 12, 13, 14, 15 y 16. TROPICAL SPACE (https://tropicalspaceil.com/du-an/xuong-dat-nung/412.html)

3. Capturas de Google Earth.

4, 5, 6, 7, 8 y 9. TROPICAL SPACE (https://tropicalspaceil.com/du-an/xuong-gom/389.html)

10. Terracotta Workshop / Tropical Space (https://www.archdaily.com/1016217/terra-cotta-workshop-tropical-space)

17. TROPICAL SPACE (https://tropicalspaceil.com/gioi-thieu/gioi-thieu-chung/373.html)

18. TROPICAL SPACE (https://tropicalspaceil.com/du-an.html)

VALE LA PENA LEER

Diseñando Pabellones Nacionales: poder e identidad en las Exposiciones Universales

Por Camilla Ghisleni

Pabellón de la República Checa en la Expo Osaka 2025 en contexto.

Traducido por Agustina Iñiguez

Publicado el 10 de junio, 2025

Tomado de https://www.archdaily.cl

¿Qué puede revelar la arquitectura de un pabellón sobre su país? En las grandes Exposiciones Mundiales, la mayoría de los pabellones nacionales intenta responder a esta pregunta, convirtiéndose en una arquitectura cargada de simbolismo. Estructuras temporales, sí, pero densas en significado, funcionan como declaraciones políticas. Son pabellones que condensan, en su forma y material, las ambiciones de sus países de origen. La Expo Osaka 2025, como el capítulo más reciente de esta tradición, evidencia la creciente sofisticación con que las naciones utilizan el espacio construido para proyectar al mundo una imagen de sí mismas: sostenible, tecnológica, culturalmente distinta y geopolíticamente relevante.

Pabellón de Uzbekistán en la Expo Osaka 2025.

A lo largo de las décadas, los pabellones nacionales se convierten en símbolos de narrativas cuidadosamente orquestadas, en las que arquitectura, política y cultura se entrelazan para proyectar al mundo una imagen deseada. En Osaka 2025, esta vocación diplomática y simbólica se intensifica: los edificios retratan cómo es un país, pero también cómo quiere ser visto, una versión estratégica y, a veces, hasta aspiracional. La dimensión ambiental, por ejemplo, se ha convertido en un poderoso vector de soft power. En este contexto, el pabellón de Japón recurre a la madera local, diseño paramétrico y ventilación natural no solo como soluciones técnicas, sino como una metáfora viva de circularidad y coexistencia con la naturaleza.

Gran Anillo. ExpoOsaka 2025.

Mientras tanto, Arabia Saudita y Emiratos Árabes construyen experiencias de alta inmersión tecnológica, con realidad aumentada, fachadas responsivas e inteligencia artificial, buscando recontar la historia de sus territorios — ya no como enclaves de petróleo, sino como centros pulsantes de innovación y futuro. En este nuevo escenario, la identidad nacional se cura como si fuera una instalación artística de gran escala. Materiales, sonidos, aromas, luces y ritmos espaciales no son neutros — son discursos.

La arquitectura como declaración política

Mucho más allá de vitrinas culturales o tecnológicas, los pabellones nacionales funcionan como herramientas de comunicación política. A través de elecciones arquitectónicas, muchos países transmiten mensajes sutiles — o deliberadamente explícitos — sobre sus valores, ambiciones y posicionamientos geopolíticos. Un pabellón que privilegia la transparencia, como el de Dinamarca en la Expo 2020 Dubai, con sus rampas abiertas y ambientes fluidos, puede sugerir apertura democrática e inclusión; mientras que el pabellón de Rusia, con su espiral monumental y simbología nacionalista, podría expresar dominio cultural y control técnico. La arquitectura, en este contexto, actúa como un discurso codificado: cada curva, vacío o fachada se convierte en un signo político.

Pabellón de Rusia en la Expo 2020 de Dubái.

En la Expo Osaka 2025, estas estrategias continúan manifestándose. El pabellón de Israel, con un diseño inspirado en la resiliencia ecológica del desierto, promueve una narrativa de innovación y supervivencia en medio de adversidades, respondiendo tanto a urgencias climáticas como a posicionamientos geopolíticos regionales. Así como el pabellón del Bahrein, de Lina Ghotmeh Architecture, y la resiliencia y adaptabilidad de las culturas marítimas. Ya el pabellón de Corea del Sur apuesta por una estética high-tech futurista que refuerza su identidad como potencia digital en ascenso.

En otros casos, sin embargo, la ausencia es el propio mensaje: en ediciones anteriores, países como Corea del Norte y Siria boicotearon el evento como forma de protesta política. Estas elecciones, aunque veladas, construyen un escenario silencioso en el que cada gesto arquitectónico representa una pieza estratégica en el juego de la diplomacia internacional.

Anatomía de un dhow, Pabellón de Baréin, Expo Osaka 2025.

La sostenibilidad en exhibición

En un escenario de cambios climáticos, los pabellones nacionales se han convertido en herramientas críticas en la construcción de una diplomacia ambiental. El discurso de la sostenibilidad, antes periférico, hoy ocupa el centro de la narrativa arquitectónica de estos eventos. No se trata solo de cumplir con parámetros técnicos, sino de elaborar un lenguaje consciente que traduzca, espacialmente, el compromiso ambiental de una nación. Este nuevo paradigma también cuestiona la propia lógica de la efimeridad. La temporalidad, antes aceptada como característica de las exposiciones, ha sido confrontada con estrategias de reutilización, desmontaje inteligente y reintegración de los materiales al tejido urbano o social.

Esta preocupación ambiental se intensifica en la Expo Osaka 2025, donde el tema «Diseñando la sociedad futura para nuestras vidas» incentiva proyectos que encarnen modos de vida más regenerativos, solidarios y resilientes. Pabellones como los de Suecia y de Alemania, por ejemplo, están diseñados para tener una «segunda vida» después de la Expo, serán desmontados y remontados como escuelas, centros culturales o estructuras comunitarias. Así como el pabellón de los Estados Unidos, diseñado por Trahan Architects que incorpora acción, tejido y sistemas de HVAC reutilizados de estructuras desmontadas de las Olimpíadas de Tokio 2020, materiales que serán reutilizados en otras partes de Japón después de la feria. La Expo, en este contexto, se convierte en un laboratorio geopolítico donde la sostenibilidad es argumento diplomático.

Pabellón de Estados Unidos en la Expo Osaka 2025.

El espectáculo tecnológico como estrategia nacional

En las Exposiciones Universales contemporáneas, la tecnología dejó de ser exhibida como un fin en sí misma para convertirse en un medio narrativo y experiencial. Instalaciones inmersivas, interfaces sensoriales y narrativas guiadas por inteligencia artificial transforman los pabellones en ecosistemas interactivos, donde el visitante es tanto espectador como agente. Esta transición señala un cambio importante: no se trata solo de presentar innovaciones, sino de inscribir la tecnología en la dramaturgia del espacio. La arquitectura, en este contexto, deja de ser un escenario estático y se fusiona con el diseño de experiencia, disolviendo los límites entre lo construido y lo digital. Además, la manera en que cada país articula estos elementos revela su capacidad de crear futuros deseables — y también de proyectarse como protagonista de la transformación tecnológica global.

Pabellón de Arabia Saudita, Expo Osaka 2025 – La masa del pabellón recuerda las formas orgánicas de los pueblos tradicionales saudíes.

En la Expo Osaka 2025, esta carrera por la afirmación tecnológica se materializa con contundencia en pabellones como el de los Emiratos Árabes Unidos, que propone un viaje interactivo a través de ambientes sensibles a la presencia humana, inteligencia artificial narrativa y sensores que responden en tiempo real a las acciones de los visitantes, expresando un dominio técnico sofisticado con implicaciones en diferentes esferas. En este sentido, también destaca el Pabellón de Uzbekistán y su exposición que se centra en el empoderamiento, destacando la apertura a la innovación y el compromiso del país con la preparación para el futuro.

Hay, sin embargo, un desafío cada vez más presente: equilibrar el fascinante tecnológico con la integridad arquitectónica. En muchos proyectos, la arquitectura se arriesga a ser consumida por el espectáculo, perdiendo coherencia formal y valor espacial. Los pabellones más exitosos son los que logran articular forma, función e innovación en un gesto unificado — en el que el edificio no sirve a la tecnología, sino que la incorpora como lenguaje crítico y sensible.

Pabellón de Japón de la Expo Osaka 2025 / Nikken Sekkei. Entrada a la exposición.

Colaboraciones interculturales: el verdadero legado

Aunque las Exposiciones Universales son, por definición, organizadas bajo la lógica de la representación nacional, se han transformado en potentes escenarios de intercambios culturales. Es común, por ejemplo, que pabellones nacionales sean diseñados y desarrollados por equipos multiculturales. El resultado, a menudo, son proyectos más innovadores, sensibles e inclusivos, que expresan el país no como una esencia fija, sino como una identidad en flujo, enriquecida por miradas múltiples.

El pabellón de Indonesia se inaugura en la Expo Osaka 2025 con un diseño inspirado en barcos.

En la Expo Osaka 2025, la colaboración internacional se destaca especialmente en pabellones como el de Suiza, diseñado por un equipo internacional, y el de Indonesia, que une arquitectos locales a consultores extranjeros. Estos ejemplos muestran cómo la arquitectura puede ser una plataforma de encuentro y diálogo. En un contexto de discursos nacionalistas, tales colaboraciones funcionan como gestos de diplomacia silenciosa, reforzando que la innovación nace del intercambio y la disposición para aprender del otro. Cada pabellón es, por lo tanto, también un aula, donde los países comparten soluciones y absorben experiencias, expandiendo colectivamente lo que significa pertenecer al mundo.

Pabellón suizo de Osaka para la Expo 2025.

En este contexto, se entiende que el verdadero legado de las Expos no está en reforzar la imagen de cada nación, sino en ofrecer un terreno fértil para que diferentes saberes y experiencias puedan encontrarse y generar respuestas colectivas a las urgencias de nuestro tiempo. Como afirma el arquitecto Manuel Herz, responsable del Pabellón de Suiza, «en un momento de tensión global, toda posibilidad de encontrarnos físicamente en un espacio compartido y celebrar algo que aún puede describirse como un espíritu cosmopolita debe ser valorado y aprovechado». En medio de tantas urgencias, los pabellones nacionales nos recuerdan que la arquitectura puede ser más que forma o función, puede ser instrumento de aproximación, espacio de aprendizaje y ensayo de futuros que solo son construidos colectivamente.

ACA

HA SIDO NOTICIA

PRIMERA EDICIÓN DEL AÑO DE DIÁLOGOS EN COLLECTANIA

El pasado jueves 13 d febrero entre 9:30 y 11:00 a.m. se llevó a cabo en su sede de la Cuadra Creativa de Los Palos Grandes la primera edición de este año 2025 de DIÁLOGOS EN COLLECTANIA, iniciativa que es posible gracias al apoyo desinteresado de la señora Denise Miodownik y los señores Jacques Miodownik y Michelle Cotter (@collectania.official) quienes en esta ocasión contaron con la colaboración de la revista entrerayas en la persona del arq. Jesús Yepez (@revistaentrerayas).

Con un concurrido público, el evento tuvo como invitado especial al Doctor Arquitecto Domingo Acosta, merecedor del Premio Nacional de la Cultura 2023/24 Mención Arquitectura, quien estuvo acompañado por un panel conformado por la Dra Arq. Beatriz Hernández (Directora de la revista TyC del IDEC FAU UCV); el MSc Arq. Argenis Lugo (Director del IDEC FAU UCV) y el Arq. Henrique Vera (Presidente de la Fundación Arquitectura y Ciudad).

Tras las intervenciones de Beatriz Hernández, Argenis Lugo y Henrique Vera, quienes a modo de abreboca mostraron desde tres ángulos diferentes las facetas que abarca la importante trayectoria académica y profesional de Domingo Acosta, le correspondió a éste dictar una conferencia que inició mostró la evolución del diseño sostenible desde sus vinculaciones con la arquitectura bioclimática y el diseño ecológico, hasta el momento en que la arquitectura y el urbanismo acogen como paradigma del diseño el concepto de sostenibilidad, incluyendo en esta nueva visión los derechos de las generaciones futuras y la lucha contra la desigualdad económica y social.

Sin embargo, la crisis ecológica y la crisis ecosocial que actualmente vivimos evidencian que el concepto de desarrollo sostenible es insuficiente. Una vez entrados en el Antropoceno (la nueva época geológica en la que la huella humana determina el funcionamiento del clima y la biodiversidad del sistema Tierra), Acosta señaló cómo la visión moderna del desarrollo como progreso y crecimiento económico perpetuo ha fallado en sus intenciones de dotar de bienestar a la humanidad. “El obstáculo más formidable que ha encontrado el concepto de desarrollo sostenible ha sido el predominio global del modelo económico basado en el dogma del crecimiento ilimitado y permanente del producto interno bruto como indicador del bienestar y progreso de una sociedad”.

Llegados a este punto, dos preguntas clave dejó Acosta en el ambiente: ¿Cuál ha sido la responsabilidad de la profesión? ¿Debería la crisis ecosocial ser parte de nuestra discusión sobre la arquitectura?

A la primera responde que de hecho desde la profesión “hemos contribuido a la crisis al adoptar un enfoque de dominación de la naturaleza, explotación de los recursos naturales y al entender la tecnología como panacea, visión que se manifiesta en intervenciones con una enorme carga de violencia contra el medio ambiente y contra las propias ciudades”.

A la segunda responde afirmativamente para lo cual es indispensable profundizar en el conocimiento de la crisis para poder hacer aportes significativos en la resolución. En tal sentido, los profesionales “tenemos una oportunidad única para contribuir en la lucha contra el cambio climático, a aminorar el daño ecológico y la desigualdad social, y asumir que más que una obligación ética, que lo es, hoy esta tarea es indispensable para la supervivencia”, reconociendo que el cambio climático, el calentamiento global y la extrema desigualdad social son los problemas más apremiantes de nuestro tiempo”.

La conferencia continuó, luego de reiterar que “la promesa del desarrollo sostenible, tal como se ha venido aplicando, ha quedado en deuda con la realidad”, mostrando una serie de visiones alternativas de la crisis ecosocial que le abren la puerta a la esperanza de su superación para lo cual expuso como estrategias de diseño fundamentales la adaptación y la mitigación desglosando cada una de ellas.

“Sin embargo, la adaptación y la mitigación no serán suficientes para salvarnos de una debacle ecológica”, expuso Acosta. “Se requieren cambios sistémicos profundos para la transformación a fondo los sistemas de producción tecno-industrial y de consumo y despilfarro exacerbados, enfocados hacia modelos de desarrollo alternativos, enfocados en el bienestar humano y la estabilidad ecológica”. En tal sentido puso a la consideración y discusión cinco visiones alternativas que van más allá́ del diseño sostenible:

  • Diseño regenerativo: más allá del diseño sostenible. Un enfoque que busca no solo minimizar el impacto ambiental de la construcción, sino también restaurar y mejorar los ecosistemas dañados.
  • Lo viejo es hermoso: rehabilitación del patrimonio construido. En lugar de demoler y construir de nuevo, esta visión propone dar una nueva vida a los edificios existentes, reconstruir la infraestructura de las ciudades. Visión que acompaña con frases y cifras que las avalan tales como: “El edificio más verde es el que ya está construido”, “La durabilidad es un valor”, “Lo más verde es dar nueva vida a los edificios”. “Lo más destructivo es demoler un edificio” o “Más vale deconstruir que demoler”.
  • Transición energética rápida y justa hacia energías renovables, tema crucial para lograr frenar el calentamiento global que, sin embargo, debe abogar “por una transformación radical del sistema energético hacia fuentes renovables, pero sin dejar de lado las dimensiones sociales y ambientales de este proceso”.
  • Sin espacio público no hay ciudad. El espacio público debe ser concebido como el corazón de las ciudades, un lugar de encuentro, intercambio y cohesión social. Reconociendo que sin espacio público no hay ciudad ni comunidad, Acosta reitera que “planificar la renovación urbana de nuestras ciudades a partir del espacio público es una manera idónea de hacer ciudad y de promover la democracia”.
  • Exploraciones para la arquitectura del Antropoceno, visión que plantea una serie de preguntas sobre como la arquitectura puede responder a los desafíos del Antropoceno que, recogiendo los aspectos más importantes anteriormente expuestos y a modo de conclusión, giran en torno a:
    • Diseño regenerativo.
      • Rehabilitar lo construido.
        • Transición energética rápida y justa.
          • Sin espacio público no hay ciudad,

Cerró Acosta subrayando que ha intentado abrir “un campo de búsqueda para la arquitectura del futuro, invitándonos a repensar nuestro rol en la construcción de un mundo más sostenible y equitativo” y a asumir “el compromiso con estas ideas, anticipando y desarrollando proyectos que encarnan estas visiones transformadoras”.

La presentación, que próximamente será montada en el canal de YouTube Collectania Channel, puede ser vista en su totalidad a través de @revistaentrerayas.

Nota

Agradecemos encarecidamente a Domingo Acosta el habernos facilitado el guión que utilizó para dictar su conferencia del cual hemos intentado, con nuestras limitaciones, hacer un apretado resumen.

ACA

VALE LA PENA LEER

Comandante Ferraz Antarctic Station / Estúdio 41.

Sabiduría vernácula eterna para edificios sostenibles en climas fríos

Escrito por Eduardo Souza

Traducido por Agustina Iñiguez

Publicado el 17 de septiembre, 2024

Tomado de http://www.archdaily.cl

Las tecnologías de construcción vernáculas se basan en siglos de sabiduría práctica, resultado de innumerables pruebas y errores. Esto elimina todo lo irrelevante, creando sistemas altamente eficientes y simples que están intrínsecamente adaptados al clima y los recursos locales. Estos métodos muestran cómo conservar el calor con un mínimo de energía, ofreciendo información valiosa para los edificios modernos y promoviendo la eficiencia energética y la armonía ambiental. En este artículo ya hemos cubierto las técnicas tradicionales de refrigeración pasiva, como las torres eólicas persas o la mashrabiya árabe. Ahora, nos centramos en estrategias aplicables a climas fríos, explorando soluciones efectivas para la retención de calor y la calefacción de los espacios.

Refugio Alpino “Bivak II na Jezerih” / AO.

En climas fríos, el enfoque de construcción pasiva difiere significativamente del utilizado en regiones cálidas. En lugar de priorizar abundantes mecanismos de ventilación y refrigeración, se adoptan estrategias que favorecen la retención de energía térmica, como el uso de materiales con elevada masa térmica, la creación de efecto invernadero y la minimización de las pérdidas de calor. La inercia térmica, por ejemplo, se recomienda especialmente en lugares con grandes variaciones de temperatura, ya que materiales como la piedra o el hormigón absorben el calor durante el día y lo liberan gradualmente durante la noche, estabilizando la temperatura interna. Los invernaderos funcionan como colectores solares naturales, capturando y almacenando energía solar en espacios cerrados, que pueden usarse para calentar áreas adyacentes de forma pasiva, además de proporcionar condiciones ideales para el cultivo de plantas y confort térmico en climas severos. Las construcciones subterráneas aprovechan la estabilidad térmica del suelo para garantizar el confort tanto en verano como en invierno. Cuando se combinan con un diseño solar pasivo, estas soluciones reducen significativamente la necesidad de sistemas mecánicos de calefacción y refrigeración, promoviendo una arquitectura más sostenible y energéticamente eficiente.

Un primer ejemplo práctico son los iglús: refugios en forma de cúpula construidos tradicionalmente por los Inuit utilizando bloques de nieve compactada. A pesar de estar hechos de agua congelada, el aire atrapado en la nieve actúa como una barrera contra la pérdida de calor, lo que permite que las temperaturas interiores se mantengan muy por encima del punto de congelación incluso en ambientes exteriores extremadamente fríos. Construidos en forma de catenaria, similar a un paraboloide, los iglús optimizan la integridad estructural al distribuir la carga de nieve como fuerzas de compresión, reduciendo el riesgo de colapso. Los bloques de nieve, inicialmente cortados en formas de cuatro lados, se remodelan para mejorar el entrelazado, que recuerda a las técnicas arquitectónicas incas, y con el tiempo se comprimen y se acortan debido al deslizamiento natural de la nieve.

Albert Peter Low, CC BY-SA 4.0 , via Wikimedia Commons

En regiones de gran altitud como el Tíbet, se utilizan gruesos muros de piedra, de más de un metro de ancho en la base, para absorber y liberar lentamente el calor, creando aislamiento y estabilidad. Estas paredes se estrechan a medida que se elevan y están diseñadas para resistir frío intenso y terremotos. En la construcción se utilizan materiales como granito, pizarra y madera, con techos sellados con barro o arcilla y aislamientos adicionales hechos con paja y escombros de piedra, que aportan flexibilidad y protección.

En las regiones desérticas, las estructuras de adobe destacan en la regulación de la temperatura gracias a su capacidad para aprovechar eficientemente la inercia térmica. Utilizando la mencionada inercia térmica, durante el día, los gruesos muros de adobe absorben el intenso calor del sol, almacenando esta energía en materiales como arcilla y barro. Este proceso natural evita la necesidad de sistemas artificiales de calefacción o refrigeración, proporcionando un ambiente agradable en climas extremos y al mismo tiempo reduciendo el consumo de energía por sistemas de calefacción forzada. Además, el adobe es un material local y sustentable, lo que refuerza su relevancia en las prácticas de construcción ecológicas y tradicionales, particularmente en regiones donde la variación térmica entre el día y la noche es significativa.

Cunha House / Arquipélago Arquitetos.

Las casas de madera escandinavas, por otro lado, emplean paredes de troncos apilados interconectados horizontalmente para crear una barrera natural contra el frío, minimizando las corrientes de aire y reteniendo el calor de manera eficiente. Se vuelven energéticamente eficientes de forma natural gracias a las propiedades térmicas únicas de la madera, cuya masa térmica natural significa que puede absorber, almacenar y liberar calor lentamente, lo que ayuda a regular las temperaturas internas. La estructura interconectada de las paredes de madera también reduce las corrientes de aire, garantizando un mejor aislamiento y minimizando la pérdida de energía. Además, la capacidad de la madera para «respirar» ayuda a controlar los niveles de humedad, aumentando aún más el confort interior.

Tree House / FB+ estudio.
The Hermitage Cabin / llabb.

Mientras tanto, las viviendas subterráneas, como los yaodongs chinos y las casas bereberes, aprovechan las propiedades aislantes naturales que ofrece la tierra. Al estar construidos parcial o completamente bajo el nivel del suelo, estos edificios pueden mantener temperaturas internas más estables, protegiendo a los residentes de las variaciones extremas de temperatura que ocurren en la superficie. En invierno, la tierra circundante actúa como aislante térmico, reteniendo el calor y manteniendo los interiores calientes. En verano, la temperatura más baja del suelo ayuda a enfriar el ambiente interior, creando un espacio fresco y cómodo, incluso en climas cálidos. Este tipo de construcción aprovecha los recursos naturales de manera eficiente, reduciendo la necesidad de sistemas mecánicos de calefacción y refrigeración y, en consecuencia, promoviendo un enfoque más sostenible y económico del confort térmico.

Meier&Poehlmann, CC BY 3.0 , via Wikimedia Commons
Encaved Stone Villa / Tsolakis Architects.

Otra estrategia interesante, de baja tecnología y muy inventiva es el muro Trombe, desarrollado en la década de 1960 por el ingeniero francés Félix Trombe y el arquitecto Jacques Michel. Consiste en un muro grueso de gran masa térmica, generalmente de hormigón, piedra o adobe, colocado en el lado de insolación principal de un edificio, con una capa de vidrio instalada unos centímetros delante del mismo. Durante el día, la luz del sol atraviesa el vidrio y calienta la pared, que lentamente absorbe y almacena el calor. A medida que la temperatura desciende por la noche, la pared irradia el calor almacenado hacia el espacio interior, manteniendo una temperatura confortable sin necesidad de calefacción mecánica. También se pueden agregar pequeñas aberturas en la parte superior e inferior de la pared para permitir que el aire caliente circule de forma natural. Las paredes Trombe son particularmente efectivas en climas con importantes fluctuaciones de temperatura diurnas y nocturnas y resultan una característica popular en la arquitectura solar pasiva, proporcionando una solución energéticamente eficiente para regular la temperatura interior.

Hábitat 5 (H5) / Estudio Borrachia Arquitectos. Esquema 3.

Estas técnicas tradicionales, basadas en la masa térmica y la calefacción solar pasiva, ofrecen soluciones sostenibles que, cuando se integran en la arquitectura contemporánea, refuerzan la conexión entre los edificios y el medio ambiente, preservando el patrimonio cultural y promoviendo la sostenibilidad a largo plazo.

ACA