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ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 309

El Concurso Nacional de Propuestas de Espacios Públicos “Amenidades Urbanas”, avenida Bolívar, Caracas, convocado a inicios de 2015, podríamos decir que, pese a la escala aparentemente inocua de las intervenciones que involucraba, marca una ineludible polémica con respecto a cómo debe entenderse la planificación y el diseño urbano, el rol que en todo ello debe jugar tanto la participación ciudadana como la profesional, y la manera cómo ha sido tratado en medio del discurso político el que ha sido considerado históricamente uno de los espacios públicos emblemáticos dentro de la trama urbana caraqueña.

En tal sentido, es ineludible remontarse a 1939 cuando es publicado el Plan Monumental de Caracas o Plan Rotival para encontrar allí el germen de una serie de decisiones que transformaron el hasta entonces apacible centro de la capital. Dicho plan, al plantear la intervención de las manzanas comprendidas entre las avenidas Este-Oeste 6 y Este-Oeste 8 con el objeto de crear en medio un eje flanqueado por edificaciones, dentro de una propuesta general que privilegiaba la vialidad vehicular, aportaría a la bisoña capital venezolana el boleto de entrada a la modernidad.

1. Plan Rotival, 1939. Proyecto de la avenida principal. Perspectiva.

Aunque no nos detendremos a analizar al detalle los lineamientos generales de aquel plan, si vale la pena resaltar que dentro de su espíritu académico no dejó de contemplar la importancia de entender el eje central como punto neurálgico de un sistema del que partían toda una serie de intervenciones y como elemento ordenador del mismo. Tampoco es menos importante el considerar que la avenida que allí se proponía, pese a su carga compositiva, sus dimensiones y su condición de elemento separador del casco histórico, tenía unas connotaciones muy distintas a las que finalmente se le dio en cuanto a la consideración del tránsito y la forma urbana, cuya desvirtualización, que derivó en su conversión en una vía expresa, se inició en 1947 al crearse la Compañía Anónima Obras Avenida Bolívar (con el objetivo inicial justamente de impulsar el proyecto de urbanización derivado del llamado Plan Rotival) y cuando luego se proyecta y construye el Centro Simón Bolívar a partir de 1949.

2. c. 1947. Cipriano Domínguez. Maqueta del desarrollo de la avenida Bolívar a partir del proyecto del Centro Simón Bolívar siguiendo las pautas del Plan Rotival.
3. La avenida Bolívar en 1955.
4. La avenida Bolívar en 1967.

En todo caso, para comprender de manera integral el origen, evolución y planes desarrollados sobre el eje de la avenida Bolívar y hacerse una opinión propia con relación al tema, no existe mejor documento que el libro El Plan Rotival. La Caracas que no fue. 1939-1989. Un plan urbano para Caracas, coordinado por Marta Vallmitjana, con la participación de Marco Negrón, Ciro Caraballo, Juan José Martín Frechilla, María Fernanda Jaua, Silvia Hernández de Lasala, Max Pedemonte y Jesús Sanoja Hernández, publicado en 1991 luego de que se montara en 1989, como conmemoración de los 50 años del mencionado plan, una excelente exposición en los espacios de la FAU UCV.

De lo que no cabe duda es que las expropiaciones que dieron origen a la demolición de las manzanas afectadas según lo establecido por el Plan Rotival, pero muy particularmente el haber convertido en vía rápida a la avenida Bolívar (acentuado cuando luego se terminó empalmando con la Autopista del Este, hoy Francisco Fajardo), hicieron que el importante eje junto a los terrenos aledaños que conformarían su borde se convirtieran con el pasar de los años en “tierra de nadie”, pasando a ser objeto de múltiples planes y proyectos de muy desigual talante que nunca lograron resolver el tema del carácter que en definitiva debía cobrar como espacio urbano metropolitano.

5. Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf. Maqueta y plan general del Parque Vargas. 1984.
6. De izquierda a derecha: Les Champs Elysées (París), Paseo La Castellana (Madrid) y Parque Vargas (Caracas).

Será en 1984 cuando, mediante decreto presidencial, quedó instituido el uso de parque para los terrenos propiedad del Centro Simón Bolívar ubicados al norte y al sur de la avenida, a lo que se sumaría posteriormente una normativa que reglamentaría en detalle dicho uso durante diez años. Ello, traducido en la elaboración de un Plano General a cargo de los arquitectos Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf, retomará el interés por entender el espacio como una totalidad. Así, el planteamiento de lo que se denominó como Parque Vargas, entre otras cosas, buscó minimizar dentro de lo posible la condición expresa de la avenida abriendo la posibilidad de rescatar las conexiones norte sur que el Plan Rotival siempre consideró de vital importancia para dar continuidad a la trama urbana fundacional. Pero lo que particularmente conviene resaltar de él es que, si bien se aleja visiblemente los lineamientos originales del Plan Monumental en cuanto a la definición del borde mismo de la avenida con volúmenes relativamente importantes, otorgándole un aspecto parecido a otros espacios similares en el mundo en los que predomina la vegetación (las referencias a Les Champs Elysées de París o el Paseo de La Castellana en Madrid son inevitables), dejó sembrada la semilla “de su propia aniquilación, o tal vez, de su propia revitalización, en tanto que se deja propuesta, para el futuro, la posibilidad de redensificar los bordes actualmente propuestos, tanto desde el punto de vista de los volúmenes edificables posibles, como desde el punto de vista de los usos que eventualmente requería una Avenida de esa naturaleza”, afirmará premonitoriamente Silvia Hernández de Lasala en el ensayo “Violaciones sucesivas. Notas sobre la arquitectura de la avenida Bolívar de Caracas, después del Plan Monumental de 1939”, publicado en el libro que ya citamos.

7. Edificios de la Gran Misión Vivienda Venezuela construidos sobre la avenida Bolívar a partir de 2011.

El Parque Vargas con el transcurrir del tiempo pasaría a denominarse “paseo” y acarrearía, a causa de la no implementación de las medidas correspondientes, una situación de indefinición para la otra mitad de la manzana que había quedado sin desarrollar a lo largo del eje de la avenida Bolívar, lo cual sin duda afectó la revitalización del espacio y aceleró su deterioro. Es así como sorpresivamente desde el gobierno, sin que mediara un necesario debate sobre el destino de la avenida que, valga decirlo, anteriormente tampoco se había dado, se toma la polémica decisión de ubicar allí desde 2011 el desarrollo de una parte importante de las edificaciones de la Gran Misión Vivienda Venezuela, una vez que se hubo consumado la desaparición del Centro Simón Bolívar. El trecho comprendido entre el Nuevo Circo y Parque Central, tanto al norte como al sur de la avenida, sería ocupado por bloques habitacionales sin servicios complementarios adecuados, que buscarían alojar a los damnificados de las lluvias de 2011 e incorporar dicho uso en los terrenos más importantes de la ciudad, acrecentando así su condición de colcha de retazos en la que poco a poco se ha convertido.

Es bajo lo que se podría considerar, siguiendo a Hernández de Lasala, como una nueva “violación sobre la violación”, que los terrenos ocupados por lo que pudo desarrollarse del Parque Vargas empezaron a ser vistos como posibles espacios de esparcimiento y desahogo de las viviendas construidas, asumiéndose como escala de referencia un ámbito intermedio entre la local y la metropolitana. Y es dentro de este contexto que hay que entender el llamado que el 12 de enero de 2015 se dirige a “colectivos, oficinas o estudios venezolanos de arquitectura y/o afines” (a los que se podrían sumar jóvenes estudiantes y colectividad en general), quedando “exentas, en su defecto, firmas personales o representaciones individuales”, para participar en el Concurso “Amenidades Urbanas”.

Fueron por tanto muy elaborados los argumentos y debatibles las justificaciones cargadas de ideología que los organizadores del concurso (Pico Estudio y PGRC, apoyados en la Gran Misión Saber y Trabajo y con el patrocinio del Gobierno del Distrito Capital, la Alcaldía de Caracas y el Movimiento por la Paz y la Vida) debieron redactar para dar soporte a un evento que, sin embargo, tuvo una significativa participación de hasta 366 trabajos del más variado nivel.

En tal sentido, a sabiendas de que se estaban contraponiendo dos visiones de ciudad, de su planificación y de la manera como se concibe, proyecta y construye el espacio público, no es extraño encontrar en los documentos elaborados tanto por los organizadores como en el propio veredicto del jurado (que se pueden revisar en https://amenidadesurbanas.tumblr.com/), frases, algunas polivalentes y otras discutibles, como las siguientes: “El objetivo de este Concurso es despertar el interés en enriquecer a la urbe caraqueña, con intervenciones arquitectónicas que vitalicen los espacios en desuso para transformarlos en lugares de encuentro, que mejoren la convivencia ciudadana e inviten al sano esparcimiento”; “El modelo de gestión para el desarrollo de los Proyectos de Arquitectura estará relacionado a la metodología del diseño participativo, a partir de fórmulas de trabajo que implican la ampliación de información, aprendizaje, acuerdos y cooperación basados en el intercambio y transferencia de conocimientos y experiencias con la comunidad y diversos actores de la ciudad”; “Amenidades Urbanas consiste en una estrategia de vitalización urbana basada en el principio del Derecho a la Ciudad, para la activación de dinámicas que inviten a la ocupación colectiva del espacio público, a partir de la generación de una oferta permanente de servicios para el disfrute cotidiano desde lo lúdico, relacionada al esparcimiento, la recreación, el descanso, la educación y el deporte”; y, la que tal vez llama más la atención, “Amenidades Urbanas no es tanto un concurso destinado a una búsqueda de proyectos cerrados sino de potencialidades, por lo cual está diseñado para convertirse en un semillero de proposiciones abiertas y no de intervenciones ya terminadas, totalmente preparadas para ser construidas de manera inmediata, sin ser refrendadas por otros procesos más allá de nuestra evaluación. Entendemos que es por eso por lo que el concurso no aparece con un plan general ordenador diseñado apriorísticamente sino que tiene una vocación de ir construyéndolo a partir de esas potencialidades, derivadas de las propuestas premiadas o mencionadas en el veredicto del jurado”.

8. Parte de la entrega ganadora del lote B1 (Deporte): Ricardo Sanz, Rodrigo Marín, Anastasia Carvallo y Sergio Fernández (Caracas).
9. Parte de la entrega ganadora del lote D1 (Artes): Ricardo Sanz, Rodrigo Marín, Anastasia Carvallo y Sergio Fernández (Caracas).
10. Parte de la entrega ganadora del lote C3 (Deporte): Daniel Madrid, Andrés Rengifo, Orlando Rosales, César Figueroa, Claudia Millán, Andrés Benítez, Silvia Uzcátegui, Robert Montilla, Genesis Loizaga, Rafael Suarez, Freddy Mendoza, Gerardo González, Carlos Alcalá, José Sulbarán, Mariano García, Luis Morillo y Cristóbal Mendoza (Barquisimeto)

El jurado convocado para evaluar los trabajos entregados el 30 de marzo de 2015, integrado por: Antonio Salas, Alejandro Haiek, Melissa Parra, Marcos Coronel, José Naza Rodriguez, Diego Peris (España), David Barragán (Ecuador) y Carmelo Rodríguez (España), con el apoyo como consejeros de Juan Pedro Posani y Domingo Álvarez, declaró ganadores, dentro de las diferentes zonas y modalidades sometidas a escrutinio, a los siguientes grupos: lotes B1 (Deporte) y D1 (Artes): Ricardo Sanz, Rodrigo Marín, Anastasia Carvallo y Sergio Fernández (Caracas); lote C3 (Deporte): Daniel Madrid, Andrés Rengifo, Orlando Rosales, César Figueroa, Claudia Millán, Andrés Benítez, Silvia Uzcátegui, Robert Montilla, Genesis Loizaga, Rafael Suarez, Freddy Mendoza, Gerardo González, Carlos Alcalá, José Sulbarán, Mariano García, Luis Morillo y Cristóbal Mendoza (Barquisimeto); y lote D3 (Descanso); Antonio Bockh, Marco Henríquez, Gabriel Martín y David Tovar (Puerto La Cruz). Además, se otorgaron siete menciones. Cabe añadir que, más allá de no haberse logrado cubrir todas las variantes previstas, el concurso previó no sólo premiar a los ganadores y menciones sino también otorgar una bonificación a todos los trabajos que, cumpliendo con las bases, fueron entregados.

11. Amenidades Urbanas. Master plan.

Después de realizado el evento, en 2018, se constituyó la oficina “Amenidades Urbanas” que tuvo la responsabilidad de elaborar (a posteriori y tras consulta pública con la contribución de expertos, investigadores, comunidades del entorno e instituciones públicas) un plan maestro a cargo de Camilo González (director) y el apoyo de Verónica Rodríguez, Damián Castillo, Rafael Solano, Miguel León, Guillermo León, Ana Vielma, Aurynes Rojas, Ángel Rodríguez, Javier Barrios, Fabricio Mora y Génesis Lozada. Desde allí se le ha dado curso a la realización del proyecto del grupo ganador encabezado por Ricardo Sanz y Rodrigo Marín (del cual recogemos uno de los dibujos entregados para ilustrar nuestra postal del día de hoy), que tuvo por objetivo proponer espacios culturales y una plataforma deportiva. También a los proyectos de un dispositivo de juegos (Rafael Suárez de 439 estudio) y de un mercado itinerante (Marcos Colina, Gresly Monsalve y Darianna Urbina de Abono arquitectura).

12. Ricardo Sanz y Rodrigo Marín. Lote deportivo.
13. Ricardo Sanz y Rodrigo Marín. Lote cultural.
14. Marcos Colina, Gresly Monsalve y Darianna Urbina de Abono arquitectura. Mercado.

El trabajo de Sanz y Marín fue publicado por https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/906383/amenidades-urbanas-sector-deportivo-ricardo-sanz-sosa-and-rodrigo-marin-briceno y del texto remitido por los autores rescatamos lo siguiente: “La obra aquí publicada corresponde al lote deportivo, y para su desarrollo, decidimos comprometernos con las actividades de recreación y ejercitación más comunes del ciudadano venezolano, entendidas más como dinámicas de tipo lúdico que fomenten el espíritu de cohesión comunitaria y de salud, que de competencia y formación deportiva profesional.(…) En efecto, en un lote que, por sus dimensiones, difícilmente podía asumirse la práctica deportiva de forma estricta, tenía más sentido ofrecer un conjunto de actividades, que, articuladas de manera flexible, respondieran a los distintos intereses de los habitantes del sector. (…) Los dos elementos que se utilizaron de forma sistemática fueron el concreto para las superficies, y el acero, para los dispositivos.(…) El primero, busca construir una topografía de discretos desniveles, que resuelve, las conexiones entre la calle y la edificación, las jardineras, los asientos y los anclajes para las estructuras livianas; propone también el tema de la rampa de patinaje, y el tenis de mesa, como una pieza escultórica maciza que pueda resistir el impacto del uso público.(…) El segundo por su parte, se presenta como una estructura de tubería continua que recorre la plaza, baja, sube, circunda un árbol, y que va determinando el espacio, orientando los recorridos y sugiriendo sus usos. Unas barras paralelas, una baranda, un riel para patinar; hay una estructura que sostiene un aro de baloncesto, y unos columpios protegidos tras una reja para mecerse suavemente, y mirar la ciudad (o el juego) sin temor de recibir un pelotazo. (…) La multiplicidad y flexibilidad, busca satisfacer a todas las edades. Los jóvenes y adultos que persiguen mejorar su condición física tienen un espacio en la figura de gimnasio a cielo abierto, pero la ambigua articulación de límites, construye esa plataforma de juegos capaz de albergar la siempre cambiante aspiración del niño, que, de un momento a otro pasa de ir tras una pelota a treparse sobre algo, en inquieta e inagotable emoción”.

15. La avenida Bolívar en la actualidad.

Como corolario de este polémico evento quedará flotando la pregunta acerca de si se debe participar o no en concursos sesgados ideológicamente o formulados bajo premisas que pudieran estar equivocadas y añadir las siguientes ¿Qué competencia arquitectónica no peca de ello? o ¿Concursar significa necesariamente compartir los lineamientos de los promotores o más bien aprovechar las pocas oportunidades que se presentan para ofrecer posturas, ejercitar la imaginación, darse a conocer, abrir una fuente de trabajo u ofrecer resultados viables y atractivos que logren convencer a un jurado?

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 8, 9, 10 y 11. https://amenidadesurbanas.tumblr.com/resultados.

1 y 2. https://oscartenreiro.com/2013/12/21/una-pequena-historia-necesaria/

3. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-326471/ad-classics-torres-de-el-silencio-cipriano-dominguez

4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

5. https://sancheztaffurarquitecto.wordpress.com/2010/08/27/carlos-gomez-de-llarena-arquitecto-espanol-premio-nacional-de-arquitectura-1976-venezuela/fotos16/

6. http://hanniagomez.blogspot.com/2007/03/1993-13-crnicas-quirrgicas.html, http://hanniagomez.blogspot.com/2016/02/retroceso.html y https://www.vayacamping.net/francia/ile-de-france-es/paris-es-es/campos-eliseos-champs-elysees

7. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

12 y 13. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/906383/amenidades-urbanas-sector-deportivo-ricardo-sanz-sosa-and-rodrigo-marin-briceno/5bf5fba608a5e566ee000046-amenidades-urbanas-sector-deportivo-ricardo-sanz-sosa-and-rodrigo-marin-briceno-diagrama-01?next_project=no

14 y 15. https://www.plataformaarquitectura.cl/cl/904161/amenidades-urbanas-corredor-de-espacios-publicos-en-venezuela/5bc776d3f197cc6b220001a9-amenidades-urbanas-corredor-de-espacios-publicos-en-venezuela-foto?next_project=no

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 303

El dibujo de Pablo Lasala (1940-2000) que hemos seleccionado para acompañar nuestra postal del día de hoy, proviene de la página 24 del libro que Isabel Lasala (su hija) publicara en 2014 titulado Creando lugares, entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala con el apoyo de Ediciones FAU UCV. La publicación que recoge el trabajo de investigación llevado a cabo por Isabel como profesora de la Escuela de Arquitectura Carlos Raúl Villanueva teniendo como objeto de estudio la obra de su padre, se constituye en pieza clave para la comprensión de la obra de un talentoso arquitecto que llevó adelante una intensa actividad proyectual y docente acompañada por el éxito obtenido al participar en numerosos concursos logrando en muchos de ellos el primer premio, la cual, lamentablemente, no fue compensada con la realización de los proyectos involucrados.

Identificado como “Calles con curvas verticales en La Guaira”, hecho en tinta sobre papel el año 1994, el dibujo que nos ocupa abre el capítulo 1 “La expresión de la arquitectura de Pablo Lasala” del libro ya mencionado. Se trata por el tema que reproduce y el tipo de representación utilizado de la demostración de una preocupación constante por parte de su autor de lo que fue su temprana pasión de reproducir a través de bocetos y pinturas más que “imágenes abstractas o fantasiosas…paisajes o situaciones en las que se encontraban elementos que, al principio, de una manera menos consciente, quería explorar”. También se trata de un claro ejemplo del privilegiado lugar que siempre ocupó el dibujo en perspectiva al nivel del peatón (técnica que dominó como pocos) para quien permanentemente reflejaba y comunicaba con su mano lo que veía, pensaba e interpretaba.

1. Pablo Lasala. Izquierda: Maracaibo. Óleo sobre lienzo (c.1957). Derecha: Plaza Baralt de Maracaibo. Óleo sobre lienzo (c.1958)
2. Pablo Lasala. Izquierda: PLaza Bolívar. Óleo sobre lienzo (c.1958 ). Derecha: Caminos curvos con árboles en las afueras de La Puerta, Los Andes. Óleo sobre lienzo (c.1958 )

No es casual que haya sido La Guaira, ciudad que debe a la topografía y a la sabia adaptación a ella su potente morfología y su atractiva fisonomía urbana, el objeto de atención de este dibujo de Lasala. Producto seguramente de una visita “intencionada”, esas “calles con curvas verticales” se suman a los “Caminos curvos con árboles en las riberas de La Puerta, Los Andes” (óleo sobre tela de c. 1958) o a los “Caminos curvos con árboles en Los Andes” (lápiz sobre papel de c. 1963) como manifestaciones de una búsqueda constante que tuvo al comienzo, mediante la pintura al óleo que realizó cuando de joven vivió en Los Andes y en Maracaibo, su foco de atención en situaciones espaciales de la naturaleza patente a través de “cumbres montañosas, senderos curvos que desaparecen en el paisaje, insinuaciones de cambios de nivel en el camino, reflejos, juegos de luz y sombra, entre otros”, y que luego, al decantarse Lasala por la arquitectura como profesión, deriva en la representación con lápiz o tinta de espacios urbanos que visita o de sus ideas arquitectónicas cada vez más comprometidas con la creación de lugares y la construcción de paisajes propios.

Así, aunque para 1994 ya Lasala le había abierto las puertas al dibujo por computador y alcanzado elevados niveles de expresión tan impactantes como inconfundibles, que junto a los años en que se desempeñó como profesor de Geometría Descriptiva le permitieron elaborar el trabajo Perspectiva para arquitectos (con el que ascendió en el escalafón a la categoría de agregado en 1990), nunca ocultó la mirada con que se aproximaba a lo que representaba pudiéndose considerar el caso de La Guaira como paradigmático.

3. Pablo Lasala. Izquierda: Caminos curvos con árboles en Los Andes. Lápiz sobre papel (c.1963). Derecha: Dibujo de Los Andes venezolanos. Lápiz sobre papel (c.1964)
4. Pablo Lasala. Calle en La Guaira. Tinta sobre papel (1994)

Acompañado siempre por todas las herramientas necesarias (lápices, portaminas, pluma fuente, marcador desechable y bolígrafo), y de un cuaderno sobre el cual dibujaba cada vez que tenía ocasión, como bien señala Joel Sanz en el “Prólogo” del libro que está apoyando el desarrollo de esta nota, “…Pablo, cuando asistía a reuniones aburridas … lo abría y sin rubor alguno comenzaba a trazar sobre el papel inmaculado, decenas de bocetos semejantes a cumbres, colinas, mesetas, explanadas, grietas, cráteres o cualquier otra cosa parecida a una acción de las fuerzas naturales que han conformado en el tiempo los paisajes sobre los cuales vivimos. Los bocetos no tenían destino ni ubicación específica. Parecían pura calistenia gráfica, pero eran, en verdad, calistenia intelectual. Era la pasión por entender las formas y las leyes de las fuerzas que las producen, para responder al modelado de algún paisaje que requiriese su construcción o su completamiento”.

Si bien lo señalado por Sanz apunta a un territorio dominado por el inconsciente, la memoria y la imaginación (además de la razón) más próximo a su proceso creativo, no deja de ser colindante al dibujo que hoy hemos querido presentar. La Guaira, sin duda, abonó el cúmulo de ideas recurrentes entre las cuales “la predilección por geográfico y la creación de paisajes” ocupan un lugar privilegiado. Si bien se trata, como ya hemos adelantado, de un dibujo tardío no se aleja del sello que dejaron en Lasala los meses que solía pasar en La Quebrada el pueblo de los Andes trujillanos donde junto a su familia llegó a Venezuela procedente de España el año 1947. En 1949 los Lasala se mudarán a Maracaibo y, en 1957, Pablo vendrá a Caracas a realizar sus estudios de arquitectura graduándose en agosto de 1963 e iniciándose como docente en 1965, siendo primero profesor de geometría descriptiva y luego de diseño.

Sobre su padre, Isabel Lasala afirmará que “la música y la arquitectura fueron sus grandes pasiones. El conocimiento de ambas se fusionaba en él de tal manera, que a menudo comentaba que no entendía cómo se podía hacer buena arquitectura sin saber música. (…) Cuando tuvo que decidir entre una y otra disciplina, eligió la arquitectura como carrera y siguió con la música por placer. (…) A sus dos grandes pasiones originarias, la música y la arquitectura se sumó, desde los años sesenta, una nueva pasión: la navegación a vela”.

5. Pablo Lasala. Perspectivas de la propuesta presentada para el concurso de la sede de la Orquesta Sinfónica Venezuela (1971). Mención de Honor.
6. Pablo Lasala. Izquierda: Perspectiva de la propuesta presentada para el concurso de la sede del Instituto Nacional de Obras Sanitarias INOS (1971). Segundo premio. Derecha: Perpectiva de la propuesta presentada para el concurso de la sede de las Oficinas Administrativas del Congreso Nacional y la Cancillería (1974). Primer premio.

Ya para 1994 fecha del dibujo de nuestra postal de hoy Pablo Lasala había sido decano de la FAU UCV (1987-1990), participado en al menos 10 y obtenido los primeros premios en prestigiosos concursos de arquitectura tales como: la Sede para las Oficinas Administrativas del Congreso Nacional y la Cancillería (1974) y el Concurso Nacional para un Sistema Constructivo Flexible para la Construcción de las Estaciones Ferroviarias en todo el País (1977), a los que se sumarían más adelante la Sede de la Asociación de Ejecutivos del Estado Carabobo (1998) y la Ampliación del Club Valle Arriba en Caracas (1999). También había obtenido el 2º premio en el Concurso para la sede del Instituto Nacional de Obras Sanitarias INOS (1971), la Mención de Honor en el de la Sede de la Orquesta Sinfónica Venezuela (1971) y la Mención Arquitectura Urbana por la propuesta para el Centro Cívico de San Cristóbal (1979-80).

ACA

Procedencia de las imágenes

Todas, excepto 6 izquierda: Isabel Lasala. Creando lugares, entre la exaltación y la superación del objeto arquitectónico en la obra de Pablo Lasala (2014)

6 izquierda. Revista PUNTO, nº 44, octubre 1971

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 301

La realización durante los años 2008 y 2009 del concurso nacional de arquitectura de anteproyectos para un hotel de 4 y 5 estrellas, a desarrollarse en la Zona Rental Norte (Plaza Venezuela) por parte de la Fundación Fondo Andrés Bello (FFAB) para el Desarrollo Científico de la Universidad Central de Venezuela, con el acompañamiento de Inversiones y Promociones ZRPV, C. A. y Promociones 5ZR C. A., significó una nueva oportunidad y trajo un nuevo halo de esperanza para un gremio que ya empezaba a sufrir los rigores de la prolongada crisis en la que se encuentra sumido el país.

1. Ubicación de la Zona Rental Plaza Venezuela y dentro de ella del lugar previsto dentro del Plan Maestro donde se desarrollaría el hotel objeto del concurso.

El edificio objeto del concurso se encontraba incorporado dentro del complejo hotelero o “isla hotelera” previsto dentro del Plan Maestro de Desarrollo y Diseño Urbano de la Zona Rental de Plaza Venezuela a ubicarse hacia el sur, en el borde limitado por la calle Olimpo, particularmente en las parcelas identificadas como E4, E5 y E6. La superficie total del terreno a ser desarrollado alcanzaba los 4.654 metros cuadrados.

Con la convocatoria, la FFAB buscaba reafirmar su compromiso con el desarrollo sostenible y continuar impulsando proyectos de renovación urbana para la transformación creativa de las Zonas Rentales y otras propiedades de la UCV, así como mejorar la calidad de vida de la comunidad universitaria y los habitantes de la Caracas Metropolitana y sus áreas periféricas. Revalorizar el entorno, diversificar el uso de la zona, y potenciar la cultura y la tecnología como detonante para la transformación espacial y social sería otros de los retos que la institución ponía en manos de los concursantes.

2. Imágenes de las otras dos propuestas finalistas del concurso. Izquierda: Dietrich y Bela Kunckel. Derecha: Helene de Garay

Organizado en dos etapas, culminada la primera, se seleccionaron a tres arquitectos o equipos de profesionales para llevar las ideas iniciales a un mayor nivel de desarrollo. Los finalistas fueron los arquitectos Dietrich y Bela Kunckel, la arquitecta Helene de Garay, y los arquitectos Francisco Pimentel y Oscar Capiello. Finalmente, el 30 de octubre de 2009 a las 6:00 p.m., se convocó asistir a los espacios del Hotel Ávila (lugar con el que buscaba dotar de significado al evento), para dar lectura al Acta elaborada por el jurado evaluador, resultando ganadores los arquitectos Francisco Pimentel y Oscar Capiello.

El equipo formado entre Pimentel y Capiello para el momento del concurso ya había realizado, entre otros: el Centro Comercial Plaza Las Américas II Etapa (1999); el Conjunto Residencial Solano (1998); el nuevo Plan Maestro y el Edificio Cincuentenario en la Universidad Católica Andrés Bello (2002-2003); el Complejo Plaza Miranda – Centro Comercial Millenium en la Av. Francisco de Miranda, Los Dos Caminos (2004-2009); y participado en 2008 en el concurso para el edificio sede de la CAF. Por su parte Pimentel, con una trayectoria de más de 50 años en el ejercicio profesional, había sido distinguido junto a Bernardo Borges y George Wilkie con el Premio Nacional de Arquitectura 1971 por el edificio El Universal (1969) y llevado adelante numerosos proyectos individualmente o asociado con notables profesionales tales como Klaus Heufer, Bernardo Borges, Beltrán Alfaro. George Wilkie, Pablo Lasala, Jacobo Koifman, Edwing Otero, Carlos Teodoro Itriago y María Inmaculada de León.

3. Croquis que presenta la propuesta ganadora del concurso y su relación con la Ciudad Iniversitaria de Caracas.
4. Francisco Pimentel y Oscar Capiello. Dos renders de la propuesta ganadora del concurso.
5. Francisco Pimentel y Oscar Capiello. Propuesta ganadora del concurso. Implantación y corte.

Así, el programa del concurso ganado por Pimentel y Capiello exigía resolver en una misma edificación un hotel con 269 habitaciones tipo 4 estrellas y 135 habitaciones tipo 5 estrellas, centro de negocios, oficinas, salones de banquetes, espacios comerciales y de recreación. Ello dio pie a  una respuesta conformada por dos edificios muy bien articulados y adaptados a los requerimientos urbanos exigidos en el certamen, destacando fundamentalmente su integración peatonal al contexto y la aspiración de convertirse en pieza representativa de la Ciudad Universitaria de Caracas (CUC) en el sector de Plaza Venezuela, para lo cual se buscó en todo momento tomar como elemento referencial la arquitectura de la CUC y a partir de allí llevar a cabo una reinterpretación más acorde a los tiempos presentes.

6. Tratamiento cromático y de protección de las fachadas oeste (izquierda) y este (derecha) del hotel.
7. Una planta tipo de habitaciones y la propuesta del Bulevar Olimpo.

Para otorgarle a la edificación un carácter que cumpliese con todas las expectativas planteadas, cobró prioridad el diseño de una envolvente adaptada a las variables climáticas. En tal sentido, los problemas de orientación e insolación fueron resueltos mediante el diseño de un sistema de protección que habla directamente de su condición tropical. Así, las fachadas de ambas torres cuentan con una piel que a través del juego cromático permite su identificación: el cuerpo este destinado a ser el hotel cuatro estrellas, fue dotado de una fachada con tonos cálidos que van del rojo al amarillo, respondiendo a los tonos de la ciudad, mientras que el cuerpo oeste que sería el hotel cinco estrellas fue revestido de tonos verdes respondiendo al Ávila que funge de telón de fondo.

8. Renders que recogen la espacialidad de la planta baja y su integración con los primeros tres niveles.

El proyecto del conjunto alcanzó un total de 68.417 metros cuadrados de construcción, distribuidos en 16 pisos ocupados mayoritariamente por las habitaciones. Adicionalmente se incluyeron en los primeros tres niveles el resto de los elementos del programa, a los cuales se accede desde lo que se denomina como bulevar Olimpo, un eje peatonal desarrollado para unir al complejo hotelero con las edificaciones vecinas que integran los planes de desarrollo de la Zona Rental. Cabe destacar que en el último piso se ubicó un “sky bar” con una piscina y más áreas de esparcimiento para los huéspedes.

Para el momento en que se da el veredicto del concurso ya habían sido construidos, como integrantes del Plan Maestro de la Zona Rental Plaza Venezuela: la etapa I del Centro Comercial, ganado por concurso por Carlos Gómez De Llarena, Hugo Dávila y Pedro Mendoza (con 62.533 m2 de construcción que serían inaugurados en agosto de 2012) y la Torre Corporativa (19.946 m2 de construcción), destinada inicialmente para ser la sede de la C. A. Metro de Caracas según proyecto de Héctor Giménez, inaugurada en 2008 y hoy tristemente célebre por albergar al Servicio Nacional de Inteligencia (SEBIN).

De acuerdo a lo que hemos recogido de la página https://www.facebook.com/Arquitecturavzl del 25 de marzo de 2021, “Al poco tiempo de haberse dado el veredicto del proyecto ganador, una cadena hotelera internacional junto con un consorcio venezolano mostraron un gran interés en invertir en el proyecto y llevar a cabo su construcción. Sin embargo, el interés y las posibilidades de llevar a cabo el proyecto se fueron desvaneciendo a medida que la situación política y económica de Venezuela se iba deteriorando con el pasar de los años. Esto terminó acabando con cualquier posibilidad de realizar la construcción del complejo, al menos mientras la situación del país no ofrezca mejores condiciones para los inversionistas”.

El compromiso de la FFAB sería firmar con los ganadores el contrato para desarrollar el proyecto, cosa que nunca ocurrió. El hotel se sumaría así, no sólo a la serie de propuestas que aún se encuentran por construir en la Zona Rental Plaza Venezuela, sino al inexorable destino de la mayoría de los concursos de arquitectura convocados en el país.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal. https://m.facebook.com/photo.php?fbid=2849519085263418&id=1635824313299574&set=a.1761785604036777

  1. https://www.youtube.com/watch?v=6kgoAf1t9RI y https://ffabucv.org/zona-rental-plaza-venezuela/

2, 3, 4, 5, 6, 7 y 8. https://www.youtube.com/watch?v=6kgoAf1t9RI