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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 383

La imagen que acompaña nuestra postal del día de hoy, una perspectiva del proyecto realizado por Carlos Celis Cepero (1925-2023) para el Complejo Residencial Los Ilustres, ubicado en la plaza Los Símbolos, fechado en 1979, nos indujo a pensar que sería una tarea relativamente sencilla el poderlo documentar y comentar.

Creímos, en principio, que se trataba de un desarrollo que ocuparía el valioso terreno localizado al este del importante espacio público que funge de nodo articulador entre el Paseo de los Ilustres y el Paseo de Los Símbolos, donde hoy se localiza el consolidado barrio urbano León Droz Blanco, el cual se presentaba como una muy bien delimitada lengüeta plana y lista para ser desarrollada en las imágenes que se publicaron durante el proceso de construcción del corredor urbano a mediados de la década de 1950 del siglo pasado.

1. La Plaza y el Paseo Los Símbolos en pleno proceso de construcción (c.1956). En la foto de la izquierda se puede apreciar, en la esquina inferior izquierda y en la de la derecha en el centro arriba, el lote de terreno donde suponíamos se desarrollaría el Complejo Residencial Los Ilustres.
2. Impactante imagen del día de la inauguración del Paseo y la Plaza Los Símbolos a finales de 1956. A la izquierda el lote de terreno que dos años después sería invadido por los primeros pobladores del barrio León Droz Blanco.

Al indagar sobre el momento en que el predio fue invadido por las primeras viviendas informales y precarias que dieron origen al barrio, descubrimos que ello ocurrió tan temprano como 1958, inmediatamente después de la caída de Pérez Jiménez y en medio del Plan de Emergencia impulsado por Wolfgang Larrazábal, momento en el que se abandonó la “guerra contra el rancho” impulsada por el primero y se disparó la invasión de terrenos baldíos en la capital asociado al incremento del migrantes procedentes del interior del país. Siguiendo esa línea pensamos que desde entonces se pudo haber presentado algún litigio de parte de los propietarios del predio tendiente a lograr su desocupación y que, aprovechando el desarrollo de la línea 3 del Metro de Caracas y la necesidad de construir la estación Los Símbolos en el lugar, le solicitaron al arquitecto Celis Cepero la realización de un proyecto para desarrollarlo acorde a lo que permitía la ordenanza de zonificación, como respaldo a su interés por recuperar lo que les pertenecía.

Sin embargo, todo lo dicho anteriormente se ha quedado en simples especulaciones. Por un lado, no nos fue posible ampliar detalles sobre si hubo en realidad unos propietarios de los terrenos afectados y si en algún momento intentaron recuperarlo. Por el otro, nos hemos topado con que el barrio León Droz Blanco ha sufrido un proceso cada vez más consistente de consolidación, que tiene una organización comunal fuerte que vela por preservar su calidad ambiental, su memoria y sus tradiciones, todo lo cual reorientó el propósito inicial que teníamos para elaborar esta nota.

3. Vista aérea de la Plaza Los Símbolos y sus alrededores en la actualidad. A la derecha el barrio León Droz Blanco.

Esther Wiesenfeld en “Entre la invasión y la consolidación de barrios: análisis psicosocial de la resistencia al desalojo”, artículo publicado en la revista Estudios de Psicologia 1998, 3(1), expone lo siguiente: “La presencia de los barrios en el contexto social venezolano, tiene una larga data. En efecto, a partir de la década del cuarenta comenzó en el país un fuerte movimiento migratorio hacia las grandes ciudades, en particular, hacia su ciudad capital, Caracas. Es así como en una forma acelerada, la composición poblacional de Venezuela pasa a ser mayoritariamente urbana. (…) Esta situación generó una multiplicidad de problemas, en particular, los referidos a los servicios públicos, la escasez de vivienda, la atención médica, entre otros. Estos problemas eran, en muchos casos, resueltos por las propias personas, quienes se organizaron y trabajaron en pro de su solución. Así, los barrios emergen como una respuesta a los problemas de vivienda que se hacían cada vez más difíciles para quienes llegaban a las ciudades en busca de un lugar donde vivir y trabajar, en fin, donde mejorar sus condiciones de vida”.

Utilizando justamente el barrio Droz Blanco como ejemplo, Wiesenfeld confirma algunas de nuestras hipótesis iniciales cuando expone con relación a su progresiva consolidación: “A medida que fueron llegando nuevos pobladores y se construyeron estas primeras viviendas, éstos tuvieron que organizarse para desarrollar todo tipo de estrategias que les permitiera adecuar el terreno a sus necesidades. Por otra parte, a lo largo de su historia, el barrio soportó no menos de cinco intentos de desalojo, tanto por parte de instituciones estatales así como por particulares interesados en utilizar los terrenos con fines de construcción privada. Sin embargo, estos intentos fracasaron una y otra vez, debido fundamentalmente al espíritu de organización y lucha que los residentes fueron cristalizando en el tiempo, con base en los vínculos sociales y afectivos construidos paralelamente a la construcción de sus viviendas y los servicios. En efecto, el nivel de consolidación alcanzado por la comunidad, tanto en lo que se refiere a sus aspectos estructurales como sociales, ha sido un elemento decisivo en cada instancia de amenaza que se ha vivido”.

4. Fotos del interior del barrio León Droz Blanco.
5. El Droz Blanco visto desde el Paseo Los Símbolos.

El barrio asumió su denominación en honor de León Droz Blanco, militar nacido en Maturín en 1925, miembro de la resistencia clandestina contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que fue asesinado por la policía política perezjimenista cuando se encontraba en el exilio en Colombia, todo lo cual encierra un importante significado.

La Sra. Ángela González, Presidenta del Consejo Comunal de los Símbolos, en “León Droz Blanco: 50 años de construcción y lucha Social”, publicado en http://puebloenrevolucion.blogspot.com/2008/10/len-droz-blanco-50-aos-de-construccin-y.html aportó en 2008 la siguiente información correspondiente a la propiedad definitiva del terreno donde se ubica el barrio: “Esta angustia desaparece totalmente a partir del 2002, año tres de la Revolución cuando se adelanta la regularización de la tenencia de las Tierras Urbanas, con la adjudicación de la propiedad colectiva, logramos que se nos reconociera como los únicos dueños, no solo de la parcela donde construimos nuestra casa, sino de todo el terreno, todos somos dueños de todo, ninguna persona puede vender sin consulta y aprobación de una asamblea de ciudadanos y ciudadanos”.

6. Página del libro Caracas a pie dedicada a la ruta «Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos». Abajo, el barrio León Droz Blanco.

El Droz Blanco fue incluido por José (Cheo) Carvajal y Juancho Pinto en una de las rutas que publicaran en la página dominical Caracas a pie del diario El Nacional titulada “Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos”, recogida luego en el libro del mismo nombre que vio la luz en 2012. De sus impresiones rescatamos, para finalizar, lo siguiente: “Caminar sus angostas calles -naturalmente un ‘paseo peatonal’-, es mirar un lugar que desafía los lugares comunes: tiene tradición, algunas casas que envidiaría la clase media, cancha de básquet y parque de atracciones en sus accesos. Hay planes de remodelación de viviendas a través del consejo comunal, y un edificio que Misión Hábitat está construyendo para veinte familias. Se conecta con Los Chaguaramos por varios accesos, tanto así que son una misma cosa”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

1, 2 y 5. Colección Crono Arquitectura Venezuela

3. Captura de Google Earth

4. http://venezuelau.blogspot.com/2008/11/barrios-de-caracas-len-droz-blanco.html

6. José Carvajal y Juancho Pinto. «Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos», Caracas a pie , El Nacional, 2012

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 272

El CARS, quizás uno de los edificios de mayor presencia dentro de Caracas, proyectado en 1948 e inaugurado en 1951, ubicado en la Plaza Las Tres Gracias de la que ocupa y define todo el frente suroeste haciendo esquina con el Paseo Los Ilustres, encierra tras la operación que derivó en su construcción múltiples aristas de particular interés que vale la pena resaltar.

Así, para el año en que CARS comenzó a levantarse (1950) la General Motors Overseas Operations (GMOO) se encontraba en pleno proceso de expansión y construía su flamante sede en Warren, Michigan, cerca de Detroit, proyectada por el arquitecto Eero Saarinen en 1945 terminada en 1956, lo cual da una clara idea de la prioridad que tuvo nuestro país para la que fue la mayor empresa automotriz a nivel mundial.

1. Eero Saarinen. Centro Técnico de la General Motors, Michigan, 1945.1956
2. Edificio de oficinas y planta de la General Motors en Antímano, Caracas, 1948

De hecho, la compañía norteamericana, en virtud de la bonanza que disfrutaba Venezuela debido a los altos ingresos petroleros y a la elevada demanda de automóviles que empezó a darse dentro de las capas medias y altas de la sociedad, las cuales gozaban de un respetable poder adquisitivo, ya había tomado la decisión de convertir a la nación en uno de los primeros lugares donde ensamblar y comercializar coches a gran escala. Por tanto, no es casual que la GMOO y su subsidiaria en Venezuela (la GM Interamericana Corp.) terminaran en 1948 (para cuando el CARS se encontraba a nivel de proyecto) su edificio sede y planta localizada en la calle El Algodonal, Carapita, Antímano, que, tal y como se recoge en https://www.ccscity450.com/obra/edificio-cars/, “contaba con un kit de ensamblaje de tipo CKD (Complete Knock Down), es decir que los vehículos se montaban localmente usando todas las partes, componentes y tecnología principales importados del país de su origen, en este caso Estado Unidos. El CKD de la General Motors estaba dedicado a camiones y camionetas, de hecho, en noviembre de 1948 produjo el primer vehículo ensamblado en Venezuela, una camioneta. En 1950 la compañía estaba construyendo un segundo edificio en la planta de Antímano que contendría un CKD dedicado a vehículos comerciales” que para 1952 inició su producción con el ensamblaje de un Chevrolet.

Por otro lado, la comercialización de carros en Venezuela, tal y como relata Lorenzo González Casas en el texto “Autopía: Modernismo motorizado en Caracas” (29/08/2017) aparecido en el portal Prodavinci, se remonta a 1909 cuando en enero William H. Phelps con apoyo de Enrique Arvelo y Edgar Anzola, comenzó la distribución de los vehículos Ford a través de la C.A. El Automóvil Universal. Para 1925 se contaba con “una red comercial con al menos 40 marcas de automóviles y 24 concesionarios en todo el país”, y a finales de los años 40 e inicios de los 50 se registraba un sostenido crecimiento del cual dan fe la construcción de diversos show rooms diseñados por prestigiosos arquitectos.

3. Clifford Charles Wendehack. Sede de A. Planchart & Cía. Sucrs., Puente Mohedano, Caracas, 1947 (demolido)

Ya para entonces despuntaba en el ramo la figura de Armando Planchart Franklin (1906-1978) como principal car dealer de la GMOO en la capital venezolana, quien había encargado a Clifford Charles Wendehack el proyecto de la sede de A. Planchart & Cía. Sucrs. construida en Puente Mohedano, concesionario que abre en 1947 con la exclusividad de la venta de los lujosos Cadillac sumados a los ya conocidos Chevrolet y Buick.

Planchart, quien llegó a ser el principal representante de General Motors en el país, se asocia con la firma norteamericana y financia a través de A. Planchart & Cía. Sucrs. la construcción del edificio CARS en momentos en que urgía dar un golpe de efecto importante mediante una obra de calidad a fin de recortar distancias con marcas de la competencia, así como también para servir de “vitrina” de los vehículos que saldrían de la nueva etapa de la Planta de Ensamblaje de Antímano, debiendo contar además con espacios de servicio para los mismos.
En cuanto a la localización definitiva del edificio en un terreno integrado por cinco lotes que totalizan 7.433,60 m2, la misma estuvo muy ligada al desarrollo de la urbanización Los Chaguaramos (emprendimiento de J.A. Madriz Guerrero & Cia) de mediados de la década de los años 1930, y que tendrá en la construcción de la plaza Las Tres Gracias (1946) la oportunidad de contar con una digna puerta de entrada. La realización de la plaza ofrece otra ocasión de encontrar a un Armando Planchart comprometido en este caso con el embellecimiento de un sector de la ciudad ya que fue él quien le encargó al arquitecto y urbanista catalán Josep Mimó i Mena, el diseño del espacio público para luego donarlo a la municipalidad, cuando ya se habían iniciado los trámites para construir el primer inmueble que la acompañaría ubicado al oeste: el CARS.

4. Circa 1954. Vista aérea de la Plaza Las Tres Gracias con el edificio CARS
5. Izquierda: el edificio CARS haciendo esquina en la intersección de la Plaza Las Tres Gracias y el Paseo Los Ilustres. Derecha: vista de la Plaza Las Tres Gracias con la Ciudad Universitaria y El Ávila como telones de fondo.

Luego, para complementar la importancia de su relevante imagen urbana, el CARS se vería beneficiado por el desarrollo de la Ciudad Universitaria de Caracas (1944-1959) y del Sistema Urbano La Nacionalidad compuesto por el eje Paseo Los Ilustres-Paseo Los Próceres, proyectado en 1953 y concluido en 1956.

El desarrollo del proyecto de CARS estuvo a cargo del ingeniero Pedro Agustín Dupouy Nass (1917-2005), doctor en Ciencias Físicas y Matemáticas, UCV, 1938, quien contó con la supervisión de la GMOO. Dupouy, además, formó parte del grupo docente que en 1944 comenzó a impartir la enseñanza de la arquitectura como un Departamento de la Escuela de Ingeniería de la UCV, bajo la dirección de Luis Eduardo Chataing, junto a Willy Ossott, Arturo Valery Pinaud y Eduardo Mier y Terán (ingenieros), los arquitectos Rafael Bergamín, Erasmo Calvani, Fernando Salvador y Luis Malaussena y el escultor Lorenzo González.

Los 16.655 m2 de construcción del CARS, están distribuidos en nueve niveles entre la planta baja, dispuesta como sala de exhibiciones y venta de vehículos de las marcas Chevrolet y Buick; una mezzanina y primer piso como áreas de apoyo al concesionario de automóviles, 5 pisos tipo para oficinas y el PH, con un pequeño apartamento como conserjería, así como rampas para el movimiento vehicular desde la calle hasta la terraza de estacionamiento (techo del primer piso); talleres para dar servicio de mantenimiento a los automóviles que comercializa la empresa y áreas abiertas para estacionamiento adicional. Además, el edificio tiene una estructura convencional constituida por columnas y vigas de concreto armado y losas nervadas. Los pisos son de granito y cerámica en los sanitarios. Originalmente en el inmueble estuvo la obra “Ambiente” de Jesús Rafael Soto.

6. Diversos anuncios publicados en la cercanía de la apertura del edificio CARS (circa 1951).

De la reseña publicada por Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) extraemos que “la edificación, claro ejemplo de funcionalismo de mediados del siglo XX, (…) compuesto por dos cuerpos bajos de planta rectangular y un bloque alto, también de planta rectangular (…), se convirtió en una referencia en el sector. Sus fachadas diferenciadas muestran una composición de muros y vanos enmarcados según su función. El volumen bajo, destinado a ventas y ubicado hacia la esquina noreste, presenta grandes ventanales protegidos por un alero horizontal, mientras que la torre este, compuesta por las oficinas y un cuerpo ciego de circulación vertical, posee ventanas horizontales rodeadas de un marco que actúa como protección solar y le otorgan identidad formal. Los talleres, un volumen cerrado en la esquina noroeste, completa el armonioso conjunto de formas revestidas de ladrillo”. El juego de planos conformados por diversos materiales  (ladrillo, friso blanco, bloques de vidrio, concreto y metal) ofrece la oportunidad de apreciar diversos ángulos donde la composición asimétrica se integra en una totalidad, a la que se incorporan los anuncios de las marcas de automóviles que se comercian y el nombre distintivo del propio edificio. Al respecto, Jorge Villota Peña en “Edificios de oficinas en Caracas: eslabones perdidos en la historia de la arquitectura corporativa norteamericana”, texto publicado en Prodavinci el 20/03/2018, comentará: “Coherente con la impresionante cantidad de anuncios publicitarios de vehículos norteamericanos y concesionarios en la prensa local de la época (El Universal traía siete veces más anuncios que The New York Times), el Edificio Cars se erguía como una suerte de metáfora automotriz y publicitaria al mismo tiempo; los avisos luminosos de las marcas Chevrolet y Buick formaban parte integral de su arquitectura” como puede corroborarse en la fotografía que engalana nuestra postal del día de hoy.

7. El edificio CARS en la actualidad.

Hannia Gómez en “No tenía otro ornamento que ofrecer que las precisiones de sus ángulos, el modelado de sus planos”, nota dedicada al edificio CARS en Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas 1925-1975 (2017) añadirá a la descripción de la obra: “La torre, de una sola crujía con amplias oficinas que miran sobre la plaza, una escalera iluminada con bloques de vidrio y un gran salón de exhibiciones a doble altura para los nuevos modelos de vehículos, arma poderosamente la esquina urbana, dominando el conjunto; entretanto, en el cuerpo bajo, un volumen de estacionamientos (que usa incluso el techo) y un gran patio de talleres mecánicos, equilibra la composición al sur”.

Bueno es recordar que el propietario de la edificación, el empresario Armando Planchart, tiempo después junto a su esposa Anala Braun contactarán al arquitecto italiano Gio Ponti para el diseño de su residencia, en San Román, conocida como “El Cerrito” (1953-57).

Involucrado a comienzos del presente siglo dentro de su posible conversión en sede de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV, en momentos en que hubo incertidumbre con respecto a su destino y cuando se proyectó el edificio de Postgrados de esa misma facultad como parte de la Zona Rental Plaza Las Tres Gracias, el CARS ha sido objeto de diversos ejercicios académicos que buscaron incorporarlo al conjunto de la CUC con el cual dialoga sin mayores problemas. Finalmente, superadas las dificultades, mantuvo su uso original siendo propiedad actualmente de la transnacional japonesa de vehículos Toyota la cual ha sustituido su  emblemática señalización por un cubo que corona el núcleo de circulación, alterando su escala y forma originales.

Declarado desde 2009 como Bien de Interés Cultural por hallarse registrado en el Censo del Patrimonio Cultural bajo el número 997 y estar contenido tanto en el Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano del municipio Libertador del Distrito Capital, correspondiente a los tomos 2/5 y 3/5 bajo la categoría de «Lo Construido» elaborado por el Instituto del Patrimonio Cultural como en su portal electrónico http://www.ipc.gob.ve, el edificio CARS conserva un aceptable nivel de mantenimiento y, tal como expresa Hannia Gómez, “es, todavía hoy, (…) uno de los mejores edificios en la capital. Ubicado idealmente entre la Plaza Las Tres Gracias y el Paseo Los Ilustres, su composición le hace completa justicia al hermoso lugar”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Colección Crono Arquitectura Venezuela

  1. http://arxiubak.blogspot.com/2013/06/centro-tecnologico-general-motors.html

2, 4, 5 izquierda y 6 arriba. Hannia Gómez. Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas 1925-1975, 2017

3. Colección Fundación Anala y Armando Planchart

5 derecha. https://twitter.com/gfdevenezuela/status/860648277838098432

6 abajo. https://www.ccscity450.com/obra/edificio-cars/

7. http://guiaccs.com/obras/edificio-cars/ y https://www.ccscity450.com/obra/edificio-cars/