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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 399

La página publicitaria de los productos Unifedo publicada en el nº 3 de la revista Espacio del segundo semestre del año 1988, que engalana nuestra postal del día de hoy, ofrece la excusa perfecta para comentar no sólo la presencia de esta empresa dentro del desarrollo de la arquitectura venezolana a partir de los años 1970, sino también para reflexionar y ahondar sobre el objeto central de la propaganda: la ventana, elemento sobre el cual Unifedo se convirtió en proveedor de diversas variantes listadas en el anuncio donde la romanilla brazil es la protagonista.

Comenzando por lo segundo, en esencia, una ventana es, según la definición recogida en el diccionario de la RAE, la “abertura en un muro o pared donde se coloca un elemento y que sirve generalmente para mirar y dar luz y ventilación”.

1. Le Corbusier. Ville Le Lac (1924). Ventana en el muro del jardín.

Conocer la etimología de la palabra no deja de ser interesante para reforzar lo señalado por el DRAE. Así, por ejemplo, el castellano y el inglés comparten la raíz indoeuropea –we– (soplar) que se ve reflejada en la derivación del latín ventus (viento) para el habla española, equiparable a la raíz wind (afincada en el antiguo nórdico vindauga) propia de la lengua inglesa, lo que acentuaría en ambos casos el rol de la ventana como una perforación que permite el paso del viento (wind), por encima de otras acepciones.

Con respecto a la presencia de otros componentes de la definición, Ricardo Merí de la Maza señala en el ensayo titulado “Sobre los nombres de las cosas: variaciones en torno al tema de la ventana” (2015), señala: “En cambio el vocablo empleado en inglés antiguo, antes de adaptar el término nórdico, era eagthyrel (eye-thirl) que juntaba la noción de perforar con la de ojo. De esa manera centraban su atención en traspasar para poder mirar, en una conceptualización más próxima a la de las lenguas eslavas. (…) Sin embargo, en francés (fenêtre), en italiano (finestra), o en otras muchas lenguas romances, las palabras para denominar a las ventanas proceden del latín fenĕstra. En estos casos los vocablos parecen remitirnos a la condición de final de lo externo y, consecuentemente, de principio de lo interno, aunque también se especula con su origen en la raíz griega phainein que significaba mostrar”.

2. Le Corbusier. Capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp (1955)

Este repaso etimológico lo completamos con lo indagado por Adolfo Gómez Amador, Armando Alcántara Lomelí y Érika Alejandra Alvarado Cabral quienes en “La ventana en la tradición constructiva del trópico subhúmedo” (Palapa, año/vol. 1, 2006), apuntarán: “En cambio, en los países centroeuropeos existe una relación muy precisa entre ventana y luz, lo que confirma la idea del amplio programa de funciones de la ventana. En algunos casos, como en el estonio aken, “ventana” proviene directamente de la raíz ake, luz; y en el albano dritare de drite, los significados están en el mismo orden. Es razonable pensar que los conceptos de la función den origen al del elemento arquitectónico luz o viento, pero en algunos casos la ventana es una contracción de luz, como en el húngaro ablak, ventana, y ablaknyílás, luz. En rumano, luz y ventana emplean el mismo término, fereastra, muy próximo al latín fenetre”.

3. Antonio de Sangallo el Joven y Miguel Ángel Buonaroti. Palacio Farnesio, Roma (1514-1589).

Se confirma, pues, a partir de las diversas raíces lingüísticas mostradas “el amplio programa de funciones que acompaña a la ventana”, al cual habría que añadir otros compromisos que surgieron en su proceso evolutivo cuando dejó de ser simplemente una perforación (o vano) en un muro (o pared): la importancia de atender las variables climáticas (penetración del agua desde el exterior y protección de la incidencia directa del sol, por ejemplo) y, como consecuencia, el contar con un cerramiento que junto su mecanismo de soporte no impida que la luz y el aire se hagan presentes en el interior de la estancia a la que pertenece. A ello se sumaría la incorporación paulatina de elementos destinados a evitar que ese foco de contacto entre el interior y el exterior se convierta en punto vulnerable dentro de la seguridad y privacidad de la edificación que cierra. De tal manera, nos encontramos que la ventana pasó de ser simplemente un vano a convertirse en elemento arquitectónico que, ubicado en él, se encuentra conformado por un conjunto de dispositivos utilizados para cerrarlo.

4. Ocho casos estudiados por Carlos Rebolo Maderuelo en su Trabajo de Fin de Grado «La Ventana. Composición, espacio y mirada». Arriba (de izquierda a derecha): ventana tradicional, ventana apaisada, ventana muro y ventana habitable. Abajo (de izquierda a derecha): ventana por partes, ventana mirador, ventana objetivo y ventana en esquina.

De objeto estrictamente funcional la ventana también ha asumido el rol de elemento decorativo y el de garante muchas veces de la correcta proporción de la fachada a la que pertenece, abriéndose a partir de allí un amplio abanico tipológico que ha dado pie a las consabidas clasificaciones de acuerdo a la manera como se comporta el elemento fijo que las compone para obtener ventilación, al uso de la edificación o al ambiente iluminado, al énfasis dado en su diseño, a la calidad ambiental que proveen al local al que pertenecen, al material utilizado, etc.

Su rol como elemento determinante en el diseño de edificaciones en los albores del Movimiento Moderno, está ilustrado por la disputa protagonizada por Auguste Perret y su discípulo Le Corbusier durante la exposición de arte y arquitectura del Salón de Otoño, celebrada en París en 1923, en torno a si la ventana debería conservar su formato tradicional vertical, signado por el peso de la historia, postura defendida por el primero, o aceptar la novedosa propuesta apaisada planteada a partir de entonces por el segundo junto a su primo y colaborador Pierre Jeanneret como uno de los cinco puntos de la arquitectura moderna.

5. Izquierda: Auguste Perret. Edificio de viviendas de la rue Franklin (1903). Derecha: Le Corbusier. Ville Le Lac (1924)

La indagación y reflexión asociadas al diseño de ventanas que expone Carlos Rebolo Maderuelo en “La Ventana. Composición, espacio y mirada” (Trabajo de Fin de Grado presentado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid en 2018), le permite proponer tres variables en el diseño que a su vez pueden facilitar la aproximación al análisis de una obra a partir de su fenestración: Composición, en la que aparece resaltada su presencia como elemento singular o elemento repetido; Espacio, donde se destaca su condición superficial o volumétrica; y Mirada, en la que se contraponen la visión estática y la visión dinámica como consecuencia de las decisiones que se decida priorizar ligadas a sus dimensiones.

6. Ventana de una casa colonial
7. Vegas & Galia. La ventana del edificio Tabaré, San Bernardino (1955)

Con ello en mente quizás valga la pena señalar cómo el diseño de ventanas ofrece, al menos, dos momentos interesantes que nos permiten aproximarnos desde el aquí a su condición esencial. El primero apunta a la ventana de la casa colonial y el segundo a la diseñada por Galia & Vegas en 1955 para el edificio Tabaré en San Bernardino. La primera, que aparece generalmente como objeto singular constituido por poyos, cornisas, rejas y cerramientos de madera y propicia una visión si se quiere estática, cobra un valor trascendente por convertirse en un dispositivo volumétrico y ambiental que la convierten en un espacio en sí en el que colaboran para su cabal funcionamiento las partes que la constituyen. La segunda, en la que predominan el aluminio y el vidrio, caracterizada por ser repetitiva y superficial, al incorporar “el amplio programa de funciones que acompaña a la ventana” en su diseño la transforman en objeto dinámico y adaptable a las condiciones climáticas y toda una lección sobre lo que puede ser un modelo perfectamente adaptado al trópico.

Acerca del problema que el arquitecto enfrenta para diseñar ventanas nada mejor que lo expresado en su momento por Eduardo Soto de Moura cuando se le presentó la ocasión de diseñar la Casa do Cinema en Oporto (1998-2003), convirtiéndose ello en detonante y tema del propio edificio: «Tenía que superar la dificultad y diseñar ventanas, la cosa más difícil de hacer en arquitectura. Hay pocos arquitectos que sepan hacer ventanas muy bien, con honestidad. De hecho, se hacen tantos muros de vidrio, entre otras cosas, porque no se sabe hacer ventanas».

8. Eduardo Soto de Moura. Casa do Cinema en Oporto (1998-2003)

Y es justamente la reflexión de Soto de Moura la que nos da pie para mencionar cómo la empresa Unifedo, aunque con la romanilla brazil apunta a ofrecer un elemento utilizable en el ámbito residencial (formando parte de lo que se conocía como «ventanas macuto»), se convirtió sobre todo en el “cómplice” de aquellos que ven en el diseño de muros de vidrio la panacea para envolver un edificio de oficinas.

9. Carlos Gómez de Llarena y Manuel Fuentes. Torre Europa (1971)

Unifedo, empresa que a comienzos de los años 1970 sólo elaboraba ventanas basculantes, con doble vidrio y persianas incorporadas (que aparecen en el anuncio de la postal como «ventana aislante») , dando con ello buenas señales de consideración de las condiciones climáticas del país, empezó a darse a conocer cuando su producto se incorporó como parte del primer courtain wall (o muro cortina) realizado por Carlos Gómez de Llarena y Manuel Fuentes para la elegante fachada de la Torre Europa (1971), compuesta por módulos que tienen una parte fija con doble vidrio abajo y arriba las mencionadas ventanas basculantes.

10. De izquierda a derecha: Centro Financiero Latino, Edificio Sede Grupo Unión y Edificio Administrativo CVG Venalum.

Luego seguirán la senda abierta por la obra que obtuvo el Premio Nacional de Arquitectura en 1976, en cuanto a recurrir a Unifedo como suplidor, otros seis edificios en Caracas y dos en el interior del país entre los que resaltan el Centro Financiero Latino (1978, José Ramón Iranzo y Martín Rieber), el Edificio Sede Grupo Unión (1988, Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf) y el Edificio Administrativo CVG Venalum, ubicado en la Zona Industrial de Matanzas, estado Bolívar (1992, Marshall y Asociados, C.A. con Azier Atela como coordinador del proyecto).

11. Arriba (de izquierda a derecha): Edificio Administrativo Trolebús, Centro Ciudad Center y Centro Financiero Madrid. Abajo (de izquierda a derecha): Torre Premium, Torre Xpress y Torre Centro Boleíta.

Desde entonces, Unifedo se convirtió en el principal proveedor de fachadas tipo curtain wall y componentes de aluminio que empezaron a proliferar en el paisaje urbano de Caracas y otras ciudades recubriendo numerosos edificios de oficinas, cuyos diseños fueron dejando de lado paulatinamente el uso de la ventana con doble vidrio y persianas incorporadas, para ofrecer sólo elementos basculantes que podían abrirse cuando aparecieran problemas con el aire acondicionado usado como principal recurso de ventilación. Se obtenían así elementos continuos caracterizados por la repetición que garantizaban una visión panorámica (dinámica) y una iluminación intensa que se empezaba a controlar junto a la radiación solar con la polarización de los cristales planos utilizados. Dentro de esta saga convendría destacar: el Edificio Administrativo Trolebús, Mérida (2005, Robero Ameneiro. Grupo AM), el Centro Ciudad Center (2008, Enrique Feldman), el Centro Financiero Madrid (2012, Enrique Feldman), la Torre Premium (2013, Fuentes/Mas Lara Arquitectos), la Torre Xpress. (2013, Roberto Lampo) y la Torre Centro Boleíta. (2014, Carlos Agell con la colaboración de Miguel De Vincenzo).

12. Arriba: Torre América. Abajo: Torre Bellas Artes.

Notable excepción que confirma la regla será la experiencia llevada a cabo por Gómez de Llarena y Benacerraf para el diseño de la fachada de la Torre América (1978) replicada casi al unísono en la Torre Bellas Artes. Partiendo de una nueva tipología estructural y constructiva de la cual la fachada realizada en concreto era componente fundamental, allí los arquitectos utilizaron para las ventanas que se diseñaron como perforaciones en la sólida envolvente, una serie de piezas modulares prefabricadas en fibra de vidrio color amarillo (dentro de las cuales se colocaron las ventanas aislantes Unifedo de doble hoja de vidrio con persiana en el centro), que funcionan en el interior como un equipamiento, como muebles que enriquecen los espacios de las oficinas. Así, este experimento que apela a la visión enmarcada (estática) como esencia de su relación interior-exterior, podría considerarse como un tercer caso a los mencionados con relación a la adaptabilidad a las condiciones del medio local que no recurren al brise-soleil como dispositivo auxiliar.

13. Dibujos de María Elena Hernández que recogen la síntesis explicativa de los tres tipos de ventana por ella establecidos y estudiados.

La ventana, tema atractivo donde los haya, inspiradora de los más variados arrebatos poéticos, ha sido estudiada por María Elena Hernández en su Trabajo Final de Grado “La ventana en la arquitectura residencial caraqueña: Aproximación a la comprensión de la relación interior exterior en edificaciones residenciales multifamiliares”, presentado en 2012 dentro de la Maestría en Diseño Arquitectónico (accesible en https://www.academia.edu/22455956/La_ventana_en_la_arquitectura_residencial_caraque%C3%B1a), que sin duda es una referencia a ser consultada con respecto al tema que hoy nos ha ocupado.

Unifedo, hasta donde sabemos aún opera en Los Palos Grandes. 9ª Transversal, entre 4ª y 5ª Avenida, Caracas, en una quinta que lleva su nombre. Sin embargo, las últimas imágenes publicitarias montadas en sus páginas de facebook e instagram datan del año 2020.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. Revista Espacio, nº 3, 1988

1 y 2. Ricardo Merí de la Maza. “Sobre los nombres de las cosas: variaciones en torno al tema de la ventana” (2015) (https://www.researchgate.net/publication/316877172_Sobre_los_nombres_de_las_cosas_variaciones_en_torno_al_tema_de_la_ventana_Leccion_inaugural_CEU_UCH_2015-16)

3. Wikipedia. Palacio Farnesio (https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_Farnesio)

4. Carlos Rebolo Maderuelo. “La Ventana. Composición, espacio y mirada” (2018) (https://oa.upm.es/51363/)

5. HASXX_teoría (http://hasxx.blogspot.com/2012/03/casa-de-la-rue-franklin-n-25-bis.html); y dezeen (https://www.dezeen.com/2016/08/16/le-corbusier-villa-le-lac-switzerland-lakeside-home-parents-unesco-world-heritage/)

6. María Elena Hernández. «La ventana caraqueña, una relación interior/exterior en edificaciones residenciales multifamiliares», Trienal de Investigación FAU, 2014 (http://trienal.fau.ucv.ve/2014/cd/PDF/tpa/TPA-16.pdf); y Ventana colonial, El Hatillo, Venezuela (https://www.pinterest.com/pin/511440101438537532/)

7. Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2014/08/12/1955%E2%80%A2-edificio-tabare/); Materiales AMV (https://www.tumblr.com/materialesamv/90154058274/edificio-tabar%C3%A9-san-bernardino-caracas); y Tabaré. Vegas & Galia (https://es.scribd.com/doc/249363290/Tabare)

8. Arquitectura Viva. Eduardo Soto de Moura. Casa do Cinema Manoel de Oliveira, Oporto (https://arquitecturaviva.com/obras/casa-do-cinema-manoel-de-oliveira)

9. Carlos Gómez de Llarena Arquitecto. Torre Europa (http://carlosgomezdellarena.blogspot.com/2010/10/torre-europa-1971_12.html)

10. Arquitectura Venezuela. Centro Financiero Latino (https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/centro-financiero-latinofue-inaugurado-en-el-a%C3%B1o-1978-en-la-avenida-urdaneta-de-/1691653877716617/); Caracas del valle al mar.Guía de arquitectura y paisaje. Edificio Sede Grupo Unión (http://guiaccs.com/obras/edificio-sede-grupo-union-hoy-edificio-gubernamental-para-ministerios/) ; y Arquitectura Venezuela. Edificio Corporativo CVG Venalum (https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/posts/edificio-corporativo-cvg-venalumen-el-a%C3%B1o-1992-se-concluye-la-nueva-sede-corpora/2494374174111246/); Arquitectura Venezuela. Torre Xpress (https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/a.1688228341392504/1691669467715058/?type=3); y Intelectra. Torre Centro Boleíta (https://www.intelectra.com/torre-centro-boleita/)

11. Arquitectura Venezuela. Centro Operativo y administrativo del sistema Trolebús de Mérida (https://www.facebook.com/Arquitecturavzl/photos/a.1688228341392504/2003191679896167/?paipv=0&eav=AfbraARRlO_5ySkIf4cwOli6OwDzk_UVy-3i18f1nNF6aubS1GQhMM4qp22r457cMjE&_rdr); Enrique Feldman Arquitecto. Ciudad Center (https://enriquefeldman.com/blog/ciudad-center/); Enrique Feldman Arquitecto. Centro Financiero Madrid (https://enriquefeldman.com/blog/madrid/); Unifedo. Torre Premium (https://www.facebook.com/UnifedoVenezuela/photos/pb.100076415768151.-2207520000/132157431611551/?type=3&locale=es_LA);

12. Hannia Gómez. Desde la memoria urbana (http://hanniagomez.blogspot.com/2016/04/); Colección Crono Arquitectura Venezuela (https://fundaayc.com/2013/11/16/1979%e2%80%a2-torre-america/); Mercadolibre.com (https://listado.mercadolibre.com.ve/inmuebles/oficina-en-venta-torre-america-caracas); Elsa Watkins. Inspiración (https://www.pinterest.com.mx/pin/33-imgenes-de-caracas-que-te-garantizan-un-placentero-paseo-arquitectnico–363384263661667995/); Torre Bellas Artes (https://www.pinterest.com.mx/pin/33-imgenes-de-caracas-que-te-garantizan-un-placentero-paseo-arquitectnico–619948704944880239/); y Evefilms. Torre Bellas Artes (https://twitter.com/Evefilms/status/1362412043735810049)

13. María Elena Hernández. «La ventana caraqueña, una relación interior/exterior en edificaciones residenciales multifamiliares», Trienal de Investigación FAU, 2014 (http://trienal.fau.ucv.ve/2014/cd/PDF/tpa/TPA-16.pdf)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 148

El edificio Santa María, ubicado en la avenida México, Caracas, proyectado por el arquitecto de origen alemán Klaus Heufer (1923) con la participación del joven venezolano Francisco Pimentel para la firma Arquitectos Asociados (recién fundada en sociedad con Klaus Peter Jebens), constituye una de las obras en las que de manera temprana se utiliza en Venezuela un elemento que permitirá a lo largo del mundo generalizar los códigos del Estilo Internacional, tanto en edificios de oficinas como institucionales: el “curtain wall” cuya traducción al español es “muro cortina”.

La foto que ilustra nuestra postal del día de hoy da cuenta de la elegante presencia de esta correcta edificación en fechas recientes a su puesta en servicio y de la absoluta limpieza con que es tratada su volumetría, integrada por un cuerpo bajo y una torre, donde de esta última resalta la cuidadosa modulación de su fachada sur, impecablemente resuelta con una piel vidriada de diferentes tonos, sostenida por perfiles de aluminio e independiente de la estructura, contenida entre los muros laterales ciegos que la delimitan y dan respuesta a las orientaciones este y oeste. Esta manera de mostrarse al exterior recuerda sin lugar a dudas referentes tales como la Lever House (1952) de Gordon Bunshaft trabajando para Skidmore, Owings & Merril y el Seagram Building (1958) de Mies van der Rohe ambos en Nueva York, pioneros en la utilización de este recubrimiento que empezó a darle a las fachadas un acento característico.

Ya antes en Caracas, con la realización de la Torre Polar (1953) de Vegas & Galia Arquitectos Asociados, el “curtain wall” hizo por primera vez su aparición recubriendo por igual los cuatro frentes de un edificio a todas luces emblemático que buscaba, dada su localización, impactar y constituirse en símbolo recogiendo la tradición de los rascacielos newyorkinos. Esta atrevida y polémica decisión de tratar indiscriminadamente las cuatro fachadas de la edificación con un material de comportamiento uniforme ante el asoleamiento, se enfrentó provocadoramente a las enseñanzas que con relación a las consideraciones climáticas había ido mostrando Carlos Raúl Villanueva en el desarrollo de la Ciudad Universitaria de Caracas y los mismos Vegas & Galia a través de su propia obra temprana.

1. Izquierda: Lever House, Park Avenue, New York. Skidmore, Owigs & Merril, 1952. Derecha: aviso publicitario de la empresa que realizó el revestimiento del Edificio Polar de Vegas & Galia (c.1954)

Sin que nos conste que en el caso del edificio Santa María haya sido así, vale la pena recordar que para resolver el cerramiento definitivo del Polar, Vegas & Galia, cuando la estructura ya estaba concluida y se disponían realizar las fachadas según el proyecto original (a semejanza del edificio El Municipal), convocaron a representantes y vendedores de los cristales Saint-Gobain (ofrecidos como aislantes y absorbentes de la radiación solar) y de ACO, S.A. distribuidores y también representantes de la compañía norteamericana ALCOA (Aluminum Company of America), quienes les ofrecieron utilizar sus productos, siendo estos últimos con quienes finalmente se concluyó la obra no sin antes tener que sortear importantes inconvenientes técnicos tanto de instalación como de filtración del agua cuando llovía. De esta manera, entre 1953 (cuando se termina el Polar) y 1959 (fecha de apertura del Santa María), aunque tímidamente varios edificios asumieron esta manera de envolverse que daba protagonismo a la superficie vidriada (Centro Comercial del Este -1953- de Diego Carbonell, Cámara de Comercio de Caracas -1954- de Julio Volante, Edificio de Radio Continente -1956-, Edificio del Rectorado del Colegio San Ignacio de Loyola -1958- de Erasmo Calvani y Juan Capdevila Elías y Palacio Municipal de Maracaibo -1959- de Miguel Casas Armengol, por citar algunos), ninguno lo hará con la maestría y contundencia con que Heufer la maneja, para lo cual debe haber contado con la asesoría de los proveedores de productos importados de los Estados Unidos tal y como lo hicieran Vegas & Galia en su momento.

En adelante, proliferará el uso del “curtain wall” en Caracas, desatando, como lo hiciera el edificio Polar, una encendida discusión acerca de su conveniencia y adecuación en climas tropicales (traducida a los tiempos actuales en “sostenibilidad”), más allá del recato con que durante un buen tiempo los proyectistas lo usaban destinándolo a las fachadas norte y/o sur, hasta que se liberaron de tal condición a medida que se lograban, sin conseguirlo del todo, mejoras en los índices de polarización de los cristales.

Por otra parte, no estaría de más recordar que Klaus Heufer, formado como arquitecto en la Universidad Tecnológica de Braunschweig (la más antigua universidad tecnológica de Alemania), de donde egresa en 1950 bajo la tutoría del profesor Friedrich Wilhelm Krämer, viene a Venezuela en 1952 para incorporarse junto a su compañero de estudios Friedrich Beckhoff a la oficina Malaussena & Silveira, donde desde hacía ya un año trabajaba Klaus Peter Jebens también condiscípulo de ellos. Casi de inmediato comienza su participación en los proyectos para el Círculo de las Fuerzas Armadas y los hoteles Guaicamacuto y Maracay de la CONAHOTU, apareciendo la utilización del “muro cortina” de forma clara tanto en este último como en el Salón Venezuela del club militar lo que le permite a la firma, junto a otros atributos propios de un enfoque diferente desde lo proyectual, dar un giro hacia el uso de códigos modernos que se sumarán a los de corte académico que Luis Malaussena manejaba con maestría.

2. Klaus Heufer. Quinta Loma Baja, 1960. Arriba: vista exterior. Abajo: vista interior

Radicado definitivamente en Venezuela, independizado de la oficina de Malaussena & Silveira, Heufer desarrolla en su firma Arquitectos Asociados una prolífica carrera profesional de más de 30 años donde se realizaron aproximadamente 150 proyectos y anteproyectos arquitectónicos, de entre los cuales han quedado piezas memorables, mostrando en ellas un claro interés por la perfección en los detalles acompañada de la impecable utilización de materiales y acabados los cuales siempre pone a prueba antes de decidir su incorporación a un proyecto. Desde muy joven Heufer mostró una gran habilidad para el dibujo y de su formación junto a Krämer aprendió a integrar la madera en sus propuestas de acuerdo con las prácticas y modos de uso de la arquitectura escandinava, de la cual también absorbió, tras su pasantía por Malmö, Suecia, la importancia de incorporar el diseño del mobiliario integrado a los ambientes. Su aclimatación a nuestro país pasó del primer impacto producido por la luz, el color y la exuberancia vegetal de Caracas a la asimilación paulatina de valores y elementos locales como el patio, el corredor y el alero, que le permitieron hacer una verdadera exploración en torno a la arquitectura doméstica de donde destaca su integración al medio ambiente, la continuidad espacial entre el interior y el exterior y el combinado equilibrio entre lo tradicional y lo moderno.

3. Klaus Heufer el dia en que cumplía 87 años, en el patio de su casa de Los Palos Grandes

Sobre la obra de Heufer, Alonso Ayala publicó La arquitectura interior y exterior de Klaus Heufer (Armitano Editores, 2005) y en un tono más personal, con motivo de la celebración de sus 90 años, Lorenzo Davalos le dedicó un hermoso reportaje en su blog caracas 10N, 67W titulado “Klaus Heufer y su persistente pasión por los detalles”, aparecido el 27 de agosto de 2013 (https://caracas1067.wordpress.com/2013/08/27/la-persistente-pasion-por-los-detalles-de-klaus-heufer-1/), que vale la pena consultar.

4. Vista de una sala de la exposición Klaus Heufer Arquitecto. Arqueología de la modernidad. Centro Cultural BOD. 2014
5. Poster de la exposición Klaus Heufer Arquitecto. Arqueología de la modernidad. Centro Cultural BOD. 2014

Sin embargo, el mayor reconocimiento a su trayectoria como arquitecto clave para entender la modernidad venezolana se le rindió en 2014, cuando bajo la curaduría de Rafael Pereira, se montó en los espacios del Centro Cultural B.O.D., La Castellana, Caracas, la exposición “KLAUS HEUFER, Arquitecto: Arqueología de la modernidad” donde se pudieron apreciar maquetas, planos originales, fotografías y documentos personales del arquitecto, “a partir de los vestigios documentales rescatados, de sus edificaciones de mayor significación para nuestro acervo arquitectónico» simulando una «labor arqueológica”, como dirá el propio Pereira.

6. Izquierda arriba y abajo: Edificio Santa María en fechas próximas a su inauguración en 1959. Derecha arriba y abajo: Edificio Santa María en la actualidad

Hoy, diluido entre la vorágine del centro de la ciudad, intervenido sin compasión alguna (coloreando artificialmente su fachada, pintando de rojo el mármol verde alpi y otras superficies, añadiéndole grafismos fuera de tono y clausurando su zona comercial en planta baja), desvirtuado en cuanto a la sobriedad de su planteamiento original a favor de una visión populista de la cultura (cuyo ministerio hoy alberga), el edificio Santa María resiste al igual que toda una sociedad a la espera de la llegada de tiempos mejores.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 6. https://entrerayas.com/2018/06/edificio-santa-maria-abusiva-intervencion/

1 izquierda. https://www.som.com/projects/lever_house

1 derecha. Revista CIV, nº 217, abril 1954

2. https://coleccioncisneros.org/es/editorial/cite-site-sights/la-villa-moderna-en-caracas

3.https://caracas1067.wordpress.com/2013/08/27/la-persistente-pasion-por-los-detalles-de-klaus-heufer-1/

4. https://twitter.com/ZonArquitectur/status/754720717904744448/photo/1

5. https://traficovisual.com/2014/07/23/exposicion-klaus-heufer-arqueologia-de-la-modernidad/

1954• Sobre la envolvente del edificio Polar

Envolvente edificio Polar.jpg

1954•  En varias ocasiones escuché a los arquitectos José Miguel Galia y Martín Vegas afirmar que teniendo listo, “permisado” y ya en construcción el proyecto del Edificio Polar y el Teatro del Este (diseñado teniendo como referencia el Edificio Municipal, primer proyecto de Vegas & Galia Arquitectos Asociados, completado en 1951), recibieron en su oficina a representantes y vendedores de los cristales Saint-Gobain (ofrecidos como aislantes y absorbentes de la radiación solar) y de ACO, S.A. distribuidores y también representantes de la compañía norteamericana ALCOA (Aluminum Company of America), quienes les ofrecieron utilizar sus productos para cubrir la fachada del Edificio Polar, complementándose entre ellos para ser empleados como «muro cortina” o “curtain wall».
Los jóvenes arquitectos encontraron atractiva la propuesta y modificaron las cuatro fachadas de la torre, para incorporar el nuevo sistema, produciendo el primer edificio en Venezuela revestido con vidrio y láminas ornamentales de aluminio.
Al respecto el arquitecto y crítico de la arquitectura, profesor Alberto Sato, escribió en su libro GALIA arquitecto (Ediciones Instituto de Urbanismo, FAU UCV, 2002) lo siguiente: «Introdujeron la modificación con las cuatro fachadas acristaladas y la imagen de la torre resultó más radical que las de Nueva York, porque ninguna de las dos famosas torres norteamericanas de esos años –el Seagram y la Lever House- se habían resuelto de esta manera».
Al Dr. Galia le agradaba completar esta historia con una anécdota. Contaba que teniendo la oficina de Vegas & Galia en el recién inaugurado Edificio Polar, un día en el cual hubo una torrencial lluvia tropical, recibió una llamada telefónica de Tomás Sanabria, vecino, quien también había traslado su oficina al edificio. Tomás le dice, «José Miguel, está lloviendo afuera y adentro, en nuestra oficina», a lo que le responde Galia, «Tranquilo. Aquí también».
La utilización del sistema «muro cortina” o “curtain wall» era para ese momento aún una tecnología novedosa y aquí en nuestro país no se controlaba su colocación técnica a la perfección. Sato afirma al respecto: «La estructura de concreto de la torre ya se había ejecutado de acuerdo con el proyecto original, pero la voluntad de cambio y el desafío tecnológico fue un verdadero estímulo para los arquitectos. En efecto, sobre esta estructura se habría de aplicar un muro cortina de cristal, aluminio y acero que obligó al diseño de muchos detalles para adecuar piezas con los materiales disponibles en el mercado, que exigía adaptar las tolerancias del concreto armado respecto de las piezas metálicas. La aplicación de láminas de acero sobre los bordes de las placas permitió absorber las diferencias y dar una retícula homogénea a las fachadas».

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Envolvente edificio Polar 2.jpg1954•  Edificio Polar, Plaza Venezuela. Vegas y Galia Arquitectos Asociados. Técnica Constructora C.A. (A. Rodriguez L. Pietri y E. Pardo Morales).

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1954•  Publicidad Técnica Constructora C.A. Edificio Polar, en la Revista CIV 217. abril 1954.

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1954•  Publicidad de ALCOA, Edif Polar. En la Revista CIV.
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1958• Edificio del Rectorado del Colegio San Ignacio de Loyola

Edificio del Rectorado del Colegio San Ignacio.jpg

1958•  Se concluye la construcción del Edificio del Rectorado o Administrativo del Colegio San Ignacio de Loyola, ubicado en Chacao, Caracas, proyectado por los arquitectos Erasmo Calvani y Juan Capdevila Elías.
El edificio, que fue construido como remate de la vía de acceso desde Chacao al colegio, tiene una planta baja con la recepción y un paso a las demás dependencias que contiene, dos pisos para oficinas, espacio para profesores y sala de reuniones.
Las fachadas norte y sur fueron resueltas con muros pantalla o «curtain wall» fabricados con marcos de aluminio y cristal, opacos en su parte baja y dispuestos con un ritmo que alarga verticalmente la lectura del volumen.

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1959• Se inaugura el Palacio Municipal de Maracaibo

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1959•  Se inaugura el Palacio Municipal de Maracaibo, ubicado al final de la Avenida 4 con Calle Obipo Lasso, frente a la Plaza Bolívar, Maracaibo, estado Zulia, diseñado por el arquitecto Miguel Casas Armengol y construido por la firma Ingenieros Contratistas C.A. (ingenieros Luis Raúl Fossi y Pablo Villafañe), a un costo de 3.500.000 bolívares.
El edificio tiene la planta baja libre y abierta, 6 pisos, terraza y sótano. Dos de las fachadas fueron construidas utilizando muros cortina o «curtain wall». La terraza fue cubierta parcialmente con un techo en ala de gaviota.
La construcción de la edificación había sido iniciada en 1957 durante la administración de Jorge Villasmil Barrios, presidente de la Municipalidad de Maracaibo, utilizándose el terreno donde estuvo la antigua Casa Consistorial, la casa que pertenecía al general Linares y el viejo Hotel Europa.

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