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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 432

Empresas Polar, el consorcio privado más importante de Venezuela, es hoy en día, como se revela en Wikipedia, “una corporación industrial … cuyas actividades productivas abarcan los sectores de alimentos, bebidas alcohólicas, gaseosas y productos de consumo masivo bajo sus filiales Alimentos Polar, Cervecería Polar, y Pepsi-Cola Venezuela”.

Sus inicios se remontan a mediados de los años 1930 del siglo XX cuando, tras la muerte de Juan Vicente Gómez, “el joven abogado caraqueño Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury (1897-1969) se hizo socio principal de la empresa familiar ‘Mendoza y Compañía’, que inicialmente fabricaba velas y jabones” y luego “tuvo la idea de establecer una compañía cervecera junto a Rafael Luján y Karl Eggers”, la cual inició sus labores el 14 de marzo de 1941 bajo la denominación de Cervecería Polar C.A., “con capital totalmente venezolano”, en una pequeña planta localizada en Antímano, al oeste de Caracas, cuya capacidad instalada era de 30 mil litros mensuales.

1. Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury (1897-1969) y la primera planta cervecera de Polar ubicada en Antímano (1941).

En 1943 con la incorporación a la empresa del joven maestro cervecero judío checoslovaco Carlos Roubicek (1916-2004), la empresa decidió “cambiar la fórmula de la cerveza producida por la planta, basándose en los gustos del público de entonces, lo que, junto a la publicidad adecuada la llevó rápidamente a convertirse en un producto popular”. En aquel entonces contaba “con 50 trabajadores, y debió enfrentar la competencia de otras 14 marcas, lo que fue sorteado tanto con la calidad del producto como un equipo humano de ventas”.

2. De izquierda a derecha: Lorenzo Alejandro Mendoza Fleury, Juan Lorenzo Mendoza Quintero, Lorenzo Alejandro Mendoza Quintero y Carlos Roubicek.
3. Camión y flota de Polar en Antímano (c.1950)

Así, en 1950 surge bajo la supervisión de Juan Lorenzo Mendoza Quintero, hijo de Mendoza Fleury, la primera compañía comercializadora de los productos de Cervecería Polar que se caracterizó por implementar una agresiva campaña de publicidad y promoción que hizo historia en el mercadeo local por “la forma como el  inconfundible ‘oso’ invadió visualmente las paredes hasta del último bar de esquina del país”, desarrollándose “el sistema de distribución más completo que se haya instalado en Venezuela”, como se señala en “La historia de Empresas Polar y el origen de la fortuna de Lorenzo Mendoza”, texto publicado en la página web Economía en Crisis el 12 de febrero de 2016.

4. Plantas de Cervecería Polar en Oriente, Barcelona (izquierda) y Occidente, Maracaibo (derecha).

Desde entonces la compañía mantuvo un crecimiento sostenido: en 1950 se inician las operaciones de una segunda planta cervecera con una capacidad de 500 mil litros al mes, localizada en Barcelona, estado Anzoátegui, en el oriente del país; al año siguiente, se suma otra en Los Cortijos, en Caracas también con 500 mil litros de capacidad complementando la producción de la planta de Antímano; en 1961 se incorporaría otra planta en Maracaibo (la Cervecería Modelo C.A), para atender el occidente del país cuya capacidad ascendió a los 4 millones de litros mensuales.

5. Plantas procesadoras de maíz de Turmero, estado Aragua (izquierda) y Chivacoa, en el estado Yaracuy (derecha).

En 1960, “contando para entonces con tres plantas cerveceras en operación y siendo las hojuelas de maíz uno de los ingredientes principales de la fórmula de cerveza ideada por Roubicek, la empresa decidió construir su propia planta procesadora de maíz en Turmero, estado Aragua, con el fin de sustituir la importación de esta materia prima”. Esta decisión sería un paso determinante en el posterior desarrollo del negocio de alimentos, dando origen al impulso de la producción y comercialización de la harina de maíz precocida, basada en la patente venezolana que adquirió la Polar al ingeniero mecánico Luis Caballero Mejías, quien había inventado en 1954 el procedimiento industrial respectivo. Ello derivará en la aparición en 1960 de la Harina P.A.N., producto que a través de la empresa Remavenca tuvo en el mes de lanzamiento una venta de 50 mil kilos y que al fin de ese mismo año llegaría al millón de kilos mensuales. En 1963 se inauguraría una segunda planta para la producción de maíz precocido surgiendo la empresa Promasa ubicada en la encrucijada de Chivacoa, en el estado Yaracuy.

6. Planta Cervecería Polar, San Joaquín, estado Carabobo, proyectada por la firma «Modulor», integrada por los arquitectos Eduardo Guinand y Roberto Herreros y construida por la empresa Guinand & Brillembourg (1975-1978).

Un quinto y gran complejo cervecero se comenzará a construir el 5 de diciembre de 1975 en la población de San Joaquín, estado Carabobo, el cual empezó a operar en 1978 con una producción de 12 millones de litros al mes, convirtiéndose en la mayor y más moderna planta de América Latina para ese momento.

7. Vista aérea donde se resalta la presencia de Empresas Polar en Los Cortijos de Lourdes, Caracas
8. Los Cortijos. Planta de Cervezas Polar, 1951 (izquierda) y Centro Tecnológico Polar, 1994 (derecha).

Luego vendrán los años de ampliación de la cartera de productos elaborados o comercializados por la empresa y de su internacionalización y, junto a ello, la actividad paralela desde 1977 de la Fundación Polar (hoy Fundación Empresas Polar) a través de la cual fortalecerá su compromiso social y, desde 1994, del Centro Tecnológico Polar, laboratorio destinado a controlar y aumentar la calidad de todos los productos, cuyas sedes se encuentran localizadas en la zona industrial de Los Cortijos de Lourdes, al este de Caracas, próximos al lugar en que se había instalado desde 1951 (como ya se indicó) la segunda planta y donde se habían trasladado las oficinas principales con la adquisición y adaptación de una antigua industria textil. Por otro lado, en los terrenos de lo que fue la planta original (Antímano) se inaugurará en 1995 el Centro de Atención Nutricional Infantil (CANIA) institución que tiene como objetivo prevenir y atender la malnutrición, abordándola integralmente en la población pediátrica y mujeres embarazadas; y gestionar el conocimiento en salud nutricional.

Dentro del recorrido que abarca la creación, primeros pasos y crecimiento de Empresas Polar no deja de ser interesante el constatar cómo, entre plantas industriales y diversas edificaciones realizadas, se posee una variada colección de obras a la espera poder ser auscultada como base de una interesante investigación que recoja el grupo de profesionales involucrados, su relación con la firma y el origen y programación de los diferentes encargos. Por ahora, se conoce de la importante participación de la reconocida empresa Guinand & Brillembourg, C.A. en el proyecto y construcción de varias de las plantas.

9. Vegas & Galia. Conjunto Torre Polar-Teatro del Este (1952-1954).

De entre ellas sería imposible dejar de lado la solicitud que Mendoza Fleury le hiciera en 1952 a la ya para entonces reconocida firma de arquitectos Vegas & Galia, de proyectar una edificación que contara con una imagen corporativa impactante y acorde con el espíritu modernizador que vivía la capital de Venezuela, así como de dotarla, dada la inclinación de Mendoza hacia el espectáculo de categoría, de un teatro que sirviera de escenario para montar y presentar varias obras y revistas así como a la exhibición de cintas cinematográficas. De tal encargo surgiría el conjunto Torre Polar-Teatro del Este punta de lanza de la conversión de la plaza Venezuela en el nuevo centro de la ciudad y el cual por muchos años el Polar se convirtió en el edificio de oficinas más emblemático de la capital.

Dentro de esta interesante saga que estaría por elaborarse, ocuparía otro lugar prominente la construcción de la nueva sede, proyectada por Juan Carlos Parilli (Caracas, 1951) en 2003 y terminada de construir en 2005, cuya imagen engalana nuestra postal del día de hoy, el cual se erige como uno de los eslabones más recientes.

10. Imágenes del proyecto de remodelación interna del Teatro del Este (1985-1987). Juan Carlos Parilli con la colaboración de Francisco Arocha y Tabaire Pérez.

Parilli quien ya había sido contratado por la Polar para llevar a cabo, con la colaboración de Francisco Arocha y Tabaire Pérez, la remodelación interna del Teatro del Este (1985-1987) con miras a su revitalización, disminuyendo su aforo e incorporando un bar-restaurante, locales comerciales, un centro de comida rápida y un bar con escenario, espacio para mesas y pista de baile, acomete la solicitud de diseñar la sede principal del consorcio buscando conformar una unidad con el edificio existente (ya mencionado en líneas anteriores), cuyo uso original de industria textil fue adaptado para oficinas, y que ya resultaba insuficiente para los requerimientos de la empresa.

11. Vista aérea del Centro Empresarial Polar.
12. Juan Carlos Parilli. Dos vistas del acceso al Centro Empresarial Polar.

Reinterpretar los valores formales y constructivos presentes en el noble edificio que desde ahora se busca acompañar, será una de las premisas fundamentales que asumirá Parilli en cuanto a la lectura del conjunto desde el frente que da hacia la cuarta transversal de Los Cortijos de Lourdes: “aleros de concreto, ventanas horizontales con antepechos y columnas de concreto a la vista en el plano de la fachada”, formarán parte del repertorio utilizado, según relata el proyectista en la nota publicada en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015).

13. Juan Carlos Parilli. Centro Empresarial Polar. Planta primer piso.
14. Juan Carlos Parilli. Centro Empresarial Polar. Fachada sur.

También con respecto a la obra, que cuenta con 55.000 m2 de construcción a cargo de Modulor C.A., su autor señalará lo siguiente: “En el punto de unión entre ambos cuerpos se ubica el nuevo acceso, marcado por una gran marquesina que da paso a un espacio interno, iluminado naturalmente por tragaluces en el techo, que abarca toda la altura del edificio. Desde el atrio de entrada, ubicado en el nuevo centro del conjunto, se accede a los espacios de oficina de ambos cuerpos a través de una rampa que atraviesa un jardín interior, hacia el conjunto formado por el auditorio y las salas de reunión, ubicadas al fondo de la parcela. El jardín, centro recreativo y de intercambio social del conjunto, crea un microclima de exuberante vegetación, alrededor del cual se ubican, además del auditorio, servicios complementarios. La orientación desfavorable oriente-poniente de la parcela y del edificio existente demandó incorporar estructuras de aluminio más bajas y salientes para reducir la exposición de las fachadas, e igualmente se recurrió al uso de vegetación y celosías de aluminio para tamizar la luz en las áreas públicas y de circulación”.

Quizás valga la pena señalar que la inspiradora fachada del edificio existente a la cual hace referencia Parilli en su descripción, posteriormente fue totalmente alterada por otra compuesta de elementos modulares de aluminio en cuya composición se contempla la aparición rítmica de las ventanas ajustadas al orden modular impuesto.

Parilli, formado como arquitecto en la FAU UCV de donde egresa en 1977 de la entonces denominada Unidad Docente 5 (creada en 1972 y predecesora de la actual Unidad Docente Nueve) bajo la guiatura de Joel Sanz (1947-2013), fundó con éste (siendo todavía estudiante) una oficina en 1975 (a la cual también se incorporará Francisco -Paco- Arocha -1945-2021-), en la cual se dedicaban a participar de los variados concursos que por entonces se convocaban en nuestro país. Constituidos como S+P+A, desarrollarán una larga relación que perdurará hasta 2012 en la cual se alternaban la responsabilidad de liderar los proyectos que llegaban a la oficina por encargo o el protagonismo en los concursos en los que continuaron participando.

También compartirán la actividad docente en la Unidad Docente Nueve desde 1984, cuando Parilli gana el concurso de oposición en diseño en la FAU UCV donde ya era profesor contratado desde 1980. También ha sido profesor invitado en la Universidad José María Vargas (2000-2001), en la Universidad Simón Bolivar (1982) y al Workshop del Programa ADU 2020 en la Universidad de Tesalónica, Grecia.

15. Juan Carlos Parilli (S+P+A, Arquitectos). Propuesta ganadora del Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda (1985).
16. Juan Carlos Parilli (S+P+A, Arquitectos). Primer premio en el Concurso Nacional de Ideas “La Cultura Libera al San Carlos. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas” (2000).

Parilli dentro de S+P+A liderará, además de la nueva sede de Empresas Polar y la remodelación del Teatro del Este (ya citadas), la realización a mediados de 1990 de dos oficinas comerciales para el Banco Provincial (una en La Florida y otra en La Guaira), así como la Propuesta ganadora del Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda (1985) y la que obtendría el primer premio en el Concurso Nacional de Ideas “La Cultura Libera al San Carlos. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas” (2000). Actualmente Parilli continúa activo en la docencia y ejerce libremente la profesión. Mantiene vínculos con Empresas Polar recibiendo encargos dirigidos a resolver problemas puntuales de pequeña escala y cierta complejidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 13 y 14. CCS. Caracas del valle al mar (http://guiaccs.com/obras/edificio-sede-de-empresas-polar/)

1. Venezuela de Ayer (@venezueladeayer) (https://www.instagram.com/venezueladeayer/p/Cpx-sGDu5M2/); y wikiwand. Empresas Polar (https://www.wikiwand.com/es/articles/Empresas_Polar)

2. Empresas Polar. 80 años. Nuestra historia (https://empresaspolar.com/nuestra-historia/) ; y Empresas Polar (https://www.facebook.com)

3. Empresas Polar. 80 años. Nuestra historia (https://empresaspolar.com/nuestra-historia/)

4 y 6. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

5. Economía En Crisis (https://economiaencrisis.wordpress.com/2016/02/15/la-historia-de-empresas-polar-y-el-origen-de-la-fortuna-de-lorenzo-mendoza/comment-page-1/); y Colección Crono Arquitectura Venezuela.

7 y 11. Captura de Google Earth.

8. 800Noticias (https://800noticias.com/chavismo-atendera-reclamos-de-los-trabajadores-de-empresas-polar) ; y Centro Tecnológico Polar. Investigación e innovación al servicio del consumidor (https://bibliofep.fundacionempresaspolar.org/media/1378252/libro-ctp_web-comprimido.pdf).

9. Caracas Cuéntame ( https://twitter.com/Caracascuentame/status/1251229964265021442)

10. Revista Punto, nº 68, abril 2000.

12. Grupo MDT. Centro Empresarial Polar (https://www.mdt.com.ve/proyecto/centro-empresarial-polar/); y CCS. Caracas del valle al mar (http://guiaccs.com/obras/edificio-sede-de-empresas-polar/)

15. Revista PUNTO, número 66-67, 1997.

16. Semanario Arquitectura HOY, nº 343, 30 de junio de 2000.

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 237

El Concurso Nacional de Ideas «La Cultura Libera al San Carlos. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas”, promovido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Consejo Nacional de la Cultura (CONAC) y el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), presidido por el arquitecto Leopoldo Provenzali y asistido por el también arquitecto Javier Cerisola, se inscribe en un año en el que la realización de eventos de ese tipo se vio particularmente revitalizada. Así, en el 2000 se llevaron a cabo, además del ya señalado: el Concurso de Ideas por invitación para el Edificio Sede de la Cinemateca Nacional, Los Caobos, Caracas; el Concurso privado convocado por la Fundación UCV para la Propuesta de Recuperación de la Plaza Simón Bolívar, ubicada entre los estadios de la UCV, Caracas; el Concurso Conservación y Rehabilitación del Área Central de Valencia, estado Carabobo (5 elementos de mobiliario urbano); y, Coordinados por INSURBECA con el patrocinio de CONAVI, FONDUR y FUNDACOMUN-CAMEBA, se organizaron como parte del Programa de Habilitación Física de las Zonas de Barrios de la Ley de Política Habitacional, dos Concursos de Ideas correspondientes a diferentes estados del país.

1. El Cuartel San Carlos con el Panteón Nacional al fondo. 1920
2. El Cuartel San Carlos. Planta y vista exterior de comienzos del siglo XX
3. Cuartel San Carlos. Patio principal

El Cuartel San Carlos, puesto militar que permitía albergar hasta 2000 soldados, construido sobre la planicie de La Trinidad, al Norte de Caracas, por orden del entonces gobernador de la Provincia de Venezuela, don Luis de Unzagay Amenzaga, en 1787, constituiría, como bien señala Iván González Viso en Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015) “el punto final del sistema de fortificaciones que punteaba la ruta entre el puerto de La Guaira y Caracas, que formaban parte de la estrategia defensiva del territorio diseñada por el ingeniero militar y brigadier de las Fuerzas Reales, el belga Agustín Cramer. Su primera etapa fue concluida en 1790 y su construcción finalizó en 1792, con espacios destinados al entrenamiento militar, resguardo de armas, dormitorios, calabozos y áreas comunes. El edificio, cuya dimensión original era un cuadrado de 75 por 75 metros, era una pieza única en el área para ese entonces, ya que, por Real Cédula, se prohibían construcciones en su entorno.”

Su nombre rinde honor al rey Carlos III siendo conocido también a través del tiempo como Cuartel de Veteranos, Cuartel de La Trinidad y Cuartel de Santa Ana. “Está construido con muros de tapia y posee un patio de armas rodeado de corredores o galerías con arcadas. El diseño era de dos plantas, con garitas de vigilancia en cada esquina. La estructura fue también utilizada como prisión militar y política” entre 1945 y 1994 pero diferentes fugas de presos llevadas a cabo en la década de 1970 “pusieron en entredicho su seguridad a la hora de albergar prisioneros”.

Durante el terremoto de 1812 el cuartel se vio seriamente afectado quedando sepultada en sus escombros “una tropa de línea compuesta por soldados de Artillería y Zapadores”, según relata la antropóloga Mariana Flores en “Cuartel San Carlos. Yacimiento veterano”, artículo aparecido en Memorias, Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, nº 7, 2007. “No es sino hasta finales del s. XIX, en el año de 1884, cuando se restaura completamente su estructura, aunque sus reparaciones se iniciaron en 1839 en el Gobierno del General Carlos Soublette. El poco presupuesto nacional y el mantenimiento del control interno durante el inicio de la República, no permitieron su culminación sino hasta la época de Antonio Guzmán Blanco. El alojamiento de las tropas durante este siglo, funcionó en el Cuartel de Milicias, Cárcel Pública, y en los Conventos de San Jacinto y San Francisco. (…) En el año de 1900 otro terremoto destruye nuevamente parte del edificio, incluyéndose esta vez durante la reconstrucción, la prolongación de las Naves Este y Oeste y la construcción del edificio de enfermería y de las cuatro garitas de las esquinas, mientras que en 1946 se inserta el edificio de la Comandancia, localizado en el Patio Central”, apuntará Flores.

4. Vista aérea del Cuartel San Carlos

La edificación, que había sido declarada monumento histórico nacional en 1986 por la Junta Nacional Protectora y Conservadora del Patrimonio Histórico y Artístico de la Nación, es objeto en 1988 del Decreto N° 2.487, emanado de la Presidencia de la República, que destinaba sus instalaciones para sede del Museo Nacional de la Historia, bajo custodia y conservación de la Academia Nacional de la Historia.

En 1995, se ratificó lo pautado en el Decreto 2.487 y, por ende, su condición de “sede del mencionado Museo y demás fines que sean compatibles, de acuerdo a lo que decida el Consejo Nacional de la Cultura”; en el mismo documento se encarga de su restauración al Instituto del Patrimonio Cultural «para devolverlo, en lo posible, a su estado prístino». Cabe destacar que para el momento del llamado a concurso los trabajos de rescate del edificio patrimonial estaban ya en marcha. Se habían iniciado durante la gestión de Juan Pedro Posani como presidente del IPC y continuados sin detenerse por Leopoldo Provenzali, quien lo sucedió en el cargo.

Con el Concurso de Ideas se buscaba mediante un proyecto integral proponer la creación de áreas de exposiciones, auditorios, salas de usos múltiples, aulas y talleres, áreas para oficinas, servicios y depósitos, espacio para un centro de documentación audiovisual y de archivos, servicios gastronómicos y áreas de comercialización de bienes culturales. Se pretendía, así, convertir el antiguo recinto militar en el “Centro Nacional de Culturas”; espacio integrador de las expresiones plurales de todas las regiones de Venezuela.

La Comisión Organizadora del evento estuvo conformada por Guillermo García Ponce, Benito Irady y Carlos Pou habiéndose inscrito, en virtud de las amplias bases que se plantearon para el mismo, más de un centenar de personas.

5. Número 343 del semanario Arquitectura HOY del 30 de junio de 2000 donde se recogen los resultados del «Concurso Nacional de Ideas. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas».

El numeroso jurado, integrado por Héctor Navarro, Manuel Espinoza, Gustavo Pereira, Gladys Meneses, Jorge Rigamonti, José Manuel Rodríguez, Pedro Romero, Ana María Marín, Marcos Sanoja y Hugo Segawa como invitado internacional, seleccionó como propuesta ganadora la presentada por el equipo integrado por los arquitectos Joel Sanz y Juan Carlos Parilli, con la colaboración de Claudia Hernández, Omar Ladera y Roberto Castillo, formando parte de la información gráfica presentada el material con el que ilustramos nuestra postal del día de hoy. El segundo premio fue ganado por el mismo grupo sumándose como colaboradores Sergio Colombo y Juan José Carrillo; y el tercero por los arquitectos Rafael Mattar Neri, Garam Mattar Neri y Darwing Suárez Bustamante. Así mismo, el jurado otorgó tres Menciones de Honor: la primera para el equipo conformado por Edwing Otero García, Alfredo Sanabria Corrales y Hugo José D´Enjoy Ochoa, con la colaboración de María José Sedales y Natascha Gergoff B.; la segunda para Arturo Lares, José Miguel Fernández Avilán y Yudmar R. Reyes Ramírez; y la tercera para Pablo Lasala Ferrer, Isabel Lasala Hernández y Ana Lasala Hernández con la colaboración de Claudia Ruiz Santana. Adicionalmente otros once trabajos fueron reconocidos con Mención Publicación.

Tal y como fue recogido en el número 343 del semanario Arquitectura HOY del 30 de junio de 2000, los ganadores presentaron unos lineamientos generales donde se subraya la necesidad de crear “un ambiente integrado a la ciudad, un conjunto urbano más que un edificio, que promueva y estimule junto con la necesaria planificación de actividades, la indispensable espontaneidad que hace de estos lugares espacios exitosos, en donde la cultura se acerca a la vida cotidiana de la ciudad a través de espacios interiores y exteriores que permitan su apropiación de manera informal para actividades y eventos difícilmente previsibles en una programación planificada”.

Tal declaración de intenciones se acompaña de una “propuesta urbana” y una “propuesta arquitectónica”. La primera se encuentra respaldada por una serie de acciones “dirigidas a revitalizar la zona, que en parte por su ubicación periférica, y en parte por decisiones erradas de diseño urbano, se ha convertido en un lugar deprimido cuyos problemas deben ser resueltos, trascendiendo los límites del edificio del Cuartel e incluso de la poligonal urbana objeto del concurso”. Para ello la operación principal consistirá en convertir la fachada norte, hoy en día abandonada, en su frente principal, acompañándola con la creación de un atractivo espacio público que le servirá de acceso al edificio.

La segunda propuesta, consecuencia y a la vez acompañante necesario de la primera, “consiste en la creación de un recinto urbano bien definido e identificable, conformado espacialmente por nuevas construcciones que rodean la edificación del Cuartel y a una serie de espacios exteriores (plazas anfiteatros y terrazas), destinados a actividades públicas, formales e informales relacionadas con el uso cultural”. Además se propone la eliminación de todos los anexos (interiores y exteriores) que con el tiempo se le han añadido al edificio, en busca de recuperar las características originales del mismo, evitándose adosar ningún otro cuerpo o edificación “a excepción de un área de acceso y distribución que se construirá en la antigua fachada posterior (ahora principal), entre los dos apéndices construidos en el siglo XIX”.

6. Imágenes del Estudio Arqueológico del Cuartel San Carlos (EACUSAC) del Instituto de Patrimonio Cultural llevado a cabo por EXARCON (Excavaciones Arqueológicas Consultores. C. A.)

Como suele suceder en Venezuela, la solución formulada por los vencedores del certamen quedó en el papel. Posteriormente (2006) sólo sabemos que se emprendió el Estudio Arqueológico del Cuartel San Carlos (EACUSAC) del Instituto de Patrimonio Cultural llevado a cabo por EXARCON (Excavaciones Arqueológicas Consultores. C. A.), que abarcó las áreas Traspatio, Patio Central y las Naves Este y Oeste de la edificación, «encontrándose en el sitio una amplia muestra de materiales que reseñan un estilo de vida cotidiana militar, así como las dinámicas sociales internas ocurridas en el San Carlos», del cual el ya mencionado artículo de Mariana Flores da cuenta con lujo de detalles.

7. Portada de la publicación publicación editada por los entes organizadores del concurso que lleva por título justamente «La Cultura Libera al San Carlos. Concurso Nacional de Ideas. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas” (2000)

El concurso, su concepción, organización, desarrollo y desenlace fue recogido en una publicación editada por los entes organizadores que lleva por título justamente «La Cultura Libera al San Carlos. Concurso Nacional de Ideas. La transformación del cuartel San Carlos en Centro Nacional de Culturas”, siendo uno de los pocos documentos que se han hecho para registrar evento alguno de este tipo realizado en el país y por tanto referencia en dicha área temática. El libro está estructurado con base en una “Introducción” conformada por cuatro textos de Héctor Navarro, Manuel Espinoza, Leopoldo Provenzali y Benito Irady; tres capítulos (“El Cuartel San Carlos” -reseña histórica, cronología del edificio, levantamiento planimétrico y registro fotográfico-, “La cultura libera al San Carlos” -seis artículos de Guillermo García Ponce, Carlos Pou Ruan, Gustavo Pereira, Pedro Romero, Jorge Rigamonti, Hugo Segawa, Christian Valles y Francisco Sesto- y “Concurso Nacional de Ideas. Resultados”); y un “Apéndice” que contiene las bases, los documentos de referencia, el veredicto y la lista de participantes. Cabe destacar que buena parte de la información que manejamos para elaborar esta nota la hemos obtenido de esta cuidada y relevante edición.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal y 5. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

  1. http://viejosrecuerdos.eklablog.com/cuartel-san-carlos-a117884288

2 izquierda. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2 derecha. https://www.pinterest.com/pin/384917099387254655/

3. http://guiaccs.com/obras/cuartel-san-carlos/

4. http://viejosrecuerdos.eklablog.com/cuartel-san-carlos-a107384020

6. file:///Users/aziercalvo/Downloads/Dialnet-CuartelSanCarlosYacimientoVeterano-2321930.pdf

7. https://www.lasalaylasala.net/la-cultura-libera-a-san-carlos

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 221

El Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda, organizado por la Comisión de Urbanismo del Concejo Municipal de dicho distrito con el auspicio del Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV), se constituyó en el certamen que copó la atención del gremio durante el año 1985. Planteado en dos etapas, la primera buscó seleccionar de entre el alto número de participantes las cinco mejores propuestas para, luego de ser desarrolladas a nivel de anteproyecto, proceder a escoger la ganadora definitiva.

A modo de preámbulo podríamos decir que lo que en aquel entonces se conocía como el Distrito Sucre, tuvo su más lejano origen en la fundación de Petare el 17 de febrero de 1621 con el nombre de “Dulce Nombre de Jesús de Petare”, sobre una colina al extremo este del Valle de Caracas que mira al río Guaire, en el territorio que fuera habitado por los mariches, grupo indígena perteneciente a la familia lingüística Caribe. Según se recoge en la serie ¿Quiénes somos? publicada por el Centro de Historia Regional de Petare (Fundación José Ángel Lamas, marzo 2000), a cargo del antropólogo Félix A. Baptista -citada en https://es.wikipedia.org/wiki/Municipio_Sucre_(Miranda)-, “entre 1811 y 1819 el actual territorio de Sucre formaba parte de la Provincia de Caracas. En 1822 se crea el Cantón de Petare con los sectores de Baruta y El Hatillo bajo su jurisdicción. En 1853 se reorganizan las parroquias del Cantón. En 1864 pasa a ser parte del Estado Caracas, y el nombre cantón es sustituido por el de Departamento. En 1879 pasa a formar parte del Estado del Centro y en 1881 del Estado Guzmán Blanco”, momento en que recibe por primera vez la denominación de “Distrito Antonio José de Sucre” conformado por los municipios Libertad, Monagas y Petare como sede del gobierno. “En 1904 su territorio se anexa al Distrito Federal hasta 1909 cuando vuelve a formar parte de la jurisdicción del Estado Miranda”, sumándose posteriormente los municipios Monagas (primero Dos Caminos y luego Leoncio Martínez en 1948), Libertad y Unión a los municipios Petare, Baruta, El Hatillo y Chacao.

1. Casco colonial de Petare (circa 1950)

Para 1985, momento en el que se convoca el concurso que hoy nos ocupa, el Distrito Sucre era considerado como la entidad de ese rango más importante y rica del país. Aún no se había promulgado la Ley Orgánica de Régimen Municipal (1989) que lo eliminó para transformarse en municipio produciéndose su casi simultáneo desmembramiento de donde surgen con el mismo rango Chacao, Baruta y El Hatillo. Abarcaba la zona de la ciudad con el mayor crecimiento urbano y albergaba los terrenos más apetecibles para que ello se diese.

No hay que olvidar cómo desde que empieza el desarrollo de Caracas hacia el este del valle, paulatinamente desde finales de los años 20 del siglo XX y aceleradamente desde 1936, fueron las haciendas que ocupaban la demarcación del Distrito Sucre las que se fueron transformando en urbanizaciones que, con base en un trazado propio para cada una se iban parcelando y se vendían sin contar aún con los servicios básicos ni con un mecanismo que las regulase. Su intercomunicación se daba a través de lo que antiguamente eran los caminos reales convertidos luego en carreteras.

2. Plano regulador de Caracas. Información básica, 1950. Crecimiento histórico de la ciudad.
3. Plano regulador de Caracas, 1951. Estudio preliminar. Usos propuestos de la tierra.

Así, cuando se crea la Comisión Nacional de Urbanismo en 1946, y se busca ordenar el proceso de urbanización de la capital, cuyo principal fruto es el Plano Regulador de Caracas de 1951 que incluía el Distrito Federal y el Distrito Sucre, ambas entidades y sus respectivos concejos municipales  buscaron alargar lo más posible su puesta en vigencia, actuando, paradójicamente en medio de una dictadura, con total discrecionalidad a la hora de otorgar permisos de construcción, cambios de uso y aumentos de densidad. Será sólo en 1958 cuando las Ordenanzas y sus Planos de Zonificación fueron sancionados legalmente por ambas cámaras edilicias. En ese lapso (1946-58) se podría decir que se dispara el crecimiento del Distrito Sucre y se pone en evidencia la discrecionalidad mencionada de parte de su ingeniería municipal (acompañada de arbitrariedad y corrupción) la cual se instala y se convierte en modus operandi durante muchos años también luego de la caída de Pérez Jiménez. Sobre este tema y sobre la competencia que se desató entre el Distrito Federal y el Distrito Sucre por atraer las inversiones que aceleraran sus respectivos desarrollos urbanos sin mayores consideraciones ni técnicas ni éticas, recomendamos leer Diálogos reconstruidos para una historia de la Caracas moderna de Juan José Martín Frechilla (2004) y muy particularmente dentro del “Diálogo esencial con Leopoldo Martínez Olavarría” los puntos “Urbanizar el este” y “Permisos y ordenanzas”.

En este contexto, proyectar el Palacio Municipal del ente local más poderoso e influyente del país después del Distrito Federal se convertía en un atractivo adicional. Más aún cuando, también por concurso, ya se habían obtenido los anteproyectos para el Palacio Municipal de Barquisimeto (1966, Jesús Tenreiro, construido por fortuna casi de inmediato) y para el Palacio Municipal del Distrito Federal (1970, Manuel Fuentes y Carlos Gómez de Llarena) que se encontraba en una larga espera de 15 años sin saber su destino definitivo. Luego, en 1982, como para enfriar aún más el asunto, la Gobernación del Distrito Federal organiza el Concurso para un edificio que albergaría sus oficinas administrativas en el frente norte de la Plaza Bolívar (ganado por Daniel Betti, Raúl Grioni y Javier Usarraga) que también terminó durmiendo el sueño de los justos.

Pese a los nada auspiciosos antecedentes pero contando con que el afán de una entidad acaudalada podría superar los obstáculos que siempre se anteponían a la construcción de un edificio ganado por concurso en nuestro país, se hace el llamado convirtiéndose su convocatoria en todo un éxito atrayendo en particular a las nuevas generaciones de arquitectos: se inscribieron 143 personas o grupos de los cuales entregaron 80. El calificado jurado estaría conformado por Gorka Dorronsoro, Américo Faillace, Carlos Gómez de Llarena, Henrique Hernández y José Miguel Galia y el coordinador del evento sería Oscar Olinto Camacho.

Las autoridades del Distrito Sucre habían seleccionado un terreno para el Palacio dentro de un contexto altamente fragmentado, atravesado por un tramo elevado de la autopista que conduce hasta Guarenas que lo dividía en dos partes: una al sur relativamente próxima pero a la vez espacialmente aislada del casco histórico de Petare, colindante con la avenida Francisco de Miranda y de mayor vitalidad urbana por estar muy cerca de la estación del Metro; y otra localizada más al norte en el sector de La Urbina alejada si se quiere de todo compromiso con la ciudad.

El programa contemplaba grosso modo espacios para la Cámara Municipal (que comprendía el salón de sesiones, la presidencia y sala de reuniones), las Comisiones (despachos de los diferentes concejales), las Oficinas de Administración Municipal, la Presidencia, la Biblioteca Municipal, los Servicios para Empleados (como gimnasio, comedor y guardería), más los Servicios Generales, estacionamientos y espacios abiertos para actividades públicas. Era recomendable, según los organizadores, visualizar la construcción del edificio por etapas.

Como ya se mencionó al inicio, el concurso se organizó en dos fases siendo seleccionados luego de concluir la primera para luego competir en la segunda los arquitectos Miguel Acosta; Angel Luis García Palmas; Oswaldo Molina y Sergio Sevcik; Juan Carlos Parilli; y Marcos Sanoja, alcanzando el primer premio de la segunda etapa y por ende declarado ganador el arquitecto Juan Carlos Parilli.

4. Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda. Propuesta presentada por el arquitecto Oswaldo Molina, una de las clasificadas en la primera etapa
5. Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda. Dos de las propuestas clasificadas en la primera etapa. Izquierda: arquitecto Marcos Sanoja. Derecha: arquitecto Ángel García
6. Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda. Boceto de la propuesta presentada por el arquitecto Miguel Acosta, una de las clasificadas en la primera etapa

Los cinco anteproyectos fueron publicados con gran despliegue en el número 66-67 de la revista PUNTO que, aunque estuvo listo para salir el año 1985, terminó viendo la luz (por razones que no nos detendremos a precisar) doce años más tarde en 1997. Todos ellos de diferentes maneras intentaron sortear las dificultades que imponía el complicado terreno asignado buscándose en todo momento pasar de una zona sur pública que se convierte en el acceso natural al edificio muy vinculada con la ciudad, a otra ubicada al norte donde se iban ubicando las actividades secundarias, con menor carga simbólica que demandaban mayor privacidad.

7. Propuesta ganadora del Concurso de Ideas para el Palacio Municipal del Distrito Sucre del Estado Miranda presentada por el equipo encabezado por Juan Carlos Parilli.

De la propuesta ganadora cuyo equipo de trabajo estuvo integrado por Juan Carlos Parilli, Joel Sanz, Francisco Arocha, Tabaire Pérez, Claudia Vélez, María B. Delgado, Milena Miliani, Milagros Lunar, Ruth Chacón, Isabel Caleya y Francisco Canestri (arquitectura) y Luis Ocando (maquetista), y que contó con la asesoría de Enrique Arnal (estructura), Abraham Wainberg (instalaciones eléctricas), Germán Romero (instalaciones sanitarias), Percy Pittaluga (instalaciones de seguridad) y Luis José Odón (instalaciones mecánicas), cuya información gráfica hemos decidido reproducir en extenso, transcribiremos parte de su memoria descriptiva y en particular la que hemos considerado facilita mejor su comprensión desde el punto de vista conceptual:

“La edificación se concibe como una forma unitaria, un paralelepípedo horizontal de doscientos cincuenta metros de largo, cincuenta y cuatro de ancho, y dieciséis de altura, armado por una retícula estructural de 9 x 9 metros. Se espera que esta geometría simple y contundente contribuya a sugerir claves y lineamientos para el futuro desarrollo de los lotes de terreno que están aún sin edificar y proponga cierto orden en un contexto excesivamente fragmentado. (…) Este volumen no es homogéneo, sino que se va transformando, haciéndose cada vez menos compacto en la medida que se acerca al extremo sur del terreno y a la Avenida Francisco de Miranda, haciéndose más públicas las funciones y de mayor jerarquía los espacios.”

La proximidad con la fecha de promulgación de la ya mencionada la Ley Orgánica de Régimen Municipal que terminó desmontando la organización programática que daba sentido al proyecto, amén del impacto que normalmente incorpora las alternancias en el poder político sobre planteamientos provenientes de gestiones anteriores, donde por lo general se desvanece la voluntad requerida para su cristalización, ralentizaron y desvanecieron toda posibilidad de que este edificio se construyera, pasando a engrosar el nutrido número de los que han corrido con esa suerte dentro de la historia de los concursos de arquitectura a nivel nacional.

8. Terminal de Pasajeros y Mercado Municipal La Urbina-Petare, Franco Micucci, 2011-2013. Izquierda: Plano de Conjunto. Derecha: Mercado

Cabe señalar, para concluir, que el sector sur del terreno asignado en 1985 para el Concurso del Palacio Municipal del Distrito Sucre fue el escogido por la Alcaldía del Municipio Sucre para realizar en 2011 el proyecto del Terminal de Pasajeros y Mercado Municipal La Urbina – Petare. Su autor, el arquitecto Franco Micucci, incluyó en su equipo de trabajo a los arquitectos Andrea Hernández, Claudia Vergara, Srah Lipps, Cruz Criollo y José Ángel Pérez. La obra con una superficie de terreno de 7.404,23 m2 y área de construcción de 5.000 m2, de un notable valor arquitectónico, afortunadamente se terminó el año 2013, convirtiéndose de inmediato en un importante dinamizador urbano para la zona.

ACA

Procedencia de las imágenes

  1. https://procomunidad.blogspot.com/2013/02/historia-de-petare.html

2. http://bp1.blogger.com/_pJx5ybxSpwE/R9Ac9gHJjTI/AAAAAAAAARg/_9ewPexOc4k/s1600-h/Caracas+1950.jpg

3. http://guiaccs.com/planos/la-ciudad-zonificada/

4, 5, 6 y 7. Revista PUNTO, número 66-67, 1997

8 izquierda. http://www.arquitecturaenacero.org/proyectos/edificios-de-equipamiento-y-servicios/terminal-de-pasajeros-y-mercado-municipal-la-urbina

8 derecha. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

Nota

Como complemento imprescindible de esta nota recomendamos visitar https://catalogosdearquitectura.wordpress.com/2018/03/12/parilli-juan-carlos-spa-1985-alcaldia-de-sucre/ donde se encuentra una impecable reproducción gráfica la propuesta ganadora de Parilli (modelo 3d y dibujos elaborados por Juan Carlos Lázaro y edición de imágenes a cargo de Juan Carlos Lázaro y Ramón Fermín) y un acertado análisis crítico realizado por Joel Sanz extraido de «Cinco lecciones de Carlos Raúl Villanueva», conferencia dictada en el Colegio de Arquitectos de Milano, Italia, el 9 de noviembre de 2006.

ACA