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VALE LA PENA LEER

Libros

La modernidad «otra»

Wilson, Frampton, Linazasoro

Luis Fernández-Galiano

22/04/2022

Tomado de arquitecturaviva.com

La aparición simultánea en 2021 de sendas traducciones de Colin St John Wilson y Kenneth Frampton sobre modernidades disidentes anima a revisar los cánones arquitectónicos del siglo pasado, y el libro de la misma fecha de José Ignacio Linazasoro lleva la revisión un paso más allá, proponiéndose como una genuina ‘respuesta antimoderna’. La obra de Wilson, The Other Tradition of Modern Architecture: The Uncompleted Project, se publicó originalmente en 1995, y la versión castellana añade a la edición de 2007 un prólogo y un epílogo que ponen en contexto el vibrante alegato del arquitecto británico; el libro de Frampton, por su parte, vio la luz inicialmente en italiano en 2015 como L’altro Movimento Moderno, y la versión inglesa aparecida ahora añade un subtítulo (‘Architecture, 1920-1970’) que acota el ámbito temporal de los 18 ensayos sobre figuras menos reconocidas que ha redactado el eminente historiador. Ambos volúmenes se proponen rescatar ‘la otra modernidad’, pero lo hacen desde presupuestos diferentes, porque si el de Wilson es un texto de combate, dedicado a ‘los miembros de la resistencia’ y centrado en esclarecer ‘lo que salió mal’ desde los primeros compases del Movimiento Moderno, el de Frampton es un compendio informativo y analítico que presenta a cada una de las figuras elegidas con una síntesis biográfica y el comentario de un edificio representativo. Por su parte, la obra actual de Linazasoro, La arquitectura del contexto, se presenta como una genuina enmienda a la totalidad; su conjunto de textos recorre de forma impresionista la arquitectura del siglo XX glosando obras y autores que juzga críticos con la modernidad, pero su nómina de personajes no es al cabo tan diferente de la que resulta de la lectura de los británicos.

Un manifiesto airado

La trayectoria de ‘Sandy’ Wilson (1922-2007) es inseparable de su dedicación durante tres décadas al colosal y malhadado proyecto de la nueva Biblioteca Británica —descrita por él como «mi guerra de los Treinta Años»—, pero es posible que sea recordado bajo una luz más amable por este libro desafiante y polémico, publicado unos años después de jubilarse de su cátedra en la Universidad de Cambridge, y que constituye un genuino testamento intelectual. A su juicio, la modernidad descarriló en 1928, cuando Le Corbusier y Sigfried Giedeon impusieron su dictadura ideológica y formal en la primera reunión de los CIAM en La Sarraz. «La ‘Mano abierta’ —escribe— siempre estaba lista para convertirse en un puño cerrado». El pionero de la ‘resistencia’ sería entonces Hugo Häring, pero a la larga su miembro más destacado sería Alvar Aalto, cuyo discurso en el RIBA en 1957 abrió los ojos a Wilson acerca del extravío sufrido por una modernidad que no cumplía su promesa. Estos dos maestros son referencias esenciales del libro, conjuntamente con Hans Scharoun y Eileen Gray, además de Erik Gunnar Asplund, Sigurd Lewerentz, Ernst May o Jan Duiker, al igual que su contemporáneo Giancarlo de Carlo, y varios de ellos se enfrentan polémicamente a Mies van der Rohe, Walter Gropius, Arne Jacobsen o Le Corbusier en las comparaciones de proyectos de ayuntamiento, galería de arte, residencia de estudiantes y casa que cierran el volumen: unos estudios de casos en los que la modernidad ortodoxa sale malparada, y donde ejemplos como la E-1027 de Gray sirven para evitar la asociación de esta otra tradición con el expresionismo o el organicismo.

Historia expandida

Algunos de estos arquitectos —Gray, Lewerentz o Duiker— figuran igualmente en la selección de Frampton, guiada también por la reflexión del filósofo Jürgen Habermas sobre la modernidad como un proyecto inacabado, pero donde los criterios esenciales han sido «la relativa marginalidad de cada protagonista» y «el grado en que ha contribuido a producir una nueva tipología». Desde luego, la marginalidad de personajes como Rudolf Schindler, Erich Mendelsohn, Arne Jacobsen o Richard Neutra es solo relativa, y es más sencillo hallarla en arquitectos como el belga Louis Herman De Koninck, el británico Evan Owen Williams, el checo de origen austriaco Jaromír Krejcar —cuyo pabellón en París de 1937 se reproduce en cubierta—, el danés Vilhelm Lauritzen o los suizos Werner Moser y Max Ernst Haefeli, pero todos ellos realizaron aportaciones de singular importancia, y la documentación que el volumen reúne ayudará a perfilar su presencia en las historias del siglo. Frampton sitúa el origen de la ‘otra’ modernidad, opuesta al funcionalismo doctrinario de entreguerras, en el coloquio de Darmstadt en 1951, donde se presentaron una escuela proyectada por Scharoun para esa ciudad y la mítica tesis de Martin Heidegger Bauen Wohnen Denken. La idea de una modernidad alternativa volvería a proponerse en otros términos en la Bienal veneciana de 1980 bajo la rúbrica ‘La presencia del pasado’, una posmodernidad populista contestada en 1982 por la exposición en Múnich ‘Die andere Tradition’ —inaugurada con un discurso de Habermas donde reiteraba su convicción sobre la naturaleza inacabada de la modernidad—, y en 1985 por la muestra ‘Die andere Moderne’, dedicada a la obra del suizo Otto Rudolf Salvisberg, antecedentes ambas del libro de Wilson en 1995 y el de Frampton en 2015, que por cierto se cierra con Alejandro de la Sota, cuya presencia tardía se asocia al atraso de la modernización española por el impacto de la Guerra Civil. En su introducción, el historiador lamenta la ausencia de suizos alemanes como el mencionado Salvisberg o el excéntrico Karl Egender; escandinavos como el noruego Arne Korsmo y el finlandés Erik Bryggmann; griegos como Patroklos Karantinòs, Dimitris Pikionis, Aris Konstantinidis o Takis Zenetos; e italianos como Luigi Moretti, Eugenio Montuori o Annibale Vitellozzi. Si a esta relación añadimos tres o cuatro figuras españolas, Kenneth Frampton —en plena forma y jubilado hace un año de la Universidad de Columbia al cumplir 90— tiene ahí material para un nuevo y formidable volumen.

Referencias personales

El profesor y arquitecto donostiarra, por último, extiende las ideas formuladas en su libro de 2013, La memoria del orden, con una multitud de ejemplos y referencias cuya selección atiende a los criterios expuestos por Antoine Compagnon en Les antimodernes, de Joseph de Maistre à Roland Barthes, una celebrada obra publicada en 2005 por el crítico literario donde los así descritos se definen como disidentes de la modernidad, pero ajenos al tradicionalismo que preconiza el retorno al pasado. Entre los antimodernos de Linazasoro está inevitablemente Heinrich Tessenow, pero también los ya citados Asplund, Aalto, Pikionis o Lewerentz, además de sus admirados Has van der Laan, Rudolf Schwarz y Hans Döllgast, con su devoción italiana ilustrada por BBPR, Gardella, Moretti, Michelucci y, en una época más próxima a la nuestra, Francesco Venezia o la Tendenza de Rossi y Grassi, mientras los españoles están representados por Zuazo, Sota, García de Paredes, Moneo, Navarro Baldeweg o Peña Ganchegui. La unión de estos puntos traza una cartografía arquitectónica que es también un retrato del autor, cuya obra construida se recorre en el último capítulo como materialización de esas influencias artísticas e intelectuales, defendiendo al cabo lugares y construcciones como palimpsestos donde se superponen diferentes estratos de la memoria colectiva, y el valor de la historia como sustancia nutricia del presente: un propósito crítico que anima igualmente las obras de Sandy Wilson y de Kenneth Frampton, estableciendo una conversación muda y elocuente entre los tres volúmenes.

La otra tradición de la arquitectura moderna

El proyecto inacabado

Autor: Colin St John Wilson

Año: 2021

Editorial: Reverté

The Other Modern Movement

Architecture, 1920-1970

Autor: Kenneth Frampton

Año: 2022

Editorial: Yale University Press

La arquitectura del contexto

Una respuesta antimoderna

Autor: José Ignacio Linazasoro

Año: 2021

Editorial: Ediciones Asimétricas

ACA

VISITAS MEMORABLES

Kenneth Frampton (Woking, Reino Unido, 1930)

Hasta donde hemos podido indagar, son cinco las visitas que el reconocido historiador, crítico y arquitecto británico Kennneth Frampton ha hecho a nuestro país. La primera de ellas ocurrió en 1979 cuando el recién creado Instituto de Arquitectura Urbana (IAU), fundación sin fines de lucro constituida por 26 arquitectos de reconocida trayectoria en Venezuela, lo invitara a participar en una serie de conferencias organizadas para dar el empuje necesario a aquella asociación que en poco tiempo realizó una importante tarea como contrafaz de un desdibujado Colegio de Arquitectos.

Posteriormente, en 1981, Frampton regresa para formar parte como “consultor” en la elaboración del trabajo “Criterios de Diseño para el Casco Central de Caracas” que la Fundación Caracas (FUNDACARACAS), con el auspicio de la Gobernación del Distrito Federal le había contratado al IAU en el mes de marzo a instancias del arquitecto Francisco Pimentel, para la fecha importante funcionario de esa dependencia. Cabe acotar que para enfrentar el encargo, el IAU organizó el grupo “Ciudad de Caracas. Casco Central”, dirigido por el arquitecto Manuel Delgado Arteaga, el cual estructuró un equipo integrado por los arquitectos: Mariela Provenzali, Eva Arredondo Olivo, Maciá Pintó, Jesús Tenreiro Degwitz (asesor) y 18 calificados colaboradores, el cual, una vez entregado en el mes de julio, también ofreció como producto la publicación CIUDAD DE CARACAS/CASCO CENTRAL. Criterios de diseño urbano estructurada en nueve partes donde se explicaba el proceso seguido en la elaboración la propuesta y se mostraban los resultados. Frampton para la citada publicación elaboró el “Epílogo” resumiendo el compromiso del equipo con un enfoque muy afín a los postulados de Aldo Rossi (otro importante invitado que el IAU trajera al país) donde el diseño urbano y el “hacer ciudad” con base en la consideración del espacio público prevalecía por sobre la planificación vinculada al zonning de raigambre norteamericana, que se había impuesto con el transcurrir de los años en el desarrollo de Caracas.

1. Izquierda: Portada de la publicación CIUDAD DE CARACAS/CASCO CENTRAL. Criterios de diseño urbano (1981) donde Kenneth Frampton actuó como consultor del trabajo y elaboró el «Epílogo». Derecha: Artículo “Vanguardia, kitsch y los límites de la arquitectura” publicado en la revista PUNTO, nº 64 (1982)

En su tercera visita en noviembre de 1981 Frampton dictó una conferencia en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo titulada “Vanguardia, kitsch y los límites de la arquitectura”, cuya transcripción y traducción (hecha por Carlos Gómez de Llarena) quedó plasmada en la revista PUNTO, nº 64 (1982). Basado en la dialéctica existente entre los conceptos de kitsch y vanguardia y en la consideración de Herman Broch de que “los hombres viven al mismo tiempo en diferentes períodos de la historia”, Frampton centró su atención en la discusión entre modernidad y postmodernidad en momentos en que el debate se encontraba en plena efervescencia. También allí abría la puerta hacia temas que posteriormente desarrollará como los de la difícil relación entre cultura y civilización y el de la forma construida contra la imagen o, en otras palabras, la forma tectónica.

Para cuando Frampton, egresado en 1956 de la londinense Architectural Association, viene por primera vez a Venezuela, ya había sido editor técnico de la revista Architectural DesignAD– (1962–65), era docente en la Graduate School of Architecture, Planning and Preservation en la Universidad de Columbia, Nueva York desde 1972 (de donde hoy es profesor emérito) y había sido cofundador de la revista Oppositions (órgano de difusión del Institute for Architecture and Urban Studies -IAUS- de Nueva York del cual formó parte) que alcanzó 26 números entre septiembre de 1973 y la primavera de 1984. Justo entonces ya se encontraba seguramente en imprenta una de sus obras más influyentes Historia Crítica de la Arquitectura Moderna (Modern Architecture: A Critical History, 1980 -revisada en 1985, 1992, 2007 y 2020-), considerada como una pieza fundamental dentro de la historiografía de la arquitectura del siglo XX. Vale recordar que si algo caracterizó este importante libro fue su intención de no constituirse en un relato único y de alejarse de la preocupación por las formas y el significado de la arquitectura, patente en la incorporación en el texto de imágenes en blanco y negro y de pequeñas dimensiones. Si bien no elude del todo el análisis formal, Frampton dirige la mirada hacia el análisis de la teoría e ideología subyacente en la obra arquitectónica, enfatizando los aspectos económicos, sociales y políticos, factores externos que condicionan su producción.

También a finales de los 70 y comienzos de los 80, Frampton era uno de los pocos intelectuales de importancia que le plantó cara a quienes se ufanaban en dar por muerta a la arquitectura moderna. Como testimonio de ello Oscar Tenreiro en “Kenneth Frampton: Ochenta” (2010) aparecido en https://www.analitica.com/entretenimiento/kenneth-framton-ochenta/ rememora como en “una charla ante un grupo de estudiantes de nuestra facultad en la UCV, comenzó diciendo que el postmodernismo no era más que un tigre de papel. Y tuvo toda la razón.”

2. Dos de las obras más relevantes publicadas por Frampton. Izquierda: Historia Crítica de la Arquitectura Moderna (Modern Architecture: A Critical History), 1980 (revisada en 1985, 1992, 2007 y 2020). Derecha: Estudios sobre cultura tectónica: poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX (Studies in Tectonic Culture: The Poetics of Construction in Nineteenth and Twentieth Century Architecture), 2001

Luego Frampton vendría en otro par de ocasiones: en marzo de 1983 y agosto de 1991. Justamente en 1983 apareció su importante texto “Hacia un regionalismo crítico” (“Towards a Critical Regionalism: Six Points for an Architecture of Resistance”, publicado por primera vez en The anti-aesthetic: essays on postmodern culture, Hal Foster -ed.-, 1983), donde, usando un término que ya había sido acuñado por Alexander Tzonis y Liane Lefaivre, lanza una crítica hacia la globalización, la cultura de consumo masivo y el impacto que esto ha tenido en la arquitectura y defiende la idea de que los arquitectos deben revalorizar el contexto y tomar en cuenta el lugar, la topografía, el clima y la cultura. El escrito de Frampton, aunque se incluyó en un libro que recopilaba “ensayos sobre cultura posmoderna”, más bien apunta a ofrecerle a la modernidad una nueva oportunidad de manifestarse a partir de las interpretaciones que de ella se hicieron en culturas “periféricas”, las cueles sirvieron para darle impulso a otras interpretaciones y términos como los de “otra arquitectura” (Enrique Browne) o “modernidad apropiada” (Cristian Fernández Cox) y servir de doctrina oficial a los Seminarios de Arquitectura Latinoamericana (SAL).

En la visita que nos hiciera en el 83, Frampton, quien siempre ha sido una figura incómoda para el star system, en otra conferencia que dictó en Caracas (que Tenreiro también recuerda) “destacaba el valor referencial de arquitectos importantes de la segunda modernidad post-Kahn, como Jorn Utzon, de quien mostraba con insistencia la iglesia de Bagsvaerd, cerca de Copenhagen (1976), como ejemplo alejado de los historicismos y citas que llenaban el panorama”.

3. Dos artículos de Juan Pedro Posani relacionados con las conferencias que Frampton dictara en Venezuela durante su visita en 1991.

El viaje de Frampton en 1991, más vinculado a las gestiones de Oscar Tenreiro para que se concretara, que derivaron en un ciclo de conferencias realizadas a finales de julio y comienzos de agosto en los espacios del Banco Consolidado (luego Corp Banca y hoy BOD), La Castellana, permitieron al teórico inglés desarrollar las tesis basadas en su interpretación de los planteamientos que a finales del siglo XIX formulara Gottfied Semper vinculados al concepto de “tectónica”.  Producto de su asistencia al ciclo Juan Pedro Posani escribiría en Economía HOY dos artículos: uno el 3 de agosto titulado “Frampton hermeneuta” y otro la semana siguiente (10 de agosto) que llevó por nombre “Más Frampton” en los que establece una interesante sintonía con el historiador británico tanto en el tratamiento de los temas abordados como en su rechazo al postmodernismo y apuesta a una modernidad más arraigada alejada, sin embargo, de funcionalismos y racionalismos “obtusos”. Cercana a esta visita estaría la publicación posterior de Estudios sobre cultura tectónica: poéticas de la construcción en la arquitectura de los siglos XIX y XX (Studies in Tectonic Culture: The Poetics of Construction in Nineteenth and Twentieth Century Architecture, 2001) donde hace énfasis en la conexión entre los lenguajes de la construcción y la arquitectura.

4. Dos libros editados por Oscar Tenreiro donde se registra la participación de Frampton. En el primero como entrevistado y en el segundo elaborando la «Introducción».

La proximidad entre Tenreiro y Frampton tuvo como antecedente la entrevista que éste le realizara en Nueva York en enero de 1985 que aparece en el libro Sobre arquitectura (1990). Más tarde esa buena relación cultivada en el tiempo con la visita que Tenreiro le hiciera a Frampton en 2010 con motivo del 80 aniversario del arquitecto inglés, se ha visto reforzada en la participación de éste en el reciente libro Todo llega al mar (2019) en el que Tenreiro lo invitó a escribir un texto introductorio. También, recientemente, protagonizaron juntos la apertura oficial del curso 2020-2021 de la Escuela Técnica Superior (ETS) de Arquitectura de la Universidad de Málaga (UMA), España.

Con noventa años cumplidos (llegará a los noventa y uno el próximo 20 de noviembre), Frampton es de las pocas referencias que aún nos quedan de una generación que vivió y logró reinterpretar el rumbo de lo que fueron los postulados canónicos de la arquitectura moderna con visión crítica desmarcándose de lo que había sido la línea oficial de quienes fueron sus cronistas más reconocidos. También dejó para la posteridad la idea de que “La modernidad es un proyecto inacabado. Y más un sinónimo de progreso que del despotismo del que se la ha acusado.”

Con importantes premios y reconocimientos entre los que se encuentran el León de Oro a la Trayectoria en la Bienal de Arquitectura de Venecia (2018); el Premio a la Trayectoria del Milenium BCP de la Trienal de Lisboa (2014); el Premio Schelling de Teoría de la Arquitectura (2012); y la Medalla del Presidente de la Liga de Arquitectura de Nueva York (2005), Frampton ha afirmado que “los rascacielos no son arquitectura, sólo dinero” o “la historia se ha concentrado en las obras de los arquitectos. Es hora de reivindicar a muchas mujeres” cuando Anatxu Zabalbeascoa lo entrevistó para El País Semanal en 2017 luego de recibir el Doctorado Honoris Causa de la Universidad Politécnica de Madrid.

Allí también expresó lo siguiente: “Mi historia necesita un lector atento. Los libros sin retórica requieren más atención” y lanzó la mayor autocrítica a su libro más conocido: “Nos dejamos a una gran parte del mundo: China, India, África… La próxima reedición de mi Historia crítica de la arquitectura moderna deberá ser menos eurocéntrica (…) Que no conozcas algo no quiere decir que no exista (…) Es necesario el convencimiento de que has visto cosas que merecen ser contadas. Y la humildad para dejar claro que lo que cuentas no es nunca la historia. Es tu historia”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Modern Architecture and the Lifeworld

Essays in Honor of Kenneth Frampton

Robert McCarter & Karla Cavarra Britton

Thames & Hudson

2020

Idioma: inglés

Nota de los editores

La evolución de la arquitectura moderna se ha enredado inextricablemente en cuestiones de política, nacionalismo y medio ambiente, creando una tensión entre el contexto local y el desarrollo global que no se ha resuelto hasta el día de hoy. En este contexto, pocos escritores han ejercido tanta influencia en la teoría y la práctica arquitectónicas como Kenneth Frampton. En este volumen ilustrado, veintinueve colaboradores de todo el mundo amplifican y rinden homenaje a su escritura y pensamiento. Destinado a todos aquellos interesados ​​en el entorno construido, este libro ofrece más pruebas de cómo este erudito, humanista y maestro ha moldeado nuestra comprensión de la realidad laboral del arquitecto. La premisa de la arquitectura moderna y el mundo de la vida se basa en la comprensión de Frampton de cómo la arquitectura debe comprometerse con los imperativos tanto culturales como constructivos; y aborda estrategias para lidiar con preocupaciones contemporáneas como la identidad regional en medio de la globalización urbana y la cultura tectónica y la forma del relieve en la construcción del lugar.

ACA

NOVEDADES EDITORIALES DE AQUÍ Y DE ALLÁ

TEORÍA

Kenneth Frampton

Editorial Gustavo Gili

Colección GGperfiles

Traducción: Jorge Sainz Avia

2020

Nota de los editores

Considerado una de las figuras clave de la teoría, la historia y la crítica de la arquitectura de los últimos cuarenta años, a menudo Kenneth Frampton es identificado únicamente con su ya clásica Historia crítica de la arquitectura moderna. Sin embargo, su obra teórica va mucho más allá y se encuentra diseminada en multitud de artículos y ensayos aparecidos en distintas publicaciones. Este libro presenta una selección de tres textos publicados por Frampton alrededor de la década de 1980. En ellos redescubrimos al gran pensador inglés y algunos de los principios e ideas que han marcado su trayectoria intelectual, como la fuerte influencia que Hannah Arendt ejerció sobre su obra o la importancia que Frampton concedió desde siempre a la poética de la construcción.

Nota adicional

La arquitectura de resistencia de Kenneth Frampton

¿Cómo modernizarse y mantener los orígenes? Un libro recopila varios ensayos del crítico británico. Los seis puntos para un regionalismo crítico mantienen una vigencia que asusta

Anatxu Zubalbeascoa

Tomado de El País

18 de febrero de 2020

“Para entrar en la modernidad, ¿habrá que tirar por la borda el viejo pasado cultural que fue la razón de ser de un pueblo?”. Corría 1983 cuando Kenneth Frampton lanzó esa pregunta en su ensayo «Hacia un regionalismo crítico: seis puntos para una arquitectura de resistencia» dentro del volumen de Hal Foster The Anti-Aestheric: Essays on Post-Modern Culture (Bay Press). ¿Cuánta premonición, cuánta paradoja y cuánta vigencia hay en aquel escrito que hoy recupera la editorial Gustavo Gili?

Frampton advertía ya del temor a la universalización. Para él constituía “una especie de sutil destrucción” no solo de las culturas tradicionales, también del “núcleo ético y mítico de la humanidad”, esto es: “de las grandes civilizaciones desde las que interpretamos la vida”. Así, advertía de la llegada de una civilización de pacotilla como contrapartida irrisoria a la cultura elemental. Se refería a las máquinas tragaperras, a las mismas malas películas distribuidas por todo el planeta, a la banalidad de los nuevos materiales y a la distorsión del lenguaje en manos de la propaganda: como si la humanidad al acceder en masa a una primera cultura de consumo se hubiera detenido en masa en un nivel de subcultura. La salida para él consistía en arraigarse de nuevo y conseguir dejar paso a la racionalidad científica, técnica y política. Las tres.

Ahora que vivimos el resurgimiento del genius loci, de las culturas locales y la artesanía mientras convivimos en una especulación que no teme excluir a los ciudadanos de las ciudades para revender los centros urbanos como bienes de inversión puede resultar pertinente regresar, casi cuatro décadas después, a un texto que, apoyando la modernidad, se planteaba la posibilidad de que esta arrasara las culturas locales.

El dilema lo sembró Paul Ricoeur en 1961, ¿cómo modernizarse y volver a los orígenes? Para contestar, Frampton distinguió entre vanguardia de mundo de ensueño –el arte por el arte que serían el Art Nouveau o los dramas de Wagner– y vanguardia progresista, también liberadora y hasta reivindicativa –que sería el futurismo, por ejemplo–.

Frampton escribió que la modernidad no se podía considerar una vanguardia liberadora desde el momento en que las artes habían gravitado hacia el entretenimiento o el mercantilismo. Ya Herbert Marcuse había escrito que el progreso tecnológico puede revolucionar o retrasar la sociedad. En ese escenario tan poco ajeno a nuestros días, Frampton aconsejaba, hace 40 años, una arquitectura de retaguardia, alejada de los extremos tecnológicos o nostálgicos. Para él esa arquitectura debía ser regionalista y crítica. Es decir, resistente y capaz de proporcionar identidad. No podía servir el chovinismo y no podía surgir, en el otro polo, una nueva arquitectura sin una nueva relación entre el proyectista y el usuario. El lugar y su tradición eran clave, pero debían de ser cuestionados y no perpetuados. Ni oposición ni sumisión: reconsideración. En ese sentido, Frampton propuso la mezcla, un verdadero diálogo para revitalizar la expresión de una sociedad debilitada, una síntesis de elementos y principios procedentes de diversos sectores ideológicos. Y materiales. Una arquitectura dialogante, justo lo que ahora empezamos a ver.

Frampton recuerda que en 1954 el arquitecto Harwell Hamilton Harris distinguió entre regionalismo de restricción y regionalismo de liberación. El primero momificaba. El segundo, responde al mundo desde el lugar. Y esa fue su propuesta: partir de los lugares, el análisis del británico resulta visionario cuando describe las megalópolis. “Con la excepción de las ciudades que se trazaron antes del inicio del siglo XX, ya no somos capaces de conservar unas formas urbanas definidas”. Consideraba que el nuevo urbanismo reduce todo el planteamiento urbano a usos de suelo y logística de distribución mientras que el marco teórico guarda poca relación con la realidad. Describe, finalmente, el límite a la manera china, que también es la griega: no como el lugar donde termina algo sino como el punto donde algo comienza a ser lo que es (comienza su esencia). Por eso entiende que el límite definido construye y resiste a la megalópolis. “Los estadounidenses no necesitan plazas puesto que deberían estar en casa viendo la televisión”, apuntó Venturi. Una ciudad habla tanto de sus ciudadanos como las ventanas de los edificios solían hablar del clima. El regionalismo del lugar tiene expresión sin caer en el sentimentalismo. Y Frampton tiene vigencia casi cuatro décadas después.

ACA

LA NOTICIA DEL MES

Kenneth Frampton es anunciado ganador del León de Oro en la Bienal de Venecia 2018 por su trayectoria

Reseña basada en el texto de Niall Patrick Walsh (aparecido en http://www.labiennale.org) traducido por Mónica Arellano para Plataforma arquitectura publicado el 18 de abril de 2018

El arquitecto, historiador, crítico y académico británico Kenneth Frampton (Londres, 1930) ha sido anunciado ganador del León de Oro por Lifetime Achievement en la 16ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia convocada para esta año 2018. La decisión fue tomada por el Consejo de la Bienal presidido por Paolo Baratta como recomendación de las curadoras del evento, Yvonne Farrell y Shelley McNamara de Grafton Architects por haberse erigido a través de su trabajo como “la voz de la verdad en la promoción de los valores clave de la arquitectura y su papel en la sociedad”.
Después de haber estudiado en la Architectural Association en Londres, Frampton ha impartido clases en la Graduate School of Architecture, Planning and Preservation en la Universidad de Columbia, Nueva York desde 1972. También ha sido conferencista en varias instituciones reconocidas tales como ETH Zurich, Royal College of Art en Londres, el Instituto Berlage en Amsterdam y, últimamente, en la University of Virginia, donde ha ocupado la cátedra Thomas Jefferson. Además ha integrado el Institute for Architecture and Urban Studies (IAUS) de Nueva York y es cofundador de su revista Oppositions que alcanzó 26 números entre septiembre de 1973 y la primavera de 1984. Una de sus obras más influyentes, Historia Crítica de la Arquitectura Moderna (Modern Architecture: A Critical History, 1980), fue descrita por el presidente de la Bienal, Paulo Baratta, como un libro “que a ningún estudiante de arquitectura le resulta desconocido”. Sobre esta obra el propio Frampton declaró en 2017 el día en que fue investido doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid: «En este último tramo de mi vida he viajado mucho por China y el sudeste asiático. Mi historia sólo comprendía Japón y menos de Latinoamérica de lo que su arquitectura merece (…) Nos dejamos a una gran parte del mundo: China, India, África… La próxima reedición de mi Historia crítica de la arquitectura moderna deberá ser menos eurocéntrica”.

La contribución de Frampton a la literatura arquitectónica va más allá de la Historia Crítica de la Arquitectura Moderna. En «Hacia un regionalismo crítico» (“Towards a Critical Regionalism: Six Points for an Architecture of Resistance”, texto aparecido por primera vez en The anti-aesthetic: essays on postmodern culture, Hal Foster -ed.-, 1983), Frampton defiende la idea de que los arquitectos deben revalorizar el contexto, el lugar y la cultura. En Estudios sobre la cultura tectónica (Studies in Tectonic Culture: The Poetics of Construction in Nineteenth and Twentieth Century Architecture, 1995) hace énfasis en la conexión entre los lenguajes de la construcción y la arquitectura. En Una genealogía de la arquitectura moderna: análisis crítico comparativo de la forma construida (A Genealogy of Modern Architecture, Comparative Critical Analysis of Built Form, 2015, que tiene como inmediato precedente The evolution of 20th century architecture: a synoptic account, 2005), captura el funcionamiento interno de los proyectos arquitectónicos para hacerlos accesibles a un público más amplio. Como arquitecto, escritor y crítico, como docente e investigador, Frampton, sin duda, ha marcado, influido e inspirado a varias generaciones de estudiantes y arquitectos.

Yvonne Farrell y Shelley McNamara sugirieron el nombre de Frampton como destinatario del premio con base en los siguientes argumentos:

“A través de su trabajo, Kenneth Frampton ocupa una posición de extraordinaria inteligencia e inteligencia combinada con un sentido único de integridad. Se destaca como la voz de la verdad en la promoción de los valores clave de la arquitectura y su papel en la sociedad. Su filosofía humanista en relación con la arquitectura está incrustada en su escritura y ha defendido constantemente este componente humanista a lo largo de todos los diversos ‘movimientos’ y tendencias a menudo mal guiadas en la arquitectura en los siglos 20 y 21.

Su experiencia como arquitecto en ejercicio le ha dado una profunda comprensión del proceso de diseño y construcción de edificios. Esto lo hace a él más comprensivo y más crítico de las diversas formas de la práctica de la arquitectura. Sus valores constantes en relación con el impacto de la arquitectura en la sociedad, junto con su generosidad intelectual, lo posicionan como una presencia de importancia única en el mundo de la arquitectura”.

Baratta por su parte añadirá: “El León de Oro se convierte este año en un ‘maestro’, y en este sentido también pretende ser un reconocimiento de la importancia del enfoque crítico de la enseñanza de la arquitectura”. El galardón se otorgará a Kenneth Frampton el 26 de mayo de 2018 en Ca’ Giustinian, la sede de La Biennale di Venezia durante la inauguración del evento que estará abierto hasta el 25 de noviembre.

ACA

1981• Se hace entrega del trabajo «Criterios de Diseño para el Casco Central de Caracas»

Criterios de Diseño para el Casco Central de Caracas.jpg

1981•  En el mes de julio integrantes del Instituto de Arquitectura Urbana y de FUNDACARACAS hacen entrega a Luciano Valero, Gobernador del Distrito Federal, el trabajo «Criterios de Diseño para el Casco Central de Caracas».
Dicho trabajo había sido contratado por la Fundación Caracas (FUNDACARACAS), con el auspicio de la Gobernación del Distrito Federal al Instituto de Arquitectura Urbana (IAU) en el mes de marzo de 1981.
Para ello el IAU organizó el grupo «Ciudad de Caracas. Casco Central», dirigido por el arquitecto Manuel Delgado Arteaga, el cual estructuró un equipo de trabajo integrado por los arquitectos: Mariela Provenzali, Eva Arredondo Olivo, Maciá Pintó, Jesús Tenreiro Degwitz (asesor), Kenneth Frampton (consultor) y un grupo de 18 calificados colaboradores.
El trabajo entregado fue acompañado por una publicación que tuvo un Prefacio de Francisco Pimentel y un Prólogo de Jesús Tenreiro D.
Estaba estructurado en nueve partes: 1. Propósito del estudio (a modo de introducción); 2. Consideraciones de Orden Metodológico; 3. Análisis Histórico; 4. Análisis Morfológico y Tipológico; 5. Análisis Espacial; 6. La Proposición; 7. Intervenciones específicas por parte de los Organismos del Estado (en donde se detallaban aquellas que deberían realizarse en Quinta Crespo, el Foro Libertador, el Centro Simón Bolívar y otras renovaciones urbanas menores a ser ejecutadas en el Casco Central); 8. Estudio preliminar acerca de la Zonificación; y 9. un Epílogo preparado por Kenneth Frampton.

HVH