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1988• Aparece la revista bimestral «ESPACIO»

 

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1988•  En marzo aparece la revista bimestral ESPACIO, editada por la Sociedad Editora Latinoamericana, CA (Hans Ch. Hirsch y Henrique Vera) e impresa por Editorial Arte.
Esta nueva publicación de arquitectura, urbanismo, diseño gráfico e industrial, busco llenar el vació existente en el país en ese momento. Fue concebida inicialmente para el mercado nacional, impresa en excelente papel, a todo color, con material gráfico expresamente preparado para cada edición, axonometrías originales, con diagramación equilibrada y temario de interés, todo ello en 60 páginas. Adicionalmente cada número de la revista un boletín, se acompañó de un boletín, Espacio Suplementario, con información de último momento, actualizada pocos días antes de su salida al mercado.
La revista Espacio y el Espacio Suplementario se entregaba encartados en una envoltura de cartón, la cual permitía insertar publicidad, muestras, catálogos e información sobre nuevos materiales.

El primer número de la revista fue estructurado con los siguientes artículos: «Un lugar para los sentidos. Una visita guiada a La Ribereña, proyectada por Jimmy Alcock», Silvia Hernández de Lasala; «El talismán de piedra. Un acercamiento a la arquitectura de Benacerraf y Gómez a través del Banco Unión», Macíá Pintó; «Blanco contra azul. Residencias Oasis Mar. Helene de Garay», Henrique Vera; «Una casa grande-un barrio pequeño. Residencias Los Jardines. TAC (Guadalupe Tamayo, Alberto Manrique y Abraham Coriat)», Azier Calvo; «Los usos del objeto en la imagen. Una reflexión a partir de la obra de Santiago Pol», Rocco Mangieri; «Weekends. Un templo urbano para la recreación», Abelardo Hernández; «El MACC ha crecido. Sofía Imber de Rangel», Mara Comerlati; «El nuevo Ciclo Básico de Puerto Colombia, Choroní», Leopoldo Provenzali; «El Conde», Ramón León.
La revista contó con la diagramación de Jacqueline Cherouvrier; fotografías de Ricardo Armas, Juan Carlos Oropeza, Ricard-2; los dibujos de los proyectos de arquitectura fueron realizados por Luis Rivas y las isometrías por Gaetano Zapulla. La asesoría en el campo promocional estuvo a cargo de Guillermo Betancourt Oteyza.

El diseño gráfico del logo de ESPACIO fue una creación de Martha Sanabria al igual que la diagramación del boletín Espacio Suplementario, el cual tuvo en su primera edición 24 páginas. Los artículos, notas, calendarios de exposiciones, concursos de arquitectura y urbanismo nacionales e internacionales e información relevante fueron preparados por Alfredo Cilento Sarli, Gustavo Flores, Fundadiseño, José Jiménez Salaverría, Manuel López, Marco Negrón, Nina Negrón. Bárbara Piano, Marta Vallmitjana, Henrique Vera y Federico Villanueva.

Lamentablemente a pesar de haber preparado un ambicioso programa de edición para el primer año solo se publican cuatro números.

HVH

ES NOTICIA

La exposición de Venezuela en la Bienal de Venecia 2023

El arquitecto Henrique Vera, presidente de la Fundación Arquitectura y Ciudad, formó parte del equipo que participó en la curaduría y montaje del trabajo con que Venezuela se encuentra representada en la 18ª Bienal de Arquitectura de Venecia, abierta hace dos semanas. También tuvo la oportunidad de viajar a Italia, colaborar con la puesta en escena final de lo mostrado y estar presente en la inauguración del evento. Desde allí nos ha enviado la completa nota que a continuación transcribimos junto a las fotografías que la acompañan. Esperamos la disfruten y aprovechen.

Pabellón de Venezuela en la Bienal de Venecia. Carlo Scarpa. 1954.

El 20 de mayo pasado se inauguró la 18ª Bienal de Venecia, exhibición de arquitectura de carácter internacional bajo el título de «El Laboratorio del Futuro” 2023, a la cual concurrieron 89 países (más de la mitad de ellos africanos), evento donde la arquitecto Lesley Lokko fungió como curadora.

Desde un vaporetto de carga llega la exposición al Pabellón.

La muestra presentada por nuestro país fue organizada por la Comisión Presidencial para la recuperación de la UCV y tuvo por nombre «Universidad Central de Venezuela. Patrimonio de la Humanidad en recuperación. Ciudad Universitaria de Caracas”. Los organizadores y colaboradores, que trabajaron integrados como equipo, tanto en Caracas como en Venecia fueron la arquitecto Paola Posani, Comisaria del Pabellón de Venezuela en Venecia y Curadora de la exposición presentada; Ricardo Sanz Sosa, Museógrafo; Henrique Vera, Investigador; Mary Pemjean, Coordinadora de Prensa; Reinaldo Landaeta Díaz, Producción General y Relaciones Internacionales; Álvaro Arocha Paz Castillo y José Antonio Varela y Divarte Cine, Producción audiovisual.

Durante el montaje del «Vagón Expositivo».

El arquitecto Ricardo Sanz diseñó como soporte museográfico de la exhibición una serie de elementos livianos utilizando un material italiano de 2 centímetros de espesor, 1,20 m de ancho y 2,40 m de alto, cuyas caras permitían la impresión directa sobre ellos y los cuales por su forma se trababan entre sí sin necesitad de elementos adicionales como alambres, clavos o tornillos. Por la forma que el arquitecto Sanz le dio a estos paneles ellos terminaron siendo unas piezas rígidas y autoportantes, que en su conjunto llamamos “vagón expositivo”, perfectos para incorporarles el material gráfico de la exposición diseñado en Venezuela por Álvaro Arocha Paz Castillo e impreso en Italia por la empresa Final Group. El apoyo en el montaje de la exposición en Venecia lo dio la firma Scenocracy, integrada por los arquitectos italianos Mattia Menegotto y Giovanna Fanello.

Vista del montaje realizado en el interior del pabellón.

El contenido expuesto se concibió en dos líneas de información desarrolladas en paralelo. Una apoyada en la utilización de fotografías en blanco y negro para presentar a la Ciudad Universitaria de Caracas recién construida; la otra en color, señalando aquellos edificios, urbanismo y paisajismo que en estos 18 meses de trabajo han sido recuperados, las cuales contaron con el destacado diseño gráfico de Álvaro Arocha Paz Castillo.

Los temas desarrollados en los 16 paneles que integran el “vagón expositivo” fueron: el destacar los valores universales del proyecto de la Ciudad Universitaria de Caracas C.U.C. que llevó a la UNESCO en el año 2000 a incluirla como Patrimonio de la Humanidad; un recuento del desarrollo del proyecto de la C.U.C. por parte del Maestro Carlos Raúl Villanueva entre los años 1943 y 1972; el Hospital Clínico Universitario; el Instituto Anatómico y el Instituto de Medicina Experimental; el Instituto Anatomopatológico y el Instituto de Medicina Tropical; los Pasillos Cubiertos; el Conjunto Administrativo-Cultural, el Reloj, la Plaza del Rectorado y la Plaza Cubierta; el Aula Magna; el Conjunto de la Piscina y los Gimnasios; las Residencias Universitarias y el Cafetín CVP; el Conjunto de la Facultad de Ingeniería: la Escuela Básica, Ingeniería de Petróleo, el Laboratorio de Biología, el Laboratorio de Ensayo de Materiales, el Instituto de Materiales y Modelos Estructurales y el Laboratorio de Hidráulica; la Facultad de Arquitectura y Urbanismo; la Facultad de Humanidades y Educación y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas; el Paisajismo de la Ciudad Universitaria de Caracas; y, finalmente, un panel dedicado a Carlos Raúl Villanueva, nuestro más consagrado arquitecto, y al reconocimiento de sus múltiples colaboradores en este vasto proyecto.

Otra imagen del «Vagón Expositivo».

Por ser reducido el espacio para exponer en detalle todo lo relativo a la C.U.C. se recurrió a utilizar textos adicionales que se pueden consultar utilizando los QR disponibles.

La exhibición se complementó con la proyección audiovisual de entrevistas a la coordinadora de los trabajos en la UCV, Paola Posani, así como a los profesionales restauradores que están trabajando en las diferentes áreas: Gregory Vertullo, Lesmes Castañeda, Alfredo Mariño Elizondo y Aguedita Coss Lanz, entre otros.

El catálogo de la exposición tiene una presentación de Paola Posani y textos de Newton Rauseo, Carlos Pou Ruan, Henrique Vera, Lesmes Castañeda, Aguedita Coss Lanz, Javier Cerisola, Alfredo Mariño Elizondo, Zacarias García Echezuría y Edgar Cruz.

Estudiantes de arquitectura alemanes, visitando el Pabellón de Venezuela durante la 18ª Bienal de Venecia.

De más esta recordar que el Pabellón de Venezuela ubicado en los Giardini della Biennale de Venecia fue proyectado por el muy reconocido arquitecto veneciano Carlo Scarpa (1906-1978) en 1954 e inaugurado en 1956, teniendo como pabellones vecinos el de Suiza (diseñado en 1952 por Bruno Giacometti) y el de la Unión Soviética (proyectado en 1914 por Aleksej Scusev). Otros pabellones dentro del conjunto de la bienal fueron proyectados por notables arquitectos como Joseph Hoffman, Gerrit Rietveld, Alvar Aalto, Philip Cox, Chuc Kim Seok, Takamasa Yoshizaka y Sverre Feh.

Entre los visitantes del Pabellón de Venezuela en Venecia estuvieron Alain Berset, presidente de la Confederación Suiza y Margareth Menezes, Ministra de Cultura del Brasil.

La 18ª Bienal de Venecia estará abierta al público hasta el 26 de noviembre de 2023.

Nota

Como complemento a la reseña de Henrique Vera y en el marco de la Caracas Design Week, en el renglón de Charlas y conversatorios, el próximo viernes 9 de junio de 4:00 a 6:00 pm se presentará:

SINOPSIS DE LA BIENAL DE VENECIA 2023

Bajo la mirada del Arq. Ricardo Sanz

Lugar:

Spazio Mobili

Calle París (entre Caroní y Nueva York).

Las Mercedes.

HVH

Procedencia de las imágenes

Todas: Cortesía de Henrique Vera H.

1993• Se inaugura la exposición «La arquitectura de Carlos Raúl Villanueva»

Exposición La arquitectura de Carlos Raúl Villanueva.jpg

1993• En el marco de la V Conferencia Internacional sobre Conservación de Centros Históricos y Patrimonio Edificado Iberoamericano se inaugura en el Círculo de Bellas Artes, de Madrid, España, la exposición «La arquitectura de Carlos Raúl Villanueva».
Esta muestra, la primera sobre la obra del maestro venezolano fuera de Venezuela, fue organizada y preparada por el Centro de Información y Documentación de la FAU UCV, con el auspicio del Rectorado de la UCV, la Fundación Villanueva, el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Ímber y el Consejo Nacional de la Cultura CONAC, desempeñándose como Comisarios de la exposición Henrique Vera H. (Director de CID FAU) por Venezuela y como contraparte por España, Luis Del Rey Pérez Decano del COAM. Para el montaje en el Círculo de Bellas Artes en Madrid se tuvo el patrocinio de la Universidad de Alcalá, la Universidad de Valladolid, el Ministerio de Obras Públicas y Transportes, la Comunidad Autónoma de Madrid, la Junta de Comunidades de Castilla – La Mancha, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, la casa de América, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Madrid.

La exposición, cuyo diseño y montaje estuvo a cargo de Carlos Fernández Hoyos, permaneció abierta en el Círculo de Bellas Artes entre el 29 de julio y el 8 de octubre.
El material que integró la exhibición fue mayoritariamente fotografías de Paolo Gasparini, copiadas en gran formato, las cuales formaron parte del catálogo, coeditado por la FAU UCV y el Instituto Español de Arquitectura, Ediciones de las Universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, diseñado por Martha Sanabria en el CID FAU e impreso en Fuenlabrada (Madrid) por Graficinco, S.A.

HVH

LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES FAU UCV

De vientos a tempestades

Universidad y política a propósito de la renovación académica en la Escuela de Arquitectura.

Juan José Martín Frechilla

Ediciones FAU UCV

2007

De entre los temas que siempre habían despertado interés y curiosidad y era necesario saldar aprovechando la conmemoración del 65 aniversario de la creación de la Escuela de Arquitectura de la UCV, el correspondiente a la etapa denominada como la Renovación Académica (o la Renovación, a secas) es quizás el más importante tanto por sus orígenes y su desarrollo como por sus resultados e implicaciones.

Impulsado por la necesidad de historiar conociendo las limitaciones que se tiene haciéndolo sobre un hecho cronológicamente cercano y desde la indudable subjetividad que ofrece el haber participado en buena parte de las acciones que se narran, reconociendo, además, que se trata de una tarea que no es ni objetiva ni exacta pero buscando ser abordada desde la solidez que ofrece la posibilidad de contar con un apoyo documental relevante que se buscó organizar mediante reglas y procedimientos rigurosos, De vientos a tempestades permite a su autor, el profesor e investigador Juan José Martín Frechilla, realizar la crónica de un evento que cobra importancia tanto por lo en él acontecido como por su contextualización vinculada a situaciones que lo precedieron y acompañaron dentro y fuera del país.

La introducción al libro, titulada “Para entrar en materia”, ofrece la oportunidad de encontrar una breve pero muy bien hilada secuencia de acontecimientos trascendentales de la geopolítica internacional que desde comienzos del siglo XX hasta lo que se denominó la “Guerra Fría” fueron determinando el clima dentro del cual la Renovación puede ser entendida como circunstancia particular, sumida dentro de un ámbito global y muy particularmente latinoamericano. En este texto introductorio también nos detalla Martín Frechilla la manera como fue organizada la publicación compuesta de cuatro partes: la primera, titulada “Autonomía, libertad y saber”, recorre la relación histórica entre gobierno y universidad con apoyo en la legislación y énfasis en los nodos de los enfrentamientos que se dan hasta el momento en que se produce el evento analizado. La segunda, que lleva por nombre “De Escuela a Facultad, y después”, presenta la evolución académica de los estudios de arquitectura desde la creación de la Escuela en 1941 hasta 1971; la tercera parte, “Rebeliones estudiantiles”, señala el impacto de los acontecimientos y las respuestas de los movimientos estudiantiles, a raíz del malestar generado y las reivindicaciones exigidas por alumnos y profesores durante la propia Renovación. Por último, en “Bifurcaciones” (capítulo IV), se recorren los acontecimientos posteriores a este movimiento luego de la intervención de la UCV en 1969 (que se prolongó hasta febrero de 1971), las razones que adujo el Ejecutivo para llevarla a cabo y las de quienes la aceptaron y apoyaron. Cierra el libro con una “Nota Bene” y finalmente con la “Fuentes documentales y bibliográficas”.

El libro de 352 páginas, impreso en papel glasse por Impresos Minipres C.A. con un tiraje de 1000 ejemplares, contiene intercalado entre las partes II y III un “Cuadernillo Fotográfico 1969-1970”, con 117 imágenes tomadas por el entonces estudiante Henrique Vera (autor también de la foto de la portada del libro), que testimonian diferentes momentos de ese proceso. La edición viene acompañada de un DVD, diseñado y preparado desde el punto de vista informático por Pedro Luis Hippolyte que, tal y como señala el autor, “contiene lo esencial de las fuentes primarias utilizadas para analizar el proceso de Renovación en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo citadas en las notas a pie de página, de este modo cada lector podrá revisar en extenso los documentos referidos y construir, según el caso, versiones distintas a la que aquí se ofrece. La Información escaneada o fotografiada está ordenada cronológicamente en seis carpetas. Correspondencia (1949-1971) (…); Documentos (1949-1971) (…); Asamblea (1969) (…); Legislación (1958-1971) (…); Prensa (1969) (…); y Varios (1968-1969)…”.

De vientos a tempestades, que bien pudo haberse titulado “aquellas aguas trajeron estos lodos”, resume pormenorizadamente un proceso que abarcó en pleno el ámbito universitario (cuyos antecedentes están recogidos en las 147 páginas del capítulo I), del que su detonante inmediato, para el caso de la Escuela de Arquitectura, lo constituyó la presentación el 24 de febrero de 1967 ante el Consejo de la FAU de un informe sobre la “Estructura del Departamento de Composición”, documento que analiza una serie de problemas que afectaban el Departamento y señala especialmente la situación limitada en que se encontraba la impartición de conocimientos en la Facultad, “donde se ha descuidado el aspecto fundamental de la investigación, reduciéndose nuestro centro de enseñanza a un simple centro de información donde es prácticamente imposible evolucionar, no solamente en el aspecto del diseño arquitectónico, sino también en el de la enseñanza misma”, tal y como se recoge en la revista Punto 40-41 (marzo 1970), que dedica de la página 17 a la 60 al tema “Renovación. Por qué? Cómo?”.

Diversas imágenes tomadas por Henrique Vera en pleno proceso de Renovación Académica que forman parte del “Cuadernillo Fotográfico 1969-1970” inserto dentro del libro

No pretendemos ahondar en un asunto que justamente el libro que hoy nos ocupa hace de manera rigurosa, amplia y detallada, ni establecer juicios de valor sobre sus repercusiones. Sólo añadir que luego del informe de febrero del 67, a diferencia de anteriores oportunidades en las que los diagnósticos elaborados tuvieron consecuencias eminentemente administrativas o de modificación de programas, una Comisión comenzó a trabajar en pro de plantear, con base en un acucioso inventario, cambios realmente estructurales en aspectos didácticos, metodológicos, organizativos, de formación docente del profesorado y relativos a la enseñanza tanto para la Cátedra de Composición como al resto de áreas del conocimiento, los cuales tras la presentación de tres documentos entre enero y noviembre de 1968, fueron consolidados en el texto titulado Informe del Departamento de Composición Arquitectónica, cuya responsabilidad estuvo a cargo de los profesores Carlos Becerra, Henrique Hernández y José Miguel Menéndez, conociéndose que colaboraron activamente Augusto Tobito, Ralph Erminy y Juan Pedro Posani.

Desde aquel momento, siguiendo la recomendación del Informe… (que arrojó siete conclusiones producto de un trabajo bien hecho), y a la sombra de los acontecimientos del mayo francés, se generó el clima propicio que desencadenó un proceso permanente de discusión a través de la Asamblea (conformada por estudiantes y profesores) como mecanismo de toma de decisiones que llevó a la paralización de las actividades de aula y a la politización y enfrentamiento con las «autoridades legítimas» a lo largo de todo el año 1969, salpicado por signos de violencia, toma de algunas dependencias y el desacato y desconocimiento por parte de la Asamblea de la linea jerárquica de poder, todo lo cual queda ricamente registrado en el “Cuadernillo fotográfico” junto al ambiente entusiasta que se percibía por participar de un momento que se presumía trascendente. La resistencia al cambio mostrada por quienes dirigían la FAU (que con el decano Oscar Carpio a la cabeza procedieron al retiro de nómina de dos profesores, rescisión del contrato a dos y apertura de sendos expedientes disciplinarios a otros dos), a lo cual se sumó la intervención militar y administrativa de la UCV en octubre de 1969, nombramiento de un Consejo Nacional de Universidades Provisorio, destitución del rector Jesús María Bianco y designación de un Consejo Rectoral interventor, dieron como resultado que, al menos en Arquitectura, los debates, discusiones y encontronazos de aquel año, se prolongaran, traducidos en cese de actividades, hasta la primera parte de 1972, momento en el que el recién electo decano Eduardo Castillo se propuso poner en marcha las líneas maestras que permitirían poner en práctica la reestructuración de los estudios de arquitectura teniendo como base el Informe… y los resultados que a través de su democrática discusión se derivaron.

Mensaje de apoyo de Carlos Raúl Villanueva elaborado a inicios del proceso de Renovación Académica y publicado en el nº 22 de la revista estudiantil Taller (abril 1969)

A modo de epílogo de esta nota y como clara manifestación del ambiente que reinaba en las discusiones asamblearias de aquella época, también recogidas en el nº 22 de la revista estudiantil Taller (abril 1969), cumplidos ya 50 años, quizás valga la pena transcribir la opinión emitida en 1969 por el maestro Carlos Raúl Villanueva, particularmente activo en las discusiones, aparecida en el número de Punto ya señalado: “Creo que algunos de los aspectos más importantes de la Renovación en la Facultad de Arquitectura han sido los siguientes: Antes de la Renovación, los estudiantes sentían un gran desapego por su Facultad, ya que ésta se dirigía sin su participación. (…) Ellos recibían los conocimientos de profesores que eran los supuestos sostenedores de la verdad, y la enseñanza se producía como un flujo unidireccional de ente activo hacia ente pasivo. Ahora se piensa en la verdad como algo dinámico, variable y búsqueda de conocimientos, como un trabajo constante y consciente de profesores y alumnos. (…) Ha permitido y aumentado el grado de compromiso y responsabilidad de los estudiantes hacia su Facultad. (…) Al mismo tiempo conviene analizar con serenidad lo que el país espera de sus arquitectos. Ha mostrado que el camino adoptado hasta ahora no permite resolver los problemas actuales y urgentes que nuestra sociedad necesita. (…) Aparece la urgencia y necesidad de orientar la docencia hacia un compromiso mayor con los problemas nacionales. LA RENOVACIÓN HA SIDO SOBRE TODO UNA TOMA DE CONCIENCIA.”

ACA

Renovación Académica FAU – 1969

 

 

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL nº 89

En Venezuela, las publicaciones periódicas sobre arquitectura, salvo contadísimas excepciones, han tenido corta vida. Si nos centramos en aquellas producto de la iniciativa privada el balance es todavía más desalentador. Sin embargo, la necesidad de llenar el nicho ocupado por todo lo relacionado con el espacio construido ha sido y seguirá siendo en nuestro país no sólo una necesidad sino un territorio donde se puede soñar con alcanzar, además de la continuidad esquiva y el beneficio económico, la calidad y el cuidado en el producto que se ofrezca tanto en presentación como en contenido.

Con todo ello en mente, Henrique Vera (arquitecto venezolano) y Hans Hirsch (librero nacido y formado en Alemania), ambos con una dilatada experiencia en las lides editoriales (el uno dirigiendo por años el Centro de Información y Documentación -CID- de la FAU UCV y el otro vinculado al mundo de las publicaciones periódicas a través de SUSCRIVEN y a la librería del Ateneo de Caracas), deciden asociarse para concebir un ambicioso proyecto que además de aspirar a recoger lo más actual sobre arquitectura, urbanismo, paisajismo, diseño interior, diseño gráfico, historia e investigación en arquitectura y restauración arquitectónica, buscaba convertirse en referencia y expandir su alcance hacia ámbitos afines a su centro de atención: el mundo inmobiliario y la industria de la construcción.

Incubado el proyecto en 1982 no es sino en 1987 que empieza a tomar cuerpo la idea de producir una publicación periódica sobre arquitectura de circulación nacional, pasando a ser fundamental la manera como se caracterizaría y el poner en marcha un cuidadoso plan donde la mayor cantidad de variables que pudiesen garantizar su éxito y continuidad estuviesen cubiertas: formato, tipo de papel, especificaciones sobre la encuadernación, secciones a contener, publicidad limitada a las primeras y últimas páginas, textos solicitados y pagados de acuerdo a tarifas establecidas a nivel nacional, corresponsalías en el extranjero, dibujos de trazado limpio (que permitieran su reducción de tamaño sin perder nitidez, a escala pero sin cotas) de planos de las obras a reseñar contratados a dibujantes de arquitectura entre los que aparecería una axonometría del proyecto central de cada número y fotografías encargadas a profesionales jóvenes que hubiesen incursionado en el mundo de la arquitectura.

Dentro de este marco de referencia, en marzo de 1988 aparece Espacio, con una apretada periodicidad bimestral, no sin antes haber realizado un simulacro de edición, que permitió medir los tiempos de cada etapa involucrada y con ello: fijar el contenido del número, precisar los artículos deseados y a quienes se encargaría escribirlos, prever las fotos que de forma idónea respaldarían los textos, estimar el tiempo para dibujar los planos y fotografiar obras, así como considerar el lapso para diagramar, la recepción de las páginas de publicidad de manos de las agencias anunciantes, el tiempo para realizar la separación de colores de las fotos, impresión, reparto a los puntos de venta y envío a los suscriptores, todo lo cual arrojaba un período de aproximadamente 4 meses en función del personal con que se disponía. Lo anterior obligaba a asumir, con el objetivo de garantizar la periodicidad, el compromiso de ir elaborando simultáneamente un serie de números y de contar con una sincronización tal que contemplara los imponderables que pudiesen surgir cercanos a la fecha de cierre de cada uno.

La salida del primer número de Espacio (cuya portada engalana la postal del día de hoy) se convirtió casi de inmediato en un suceso editorial. Sus 60 páginas en papel glasé, diagramadas por Jacqueline Cherouvrier, contaron con el acompañamiento de un encartado de 24 páginas adicionales (denominado Espacio/Suplementario), en papel periódico e impresión ágil, que bajo el diseño de Martha Sanabria (autora también del logo de la publicación), incorporaba un dinamismo informativo que la producción de la revista limitaba. Ambos, revista y suplemento, venían incorporados en un elegante estuche de cartón (inspirado en la hermosa revista de arte italiana de Franco María Ricci) que permitía, además, incluir publicidad suelta y facilitaba el envío a los suscriptores y su venta en kioskos y librerías.

Editorial Arte sería la imprenta seleccionada. Ricardo Armas, Ricar-2 (Ricardo Gómez Pérez y Ricardo Jiménez) junto a Juan Carlos Oropeza se encargarían de las fotografías, Luis Rivas de los dibujos arquitectónicos y Gaetano Zapulla de las delicadas e impecables axonometrías de los proyectos centrales.
Espacio, contó con la colaboración de un número importante de profesionales y académicos para la redacción de los textos, labores de corresponsalía y facilitación de información. La lista es larga y prescindiremos de la consabida enumeración para no caer en injustas omisiones.

Henrique Vera, verdadero motor de la Sociedad Editora Latinoamericana, C.A, empresa que logró que Espacio alzara vuelo, confiesa que tras una conversación con Guillermo Betancourt, en aquel momento Vice-Presidente de Ars Publicidad, quien asesoró el lanzamiento del proyecto y también se hizo miembro del equipo editor, éste “recomendó aceptar no solo páginas completas de publicidad, sino medias páginas e incluso un cuarto”, a sabiendas que sólo con el aporte de los suscriptores ninguna revista de este tipo es capaz de mantenerse. Pero fundamentalmente insistió en que “la temática fijada para la revista, en ese momento, no era del todo muy popular por lo que recomendaba aceptar publicidad de licores, cigarrillos y lo que viniera”.  Los consejos  y advertencias de Betancourt fueron asumidos a medias por los editores sin que hasta hoy sepamos si fue por ello, o más bien por la reticencia de los anunciantes del sector construcción (acostumbrados a obtener ganancias sin invertir o arriesgar en un “producto nuevo”) o por el haber transitado una etapa en la que el país vio devaluar su moneda por primera vez a pasos agigantados (con el consabido encarecimiento de los costos de producción), lo que condenó a Espacio a aparecer tan sólo en cuatro ocasiones, más allá de que se habían adelantado la preparación de hasta dos números adicionales. No obstante su corta vida, Espacio ha quedado como una verdadera lección que futuros editores nacionales ha sabido tomar muy en cuenta y como ejemplo que lo que una revista de arquitectura “debe ser”: calidad de contenido, impecable diagramación, elevado nivel visual y valor agregado que puede aportar la propaganda seleccionada.

ACA