1907• Se concluye la construcción e inaugura el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, ubicado en la esquina de Carmelitas, Caracas, remodelación realizada según diseño del arquitecto e ingeniero Alejandro Chataing (1873-1928) para el edificio que pertenecía a las monjas Carmelitas Descalzas. Esta edificación se destinó en años posteriores como sede del Banco Central de Venezuela.
El edificio fue demolido en el año 1953 para dar paso a la construcción de la avenida Urdaneta.
Alejandro Chataing fue considerado el Gran constructor del Régimen de Cipriano Castro, habiendo construido, entre muchas edificaciones: las Fachadas del Mercado Municipal de San Jacinto (1894), el Teatro Nacional (1904) y el Nuevo Circo de Caracas (1919).
… que en 1948, hace ya 70 años, se terminó de construir en la avenida Orinoco de la urbanización Las Mercedes el edificio Gastizar?
1. Edificio Gastízar. Circa 1950
En 1943, la familia Eraso, propietaria de la hacienda Las Mercedes, junto a la compañía constructora Venezolana de Inversiones C.A. (VICA), y su presidente Gustavo San Román, se asociaron con el fin de urbanizar inicialmente lo que en la actualidad identificamos como El Rosal y Las Mercedes, produciéndose así la primera incursión hacia «el sureste» de la ciudad de Caracas. De este modo se ofrecía a la clase media emergente la oportunidad de adquirir “quintas” o alquilar apartamentos, en edificios de baja altura dentro de un suburbio residencial bien planificado con base en una retícula homogénea. Los proyectistas, arquitectos y delineantes que materializan su desarrollo, muchos de ellos de origen vasco, dotan de un sello característico a las viviendas unifamiliares y a muchas de las multifamiliares que allí tempranamente se implantan siendo la tipología del “caserío”, típica construcción rural de Euskadi, la que termina predominando como lenguaje formal tanto en casas como en edificios. Apellidos como Basagoiti, Salvador, Iñiguez, Abásolo y Aguirrezabala, por citar algunos, se encuentran entre quienes firmaron los planos o diseñaron para la urbanizadora los modelos que, identificándose posteriormente con denominaciones extraídas del norte de la península ibérica, se repitieron a todo lo largo y ancho de un sector que, valga la pena acotar, fue aprovechado por las transnacionales del petróleo para residenciar a buena parte de sus altos gerentes, funcionarios y empleados.
Así, el edificio Gastizar, cuyo nombre en euskera remite a la vieja torre de una casa solariega del pueblo de Ustáriz, cuya veleta da pie a las reflexiones que acompañan el breve relato El dragón de Gastizar escrito por Pio Baroja en enero de 1918, cobró en el paisaje urbano de Las Mercedes un papel importante dentro de la evolución del “estilo arquitectónico vasco” que su diseñador, Miguel Salvador Cordón, auspició, tras la firma en este caso de su compañero de exilio el ingeniero Lorenzo de Basagoiti. Su fecha de construcción ubicada después del Toki Eder (1943, situado en Chacaíto) y antes del Donosti (1949, localizado muy cerca en la misma avenida Orinoco), permiten considerar el Gastizar como otro eslabón en la manera como el “caserío”, por lo general de uso unifamiliar en tierras vascas, es reinterpretado para dar cabida a un edificio multifamiliar en tierras venezolanas. También el Gastizar se suma a la búsqueda igualmente ecléctica que Miguel Salvador Cordón materializa en 1950 en el proyecto para la casa-club del Centro Vasco de Caracas, situado en la urbanización El Paraíso.
Tras su aspecto doméstico que asemeja una caserón de tres pisos con techo a dos aguas, el Gastizar alberga seis funcionales apartamentos (dos por nivel, incluido el nivel suelo) dentro de una planta simétrica, casi cuadrada, horadada por un pequeño patio posterior. Su elocuente expresividad, manifiesta en el cuidadoso tratamiento de su fachada principal, hace que rejas, contraventanas, uso de superficies empedradas, entramados, garajes y decoraciones alusivas a su origen jueguen un papel determinante.
3. Edificio Gastízar. Circa 2010
Así, en el Gastizar, a diferencia de su “hermano” el Donosti donde se percibe una mayor fidelidad con respecto al modelo originario, se apela a dotar de un mayor dinamismo formal a la fachada principal, variando la proporción de los llenos, modificando algunos de los materiales usados como ornamento, resaltando verticalmente su cuerpo central y jugando con la disposición de los techos, todo ello sin alterar significativamente el tamaño y colocación de las perforaciones dentro del planteamiento absolutamente simétrico que en ambos casos rige toda su composición. Otra ligera alteración se percibe al comparar la dimensión de las plantas (algo más rectangular en el Gastizar) y la disposición de los servicios dentro de la distribución de los apartamentos, más concentrados en la obra que estamos considerando en torno al pequeño patio incorporado en la parte posterior el cual permite la ventilación natural de los ambientes. La suma de todo lo antes señalado convierte al Gastizar en claro vestigio de la memoria de una urbanización que intentó propiciar una escala íntima y tranquila que no rompiera con el espíritu residencial y que, con el pasar de los años, ha ido transformando dramáticamente su fisonomía dada su incorporación a la vorágine urbana, acompañada de un virulento cambio de usos.
4. Edificio Gastízar. Dos momentos de su demolición el sábado 3 de octubre de 2016.
La descripción que hemos hecho del edificio, aunque apela mayoritariamente al presente como tiempo verbal, debimos haberla redactado completamente en pasado. El sábado de 3 de diciembre de 2016, por sorpresa y a plena luz del día, el Gastizar fue demolido con la venia de las autoridades municipales y del Instituto de Patrimonio Cultural sin que mediara contemplación alguna por parte de sus propietarios, a pesar de la voz de alerta que alzaran en su momento DoCoMoMo Venezuela y la Fundación de la Memoria Urbana, y luego de haber sufrido paulatinas modificaciones en su robusta imagen que, sin saberlo, enviaban una clara señal de advertencia.
ACA
Procedencia de las imágenes
1 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela
2. González Viso I.; Peña M.I.; Vegas F. Caracas del Valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, 2015
1921• Por iniciativa del general Juan Vicente Gómez, gran aficionado al hipismo y del naciente Club Hípico, se construye el segundo Hipódromo de Maracay, estado Aragua, en terrenos ubicados a escasos 250 metros donde en 1933 se levantaría la Plaza de Toros (hoy conocida como Plaza de Toros Maestranza César Girón), diseñada por el maestro Carlos Raúl Villanueva.
Este nuevo hipódromo sustituyó al existente abierto 1913 y cerrado en 1921, fecha en la cual se abre el segundo. A diferencia del anterior la estructura del palco presidencial era de concreto armado y no de madera y estaba mejor colocado frente a la pista de carreras con completa visibilidad de ésta.
En 1966, durante la gestión del gobernador Ildegar Pérez Segnini, se construyó e inauguró el Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu en los terrenos que ocupó este mencionado hipódromo.
1936• Se termina de construir para la familia Zingg la Quinta Las Margaritas, ubicada en el cruce de la Avenida Las Acacias con la futura Avenida Andrés Bello. El proyecto fue realizado por el ingeniero Carlos Blaschitz. Años después la casa fue demolida y en su terreno se construyó el edificio Palmarito.
1946• Se concluye la construcción del edificio Sede del Banco Central de Venezuela, en un terreno de 6.150 m2 ubicado en el ángulo Noroeste de la esquina de Carmelitas entre las calles Norte 2 y Oeste 1, diagonal con la Santa Capilla en la avenida Urdaneta, proyectado por el ingeniero y arquitecto Gustavo Wallis Legorburu (1897-1979) en 1942 con la asistencia técnica de empresas norteamericanas.
La primera piedra del edificio se colocó el 19 de octubre de 1943 y todo el proceso de construcción fue dirigido por Gustavo Wallis, quien para la fecha había construido para el Ministerio de Obras Públicas la Cárcel El Obispo (1927-28), el Teatro Principal (1931), el Palacio para la Gobernación de Caracas (1935) y el Edificio Veroes (1938-40).
Wallis invitó a participar en el proyecto del banco al artista catalán Ernesto Maragall i Noble (1903-1991) que realizó los relieves que acompañan el nombre del banco sobre el portal de acceso, los dos medallones y las cuatro figuran que rematan en la parte superior el cuerpo central del edificio.
Ernesto Maragall, Premio Nacional de Escultura 1943, «es considerado uno de los pioneros de la estatuaria pública venezolana. Sus aportes fueron relevantes a través de monumentos integrados a la arquitectura o al paisaje, e inscritos en las tendencias oficiales de reafirmación de la nacionalidad».
Los cuatro grupos escultóricos incorporados al edificio sede del Banco Central de Venezuela representaban de forma alegórica la agricultura, el comercio (1), la industria (2), y la población.
La nueva sede proyectada y construida por Wallis, la segunda del Banco Central, en poco tiempo resultó insuficiente para su crecimiento y desarrollo, por lo que a fines de los años 1950 se encargó un nuevo proyecto al arquitecto Tomás Sanabria, que fue concebido en dos etapas,
En la primera, a construirse en el terreno ocupado por el edificio diseñado por Wallis, se haría la sede para los más altos niveles de decisión del Banco y también parte de las bóvedas de seguridad y otros servicios específicos de la Institución. Este edificio fue inaugurado en 1965, con asistencia del Presidente de la República Dr. Raúl Leoni y por su diseño, Tomás Sanabria recibió el Premio Nacional de Arquitectura 1965.
En la segunda etapa, se construyó la Torre Financiera de 26 pisos sobre el nivel de la calle, la cual fue inaugurada por el Presidente Rafael Caldera el 14 de Septiembre de 1973.
El que se denominaba formalmente como edificio de las “Oficinas para ‘Canmacin’” más conocido como la “sede administrativa de Cauchos General”, es uno de tantos casos que denota la desaparición implacable dentro del paisaje urbano de Caracas de una pieza de arquitectura de gran valor, perteneciente en este caso a nuestra rica modernidad, a causa de los vaivenes del mercado inmobiliario y a la incapacidad de reaprovechamiento de sus instalaciones que bien podrían haber albergado el uso al que finalmente se destinó el terreno en el que se encontraba.
1. Arriba: perspectiva del conjunto de la planta de Cauchos General con el edificio administrativo en primer plano. Abajo: Perspectiva del acceso2. Planta de conjunto. 1: Nuevo edificio de oficinas. 2: Fábrica existente renovada. 3: Estacionamiento. 4: Zona de carga. 5: Autopista del Este
Ampliamente reseñado en el nº 3 de a, hombre y expresión (enero 1957), primera publicación de arquitectura aparecida en Venezuela dirigida por Carlos Raúl Villanueva, Ramón Losada Domínguez y Juan Pedro Posani y coordinada por Clara Urdaneta, el edificio cuya imagen acompaña la postal del día de hoy fue realizado por la Oficina de Planificación y Vivienda en colaboración con la firma de arquitectura Guinand & Benacerraf integrada esta última por Carlos Guinand Baldó y Moisés F. Benacerraf, la cual responsabilizó del proyecto al arquitecto norteamericano (posteriormente residenciado en nuestro país) Emile Vestuti (1927-1998). La ejecución de la obra estuvo a cargo de Constructora Ferrán C.A. quien la terminó el año 1956 con un costo aproximado a los Bs. 600.000, de acuerdo a información procedente del permiso de construcción para un edificio de oficinas a ser ubicado en Chacao, otorgado a Carlos Guinand Baldó por la Dirección de Obras Municipales, recogida en el nº 221, agosto 1954, de la Revista del Colegio de Ingenieros de Venezuela.
3. Vista del conjunto desde el sur4. Vista parcial del edificio administrativo con parte de las áreas externas.
Complemento de una nave industrial dedicada a la fabricación de neumáticos, este sobrio edificio de una planta, lograda sencillez, cuidadas proporciones e impecable pureza, denota por parte del joven Vestuti una clara influencia de Mies van der Rohe a través del manejo de los códigos que caracterizaron la etapa europea del maestro alemán, algo alejados si se quiere del lenguaje asumido en los proyectos del Hotel Residencias Montserrat en Altamira (1951), el edificio Gran Avenida cerca de la Plaza Venezuela (1952) y el Banco Unión de Sabana Grande (1953), realizados con anterioridad también como arquitecto asociado a la oficina de Guinand & Benacerraf.
5. Vista del corredor del cuerpo administrativo con la entrada al fondo6. Fachada sur del edificio administrativo
Tal vez hayan sido las condiciones del programa y su rol de complemento a una fábrica de grandes proporciones lo que llevó a Vestuti a optar por la horizontalidad y el uso de la cubierta plana como tema al que sumó la presencia del alero, el corredor y el patio como elementos de confort ambiental, poniendo, además, el acento en el cuidado de los detalles constructivos y el uso de los materiales gobernados por un sistema modular, dando como resultado una pieza que explota al máximo la flexibilidad espacial, rasgo éste propio de la más absoluta modernidad. En otras palabras Vestuti optó por el silencio solemne y no por el ruido molesto como recurso para acompañar la edificación a la que se sumaba. De la nota aparecida en a, hombre y expresión (seguramente redactada por Juan Pedro Posani), rescatamos lo siguiente: “El edificio destinado a las oficinas de la General (…), constituye un caso aislado dentro del cuadro de las construcciones caraqueñas. Testimonio de una sensibilidad aguda pero controlada, en él se ha tratado de aunar los instrumentos tecnológicos más actuales con la herencia temática de la arquitectura tradicional”. Las estupendas imágenes que acompañan la reseña (que alcanzan niveles de patrimonio histórico) dan prueba de ello y también de la insensatez cometida cuando al ser demolido en sus terrenos se construyó el Centro Comercial Sambil de Chacao en 1998.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal, 2, 3, 4, 5 y 6. «Oficinas para la ‘Canmacin’ en Caracas», revista A, hombre y expresión, nº 3, enero 1957
1. Catálogo de la exposición Our Architects en Caracas. Arquitectura norteamericana en Caracas. 1925-1975, Sala TAC, 2017
Nos interesan temas relacionados con el desarrollo urbano y arquitectónico en Venezuela así como todo lo que acontece en su mundo editorial.