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¿SABÍA USTED…

…que el origen del eje avenida Universidad-avenida México se remonta a la fundación de Caracas?

1. Primer plano de Santiago de León de Caracas de 1578 sobre el que se señala en rojo lo que será el eje avenida Universidad-avenida México.

Al observar la copia dibujada por Antonio Muñoz Ruiz del plano original que se conserva en el Archivo de Indias, Sevilla, España, junto a la Relación de la Descripción de la Provincia de Caracas por el Gobernador Don Juan Pimentel de 1578, considerado el Primer plano de Santiago de León de Caracas, de entre las muchas cosas que llaman la atención se encuentra su escueta pero ilustrativa representación de los accidentes naturales que la acompañan en medio del valle y, sin duda, la relación y características de la trama urbana con relación al espacio geográfico. Es, como bien señalan Federico Vegas e Iván González Viso (basados en Walter Palm) en “Historia de Caracas a través de sus planos”, ensayo introductorio de Caracas del Valle al mar. Guía de Arquitectura y paisaje (2015), una representación en la que se maneja el “biproporcionalismo”, ya que, por un lado, se presenta “la superposición de dos escalas: una geográfica y una urbana” y, por el otro, existe una evidente desproporción entre ambas. “Un plano con el damero de una ciudad se ha colocado sobre el mapa de un inmenso territorio. En esta suerte de mapa y plano se propone una relación entre una ciudad y una geografía, entre un concepto de orden espacial y un espacio profano aún sin colonizar ni conocer plenamente”.

La información que provee este dibujo, que a su vez recoge el trazado encargado por Diego de Losada a Diego de Henares al momento de fundar Caracas en 1567, caracterizado por la uniformidad y simetría presente en 25 cuadras precisas e idénticas, permite apreciar, esbozadas, diferentes tipologías (iglesia, plaza, casa, calle) y, con ello, repasar su peso en el desarrollo posterior de la ciudad en el cual muchas de ellas han mantenido su ubicación y similares propósitos.

2. Detalle del Primer plano de Santiago de León de Caracas de 1578.

Hoy nos referiremos a la calle en sentido oeste-este que originalmente como todas tenía “una anchura de treinta y dos pies”, localizada una cuadra al sur de la “plaza” y que muestra como elemento resaltante la presencia de una manzana con la inscripción “San Francisco”, en la que se preveía el establecimiento de un convento y una iglesia anexa que congregaría a los primeros miembros de la orden franciscana que finalmente llegarán alrededor de 1575.

Dicha calle verá cómo los monjes fundarán su convento tan pronto arribaron (levantándolo entre 1577 y 1586) y también será testigo del inicio de la construcción en 1593 de la iglesia diseñada por Antonio Ruiz Ullán. Ya para 1772, fecha del “Exato mapa de la ciudad de Caracas”, la vía se desarrollaba entre las quebradas de Caroata y Catuche cuando su paralela, que pasaba al norte de la Plaza Mayor, ya llegaba hasta la quebrada Anauco, siendo la construcción de su puente la excusa ideal para instalar una alcabala en la Candelaria que regulaba el acceso desde el este, en momentos que despertaba el interés por ejercer el control fiscal de la urbe.

3. El eje que nos ocupa remarcado en el “Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus Barrios” de Joseph Carlos de Agüero (1775), dos años antes de la creación de la Capitanía General de Venezuela.

Lo anterior se verá refrendado en el idealizado mapa de 1775 de Joseph Carlos de Agüero (“Plan de la ciudad de Caracas, con división de sus Barrios”) donde se presenta una ciudad colonial en un cuadrado perfecto de 16 x 16 cuadras en el que el eje que nos ocupa atraviesa las parroquias Catedral y Candelaria (cosa que se mantiene hasta el día de hoy) y ya se encuentra próximo a la quebrada Anauco. También aporta la existencia del convento de San Francisco y en la acera de enfrente del convento de La Concepción.

4. Recorte del “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale” de Francois-Raymond Joseph Depons (1806).

El muy detallado “Plan de la Ville de Caracas, dans l’Amerique Meridionale” de 1806, elaborado por el cartógrafo francés Francois-Raymond Joseph Depons durante su estadía en Venezuela, registra con precisión el inicio de la calle al oeste a partir de la quebrada Caroata marcando su final al este con la presencia de la “Prison de Correction” mostrando, además, la presencia de los dos conventos ya mencionados.

5. Recorte del “Plano de la Ciudad de Caracas en el año 1810” elaborado por E. Mendoza Solar en 1910.

Por su parte, el “Plano de la Ciudad de Caracas en el año 1810” elaborado por E. Mendoza Solar completa lo señalado por Depons indicando cómo al sur de la “Casa de Corrección” se encuentra la “Casa de Misericordia” (hospicio que funcionó entre 1787 y 1797 y que luego tuvo diferentes destinos), en el espacio hoy ocupado por el Parque Carabobo, encontrándose más al este como vecino un “Campo-Santo” donde hoy funciona el Liceo Andrés Bello.

6. El Templo y el Convento de San Francisco en 1851 según Lessman.

Recién finalizada la Guerra de Independencia, con la aprobación en 1821 de la primera Ley de Extinción de los Conventos Menores, dirigida a comunidades masculinas con un número de frailes inferior a ocho, el antiguo Convento de San Francisco se convirtió en cuartel, hospital y sede de una escuela, antes de albergar a la Universidad Central de Venezuela (nombre que adopta la Real y Pontificia Universidad de Caracas en 1826) a partir de 1852 tras dejar el Seminario de Santa Rosa de Lima.

7. Fachada sur del Palacio Federal Legislativo, Luciano Urdaneta (1873).

Posteriormente, con la llegada de Antonio Guzmán Blanco al poder en 1870, se producirán a lo largo de la calle que nos ocupa varios hechos dignos de mencionar que la marcarán hasta el día de hoy. En primer lugar, en consonancia con su política de separación entre la Iglesia y el Estado, que limitó la injerencia eclesiástica en asuntos de gobierno y educación, el Ilustre Americano confiscó durante su primer mandato (1870-1877), entre otras propiedades, el convento de las Madres de la Inmaculada Concepción para luego, tras su demolición destinar la manzana en la que se encontraba a la construcción del Palacio Federal Legislativo (también llamado Capitolio Federal), obra proyectada por Luciano Urdaneta que se llevó a cabo entre 1872 y 1877, pero de la que ya para 1873 se había completado el ala sur con frente hacia la UCV de estilo neoclásico.

8. Fachada norte de la Universidad Central de Venezuela tras la intervención del antiguo Convento de San Francisco por Juan Hurtado Manrique (1872-1873). Aún puede verse la estatua ecuestre del «Ilustre Americano» en la plazoleta conocida como «El Saludante».

Por otro lado, en el año 1872 se ordena la demolición de todo un conjunto de construcciones que estaban adosadas del lado norte del antiguo convento de San Francisco (ya para entonces UCV), y se emprende un proyecto de remozamiento para crear una nueva imagen de estilo neogótico bajo la batuta de Juan Hurtado Manrique, quien complementará la intervención añadiendo al extremo oeste de la manzana un ala integrada a la exposición del Centenario del Natalicio del Libertador en 1883, posteriormente ocupada por la Biblioteca Nacional. Esa acción acompañada del frente sur del Palacio Federal Legislativo condujo a la creación de un nuevo espacio urbano que a partir de 1876 competiría con la plaza Bolívar (inaugurada como tal en noviembre de 1874 con el develamiento de la estatua ecuestre del Libertador), teniendo en este caso la figura del Ilustre Americano como protagonista a través de otra escultura ecuestre también conocida como “El Saludante”.

9. Antigua Plaza Carabobo (1881) -hoy Parque Carabobo- que durante algún tiempo también fue conocida como Plaza de la Misericordia.

A Guzmán también le corresponderá en 1881, durante su segundo mandato, con motivo de la conmemoración de los 60 años de la realización de la Batalla de Carabobo, ordenar la demolición de la Casa de la Misericordia y destinar la manzana por ella ocupada a crear una plaza ornamental que desde entonces adquirió el nombre de la batalla que selló nuestra independencia. Este espacio con el tiempo señalaría el fin de lo que hoy se denomina avenida Universidad y el comienzo de la avenida México.

Es el “Plano topográfico de la ciudad de Caracas, capital de los E.E.U.U de Venezuela” de 1874 levantado por Estevan Ricard, que como dirá Iván González Viso se denomina igual que los anteriores “con la diferencia de que sí es genuinamente topográfico”, el que recogerá el primer impacto de las iniciativas guzmancistas y “representa las medidas fidedignas de unas manzanas con sus formas y tamaños verdaderos”. A partir de este plano “la ciudad va tomando conciencia de su vialidad. Arístides Rojas y Cesáreo Suárez plantean un sistema cartesiano que parte de la recién bautizada plaza Bolívar y forman las avenidas Norte, Sur, Este y Oeste”, cuyo punto de origen se fijó en la esquina de La Torre, con el cual “se intenta dejar atrás los nombres de unas 264 esquinas” y que, combinando ambas nomenclaturas, será recogido por primera vez en el “Gran plano de la ciudad de Caracas conforme a la reciente numeración i división. Segunda Edición dedicada al Jeneral (sic.) Francisco Linares Alcántara” de 1877 elaborado por el ingeniero Juan de la Cruz Martínez y luego con más claridad por el “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889 de Vicente Mestre. Los planos de Razetti de 1897, 1906 y 1929 mantendrán la mencionada nomenclatura de calles, correspondiéndole al de 1929 ser el primero que presente un esquema aclaratorio del sistema implementado por Rojas y Suárez.

10. Detalle del “Plano Topográfico de la Ciudad de Caracas” de 1889 de Vicente Mestre.
11. El Pasaje Linares, inaugurado en 1891. Avenida Este 4 entre las esquinas de Traposos y El Chorro.

Desde entonces, la calle de la que hoy nos ocupamos pasa a llamarse Oeste 4 desde la esquina de Marcos Parra hasta la esquina de Sociedad y Este 4 desde ese punto hasta el Parque Carabobo (Misericordia a Pele el Ojo), adoptando el nombre de avenida Universidad a finales de los años 1950 (tras ser ampliada) por haber contenido a la UCV desde 1856 hasta 1953, momento en el cual al mudarse ésta a la Ciudad Universitaria de Caracas, el edificio fue rehabilitado pasando a ser desde abril de 1956 la sede de las academias nacionales y a ser conocido como Palacio de las Academias.

12. Avenida Este 4, entre las esquinas Sociedad y Traposos. Edificio sede del Banco de Venezuela. Alejandro Chataing, 1924 (demolido).
13. Detalle del “Plano de Caracas” de 1929 de Ricardo Razetti.

El otro tramo que nos interesa, que transcurre más allá del Parque Carabobo, se desarrollará a partir de los años 1940 como prolongación de la avenida Este 4 y adoptará muy pronto el nombre de avenida México. La amplia calle, tras superar la quebrada Anauco, remataba en la plaza que aún se denominaba Mohedano, marcando una especie de puerta que daba salida a la ciudad hacia el este. Un poco más allá, sobre el mismo eje, se estaban terminando de construir los Museos de Bellas Artes (1935-1938) y de Ciencias Naturales (1936-1939) proyectados por Carlos Raúl Villanueva con el espacio circular que les daba acceso y establecía el inicio de la avenida Mosquera, ruta que atravesaba el antiguo Parque Sucre que ya era conocido popularmente como “Los Caobos”. Cabe añadir que el Parque Sucre, creado en 1925 durante el mandato de Juan Vicente Gómez, fue considerado hasta 1930 el límite de Caracas al este. También que la continuación de la avenida Mosquera se uniría a la Calle Real de Sabana Grande cuya continuación hasta Los Dos Caminos y luego hasta Petare daría pie a partir de 1947 a la inauguración de la Carretera del Este. De este hecho ya daba pistas el plano de Razetti de 1929 y lo reafirma el plano de “Caracas y sus alrededores” publicado por la Esso en 1946.

14. Avenida Este 4 con la avenida Norte-Sur 7, esquina Corazón de Jesús. La iglesia proyectada en 1916 por el ingeniero Luis Muñoz Tébar y terminada de levantar en 1923, donde se encontraba una pequeña capilla dedicada a la veneración del Corazón de Jesús, que había sido levantada en 1892, perdió 8 metros de longitud en sus tres naves (el primer módulo que se observa en la foto) al construirse la avenida Fuerzas Armadas en 1956. La nueva fachada que hoy conocemos fue realizada por el arquitecto de origen ruso Jan Gorecki, terminándose en 1963.
15. Esquina de San Francisco. Obras de construcción de la avenida Universidad sobre el trazado de las calles Oeste y Este 4 (c.1957).
16. Detalle del “Plano de Toponimia del damero” de 1946 publicado por Esso.
17. Detalle del plano de «Caracas y sus alrededores» publicado por Esso en 1946 donde resalta la continuidad del eje avenida Universidad-avenida México a través del Parque Los Caobos para, luego de pasar por Sabana Grande convertirse en la Carretera del Este hasta Petare. Se trata de una Caracas en la que aún no aparecen las autopistas.
18. Avenida México. Izquierda arriba: Liceo Andrés Bello. Izquierda abajo: Parque Carabobo. Derecha: Escuela Experimental Venezuela.

Así, a los ya mencionados museos habría que agregar que el parque Carabobo (modificación de la antigua plaza a cargo de Carlos Raúl Villanueva), se había terminado en 1936; la Escuela Experimental Venezuela (del lado norte, diseñada por Hermann Blasser y Willy Ossott) se inauguraría en 1939; y un poco más tarde, en 1945, al lado del Parque Carabobo se abriría el Liceo Andrés Bello (proyectado por Luis Eduardo Chataing), año en el que la plaza Mohedano comenzaría a denominarse plaza Morelos en honor al prócer mexicano José María Morelos y Pavón (1765-1815), cuando el gobierno de ese país dona la escultura que la presidiría, lo cual reforzaría el nombre dado un poco antes a la avenida. Por otra parte, en 1944 la Creole Petroleum Corporation se instalaría en un edificio que construyó como su sede frente a la plaza Mohedano el cual ocuparía hasta el año 1955 cuando pasaría a ser el centro de operaciones de la Seguridad Nacional, policía política de la dictadura de Pérez Jiménez.

19. Dos fotos, una de los años 1940 (izquierda) y otra reciente (derecha), del mismo sector de la avenida México.
20. La quinta Ramia (izquierda) y el Museo de Bellas Artes visto desde la plaza Morelos (derecha).

El trecho descrito estuvo acompañado por la construcción un grupo de viviendas unifamiliares entre las que vale la pena destacar la casa Taurel (Carlos Guinad Sandoz, 1940) y la quinta Ramia (Rafael Bergamín, 1941), lo que junto a la vocación cultural que ya mostraba convertía el lugar, prácticamente al borde de la ciudad, en zona apacible y de esparcimiento.

21. Avenida Universidad. Sector comprendido entre las esquinas de El Coliseo y Corazón de Jesús (sector La Hoyada) antes y después de la construcción de la Línea 1 del Metro de Caracas.
22. Avenida Universidad. De Traposos a Sociedad (acera sur).
23. Avenida Universidad. Izquierda: Esquina de Sociedad (noreste). Torre del Banco de Venezuela. Dirk Bornhorst y Pedro Neuberger (1984). Derecha: Esquina El Chorro (sureste). Edificio Sede Grupo Unión. Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf (1988).

Durante las décadas de 1950 y 1960 tanto la avenida Universidad como la avenida México se verían fuertemente impactadas por los cambios de zonificación y la congestión vehicular afectando de manera relevante en su funcionamiento la construcción, primero, de la avenida Bolívar, luego de las avenidas Baralt y Fuerzas Armadas y finalmente de la Libertador, hecho este que junto al cierre al tránsito del Parque Los Caobos significará el desmembramiento de la Plaza Morelos.

24. Nueva Galería de Arte Nacional.

Los años 1980, y con ellos la apertura de la Línea 1 el Metro de Caracas, contribuirán al mejoramiento urbano del eje, sobre el cual se encuentran las estaciones Capitolio, La Hoyada, Parque Carabobo y Bellas Artes impactando positivamente sus alrededores. Por otro lado, la construcción del hotel Caracas Hilton, el Ateneo de Caracas y el Teatro Teresa Carreño cambiaron definitivamente el alcance cultural inicial del sector final de la avenida México alcanzando la escala metropolitana. A la nota positiva de la construcción de la nueva Galería de Arte Nacional (Carlos Gómez de Llarena y Moisés Benacerraf, 1986-2009) se sumarán en el recorrido las asignaturas pendientes de la plaza aledaña a ella y del mercado de La Hoyada (cruce con la avenida Fuerzas Armadas) donde la avenida Universidad presenta un paisaje desolador.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 2, 3, 4, 5, 10, 13, 16 y 17. Caracas del Valle al mar. Caracas a través de sus planos (https://guiaccs.com/caracas-a-traves-de-sus-planos/)

6 y 8. Graziano Gasparini y Juan Pedro Posani. Caracas a través de su arquitectura (1969)

7. Wikipedia. Palacio Federal Legislativo (https://es.wikipedia.org/wiki/Palacio_Federal_Legislativo)

9. Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2013/10/la-plaza-de-la-misericordia-y-algo-mas.html)

11. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

12, 14 y 20. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

15. Un vistazo a la Caracas de ayer y de hoy (https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/12/)

18. Caracas Antigua a Color (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=758531143905206&set=a.129524430139217&type=3); y Colección Crono Arquitctura Venezuela.

19. La Venezuela de Ayer (https://www.facebook.com/100070100273892/posts/caracas-a%C3%B1os-40-avenida-m%C3%A9xico-aproximadamente-a-la-altura-de-puente-bri%C3%B3n/780740477605954/); y Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

21. Marisol Gilabert (https://co.pinterest.com/pin/83387030588849434/) (https://www.pinterest.com/pin/453667362463880361/); y La Venezuela de Ayer (https://www.facebook.com/100070100273892/posts/caracasa%C3%B1os-60-avenida-universidad-circulaci%C3%B3n-oeste-este-al-fondo-a-la-derecha-/729839614421212/)

22. Venezuela y sus recuerdos (https://www.facebook.com/groups/121930817952147/posts/3726587707486422/)

23. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y Caracas del valle al mar. Zona 1 (https://guiaccs.com/obras/edificio-sede-grupo-union-hoy-edificio-gubernamental-para-ministerios/)

24. Caracas del valle al mar. Zona 1 (https://guiaccs.com/obras/nueva-galeria-de-arte-nacional/)

¿SABÍA USTED…

…que en 1974 abrió sus puertas en Caracas el Centro Comercial Paseo Las Mercedes?

1. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista general desde el noreste.

Tradicionalmente, el comercio diario en las grandes ciudades se fue desarrollando a lo largo de calles y avenidas en las que se concentraban locales en los que se expendían los insumos que los habitantes requerían para satisfacer sus necesidades básicas. Ello, en algunos casos, se complementaba con la instalación eventual de puestos de venta temporales que evolucionarían y migrarían hacia instalaciones específicas conocidas como mercados.

2. Passage des Panoramas, 1799. La galería cubierta más antigua de París.
3. Las Galerías Saint Hubert, Bruselas, 1847, fueron las primeras galerías comerciales de Europa.

La diversificación de la economía y el consumo a partir de la Revolución Industrial en los albores de la burguesía urbana, fue poco a poco conduciendo a la aparición de espacios en los que se agruparon comerciantes amparados por la protección de una autoridad y localizados en un mismo recinto que, todavía vinculados a los espacios públicos de la ciudad, dieron origen a lo que en un comienzo se denominaron galerías o pasajes comerciales concebidas como lugares donde se conseguían mercaderías suntuarias. Para Walter Benjamin en 1935, citado por Alberto Sato en el artículo “Un simulacro urbano” publicado en la revista Punto nº63 (junio 1981), dichas galerías “por mucho tiempo se convierten en foco de atracción para extranjeros. Una guía ilustrada de París dice ‘estos pasajes, una nueva invención del lujo industrial, son galerías cubiertas de vidrio y enlosadas de mármol, que atraviesan bloques enteros de casas, cuyos dueños se han unido para semejantes especulaciones’. A ambos costados de la galería, que reciben luz desde arriba, discurren las tiendas más elegantes, de tal modo que un pasaje es una ciudad, incluso un mundo en pequeño…”.

4. Southdale Center, Edina (suburbio de Minnesota). Se inauguró en 1956 y es considerado el primero​ y el más antiguo centro comercial​ de Estados Unidos.

Sato añadirá lo siguiente: “Las tipologías de las galerías comerciales que tuvieron origen en el París del siglo XIX fueron recreadas en los EE. UU., a la manera de un contragolpe histórico-cultural, por la intelectualización que hicieron los europeos de sus rascacielos de la Escuela de Chicago. (…) El citado contragolpe fue hacer de las galerías parisinas una verdadera tipología con la respuesta de los Shopping Centers. De los centros comerciales norteamericanos Gruen hace su historia: (el c.c.) ‘apartó el ámbito comercial minorista de las carreteras y creó cualidades ambientales superiores en el núcleo edificado. En muchos casos hay protección contra la intemperie, brindada por galerías y sendas transversales, y algunos de ellos son tan agradables estéticamente y tan animados como la plaza, hace ya largo tiempo desaparecida, de nuestro pasado urbano’. Además, ‘ha demostrado ser capaz de hacer, no el papel de mero centro comercial, sino de punto de cristalización social y cultural y recreativa de la hasta entonces amorfa y estirada región suburbana’. Estos nuevos centros de actividad fueron una alternativa, ya que ‘en una sociedad libre y democrática, esa tarea (de) atraer de nuevo a la gente hacia el corazón de la ciudad, no puede ejecutarse por decreto’”.

5. Izquierda: Pasaje Linares, Caracas (1891). Derecha: Pasaje Capitolio, Caracas (1930).
6. Pasaje Zingg, Caracas (1953).
7. La avenida Urdaneta (izquierda) y la Calle Real de Sabana Grande (derecha) en la década de los años 50.

El retrato que Sato hace apoyado en el influyente libro de Víctor Gruen El corazón de nuestras ciudades (1963), quien no sólo idealizó el centro comercial como una «plaza pública cerrada» que no solo albergara tiendas así como otros servicios (colegios, oficinas y centros médicos), replicando la vitalidad del centro de una ciudad europea, sino que también propuso la creación de espacios urbanos sin tráfico para revitalizar la vida comunitaria, da un marco idóneo para explicar la evolución que en nuestro país (como se sabe, altamente influido por el urbanismo norteamericano) permitió pasar rápidamente de los modestos pasajes comerciales peatonales como el Linares (1891) y el Capitolio (1930) o el más elaborado Pasaje Zingg (1953), a la incorporación del automóvil como parte integrante en La Gran Avenida (1950) y el Centro Comercial del Este (1953), llegándose al sumun en cuanto al protagonismo del vehículo en el proyecto original de El Helicoide (1956). No obstante, fue un año antes (1955) cuando la capital vio materializarse una solución verdaderamente acabada en el Centro Comercial CADA de Las Mercedes. En paralelo, la Calle Real de Sabana Grande y la avenida Urdaneta buscaban sobrevivir como estandartes de una relación más directa entre el viandante y la actividad comercial a escala metropolitana.

8. La Gran Avenida, Plaza Venezuela, Caracas (1950).
9. Centro Comercial del Este, avenida Casanova, Caracas (1953).
10. El Helicoide, El Portachuelo, Caracas (1956).
11. Centro Comercial CADA, Las Mercedes, Caracas (1955).

Desde entonces, Caracas, ciudad en la que el peatón terminó siendo literalmente acorralado por el vehículo dada su prevalencia en la planificación y desarrollo urbano, encontró en el centro comercial, concebido como templo del consumo, el sustituto del espacio público tradicional y la tipología ideal que acentuó su segregación.

12. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda: Centro Comercial Los Cedros, Avenida Libertador (1970). Derecha arriba: Centro Comercial Humboldt, Prados del Este (1970). Derecha abajo: Centro Comercial Los Ruices (1973).
13. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda arriba: Centro Comercial Concresa, Prados del Este (1972). Izquierda abajo: Centro Comercial Plaza Las Américas, El Cafetal (1971). Derecha arriba: Centro Comercial Bello Campo (1971). Derecha abajo: Centro Comercial Libertador, Avenida Libertador (1973).
14. Centros comerciales construidos en Caracas durante la década de 1970. Izquierda arriba: Centro Comercial El Trébol, Los Dos Caminos (1973). Izquierda abajo: Centro Comercial Propatria (1975). Derecha arriba: Unicentro El Marqués (1973). Derecha abajo: Centro Comercial Los Molinos, Avenida San Martín (1979).

Entre finales de los años 1960 y durante todos los 70 el auge del centro comercial como “simulacro urbano” (tal y como lo define Sato), llegó a alcanzar cifras importantes hasta el punto de que podían encontrarse diseminados por todo el tejido urbano de la capital sin importar distingos sociales. En los 80, dirá Sato, “el triunfo de esta tipología del centro comercial sobre otras alternativas en la ciudad es evidente: la presencia casi insolente de la gran tienda por departamentos de la primera etapa de la dependencia respecto de los EE.UU., pasó al archivo de los recuerdos maternales, como lo fue el magazine des nouvetés en el recuerdo de la abuela europea. El automercado planifica hoy su localización en los Centros Comerciales, cuando no son ellos mismos propietarios y diseñadores. Los dos sistemas relevantes de la actividad comercial; la tienda por departamentos y el automercado necesitan hoy del centro comercial”.

15. Centro Comercial Chacaíto, Caracas. Antonio Pinzani (1965-1968).

Sin embargo, en medio de esa proliferación de objetos signados por condiciones programáticas similares, tamaños diversos y disparidad de localizaciones, que llegaron para sustituir la calle tradicional de tiendas, dos ejemplos podrían calificarse de pioneros tanto por su comportamiento urbano como por la calidad de su arquitectura: el Centro Comercial Chacaíto (proyectado por Antonio Pinzani en 1965 y abierto en 1968) y el Paseo Las Mercedes (proyectado por Jimmy Alcock en 1967 y abierto en 1974): “mientras que en el primero se explotó la permanencia de la idea de la calle a fin de dulcificar el gigantismo del mall, Paseo Las Mercedes aprovecha más bien la sorpresa de ver confinada en un espacio cerrado la vida comercial urbana”, acotarán con acierto Hannia Gómez y William Niño en Alcock 1959-1992. Obras y Proyectos, catálogo de la exposición abierta en 1992 en la Galería de Arte Nacional dedicada al importante arquitecto venezolano nacido en 1932.

16. Centro Comercial Santa Mónica, Caracas. Jimmy Alcock (1967).

El Paseo Las Mercedes al que dedicamos esta nota el día de hoy, significó para Alcock su segunda experiencia en el diseño de centros comerciales tras la construcción en 1967 del Centro Comercial Santa Mónica, verdadero globo de ensayo (pese a sus más modestas dimensiones) tanto en lo relativo tanto al tratamiento volumétrico de las piezas que lo compones como al manejo de su espacialidad.

17. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Ubicación en el contexto.
18. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Planta baja.
19. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Corte transversal.

La larga y angosta parcela de 180 x 80 m (14.400 m2) con orientación este-oeste en su cara más larga, ubicada sobre una quebrada en el cruce de la Avenida Principal de Las Mercedes y el Paseo Enrique Eraso, permitió a Alcock resolver con claridad y sapiencia el programa compuesto fundamentalmente por cuatro componentes: el área propiamente comercial, otra para oficinas, el estacionamiento y un hotel cinco estrellas. El arquitecto relató con respecto a la evolución del proyecto lo siguiente: “Se plantearon primero dos torres: una para oficinas y otra para hotel. Luego se eliminó la torre de oficinas, subiéndole dos pisos a los comercios y oficinas que participarían de la vida comercial. La idea es que los servicios del hotel estén en el centro comercial, limitándose el hotel a alquilar habitaciones”.

20. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista general desde el noroeste.
21. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista desde la entrada al norte.

El proceso de diseño condujo a ubicar el cuerpo principal de 5 pisos y un sótano, que contiene los comercios (140 locales) en las tres plantas inferiores y las oficinas en las dos superiores, a lo largo del terreno con frente hacia las dos calles, dejando una franja adosada al lindero oeste en la que se resolvieron los estacionamientos, a medios niveles (con capacidad para 1.300 vehículos y acceso desde el frente este y norte a ambos extremos del terreno), en contacto directo a cada planta del edificio. En la esquina, sobre el volumen comercial, orientado norte-sur de colocó el edificio de 10 pisos del hotel (220 habitaciones) con entrada independiente desde el Paseo Eraso.

22. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Vista parcial de la fachada este.

En total la obra tiene 80.000 m2 de construcción donde el cuerpo principal, sin descuidar la importancia de responder a la ciudad con un interesante tratamiento de fachada de la que disfrutan locales y oficinas ubicadas al este y al norte, se organizó en torno a un espacio central, verdadero corazón del proyecto, que ofrece el atractivo de contar con iluminación natural y contacto cenital con el exterior mediante una cubierta móvil transparente que al abrirse, permite que el clima tropical de Caracas sea percibido en el interior.

23. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Espacio norte.

Cabe destacar la presencia junto a la entrada del hotel desde el centro comercial con acceso directo desde la Avenida Principal de Las Mercedes (al norte), de un interesante espacio de tres alturas intervenido por el arquitecto Domingo Álvarez (1935-2018), quien creó una obra compuesta por tres paralelepípedos iluminados, con espejos fijos y móviles que alteran la percepción del área: toda una obra de arte inmersiva. En absoluto contraste, en el extremo sur, el arquitecto Johnny Pérez fue el encargado del diseño de un grupo de mini tiendas denominadas «La Cuadra» que rememora escenográficamente callejuelas de un pueblo colonial.

24. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. La planta baja del espacio central.

Hannia Gómez y William Niño precisaron con tino lo siguiente: “En Paseo Las Mercedes la paradoja tipológica del centro comercial se trabaja con la sensación de interior que dan los cálidos acabados y con la sensación de exterior que permite la bóveda retráctil. La dureza del confinamiento se transforma en el discurso del patio lleno de vegetación. El mall es así un gran patio longitudinal cuyas fachadas importantes no son las del exterior, originalmente proyectadas como un gran cartel estructural publicitario, sino las internas de largas líneas horizontales acentuadas en el diseño de las barandas. Este patio, naturalmente ventilado, ventila también al estacionamiento a través de la estructura hueca de las tridilosas con luces de 15 m que están en todo el centro comercial, salvo el hotel”.

25. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Izquierda: El patio visto desde el sur. Derecha: Detalle de la bóveda retráctil.
26. Centro Comercial Paseo Las Mercedes, Caracas (1967-1974). Arq. Jimmy Alcock. Izquierda: Vista del primer piso. Derecha: Recubrimiento de uno de los núcleos de ascensores.

El Paseo Las Mercedes, que pese a vivir hacia el interior no descuida el exterior, difiere notablemente de los centros comerciales convencionales regidos por esquemas similares por lo general climatizados artificialmente y ajenos al entorno. En él se conjugan la presencia de la galería comercial decimonónica con el uso del patio y la vegetación como elementos que remiten a una arquitectura consciente del lugar al que pertenece. El contraste entre la cerámica roja del suelo y el verde de la vegetación, junto con cerámicas en relieve que forman murales abstractos, destaca en su diseño. Estos elementos, combinados con los detalles de los antepechos y ladrillos a la vista, se convierten en características distintivas y aportan al aspecto final del proyecto. Como todo centro comercial contó entre sus componentes con espacios de ocio y compras, variedad de establecimientos, dos importantes tiendas “ancla” y un cómodo estacionamiento, pero fundamentalmente ofrece la oportunidad de pasear, ver y ser visto al transitar horizontal y verticalmente su espacio principal donde cada pasillo, cada escalera o cada volumen contentivo de los ascensores (trabajados en su envolvente por el artista Nedo MF) juega un papel determinante.

27. Dos vistas del espacio del Trasnocho Cultural en el Paseo Las Mercedes.

Ejemplo de calidad, sobriedad y buen gusto donde el arte se encuentra incorporado como parte de su diseño, el Paseo Las Mercedes vivió su época dorada entre su apertura y comienzos del presente siglo viéndose afectado, como buena parte de la actividad comercial, por la crisis que el país atraviesa desde hace más de 15 años. No obstante, ha logrado reinventarse transformando parte del sótano en un importante centro cultural, que incluye varias salas de cines-teatro, una galería de arte, una librería y diversos cafés y restaurantes, referencia dentro de la ciudad.

Nota

De acuerdo a la página “Caracas Moderna” (https://fundamemoria.blogspot.com/2008/05/municipio-baruta-parroquia-nuestra_2016.html), “El Centro Comercial Paseo Las Mercedes fue declarado por el Instituto del Patrimonio Cultural como Bien de Interés Cultural de la Nación, publicado en la Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N. 38.234 de fecha 22 de julio de 2005 como una de las manifestaciones tangibles registradas en el I Censo del Patrimonio Cultural Venezolano 2004-2005, y por la Alcaldía del Municipio Baruta como Equipamiento Urbano Bien de Interés Municipal el según Decreto N. 181, publicado en Gaceta Municipal extraordinaria N. 128-04/2005 de fecha 14 de abril de 2005. Merece ser protegido y conservado”.

ACA

Procedencia de las imágenes

1, 18, 19, 21, 23 y 25. Hannia Gómez y William Niño. Alcock 1959-1992. Obras y Proyectos. Catálogo de la exposición abierta en 1992 en la Galería de Arte Nacional.

2. Travel France Online (https://www.travelfranceonline.com/passage-des-panoramas-covered-gallery/)

3. Bruselas. 101viajes.com (https://www.101viajes.com/bruselas/galerias-san-huberto)

4. ResearchGate (https://www.researchgate.net/figure/The-Southdale-Shopping-Centre-Edina-Minnesota-in-1956-source_fig34_273717258); Wikipedia. Southdale Center (https://es.wikipedia.org/wiki/Southdale_Center); y GRUENASSOCIATES (https://www.gruenassociates.com/project/southdale-center/)

5. Caracas Cuéntame (https://twitter.com/caracascuentame/status/1255207515350085633); y Caracas en Retrospectiva (https://mariafsigillo.blogspot.com/2011/01/paseos-con-papa-la-plaza-bolivar.html).

6. Caracas del valle al mar (https://guiaccs.com/obras/pasaje-zingg/)

7. Colección Crono Arquitectura Venezuela; y La Guía de Caracas (http://laguiadecaracas.net/calle-real-de-sabana-grande-1956/)

8. @arquitecturavzl (https://www.instagram.com/p/Crb5ZsmujUC/).

9, 10, 11, 12, 13, 14, 15 y 16. Colección Crono Arquitectura Venezuela

17. Capturas de Google Earth.

20. Skyscraper City (https://www.skyscrapercity.com/threads/venezuela-caracas-urbe-del-norte-de-am%C3%A9rica-del-sur-caracas-urbe-do-norte-da-am%C3%A9rica-do-sul.1560525/page-69)

22. @agomodaoficial (https://www.instagram.com/p/CK82TJrBv-0/)

24. La Casa 22 (https://www.facebook.com/photo.php?fbid=3098000036928525&id=117644431630782&set=a.170914316303793)

26. @arquitecto_simongonzalo (https://www.instagram.com/p/DI4IB3SpOmc/?img_index=1)

27. Baruta. Calidad de vida (https://alcaldiabaruta.gob.ve/turismo/centro-trasnocho-cultural/); y Trasnocho Cultural (https://www.facebook.com/trasnochocult/photos/trasnocho-cultural-el-reflejo-de-nuestra-cultura-jaterife-programaci%C3%B3n-de-esta-s/2699489773483218/?locale=es_LA)

ALGO MÁS SOBRE LA POSTAL Nº 452

Desde la creación de la Sociedad Venezolana de Arquitectos (SVA) el 4 de julio de 1945, confirmada el 15 de abril de 1946, siempre estuvo entre sus objetivos el “dar impulso al estudio y desarrollo de la Arquitectura; cultivar la ética profesional; establecer vínculos de unión entre sus miembros y propender a la defensa y mejoramiento de la profesión”.

Para ir evaluando periódicamente el cumplimiento de tales metas se llegaron a realizar hasta tres Convenciones Nacionales, todas en los espacios de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Central de Venezuela por entonces sede de la SVA: la primera en 1959, la segunda en 1962 y la tercera entre el 4 y el 9 de mayo de 1965 un año antes de que el organismo gremial decidiera cambiar su denominación por el de Colegio de Arquitectos de Venezuela (CAV) el 7 de junio de 1966.

1. Afiches elaborados con motivo de la celebración de la Primera Convención Nacional de Arquitectos (1959) y la Tercera Convención Nacional de Arquitectos (1965).

Si bien los temas relacionados a la función social, la labor profesional y la formación universitaria del arquitecto coparon las agendas de aquellas tres convenciones, desde muy temprano fue cobrando en ellas gran importancia el tema relativo a la “colegiación” con motivo de la promulgación en 1958 de la nueva Ley de Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y Profesiones Afines que en el artículo 12 establecía: “ningún profesional podrá ejercer sino la especialidad para la cual le autoriza expresamente el título que posee”. Ello abría, sin duda, grandes expectativas en cuanto al deslinde definitivo de la figura del arquitecto de la del ingeniero cuya injerencia en las actividades del primero históricamente había sido notable.

Lo recogido en las Actas Finales de aquellos eventos en las que se precisaba que existía entre los arquitectos el convencimiento de que el momento era propicio para iniciar gestiones encaminadas a lograr su colegiación independiente, lo cual implicaba superar serios obstáculos (que hasta hoy aún perduran), se convirtió en la principal razón de peso esgrimida para la conversión de la SVA en CAV que “no poseía la fuerza ni los instrumentos legales para realizar lo que se había propuesto” y acordado en aquellas tres convenciones.

Constituido el CAV, lo que antes se denominaban “convenciones” ahora empezarán a llamarse “jornadas” o “congresos” siempre de carácter nacional, llamados que mantendrían similares agendas que se incrementaron con la incorporación de otros temas de interés profesional.

2. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1971 de las Primeras Jornadas Nacionales de Arquitectura y Urbanismo que incluyeron la realización del Primer Congreso Nacional de Arquitectos.

A las ambiciosas “Primeras Jornadas Nacionales de Arquitectura y Urbanismo”. desarrolladas en las instalaciones del Parque Recreacional El Conde, Av. México, entre el 23 de febrero y el 15 de marzo de 1971 en las que se incluyó el Primer Congreso Nacional de Arquitectos de Venezuela cuyo tema central fue “El Desarrollo Urbano en función del Desarrollo Nacional”, siguieron las celebraciones del Segundo realizado en Mérida en 1975 y del Tercero montado en Caracas del 19 al 22 de julio de 1982 al cual dedicamos la postal y nota del día de hoy.

Organizado por el CAV y realizado en la Universidad Simón Bolívar el evento fue cubierto por reseñas publicadas en las revistas Croquis nº7 (octubre de 1982) y Punto nº 65 (1983)  donde encontramos que los objetivos del III Congreso Nacional de Arquitectos fueron: “Propiciar la divulgación y el conocimiento más amplio de las disciplinas urbanas y arquitectónicas, así como de las experiencias y adelantos logrados en esta materia en Venezuela” e “intercambiar experiencias y estrechar vínculos en beneficio de la profesión y el desarrollo integral y armónico de nuestro país”.

El desarrollo del encuentro contempló un amplio temario organizado con base en 5 áreas fundamentales: Vivienda, Centros Urbanos, Centros Históricos, Educación y Actividad Gremial.

El debate de cada tema se estructuró con base en la presentación de dos ponencias centrales el cual a su vez contemplaba la presencia de varias sub-áreas de trabajo coordinadas por reconocidos profesionales que a su vez desarrollaron el contenido central de cada una (cuyo nombre colocaremos entre paréntesis más abajo).

3. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1982 del Tercer Congreso Nacional de Arquitectos.

De tal manera, el área de la Vivienda, que contó con las ponencias centrales de Leopoldo Martínez Olavarría y Leandro Quintana, fue quizás el que más discusiones provocó dada la necesidad que exigía su atención. La diversidad de sub-áreas que en torno a él se organizaron son una clara muestra del interés que el tema suscitaba. Ellas fueron: Vivienda y participación (Beatriz Sorne); Vivienda y producción (Enrique Vila); Vivienda y normativa (Arturo Berroterán); Vivienda y organización (Ana Brumlick); Vivienda y financiamiento (Carmen Lucía Guerra); Vivienda y política de tierra (Daniel Barreiro); y Vivienda e investigación (Máximo Rojas), a las que se sumaron la consideración de Barrios nuevos de mejoramiento progresivo con especificaciones mínimas como política de vivienda para familias de más bajos recursos (Luis López R.), y la presentación del “Manual de Construcción Popular” como auxiliar en los programas de mejoramiento progresivo, esfuerzo mutuo y ayuda mutua (Luis López R.).

Para el área de Centros Urbanos las ponencias principales estuvieron a cargo de José Luis Vethencourt y Manuel Delgado Arteaga. Contó con las siguientes sub-áreas: el Diseño urbano como política de los organismos oficiales (Meyer Cohen y Alberto Atilano); el Diseño Urbano como práctica docente e investigación (Luis Carlos Palacios); el Diseño Urbano como Arquitectura (Pablo Lasala); y el Diseño Urbano como ideología (Roberto Briceño León).

El área de Centros Históricos tuvo como ponentes principales a Rafael Armando Rojas y Ramón Paolini y presentó las siguientes sub-áreas: Legislación e institucionalidad (José Antonio Arrieta); La restauración en Venezuela (Rafael Conde Barrios); Centros Históricos (Omar Hernández); y Arquitectura Popular en Venezuela (Federico Vegas).

Para Educación prepararon las ponencias centrales Rafael Fernández Heres y Leopoldo Provenzali y se dieron las sub-áreas: Demanda actual de edificaciones para educación pre-escolar, básica y media (Carlos Morales); Demanda actual de edificaciones para educación superior (Marcos Miliani); Visión histórica de la arquitectura escolar en Venezuela (Ciro Caraballo); Los actuales programas educativos y su repercusión en el diseño y construcción de las nuevas edificaciones escolares (María Isabel de Rivas); Conservación y mantenimiento de edificaciones escolares (César Rojas); FEDE y la organización de la producción de edificaciones escolares en Venezuela (Leopoldo Provenzali); Experiencias del IDEC-FAU-UCV en la producción de edificaciones escolares en Venezuela (Gustavo Flores); y Experiencias del MINDUR en el desarrollo del programa de edificaciones escolares en el país (Marisabel De Lucca).

En cuanto al área de Actividad Gremial fueron presentadas como sub-áreas: Estado actual y perspectiva del procedimiento de autorización de urbanización y edificación (Francisco Pimentel), El Egresado (Filial Mérida) y Nuevas ciudades (Filial Zulia).

4. Notas publicadas en las revistas Croquis nº 7 (izquierda) y Punto nº 65 (derecha) dedicadas a reseñar el Tercer Congreso Nacional de Arquitectos.

Para Raquel Silvera en su reseña elaborada para la ya mencionada revista Croquis nº7, el tema de la Vivienda fue el más discutido en este Congreso y, dentro de él, el debate suscitado en torno a la consideración de la tierra urbana como un recurso escaso y agotable que no se usa racionalmente, lo que hace que su conjugación económica y social se haga difícil. De allí la necesaria implementación de una política concertada de Tierras Urbanas que involucre a organismos nacionales e internacionales “conscientes tanto de la voluntad técnica como política, para así lograr un balance positivo entre el uso de la tierra, el agua, el aire y nuestros recursos naturales no renovables, contra la creciente e implacable acción enajenante del hombre sobre nuestro medio ambiente”.

También destacó Silvera la creciente relación entre arquitectura y ciudad dentro de los más recientes enfoques del desarrollo urbano a lo cual se suma la preocupación por la preservación del patrimonio construido y donde se considera indispensable que la Administración Nacional tome medidas en la conservación y rehabilitación tanto de los centros históricos como de la arquitectura popular.

El tema Educacional junto al de Vivienda alcanzó un interés fundamental durante el Congreso, “por cuanto se elaboraron conclusiones para los planes de Desarrollo Económico y Social del país, que implican planes de Reordenamiento y Desarrollo Urbano con su correspondiente equipamiento de Servicios Educacionales necesarios”.

Finalmente, dentro del tema Actividad Gremial fue interesante el debate desarrollado en torno al asunto de la “permisología” del cual derivaron una serie de recomendaciones dirigidas al Ministerio de Desarrollo Urbano (Mindur) y a los órganos municipales para que se proceda, por un lado, a revisar, elaborar, aprobar y publicar de forma oficial “Normas, Especificaciones y Procedimientos Técnicos para obras de Urbanismo, Arquitectura, Ingeniería y Construcción” y, por el otro, a revisar de forma integral “las Ordenanzas de Arquitectura y Urbanismo, tratando de unificarlas a nivel nacional, separando normas técnicas y procedimientos del cuerpo de las Ordenanzas de Zonificación”.

El Congreso, digna muestra de la amplitud y complejidad de asuntos que forman parte de amplio abanico que abarca la profesión, culminó, como es costumbre, con la elaboración de una serie de conclusiones y recomendaciones, quedando fijada para junio de 1984 la realización de la cuarta edición en la ciudad de Maracay.

5. Afiche elaborado con motivo de la celebración en 1989 del Cuarto Congreso Nacional de Arquitectos.

Cabe recordar que el IV Congreso Nacional de Arquitectos, desarrollado en torno al tema “Tiempo Libre, Turismo y Recreación”, terminó llevándose a cabo por el CAV, con el auspicio del Ministerio del Ambiente, Corpoturismo y Fedeturismo, los días 17 y 20 de julio de 1989 en el Círculo Militar, Caracas, cinco años después de lo inicialmente acordado. A partir de entonces se produjo la desaparición paulatina de este tipo de eventos.

ACA

Procedencia de las imágenes

Postal, 3 y 4. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

1, 2 y 5. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

DÉCIMO ANIVERSARIO DE UN LIBRO DE REFERENCIA

Relectura de CARACAS DEL VALLE AL MAR Guía de arquitectura y paisaje a diez años de su lanzamiento

Iván González Viso

Algunas ideas y notas.

A diez años de la salida de imprenta en junio de 2015 de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje nos ha parecido pertinente comentar algunas ideas respecto a la importancia de este libro, que aún se mantiene como una valiosa herramienta para observar atentamente la ciudad y su arquitectura. Un libro que habla del pasado, el presente y el futuro, pensado para orientar acciones que permitan la transformación urbana.

1. Revista LIFE en español. Caracas en 1953 vista a través del lente de Cornell Cappa.

Quizás valga recordar para empezar que Caracas durante las décadas de 1950 y 1960 fue objeto de atención constante por parte de los editores de la versión en español de la revista LIFE, cuyos excelentes reportajes dieron cuenta del proceso de modernización que vivió tanto la ciudad como el país. Entre la reseña realizada en 1953 por el fotoperiodista de origen húngaro Cornell Cappa (1908-2008) y la que ofreció en 1966 el fotógrafo y cineasta venezolano de origen húngaro Joseph Fabry en la entrega del 26 de mayo, se puede notar el tránsito hacia el progreso expresado a través de las transformaciones logradas a lo largo de más de una década. Complejas obras de infraestructura, nuevos modelos de vida urbana, vanguardistas edificaciones modernas, una frenética vida nocturna y una apuesta por la modernidad de cara al futuro conformaban un atractivo menú con el cual la capital venezolana, gracias al impulso de la renta petrolera, cambiaba de escala, fruto de una colaboración interdisciplinar y una apertura hacia lo nuevo que marcaría por los próximos 40 años su fisonomía con una impronta que es hoy aun su rasgo más distintivo.

2. Revista LIFE en español del 23 de mayo de 1966 dedicada a Venezuela.

La pujanza que el país empezó a mostrar a partir de la cuarta década del siglo XX convirtió a Caracas en atractivo lugar donde grandes figuras de la arquitectura vieron la posibilidad de plasmar propuestas impregnadas de modernidad con absoluta libertad, cuyo eco sería replicado con soltura y maestría en cuanto a su aclimatación al trópico por una valiosa pléyade de arquitectos venezolanos.

De tal manera, se construyeron obras que le dieron brillo a la capital, bajo un espíritu de renovación, progreso y capacidad de riesgo que la colocaron junto al país en el mapa mundial de la arquitectura. De la inédita fuerza con que Venezuela abrazó la modernidad dieron cuenta numerosas revistas tanto nacionales como internacionales y, en particular, la exposición y el libro publicado en 2015 por el MoMA, “Latin America in construction 1955-1980”. Stefan Gzyl, en su investigación “Prácticas desarticuladas: la percepción de la arquitectura venezolana en el exterior” no dudará en señalar que entre la década de 1950 y 1960 se produciría la mayor difusión de arquitectura venezolana en publicaciones impresas de su historia.

3. Presencia de Venezuela en la exposición «Latin America in construction 1955-1980» montada en el MoMA el año 2015.

Sin embargo, la capital que una vez estuvo volcada al futuro, optimista y moderna, en estos últimos 25 años ha sufrido las consecuencias de una larga crisis política que la ha dejado fuera del panorama arquitectónico contemporáneo latinoamericano y mundial. Señalada como una urbe caótica, maltratada, insegura, ingobernable y rezagada en la construcción de proyectos urbanos innovadores y transformadores, carente de políticas públicas que promuevan interés alguno en ella, Caracas se muestra hoy como una ciudad sin arquitectura visible, muy alejada del pujante desarrollo de otras urbes latinoamericanas y como antónimo del progreso que otrora protagonizó, viéndose castigada por el errático modelo antiurbano que caracteriza el socialismo del siglo XXI.

Ante este panorama y con el ánimo, por un lado, de rescatar, enaltecer, valorar el patrimonio construido, poner de relieve estrategias para su rescate, y construir vínculos con sus habitantes y, por el otro, de impulsar su comprensión a fin de retomar su brillo en compañía de las virtudes y la belleza de su marco paisajístico, geográfico y ambiental donde el Ávila es máximo protagonista, la gestación de una guía de arquitectura y ciudad podía resultar un útil instrumento que facilitase recuperar la fe en la posibilidad del descubrimiento y del rescate de nuestro patrimonio, y de que éste nos resulte relevante y transformador, para recodar lo olvidado, frente a la saturación de imágenes provenientes de las redes sociales que nos ha hecho creer haberlo visto todo.

Con la premisa de afianzar la histórica relación entre Caracas y el litoral considerando al Ávila como un parque interior, Caracas del valle al mar: Guía de arquitectura y paisaje, se basa en dos axiomas: “observar para descubrir” y “conocer para actuar”. Concebida para reconstruir y narrar la ciudad a través de sus arquitecturas y del conocimiento, la práctica, y la experiencia, se buscó en todo momento despertar una actitud curiosa ante lo que se observa e impulsar el gusto por descubrir mostrando a través de sus páginas una “versión” de la ciudad, es decir, una adaptación de un complejo contexto urbano presentado de forma distinta del original para ofrecerlo a otros con nuevos ojos.

4. Vista aérea, la ciudad, la montaña y el mar. Charles Brewer Carías.

El ambicioso reto de contar con una herramienta para liderar y acompañar la transformación urbana y que a su vez facilite la lectura que una ciudad compleja como Caracas (develando cuál es su forma, cómo ha crecido y se ha desarrollado, rescatando aspectos y obras de arquitectura le otorgan sentido), llevó a pensar que más que una tradicional “guía de viaje” orientada al turismo se debía realizar una “guía de arquitectura” entendida como forma de conocimiento, modalidad que, valga decirlo, ha sido poco explorada.

Enmarcada en el rol de “culture brokers” que Fiona Smith en “¿Constructing place, directing practice? Using travel guidebooks” (2008) otorga a las guias de arquitectura, es decir, mediadores entre el arquitecto, el lugar y la experiencia de recorrer la ciudad en sí misma, es la propia especificidad disciplinar la que exige mostrar otros contenidos que resultan esenciales para comprender una obra: situarla en su contexto y tiempo histórico, explicitar sus aportes a la ciudad, su idea de fuerza, lenguaje, lógica estructural, aportes tecnológicos, y construcción formal. A su vez se hace necesario que la fotografía tanto histórica como actual sea relevante, y que, junto a las descripciones y planos, formen un relato para entender las relaciones que se construyen en el edificio y a partir de el con su contexto.

De tal manera, la guía invita al ciudadano a vestirse con el difícil traje de ser paseantes para leer la ciudad, ver sus mejores obras y deambular por sus calles ajenos al ajetreo cotidiano y busca ayudarlo en la tarea de sugerir proporciones, ayudar a distinguir formas, reconocer las texturas, descubrir los colores, señalar espacios, percibir las categorías, disfrutar de las imágenes, intensificar las sensaciones y excitar los sueños. A los arquitectos, adicionalmente, los conmina a mirarla de una forma distinta que involucra un doble sistema de observación: uno que trata de descubrir la forma, la constitución y particularidades funcionales del edificio, y otro que la circunscribe a su lugar.

Sobre la guía

5. Las tradicionales guías Baedeker, editadas en el siglo XIX por Karl Baedeker en Leipzig.
6. Terzo Tariffi y Natalia Rosi de Tariffi. Caracas, Guía Histórica artística e indicador general. 1951.

Caracas, ha tenido varias guías de ciudad, pero pocas sobre su arquitectura. Las primeras eran planos históricos, o mapas comerciales que luego se sofisticaron como guías turísticas. Una de las primeras, con un formato muy similar a las guías Baedecker, se trata del libro rojo titulado Caracas, Guía Histórica artística e indicador general, editado en 1951 por dos inmigrantes, Terzo Tariffi y Natalia Rosi de Tariffi que en su formato de pocketbook logró recoger e incorporar toda la complejidad de la ciudad mostrando un plano desplegable, dibujado en líneas que describían el área ocupada del valle, delineando sus calles e introduciendo la variable espacial como forma de conocer la extensión y estructura de la capital.

7. Mariano Goldberg. Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela.Caracas. Parte 1. 1980.

Ya en el campo de la arquitectura, en 1980 el profesor Mariano Goldberg publicó en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCV la Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela (Caracas. Parte 1), primera en su género. Ese mismo año Noris García incorporó en la revista Punto 62, una pequeña “Guia Arquitectónica” de los edificios construidos por el MOP entre 1874 y 1910, con 83 obras.

Por otro lado, para el 2005, por interés personal, junto a Federico Vegas ya habíamos realizado la maqueta de un posible libro, que recorría la historia de la ciudad a través de sus planos, con la idea de mostrarlo a patrocinantes interesados, que no corrió con suerte.

8. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. 2015. Libro y plano desplegable.

Entretanto, el arquitecto Pedro García del Barrio, quien coordinaba el exitoso programa de colaboración internacional con otras administraciones y entidades públicas impulsado desde por la Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía (que para entonces ya mostraba como resultado la publicación de hasta 31 guías de ciudades), había iniciado contactos en Caracas desde el 2005 para ofrecer a los entes gubernamentales apoyo institucional, financiero y la vasta experiencia acumulada por la Junta para hacer la única guía de Suramérica que faltaba en la colección: la guía de Caracas. García del Barrio ante la indiferencia mostrada y la falta de apoyo oficial reorientó la mirada hacia la academia logrando concretar el año 2010, la suscripción de un contrato para realizar la Guía en el Instituto de Urbanismo de la FAU UCV donde los firmantes eran María Isabel Peña, Federico Vegas y William Niño, quien ya tenía en mente hacer un libro, y había recopilado en una carpeta un inventario de obras que a su juicio determinaban la historia, fisonomía y carácter de la capital, inventario que se logró rescatar después de su muerte en 2010. Sin embargo, el proyecto prosiguió con más ánimo que nunca y por pura casualidad fui incorporado al equipo. Recuerdo que, en la primera reunión, María Isabel, Federico y yo empezamos estructurar la ciudad.

9. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Plano desplegable que muestra la división de las zonas de la ciudad.

A partir de allí, la guía cobró forma. La lista de edificios realizada por William solo llegaba hasta el año 1980 y muchas de las obras habían sido demolidas por lo que quedaba un mundo por explorar hasta el 2010. La catalogación inicial generó una lista de más de 500 obras, entre arquitectura y espacio públicos. Una vez resuelta la curaduría final que alcanzó las 364, comenzaba la tarea titánica de formar grupos de colaboradores para registrar los catastros municipales, contactar a los autores, revisar libros y revistas, y consultar por la web para obtener toda la información posible sobre cada obra. Afortunadamente en muchos casos la difusión de estas obras se había reflejado en las revistas Punto, Espacio y Forma, Revista SVA, Revista CAV, Publicaciones de las Bienales de Arquitectura, Gacetas del Distrito Federal, Boletín del CIHE, Revista A, hombre y expresión Revista Integral, y Entrerayas, entre muchas. En otros casos las distintas monografías sobre arquitectos coordinadas por Niño fueron claves, así como trabajos de investigación de corte académico.

10. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Índice.

Se conformaron grupos de trabajo para la fotografía, el redibujo de planos y la investigación documental. Mas de 60 personas, todas ellas movidas por un entusiasmo admirable para materializar un proyecto colectivo. En el caso de los textos, el criterio fue seleccionar un grupo amplio de académicos y arquitectos, y plantearles la idea de que escribieran una cuartilla sobre sus obras favoritas. Nada mejor que escribir sobre aquello que conoces y que te gusta.

Para el diseño gráfico del libro se realizó un pequeño concurso interno convocando a tres oficinas de diseño de muy alto nivel. El resultado favorable recayó sobre ABV Taller de Diseño, Carolina Arnal, Waleska Belisario y Daniela Alcalá, quienes se dieron a la tarea de redibujar el plano de Caracas que acompañaría la guía, y proponer un diseño hermoso, legible, coherente y estructurado para comprenderla. El libro bilingüe, impreso en China, de 624 páginas y formato de 13 x 26 cms., llegaría a Caracas por valija diplomática en septiembre del 2015. Finalmente, en octubre de 2015, se presentaría la publicación en la Embajada de España, en Caracas.

11. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes al Capítulo 1.

La guía que produjimos muestra en su primera parte (titulada “Historia de Caracas a través de sus planos») la evolución urbana de Caracas, según el análisis cronológico de sus planos históricos evidenciando la importancia de la representación. Ello determinó su división en las 10 zonas que conforman la segunda parte, reflejo de como la ciudad fue creciendo y apropiándose del valle. De esta forma también dentro del contexto de caos urbano actual, se confirma que la ciudad sí tuvo unas reglas de crecimiento, que en muchos casos fueron disímiles, opuestas, azarosas, y predeterminaron una ciudad sin forma. Es un relato si se quiere, del abandono de la historia, donde se evidencian las operaciones urbanas y arquitectónicas que propiciaron el progresivo abandono del damero fundacional, y donde también es posible visualizar las transformaciones tipológicas, urbanas y estilísticas que se han producido desde la construcción de la Catedral de Caracas hasta edificaciones contemporáneas.

12. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 1 del Capítulo 2.
13. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 7 del Capítulo 2.

La segunda parte, corazón de la publicación, congrega en 10 zonas las principales obras arquitectónicas y espacios públicos. Cada una está llena de referencias escritas y visuales logradas a través de fotografías que nos van escoltando a través de cambiantes edificaciones y envolturas urbanas que nos acompañan, consciente o inconscientemente, en la memoria individual del lector sobre la ciudad de Caracas. Es aquí donde se encuentran las 364 fichas que recogen lo más representativo de la arquitectura patrimonial y moderna de la ciudad. Para reforzar la memoria, intentamos contrastar con imágenes el estado actual de la arquitectura y las de su mejor momento, para señalar de forma crítica su valor en el contexto de la ciudad y poner en evidencia su deterioro con el ánimo de remover la conciencia de los actores responsables de su cuido y preservación. De forma nostálgica, incluir fotografías históricas también aspira mostrar esa voluntad de progreso que una vez tuvimos, como referente para lo que podría volver a ser esta ciudad en el futuro.

14. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes a la Zona 10 del Capítulo 2.

Pero quizás lo novedoso, es que la Guía nos muestra en su tercer capítulo titulado “Caracas a futuro: miradas sobre la ciudad”, su capacidad de convertirse (valga la redundancia) en verdadera “guía” de la ciudad. Allí se muestran imágenes de proyectos en curso para la ciudad y opiniones de diversos actores, se plantean los problemas, amenazas y oportunidades de la capital. Surgen temas medulares como la “gobernabilidad”, la importancia de la capitalidad o la necesidad de canalizar la ciudadanía desde el poder. A su vez se tratan temas como el respeto al monumento, el rescate de los espacios públicos y la necesidad de que la arquitectura sea de calidad y realice aportes a la ciudad.

Muchos de estos conceptos que en cualquier otra sociedad resultan más que obvios, en un contexto como el de Caracas son hoy más que nunca necesarios de recordar. También se promueven ideas sugerentes, y se evidencian sus oportunidades: la construcción de una red de parques lineales a lo largo del Guaire y de las quebradas con el objeto de recobrar las fuentes de agua que bajan del Ávila entre Catia y Petare; imaginar que en vez de transitar en carro, podemos caminar sin accidentes, o movernos con un sistemas de transporte alternativos y sostenibles; desarrollar un transporte público eficiente que nos permita gestionar perfectamente nuestro tiempo;  que dentro de unos años, los barrios, gracias a las acciones y políticas adecuadas, puedan llegar a  ser lugares deseados para vivir, por sus vistas sobre el valle, porque estarán rehabilitados y porque sus problemas actuales se habrán resuelto. Que podemos, con solo un boleto de metro, transitar del valle al mar a través del Ávila, tal como se planteó los años 50 del siglo XX con la construcción del sistema teleférico, y que la Carlota puede llegar a ser un gran espacio urbano para los ciudadanos. Todo ello les daría gran felicidad a los caraqueños.

15. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. Páginas correspondientes al Capítulo 3.

Resulta útil entonces mirar a Caracas a través de esta guía, que diez años después, se mantiene como una herramienta que muestra un relato de un proceso, abierto, dinámico, complejo, donde Caracas se mueve, se redefine, y que condensa una forma de relectura, útil a propios y visitantes, que valora el pasado, evidencia el presente y delinea su futuro. A partir de la lectura de su pasado, su presente y su futuro aspiramos a lograr que los ciudadanos, arquitectos, urbanistas y gobernantes la tomen como referencia y usen su plano para pasearse por ella y redescubrirla. Si logramos que algún gobernante o legislador use la guía para poder entender a Caracas un poco más, seguramente podrá delinear, emprender o implementar tácticas urbanas útiles a las transformaciones profundas que la ciudad necesita. Entonces nos sentiremos satisfechos de nuestra labor al habernos acercado con éxito al ciudadano y al gobernante para mostrarle su ciudad.

Esperamos que la guía haya cumplido con el objetivo hacer sentir a quien la lea el orgullo de pertenecer a su ciudad, y de ofrecerle los nombres de aquellos arquitectos y profesionales que la han materializado como una urbe compleja, heterogénea e inmersa en un potente marco geográfico y paisajístico.

Nota complementaria 1

16. Página de entrada de la versión en formato web de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje.

Dos años después de su lanzamiento, con el apoyo de Econoinvest, la guía pasaría a formato web (www.guiaccs.com), plataforma que hoy en día se mantiene activa gracias al esfuerzo económico de los autores y el financiamiento del Archivo de Fotografía Urbana. Este importante paso busca aun convertirse en vehículo para seguirla impulsando, actualizando y hacerla crecer incorporando edificios que se considere hayan quedado por fuera de la versión en papel o que, construidos después del año 2010, merezca la pena incorporar.

Nota complementaria 2

17. Carátula y algunas páginas interiores de Architectural Guide. Caracas publicada por DOM publishers (Berlín) en 2017 revisada en 2019.

El año 2017, dentro de la serie Architectural Guide publicada por DOM publishers (Berlín), apareció Architectural Guide. Caracas, un tomo simplificado y más compacto (272 páginas) de Caracas del valle al mar…, preparado por Iván González Viso y José Rosas Vera, dirigido fundamentalmente al público anglosajón y redactado totalmente en inglés. La utilización como base de la estructura de la guía caraqueña y de buena parte del material original (reelaborando y simplificando los textos y complementando las fotografías con la aparición de nuevas tomas), lo convierten en un subproducto más ligero y de fácil lectura resuelto bajo otro concepto de diagramación. Todo ello obliga a señalarlo como un derivado de importancia con otras aspiraciones y alcance el cual ha logrado su objetivo divulgativo hasta el punto de que ya cuenta con una edición revisada impresa el año 2019.

Nota complementaria 3

18. Carátulas de las primeras tres (arriba) y de las últimas tres (abajo) de las 33 guías publicadas con el apoyo de la Junta de Andalucía.

Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje, como ya se mencionó, formó parte del programa de colaboración internacional con otras administraciones y entidades públicas impulsado por la Junta de Andalucía que dio origen a un total de hasta 33 publicaciones (guías y planos guías) para Latinoamérica y Marruecos, siendo la primera la Guía arquitectónica y urbanística de Montevideo (1992) y la última la Guía de arquitectura y paisaje de El Caribe colombiano (2017). De entre ellas Caracas del valle al mar… ha sido, por tanto, la penúltima guía publicada dando la impresión de que el programa se encuentra en estos momentos detenido.

Para los interesados en acceder y descargar la totalidad de estos importantes documentos existe el portal

https://www.juntadeandalucia.es/organismos/fomentoarticulaciondelterritorioyvivienda/areas/arquitectura/fomento-arquitectura/paginas/guias-arquitectura-cooperacion.html

Procedencia de las imágenes

Encabezado, 1, 2, 6, 7, 8 y 18. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad.

3. MoMA (https://www.moma.org/calendar/exhibitions/1456?)

4, 9, 10, 11, 12, 13, 14 y 15. Iván González Viso, María Isabel Peña y Federico Vegas. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje. 2015

5. Clarín (https://www.clarin.com/todoviajes/informacion-confiable-trayectoria-guias-viaje-siguen-populares_0_S1sKP518f.html)

16. Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (https://guiaccs.com/)

17. ArchDaily (https://www.archdaily.cl/cl/876338/architectural-guide-caracas-ivan-gonzalez-viso-plus-jose-rosas-vera)

¿SABÍA USTED…

…que en 1929 se completó la construcción de lo que hoy es la Plaza Pérez Bonalde en Catia?

1. Plaza Cataluña, luego Pérez Bonalde (foto tomada aproximadamente en 1934).

A poco que uno observe el paulatino crecimiento urbano de Caracas a comienzos del siglo XX, registrado con precisión en los planos elaborados por el ingeniero Ricardo Razetti, notará el momento en el que la ciudad, que se mantuvo si se quiere contenida entre el Ávila al norte y el Guaire al sur y limitada por El Calvario al oeste y la quebrada Anauco al este, comienza a extenderse mediante intervenciones que rompen definitivamente con la estructura que hasta entonces había prevalecido y garantizado su ordenamiento: la del damero colonial.

En tal sentido, el “Plano de Caracas” de 1929, última de las representaciones de Razetti de la ciudad, se convierte en un documento fundamental para entender los cambios que a partir de entonces se acelerarían coincidiendo con el impacto que tendría la transformación de nuestra economía a raíz de la aparición del petróleo.

2. Plano de Caracas por Ricardo Razetti. 1929.

El análisis del documento, realizado con minuciosidad por Iván González Viso y Federico Vegas en el texto introductorio “Caracas a través de sus planos” de Caracas del valle al mar. Guía de arquitectura y paisaje (2015), hace particular mención de la aparición al extremo noroeste de la ciudad, en el sector de Catia, de una urbanización “en construcción” que llevaba el nombre de “Nueva Caracas”. Al respecto señalan: “Su extensión equivale a 80 de las cuadras del centro tradicional. Por su escala y novedad es, proporcionalmente, la intervención más importante en la historia de Caracas. Viene a constituir un modelo de ciudad satélite, pues se encontraba separada del casco central por el largo brazo que partía hacia la Guaira y destinada para la clase obrera, una especificidad que difiere de la multifuncionalidad de la trama colonial. Comenzaban a manifestarse criterios de zonificación y desintegración. Nueva Caracas será la entrada al gran valle desde el mar y tendrá la multiplicidad y la vitalidad de un puerto enclavado en la montaña. Allí encontraron sitio los emigrantes que llegaron antes y después de la guerra”.

3. Detalle del Plano de Caracas de 1929 con el trazado de la Nueva Caracas «en construcción». Al norte la plaza Juan Crisóstomo Gómez (luego Sucre) y en el centro la plaza Cataluña (luego Pérez Bonalde).

En efecto, cuando en 1924 Renato Serrano, Gobernador del Distrito Federal, se dirige al Concejo Municipal de Caracas, informándole sobre las inversiones que se realizaban en el ensanchamiento de la avenida Sucre, “la cual enlaza entre sí los importantes caseríos de Las Tinajitas, Agua Salud, Agua Salada y Catia”, le abrió la puerta con dicha mejora vial a la urbanización de grandes extensiones de uso agrícola al oeste del centro de la capital. El primero de estos nuevos desarrollos es la ya citada Nueva Caracas, para cuya realización en 1928 se comienza a trabajar una gran extensión de terreno en el llamado “relleno de Catia” que implicó el embaulamiento de una parte de la Quebrada Caroata, cuyos afluentes eran las quebradas Agua Salud, Agua Salada y El Polvorín, entre otras.

Como bien registran Izaskun Landa y María Isabel Peña en el texto que sirve de introducción a la “Zona 2. La Nueva Caracas” del ya citado libro Caracas del valle al mar…, será en 1929, con la creación del Sindicato Nueva Caracas, que se promoverá en el sector “la construcción de un gran trozo de ciudad, en un terreno plano luego de atravesar un cuello entre cerros, desde el casco fundacional y en sentido noroeste, donde se desarrollaron unas 58 manzanas (rectangulares y cuadradas) diseñadas por el ingeniero Oscar Ochoa”.

4. Primeras edificaciones que se levantan en la Nueva Caracas donde funcionaron las oficinas del Sindicato Nueva Caracas (c.1928).

Pese a ser un emprendimiento privado, el Banco Obrero (BO), repitiendo la exitosa experiencia alcanzada en San Agustín del Sur, en donde estaba construyendo 200 viviendas; en Agua Salud, 95 viviendas construidas por contrato por los Hermanos Mancera; y 60 en Los Jardines del Valle, levantadas por los ingenieros C. Aza Sánchez y R. Valery Pinaud, decide construir 38 viviendas en la Nueva Caracas, también contratadas a los Hermanos Mancera y vendidas por Bs. 10.980 cada una. Estas últimas se hacen continuas, sin retiros laterales ni de frente. Además, sólo podían alcanzar un solo piso adicional, ya que el suelo era arenoso, inestable y con niveles freáticos altos corroborado por la existencia en las proximidades de la Laguna de Catia, nutrida con agua de la quebrada Caroata. Con ello como modelo, la Nueva Caracas se fue conformando primordialmente por edificaciones adosadas sin retiro de frente para vivienda y comercios, y áreas de uso industrial que ocupaban parcelas de mayor tamaño al sur.

5. Laguna de Catia, cerca de 1930.
6. Detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de Eduardo Röhl (1934) donde se muestra la relación entre la Nueva Caracas (empezando a ocuparse) y el casco central de la ciudad. A la izquierda (oeste) de la trama de la urbanización se puede observar la Laguna de Catia.

El trazado vial en retícula adoptó, para las calles que se desarrollan en sentido norte-sur, nombres de repúblicas del continente (Perú, Brasil, Argentina, Colombia, México, Chile, Bolivia, Ecuador), y para la avenida central (flanqueada por las de Argentina al oeste y Colombia al este), el de la Madre Patria (España). Ellas tres son las únicas cuyo recorrido transcurre sin interrupciones entre la avenida Sucre y La Silsa (prolongación de la avenida Morán o avenida Simón Bolívar).

7. Trazado de la Nueva Caracas mostrado en un detalle del Plano de Caracas y sus alrededores de 1941.

Sobre el eje central, ocupando su corazón neurálgico destaca “una glorieta radial, inicialmente denominada ‘Plaza Cataluña’”, apuntará María Isabel Peña, la cual complementará el gentilicio de la avenida sobre la que se colocó.

8. Detalle del Plano de Caracas de 1956 donde se muestra el desarrollo de la Parroquia Sucre (incluida la Nueva Caracas) y su la relación con el casco central de la ciudad.
9. Viviendas en las veredas de la urbanización Urdaneta, Catia (c.1956).
10. Detalle de la Plaza Pérez Bonalde (c.1955).

El arbolado espacio público, que posteriormente se llamaría “Plaza Las Orquídeas”, adoptará a partir de 1946 el nombre de “Pérez Bonalde” en honor al poeta venezolano José Antonio Pérez Bonalde Pereira (1846-1892), máximo exponente de la poesía lírica del país del siglo XIX, nombre con el cual ha permanecido hasta hoy. Fue entonces cuando también se colocó en el centro de la rotonda un busto del escritor en mármol blanco sobre un pedestal, obra del connotado escultor caraqueño Lorenzo González (1876-1948) ejecutado en la Marmolería Artística Prof. Emilio Gariboldi.

11. Tres tomas en momentos diferentes del busto del poeta José Antonio Pérez Bonalde, obra del escultor Lorenzo González.

Desde la plaza, cuyo diseño se atribuye al urbanizador Oscar Ochoa, ubicada como se dijo sobre la avenida España, surgen seis calles que se conectan a las avenidas Argentina y Colombia: dos perpendiculares a la España en sentido este-oste (calle Washington), dos en sentido suroeste-noreste (calle La Engracia) y dos en sentido sureste-noroeste (calle La Castellana). Esa disposición en cruz y sus diagonales, determinaron su diseño radial compuesto por ocho jardines.

Cabe añadir que dentro de la planificación de la Nueva Caracas prevista por Oscar Ochoa (quien posteriormente también desarrollaría Altavista al norte de Catia y la urbanización Miranda al este de Caracas), se incluyó un club social y deportivo ubicado frente a la plaza Pérez Bonalde.

José Ignacio Cabrujas (1937-1995), quien vivió en la calle Argentina, entre quinta y sexta avenida, de la Nueva Caracas desde 1941 hasta 1960, es quien nos ha dejado a través de la entrevista que le hiciera Milagros Socorro para el libro Catia Tres Voces: María Carrasquel, Henríquez Hernández, José Ignacio Cabrujas (1996), imágenes reveladoras de sus vivencias en el sector y del significado que tuvo la plaza Pérez Bonalde en su tránsito por la adolescencia y juventud. En tal sentido confesará: “La plaza Pérez Bonalde y la avenida España constituían un entorno ritual. Allí se desarrollaban inmensos ritos: de iniciación sexual, de valentía, de virilidad, de feminidad”.

12. Fotografía de la Plaza Pérez Bonalde en los años 1950, cuando José Ignacio Cabrujas la hizo parte de su recorrido vital.

Para Cabrujas, muchas de sus experiencias están asociadas a la importancia que tenía la posibilidad de ir al cine, donde se alternaba entre el ir al Pérez Bonalde a ver películas norteamericanas, románticas, o ver mexicanas al España “a cuadra y media de la plaza Pérez Bonalde, bajando hacia la plaza de Catia”, para luego ir al comentarlas en el lugar que rinde honores al autor de “Vuelta a la patria”.

Cabrujas resume la importancia del lugar cuando transmite que para él Catia y la plaza Pérez Bonalde estaban asociadas al concepto de “comunidad”: “Y uso la palabra ‘comunidad’ con toda intención porque tiene una carga afectiva para mí y no me gusta usarla sino solo en esa instancia: lo que es común a todos, lo que les sucede a personas, la crónica y los estímulos comunes de las personas. Todo sucedía en un lugar que era capaz de autoabastecerse; si yo recuerdo esa etapa de la plaza Pérez Bonalde, lo primero que se me viene a la mente es que el resto de la ciudad no significaba para mí nada”.

13. Dos de los cines ubicados en la Nueva Caracas frecuentados por José Ignacio Cabrujas. El Catia (izquierda) y el España (derecha).

Siempre teniendo el cine como eje (en Catia en los años 50 se contaban hasta ocho salas de proyección), Cabrujas redondeará el valor de foro o ágora que daba a aquel espacio público con nombre de poeta, a partir de una anécdota asociada a la película de corte social titulada “Nosotros los pobres”, protagonizada por Pedro Infante: “Después de ver aquella película de Pedro Infante, no era posible que nos fuéramos a nuestras casas sin constatar aquel milagro y aquella emoción que habíamos experimentado. Teníamos que felicitarnos e intentar extraer conclusiones sobre lo que habíamos visto”. Y continúa: “Éramos amigotes e íbamos a la plaza a hacer bromas, a reírnos, a hacer lo que llaman los españoles gamberradas, a eso íbamos a la plaza Pérez Bonalde: a ser muchachos. Muchachos en el sentido de que teníamos que sentarnos y hablar, sin orden ni por qué. Con el tiempo, bien pasado el tiempo, descubrimos que éramos algo, que teníamos una cierta identidad, claro que a nadie se le ocurrió decir que éramos el Grupo de la plaza Pérez Bonalde, eso era simplemente un afecto; pero algunos de nosotros empezamos a pensar que era importante vernos allí, que no ir una noche significaba perder algo, perderse una experiencia o la oportunidad de lucirse, de alardear entre nosotros mismos a ver quién era más inteligente o sacaba mejores conclusiones. Las discusiones eran increíbles, y las había de todo tipo… (…) Así, la plaza fue transformándose lentamente, muy lentamente, en un sitio de discusión. En la medida en que nos íbamos haciendo grandes, o nos arriesgábamos más, o leíamos más, se convirtió en una costumbre importante discutir”.

14. Otros dos cines ubicados en la Nueva Caracas. El Bolívar (izquierda) y el Esmeralda (derecha).

A medida que pasó el tiempo la plaza se convirtió, de acuerdo con el testimonio de Cabrujas, en “el lugar donde fingíamos y a medida que pasaba el tiempo fingíamos más, nos hacíamos más teóricos, más comunistas, más estetas, más conocedores, más gastrónomos, más mujeriegos… sin que eso fuera verdad, sin que eso fuera una experiencia. Éramos unos sofistas, unos retóricos, creíamos que el verbo suplantaba la realidad y nos daba poder. No éramos honrados, pero al mismo tiempo, en nuestro descargo debe decirse, éramos muy angustiados y todo eso lo vivimos sabiendo lo que vivíamos, sabiendo que lo que nos faltaba era grave y en verdad buscábamos que nos sucediera. Eso me lo concedo y se lo concedo a la gente de la plaza Pérez Bonalde”.

Catia experimentó una urbanización rápida y profunda bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez, transformándose de un paisaje semi-rural en una bulliciosa zona industrial. Este período atrajo importantes oleadas de inmigrantes italianos, portugueses, españoles y árabes, contribuyendo a la identidad de la zona como un «volcán de trabajo». La inauguración del Mercado de Catia cerca de la Plaza Pérez Bonalde fue vista como una clara señal de progreso, equiparando el desarrollo con la construcción.

15. Izquierda: Dos tomas de la avenida España en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX. Derecha: La avenida España transformada en el Bulevar de Catia.
16. La Plaza Pérez Bonalde en la actualidad.

Por su parte, la plaza Pérez Bonalde, testigo de la transformación de la Nueva Caracas, conservó su fisonomía hasta que a finales de los años 80 comenzaron las obras del Metro, que derivarían en la construcción de la estación que lleva su nombre y la creación del Bulevar de Catia sobre la que había sido hasta entonces la avenida España, del cual la Pérez Bonalde (al sur) y la Catia (al norte, colindando con la avenida Sucre) constituyeron sus extremos. La intervención del Metro la redujo a cuatro jardines sin alterar su perímetro total, así como tampoco la ubicación central de busto del poeta el cual en años más recientes ha mostrado claros síntomas de deterioro.

17. Diversas tomas del Bulevar de Catia en la actualidad.

El Bulevar de Catia desde su inauguración en 1982 se convirtió rápidamente en una pujante zona comercial y lugar de recreo y esparcimiento. Esta vitalidad comercial y recreativa se intensificó significativamente los fines de semana, atrayendo una gran afluencia de residentes de los barrios circundantes, incluidos los superbloques del 23 de enero, las Lomas de Urdaneta y Altavista y la parte baja de Los Magallanes, intensidad que convirtió el mantenimiento y cuidado de sus espacios y equipamiento en un tema que se debía atenderse con una frecuencia que no era respetada.

18. Vistas cenitales de la Nueva Caracas y sus alrededores en la actualidad (izquierda) y de la Plaza Pérez Bonalde y sus inmediaciones.

A pesar de los desafíos y ciclos de degradación sufridos, la Plaza Pérez Bonalde y su Bulevar circundante muestran una notable resiliencia. El hecho de que se mantuviera como la «zona más dinámica y principal punto de abastecimiento» incluso durante la pandemia sugiere que las necesidades humanas fundamentales de reunión pública, comercio y recreación están profundamente arraigadas y a menudo superan los reveses temporales o incluso la negligencia sistémica, demostrando que poseen un valor y una función intrínsecos para la comunidad que trascienden su condición física o sus problemas de gestión.Esto sirve para reiterar que los espacios públicos, especialmente aquellos que cumplen funciones sociales y económicas esenciales, a menudo exhiben una poderosa capacidad de autorrenovación, adaptándose a las circunstancias cambiantes manteniendo su condición de desahogo a sus comunidades a pesar de la adversidad.

ACA

Procedencia de las imágenes

1 y 4. Colección Crono Arquitectura Venezuela.

2 y 3. Caracas del valle al mar. Último plano de Razetti (https://guiaccs.com/planos/ultimo-plano-de-razetti/)

5 y 7. Caracas del valle al mar. Zona 2. La Nueva Caracas (https://guiaccs.com/zona-2/)

6. Caracas del valle al mar. La ciudad del caballo (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-del-caballo/)

8. Caracas del valle al mar. La ciudad moderna (https://guiaccs.com/planos/la-ciudad-moderna/)

9. Egresados, Ex Alumnos y Profesores del Liceo Andres Eloy Blanco Caracas (https://www.facebook.com/groups/asoaeb/posts/10161132384895679/)

10. Un vistazo a la Caracas de ayer y de hoy. Plazas y parques de la vieja Caracas (https://orachapellincaracasvenezuela.blogspot.com/2008/08/plazas-y-parques-de-la-vieja-caracas.html)

11. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/); Estatuas de Caracas (https://estatuasdecaracas.blogspot.com/2014/04/antonio-perez-bonalde.html); y flickr (https://www.flickr.com/photos/erol70/13207061043/)

12. Venezuela, te extraño (https://www.facebook.com/photo/?fbid=3326718684007228&set=a.374588649220261)

13. CURADAS (https://curadas.com/2021/10/05/caracas-de-pelicula-salas-de-cine/); y Retrospectiva. Las Salas de Cine de Caracas (https://www.facebook.com/groups/16917138878/posts/10158533087198879/)

14. La Venezuela de ayer en fotos (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/1647199342026769/) y (https://www.facebook.com/groups/lavenezueladeayer/posts/7219715894775058/)

15. Venezuela inmortal (https://www.facebook.com/lavenezuelainmortal/photos/boulevard-de-catia-caracas-a%C3%B1os-50comparte/778165202282415/) y Caracas cuéntame (https://twitter.com/caracascuentame/status/1296491817022697475)

16. Caracas del valle al mar. Zona 2. Plaza Pérez Bonalde (https://guiaccs.com/obras/plaza-perez-bonalde/)

17. Colección Fundación Arquitectura y Ciudad

18. Capturas de Google Earth

1906• Cierra sus puertas el Gran Hotel Venezuela

Cierra el Gran Hotel Venezuela.jpg

1906•  Luego de cumplir once años de operación comercial cierra sus puertas el Gran Hotel Venezuela, ubicado en la esquina de La Torre, frente a la Plaza Bolívar, propiedad del Sr. Pedro Salas Camacho, destacado empresario de espectáculos taurinos, dueño del Circo Metropolitano), se acondiciona y abre como el Hotel Klindt, propiedad del Sr. Pedro Klindt.
Se le atribuye esta remodelación, sin que se haya podido precisar, a Franco López, ingeniero de origen español.
Por otra parte, el Hotel Klindt, creado a fines del siglo XIX, ya había funcionado en otra localidad, «en una elegante casa de la época provista de un gran patio central sembrado con diversas plantas», ubicada en la esquina de La Marrón.
La larga fachada del edificio de tres pisos sobre la Plaza Bolívar (en donde al diseñarlo, se la había hecho coincidir sus detalles con la altura de los balcones y cornisas de los edificios que compartían la cuadra), estaba ocupada por las oficinas y áreas de servicio del Hotel y compartida con cuatro locales comerciales (una Barbería, la Botillería La Iberia, una Agencia de Lotería y por la Cervecería Strich, la cual algún tiempo cambiaría de nombre por el de Cervecería Donzella).
Al hotel se ingresaba por una ancha escalera que conducía al segundo piso del edificio, en cuyo centro se encontraba el comedor con espacios para reuniones a sus lados y con algunas habitaciones en su alrededor. En el tercer piso, solo habían habitaciones, destacándose las mejores por tener ventana y balcón sobre la Plaza.

El Hotel Klindt cerró sus puertas en la esquina de La Torre en 1920, abriendo de nuevo en 1926 en la esquina de Las Mercedes, con 40 habitaciones. Pedro Klindt murió en 1927. Su familia continuó operando el establecimiento durante 4 años más, hasta venderlo.
Tan pronto es vendido el edificio de la esquina de La Torre, es remodelado para ser utilizado para oficinas, cambiando su nombre por el de Edificio Washington.
A su vez, el Edificio Washington fue demolido en 1957 para construir en su lugar un proyecto elaborado por Tomás Sanabria (1922-2008), el cual nunca se materializó.

HVH