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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 243

Nuestra postal del día de hoy recoge el anuncio de una constructora de la que con el tiempo sólo se ha podido rastrear la importante obra a la que en él se hace mención: la “Unidad de Habitación El Paraíso”, conocida más comúnmente como “Unidad Residencial El Paraíso”, proyectada por Carlos Raúl Villanueva, Carlos Celis Cepero y José Manuel Mijares como una de las primeras realizaciones del Plan Nacional de la Vivienda 1951-55 formulado por el Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO), enmarcado a su vez en la gestión estatal vinculada al Nuevo Ideal Nacional perezjimenista.

El curioso diseño de la propaganda elaborado por Juan Pedro Posani para el nº 2 de la revista A, hombre y expresión, muestra detalles fotográficos de la obra, ejecutada por la Constructora Sánchez, enmarcados dentro de lo que podríamos entender como una alusión a las nubes de Calder que presiden el interior del Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas, inaugurada apenas dos años antes. Por otro lado, la composición general de las tres “nubes”, junto a la tipografía, tienden a conformar de manera esquemática la planta de tan emblemático edificio. Recordemos que Posani por aquellos años es el más directo colaborador de Carlos Raúl Villanueva dentro del Instituto Autónomo de la Ciudad Universitaria y, junto a él y Ramón Losada los tres son fundadores de la revista donde la constructora se promociona.

Por otro la lado, la sutil pero importante diferencia en la denominación del edificio construido entre “unidad de habitación” y “unidad residencial” no es menor. La primera remite a un nivel social muy diferente a la segunda, lo que en efecto ocurrió cuando del proyecto original realizado en 1952 sobre un solar adquirido en 1951 por el Banco Obrero de accidentada topografía, buenas visuales sobre la ciudad y densa vegetación, ubicado al sureste de la avenida Páez, conformado por 3 superbloques – dos de 14 pisos y uno de 19 – más tres bloques de 4 pisos, estacionamientos y 2 calles internas, inspirados en la Unidad de Habitación de Marsella de Le Corbusier, sólo se construyó un superbloque de 18 pisos y dos bloques de 4 pisos. Este hecho reorientó la asignación de los apartamentos originalmente destinados a la clase obrera hacia la clase media: la densidad había bajado de manera importante y la proximidad al centro de la ciudad colaboraron para ello fuera así.

1. Unidad Residencial El Paraíso. Carlos Raúl Villanueva, Carlos Celis Cepero y José Manuel Mijares. Izquierda: Dos perspectivas y la planta tipo. Derecha: Planta de conjunto
2. Unidad Residencial El Paraíso. Carlos Raúl Villanueva, Carlos Celis Cepero y José Manuel Mijares. Plantas de apartamento duplex

Definitivamente, tal y como señala Beatriz Meza Suinaga en la ficha elaborada para Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), “en 1953 se erigen 2 bloques bajos con 40 apartamentos duplex de 3-5 dormitorios, y entre 1954-1955, el superbloque formado por un paralelepípedo y 2 alas transversales de 18 pisos, con 2 pisos para estacionamientos, 2 de servicios y 14 plantas que contienen 182 apartamentos dúplex (26 cada 2 pisos, y 5 modelos de 3 dormitorios). A nivel de calle, al estacionamiento sobresaliente de 2 pisos se adosan rampas peatonales para acceder al tercer nivel con una terraza semitechada y servicios comunales; detrás de los bloques bajos se proyectaron un kinder, comercios y club no construidos. El superbloque presenta variedad con su estructura a la vista, alternancia de llenos y vacíos -paños ciegos, ventanas, balcones, retranqueos- romanillas, quiebrasoles, aleros, contraste de alturas y movimientos plásticos realzados por la policromía de Alejandro Otero (1921-1990)…”. Además, habría que decirlo, se aprovechan al máximo la visuales y se logra iluminar y ventilar la totalidad de los espacios de forma natural y correcta.

Sibyl Moholy-Nagy en Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela (1964) aportará lo siguiente: “Cuando Villanueva y Carlos Celis Cepero comenzaron El Paraíso, acordaron basarse en tres directivas principales respetadas a pesar de los obstáculos derivados de la ubicación, los aspectos económicos y la opinión pública.

1. Elegir panoramas tan variados como fuera posible porque el paisaje y la ciudad circundante debían ser incorporados.

2. Eludir la monotonía variando el conjunto de los edificios (la silueta) y mediante la diferenciación de las alturas y del alineamiento de los edificios entre sí.

3. El diseño exterior debía ser original, pero no a costa de lo razonable. La orientación hacia el oeste debía protegerse especialmente del sol por medio de mamparas y brise-soleils.

3. Tres vistas exteriores de la Unidad Residencial El Paraíso

El conjunto ha sido reseñado a lo largo de todas las publicaciones editadas sobre la obra de Villanueva no sólo como parte del Plan Nacional de la Vivienda sino como uno de los dos primeros prototipos, junto a la Unidad de Habitación Cerro Grande, proyecto de Guido Bermúdez construida en El Valle casi en simultáneo, de edificaciones de gran altura con los que se dan los primeros pasos para lo que luego serán intervenciones de mayor densidad para las que se proyecta un nuevo tipo de superbloque, más simplificado, más económico y de más rápida ejecución, “donde Villanueva asumió todos los riesgos de la nueva escala tanto en la arquitectura como en el urbanismo”, tal y como señalará Paulina Villanueva en “Unidad Residencial ‘El Paraíso’ ” texto aparecido en el nº 29 (2013) de la revista DPA (Barcelona) dedicada a C.R. Villanueva.

En el libro Carlos Raúl Villanueva (2000) realizado por la propia Paulina junto a Maciá Pintó leemos en la reseña dedicada a la “Unidad Residencial El Paraíso” lo siguiente: “Sin embargo, en El Paraíso, al ser un bloque que también contiene servicios, está presente la particular fusión de Villanueva entre urbanizar y proyectar, al reunir en la solución arquitectónica una propuesta de vida comunitaria completa.”

En lo que a la Constructora Sánchez se refiere, a ella se deben dirigir los comentarios que señalan a la Unidad Residencial El Paraíso como realizada dentro de patrones de muy alta calidad, donde la estructura a la vista destaca por su limpieza y buena ejecución y todas las obras, tanto estructurales como de arquitectura, se llevaron a cabo de acuerdo a lo previsto en el proyecto y en los tiempos establecidos. También la nobleza constructiva (junto al cuidado en el mantenimiento puesto por sus moradores) permite observar el conjunto hoy en día como uno de los mejor conservados de la época. En cuanto al Plan Nacional de Vivienda hay que señalar quea pesar de la actuación técnica del BO y del interés gubernamental en resolver las carencias, los resultados revelaron la imposibilidad de generar una oferta acorde con la demanda y, a fines de 1953, los programas oficiales cambian y en adelante se enfoquen en eliminar los ranchos en Caracas obviando prácticamente al resto del país”, como señalará Beatriz Meza Suinaga en “Gestión estatal de la vivienda en Venezuela: el Plan Nacional (1951-1955)”, texto publicado en Cuadernos del Cendes (2014). Allí se iniciaba la “guerra contra el rancho” la cual también se perdió. La acentuación del proceso migratorio y el aumento exponencial del crecimiento de áreas de vivienda no controladas no logró frenarse.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 2. Sibyl Moholy-Nagy, Carlos Raúl Villanueva y la arquitectura de Venezuela (1964)

3. https://www.pinterest.com/pin/92816442307596293/, https://www.pinterest.com/pin/423619908695175049/ y http://guiaccs.com/obras/unidad-residencial-el-paraiso/

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 175

La Unidad Vecinal “Pomona” (1951-1954), ubicada al suroeste de Maracaibo, estado Zulia, fue uno de los desarrollos incluidos en el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955, puesto en marcha por el Banco Obrero (BO) durante el mandato de Marcos Pérez Jiménez. Ocupa los terrenos adyacentes a la urbanización “General Rafael Urdaneta” (1943-1947), primer conjunto de envergadura realizado por el BO fuera de Caracas y el más grande ejecutado hasta entonces, conformado por 1.000 viviendas unifamiliares dispuestas en 60 hectáreas para una población estimada de 7.300 personas (7% del total urbano de la ciudad de Maracaibo de entonces), que formó parte del Primer Plan de Vivienda de 1946, con la cual «Pomona» comparte una serie de servicios comunales creados para ambos conglomerados.

1. Comisión Nacional de Urbanismo. Plano Regulador de Maracaibo. Vialidad, 1951

Quizás valga la pena apuntar que el Primer Plan de Vivienda de 1946, a cargo de la Sala Técnica del Banco Obrero, tal y como nos señala Beatriz Meza Suinaga en “Gestión estatal de la vivienda en Venezuela: el Plan Nacional (1951-1955)”, artículo aparecido en Cuadernos del Cendes, nº 87, septiembre-diciembre 2014,  contemplaba “… la construcción de 40.000 unidades en 10 años, 4.000 en 14 ciudades durante el primer año, 11 de ellas capitales de estado y la capital nacional, ampliándose geográficamente la acción del BO respecto a su orientación anterior”. Dicho Plan estaba regido por “…una noción de planificación global e integración de proyectos (…) contando para ello con diferentes modelos de vivienda, destinados a clase media y obrera, diseñados por (Carlos Raúl) Villanueva y el ingeniero Leopoldo Martínez Olavarría…”.

Pues bien, sin variar en gran medida el enfoque y con miras a enfrentar el nuevo reto que significaba la ejecución del Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955, la Sala Técnica se redimensiona para convertirse en el Taller de Arquitectura del Banco Obrero (TABO) que bajo la jefatura de Villanueva, contando con el arquitecto colombiano Carlos Celis Cepero como adjunto, aborda la casi totalidad de los proyectos distribuidos a lo largo de 15 localizaciones distintas a lo largo y ancho del país, contemplándose la construcción de 12.185 unidades de vivienda de las cuales 7.000 se realizarían en Caracas y 1.500 en Maracaibo, ciudades que entre los censos de 1941 y 1950 habían duplicado su población. Así, “Pomona” absorbería la mayor parte de la inversión que se haría en la capital zuliana.

Al poco tiempo de haberse establecido, el Taller cumplió con uno de sus propósitos al exponerse en rueda de prensa el 13 de julio de 1951, de boca del Director del BO Julio Bacalao Lara en compañía de Villanueva, el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955. Allí Bacalao informó «que el problema de la vivienda era una de las más importantes preocupaciones públicas visto el pleno desarrollo económico del país y el rápido crecimiento de la población urbana, por lo cual de acuerdo con ‘la planificación administrativa que en escala nacional realiza la Junta de Gobierno –añadió– el Banco Obrero elaboró un Plan … que ha tenido amplio apoyo en el ejecutivo y será objeto de un financiamiento extraordinario’ ”.

Como otra etapa importante, el 8 de noviembre de 1951 en el Colegio de Ingenieros de Venezuela se abre al público la Exposición sobre el Plan Nacional de la Vivienda 1951-1955 exhibiéndose plantas y perspectivas de urbanizaciones para Maracay, Coro, San Felipe, Maracaibo, Valera, Caracas, así como maquetas para El Tocuyo, Sarría, Maracay, Coro y Ciudad Tablitas, junto a diferentes modelos de viviendas unifamiliares y multifamiliares. Como resultado de este evento se publica el folleto “BO Venezuela exposición 1951-1955-Plan Nacional de la Vivienda”, y se apunta a su presentación en el VIII Congreso Panamericano de Arquitectos a realizarse en los espacios de la Universidad Autónoma de México en 1952, editándose finalmente con mayor despliegue (140 páginas) la publicación 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, preparada y dirigida por Carlos Raúl Villanueva y Carlos Celis Cepero, con la colaboración de Carlos González Bogen, Mateo Manaure, del ingeniero Federico Cortés y Miguel Sosa Bar, con motivo de la celebración en 1955 del IX Congreso Panamericano de Arquitectos en el Aula Magna de la Ciudad Universitaria de Caracas.

2. 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, publicación preparada y dirigida por Carlos Raúl Villanueva y Carlos Celis Cepero, 1952

De dicha publicación puede rescatarse, en cuanto a la aproximación proyectual efectuada en el TABO, el énfasis en la investigación económica de la vivienda mediante la “construcción masiva, la simplificación de distribución, la eliminación de lo accesorio en el hogar, a favor de lo esencial en su construcción”. Además devela, como señala Meza Suinaga “conexiones entre el TABO y el ideario de la moderna disciplina arquitectónica europea que desde inicios del siglo XX intenta una ruptura histórica radical, abogando por la funcionalidad, la racionalidad, el uso de tecnologías de avanzada y la atención a la vivienda”. Todo lo cual se traduce en una sintonía que los profesionales del TABO asumen mediante el diseño de “Unidades vecinales, grupos cooperativos, urbanizaciones, reurbanizaciones, apartamientos, casas con los cuales se solucionarían técnicamente los problemas para proveer de nuevas viviendas a las familias venezolanas”.

Meza Suinaga agregará: “A la variedad de urbanizaciones del TABO se suman ‘proyectos tipos para casas’ en zonas costeras, montañosas y planas calientes, pretendiéndose individualizar según rasgos climáticos y ambientales de cada localización urbana. Aquí se nota la vinculación con el Plan de 1946 y su diversidad de modelos adaptados a las 14 ciudades seleccionadas. La heterogeneidad, como condición asumida desde sus comienzos, caracteriza el trabajo del Taller donde se generan numerosas propuestas para viviendas unifamiliares y multifamiliares, incluyendo los primeros superbloques, unidades residenciales de alta densidad y gran altura, inspiradas en la obra de Le Corbusier”.

3. Presentación de «Pomona» en 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela.

“Pomona” es, dentro del Plan, uno de dos desarrollos que no son proyectados por el TABO que, sin embargo, si supervisa su realización. Ofrece la oportunidad de ver la conjunción de los lineamientos arriba expresados con el aporte adicional de quienes tuvieron a su cargo la propuesta: la firma “Planificación y Vivienda”, integrada por los arquitectos Moisés Benacerraf y Carlos Guinand Baldó más el ingeniero Francisco Carrillo Batalla, contando como asesores con José Luis Sert y Paul Lester Wiener fundadores de la reconocida oficina Town Planning Associates (TPA).

4. Vistas de las viviendas unifamiliares (izquierda) y multifamiliares (derecha) construidas en «Pomona»

Con una inversión de Bs. 15.136.500 , “Pomona” tiene 384 viviendas, 264 casas y 120 apartamentos. Los apartamentos están ubicados en edificios de tres niveles de altura con dos unidades en cada nivel. Los apartamentos que están dispuestos en fila, tienen dos fachadas exteriores opuestas, lo que les permite tener ventilación cruzada. Los de los extremos se benefician aún mas por tener tres fachadas y un área mayor.

El Conjunto cuenta entre sus servicios con un centro comercial, un grupo escolar, campos deportivos y una unidad sanitaria.
El planteamiento urbano concebido para el conjunto desagregó la circulación peatonal dirigida hacia los centros de servicio, de forma tal que no se cruza con las vías vehiculares de penetración, las cuales parten de la trama de la ciudad. El plano de conjunto del proyecto original ilustra nuestra postal del día de hoy.
La llamativa participación de Sert y Wiener como asesores obedeció a dos motivos fundamentales. El primero es que habían coincidido con Moisés Benacerraf en los Estados Unidos habida cuenta que éste se gradúa en 1945 en Yale, universidad en la que aquellos desarrollarán parte de su carrera docente y donde se establecerán vínculos personales.

El segundo tiene que ver con el nivel de desarrollo que para entonces ya había alcanzado el concepto de “unidad vecinal”, tema ampliamente debatido en los Congresos Internacionales de Arquitectura Moderna (CIAM) que para Sert (presidente del CIAM entre 1947 y 1956) se convirtió en objeto de investigación. Fruto de ello será la contratación de sus servicios por parte de la Organización de las Naciones Unidas entre 1951 y 1952 con el fin de estudiar y definir condiciones para mejorar su diseño. También lo será la solicitud de llevar adelante desde la TPA (con Wiener como socio) el Plan de Cidade dos Motores en Brasil (1943-1945) donde, tal y como se recoge del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia en el artículo dedicado a Sert (http://dbe.rah.es/biografias/8201/jose-luis-sert-lopez), se “proponía una ciudad abierta y ordenada que materializaba de forma rigurosa las doctrinas urbanísticas defendidas por el Movimiento Moderno, con una trama cuadriculada en la que los grandes bloques sobre pilotes concentraban la edificabilidad para preservar la vegetación del territorio, y en la que una amplia red viaria separaba el tráfico rodado y peatonal. A este proyecto le siguieron, entre otros muchos, la Nueva Ciudad de Chimbote, en Perú (1948), los planes directores para Medellín (1949) y Bogotá (1951-1953) y un plan Piloto para La Habana (1955-1958), en los que Sert y sus socios abandonaron progresivamente la ortodoxia de la Cidade dos Motores adaptando el planeamiento a la situación climática, social y económica de cada lugar; para ello emplearon sistemas más adecuados a las condiciones locales, derivados del conocimiento previo de la arquitectura popular que ya había despertado el interés de Sert desde sus primeras obras, abriendo así una nueva vía dentro del urbanismo de la época”.

5. Plano de conjunto de «pomona» con la descripción del programa

De todo ello se beneficia “Pomona” y de “Pomona”, indirectamente, el TABO que pudo incorporar de esta experiencia buena parte tanto de sus planteamiento conceptuales en cuanto a lo urbano como de sus modelos de viviendas. También, casi de forma simultánea, por un lado la Comisión Nacional de Urbanismo solicitará la consultoría de TPA en la elaboración del Plano Regulador de Caracas de 1951 y, por el otro, la firma “Planificación y Vivienda” recurrirá a Sert y Wiener como asesores a la hora de serle solicitada en 1951 por la Orinoco Mining Company la planificación de los centros urbanos de Puerto Ordaz y Ciudad Piar y el diseño de viviendas para los trabajadores. Sert y Wiener realizarán en 1953 los centros cívicos de la “New Towns” de Puerto Ordaz y Ciudad Piar y el proyecto de una iglesia para la primera. Luego, siendo Sert decano de la Escuela de Diseño de la Universidad de Harvard, se concreta la participación de esa universidad y el MIT (integrantes del Joint Center for Urban Studies), mediante un contrato firmado con la Corporación Venezolana de Guayana, para asesorar en 1962 la realización del plan Maestro de Desarrollo Urbano para Santo Tomé de Guayana (Ciudad Guayana).

Finalmente, será el ingeniero Francisco Carrillo Batalla, integrante de la Oficina “Planificación y Vivienda”, quien en 1952 le de a Sert la oportunidad de proyectar su única obra -no construida- en Caracas: el proyecto de su vivienda familiar  ubicada en la avenida principal del Caracas Country Club, develada en la exposición “Our architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975” (2017) y reseñada en el catálogo de la misma por Hannia Gómez.

6. Vista satelital actual de «Pomona» dentro del crecimiento de Maracaibo

Hoy “Pomona” dada su proximidad a la zona industrial y al puerto de Maracaibo ha sido absorbida por el crecimiento de la ciudad, pese a haber sido concebida como un desarrollo autónomo a las afueras. Si en algún momento resultaba fácil reconocerla dentro de la trama urbana hoy los efectos del tiempo y las intervenciones realizadas por sus pobladores la han mimetizado hasta el punto de verse prácticamente asimilada al desordenado crecimiento de sus alrededores.

Su esquema inicial sufrió una importante modificación al momento de llevarse a cabo el proyecto definitivo y su ejecución, cosa que hemos podido detectar a través de la imagen satelital: las viviendas multifamiliares ubicadas inicialmente al sureste sobre una franja en la que predominan las áreas verdes, pasaron al noroeste, dando la sensación de que los proyectistas, por motivos que desconocemos, llevaron a cabo un rebatimiento completo dejando inalterada la distribución del resto de los componentes del conjunto sobre el terreno.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 1, 3 y 5. 1928-1952. La vivienda popular en Venezuela, 1952

2 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

6. Imagen tomada de Googlo Earth.

1954• Unidad Habitacional Cerro Grande, El Valle

Unidad Habitacional Cerro Grande 2.jpg

1954•  Como edificación integrante del Plan Nacional de la Vivienda de 1951, la empresa IVECA termina la construcción de la Unidad Habitacional Cerro Grande, ubicada frente a la calle Real de El Valle, al sur de Caracas, proyectada por los arquitectos Guido Bermúdez, Carlos Brando y Pedro Lluberes en 1951.
El terreno posee una extensión de 3 hectáreas con lo cual se logra una densidad bruta de 225 habitantes por hectárea. El edificio tiene planta baja, 13 pisos y azotea. La planta baja de la edificación es libre y en ella se encuentra el estacionamiento. El cuarto nivel también es libre y está destinado para realizar actividades colectivas al igual que en la azotea visitable, parcialmente techada.
En un solo superbloque se ubicaron 144 apartamentos: 96 tipo dúplex y 48 simples, alternados en forma tal que las áreas de circulación se reducen considerablemente al haber solo un pasillo de circulación horizontal cada tres plantas. Los apartamentos dúplex tienen en su primer nivel las áreas sociales, comedor, cocina, balcón y 3 habitaciones en su segundo nivel. Los apartamentos simples, desarrollados en un solo nivel, tienen cuatro habitaciones.
Como servicios comunales se previeron una plaza, un auditorio, un centro comercial vecinal, estacionamientos y parques infantiles. La zona social y deportiva se encontraba detrás del superbloque, comunicada a través de dos pasarelas con el 4º nivel del edificio.
El anteproyecto de esta Unidad, que fue la tesis de grado de Guido Bermúdez para optar al título de arquitecto, se inspira en algunos de los principios utilizados por Le Corbusier en la Unidad de Habitación de Marsella.

HVH