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1968• Vertical Vibrante de Alejando Otero en Maracay

1968• La Gobernación del estado Aragua instala la obra “Vertical Vibrante” del reconocido artista venezolano Alejandro Otero (1921-1990) en una de las entradas viales a la ciudad de Maracay, capital del estado. La obra, que formar parte de la colección de esta Gobernación, fue creada por Otero el año anterior, siendo una de las primeras de este nuevo periodo creativo, donde deja atrás la pintura, el collage y los papeles coloreados para darnos sus estructuras espaciales elaboradas con hierro, acero y aluminio.

HVH

¿SABÍA USTED…

… que en 1956 se inaugura la Plaza Los Símbolos en el Paseo Los Ilustres?

1. Plaza y Paseo Los Símbolos hacia 1957

Lo que se conoce en Caracas como el “Sistema Urbano La Nacionalidad” tuvo a lo largo del tiempo, desde que se gestó hasta que se culminó, un desarrollo y significado bastante desiguales. Definido su trazado, se inicia su realización con el tramo conformado por el Paseo Los Ilustres (parte de la antigua avenida Las Acacias que comienza a su vez en la Plaza Las Tres Gracias), proyectado al unísono con los albores de la Ciudad Universitaria de Caracas, a comienzos de la década de 1940, durante el mandato de Isaías Medina Angarita. Dedicado a rendirle tributo a los hijos insignes de la Nación y pensado como parte del ordenamiento urbanístico impulsado por el gobierno de Medina, el Paseo Los Ilustres se diseñó bajo la premisa de estar flanqueado por viviendas para la clase media para las cuales era su natural desahogo.

El resto del Sistema contemplaba terminar de conectar un sector en el que lo civil (encabezado por la máxima casa de estudios del país) era el leit motiv, con otro polo en el que lo castrense sería el tema predominante. Allí se ubicaría, una vez encargado su proyecto en 1945 (también por el gobierno de Medina) al reconocido arquitecto Luis Malaussena, el conjunto formado por las sedes de la Escuela Militar y la Escuela de Aplicación.

Así, el estrecho vínculo entre uso habitacional y espacio público que caracteriza al Paseo Los Ilustres no se conservará al momento de continuar el desarrollo del eje que conectaría la Ciudad Universitaria y la Escuela Militar y que tiene justamente a la Plaza Los Símbolos como punto de inflexión. Desde este lugar el Sistema se va desprendiendo paulatinamente de su compromiso con las áreas aledañas y del hacer ciudad bordeando el río Valle, hasta convertirse finalmente en el monumental Paseo Los Próceres poco después del cruce con el distribuidor La Bandera.

2. Sistema Urbano La Nacionalidad iniciando en la parte superior con la Plaza Las Tres Gracias (entrada a la Ciudad Universitaria) y rematando en la parte inferior en la Escuela Militar.

Este importante cambio en el carácter del gran paseo coincide justamente con el momento en que, derrocado Medina en octubre de 1945 y continuada la visión civilista de lo urbano por el llamado “Trienio adeco” (1945-1948), toma el  poder, tras el golpe de Estado a Rómulo Gallegos, la Junta Militar encabezada por Carlos Delgado Chalbaud, pero fundamentalmente a partir del 2 de diciembre de 1952 cuando el mando se concentra en la figura de Marcos Pérez Jiménez como dictador y presidente de lo que aún se llamaba los Estados Unidos de Venezuela.

La clave de la transformación experimentada en el Sistema Urbano La Nacionalidad se encuentra recogida en el libro Escrito de memoria (1967) de Laureano Vallenilla-Lanz Planchart (Ministro de Relaciones Interiores durante la dictadura) quien, citado por Silvia Hernández de Lasala en Malaussena. Arquitectura académica en la Venezuela moderna (1990) transcribirá el mensaje que Pérez Jiménez le transmitiera a Malausenna (encargado de realizar también los proyectos finales): “El general Medina, quería edificar algo modesto y los adecos una cosa más modesta aún. No, manifesté al doctor Luis Malaussena, no. Vea grande. La Escuela Militar debe disponer de medios y de espacio suficiente para formar una élite intelectual, física y moral. Un oficial egresado de ese Instituto habrá de estar capacitado para cualquier misión castrense o civil”.

Y a partir de allí continúa Hernández de Lasala: “De las palabras de Marcos Pérez Jiménez se deduce el cambio de actitud que mostrará Malaussena, del conjunto de la Escuela Militar y la Escuela de Aplicación al del Paseo de Los Precursores y el Círculo de las Fuerzas Armadas. (…) La austeridad en el uso de los recursos que se observa en el conjunto proyectado durante el gobierno de Isaías Medina Angarita dará paso a la utilización de materiales costosos característicos de las obras del complejo que se diseñan y construyen en la década de 1950: el Círculo de las Fuerzas Armadas y el Paseo de los Precursores”.

De tal manera, a la conclusión del conjunto de las dos escuelas en 1947 y de la primera parte del Sistema La Nacionalidad (Paseo Los Ilustres y Paseo Los Símbolos) seguiría el desarrollo del monumento a Los Próceres y el Paseo de los Precursores al que se adosó el Círculo de las Fuerzas Armadas, dentro del afán por darle a Caracas un lugar gobernado por el lenguaje académico y el eclecticismo en el que la monumentalidad buscaría hacer recordar el urbanismo francés del siglo XIX. Como bien señala Hernández de Lasala “con su retórica expresa una versión particular de lo que hoy somos, en función de una valoración singular de los héroes de la Patria; a la vez que intenta  justificar la presencia del régimen dictatorial de Marcos Pérez Jiménez, asociando su ejercicio a las hazañas de los héroes de la independencia”.

3. Vista aérea de la Plaza y Paseo Los Símbolos cerca de 1953 a la espera de la colocación del pavimento de la plaza y del grupo escultórico Memoria de los venezolanos a los símbolos patrios de Ernesto Maragall. Al fondo el Paseo Los Próceres aún en movimeinto de tierra.
4. Dos tomas del Paseo Los Ilustres en fechas cercanas a su inauguración

Inaugurado todo el Sistema por Pérez Jiménez en 1956, corresponderá a la Plaza Los Símbolos articular los austeros paseos “medinistas” de Los Ilustres y Los Símbolos y resolver el cambio de dirección hacia el suroeste del primero cuando continua hacia el segundo. El diseño de ambos, ubicados al centro de una avenida de dos canales a cada lado con sistemas de refugio para el transporte público, con un ancho aproximado de 10m, acusa una extrema sencillez. Están conformados por una sección continua pavimentada originalmente en baldosas de mosaicos vitrificados destinada a la circulación peatonal, que se ensancha para dar cabida a áreas de descanso las cuales cuentan con bancos de concreto y postes de iluminación de metal vaciado ornamentado y se separa de la calle mediante espacios para jardines arbolados.

La Plaza en sí se trata de una rotonda o redoma que permite resolver el cambio de dirección ya mencionado liberando la prolongación de la avenida Las Acacias que hoy conocemos como avenida Roosevelt en su ruta hacia Los Rosales y El Cementerio. Dada su condición circular, Malaussena recurrió a insertar en el interior un cuadrado sobre el que se generó una limpia superficie pavimentada con un mínimo de equipamiento que contenía a su vez, como remate del eje proveniente del Paseo Los Ilustres, un espejo de agua donde se ubicó el grupo escultórico Memoria de los venezolanos a los símbolos patrios, realizado por el artista catalán, residenciado en nuestro país desde 1937, Ernesto Maragall Noble (1903-1991), cuyo arte ya había hecho anteriormente acto de presencia en la ciudad. El espacio sobrante entre el cuadrado interno y el círculo externo fue tratado como área verde con el objeto de acentuar el aislamiento del tráfico vehicular que el interior de la plaza exigía.

5. Arriba. Izquierda: Ernesto Maragall. Derecha: Ernesto Maragall en su estudio con Susana Duijm (1956). Abajo: El monumento a los símbolos en el taller de Viareggio, Italia (1957) donde se puede apreciar la escala de la obra.
6. Memoria de los venezolanos a los símbolos patrios en una foto reciente
7. Tres aproximaciones al monumento a Los Símbolos

La imponente obra concebida y realizada por Maragall en bronce para el espacio de la plaza fue encargada por Guillermo Pacanins, gobernador del Distrito Federal, al igual que los monumentos a Los Precursores y Los Próceres. Imbuída en el espíritu nacionalista que terminó cobrando todo el Sistema Urbano y que ya había hecho acto de presencia en su obra anterior, la pieza recoge la figura de tres indígenas (una mujer y dos hombres) que representan los emblemas patrios: la bandera, el escudo y el himno.

Si La Nacionalidad en su totalidad fue inaugurado por Pérez Jiménez en 1956, la obra de Maragall no se instaló en la plaza hasta 1957 a la espera de su llegada de Viareggio (Italia) donde fue fundida. Su presencia logró inyectarle al apacible lugar donde se ubicó buena parte de la grandilocuencia con que fue trabajada la etapa final del Sistema donde el artista, como ya se asomó, también participó creando los bajorrelieves ubicados en las caras largas de los dos monolitos de Los Próceres que recogen las cuatro batallas de la independencia: Carabobo, Pichincha, Boyacá y Ayacucho, y en todo el tratamiento escultórico del Paseo de los Precursores donde destaca la pieza de un indígena a caballo.

Galardonado en 1943 con el Premio Nacional de Escultura por su escultura en bronce Auyucama, y en 1953 con la Orden el Libertador Simón Bolívar, el artículo dedicado a Ernesto Maragall Noble elaborado por Judit Subirachs Burgaya publicado en el Diccionario de la Real Academia de la Historia de España, destaca: “La mayor parte de las obras que Maragall dejó en Venezuela son de carácter nacionalista épico, de concepción monumentalista y de formas robustas y estáticas. (…) Sin embargo, nunca olvidó los cánones propios de sus orígenes mediterráneos, produciendo obras en las que el orden y el equilibrio fueron aplicados a un mundo frondoso y enigmático”. Si bien buena parte de su producción más relevante está concentrada en el lugar que hemos reseñado, no olvidemos que Maragall es también el autor de los Titanes de Venezuela de la Fuente Monumental Venezuela ubicada inicialmente en la Plaza Venezuela y hoy en el Parque Los Caobos, y que también realizó recién llegado al país Mestiza, localizada al borde del estanque en el patio central del Museo de Bellas Artes y, ya al final de su carrera, el monumento conmemorativo A los caídos de la generación del 28 (1978-1979) para los jardines de la Universidad Central de Venezuela.

8. Arriba: trabajos de restauración del Paseo Los Ilustres llevados a cabo en 2019. Abajo: foto reciente del paseo

Inmersos durante años en un proceso de creciente abandono y deterioro lo que hizo que ello fuera recogido en 2007 por el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC) en su Catálogo del Patrimonio Cultural Venezolano, tanto el Paseo Los Ilustres como la Plaza Los Símbolos y el paseo que lleva el mismo nombre a partir de 2015 han sido objeto de sucesivas intervenciones no todas respetuosas de las condiciones originales que su diseño ofrecía, que condujeron a la reposición del pavimento, el mobiliario urbano y la vegetación, mostrando en la actualidad un aceptable estado de conservación, siendo Fundapatrimonio el ente encargado de su mantenimiento. Es así como la zona ha recuperado su condición de lugar de descanso y recreación de quienes viven en sus alrededores y de los caraqueños en general como parte de un sistema que constituye uno los sitios de mayor aceptación y vitalidad de cuantos existen en la ciudad.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 5. Hannia Gómez. Catálogo de la exposición Suite Iberia. La arquitectura de influencia española en Caracas, 2015

2. http://guiaccs.com/obras/sistema-urbano-de-la-nacionalidad/

3. https://www.pinterest.com/pin/384917099383815605/

4. https://www.pinterest.com/pin/384917099385454527/ y Colección Fundació Arquitectura y Ciudad

6. https://www.pinterest.com/pin/351210470921778074/

7. https://iamvenezuela.com/2015/10/plaza-los-simbolos-paseo-los-simbolos/

8. y Colección Fundació Arquitectura y Ciudad y http://guiaccs.com/obras/sistema-urbano-de-la-nacionalidad/

1966• Escultura Homenaje a la Amistad, Puerto La Cruz

Escultura Rotary Club Puerto La Cruz.jpg

1966•  El Club Rotary Internacional dona a la ciudad de Puerto La Cruz, Anzoátegui, la escultura del artista rumano-venezolano Dimitrius Demu, titulada Heptaedro del cielo, la cual es colocada en una redoma de la Av. Municipal de la ciudad portuaria (frente al cuartel de bomberos en Puerto la Cruz).
La obra que es un homenaje a la amistad, tiene 17 metros de altura, fue construida en acero inoxidable, se colocó en el centro de un espejo de agua, como parte de una fuente.

HVH