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La imagen que acompaña nuestra postal del día de hoy, una perspectiva del proyecto realizado por Carlos Celis Cepero (1925-2023) para el Complejo Residencial Los Ilustres, ubicado en la plaza Los Símbolos, fechado en 1979, nos indujo a pensar que sería una tarea relativamente sencilla el poderlo documentar y comentar.
Creímos, en principio, que se trataba de un desarrollo que ocuparía el valioso terreno localizado al este del importante espacio público que funge de nodo articulador entre el Paseo de los Ilustres y el Paseo de Los Símbolos, donde hoy se localiza el consolidado barrio urbano León Droz Blanco, el cual se presentaba como una muy bien delimitada lengüeta plana y lista para ser desarrollada en las imágenes que se publicaron durante el proceso de construcción del corredor urbano a mediados de la década de 1950 del siglo pasado.
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Al indagar sobre el momento en que el predio fue invadido por las primeras viviendas informales y precarias que dieron origen al barrio, descubrimos que ello ocurrió tan temprano como 1958, inmediatamente después de la caída de Pérez Jiménez y en medio del Plan de Emergencia impulsado por Wolfgang Larrazábal, momento en el que se abandonó la “guerra contra el rancho” impulsada por el primero y se disparó la invasión de terrenos baldíos en la capital asociado al incremento del migrantes procedentes del interior del país. Siguiendo esa línea pensamos que desde entonces se pudo haber presentado algún litigio de parte de los propietarios del predio tendiente a lograr su desocupación y que, aprovechando el desarrollo de la línea 3 del Metro de Caracas y la necesidad de construir la estación Los Símbolos en el lugar, le solicitaron al arquitecto Celis Cepero la realización de un proyecto para desarrollarlo acorde a lo que permitía la ordenanza de zonificación, como respaldo a su interés por recuperar lo que les pertenecía.
Sin embargo, todo lo dicho anteriormente se ha quedado en simples especulaciones. Por un lado, no nos fue posible ampliar detalles sobre si hubo en realidad unos propietarios de los terrenos afectados y si en algún momento intentaron recuperarlo. Por el otro, nos hemos topado con que el barrio León Droz Blanco ha sufrido un proceso cada vez más consistente de consolidación, que tiene una organización comunal fuerte que vela por preservar su calidad ambiental, su memoria y sus tradiciones, todo lo cual reorientó el propósito inicial que teníamos para elaborar esta nota.
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Esther Wiesenfeld en “Entre la invasión y la consolidación de barrios: análisis psicosocial de la resistencia al desalojo”, artículo publicado en la revista Estudios de Psicologia 1998, 3(1), expone lo siguiente: “La presencia de los barrios en el contexto social venezolano, tiene una larga data. En efecto, a partir de la década del cuarenta comenzó en el país un fuerte movimiento migratorio hacia las grandes ciudades, en particular, hacia su ciudad capital, Caracas. Es así como en una forma acelerada, la composición poblacional de Venezuela pasa a ser mayoritariamente urbana. (…) Esta situación generó una multiplicidad de problemas, en particular, los referidos a los servicios públicos, la escasez de vivienda, la atención médica, entre otros. Estos problemas eran, en muchos casos, resueltos por las propias personas, quienes se organizaron y trabajaron en pro de su solución. Así, los barrios emergen como una respuesta a los problemas de vivienda que se hacían cada vez más difíciles para quienes llegaban a las ciudades en busca de un lugar donde vivir y trabajar, en fin, donde mejorar sus condiciones de vida”.
Utilizando justamente el barrio Droz Blanco como ejemplo, Wiesenfeld confirma algunas de nuestras hipótesis iniciales cuando expone con relación a su progresiva consolidación: “A medida que fueron llegando nuevos pobladores y se construyeron estas primeras viviendas, éstos tuvieron que organizarse para desarrollar todo tipo de estrategias que les permitiera adecuar el terreno a sus necesidades. Por otra parte, a lo largo de su historia, el barrio soportó no menos de cinco intentos de desalojo, tanto por parte de instituciones estatales así como por particulares interesados en utilizar los terrenos con fines de construcción privada. Sin embargo, estos intentos fracasaron una y otra vez, debido fundamentalmente al espíritu de organización y lucha que los residentes fueron cristalizando en el tiempo, con base en los vínculos sociales y afectivos construidos paralelamente a la construcción de sus viviendas y los servicios. En efecto, el nivel de consolidación alcanzado por la comunidad, tanto en lo que se refiere a sus aspectos estructurales como sociales, ha sido un elemento decisivo en cada instancia de amenaza que se ha vivido”.
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El barrio asumió su denominación en honor de León Droz Blanco, militar nacido en Maturín en 1925, miembro de la resistencia clandestina contra la dictadura de Marcos Pérez Jiménez que fue asesinado por la policía política perezjimenista cuando se encontraba en el exilio en Colombia, todo lo cual encierra un importante significado.
La Sra. Ángela González, Presidenta del Consejo Comunal de los Símbolos, en “León Droz Blanco: 50 años de construcción y lucha Social”, publicado en http://puebloenrevolucion.blogspot.com/2008/10/len-droz-blanco-50-aos-de-construccin-y.html aportó en 2008 la siguiente información correspondiente a la propiedad definitiva del terreno donde se ubica el barrio: “Esta angustia desaparece totalmente a partir del 2002, año tres de la Revolución cuando se adelanta la regularización de la tenencia de las Tierras Urbanas, con la adjudicación de la propiedad colectiva, logramos que se nos reconociera como los únicos dueños, no solo de la parcela donde construimos nuestra casa, sino de todo el terreno, todos somos dueños de todo, ninguna persona puede vender sin consulta y aprobación de una asamblea de ciudadanos y ciudadanos”.
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El Droz Blanco fue incluido por José (Cheo) Carvajal y Juancho Pinto en una de las rutas que publicaran en la página dominical Caracas a pie del diario El Nacional titulada “Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos”, recogida luego en el libro del mismo nombre que vio la luz en 2012. De sus impresiones rescatamos, para finalizar, lo siguiente: “Caminar sus angostas calles -naturalmente un ‘paseo peatonal’-, es mirar un lugar que desafía los lugares comunes: tiene tradición, algunas casas que envidiaría la clase media, cancha de básquet y parque de atracciones en sus accesos. Hay planes de remodelación de viviendas a través del consejo comunal, y un edificio que Misión Hábitat está construyendo para veinte familias. Se conecta con Los Chaguaramos por varios accesos, tanto así que son una misma cosa”.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad
1, 2 y 5. Colección Crono Arquitectura Venezuela
3. Captura de Google Earth
4. http://venezuelau.blogspot.com/2008/11/barrios-de-caracas-len-droz-blanco.html
6. José Carvajal y Juancho Pinto. «Recorrido sinuoso por Los Chaguaramos», Caracas a pie , El Nacional, 2012