
El edificio Las Fundaciones, cuya fotografía tomada en fechas cercanas a su inauguración en 1955 engalana nuestra postal del día de hoy, es uno de los primeros trabajos realizados por Diego Carbonell Parra (1923-2000), tras disolverse la sociedad que mantuvo con Tomás José Sanabria entre 1949 y 1953, la cual dejó una fructífera producción entre obras y proyectos. También es la segunda edificación de importancia realizada por el empresario Eugenio Mendoza Goiticoa (1906-1979) en la avenida Andrés Bello. La primera, de 1945, fue el Hospital Ortopédico Infantil, proyectado en un terreno aledaño por Carlos Guinand Sandoz en conjunto con la firma norteamericana conformada por Wallace Harrison, Jacques-André Fouilhoux y Max Abramovitz. El hospital está vinculado a la Fundación Venezolana para la Parálisis Infantil creada en 1942 por Mendoza, primera de dos que hallarían cobijo y se beneficiarían de la rentabilidad del edificio diseñado por Diego Carbonell que hoy nos ocupa.

La labor filantrópica de Mendoza, compartida con la creación de empresas de diferente tenor, seguirá con la gestación en 1951 junto su esposa Luisa Rodríguez Planas de la Fundación Eugenio Mendoza (la segunda vinculada a la obra de Carbonell) dedicada a 3 fines primordiales: la ayuda al niño, a la agricultura y a la cultura y, en 1958, con la creación de la Fundación de la Vivienda Popular, completada en 1961 con el Banco Hipotecario de la Vivienda. Más adelante, en 1964, Mendoza se convertirá en el principal propulsor y partícipe en la Declaración de Responsabilidad Social de la Libre Empresa, que daba piso principista a la organización y al concepto del Dividendo Voluntario para la Comunidad, basado en la participación del empresariado nacional, mediante el aporte de un tanto por ciento de los beneficios anuales de cada empresa, a fin de llevar a cabo con más posibilidades una acción social de mayor alcance para resolver los problemas de la población más necesitada. Anteriormente, en tiempos de la Segunda Guerra Mundial, Mendoza había sido llamado por el presidente de la República general Isaías Medina Angarita, para encargarse del Ministerio de Fomento (1942-1943) y en 1958, a la caída del régimen de Marcos Pérez Jiménez, es designado miembro de la nueva Junta de Gobierno pero renuncia a los pocos meses.


El edificio proyectado por Carbonell para Mendoza, situado al lado norte de la avenida Andrés Bello entre la plaza dedicada al prócer (inaugurada en 1956) y el Hospital Ortopédico Infantil, se concibió basado en dos cuerpos: el bajo, alargado a lo largo del eje oeste-este del terreno (lo que acentúa su horizontalidad); y una torre de oficinas de planta rectangular, con el eje mayor también en sentido oeste-este, ubicada en el extremo oeste. Los criterios que justificaron la asunción de este partido arquitectónico están aclarados plenamente en la Memoria Descriptiva publicada en el nº 4 de la revista Integral (junio de 1976) junto al resto del proyecto. Allí se explica que las masas generales del edificio “fueron definidas por las condiciones del subsuelo formado sustancialmente por grandes rellenos provenientes de la construcción de la Avenida. Así, en el extremo oeste se colocó la torre de oficinas, la cual comprende sótano, planta baja y mezanine, ocho plantas de oficinas y departamento ejecutivo en la planta superior. En el extremo este el relleno alcanza un máximo de dieciocho metros, lo que planteaba un difícil problema en el aspecto relativo a fundaciones; en ese extremo se desarrolla una planta comercial con mezanine parcial, y para solucionar el problema de las fundaciones se adoptó una estructura liviana, constituida por losas onduladas de seis centímetros de espesor”.


Así, el cuerpo bajo contiene en planta baja 13 locales comerciales 12 con mezzanina y sólo ocho de ellos con sótano de tal forma que hay dos que por no tener sótano son de mayor tamaño en planta baja. También el programa contemplaba una “sala expositiva de arte” (sin mezzanina) ubicada entre los locales 9 y 10 con la misma área que éstos en planta baja pero con un amplio sótano donde se podían realizar exposiciones. La cubierta ondulada de concreto que los cubre se encuentra inclinada de menos a más en sentido norte-sur para permitir la existencia hacia la avenida Andrés Bello de las ya mencionadas mezzaninas que a su vez protegen un pasillo abierto al exterior que comunica los comercios entre sí. El extremo este fue rematado por un local de mayor tamaño (el nº13) que originalmente estuvo destinado a ser concesionario de automóviles de la marca DeSoto (fabricada por Chrysler Corporation de 1928 a 1960). El local nº1, ubicado en el extremo oeste, con mezzanina, sótano, una amplia vitrina a doble altura y la cubierta ondulada colocada en sentido perpendicular a la del resto del cuerpo bajo, contribuye a definir el atrio que da acceso al edificio. En él, en algún momento funcionó otro concesionario de vehículos en este caso de la marca Renault. Por otra parte, la “sala expositiva de arte” estuvo ocupada durante muchos años por la Sala Mendoza vinculada directamente a los intereses filantrópicos del propietario del edificio. Los estacionamientos de todo el edificio fueron resueltos al aire libre, al norte, en la parte posterior del terreno donde también se colocó un jardín de infancia.




El acceso a la torre de oficinas (en cuyo pent house se encontraba la sede de las dos fundaciones) tiene la particularidad de que está marcado por un atrio conformado por el cambio de sentido de la cubierta ondulada del que se beneficia igualmente el local nº1, como ya se indicó.


De la Memoria Descriptiva publicada en Integral también se recoge lo siguiente: “Toda la torre de oficinas está dotada de aire acondicionado. En el sótano se instaló el equipo de enfriamiento de agua, la cual es bombeada a los equipos de ventiladores instalados en cada piso. Los ductos son exteriores y están colocados en la fachada norte, formando los antepechos de las ventanas y sirviendo de protección contra la lluvia y el sol”. Ese particular tratamiento de la fachada norte estuvo acompañado de una preocupación climática similar para la fachada sur pero en este caso más cuidadosa de mostrar el carácter de una edificación ubicada en el trópico. Así, “para controlar el soleamiento en la fachada sur, se estudiaron unos dispositivos especiales formados por láminas verticales de asbesto, de sesenta centímetros de profundidad y un centímetro de espesor, y bóvedas horizontales de aluminio de dos milímetros de espesor y ciento veinte centímetros de profundidad, que unen las láminas verticales de asbesto”. Cabe destacar que todas las ventanas (en las que se colocaron cristales “Solex”) pueden abrirse en caso de que se presenten fallas en el sistema de aire acondicionado.


En 1979, año que coincide con el de la muerte de Eugenio Mendoza, se concluye la construcción del proyecto de Bernardo Borges, Francisco Pimentel y Pablo Lasala, para ampliar en 20.000 m2 el edificio Las Fundaciones. La ampliación, que eliminó el atrio de acceso de la edificación original desvirtuando su concepción arquitectónica, y añadió una escalera contra incendios en el extremo este del volumen diseñado por Diego Carbonell, está conformada por una torre adosada de 19 pisos que no contempló transición formal alguna con la obra preexistente.
El edificio Las Fundaciones fue expropiado por Fogade como parte de la crisis bancaria que afectó el sistema financiero venezolano a finales de los años 1990. Actualmente es la sede del Ministerio del Poder Popular para la Alimentación.
ACA
Procedencia de las imágenes
Postal y 12. Colección Crono Arquitectura Venezuela.
- https://www.ccscity450.com/obra/hospital-ortopedico-infantil/ y Colección Crono Arquitectura Venezuela.
2. http://viejosrecuerdos.eklablog.com/plaza-andres-bello-a127262154 y Revista Integral nº 4, junio de 1976.
3. https://twitter.com/materialesamv/status/1116063605215170562
4, 5, 6, 7, 9 y 10. Revista Integral nº 4, junio de 1976.
11. Mariano Goldberg. Guía de edificaciones contemporáneas en Venezuela. Caracas. Parte 1, 1980