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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 390

“El Mapa de una parte de Venezuela y de la Guayana Británica demostrativo del avance de las pretensiones inglesas en el territorio venezolano”, compilado y dibujado por Thomas Hayward Gignilliat en 1896, que ilustra nuestra postal del día de hoy, cobra plena vigencia a raíz de los recientes eventos suscitados por la disputa territorial entre Venezuela y Guyana. En tal sentido, muestra un capítulo importante de la historia de la diplomacia en Venezuela, ya que en él están representadas las múltiples demarcaciones del Reino Unido, principal potencia colonialista para la época, reflejando su deseo de abarcar mayor territorio para la Guayana Inglesa.

Considerando las comunicaciones y notas que se intercambiaron los gobiernos del Reino Unido y Venezuela entre 1840 y 1893, el teniente norteamericano Thomas Hayward Gignilliat se da a la tarea de compilar y dibujar a escala en millas un plano para señalar la reclamación inglesa de territorio luego de haber adquirido a Holanda unas 20.000 millas cuadradas en tierra de Guayana, donde se aprecia la zona en reclamación en color grisáceo, así como las sucesivas demarcaciones que reflejan las pretensiones del gobierno inglés de ir ampliando progresivamente al oeste el territorio de la Guayana Británica sobre Venezuela en el siglo XIX, como parte de la disputa territorial entre ambos países. El plano tambien muestra la reclamación fronteriza máxima de los británicos y el límite actual aproximado en disputa en color negro, así como dos propuestas de demarcación planteadas por diplomáticos de Venezuela.

Siguiendo la pauta que establece la leyenda que acompaña el mapa, encontramos que la primera demarcación (la línea roja) es la denominada línea Schomburgk, que debe su nombre al explorador y naturalista británico Robert Hermann Schomburgk (1804-1865). Nacido en Alemania pero trabajando al servicio de los británicos, en 1841, Schomburgk, auspiciado por la Royal Geographical Society, fue enviado en un viaje de exploración botánico y geográfico a la entonces colonia inglesa de la Guayana Británica para definir las fronteras con Venezuela y Guayana Neerlandesa (hoy Surinam), debido a que esta región no tenía su límite occidental definido con la Venezuela independiente al tomar posesión el Reino Unido de la Guayana de manos de los holandeses mediante el tratado de 1814. Cabe recordar que, para ese momento, la fijación de una frontera precisa no representaba prioridad alguna para las potencias coloniales, debido al menguado desarrollo del territorio en cuestión. La línea Schomburgk fue un trazado arbitrario de una frontera, que otorgaba 30.000 millas cuadradas (80.000 km²) adicionales a la Guayana Británica.

1. Detalle del plano de Gignilliat donde se aprecian los doce líneas con las que el Reino Unido fue asomando sus pretensiones con relación al territorio esequibo.

Lo delineado por Schomburgk tuvo consecuencias pues a raíz de ello en 1841 el Gobierno de Venezuela protestó ante el Reino Unido lo que consideró una invasión, alegando que sus fronteras llegaban al este hasta el río Esequibo invocando el principio del uti possidetis iuris. Posteriormente al descubrirse oro en el territorio en disputa, el Reino Unido trató de ampliar su alcance, reclamando unas 33.000 millas cuadradas adicionales (equivalentes a 85.000 km²) al oeste de la línea Schomburgk. La línea divisoria iba desde el río Moruca hasta el Esequibo sumando una extensión de 4.290 km².

La segunda es la línea Fortique, trazada a partir de la nota del doctor Alejo Fortique, ministro de Venezuela en Inglaterra, enviada a Lord Aberdeen, secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido en enero de 1844. Alejo Fortique fue enviado por el Gobierno de Venezuela para que, con el apoyo del historiador Rafael María Baralt, gestionara con el Reino Unido un arreglo para la demarcación de la frontera, dado que en 1840 Robert Schomburgk había efectuado una segunda demarcación, conocida como la “segunda línea Schomburgk” que ampliaba aún más las pretensiones inglesas sobre el territorio en disputa. Cabe destacar que para Schomburgk las bocas del Orinoco tenían una enorme importancia geopolítica, pues para ese entonces eran la llave de entrada a Colombia, o lo que hoy equivaldría a decir la «puerta de América del Sur».

La tercera demarcación es la línea Aberdeen, (la línea azul) trazada conforme a la descripción hecha en el “Libro Amarillo” de Venezuela en 1891. Lord Aberdeen fue secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido entre noviembre de 1841 y enero de 1842, tal y como señala Rafael Badell Madrid en La Reclamación de Venezuela sobre el Territorio Esequibo (2023)

La cuarta es la línea Consejo-Viso, reflejada en blanco con rayas verticales, tomada del mapa de las varias representaciones limítrofes publicado en 1890. “Una demarcación que va desde la boca del río Moroco hasta el origen de la sierra de Imataca; de allí recto por el meridiano de ese punto hasta la sierra Pacaraima” propuesta por Julián Viso, canciller venezolano. La línea fue rechazada por Venezuela y Reino Unido pues dividía la Guayana a la mitad.

2. De izquierda a derecha: Thomas Hayward Gignilliat (1863-1911), Robert Hermann Schomburgk (1804-1865) y Alejo Fortique ( 1797- 1845), tres piezas clave para entender el desarrollo del diferendo limítrofe a finales de siglo XIX.

La línea Rojas, es la quinta demarcación propuesta, y está trazada en color blanco con rayas verticales, según la descripción contenida en la nota del Dr. José María Rojas, para ese entonces ministro residente de Venezuela ante el gobierno de Gran Bretaña, a Lord Granville, Conde de Derby y Secretario de Asuntos Exteriores, en enero de 1881. Según Badell Madrid, Rojas sugiere fijar una línea convencional, «para prevenir serias dificultades en el futuro, especialmente porque la Guayana está atrayendo la atención general del mundo, a causa de las inmensas riquezas que se descubren allí diariamente». La demarcación fue rechazada.

La línea Granville en amarillo, es el sexto límite, y sigue la misma descripción indicada en el memorándum con el que Lord Granville acompaña la nota del 15 de septiembre de 1881, al doctor J M. Rojas, donde descarta la demarcación propuesta por éste.

La séptima línea en color marrón es la línea Rosebery de 1886. Está trazada como la descrita en el memorando que Lord Rosebery dirigió al general Guzman Blanco aquel año. Su curso plantea ampliar los limites al oeste del río Guaima, pues Rosebery sostenía que el Orinoco debía ser un río libre al comercio y a la navegación.

La octava línea en color rojo, es la línea Schomburgk alterada, tomada del mapa de “Parte de la Guayana Británica y Venezuela”, publicada en las actas de la Real Sociedad geográfica, en abril de 1895. Cabe destacar que para ese año el territorio de la Guayana Inglesa había ido extendiéndose –tal y como se señala en el mapa– a fuerza de alteraciones de la línea Schomburgk hasta otorgarle 76.000 millas cuadradas.

La novena línea, en color verde, es la denominada “Salisbury”. Está tomada del mapa de las varias líneas arriba citadas que se publicó en Caracas en 1890 y aparece en dicho mapa con el nombre de “caprichosa línea de arbitraje” y evidentemente se refiere al memorándum que, por instrucciones del marqués de Salisbury (por entonces Primer ministro del Reino Unido), dirigió Sir Thomas Sanderson al doctor Modesto Urbaneja, agente de Venezuela en Londres, el 19 de marzo de 1890. Salisbury proyectó esta nueva línea y no aceptó la del Esequibo fijada por Guzmán Blanco. Según señala el historiador Rafael Badell, el ejercicio de las funciones de Salisbury, coincidió con la usurpación de territorio adyacente a la frontera oriental de Venezuela.

La décima línea en color gris, es la denominada línea de “extrema pretensión inglesa”, pues es la que mayor superficie de territorio pretendía adjudicarles. Está tomada del referido mapa de Venezuela de 1890.

La onceava línea es amarilla y corresponde a la línea Sanderson, tomada de una nota de puño y letra de Sir Thomas Sanderson, titulada “Indicación Personal” pasada al doctor Lucio Pulido, agente de Venezuela en Londres en 1890, según reza en el plano.

La doceava y última, la línea Rosebery, trazada en color blanco que data de 1893, fue propuesta como límite occidental del territorio disputado por Lord Rosebery en su respuesta a la memoria del señor Michelena, Agente de Venezuela en Londres, el 26 de mayo de 1893.

Tal como se señala en el mapa el área rosada donde se ha impreso estos textos representa exactamente 33,000 millas cuadradas. Esa es la extensión de avance de las reclamaciones inglesas en un solo año entre 1885 y 1886, según el Statement Yearbook (véase la memoria número dos del departamento Agricultura Estados Unidos del año 1892).

Según declara Hayward Gignilliat en el propio mapa “para 1886 el territorio de la Guayana Inglesa creció de un salto hasta las 109.000 millas cuadradas”. Esta apropiación sistemática del territorio, así como estas líneas de demarcación de frontera, “nunca fueron reconocidas por Venezuela, ni aún como señal del territorio en disputa”.

3. Caricatura de 1887. Avance británico por los ríos Barima, Amacuro, Yuruán y Cuyuni luego de la ruptura de relaciones diplomáticas.

En cuanto al autor del mapa, el teniente Thomas Heyward Gignilliat (1863-1911) graduado de la Academia Naval de los Estados Unidos, hemos averiguado (gracias a la página https://es.findagrave.com/memorial/102000321/thomas-heyward-gignilliat), que se trataba de un brillante matemático al servicio como militar en el cuerpo de ingenieros que trabajó en fortificaciones costeras, pero su pasión eran las máquinas voladoras, pues tenía la convicción de que se convertirían en una necesidad y un importante instrumento para la guerra. Gignilliat desarrolló múltiples patentes y diseños, centrados en la elevación vertical, biplanos y triplanos en la American Aeronautic Machine Company de Georgia, fundada en 1892. Esta cita de Gignilliat de 1895 manifiesta sus expectativas en relación a las máquinas voladoras y la guerra: “(…) Imagínese en un día nublado o lluvioso un barco aéreo pintado de un color gris opaco casi invisible flotando en la parte inferior de las nubes hasta que ve que está directamente sobre algún buque de guerra o fortificación. Imagínese la nave aérea con el poder de elevarse a voluntad a millas de altura, de posarse, de dar vueltas y vueltas o de lanzarse en línea recta hacia adelante a una velocidad de setenta y cinco millas por hora. Supongamos que llevara a bordo quinientas o mil libras de dinamita en paquetes de cien libras. ¿No crees que podría dejar caer cada paquete con precisión y sin ser visible para los que están abajo?

Infortunadamente, ninguno de los aparatos diseñados por Gignilliat logró un vuelo sostenido. Sin dinero para la investigación, recurrió al gobierno venezolano ofreciendo producirle una flota de aviones si financiaba su investigación. Un plan que nunca llegó a concretarse truncando el trabajo de toda su vida. Al morir en 1911, a sus tempranos cuarenta y ocho años, no tuvo la oportunidad de ver que sus predicciones sobre el poderío de la aviación en la guerra finalmente se harían realidad poco tiempo después.

4. Portada de The National Geographic Magazine que dedica una muy buena parte de su contenido a Venezuela gracias a un texto elaborado WM. E. Curtis
5. Mapa plegable de 6 pulgadas x 9 ¾ pulgadas del Valle del Río Orinoco, publicado por Gignilliat, en la revista National Geographic, Vol. VII, No. 2. febrero de 1896

Gignilliat, también, publicó en 1896 un mapa plegable de 6 pulgadas x 9 ¾ pulgadas del Valle del Río Orinoco, en la revista National Geographic, Vol. VII, No. 2. febrero de 1896, perteneciente a la National Geographic Society, donde muestra la zona en reclamación entre Venezuela y Guayana Inglesa.

El mapa de Gignilliat de 1896 sobre la disputa territorial es de inmenso valor, y forma parte del producto de la asignación de gastos para averiguar la verdadera línea divisoria entre la República de Venezuela y la Guayana Británica, ordenada por el Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América reunidos en el Congreso. A su vez formó parte del ya nombrado Libro Amarillo de los Estados Unidos de Venezuela que presentó el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Pedro Ezequiel Rojas, ante el Congreso durante el mandato del presidente Joaquín Crespo para ratificar los resultados de la investigación de la comisión presidencial.

Apunte final.

6. Dos apoyos fundamentales en la elaboración de esta nota.

Esta nota ha sido posible gracias al apoyo brindado por el libro de Rafael Badell Madrid, La reclamación de Venezuela sobre el territorio Esequibo (2023), donde se relata en detalle con gran minuciosidad la historia de esta disputa histórica. También nos ha sido de gran ayuda el artículo “El problema histórico-jurídico de la Guayana Venezolana” de Enrique Gandía, aparecido en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Caracas, núm. 273, enero-marzo, 1986.

Hoy, después de más un siglo la disputa fronteriza aún se mantiene viva, y la región se encuentra, de facto, bajo el control administrativo y económico de Guyana.

IGV

Procedencia de las imágenes

Postal, 1 y 3. Wikipedia. «Laudo arbitral de París» (https://es.m.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Ocupaci%C3%B3n_Efectiva_III.jpg)

2 y 6. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

4 y 5. National Geographic, «Venezuela», Vol. VII, No. 2. febrero de 1896