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LAS PUBLICACIONES DE EDICIONES FAU UCV

Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864

Izaskun Landa D.

Ediciones FAU UCV/Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico

2010

Con la publicación el año 2010 de Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864 de Izaskun Landa, investigación financiada por dos “Ayudas menores” otorgadas por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela, se logró concretar una nueva alianza ente dicha entidad y Ediciones FAU UCV como parte de la política de apoyo a la divulgación de la labor indagatoria llevada adelante por el cuerpo profesoral de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.

Incorporada a la Colección Estudios/Arquitectura y Urbanismo, el libro se sumaba a un grupo de trabajos editados como parte de la alianza ya mencionada, que se inició con la aparición de La tectónica en la obra de Carlos Raúl Villanueva. Aproximación en tres tiempos de Nancy Dembo (2006) y continuó con Venezuela y el problema de su identidad arquitectónica de Azier Calvo Albizu (2007), Los jardines de la Casa del Real Amparo de José Enrique Blondet (2009) y De Catedral a San Jacinto. Una sede para el mercado principal en la Caracas del siglo XIX de Mariana Iribarren (2010).

La palabra ejido, según el Diccionario de la Lengua Española, proviene del latín “*exītus, por exĭtus ‘salida’”, y se define como “campo común de un pueblo, lindante con él, que no se labra, y donde suelen reunirse los ganados o establecerse las eras” y tiene por sinónimos “campo, campiña, pradera, campillo”. Por tanto, se trata de tierras que no han sido reservadas para asentamientos humanos, ni asignadas como parcelas siendo consideradas áreas comunes del vecindario de una población, utilizadas por la comunidad para actividades agrícolas y de pastoreo.

1. Los ejidos de Caracas en 1594, imagen incorporada al capítulo II del libro de Landa, donde la autora los ha resaltado sobre el plano levantado por Eduardo Röhl en 1918, aparecido en el libro Contribución al estudio de los planos de Caracas de Irma De Sola Ricardo (1967).

En ese contexto, Izaskun Landa dirige su investigación a evaluar el origen y transformación de las funciones específicas y generales de los ejidos de la ciudad de Caracas desde 1594, fecha en la que fueron señalados mediante decreto del Gobernador Don Diego de Osorio buscándose proveer a Santiago de León de reservas de tierras para bosques, aguas y pastos, bajo el entendido de que se trataba de terrenos comunales, inalienables e imprescriptibles, destinados para el crecimiento de la población y la expansión ordenada de la ciudad, hasta 1864 cuando se crea por parte de la Asamblea Constituyente de la Federación el Distrito Federal en la provincia de Caracas.

Landa acotará, a objeto de orientar la comprensión de su trabajo indagatorio, que “el cambio parcial de las funciones específicas de los ejidos … se inicia a finales del siglo XVI con su ocupación y cesión a privados”, práctica que se “legitima en 1825 y se consolida durante los gobiernos de la República de Venezuela”.

2. Plano de Caracas en 1578, mandado a levantar por el gobernador Juan de Pimentel, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

La investigadora justifica la escogencia de los ejidos como objeto de estudio basada en que su análisis “es fundamental para comprender el factor de la tierra urbana como uno de los componentes esenciales del proceso de urbanización”, factor que “ha sido prácticamente ignorado en la mayor parte de los estudios y análisis sobre el crecimiento urbano de las ciudades de Venezuela”.

Particularmente, en Caracas, “los ejidos fueron un factor esencial de la expansión urbana de la ciudad… entre 1594 y aproximadamente 1930”. De allí que el trabajo se encuentre básicamente acompañado por las imágenes intervenidas provenientes de planos que muestran cronológicamente el crecimiento de la ciudad. Ellos son los de 1578, 1772, 1801, 1810, 1843, 1852, 1865 y 1874.

3. Caracas en 1772. Exato mapa de la ciudad de Caracas levantado por Juan Vicente Bolívar, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

Tras aclarar que el estudio, pese a que la recopilación y análisis de la información existente apunta al examen de la normativa jurídica relativa al tema de los ejidos, ofrece un enfoque más orientado por la formación como arquitecto y urbanista de la autora, ésta precisa que la investigación ”se sustenta fundamentalmente en la consulta de fuentes primarias editadas, de fuentes secundarias, terciarias y en casos especiales en documentos inéditos”, por lo que “los alcances de este proyecto son de carácter limitado, ya que no incluyen la selección de documentación original no publicada y localizada en diversos archivos de la capital”.

Editado en un formato de 15.5 x 22.5 cm, el libro cuenta con 247 páginas, fue impreso en papel bond en los talleres de Venegraf C.A. y tuvo un tiraje de 500 ejemplares.

4. Plan de la Ville de Caracas elaborado por Francisco Depons en 1801, incorporado al capítulo II del libro de Landa.

Como siempre suele ocurrir, el índice es la mejor guía para conocer los derroteros que siguió la investigación y la manera como fue estructurada. En tal sentido, cuenta con una esclarecedora “Introducción” para luego dividirse en dos grandes bloques: “Los ejidos de Caracas entre 1594 y 1830” y “Los ejidos de Caracas entre 1830 y 1864”, dejando claro la autora que para los períodos comprendidos entre 1810-1830 y 1857-1864 “se localizó escasa información de fuentes primarias editadas, debido a que estos lapsos coinciden con la Guerra de Independencia y la Guerra Federal”.

5. Plano de la ciudad de Santiago de León de Caracas de 1810, el cual, intervenido por Landa incorporando los límites impuestos por la ordenanza de 1820, aparece en el capítulo III del libro.

El primer bloque, a su vez, abarca tres capítulos, a saber: “Los ejidos en las indias” que comprende la “definición de los ejidos en Las Indias” y la “evolución de los ejidos en Las Indias”; “Los ejidos de Caracas durante el régimen colonial”; y “Los ejidos de Caracas entre 1810 y 1830”, es decir,  durante la fase independentista “en la cual el territorio pasa por fases alternativas de vida republicana y monárquica y en la cual se produjeron cambios relacionados con las tierras comunales y se sancionó una nueva normativa jurídica relacionada con los ejidos”.

6. Plano topográfico de la ciudad de Caracas de 1843 elaborado por Ángel Jesurún, incorporado al capítulo IV del libro de Landa.

El segundo bloque, está conformado también por tres capítulos, que engloban el análisis de los ejidos de Caracas durante diversas fases de la vida republicana. Así “Los ejidos de Caracas entre 1830 y 1847” se cubre el lapso en el cual “se estructuran las bases de la nación independiente y se modifican los atributos de las tierras ejidales”; en “Los ejidos de Caracas entre 1848 y 1857” se detectan “cambios en las actuaciones políticas y jurídicas sobre las tierras ejidales”; y en “Los ejidos de Caracas entre 1857 y 1864” se presenta “un momento de inestabilidad militar, política y de violencia social en el país que condujeron a la Guerra Federal”

El libro cierra con unas “Conclusiones provisionales” que estás seguidas de “Fuentes documentales”, “Fuentes hemerográficas”, “Bibliografía” y un “Glosario de términos”.

7. Plano Topográfico de la ciudad de Caracas e 1852 elaborado por Lino de Revenga y Gregorio Méndez, incorporado al capítulo V del libro de Landa.

Debatiéndose entre ser considerados como una simple fuente de recursos fiscales o como áreas de reserva para el crecimiento de la ciudad, los ejidos de Caracas durante el período estudiado, según Landa, “definidos en el sentido asignado por las Leyes de Indias, es decir, la banda de tierras colindante con la retícula urbana, cumplieron cabalmente la función primordial de ser reservas de tierras para la expansión urbana, a pesar de que una parte de esta banda fue ocupada a censo para actividades agrícolas y otra fue utilizada como tierra comunal como pasto del ganado”.

8. Plano de Caracas de 1865 publicado por la Imprenta de Federico Madriz, incorporado al capítulo VI del libro de Landa.

Por otro lado, Landa también concluye que mientras la introducción de la ideología liberal durante la vida republicana independiente privilegió desde el poder central el carácter rentista de las tierras públicas, en el ámbito del poder local “se mantuvieron formas comunales de propiedad y controles que lograron conservar una reserva de tierras”.

9. Plano Topográfico de la ciudad de Caracas de 1874 levantado por Felipe Tejera, incorporado al capítulo VI del libro de Landa.

Para finalizar recogemos lo siguiente como corolario del trabajo: “…el principal factor que produjo la extinción de los ejidos fue su desconocimiento. La mayor parte de las tierras ejidales señaladas por Osorio (en 1594) se perdió en los libros de los archivos de los distintos cabildos y concejos municipales que administraron las propiedades patrimoniales de la población y el municipio. Pudo haber sido la falta de diligencia, el encubrimiento de propiedades fraudulentas o la complejidad de indagar y rastrear los diversos títulos, pero lo cierto es que la mayor parte de las tierras concejiles permaneció incógnita y por lo tanto sus posibles beneficios para la ciudad desaparecieron. (…) Por este motivo, los principales procesos de expansión urbana de Caracas que se llevan a cabo durante las primeras décadas del siglo XX no se realizan sobre tierras ejidales sino sobre tierras de propiedad privada, a diferencia de otros centros urbanos latinoamericanos…”.

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas. Landa, Izaskun. Los ejidos de la ciudad de Caracas entre 1594-1864. Ediciones FAU UCV/Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico. 2010.